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Uso de la imaginería (Visualización)

Condiciones:

 Ambiente en silencio, iluminación tenue.


 No utilizar en pacientes con esquizofrenia e ideas delirantes o sintomatología psicótica
actica.
 Es mejor utilizar paisajes de los cuales las personas tengan cierta idea o experiencia,
preguntar por su lugar de procedencia.
 Realice antes ejercicios de respiración para que la persona pueda estar más relajada.

Se pretende utilizar relatos donde la persona involucre progresivamente todos sus sentidos. Algunas
involucran el uso de símbolos.

A continuación se presentan algunos relatos que podían ser usados en terapia:

1. La fuente (simbólica):

Imagine una grieta rocosa en la que brota un manantial natural. Es un caloroso día de verano. Vea el
chorro burbujeante de agua brillando a la luz del sol… escuche su gorgoteo y chapoteo… el agua es
clara y pura… forme un hueco con las manos y bébala… sienta el líquido deslizándose por su garganta
hacia el interior del cuerpo…entre en el manantial y sienta el agua fluir por encima de usted… por
encima de sus pies, de sus piernas y de todo su cuerpo… imagínela también fluyendo a través de sus
pensamientos… y a través de sus emociones… sienta el agua limpiándole…deje que la pureza del
agua se una con la pureza de usted… deje que la energía del agua se convierta en su energía… y
mientras la fuente continúa renovándose a sí misma, sienta como la vida se renueva en el interior de
usted…

2. Bosque:

Imagínese que está en un bosque, hay muchos árboles alrededor suyo, obsérvelos con detalle, note
el color del tronco, de sus hojas. Vea el cielo, está despejado, vea el color de ese cielo, las nubes,
sienta la temperatura templada de ese día, disfrute la brisa del aire que le acaricia las mejillas, sienta
también el olor de ese bosque, el del pasto. Vea el pasto, siéntalo en sus pies. Ahora avance, camine,
note la cantidad de árboles al avanzar, vea sus formas, sus tamaños, trate de adivinar la antigüedad
de aquellos árboles. Siga avanzando y verá un río. Vea lo claro del agua, lo limpia y fresca que está.
Meta sus manos en el río, sienta la temperatura del agua, ahora pruébela. Note el sabor de esa agua
fresca y pura, sienta como ingresa por su organismo y llega hasta su estómago. Mire el paisaje
alrededor, vea desde surge el río. Sienta la paz que emerge de su interior al contemplar tal paisaje.
Ahora despídase de aquel bosque y vuelva lentamente a la habitación.

Terminación: Cuando esté preparado, abra lentamente los ojos, deje que se habitúen a la habitación

Grupo Ámate Agosto 2018


La Relajación Autógena de Schultz
Entrenamiento en relajación mediante la imaginación de sensaciones de peso y calor. Recomendado
en pacientes hipertensos y con migrañas.

La práctica del entrenamiento en relajación autógena consta de varios ejercicios de concentración


pasiva en las sensaciones de:

 Peso en brazos y piernas,


 Calor en brazos y piernas,
 Movimiento del corazón,
 El calor abdominal interno (plexo solar),

Condiciones:

 Ambiente en silencio.
 Preferentemente el paciente deberá estar echado o tendido. Sentado es una postura
alternativa.
 No realizarlo en personas con síntomas psicóticos activos (como alucinaciones o
delirios)
 Preguntar al paciente si tiene alguna molestia gástrica o en el estómago y de ser así,
no practicar los ejercicios de calor en el abdomen.
 No realizar la relajación en personas que van a manejar. De ser el caso, deben tener un
periodo de activación previo antes de hacerlo.

Inducción:

Se le dice al paciente: “Por favor, cierre los ojos. Imagínese un lugar que lo haga sentir relajado,
imagínese tendido ahí. Dentro de un momento le voy a pedir que concentre su atención en distintas
partes de su cuerpo, quiero que adopte una actitud despreocupada, deje que las sensaciones de
pesadez y calor aparezcan por sí mismas en lugar de hacer un esfuerzo para evocarlas.”

Ejercicios:

Son 18 ejercicios compuestos por frases, se asignan entre 45 y 60 segundos por cada ejercicio.

Ejercicio 1

 Comience con el brazo dominante.


 Me siento en paz.
 Mi brazo derecho pesa. Mi brazo derecho pesa. Me siento en paz.
 Mi brazo derecho pesa. Mi brazo derecho pesa.
 Por favor, continúe pensando en la pesadez de su brazo mientras está en (el lugar que imaginó).

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Ejercicio 2

 Me siento en paz.
 Mi brazo izquierdo pesa. Mi brazo izquierdo pesa. Me siento en paz.
 Mi brazo izquierdo pesa. Mi brazo izquierdo pesa.
 Piense en su brazo como si pesase igual que el plomo (está muy pesado).

Ejercicio 3

 Me siento en paz.
 Mis dos brazos pesan. Mis dos brazos pesan. Me siento en paz.
 Mis dos brazos pesan. Mis dos brazos pesan.
 Imagínese tendido (en su lugar imaginado), con los brazos apoyados pesadamente sobre el piso.

Ejercicio 4

 Me siento en paz.
 Mi pierna derecha pesa. Mi pierna derecha pesa. Me siento en paz.
 Mi pierna derecha pesa. Mi pierna derecha pesa.
 Piense en su pierna derecha como si pesase igual que el plomo.

Ejercicio 5

 Me siento en paz.
 Mi pierna izquierda pesa. Mi pierna izquierda pesa. Me siento en paz.
 Mi pierna izquierda pesa. Mi pierna izquierda pesa.

Ejercicio 6

 Me siento en paz.
 Mis dos piernas pesan. Mis dos piernas pesan. Me siento en paz.
 Mis dos piernas pesan. Mis dos piernas pesan.
 Sienta como sus piernas se hunden en el suelo.

Ejercicio 7

 Me siento en paz.
 Mis brazos y piernas pesan. Mis brazos y piernas pesan. Me siento en paz.
 Mis brazos y piernas pesan. Mis brazos y piernas pesan.
 Continúe imaginándose con pesadez en los brazos y las piernas (en su lugar imaginado).

Ejercicios del 8 al 14

 Son similares a los anteriores, pero el calor sustituye la pesadez. El efecto puede aumentarse con
imágenes mentales del sol.

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Ejercicio 15

 Me siento en paz.
 Mis brazos y piernas pesan y están calientes.
 Mi pulso es tranquilo y regular. Mi pulso es tranquilo y regular. Me siento en paz.
 Mi pulso es tranquilo y regular. Mi pulso es tranquilo y regular.

Ejercicio 16

 Me siento en paz.
 Mis brazos y mis piernas pesan y están calientes.
 Mi pulso es tranquilo y regular. Mi respiración es tranquila. Mi respiración es tranquila. Me siento
en paz.
 Mi respiración es tranquila. Mi respiración es tranquila.

Ejercicio 17

 Tener en cuenta que estos ejercicios no se realizarán con personas que padecen del estómago,
como gastritis o dispepsia.
 Me siento en paz.
 Mis brazos y mis piernas pesan y están calientes.
 Mi pulso es tranquilo y regular.
 Mi respiración es tranquila.
 Mi abdomen está caliente. Mi abdomen está caliente.
 Me siento en paz.
 Mi abdomen está caliente. Mi abdomen está caliente.

Ejercicio 18

 Me siento en paz.
 Mis brazos y piernas pesan y están calientes.
 Mi pulso es tranquilo y regular.
 Mi respiración es tranquila.
 Mi abdomen está caliente.
 Mi frente está fría. Mi frente está fría. Me siento en paz.
 Mi frente está fría. Mi frente está fría.
 Pueden imaginarse corrientes de aire para reforzar la sensación de tener la mente fría.

Terminación: Cuando esté preparado, abra lentamente los ojos, deje que se habitúen a la habitación.
Va a sentirse refrescado y alerta, abra y cierre las manos con poca fuerza. Flexione y enderece los
codos unas pocas veces, luego las rodillas. Extienda suavemente su cuerpo, levántese suavemente.

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Relajación Muscular Progresiva de Jacobson
El principal objetivo es sencillo: disminuir la activación mediante una disminución progresiva de la
tensión muscular. Para lograrlo se debe tensar y relajar los diferentes grupos musculares.

Condiciones en las que debe aplicarse el programa:

Vila (en Labrador, 1984) recomienda que las sesiones de relajación se den en un ambiente:

 Tranquilo
 Con iluminación tenue
 Sin ruidos ni distracciones.

El terapeuta:

 Debe modular su tono de voz hasta hacerlo agradable de escuchar


 Su ritmo debe ser pausado y debe denotar seguridad.

El usuario:

 Puede estar sentado o echado. De preferencia con los ojos cerrados.

Antes de iniciar se debe de enseñar a los usuarios a graduar su nivel de ansiedad, se sugiere utilizar
las unidades subjetivas de graduación de la ansiedad (SUDS). Es esencial que cada usuario
identifique numéricamente su nivel de ansiedad antes de empezar la sesión de relajación (del 1 al 10)

Todos los ejercicios constan de realizar la tensión por un lapso de 5 segundos e inmediatamente
relajar el grupo muscular que se esté trabajando.

1. Músculos de los brazos

 Hacer “puño” lo más fuerte que pueda y luego que mantenga la mano relajada. Se busca que
diferencie las sensaciones de tensión y relajación.
 Se le coge de la muñeca al paciente y se le pide que haga movimiento de flexión fuerte hacia
arriba (el terapeuta hace resistencia con su mano, hacia abajo) y se espera que tome conciencia
de la tensión de los bíceps y la fuerza que necesita realizar en el ejercicio.
 Luego, que haga lo contrario: movimiento de extensión y que concentre su atención sobre la
sensación de tensión del tríceps (nuevamente el terapeuta hace resistencia con su mano, esta
vez tratando de llevar el brazo del paciente en dirección contraria).
 Poner firme la mano y la lleve “hacia arriba” lo más que pueda.
 Poner la mano firme y que ahora la lleve “hacia abajo”.
 Se le exhorta al paciente a relajarse más allá de lo que ha hecho con el terapeuta, comprendiendo
lo que se quiere de él.
 Se debe comunicar toda sensación que tenga en sus brazos: hormigueo, pesadez, calor,
entumecimiento.

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2. Músculos de la cara

Frente:

 Elevar intensamente los músculos del ceño de la propia frente del terapeuta, (como cuando uno
está sorprendido)
 Contraer la frente, haciendo el gesto de “estar molesto”.

Ojos:

 Dirigir los ojos en sucesión, haciendo tensión, a la izquierda, luego a la derecha, luego arriba y
finalmente abajo.

Nariz y boca:

 Fruncir los músculos de la nariz pidiéndole


 Hacer una “bolsa” con los músculos de alrededor de la boca.
 Apretar los labios contra sí mismos.

Masticación:

 Apretar los dientes para poner tensos los músculos maceteros y temporales.

Músculos infrahioideos:

 Ubicados debajo de los maxilares, se sienten en tensión al abrir el maxilar contra la resistencia de
la mano llevada sobre el maxilar.

3. Músculos de Cuello y hombros

Cuello:

 Inclinar la cabeza hacia delante, tocando el pecho con la mandíbula. (Los que no encuentran
confortable que la cabeza caiga hacia adelante, pueden relajar estos músculos con la parte
posterior de la cabeza apoyada en una silla de respaldar alto).
 Girar la cabeza en dirección derecha e izquierda, mientras una mano realiza fuerza de oposición
al movimiento.

Hombros:

 Estirar los brazos lo más que se pueda y llevarlos a una posición horizontal, realizando mayor
tensión llevándolos “hacia atrás”.
 Poner la punta de los dedos en los hombros y alzar los brazos por detrás de la cabeza, hasta que
las muñecas se encuentren juntas, a la altura de la nuca.

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Pecho:

 Flexionar lo brazos a la altura del pecho, juntar las manos y hacer fuerza, una contra otra.

4. Músculos de la espalda, abdomen y tórax

 Los músculos de la espalda se contraen, arqueando hasta atrás la espina dorsal (luego soltarlos,
relax).
 Flexionar los brazos hasta la altura del tórax y llevarlos hacia atrás, tratando de “juntar los codos”.
 Los músculos del abdomen son contraídos haciendo como si uno fuera a recibir un golpe en el
estómago (luego relajación).
 Para los músculos toráxicos (respiratorios) se puede usar muy bien el ritmo respiratorio para
fundamentar la relajación. Si se presta atención a la musculatura después de unas pocas
respiraciones profundas se puede dar uno cuenta que durante la inhalación se hace algún
esfuerzo, y más bien la expiración es un relajarse.

5. Músculos de los miembros inferiores:

Para que los pacientes tomen conciencia de los músculos que deben relajar de los miembros inferiores
se comienza con los pies y se va subiendo.

 Doblar los dedos de los pies dentro del zapato (planta del pie arqueada).
 Poner el pie recto y doblarlo hacia arriba lo más que se pueda.
 Ponerse de puntillas en ambos pies.
 Flexionar los músculos de “atrás de la rodilla” tratando de doblarla contra alguna resistencia.
 Poner una mano en la rodilla y tratar de “subir” la pierna.
 Contraer los glúteos.

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Protocolo Desensibilización Sistemática

1. Aprender un método de Relajación.

2. Elaborar la jerarquía:

 Una por cada situación temida. Entre 15 a 25 fichas donde describirá lo más detalladamente
posible la situación.

3. Pruebas de la calidad de la imaginación y Respuesta emocional

 Graduar las situaciones de 0 – 100, intervalos de 5 y 10.


 Se empieza por pedirle que imagine una situación neutral (que no produce ansiedad.
 Luego se le lee una ficha que produce mucha ansiedad (80 a más)
 Se comprueba que puede imaginarla lo suficientemente bien como para que le afecte
emocionalmente, si no, se pasa a otro método.

4. Aplicación de la Secuencia de DS

 20 a 25 min máx. Iniciar con la relajación. En promedio se avanzan entre 3 a 4 fichas por
sesión.
 Se le pide imaginar la primera situación, que se imagine actuando, no como observador. Se
mantiene unos 15-20 seg, si no genera ansiedad, se repite la misma situación nuevamente
unos 30 – 40 seg. Si sigue sin ansiedad, se pasa a la siguiente.
 Si una situación “C” genera ansiedad, se le dice que deje de imaginar y que se concentre en
relajarse (1min), luego nuevamente se le lee la misma escena. Si aparece nuevamente la
ansiedad, se regresa a la escena anterior “B”. Una vez superada esta escena nuevamente,
se retorna a la escena que generó ansiedad “C”, si esta vuelve a producirla, se le pide que
deje de imaginar, que se relaje y se suspende el protocolo por ese día.
 Si pasa esto, se vuelve a jerarquizar la situación o se añade una intermedia. (por ej. Si estaban
en una situación “C” calificada como 30 de ansiedad y la situación “B” como 25, podría
añadirse una situación como 27 o 28 de ansiedad)
 Solo se debe pasar de situación cuando se tiene la certeza de que no produce ansiedad o
que esta es leve o manejable.
 Al finalizar la desensibilización con situaciones escritas en fichas, se procederá a una
exposición real a la situación.

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Protocolo breve de Exposición
Se recomienda al inicio del tratamiento que la exposición sea cada día, en promedio de 2h cada una.
Luego se pueden espaciar interdiario.

1) Elegir el procedimiento: Exposición o DS. Si el paciente se desmaya o tiene ataques de pánico,


es mejor usar DS, si se muestra motivado, con ganas de enfrentarse a sus temores, entonces la
Exposición (decidir si es gradual o con niveles muy elevados (Inundación o implosión) de
ansiedad)
2) Fase Psico-educatva: Explicar que la ansiedad tiende a aumentar en intensidad para luego
disminuir progresivamente (1h y media a 2h) y que sólo habrá mejoría si se queda en la situación,
si escapa, puede producirse una sensibilización, es decir, empeorar.
3) Tener alguna estrategia de afrontamiento: que ayude al sujeto a estar y permanecer en la
situación, no a escapar ni distraerse.
4) Elaborar una lista de situaciones temidas: entre 10 a 12 o entre 3 a 4, dependiendo de la forma
de Exposición.

• Se empieza siempre con una situación que genere ansiedad de la lista elaborada.

• Al inicio se le pide que gradúe su nivel de ansiedad con los SUDS (0-10)

• Se le pregunta qué siente y que detalle lo que observa a su alrededor.

• Se le recordará que debe permanecer en la situación temida y se normalizará cualquier


manifestación de ansiedad.

• Pasados 15 min se le preguntará por su nivel de ansiedad y así hasta que en el trascurso de
20-30 min su SUDS sea igual o menor a 2. normalmente esto sucede al cabo de 90min o
120min.

• Si el paciente escapa de la situación, el terapeuta no debe regresarlo a la fuerza, puede


convencerlo de que vuelva, darse unos minutos para “tomar aire” o como última opción diseñar
una situación menos ansiógena para exponerse antes de que pase mucho tiempo.

• Se debe estar atento a posibles objetos o conductas que funcionen como escape como
música, celular, botella de agua, amuletos, etc.

Los diversos ejercicios fueron extraídos de los textos: Manual de técnicas de intervención cognitivo
conductuales (Ruíz, Díaz y Villalobos, 2012), Técnicas de modificación de conducta (Labrador, 2008),
Técnicas de relajación. Manual práctico para adultos, niños y educación especial (Cautela y Groden,
1985), Técnicas de Relajación: guía práctica (Payné, 2002).

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Ejemplos de Jerarquías

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