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Según Aizemberg y Alderoqui (1994) la finalidad de la enseñanza de las Ciencias Sociales no es formar
científicos sociales ni expertos en una ciencia o disciplina. Enseñar Ciencias Sociales está ligado a
criterios de valor y a la formación ciudadana.
Las ciencias sociales como ciencias del espíritu o del entendimiento, implican una aproximación
hermenéutica y crítica superando la visión positivista, propia de las ciencias naturales. Las ciencias
sociales pensadas desde su propia racionalidad y en su perspectiva disciplinar, y usando entonces, sus
propios métodos, deben desarrollar conocimiento sobre su objeto de estudio: los procesos de constitución
y expresión del sujeto; las relaciones entre sujetos; la estructura de su acción histórica y las
intencionalidades que animan dicha acción; y las representaciones simbólicas de sí mismo, de sus
relaciones y de su acción, objetivadas en la cultura.
La construcción en la enseñanza de los contenidos en Ciencias Sociales debe considerar:
o Su inminente carácter crítico y práctico que se despliega en todos los ámbitos del mundo de la
vida y que tiene un carácter necesariamente ético y político.
o Su carácter interdisciplinario dada la complejidad inherente a cualquier fenómeno humano o
social que intente explicarse, comprenderse o transformarse. La interdisciplinariedad implica la
especificidad de cada disciplina social.
o Su carácter histórico en tanto la comprensión de cualquier fenómeno humano o social implica la
comprensión de su génesis y evolución especificando situaciones económicas, culturales,
sociales, de acuerdo con los escenarios geopolíticos y según el tiempo en el que ellos se
desarrollan.
o Su aprehensión teórica y el desarrollo de las competencias ciudadanas para vivir con calidad.
o Por otra parte, la comprensión de los fenómenos humanos y sociales y el desarrollo de los
conocimientos, habilidades y actitudes para actuar con eficacia sobre ellos, desde una
perspectiva crítica, ética y política, implica tener en cuenta las condiciones del sujeto para
construir y apropiar el conocimiento social y usarlo apropiadamente. Nos centraremos en los
aportes de tres teorías del aprendizaje:
o La teoría piagetana, que enfatizan en la necesidad del pensamiento formal para la apropiación
de las ciencias sociales. Según Carretero (1995) la construcción y apropiación de conocimientos
en la educación superior, implica la utilización del pensamiento formal: "la capacidad para
formular y comprobar hipótesis; la capacidad de aplicar estrategias complejas tanto de tipo
deductivo como inductivo...; la capacidad de entender la interacción entre dos o más sistemas",
a través de procesos de toma de conciencia, abstracción y autoregulación.
o La teoría de Vigotsky (1989), en la que se enfatiza sobre la necesidad de los contextos de
interacción y se desarrollan los conceptos de internalización y zona de desarrollo próximo;
enfatiza la importancia de los mecanismos interpsicológicos en los procesos de autorregulación
en los que se llega al control del sujeto a nivel individual a partir de su diferenciación progresiva
con la función de control por parte del docente. Para este autor el desarrollo del intelecto y la
adquisición de conceptos están mediados por la interacción social y el diálogo calificado de
quien enseña. En este sentido, la conciencia y las funciones superiores tienen su origen fuera
del sujeto, en su relación con los objetos y con los otros.
o La teoría de la metacognición, Soto (2002), explicita el requerimiento de habilidades
postformales para el ejercicio de la reflexión crítica como método por excelencia de las ciencias
sociales. Retomando las conclusiones que sobre el aprendizaje plantea el grupo australiano
liderado por Baird, White, Gunstone y Mitchell (Citados en Soto, 2002), acepta que "el
aprendizaje es el resultado de una acción voluntaria de parte de quien aprende... fuertemente
influenciada por el contexto, es decir por las interpretaciones y percepciones previamente
existentes en el individuo... el aprendizaje no es gratuito ni se da espontáneamente, el que
aprende debe “efectuar” un trabajo para aprender significativamente, lo mismo que para
desaprender una concepción; el que aprende frecuentemente no es consciente de sus
carencias, tanto en el plano conceptual como en las habilidades de aprendizaje... (su)
incremento en la toma de conciencia sobre la naturaleza y los procesos involucrados en el
aprendizaje, permite el cambio de las actitudes, la transformación del conocimiento y el
desarrollo de las habilidades utilizadas en el aprendizaje.
A la base de estos tres planteamientos hay algunos supuestos que ayudan a pensar el problema del
aprendizaje de las ciencias sociales en su complejidad:
o Los contenidos relativos a los fenómenos humanos y sociales, sufren importantes
transformaciones a causa de influencias ideológicas, políticas y económicas; por esto los textos
que dan razón de dichos fenómenos presentan explicaciones diferentes, que no necesariamente
se invalidan unas a otras, sino que muestran maneras distintas de interpretarlos desde las
intencionalidades que motivan la producción del conocimiento. La didáctica de las Ciencias
Sociales se encuentra indisolublemente ligada a la presencia de valoraciones, frente a las
cuales una salida es la explicitación de las diferentes visiones sobre un mismo fenómeno, la
crítica sobre el conocimiento y la reflexión sobre las mediaciones en su construcción.
o Los valores ejercen una gran influencia en el potencial de cambio conceptual y de desarrollo de
nuevas teorías frente a un fenómeno, ya que el aprender y desarrollar nuevos conceptos y
habilidades implica reestructuraciones cognitivas complejas, las cuales poseen un carácter
valorativo ético, político y actitudinal.
o El aprendizaje de las ciencias sociales implica una actividad de razonamiento sobre problemas
para construir soluciones y luego reflexionar sobre estos problemas y sobre estas soluciones.
Aceptar este planteamiento implica definir en la didáctica de las Ciencias Sociales, cuales son
las competencias necesarias en términos de razonamiento, argumentación, ejercicio crítico y
posturas éticas para enfrentar un fenómeno o dar solución a un problema.
o Dado el origen social del aprendizaje, en general los fenómenos son aprehendidos desde sus
objetivaciones a través de expresiones simbólicas en el lenguaje. La cultura como objetivación
del mundo de la vida y los procesos de comunicación activa como su expresión, convierten la
vida mental en expresión de lo social.
o relacionarse con la complejidad,
o manejar con rigor y sistematicidad el conocimiento social,
o poseer una clara posición moral y ética frente al análisis de los problemas,
o tener habilidades para comunicarse, escribir, argumentar en su propia lengua, el ejercicio de la
crítica argumentada.
o expresar su afecto y vivir relaciones basadas en la comprensión inter-subjetiva,
o enfrentar desde paradigmas de innovación y creatividad la identificación y la solución de
problemas actuales.
Es evidente que la didáctica de las ciencias sociales es un campo plurisemántico que está habitando las
regiones epistemológicas y gnoseológicas en formas diversas y con marcados ritmos que imprimen según
el tipo de reflexión, investigación y divulgación características no sólo a su campo sino a las formas de
verdad que produce para presentar sus impresiones y abstracciones sobre lo humano.
radiciones epistemológicas de las ciencias sociales en la perspectiva de la enseñanza
Enseñar y aprender ciencias sociales remite necesariamente al campo de su didáctica específica, la cual
según (Pagés, 1997) es una de una disciplina que se ocupa de la formación inicial y permanente del
profesorado de ciencias sociales a fin de orientar su intervención en los procesos de enseñanza y
aprendizaje de esta materia. En este sentido, enseñar y aprender son objeto de cinco grandes
cuestionamientos: para qué enseñar ciencias sociales, qué enseñar, cómo hacerlo, cuándo evaluar y qué
evaluar. Las respuestas a estos cuestionamientos constituye el campo de la didáctica, en tanto se define y
expresa los fines y alcances el proceso formativo que implican las ciencias sociales.
Ningún otro saber devela más las intenciones contextuales que configuran lo social, como es la didáctica
de las ciencias sociales puesto que, el saber que comunica tiene el encargo social de formar la conciencia
individual en la perspectiva de la acción colectiva y desde allí generar las herramientas que permiten la
relación con el mundo en su expresión temporal, espacial, cultural, social, del poder o de recursos, según
corresponda.
En esta perspectiva, la didáctica de las ciencias sociales está expuesta a tres momentos que configuran el
saber científico en saber social: un momento de contextualización de los sistemas gramaticales del saber
sabio y del saber pedagógico y didáctico en la perspectiva de comprender como están configurados, su
funcionamiento y las posibilidades de traducción que se pueden generar; un momento de conceptualización
en donde se hace lectura de las cargas semióticas y semiológicas en su horizonte epistemológico, para
desde allí establecer los juegos de lenguaje a los que corresponden y los posibles canales de negociación
del sentido para la creación de punto de confluencia conceptual, haciendo posible la comprensión escolar
de un concepto científico; un momento de significación en el cual adquiere valor la reconfiguración que ha
traducido lo objetos de conocimiento en objetos de enseñanza de la ciencia sociales en un sentido distinto
al inicial.
Para nutrir con mayor efectividad su trabajo de investigación le invitamos para que realice la actividad
denominada Punto de Inspiración 3