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CONTROL

Las formas características que tiene una persona para responder algunas veces se conocen como su
personalidad. La personalidad es compleja y única, ya que los individuos son diferentes unos de otros en
múltiples componentes de la conducta. Los estilos de personalidad de la mayor parte de la gente no
afectan su comportamiento de manera similar en todas las situaciones. Los estilos pueden ser
desadaptados si un individuo es incapaz de modificar su conducta cuando el entorno en que vive
experimenta cambios significativos que requieren de enfoques diferentes. Si las características de la
personalidad no son lo suficientemente flexibles como para permitir que un individuo responda en forma
adaptada ante, por lo menos, una variedad normal de situaciones, es probable que presente un trastorno.
Cuando los estilos de la personalidad son patológicos, pueden impedir el funcionamiento normal del
individuo en situaciones importantes, e incluso provocarle ansiedad, sentimientos de aflicción e infelicidad.
El punto en el cual un estilo de personalidad se convierte en trastorno no está claro.
Los trastornos de la personalidad son formas duraderas, desadaptadas e inflexibles de relacionarse
con el entorno. Por lo general, se pueden detectar en la niñez o al menos al principio de la adolescencia,
y tal vez continúen durante la edad adulta y limitan de manera severa la forma en que el individuo enfrenta
las situaciones que le producen estrés, ya que sus estilos característicos de pensar y comportarse le
permiten.
Los trastornos de la personalidad plantean problemas para las personas que elaboran los sistemas de
clasificación, y también para los autores de libros de texto y maestros de psicología anormal. Parecen ser
importantes y su existencia puede ser fácilmente reconocida aun por observadores que no son
profesionales, e incluso así poco se sabe sobre sus orígenes y su desarrollo. Con excepción del trastorno
antisocial de la personalidad (y, hasta hace poco, el trastorno límite de la personalidad), se ha realizado
muy poca investigación de estos problemas. Esta carencia probablemente se debe a que a menudo no
son dramáticos ni incapacitan severamente, y porque muchas personas que pueden padecer de estos
trastornos no buscan ayuda para tratar sus problemas.
Una característica importante de los estilos de personalidad es su cualidad de arraigo. Están
profundamente arraigados y firmemente establecidos. Por lo general, quienes los padecen no preguntan
o no se preocupan mucho por esta clase de maneras habituales de funcionar. Las dos caricaturas de la
figura 10-1 ilustran la manera aparentemente irreflexiva en que la personalidad se refleja en la conducta.
Algunas veces estas maneras habituales de reaccionar pueden causar dificultades cuando ocurren
situaciones inusuales.
Las personas con trastornos de la personalidad pueden tener dificultad para cambiar la manera en que
piensan y responden a las situaciones, aunque la conducta desadaptada que algunas veces manifiestan
provoca una gran angustia a las otras personas que están involucradas. Los problemas clínicos se
intensifican cuando, como normalmente es el caso, la persona no considera sus patrones de conducta
como desadaptados o indeseables, aun si las consecuencias desagradables y contraproducentes de
dichas conductas son obvias para otros. Como se verá en este capítulo, esta situación es quizá más
evidente en casos de personalidad antisocial.
Los trastornos de la personalidad son diagnosticados en el eje II del DSM-IV-TR. Los trastornos del retraso
mental también se diagnostican en este eje. Debido a que estas dos condiciones tienen en común una
duración y estabilidad de toda o casi toda.
Principales trastornos de la personalidad y sus características
Conducta extraña o excéntrica
➤ Paranoide: Tenso, cauteloso, suspicaz, rencoroso
➤ Esquizoide: Socialmente aislado, con expresión emocional restringida
➤ Esquizotípico: Pensamiento, apariencia y conducta peculiares que desconciertan a los demás;
alejados y aislados en el aspecto emocional
Comportamiento dramático, emocional o errático
➤ Histriónico: Comportamiento seductor; necesita gratificación inmediata y seguridad constante;
estados de ánimo que cambian con rapidez; emociones poco profundas
➤ Narcisista: Ensimismado; espera un trato especial y adulación; envidia la atención hacia los demás
➤ Límite: No puede soportar estar solo; estados de ánimo y relaciones personales intensos e
inestables; enojo crónico; abuso del alcohol y las drogas
➤ Antisocial: Manipulador; explotador; deshonesto; desleal Antisocial: Manipulador; explotador;
deshonesto; desleal; carece de culpa; rompe con las normas sociales en forma habitual; antecedentes
de ese comportamiento durante la niñez; con frecuencia tiene problemas con la ley Comportamiento
ansioso y temeroso
➤ Por evitación: Se siente lastimado y avergonzado con facilidad; tiene pocos amigos cercanos; se
apega a las rutinas para evitar experiencias nuevas y que quizá sean estresantes ➤ Por dependencia:
Desea que los demás tomen las decisiones; necesita consejo y seguridad constantes; teme que lo
abandonen
➤ Obsesivo-compulsivo: Perfeccionista; demasiado consciente; indeciso; se preocupa por los
detalles; rígido; incapaz de expresar afecto.
Resumen de las características clínicas de los tres tipos de trastornos de la personalidad
Conducta extraña o excéntrica
Déficits sociales
Ausencia de relaciones cercanas
Pronóstico pobre
Conducta dramática, emocional o errática
Inestabilidad social e interpersonal
Algunas mejoras con la edad
Conducta ansiosa o temerosa
Conflictos interpersonales e intrapsíquicos
Buena respuesta a la terapia.
TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD Y CULTURA
El conocimiento de los trastornos de la personalidad es limitado porque los profesionales consideran una
muestra reducida de personas que los padecen (ver el cuadro 10-4). A menos que sus dificultades se
conviertan en una carga agobiante, estas personas tienden a sentirse satisfechas con su conducta, es
decir —no sienten la intensa infelicidad que puede experimentar una persona ansiosa o deprimida. Como
ya se vio, las personas que manifiestan trastornos de la personalidad perciben su entorno —y no sus
patrones de conducta rígidos— como la causa de las dificultades que enfrentan.
Es importante recordar que incluso las personas que se clasifican como individuos con trastornos de la
personalidad se pueden comportar de manera apropiada y normal una parte del tiempo. Sin embargo,
cuando se trata de las conductas de afrontamiento, cada trastorno de la personalidad se distingue por la
frecuencia e intensidad con las que aparecen ciertas conductas características.

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