Las corrientes oceánicas son producidas por diferencias de densidades del agua (flujos

horizontales y verticales). Los procesos que modifican las costas pueden cambiar en intensidad, de
día en día o estación en estación.
La interacción entre mar y ríos genera morfologías características tales como: deltas y estuarios.
Los estuarios son sectores de valle que están influencias por el mar; ese sector de valle se rellena o
inunda con agua salada cuando hay un aumento relativo del nivel del mar (marea alta). Casi
siempre está asociado a la desembocadura de un río, debido a que desde la última glaciación ha
aumentado el nivel del mar (antes el nivel del mar era más bajo). Se diferencia del delta porque la
depositación de material ocurre en el sector inundado del valle (costa adentro vs el delta que es
costa afuera, o sea, este último prograda).
Un delta es un depósito sedimentario construido en la desembocadura de un río por delante de la
línea de costa. Son el resultado de una mayor competencia del flujo de las aguas corrientes que
del mar (o lago) que penetran en él, formando costas deltaicas. Los depósitos son modelados por
la acción del mar. Se encuentran, principalmente, en mares sin grandes mareas, aunque los hay en
todos los mares del mundo, la condición es que los aportes fluviales superen a la capacidad del
mar para desalojarlos.
Las líneas de costa son un sistema dinámico, que involucran las energías de las olas y de las
corrientes litorales (responsable de la erosión), el transporte y la depositación de los sedimentos a
lo largo del litoral. La mayor parte de la energía la provee el viento.
Las formas de las olas, generada por el viento, describe los mismos términos aplicados para otros
fenómenos de ondas: cresta, artesa (depresión), largo de onda, amplitud, período, frecuencia.
El movimiento del agua en una ola es en órbitas circulares que decrecen de radio en profundidad,
hasta desaparecer a una profundidad aprox. Igual a la mitad de longitud de onda.
El avance de olas no produce desplazamiento de la masa de agua, excepto cuando se aproxima a
aguas pocos profundas y el movimiento circular de las partículas del fondo se ve afectado por el
roce.
Las olas que se aproximan a la costa son desviadas o refractadas de tal forma que concentran la
energía en las salientes y se dispersan en las bahías.
Las olas avanzan de forma oblicua contra la línea de costa, de forma tal que el agua y los
sedimentos se desplacen sobre la playa en dirección oblicua al frente de costa; sin embargo, su
retorno es en la dirección de máxima pendiente, perpendicular al frente de playa.
El sedimento transportado por las olas y corrientes a lo largo de la costa, es depositado en áreas
de baja energía, donde forma playas, puntillas, barras de islas, tómbolos, etc.
La erosión y depositación a lo largo de la costa, tiende a desarrollar líneas de costa rectas o
ligeramente curvas. Las cabezas de costa, o puntillas, son erosionadas, y las bahías y estuarios, son
rellenados con sedimentos.
La deriva litoral ocurre cuando las olas se acercan a la costa con un ángulo. De este movimiento,
resulta el transporte neto, paralelo a la costa, de enormes cantidades de sedimentos.
Los acantilados costeros son generados por la acción ABRASIVA de la arena y grava, movida por las
olas y corrientes, por solución y por la acción hidráulica. Las olas y corrientes erodan
progresivamente la base del acantilado, formando una cornisa en la parte alta, que luego colapsa.
De esta forma, el frente del acantilado retrocede, y en la medida que esto ocurre, se desarrolla
una superficie aterrazada conocida como plataforma de abrasión.
La erosión diferencial asociada al desarrollo de un acantilado: forma cavernas, arcos y puntillas.
El desarrollo de la línea de costa es interrumpido en muchas áreas por alzamiento tectónicos, que
elevan abruptamente la plataforma de abrasión por encima del nivel de las olas, dando forma a lo
que se denomina como terrazas marinas.
Cuando esto ocurre, se inicia una nueva erosión de las olas a un nivel más bajo, y las terrazas
marinas elevadas son atacadas y, eventualmente, obliteradas por la meteorización y la erosión de
sistemas fluviales.
LA TECTÓNICA, EL TIPO DE ROCA, LOS PROCESOS SUPERFICIALES Y LA ENERGÍA DE LAS OLAS
CONTRIBUYEN AL MODELADO DE LA COSTA.
Tipos de costas:
A escala global se clasifican de acuerdo a su asentamiento tectónico:
1.- Costas de márgenes convergentes (costas del pacífico – america del sur, norte, centro – europa
interna)
2.- Costas de margen pasivo (america atlántico, Groenlandia, africa, europa externo)
3.- Costas de mares marginales. Asia del este, Australia del este)
A escala local, las cosas se clasifican con base en los procesos tempranos mayormente
responsables de su configuración:
1.- Costas primarias, formadas por procesos subaereos (costas de erosión fluvial, costas de
depósito fluvial (deltaica) y costas de erosión glaciar)
2.- Costas secundarias, formadas por procesos marinos.

Los arrecifes de coral forman un tipo único de costa, con rasgos peculiares, debido a que ellos
tienen un origen biológico. Los arrecifes modernos han sido construidos por complejas
comunidades de corales, algas, esponjas y otros organismos invertebrados marinos. La mayor
parte de los arrecifes crecen en climas tropicales y solo en aguas claras. Se desarrollan bajo
estrictas condiciones de salinidad, temperatura y profundidad. CUANDO CRECEN EN TORNO A
ISLAS VOLCÁNICAS, PUEDEN CONVERTIRSE EN ATOLONES.
La configuración de la costa evoluciona hasta alcanzar un equilibrio entre la forma de la línea de
costa y la energía de las olas que actúan sobre ella.

Eustatismo: son cambios en la cota del nivel del mar de origen no tectónico. El alzamiento de la
cota del nivel del mar, asociado con glaciares pleistocenos, hizo que el mar transgrediera e
invadiera muchos terrenos litorales. (mareas y tsunamis).
Mareas: se producen por atracción gravitacional de la luna de la fuerza centrífuga del sistema
luna-tierra. Las mareas ejercen localmente una influencia mayor en las líneas de costa por:
levantamiento y descenso del nivel del agua; o generación de corrientes de marea.
Los factores que modifican el rango de marea son:
1.- pendiente de fondo
2.- la configuración de la costa
3.- la posición relativa del sol y la luna
4.- las condiciones atmósfericas

Tsunami: movimiento del fondo oceánico provocado por un terremoto, erupciones volcánicas o
deslizamiento (remoción en masa) submarino. Pueden producir olas de poca altura (1 o 2 metros)
pero de gran longitud de onda (100 km), que viajan a través del océano abierto a grandes
velocidades (600 km por hora). Pueden ser un importante agente de destrucción a lo largo de la
línea de costa, al aproximarse a ella.