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Bicentenario Patrio

Los acontecimientos de
Mayo y Cornelio Saavedra
Héctor José Tanzi*

Cornelio Judas Tadeo Saavedra y La familia de Cornelio pasó a Buenos


Rodríguez nació, el 15 de septiembre de Aires en 1767 y realizó estudios en el
1759, en la hacienda “La Fombera”, pue- Colegio de San Carlos; según Juan M.
blo de Otuyo, próximo a la Villa Imperial Gutiérrez, figura en los cursos de 1773 a
de Potosí, hoy Bolivia. Fueron sus padres 17782. Luego se dedicó al comercio y a la
Santiago Felipe Saavedra, de Buenos administración de los campos de la fami-
*Profesor Aires, donde también falleció, quien hizo lia. En 1798, ocupó el cargo de Regidor del
de Historia. estudios en Charcas sin terminarlos y, Cabildo, luego el de Síndico Procurador y,
Miembro de en 1801, de Alcalde de segundo voto.
la Fundación
en Buenos Aires, fue alcalde y regidor;
“Nuestra y Teresa Rodríguez Giráldez, natural de Con fecha 20 de mayo de 1799, pre-
Historia”. Potosí. sentó un informe en favor de los maestros
Los Saavedra estaban en Buenos Aires fabricantes de calzado, que pretendían
desde 1639, cuando Juan de Saavedra y trabajar sin pertenecer a la asociación
Ábalos, llegó a la ciudad desde el Perú. gremial de artesanos. Saavedra propicia-
Todos los descendientes ocuparon car- ba poner fin a la asociación gremial me-
gos en los cabildos de su tiempo1. dieval e invocaba la libertad de trabajo
1 V. revista “Historia” (dirigida por Raúl A. Molina), Nº 18 Iconografía y genealogía de Saavedra.
(colección Mayo), Buenos Aires, 1960, los trabajos de M. Gover 2 Noticias históricas sobre el origen y desarrollo de la enseñanza
Zárate sobre La cuna de Saavedra y de Raúl A. Molina, pública superior en Buenos Aires. Buenos Aires, 1915.

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que, en el Buenos Aires de entonces, ve-
nía a beneficiar a las clases de esclavos, El cuerpo más numeroso fue el
que desarrollaban estas labores; eran de Patricios, hijos de esta tierra,
los pardos y los morenos los que sufrían que eligieron por aclamación
vejaciones y molestias que dificultaban a Saavedra como comandante.
la apertura de sus tiendas, perjudicados Su divisa fue el escudo en el
por la tiranía de los mercaderes más po- brazo y pluma en el morrión.
derosos. La agremiación, decía, repre- El nombramiento de Saavedra
sentaba un intermediario perjudicial a los fue ratificado por el Virrey
menestrales y al consumidor3. En 1805, el Sobremonte, reconociéndosele
Cabildo le pedía informes sobre acopio de el grado de teniente coronel.
comestibles y el estado de las cosechas y Se preparó militarmente a esta
sus precios, atendiendo a “su prudencia y gente al punto que a los pocos
conocimientos”4. meses estaban en condiciones de
Cuando se producen las invasiones combatir con dignidad y coraje.
inglesas, para la defensa de la ciudad se
formaron cuerpos militares de milicianos
urbanos que se distinguían por sus luga-
su deposición; es decisiva su partici-
res de origen: gallegos, montañeses, viz-
pación en la semana de mayo de 1810;
caínos, catalanes, andaluces, arribeños y
preside la Junta que se formará y segui-
patricios. Ellos mismos podían nombrar
rá a su frente hasta octubre de 1811, en
a sus jefes. Por entonces Saavedra tenía
que marcha al Perú para hacerse cargo
fama bien cimentada como buen ciuda-
del ejército que había sido derrotado en
dano, pues los del país, unos 1500 paisa-
Desaguadero en junio de ese año.
nos, reunidos en la casa del Consulado
el 6 de septiembre de 1806, lo eligieron A partir de entonces los gobiernos de
su primer comandante, y por segundo a Buenos Aires dispondrán su suspensión,
Esteban Romero5. le abrirán juicio de residencia y lo perse-
guirán con saña. Deberá refugiarse en
Comienza entonces su destacada
Chile y luego buscar apoyo en San Martín
presencia en el proceso que culminará en
para permanecer en San Juan. Vendrá
mayo de 1810: defiende al virrey Liniers
la reparación con el establecimiento del
cuando se intenta, el 1 de enero de 1809,
Congreso en Tucumán y su reincorpora-
3 El dictamen lo reproduce Juan Rómulo Fernández, ción a cargos y honores. Fallece el 29 de
Saavedra (biografía encargada por la Comisión Nacional de marzo de 1829 en Buenos Aires.
Homenaje al prócer). Buenos Aires, 1929. Ricardo Levene, en
Historia económica del Virreinato del Río de la Plata De su vida familiar, sabemos que se
(hay edición de la Academia Nacional de la Historia), asigna a casó, el 18 de abril de 1788, con su pri-
este informe gran trascendencia. Seguía los dictados de los ma hermana, Francisca de Cabrera y
sucesos de Francia donde se habían abolido los gremios. Pero
la revolución industrial del siglo XIX demostró que los gremios
Saavedra, que era viuda. De este matri-
podían defender a los obreros, y en la época moderna se monio tuvo 4 hijos: dos murieron de corta
volvieron a ellos, con una organización más democrática. edad, otro pasó a Bolivia y otro intervino
4 Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires en la independencia de Chile con el ejér-
(edición del Archivo General de la Nación), acta del 11 de marzo cito de San Martín, se radicó en aquel
de 1805). país y dejó descendencia. Esta esposa
5 Seguimos sus Memorias, fechadas el 1º de enero de
1829, casi tres meses antes de su fallecimiento, ocurrido en
falleció y el 28 de abril de 1801 contrajo
Buenos Aires el 29 de marzo, reproducidas por A. Zimmermann nuevas nupcias con Saturnina Otárola y
Saavedra, Don Cornelio de Saavedra, presidente de del Ribero, con quien tuvo siete hijos: tres
la Junta de Gobierno de 1810. Bosquejo histórico fallecieron menores y los otros cuatro
documentado (con apéndice documental). Buenos Aires, (una mujer y tres hijos) dejaron descen-
1909, y en Enrique Ruiz-Guiñazú, El presidente Saavedra dencia.
y el pueblo soberano de 1810, en apéndice. Buenos
Aires, 1960. También en colecciones como las Memorias y Este es un breve esbozo de la persona
autobiografías que publicó el Museo Histórico Nacional, la de Saavedra. Nos detendremos en algu-
Biblioteca de Mayo (tº II), que editó el Senado de la Nación
nos momentos esenciales de su actua-
en 1960 y recientemente edición de la Biblioteca Nacional de
Identidad (Del Nuevo Extremo), Buenos Aires, 2009; estas dos ción pública.
últimas traen también la carta que envió a Juan José Viamonte Las invasiones inglesas fueron el co-
del 27 de junio de 1811 y las instrucciones que otorgó a su
mienzo de su carrera militar. Derrotados
apoderado para la defensa en el juicio de residencia que le inició
la Asamblea reunida en Buenos Aires en 1813. los ingleses y rendidos el 12 de agosto
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Bicentenario Patrio
disminuidos ante otros pueblos7. En otra
nota dirigida al Subinspector de Ejército
el 17 de agosto de 1808, reclamó para los
cuerpos americanos un sitio preferente
en las formaciones militares, por ser “hi-
jos y dueños de este suelo”8.

Después de los ingleses


Los sucesos de las invasiones ingle-
sas y su derrota, habían producido gran
agitación en los habitantes. Luego de la
primera invasión el virrey Sobremonte,
que había salido de la ciudad, fue sus-
pendido por un Congreso General, hecho
no contemplado por las leyes de Indias.
de 1806 en su primer intento y amenaza- Liniers, como oficial naval de mayor je-
do el Virreinato por una nueva invasión, rarquía, organizaba la defensa ante otra
Santiago de Liniers, al mando de las ar- invasión.
mas, convocó a la población a reunirse en Mientras tanto, desde España, luego
cuerpos de milicias separados, y en otra de conocerse los sucesos del primer ata-
proclama del 9 de septiembre de 1806, que inglés, una real orden del 24 de febre-
los convocó a la Fortaleza para arreglar ro de 1807 designaba al Brigadier Pascual
batallones y compañías y autorizó a que Ruiz Huidobro jefe de escuadra y virrey
nombraran sus propios jefes y que pre- interino, y ascendía a Liniers a Brigadier.
sentasen un diseño del uniforme y banderas. Ruiz Huidobro estaba en Montevideo
El cuerpo más numeroso fue el de cuando el nuevo ataque inglés, y fue en-
Patricios, hijos de esta tierra, que eligie- viado preso a Inglaterra; por lo tanto, re-
ron por aclamación a Saavedra como co- chazados los ingleses y en virtud de una
mandante. Su divisa fue el escudo en el real orden que mandaba que en caso de
brazo y pluma en el morrión. El nombra- muerte o vacante de virrey, ocupara el
miento de Saavedra fue ratificado por el mando político y militar el oficial de ma-
Virrey Sobremonte, reconociéndosele el yor jerarquía, suspendido Sobremonte y
grado de teniente coronel6. Se preparó en prisión Ruiz Huidobro, Liniers se hizo
militarmente a esta gente al punto que a cargo interinamente del Virreinato. Fue
los pocos meses estaban en condiciones ascendido a jefe de escuadra y confirma-
de combatir con dignidad y coraje. do como virrey interino, el 3 de diciembre
de 1807, aunque la real orden llegó el 13
En la defensa de la ciudad durante el de mayo del año siguiente.
ataque inglés de 1807, los patricios tuvie-
Luego de la rendición, los ingleses
ron su cuartel en el Colegio San Carlos y
fueron abandonando sus posiciones en el
cuenta Saavedra que se destacaron en
Río de la Plata, pero comenzaban las di-
la defensa del Retiro el 4 de julio y frente vergencias entre el Virrey interino, los ca-
al ataque general que emprendió el inva- bildantes de Buenos Aires y el goberna-
sor a la ciudad al día siguiente, en don- dor militar de Montevideo Javier de Elío,
de destacó la actuación de su sargento
mayor Juan José Viamonte. La valentía 7 Este manifiesto en original en Carlos A. Pueyrredón, 1810.
de los soldados del escudo, llamó la aten- La revolución de mayo según amplia documentación
de la época. Buenos Aires, 1953, p. 52.
ción del teniente coronel inglés Enrique 8 Lo cita Roberto H. Marfany, Vísperas de Mayo, en revista
Cadogan, que elogió su comportamiento. “Historia”, nº 19. Buenos Aires, 1960, p. 120, nota 83. Un hecho
curioso se le presenta al Cuerpo de Patricios luego de las
El comandante de Patricios Vo-
invasiones. Ocupaban como cuartel el Colegio de San Carlos
luntarios de Infantería publicó, el 30 de y en octubre de 1807 el Rector intentó recuperar el edificio. El
diciembre de 1807, una exultante relación 29 de octubre de ese año, Saavedra elevaba al Virrey una nota
donde proclamaba la gloriosa actuación firmada por sus oficiales, donde se oponían a la entrega. El lugar
de los nativos y hacía mérito de su ame- que se les ofrecía a los soldados era incómodo e insuficiente y el
ricanismo al reclamar que no debían ser escrito decía que era mucho más adecuado acomodar a unos 40
alumnos y tres clérigos que a todo el regimiento (el documento lo
cita Marfany, en su artículo El pronunciamiento de Mayo,
6 Transcribe el nombramiento Ruiz Guiñazú, op. cit., apéndice cit., que toma del Archivo General de la Nación).
documental, I.

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conflictos que se extenderían hasta la
llegada del virrey Cisneros (fines de junio Los sucesos de las invasiones
de 1809). De todos estos sucesos no fue inglesas y su derrota, habían
ajeno Saavedra, al frente de los Patricios producido gran agitación en los
y en casos fue figura fundamental. habitantes. Luego de la primera
El proceso de este período es tan ace- invasión el virrey Sobremonte,
lerado, variado y complejo, que resulta in- que había salido de la ciudad,
trincado compaginarlo. Los sucesos son fue suspendido por un Congreso
los que culminarán con la creación de General, hecho no contemplado por
una junta de gobierno. Están vinculados las leyes de Indias. Liniers, como
con las guerras napoleónicas en Europa oficial naval de mayor jerarquía,
y en especial, con la entrada de los ejér- organizaba la defensa ante otra
citos franceses en la península ibérica invasión.
a fines de 1807, para exigir de Portugal
el cumplimiento del bloqueo continental
contra Inglaterra.
sa e internada en Francia. El secretario
La alianza de España con Francia ha- de estado de Fernando, Pedro Cevallos,
bía permitido el paso de estas fuerzas. consideraba como todo el pueblo espa-
Pero a partir de mayo de 1808, con la pri- ñol, nula la renuncia del rey9.
sión de la familia real de España en poder
El pueblo de Madrid se rebela con-
de Napoleón, el país se levantará contra
tra esta farsa y contra la alianza con
Napoleón, y de aliada pasará a enfrentar-
Francia propiciada por el valido Godoy,
lo. Esta situación será la excusa para que
pero es reprimido por el ejército inva-
los grupos españoles del Río de la Plata
sor. Considerando legítima la autoridad
vean a Liniers, de origen francés, como
de Fernando, pero estando en poder de
a un peligroso adversario. Todo se com-
Napoleón e impedido de ejercer, a par-
plicará aún más cuando la familia real
tir de mayo de 1808 en las ciudades de
portuguesa, abandone su país para esca-
España comienzan a formarse juntas de
par del avance francés y se instale en los
gobierno invocando la autoridad del legí-
dominios del Brasil; el deseo expansio-
timo rey preso. En una nota puesta en sus
nista lusitano renacerá sobre los larga-
Memorias, Saavedra reconoce que los
mente disputados territorios de la Banda
sucesos del 25 de mayo de 1810 se de-
Oriental.
bieron a los trastornos, ambiciones e in-
trigas que provocó Napoleón en España
La situación de España y que si bien la emancipación llegaría de
Napoleón había dispuesto el blo- cualquier manera, la oportunidad fue de
queo de los puertos de Europa contra lo más lisonjera.
Inglaterra por decreto de Berlín del 21 de En cada ciudad se formó junta y to-
noviembre de 1806. Para hacer respetar das pretendían asumir los mayores po-
este bloqueo por Portugal, las fuerzas deres. La que se instaló en Sevilla, el 27
napoleónicas entran en la península, au- de mayo de 1808, se dio el nombre de
torizadas por el tratado de Fontainebleau Junta Suprema de España e Indias, pero
del 27 de octubre de 1807, firmado con sus facultades no fueron superiores a las
España, aliada de los franceses según la demás, pero el 6 de junio en nombre de
política seguida por Carlos IV y su minis- Fernando VII, Rey de España, declaraba
tro Godoy. la guerra al francés. Estas juntas nom-
Pero los franceses se quedarán en braron representantes y emisarios, como
España. En marzo de 1808, Carlos IV abdi- ocurrió con el brigadier José Manuel
ca la corona a favor de su hijo, Fernando, Goyeneche y Joaquín de Molina de igual
quien fue jurado en América y en Buenos grado, para el Río de la Plata y Alto Perú.
Aires el 21 de agosto. Pero Napoleón con- Intentó reunir a representantes de to-
voca a la familia real en Bayona, Fernando das las juntas, la creada en Aranjuez el
reintegra la corona a su padre y éste la
pasa al Emperador, quien reúne Cortes 9 Exposición de los hechos y maquinaciones que han preparado
la usurpación de la Corona de España, y los medios que el
en esa ciudad, dictan una Constitución emperador de los franceses ha puesto en obra para realizarla.
y nombran por rey a José, hermano de Cádiz, 1808. Reproducido en “Mayo Documental” (Facultad de
Napoleón. La familia real española es pre- Filosofía y Letras), Buenos Aires, 1961, tº I, dto. 22.
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Bicentenario Patrio
Los sucesos del 1 de enero de
1809
La prohibición de la enseñanza de la No sólo el partido europeo de Buenos
doctrina jesuítica se produjo cuando Aires no veía con buenos ojos al Virrey,
ya se había divulgado en los círculos sino que el gobernador militar interino de
intelectuales rioplatenses, siendo Montevideo, Francisco Javier de Elío, se
esta enseñanza, según algunos había vuelto en su detractor y se unió en
historiadores, una de las fuentes las intrigas con los de la capital; para se-
inspiradoras de la Revolución de pararse del virrey y desconocer su autori-
Mayo. dad, usó el sistema imperante en España
y, el 21 de septiembre de 1808, estableció
una Junta de Gobierno.
Las reuniones que se realizaban ocul-
25 de septiembre de 1808, que se nom- tamente en Buenos Aires, dirigidas por el
bró Junta Suprema Central Gubernativa alcalde Martín de Alzaga, llevaban esta
del Reino. Llegó a ser jurada en Buenos misma finalidad: reemplazar al virrey por
Aires el 8 de enero de 1809. A mediados una junta como las de España, y desar-
de diciembre de 1808 esta Junta se tras- mar al cuerpo de patricios. Se conside-
ladó a Sevilla y allí se mantuvo hasta que raban sostenidos por los cuerpos de eu-
en enero de 1810 y ante el avance de las ropeos armados de gallegos, vizcaínos y
tropas francesas, sus miembros se refu- catalanes.
giaron en la isla de León frente a Cádiz. Cuenta Saavedra que los patricios co-
Por entonces se disolvió y fue reemplaza- nocían estas maquinaciones, pues reci-
da por un Consejo de Regencia. bía informes permanentes de sus planes;
contaba con el apoyo de Pedro Andrés
Estas juntas y la Regencia fueron im-
García, comandante de los montañeses,
pugnadas por los americanos por con- Gerardo Esteve y Llac, de la artillería,
siderar que no representaban la autori- Francisco Ortiz Ocampo de arribeños
dad del rey legítimo ni tenían autoridad y Martín Rodríguez de los Húsares de
sobre estos reinos. Esto fue lo que dijo Pueyrredón. Hicieron conocer a Liniers
Saavedra el 19 de mayo de 1810 ante el privadamente sobre estos proyectos,
virrey Cisneros: quien no creyó que se atreviesen a tanto.
Vino a complicar la situación del
¿Cádiz y la isla de León son España? ¿Este Virrey, la llegada a comienzos de agosto
territorio inmenso, sus millones de habitantes, han de 1808 del emisario de Napoleón, mar-
de reconocer soberanía en los comerciantes de qués de Sassenay. Su arribo no fue bien
Cádiz y en los pescadores de la isla de León? visto por el gobernador Elío, quien lo
Mientras tanto, en el Río de la Plata, los despachó para Buenos Aires. Pero tam-
españoles sospechaban del Virrey Liniers bién Liniers lo recibió con cautela y ante
miembros de la Audiencia y del Cabildo,
por su condición de francés. Los celos y
de manera de alejar toda sospecha de
rivalidades se profundizaban entre ame-
favorecer las miras de Francia. De cual-
ricanos y europeos y hasta se pretendió
quier manera fue otro argumento para los
disolver los cuerpos militares de ameri- implicados en quitar el mando del virrey.
canos. Dice Saavedra que a los europeos, Esta visita aceleró la jura de Fernando
que estaban acostumbrados “a mirar a VII, la que se llevó a cabo el 21 de agosto.
los hijos del país como a sus dependien-
Los complotados se prepararon para
tes y tratarlos con el aire de conquistado-
actuar al momento de las elecciones de
res, les era desagradable verlos con las
los cargos de alcaldes y empleos del
armas en la mano y mucho más el que con Cabildo, que se verificaba el primer día
ellas se hacían respetables por sus bue- del año. Contaban con el apoyo de las
nos servicios y por su decisión a conser- milicias europeas mencionadas y con la
var el orden en la sociedad”. Liniers no simpatía de los brigadieres Ruiz Huidobro
permitió la disolución de estos cuerpos y y Molina, llegados desde España, y tam-
pronto serían la base de su apoyo. bién la del obispo Lue, como se verá.

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Ya desde el 31 de diciembre hubo un
movimiento intenso en la ciudad. Un in-
forme del brigadier Molina dice que temió
que en la ciudad se produjesen hechos
de sangre semejantes a los del 2 de mayo
en Madrid10. Junto con Ruiz Huidobro se
reunió con el obispo y con Alzaga para
llegar a un acuerdo con el virrey ¡La re-
unión de los conspiradores para llegar a
la renuncia de Liniers!
El día 1, los cuerpos comandados por
Saavedra habían tomado posición en la
Plaza antes que las milicias europeas.
Los cabildantes se reunieron por la maña-
na para la elección y eligieron los nuevos,
todos del bando europeo. Para alarmar a
la población, la campana del Cabildo co-
menzó a tocar a rebato. Los cabildantes una Junta. Saavedra, que había salido del
pasaron al Fuerte para obtener la aproba- Fuerte, fue informado por sus oficiales
ción del Virrey. Saavedra había aconseja- que el Virrey firmaba su renuncia. Dos ve-
do no dar pretextos para el enfrentamien- ces engañado, Saavedra regresó y entró
to y Liniers aprobó la elección. en la sala del Virrey con tropas y de ma-
Vueltos al Cabildo, la gente armada nera espectacular, cuenta un testigo que
que los acompañaba y vecinos congre- ingresó “con la espada desenvainada y
gados, comenzaron a gritar en contra de un pañuelo atado a la cabeza”.
Liniers, vivas a Fernando VII y reclamaban Tuvo palabras de reproche para el
junta como en España. El Cabildo celebró Obispo, empeñado en el complot y expli-
una reunión especial con “individuos de có a Liniers que todo ello era obra de los
carácter y de suposición”, dice el acta, y cabildantes pues contaba con el apoyo
empeñados en su proyecto comenzaron a del pueblo congregado, como quedó de-
analizar la formación de una junta que re- mostró al salir a la Plaza. Ante la decidida
emplazaría al Virrey. Algunos autores mo- actitud de Saavedra, la renuncia quedó
dernos mencionan que la presidiría Ruiz sin efecto, los cuerpos europeos atemori-
Huidobro y todos coinciden que estaría zados abandonaron sus puestos y los ca-
integrada por españoles, excepto los se- bildantes, dentro del Fuerte, vestidos con
cretarios que serían Mariano Moreno y sus trajes de ceremonia, fueron sacados
Julián de Leyva, americanos. por la puerta llamada del Socorro, que
Mientras tanto Saavedra y un fuerte daba a la playa, y cinco de ellos embarca-
destacamento de Patricios, entraron al dos y confinados a Carmen de Patagones,
Fuerte y se encontraron que con el Virrey donde después los rescataría un barco
estaban el Obispo y otros personajes para enviado por Elío.
tratar la solución del conflicto. El Obispo El 22 de enero de 1809, concluido el su-
pidió a Saavedra que retirara las tropas ceso, los comandantes Saavedra, García,
para evitar sangre, pero Saavedra replicó Esteve y Llac, Juan Florencio Terrada y
que los que habían provocado la alarma Ortiz de Ocampo, elevaban un oficio a la
eran los del Cabildo con los toques de Junta Central de Sevilla pidiendo premios
campana. Retiraría las tropas si los de- por la defensa de la autoridad del virrey,
más cuerpos armados hacían lo mismo, a y calificaban la pueblada como una “exe-
lo que accedió el Obispo. crable maldad y atentado cometido por
Pero ocurrió que los cuerpos europeos los rebeldes en tomar la voz genérica del
no se retiraron y el Obispo y los miembros pueblo por un puñado de hombres revo-
salientes y entrantes del Cabildo vol- lucionarios seguidos de otros ignorantes
vieron al Fuerte haciendo conocer que y de baja esfera, seducido y engañado en
Liniers había aceptado la formación de las miras más criminales”11.

10 Seguimos en todo el relato y los documentos que transcribe 11 Documento del Archivo General de la Nación que cita
el libro de Carlos A. Pueyrredón, sobre este episodio, op. cit., Marfany, Vísperas de Mayo, en “Historia”, nº 19, ya citada,
ps. 104 y ss. p. 96, nota 15.
7
Bicentenario Patrio
La figura de Saavedra, si ya era presti- ministro Rodrigo Souza Coutinho enviaba
giosa y popular, desde entonces adquirió una nota al Cabildo de Buenos Aires don-
primordial relevancia entre los america- de explicaba que España estaba sujeta a
nos. Nada se podría lograr sin su apoyo. Francia y que, ante el abandono en que
Escribía Tomás Guido: “La preponderan- estaban estos dominios, ofrecía la protec-
cia que adquirió el regimiento de Patricios ción de la corte portuguesa y beneficios
de Buenos Aires el 1 de enero de 1809, comerciales. El Cabildo contestó el 29 de
sobre los tercios españoles bajo la direc- abril rechazando tales pretensiones. De
ción de don Martín de Alzaga, decididos a cualquier manera desde Brasil se enco-
deponer al general Liniers…reveló al pue- mendó una misión al Brigadier Joaquín
blo de Buenos Aires la existencia de un Xavier Curado para conocer la opinión de
poder que hasta entonces no había teni- Montevideo y Buenos Aires con relación a
do ocasión de ensayar y la autoridad del la protección ofrecida.
virrey vino a quedar bajo la única salva-
Estas medidas preocupaban al virrey
guardia de los batallones nacionales”12.
Liniers, pues bien se sabía de los intere-
En cuando a la mención de Mariano ses y aspiraciones lusitanas en el Río de
Moreno en la frustrada Junta, la explica- la Plata.
ción de su hermano Manuel fue poco cla-
Al conocerse en Brasil los sucesos de
ra: en una de las obras dijo que su voto
mayo de 1808 en España, la prisión de los
contrario a Liniers era de esperarse; no
reyes y la invasión francesa, la princesa
es aventurado interpretar que lo fue de-
Carlota Joaquina en su condición de her-
bido a que sus intereses profesionales
mana del rey Fernando cautivo, el 19 de
estaban vinculados al grupo europeo13.
agosto dirigió a su marido, Juan VI, un
Las discrepancias en la Junta de Mayo,
pedido para que se protegiesen y conser-
Saavedra las atribuiría a “la burla que le
vasen los derechos de su casa sobre los
hice el 1º de enero de 1809”14.
dominios de España en Indias. Es lo que
se llamó la “Justa Reclamación”. En la
La familia real portuguesa en misma fecha lanzó un manifiesto a todos
Brasil y el carlotismo los habitantes de España e Indias, que se
Ante el avance del ejército invasor envió a autoridades y personalidades mi-
de Napoleón sobre Portugal, el prínci- litares y civiles, donde explicaba los su-
pe regente Juan VI, su esposa, Carlota cesos de Bayona, la prisión del rey y se
Joaquina, hija de Carlos IV y hermana de ofrecía, como legítima heredera, a una
Fernando VII y la familia real, decidieron regencia de estos dominios para prote-
retirarse a Brasil. El convoy fue protegi- gerlos de los intentos napoleónicos.
do por seis naves de guerra inglesas al Liniers y el Cabildo de Buenos Aires
mando del almirante Sidney Smith. A fi- contestaron que estaba jurado como rey
nes de noviembre de 1807, partían de Fernando VII. Pero la propuesta de la
Lisboa llegando, a comienzos de enero, a Carlota tuvo favorable acogida entre un
la costa brasilera y, el 7 de marzo, a Río grupo influyente y distinguido de Buenos
de Janeiro. Aires: el 20 de septiembre de 1808, Juan
El suceso iba a tener amplias y exten- José Castelli, Antonio Luis Beruti, Hipólito
sas consecuencias en el Río de la Plata y Vieytes, Nicolás Rodríguez Peña y Manuel
Saavedra sería partícipe de ellas. Belgrano, se dirigían a la princesa en una
larga nota donde recibían con alegría su
No bien instalada la Corte portugue- preocupación por el estado de estos do-
sa, se renovaron sus intereses políticos minios ante la situación de España; en-
expansionistas sobre los territorios de la tendían que sus títulos para la regencia
Banda Oriental. El 13 de marzo de 1808 el eran superiores a la Junta de Sevilla, dan-
12 Memorias y autobiografías (Museo Histórico Nacional). do una serie de argumentos legales para
Buenos Aires, 1910, tº I, ps. 2 y 3. justificar esta interpretación y le pedían
13 Vida y memoria del Dr. Dn. Mariano Moreno. que mantuviera sus ideas para conservar
Londres, 1812, y un complemento posterior con escritos:
Colección de arengas en el foro, y escritos del Dr.
estos reinos a la casa de los borbones.
Dn. Mariano Moreno. Londres, 1836. Belgrano, en particular, mantuvo la co-
14 Carta a Feliciano Chiclana del 15 de enero de 1811, rrespondencia con la Carlota a través de
en Enrique Ruiz-Guiñazú, Epifanía de la libertad. emisarios durante el año 1809, e incluso
Documentos secretos de la revolución de Mayo. en otra del 13 de octubre de 1808, había
Buenos Aires, 1952, Apéndice V, 2, pág. 384.

8
pedido al ministro Souza Coutinho que in-
fluyera en el ánimo de la infanta Carlota La ilustración del siglo XVIII fue
para sostener sus propuestas15. una de las causas que provocaron
La actitud de estos partidarios de la tanto la Revolución de Mayo
Carlota, ha sido interpretada de distin- como la expulsión de los jesuitas.
tas maneras. Pero de la lectura de los También fue fuente de inspiración
documentos conocidos, se infiere que lo de medidas reformistas impulsadas
que se pretendía no era separarse de la por la Corona, de carácter
monarquía española, sino mantenerla a reglamentario y administrativo,
través de una Regencia en una legítima que se orientaban hacia la
representante de la casa reinante, ante sistematización normativa.
la ausencia del rey y la amenaza de que
España cayera en poder de Napoleón.
Una carta de Saturnino Rodríguez Peña Savedra también recibió dos cartas
del 24 de enero de 1809 dirigida desde de la Carlota, una sería del 28 de junio de
Río de Janeiro a Francisco Miranda, en 1809, donde elogiaba su actuación y le pe-
Londres, explicaba que varios de sus ami- día se mantuviese fiel a ella. Se las habría
gos fueron alucinados por la propuesta entregado Belgrano cuando lo entrevistó
de la Carlota, y se dirigieron a ella con el para convencerlo de que se opusiera a la
fin de “obtener entre los males de opre- entrada del virrey Cisneros y favoreciera
sión que se creían amenazados, el mejor las pretensiones de la princesa. Contestó
partido posible”16. el 17 de julio de 1809; agradecía los elo-
Mitre interpretó que Belgrano preten- gios y señalaba que no reconocía otro go-
día una monarquía constitucional con la bierno que la monarquía ni otra dinastía
Regente. Opinión que consideramos equi- que la de la Carlota, respuesta breve que
vocada, pues por entonces no existía una no lo comprometía con la regencia gestio-
concepción completa de tal sistema ni los nada por Belgrano18.
reyes aceptaban limitaciones en su man- También recibió con las mismas pro-
dato. El proyecto de Saturnino Rodríguez puestas a Hipólito Vieytes. Tanto éste
Peña, se refería a un gobierno “libre, hon- como Belgrano, intentaron convencerlo
roso y respetable, al mismo tiempo que de los males que seguirían si España caía
heroico, útil y ventajoso”, sin indicar sis- en poder de Napoleón, pues seríamos
tema político (carta del 4 de octubre de dominados por los franceses; para evitar
1808) y quizá Belgrano considerara que esto había que erigir a nuestra América
la regencia permitiría una monarquía me- en estado independiente de la España eu-
nos absoluta. Pero lo cierto es que cuan- ropea y ello se conseguiría fácilmente re-
do el deán Gregorio Funes, quien también conociendo a la infanta Carlota. Saavedra
se carteaba con la Carlota y se mostraba daba su conformidad con estas ideas, co-
partidario del sistema, analizaba la fu- laboraría con su cuerpo de Patricios y no
tura regencia y proponía que fuera asis- pensaba oponerse, pero de ningún modo
daría la cara para promover ni propagar
tida por un consejo de hombres sabios
tales propuestas, ni firmaría papeles ni
o consejo de Estado (carta del 15 de fe-
cartas dirigidas a dicha señora. Y así se
brero de 1810 fechada en Córdoba), ello
mantuvo firme en su idea: oía, sabía y ca-
no agradó al absolutismo de la princesa, llaba dice en las instrucciones que dio a
lo cual muestra bien a las claras que tal su apoderado.
monarquía constitucional fue una inter-
pretación moderna, errónea y ajena a la Queda claro que Saavedra fue ajeno
concepción política de la época17. Por en- a la regencia propugnada por Belgrano
tonces, los reyes absolutos no aceptaban y sus amigos. Sin embargo fue una de
limitaciones. las acusaciones más crueles que le hizo
la Asamblea de 1813, de ahí que su de-
15 V. Pueyrredón, cit., ps. 87 y ss. Ruiz Guiñazú, El presidente
Saavedra, cit., ps. 97 y ss. Ariosto Fernández, Manuel fensa dedicara amplio espacio al tema,
Belgrano y la princesa Carlota Joaquina. 1808, en aportando detalles apasionados, pero
“Historia”, nºs. 3 y 5. Buenos Aires, 1956, transcribe la nota siempre ajustados a la verdad, como la
conjunta del 20 de septiembre de 1808 y la correspondencia documentación lo acredita. Incluso en el
posterior de Belgrano. Ejército del Norte se hizo correr la ver-
16 Marfany, Vísperas de Mayo, cit., p. 93.
sión de que se intentó la venta del país
17 Mitre, Historia de Belgrano, cap. VI. Ruiz Guiñazú, El
presidente Saavedra, cit., ps. 100 a 108. 18 En Ruiz Guiñazú, Epifanía de la libertad, cit., p. 390.
9
Bicentenario Patrio

a Portugal por un precio, noticia que en regencia, de la mediación portuguesa en


Buenos Aires propalaban los grupos mo- la lucha con España, en la posibilidad de
renistas del Café de Marcos. Como diría una intervención del ejército portugués
Saavedra después, los promotores de la para amparar al gobierno de junta. Estas
regencia fueron olvidados, para ensañar- gestiones no tuvieron éxito y la Junta re-
se con quien no había participado en la solvió en nota del 20 de septiembre de
idea ni firmado en favor de ella. 1810 que firma Saavedra, intimarlo a que
regresara a su país, embarcándose en
La Carlota no cejó en su empeño para
el primer buque que saliese para Río de
mantener sus derechos. El 18 de mayo de
Janeiro20.
1810, escribía al asesor del Virreinato,
Juan Almagro, para que insistiera ante Saavedra vuelve a manifestarse con
Belgrano y Saavedra, especialmente en un profundo sentimiento americanista,
éste. La gestión se iniciaba cuando es- que no siempre se ha tenido en cuenta.
taba formada la Junta de Gobierno. La Defendió a los americanos sin ofender a
respuesta fue que las nuevas autorida- los europeos, pero como en el caso de la
des dejarían en manos de un Congreso regencia de la Carlota, no se mostró com-
General, ya convocado, con diputados placido con gestiones ante extranjeros.
del interior, para decidir la forma de go- No pensaba en una independencia con in-
bierno más conveniente en caso de la to- gleses ni con portugueses e íntimamente
tal pérdida de España19. rechazó los acercamientos en este senti-
do de sus compatriotas.
La situación había cambiado y en las
instrucciones dadas a su apoderado, En la carta que envía a Viamonte del
Saavedra insiste en que luego del 25 de 27 de junio de 1811, le pide que trabaje
mayo de 1810, “nadie habló ni se acordó en el Perú para terminar con los enemi-
de la señora infanta”. gos de la patria, como lo estaba haciendo
la Junta con los de Montevideo; los por-
De cualquier manera, establecida la tugueses invadían la Banda Oriental al
Junta, el ministro Souza Coutinho enviaba mando del general Diego de Souza, con
como emisario al médico italiano Carlos la excusa de proteger al gobernador Elío
José Guezzi, quien ya había estado en
20 V. Julián María Rubio, La infanta Carlota Joaquina y
Buenos Aires. Su misión se inició el 17 de la política de España en América (1808-1812). Madrid,
julio. Intentó persuadir a las nuevas auto- 1920. Resume la gestión el artículo de Roberto Etchepareborda,
ridades de la necesidad y ventajas de la Carlos José Guezzi, primer negociador diplomático
ante la Junta de Mayo, en “Historia”, nº 21. Buenos Aires,
19 En Ruiz Guiñazú, El presidente Saavedra, cit. ps 111, 1960. También Ruiz Guiñazú, El presidente Saavedra, cit.,
112 y 113. p. 116.

10
en aquella ciudad contra los intentos del
gobierno de Buenos Aires. Agrega algo
verdadero e ignorado por los historiado- “Este fue el origen de mi carrera
res modernos: Liniers debería tener más militar. El inminente peligro de la
consideraciones que los Vieytes, Larreas, patria; el riesgo que amenazaba
Berutis y otros “que fueron afectísimos a nuestras vidas y propiedades, y
la honrosa distinción que habían
la dominación inglesa” y que pretendían
hecho los hijos de Buenos Aires
perpetuar “las cadenas de Buenos Aires”
prefiriéndome a otros muchos
a los intereses de aquel país.
paisanos suyos para jefe y
El pensamiento de Saavedra sobre es- comandante, me hicieron entrar en
tos propósitos extranjerizantes aparece ella”.
muy claro en un párrafo de la carta que
remite a Feliciano Chiclana el 11 de fe-
brero de 1811: considera que el sistema ted tan ligero, que haya yo de darle cartas para esa
de formar juntas locales adoptado por señora? Yo jamás la he escrito, ni firmado papeles
la Junta (se trataba del “Reglamento de que las comunicaciones que ustedes tuvieron en
Juntas Provinciales” dado el 10 de febre- otro tiempo. Usted lo sabe y debe saberlo”.
ro de ese año), serviría para armar a las
provincias en defensa de Buenos Aires
La llegada del virrey Cisneros
amenazada por sus enemigos, como Elío, A finales de junio de 1809, llegaba a
“hombre perverso, hecho Virrey por el Montevideo el nuevo Virrey nombrado por
inicuo gobierno de España”, o la Carlota la Junta Central Gubernativa de España
que no dejará de influir “para ser nues- e Indias. No muy seguro del recibimien-
tra Ama”. Los pueblos deben conocer las to que tendría en Buenos Aires, pidió a
ventajas de la libertad para sostenerla Liniers que lo recibiera en La Colonia del
porque sino –dice- terminaremos rendi- Sacramento.
dos o desapareceremos de la faz de la tie- Belgrano insistió que no había que re-
rra. Prefiere que suceda esto “que variar cibir al Virrey. Partidario de la regencia
de sistema, ni dar un paso retrógrado en con la Carlota, sostuvo que no se debía
nuestra causa, primero seremos víctimas obedecer a un gobernante designado por
del cuchillo que entregarnos a nuestros un gobierno ilegítimo de España. Habló
antiguos opresores, y finalmente primero con Liniers y con Saavedra. Este último
nos mataremos unos a otros que recono- le dijo que lo pensaría y que lo esperase
cer a Elío, a la Carlota, ni a ningún otro por la noche a oraciones en su casa. La
Amo que nosotros mismos”21. reunión parece haberse realizado el 11
de julio, con la presencia de varios jefes
En las instrucciones que dio a su apo- militares. Cuenta Belgrano que Saavedra
derado en el juicio de residencia, relata abrió la reunión, pero las discusiones no
un suceso que no fue desvirtuado y que llevaron a nada, lo cual indignó a Belgrano
muestra hasta qué punto nunca quiso quien, apasionado, entendía que no se
complicarse con el asunto de esta regen- trabajaba por la libertad del país22.
cia. Dice que Mariano Moreno, la maña-
Los grupos europeos y los del Cabildo
na misma que debía embarcarse para su
suscitaron preocupación haciendo tras-
gestión en Río de Janeiro y Londres, le cender que Cisneros sería resistido. Se
propuso “insidiosamente con mucha re- produjeron hechos que revelan indepen-
serva y a solas”, que le firmara una cartita dencia en los americanos, especialmente
para la Carlota “con promesas lisonjeras en sus tropas. En las Instrucciones que
de mi adhesión a su persona y reconoci- traía el nuevo virrey, se menciona a Juan
miento de sus derechos”. La respuesta Martín de Pueyrredón como partidario
fue un firme rechazo: de la independencia, habiendo dispuesto
22 Belgrano, Autobiografía, en “Biblioteca de Mayo” (Senado
“¿Hasta cuándo doctor mío, han de con-
de la Nación), tº 2. Marfany, Vísperas de mayo, cit., p. 110.
tinuar las asechanzas? ¿Es posible que hasta el Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires
último momento de su existencia en Buenos Aires (Archivo general de la Nación), acuerdo del 13 de julio donde
ha de usted intrigar para perderme? ¿Me cree us- se menciona la fecha y los participantes en la reunión, acuerdo
que en parte transcribe Pueyrredón, La revolución de mayo,
21 En Ruiz Guiñazú, Epifanía de la libertad, cit., p. 387. cit., ps. 142 y ss.
11
Bicentenario Patrio
Elío su arresto. Sólo se concretó en esos la instalación del nuevo Virrey en el go-
días por el gobernador interino enviado bierno y nada de lo que hacían los nati-
por Cisneros, quedando en el cuartel de vos merecía interés; sólo se consiguió
Patricios. impedir que Elío siguiera en el gobierno
de Montevideo y fuera separado de la
Los cabildantes aconsejaron al gober-
subinspección del ejército. Tenía noti-
nador militar que se lo trasladase. Cuando
cias del avance francés en España, de
se procedía a ejecutar tal medida, dos
la disolución de la Junta Suprema, de la
hermanos de Pueyrredón pidieron auxilio
huida de sus miembros y de la formación
a los Patricios y a los gritos Saavedra y
de una Regencia en Cádiz. En tan crítica
el oficial de voluntarios French no permi-
situación, aconsejaba a Liniers que no
tieron el traslado. Saavedra pasó al fuerte
emprendiera el viaje que podría ser ocio-
y garantizó la persona de Pueyrredón. El
so pues no sabría con qué autoridad se
acta del Cabildo del 29 de julio que cuen-
encontraría23.
ta estos hechos termina con pena: “las
resultas han sido que en la madrugada de A pesar que por entonces se conside-
este día se ha fugado Pueyrredón”. raba perdida a España, Saavedra aconse-
jaba esperar: “Paisanos y señores, aún no
Pero en definitiva, Liniers, Saavedra,
es tiempo…dejen ustedes que las brevas
representantes del Cabildo y otros fun-
maduren y entonces las comeremos”.
cionarios se trasladaron a la Colonia para
desengañar al virrey “de las siniestras Las noticias más actuales llegan a
imputaciones con que pretendían aluci- Buenos Aires, el 14 de mayo de 1810, a
narlo”, volviendo a Buenos Aires a fines bordo de la escuna de guerra británica
de julio y recibido sin oposición, según “Mistletoe”. El 17 se imprimen por or-
cuenta Saavedra en sus Memorias. den del Virrey “Copia de los artículos de
la Gazeta de Londres de 16, 17, y 24 de
Los sucesos de mayo febrero último, referentes a los sucesos
de España”. Allí se da cuenta que sólo
En los nueve meses escasos de gobier-
Cádiz y la isla de León aún están libres
no, el virrey Cisneros debió enfrentar la
del francés, que la Junta Suprema fue di-
represión de los juntistas de Chuquisaca
suelta y que la reemplazaría un Consejo
y La Paz, a donde se enviaron tropas cu-
de Regencia. Por esos días también llega
yos jefes reprimieron violentamente a los
a Montevideo una fragata mercante ingle-
sediciosos, lo cual debilitó su fama entre
sa que partió de Gibraltar, la “John Paris
los americanos.
Robertson”, con periódicos españoles
Preocupó a Saavedra, la Real Orden que confirman las noticias. Cisneros no
llegada a fines de marzo de 1810, que oculta estas noticias y el 18 de mayo da a
disponía el embarco de Liniers a la penín- conocer una proclama donde las resume
sula, por entonces viviendo en Córdoba. y señala el grave estado de la península.
Cisneros le mostró la orden a Saavedra y
Desde el 19 de mayo, hubo reunio-
éste le escribió a Liniers el 3 de abril. Le
nes de americanos en la casa de Martín
decía que no advertía nada bueno desde
Rodríguez y en la de Nicolás Rodríguez
Peña. En la primera se recordó que
Saavedra había mencionado que se po-
día contar con él. Como se encontraba
en San Isidro, se lo consultó a Juan José
“Este fue el origen de mi carrera
Viamonte, ayudante mayor de los batallo-
militar. El inminente peligro de la
nes de Patricios, pero no quiso obligar-
patria; el riesgo que amenazaba
se sin que estuviera Saavedra presente.
nuestras vidas y propiedades, y
Se lo mandó buscar y llegó como a las
la honrosa distinción que habían
11 de la noche. La reunión siguió en lo
hecho los hijos de Buenos Aires
Rodríguez Peña. Enterado Saavedra de
prefiriéndome a otros muchos
las noticias, fue cuando dijo: “Señores,
paisanos suyos para jefe y
ahora digo que no sólo es tiempo, sino
comandante, me hicieron entrar
que no se debe perder una sola hora”.
en ella”.
23 Humberto Vázquez Machicado, Santiago de Liniers y
el virrey Abascal, en “Revista Histórica”, XXVI, nºs. 76-78.
Montevideo, 1956.

12
Se decidió reclamar al alcalde de pri- Cornelio Saavedra… que habló por todos,
mero voto Juan José Lezica y al síndico frustró mis esperanzas”25.
procurador, Julián de Leyva, para que con
Como el Virrey demoraba la autoriza-
autorización del Virrey se convocara a un
ción para el Congreso, una comisión, in-
Cabildo o Congreso General. A Lezica
tegrada por Martín Rodríguez y Castelli,
lo vieron Saavedra y Belgrano; a Leyva,
lo visitaron en el Fuerte para insistir so-
Castelli. Con pocas ganas, los del Cabildo
bre lo decidido26.
fueron al Fuerte a informar a Cisneros.
En el acta del Cabildo del 21 de mayo,
El virrey decidió consultar con los
se menciona haber recibido la nota de
comandantes a los que citó al Fuerte.
esa fecha del Virrey para convocar al
Cisneros expuso la situación de España y
Congreso, donde pedía que “sólo per-
sostuvo que no estaba perdida por cuanto
mitan entrar en ella a los vecinos de dis-
Cádiz resistía. Pero consultaba a los co-
tinción, que por medio de la esquela de
mandantes para saber si lo sostendrían,
convocación acrediten en debida forma
como ocurrió con Liniers el 1º de enero
haber sido llamados por V.E.”. Además,
de 1809, o no; en el primer caso todo se
los cabildantes llamaron a Saavedra para
aplacaría, en el segundo se convocaría al
encargarle el orden y la tranquilidad pú-
Cabildo abierto. Cuenta Saavedra en sus
blica.
Memorias: viendo que mis compañeros
callaban, tomó la palabra para explicar En estos episodios la intervención de
que lo del 1º de enero de 1809 era distinto Saavedra fue decisiva. En la carta que en-
a lo de ahora; que entonces España exis- vía a Juan José Viamonte, reconoce que
tía aunque invadida, pero que ahora sus desde el 1º de enero de 1809 había quie-
provincias y plazas estaban subyugadas, nes querían la revolución, como Peña,
excepto Cádiz y la isla de León, como de- Vieytes, Castelli, entre otros. Pero tam-
cían las gacetas. Que no podían aceptar bién agrega que hablaron mucho del tema
ser mandados por los comerciantes de antes que él, pero “que ninguno se atrevió
Cádiz o los pescadores de la isla que no a dar la cara en lo público, aun cuando yo
tenían ninguna representación ni dere- les decía que lo hiciesen y que aseguraba
chos sobre las Américas. no hacer oposición a nada.
En sus tertulias hablaban, trataban
No, señor; no queremos seguir la suerte
planes y disponían; mas personarse para
de la España, ni ser dominados por los france-
realizar lo mismo que aconsejaban o que-
ses: hemos resuelto reasumir nuestros derechos y
rían ¿quién lo hizo? … ¿quién desde aquel
conservarnos por nosotros mismos. El que a V.E.
dio autoridad para mandarnos, ya no existe; por momento dio más la cara que yo? ¿Quién
consiguiente tampoco V.E. la tiene ya, así es que movió al Cabildo para que se hiciese el
no cuente con las fuerzas de mi mando para sos- cabildo abierto? ¿Quién habló al virrey
tenerse en ella. Cisneros con el carácter y firmeza que en
aquella época se requería sino yo?”
Todos lo apoyaron y el Virrey decidió
convocar al Congreso. Belgrano, en su Autobiografía, a pe-
sar de estar distanciado de Saavedra,
Saavedra no sólo planteaba claramen- reconoció lealmente cómo se manejó
te la situación existente, sino que invoca este proceso, “en que es preciso, hablan-
la doctrina popular de la reasunción de do verdad, hacer justicia a don Cornelio
los derechos del pueblo, que preveían las
Saavedra”.
leyes españolas ante la falta o ausencia
del rey y que retomarán los letrados en la Ante estos no desmentidos rela-
reunión del 22 de mayo24. tos, Ignacio Núñez, aliado de Mariano
Moreno, en sus Noticias históricas, sos-
La versión es semejante a la que in-
tiene que Saavedra entró en la revolución
forma el mismo Cisneros: congregados
“más bien arreado que convencido”, lo
los interesados les habló de lo peligroso
que demuestra hasta donde alcanzaban
de los cambios, “pero tomando la voz D.
24 El origen de esta doctrina, nosotros la encontramos en la
clásica literatura jurídica y política española, expuesta por juristas 25 El informe manuscrito del Virrey está publicado en Carlos A.
y teólogos, que fueron citados en toda América en esa época, Pueyrredón, La revolución de mayo, apéndice.
en especial los juristas, utilizados por los letrados que usaron el 26 Esta versión aparece en la Memoria autobiográfica de
argumento: v. Tanzi, El poder político y la independencia Martín Rodríguez (“Biblioteca de Mayo” (Senado de la Nación),
argentina. Buenos Aires, 1975. cit., tº II y la repite Mitre, Historia de Belgrano, cap. IX.
13
Bicentenario Patrio

las pasiones humanas y se tergiversaban tituir una Junta, incluso con Cisneros,
los hechos27. asociado a Juan Nepomuceno de Sola,
El Cabildo Abierto se realizó el martes cura de la Parroquia de Monserrat, Juan
22 de mayo con 251 presentes. Saavedra José Castelli, Saavedra y José Santos
cuenta en sus Memorias que la palabra Inchaurregui. Cisneros consideró pru-
del Obispo escandalizó a los patriotas dente consultar con los comandantes. No
por el desatino de su propuesta. Irritados está claro cuál fue el resultado de esta re-
le contestaron Juan José Paso y Castelli. unión ni está explicado porqué Saavedra
Cuando llegó el momento de votar, y Castelli aceptaron integrar esta Junta.
Saavedra dijo: Se ha sostenido, que en reuniones en la
casa de Saavedra con Castelli y Leyva,
Consultando la salud del pueblo y en atención a éste los habría convencido de aceptar.
las actuales circunstancias, debe subrogarse el man-
do superior que obtenía el excelentísimo señor virrey El 24, el Cabildo preparó un reglamen-
en el excelentísimo cabildo de esta capital, ínterin se to donde concentraba facultades y pare-
forma la corporación o junta que debe ejercerlo; cuya cía estar por encima de la Junta (faltando
formación debe ser en el modo y forma que se estima un miembro de la junta podía nombrar
por el excelentísimo cabildo; y no quede duda de que el reemplazante, podía deponerlos, los de
pueblo es el que confiere la autoridad o mando. la Junta no podían imponer contribucio-
nes sin autorización del Cabildo, ni ejer-
Este voto lo siguieron otros 86 presentes.
cer funciones judiciales). Al conocerse
Del escrutinio resultaron 164 votos en el bando hubo agitación en la gente y en
contra del Virrey y 61 a favor; hubo 26 que los cuarteles, pero el Cabildo apuró el ju-
no votaron. ramento para esa tarde, el que se llevó a
Al día siguiente, el Cabildo concluyó cabo28.
el escrutinio y a “pluralidad con exceso”, La fermentación en la población y en
resultó que el Virrey debía cesar. Sin em- los cuarteles aumentó. En la noche del
bargo se interpretó el resultado conside-
24 Saavedra y Castelli se reunieron con
rando que estaba autorizado para cons-
Cisneros y le informaron que no se que-
27 Utilizamos la edición en 2 tomos, de La Cultura Argentina, ría que presidiese ni integrase la nueva
Buenos Aires, 1952, con prólogo de Enrique de Gandía, con
Junta. A la mañana del 25 todos habían
cuya interpretación discrepamos: sigue a pie juntillas lo que dice
Núñez, morenista recalcitrante. El prologuista, según su tesis, renunciado.
sostiene que nadie pensaba en separarse de España con la
Según las actas del 25 de mayo que se
creación de la Junta; sin embargo, renglones después le critica
a Saavedra que no pensara en la independencia. Para Núñez, publican en la obra de Pueyrredón, la agi-
Moreno era el único que “meditaba” dentro de la Junta, los demás tación entre la noche del 24 y la mañana
poco o nada se ocupaban de los negocios públicos; en cuanto del 25, fue grande. El 25 por la mañana
a Saavedra, “era sólo y enteramente nulo en el despacho” (cap.
XII), que son las expresiones más suaves que le dedica.. 28 Pueyredón, op. cit., ps. 273 y ss.

14
se presentaron al Cabildo representantes
del pueblo que sostenían haber reasumi- El pueblo de Madrid se rebela
do sus derechos, y entregaban la lista de contra esta farsa y contra la
los candidatos para una Junta, que es la alianza con Francia propiciada
que se confirmaría. Los del Cabildo pidie- por el valido Godoy, pero
ron que se formule el reclamo por escrito. es reprimido por el ejército
Y así se hizo: después de un largo inter- invasor. Considerando legítima
valo de espera, presentaron el escrito. la autoridad de Fernando, pero
En el se dice que habiendo renunciado estando en poder de Napoleón e
los integrantes de la Junta formada por el impedido de ejercer, a partir de
Cabildo, el pueblo reasumía el que había mayo de 1808 en las ciudades de
conferido al Cabildo, y nombraba para la España comienzan a formarse
Junta a Saavedra como presidente y co- juntas de gobierno invocando la
mandante de Armas, a Castelli, Belgrano, autoridad del legítimo rey preso.
Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo
Matheu y Juan Larrea, y para secretarios
a Moreno y Paso. Este escrito, estudiado Europa”30. Recuérdese que se hablaba
por Marfany, lleva 400 firmas29. y se pedía independencia con los ingle-
Una nueva acta del Cabildo, también ses o con la regencia de la Carlota, o se
del 25 de mayo, decide fijar el juramento reclamaba independencia de los france-
del nuevo gobierno y dicta un reglamento ses en caso de caer España en manos de
menos extenso y que atenúa el tema de Napoleón. Cuenta el capitán inglés Peter
las facultades que pretendía reservarse Heywood, que en un diálogo que sostuvo
el Cabildo: las vacantes la llena la Junta, con Saavedra en mayo de 1811, éste le
el Cabildo podría removerlos “con causa habría dicho:
bastante”, no podían ejercer funciones
judiciales ni imponer contribuciones y Que no tenían deseos de independizar-
debían pedir a las provincias que eligie- se de España más allá de lo que era permitido a
sen diputados al Congreso por realizar- una provincia independizarse de otra, pero que no
se, para establecer la forma de gobierno podían aceptar ser dirigidos por la fracción de co-
conveniente. merciantes de Cádiz, así como de otros bajo su
Saavedra intentó excusarse del cargo, influencia que deseaban tener a las Américas si-
por las actuaciones que había tenido en guiendo la suerte de España, aún si esta quedaba
la formación del nuevo gobierno, pero sus sojuzgada a Francia…Veneraban el nombre de
argumentos fueron desestimados. su rey, y habían jurado gobernar estas provincias
para él y en su nombre. Que tenían igual derecho
El juramento, de conservar esta par- con cualquier provincia de España a formar un sis-
te de América al soberano Fernando VII, tema de gobierno para ellos mismos, por cuanto
aparece en una tercera acta de ese día. las Américas habían formado parte integral de Es-
Se seguirá discutiendo si los miem- paña31.
bros de la Junta pretendían una sepa- Resulta la explicación más completa
ración total de España. Este juramento de los fines del sistema juntista. En su na-
parece desmentirlo. Por otra parte, se-
cimiento no se pretendió la separación,
gún se ha visto, el concepto de “inde-
sino la fidelidad, como se había jurado.
pendencia” en los personajes de Mayo
Los acontecimientos futuros llevarían a
tiene una significación que es necesario
la verdadera independencia ante los des-
considerar con atención. En un extenso
aciertos de la política española para sus
memorial presentado en la causa que se
le seguía a Diego Paroissien, y que firma dominios.
su abogado Juan José Castelli y su pro-
curador Andrés José de Acosta del 14
La labor de la Junta
de marzo de 1810, se trae este concepto En los primeros meses del gobier-
de independencia: “…para quien sabe lo no, reinó la armonía y la concordia entre
genérica de esta voz… no significa otra
cosa que excluir la dependencia de la 30 En “Biblioteca de Mayo”, cit., tº XI, ps. 10343 y ss.
31 Transcripto de las memorias del marino, que estudia Ernesto
J. Fitte, Dignificación de Mayo y el encono de un
29 El pronunciamiento de Mayo, en “Historia”, nº 12. Buenos comodoro inglés, en revista “Historia”, nº 18. Buenos Aires,
Aires, 1958. 1960, p. 93.
15
Bicentenario Patrio
los juntistas, escribe Saavedra en sus Sin embargo firmó con el resto de los vo-
Memorias. cales (salvo Alberti).
Pero los progresos, contradictoria- Pudo dejar a salvo su opinión y no fir-
mente, llevarían a la desunión. Belgrano, mar, como lo hizo cuando aumentaron las
ya por agosto, entreveía una semilla de denuncias anónimas contra españoles,
división entre los vocales, que ya “no po- que la Junta aceptaba sin una investiga-
día atajar”32. ción seria por un “podía ser cierto”, y a
Nos parece que las desavenencias de- las que trató de poner fin, según cuenta
ben haberse iniciado a partir del decreto en las Instrucciones para la residencia
del 28 de julio que cambiaban las instruc- y en las Memorias; o cuando categóri-
ciones reservadas para la expedición al camente se opuso a que los cabildantes
interior del 16 de junio. Ahora se manda- desplazados por haber jurado en secre-
ba “arcabucear” a Liniers, Gutiérrez de la to al Consejo de Regencia, fueran deca-
Concha, al obispo Orellana, a Victoriano pitados como pedía Moreno; según las
Rodríguez, al coronel Allende y al ofi- Instrucciones citadas, dijo:
cial real Joaquín Romero, sublevados en
Córdoba contra la Junta. Tomé la palabra y dirigiéndome con ente-
reza a Moreno le dije: Eso sí doctor; eche usted
Eran medidas de sangre y terror que y trate de derramar sangre, pero esté usted cier-
el gobierno comenzaba a aplicar. En ese to, que si esto se acuerda no se hará: Yo tengo el
mismo mes, el 15 de julio, Belgrano ha- mando de las armas, y para tan perjudicial ejecu-
bía presentado una nota considerando ción protesto desde ahora no prestar auxilio. Los
necesario preparar un plan que dirigiera demás señores vocales en efecto no opinaron en
la actividad política, militar y diplomática su votación como había indicado aquél, y el delito
del gobierno, que resumía en 9 puntos. El de los capitulares se castigó con las penas y mul-
día 17 se consideró la propuesta y al día tas pecuniarias que todos saben.
siguiente se designó a Mariano Moreno
para redactar el plan. En el mismo día se “El Systhema Robespierriano” que
le tomó juramento en presencia de todos imponía Moreno podía ser refutado. Pero
debiendo “guardar eternamente secreto en el caso de los sublevados de Córdoba
de todas las circunstancias de dicho en- no lo fue, y comenzó a profundizar discre-
cargo”. pancias que se fueron sumando en los
meses siguientes.
La consecuencia debió ser el “Plan
que manifiesta el método de las operacio- Saavedra rechazaba por tempera-
nes que el nuevo gobierno provisional de mento este sistema. En carta del 27 de
octubre de 1810 a Chiclana, a cargo del
las Provincias Unidas del Río de la Plata
gobierno de Salta, se congratulaba con
debe poner en práctica para consolidar
las providencias equilibradas que toma-
el grande sistema de la obra de nuestra ba pues creía que harían progresar los
libertad e independencia”, que parece fines del gobierno, ganaría en amigos
haber estado concluido el 30 de agosto y “hará conocer que no el terror sino la
siempre de 1810 y cuya autenticidad ha justicia y la razón” eran los medios para
sido fuente de intensas disputas, aunque imponerse.
son muchos los indicios que lo darían por
Como ocurre en gobiernos de varios
auténtico33.
miembros, los intereses personales y
El Plan propone un accionar de te- los resabios de hechos anteriores, influ-
rror contra los opositores principales que yen en las decisiones. Según Saavedra,
ya debían estar discutidas en la Junta. Moreno desplegaba su envidia para ven-
Pero la firma del decreto del 28 de julio garse de los sucesos del 1 de enero de
debió plantear las primeras discrepan- 1809. Belgrano antes de mayo de 1810,
cias ante un caso concreto. Pensamos estaba alejado de Saavedra, y éste no
había contemporizado con la postura en
que Saavedra debió ver con sentimiento
favor de la regencia de la Carlota que sos-
la condena de Liniers a quien apreciaba.
tuvieron Castelli, Belgrano y otros. No to-
dos compartían la política de terror que
32 Expedición al Paraguay, en “Biblioteca de Mayo”
se proponía. Por tanto dentro de la Junta
(Senado de la Nación), tº II, p. 971.
33 Lo reproduce y le dedica el libro Epifanía de la libertad, estos hechos estaban prendidos en todos
Ruiz Guiñazú. los espíritus y podían aflorar fácilmente, y

16
culminaron con dos hechos en diciembre
de 1810. El pueblo de Madrid se rebela
contra esta farsa y contra la
Una comida en el Cuartel de Patricios alianza con Francia propiciada
el 5 de diciembre para festejar el triun- por el valido Godoy, pero
fo de Suipacha por el Ejército del Norte, es reprimido por el ejército
un brindis del oficial borracho Atanasio invasor. Considerando legítima
Duarte, quien lo hizo por Saavedra como la autoridad de Fernando, pero
“emperador y rey de la América del Sur” estando en poder de Napoleón e
y una posible afrenta hecha a Moreno a impedido de ejercer, a partir de
quien, según algún relato, el centinela, mayo de 1808 en las ciudades de
desconociéndolo, no le permitió la en- España comienzan a formarse
trada al convite, colmaron los rencores y juntas de gobierno invocando la
llevaron al secretario a redactar esa mis- autoridad del legítimo rey preso.
ma noche el decreto firmado el día 6 por
el cual se suprimían honores especiales
para cualquier miembro del gobierno y tados se irían incorporando a la Junta a
que todos aceptaron, Saavedra primero, medida que llegasen.
para evitar más discusiones. El 18 de diciembre nueve de estos di-
Para Moreno, el autor del brindis debía putados, ya en Buenos Aires, pidieron in-
perecer en un cadalso, pero se le perdo- corporarse al gobierno. Los secretarios
naba por el estado de embriaguez y se lo se opusieron al ingreso. Pero la votación
desterraba perpetuamente. Los extensos fue favorable a la incorporación. Saavedra
y exacerbados argumentos del decreto y dijo que la medida no era “según derecho,
sus artículos, revelaban un profundo des- pero que accedía a ella por conveniencia
pecho hacia Saavedra y sus partidarios y pública”, Azcuénaga “en obsequio de la
exageraciones que debilitaban las formas unidad y de la política”; a ellos se unieron
y los fines34. Alberti y Matheu. Moreno se extendió en
su voto negativo a la incorporación, pero
El decreto de supresión de honores como advertía un descontento centrado
rebajó la figura de Moreno y produjo alte- sobre su persona, renunciaba al cargo
ración entre las tropas de Patricios, que por no ser de provecho la continuación
vieron un atentado a los poderes militares de un magistrado desacreditado35.
de Saavedra.
Según Saavedra, Moreno pidió una mi-
Pero el otro hecho de esos días fue sión diplomática en Londres; aquél apoyó
la discusión sobre la incorporación a el pedido, consiguiendo buena retribu-
la Junta de los diputados del interior, ción. Por cierto que sacaba de encima a
muchos de ellos ya en Buenos Aires. El quien había “plantado la semilla de la dis-
Bando del 25 de mayo de 1810 dictado cordia” (Instrucciones, cit., Nº 27), pero
por el Cabildo, decía que las provincias no opuso trabas. Sin embargo Ignacio
enviarían diputados para establecer la Núñez la cuenta de una manera confusa,
forma de gobierno. Pero la circular del como si sus amigos le hubieran facilitado
día 28 de la Junta, indicaba que los dipu- los recursos para su viaje, cosa que no
fue así; también dice que sus amigos pro-
pusieron esta misión. Se llegó a decir que
34 Pueyrredón, La revolución de mayo, cit., ps. 506 y
507. El autor del brindis, capitán Atanasio Duarte, era nacido Saavedra lo había desterrado. A pesar
en Montevideo, de padre de Caracas y madre del sur del Brasil, del apoyo saavedrista, Moreno, antes de
según se desprende de una presentación que hizo estando partir, no cejó en incitar a sus partidarios
preso e imputado de participar en el alzamiento de Alzaga de contra la Junta.
1812 (Raúl A. Molina y Julio A. Benencia, Atanasio Duarte.
El memorial de sus servicios a la patria, en “Historia”, nº Moreno partió de Buenos Aires el 24
27. Buenos Aires, 1962). Volviendo al decreto, entre otras cosas, de enero de 1811 y falleció a bordo el 4
prohibía a los centinelas que impidiesen la libre entrada a toda de marzo de 1811. Núñez que no deja de
función y actos públicos a “ciudadanos decentes”. Cuando el imputar a Saavedra el haber entrado en el
teniente coronel Marcos Balcarce pidió aclaraciones sobre qué gobierno para heredar la autoridad del vi-
debía entenderse por “ciudadanos decentes”, la Junta contestó
el 14 de diciembre, en nota quizá redactada por el mismo 35 El acta de esta conferencia la tomamos en la edición de
Moreno: “toda persona blanca que se presente vestida de fraque Escritos de Mariano Moreno (prólogo y edición crítica de
o levita”. Si este concepto lo interpretamos con el criterio actual, Ricardo Levene). Buenos Aires, 1943, tº II, ps. 335 y ss. Aparece
consideraríamos la respuesta racial y clasista. Lo que demuestra también en la Vida y memorias de Mariano Moreno,
que es necesario interpretar según las condiciones de la época y edición de la Biblioteca de Mayo, II, ps. 1276 y ss.
no con la actual, muy distinta.
17
Bicentenario Patrio
en el Café de Marcos. Aquí se hablaba
A pesar que por entonces se muy mal de Saavedra y de los diputados,
consideraba perdida a España, pero de estos varios habían sido atraídos
Saavedra aconsejaba esperar: a este grupo37.
“Paisanos y señores, aún no es Saavedra no ignoraba la existencia de
tiempo…dejen ustedes que las este partido y estaba advertido de las crí-
brevas maduren y entonces las ticas e incluso de amenazas. Pero estas
comeremos”. se hicieron insufribles para sus partida-
rios y en la noche del 5 al 6 de abril de
1811, se produjo un movimiento en contra
de los partidarios de la Sociedad que es-
rrey, instala la posibilidad del envenena- taban dentro o fuera del gobierno. Lo alen-
miento de Moreno, cuya responsabilidad taron y apoyaron los comandantes Juan
sería de sus opositores (cap. XVII), cues- Antonio Pereira, segundo del Regimiento
tión que ni siquiera propone su hermano de Patricios; Martín Rodríguez, de los
Manuel, quien atribuye la culpa al capitán Húsares; Juan Bautista Bustos, de los
del buque por la administración de una Arribeños, acérrimo enemigo de los mo-
medicina inadecuada36. renistas; Juan Ramón y Marcos Balcarce.
Los partidarios de Moreno critica- Saavedra menciona también al vocal mili-
ban a Saavedra y a los miembros de la tar Francisco Ortiz de Ocampo.
Junta que ahora lo acompañaban, en es- La Plaza Mayor se pobló de gran nú-
pecial al representante de Córdoba, el mero de “gente campestre”, venida de
deán Gregorio Funes, el de Corrientes, las afueras de la ciudad, que dirigía el
José García de Cossio y el de Mendoza, alcalde de las quintas Tomás Grigera
Manuel Ignacio Molina. La división se pro- y con ellos estaba el abogado Joaquín
fundizaba. El partido de Moreno contaba Campana. Cuando los de la Sociedad ad-
con el apoyo del Regimiento de Infantería virtieron que el suceso iba contra ellos el
de América o La Estrella, que comandaba susto fue grande. Pero el apoyo militar lo
el coronel Domingo French, de algunos hacía imparable.
alcaldes de barrio y parte de los cabil- Se reclamó la expulsión de los euro-
dantes. La vacante de Moreno la llenó peos que no acreditasen opinión favora-
Vieytes y al producirse el fallecimiento de ble al gobierno; la separación de la Junta
Alberti, fue designado Nicolás Rodríguez de Peña, Azcuénaga, Vieytes y Larrea
Peña, que había dejado la secretaría que de la facción “que han comprometido
ocupara en el Ejército del Alto Perú con la seguridad pública”; la expatriación
Castelli, todos de la misma tendencia de French, Beruti, Donado, Posadas y el
pero que ingresaron sin la oposición de presbítero Vieytes, hermano del secreta-
Saavedra. rio; que Saavedra siguiese al mando de
las armas; que Belgrano rindiese cuen-
A principios de marzo se formó una ta por su expedición al Paraguay. Los
Sociedad Patriótica y Literaria cuyos cargos de la Junta fueron ocupados por
miembros comenzaron a distinguirse con Feliciano Chiclana, Atanasio Gutiérrez y
los colores celeste y blanco; se reunían el capitán de milicias Juan Alagón y la se-
36 Colección de arengas en el foro y escritos del cretaría por Campana.
doctor don Mariano Moreno. Londres, 1836, prefacio, p.
Saavedra negó en todos los documen-
XLXXIII. La aversión de Moreno hacia Saavedra estaba también
en su hogar; en las cartas que su esposa le envía al partir a tos haber tenido conocimiento del suce-
su destino europeo, y que nunca llegaron pues Moreno falleció so ni haber intervenido, pues, de saber
en navegación, le da permanentes noticias de los sucesos de qué se tramaba, no lo hubiera permitido.
Buenos Aires en los meses de enero a junio de 1811, defiende De cualquier manera, a pesar que las
a sus partidarios y critica y tilda a los saavedristas de “pícaros”, peticiones le parecieron exageradas, las
mentirosos, infames, enemigos mortales nuestros que ultrajan
hizo cumplir.
la memoria de su esposo, y no olvida a la esposa de Saavedra
a quien llama “la gata flaca de la Saturnina” (Enrique Williams El día 9, la renovada Junta pasaba una
Álzaga, Cartas que nunca llegaron. María Guadalupe circular a las provincias para ponerlas en
Cuenca y la muerte de Mariano Moreno. Buenos Aires,
conocimiento del cambio y comparaba la
1967). Saavedra se desahoga en carta a Chiclana del 15 de
enero de 1811: lo tilda de hombre de baja esfera, soberbio, jornada del 6 de abril con los hechos glo-
helado, lengua maldiciente, alma intrigante, demonio del
infierno, bárbaro por lo cruel y sanguinario (en Ruiz Guiñazú, El 37 Núñez, Noticias históricas, cit., cap. XX. Matheu,
presidente Saavedra, cit., ps. 574 y ss.). Autobiografía, nº 224, en “Biblioteca de Mayo”, cit., III, 2355.

18
riosos del 12 de agosto, 5 de julio y 25 de
mayo38.
Los miembros de la Asamblea reunida
en 1813 y el Director Posadas, de los gru-
pos desplazados en estas jornadas, hicie-
ron caer la responsabilidad en Saavedra
y fue argumento para un proceso que el
Congreso reunido en Tucumán terminó
anulando.
Los intérpretes de la historia argen-
tina que comenzaron a escribir unos 50
años después, con una ideología liberal,
indiferente a todo espíritu federal y con la
soberbia del poder de la ciudad capital, Saavedra tenía razón: cuando se
consideraron que este suceso deshonró analiza cómo se formaron los llamados
a la revolución y paralizó el proceso ini- triunviratos, se verá sólo una reacción
ciado en mayo de 181039. de la clase dirigente de Buenos Aires so-
bre el interior que, a través de argucias,
Estos autores, no podían aceptar que da nacimiento a gobiernos elegidos por
este movimiento dejara de lado el cen- pequeñísimos grupos porteños para im-
tralismo impuesto por Moreno, y regula- ponerse a todo el país. En pocos días el
ra una mayor participación del interior. primer gobierno de triunvirato, despojó
Vieron con desprecio, ya en su tiempo, de todos sus cargos a los representantes
a la “gente campestre” como la llama que vinieron formando la llamada Junta
Beruti. Núñez escribía: “la nueva alianza Grande, devolviéndolos a sus provincias.
de charreteras y chiripás… ejercitaba la
Luego de los sucesos de abril, la Junta
mordacidad de la servidumbre”. Gente
“quedó reducida a un estado de verdade-
del interior en el gobierno y de las quin-
ra nulidad”, dice Juan Ignacio Gorriti, re-
tas imponiendo condiciones. Para los de
presentante de Jujuy en la Junta y parti-
Buenos Aires era un oprobio y así lo in- dario de la Sociedad Patriótica. El gobier-
terpretaron los historiadores liberales de no estaba en manos de Saavedra, Molina
la ciudad. Sin embargo alabaron los cam- y Funes, cabeza de todas las decisiones,
bios de gobierno permanentes que se su- secundados por Cossio y Campana40.
cedieron en Buenos Aires, considerando
que profundizaban la revolución. Los in- Lo que no mencionan los opositores
térpretes del pasado escribieron con su a Saavedra, es que seguía manteniendo
una gran popularidad y era respetado por
visión personal y de su momento.
la mayoría de la población. Para formar
Pero desde la perspectiva de unos po- un partido en su contra, fue necesario un
cos años después, Saavedra se pregun- intenso despliegue de publicaciones y ru-
taba que diferencia existía entre los suce- mores a partir de su separación en octu-
sos de abril de 1811 y los de septiembre bre de 1811, con el apoyo de partidarios
de ese año o los de octubre de 1812 que morenistas de Buenos Aires, que lo deni-
dejaron como saldo dos gobiernos de gró e inculpó sin miramientos.
tres personas (Instrucciones, Nº 54). Las divisiones también llegaban al
Lo que no se admitía era un gobierno Ejército del Alto Perú, dirigido política-
de hombres del interior en Buenos Aires. mente por Castelli, partidario de Moreno.
Esos representantes por sanas intencio- Tuvo por secretario a Rodríguez Peña,
nes que tuviesen, no tenían experiencia ni que luego pasó a Buenos Aires para in-
conocimientos en los negocios públicos corporarse a la Junta hasta abril; lo re-
más comunes, como lo entendía Ignacio emplazaría Bernardo de Monteagudo. No
Núñez (cit. cap. XVII). Estos conocimien- parecen haber hecho méritos para man-
tos parece que estaban sólo en los políti- tener el orden y el prestigio del gobierno
cos de Buenos Aires. de Buenos Aires, al contrario, los rumores
en contra del gobierno aumentaron en es-
38 Beruti, Memorias curiosas, en “Biblioteca de Mayo”, pecial luego del movimiento de abril.
cit., IV, p. 3786. Núñez, Noticias históricas, cit. Matheu,
Autobiografía, cit., III, p. 2353. 40 Autobiografía política, en “Biblioteca de Mayo”, cit., II,
39 Mitre, Historia de Belgrano, cap. XV. ps. 1677 y tºIII, p. 2352.
19
Bicentenario Patrio
La notable carta de Saavedra al gene- Persecución, residencia y
ral Juan José Viamonte, del 27 de junio reivindicación
de 1811, tiene por finalidad explicar la
honradez de su proceder y su firmeza en Con la partida de Saavedra, se prepa-
la causa de la libertad de la patria, ante ra una conjura para separarlo del cargo.
las versiones que circulaban en el ejérci- Al frente de la Junta quedó Matheu por
to. Para ello refutaba a los que lo tildaban ausencia de otros vocales. Había integra-
de partidario de la Carlota. Pero además do la primera junta y superó la situación
debía desvirtuar el supuesto mayor pa- de abril. Ahora era partidario de un en-
triotismo que se atribuía a los partidarios tendimiento con los personajes reempla-
morenistas, como Vieytes, Azcuénaga, zados en abril.
Larrea, Nicolás Rodríguez Peña, Castelli. La asamblea electoral que debía rea-
Desentrañaba el pasado de cada uno lizarse, el 19 de septiembre, para que
sin cortapisas analizando su actuación, Buenos Aires eligiese dos representan-
como la participación de Larrea en fa- tes para el Congreso general previsto en
vor del intento de cambio europeo del 1 el reglamento del 25 de mayo, fue la oca-
de enero de 1809, amén de los negocios sión para terminar eligiendo a una nueva
que luego realizó invocando su cargo en junta de tres personas, pero con dirigen-
la Junta, o el interés que los otros demos- tes de la ciudad. El gobierno quedó inte-
traron por la dominación inglesa. grado por Chiclana, Paso y Sarratea. Fue
Un oficial del Ejército del Norte, el triunfo de la política de la Capital y la
Máximo Zamudio, muy cerca de Castelli, imposición de su poder sobre el resto del
escribió una carta y la publicó, en donde Virreinato.
sostenía que Saavedra no se interesaba Lo primero que se hizo fue restituir a
por la cosa pública sino por su interés sus hogares a los desterrados en abril. El
personal, infamia que Saavedra rechaza- 5 de octubre se le suprimían a Saavedra
ba con ejemplos de su actuación. Sobre los sueldos como presidente. En esa mis-
los sucesos de abril de 1811, dice en su ma fecha Saavedra y Molina, desde Salta,
carta a Viamonte, que no tuvo parte ni no- informaban la reorganización militar em-
ticia de ellos y ni fue autor ni cooperador; prendida y pedían un refuerzo de dos mil
sin embargo lograron cortar con las ini- hombres. Ya listos a marchar a Jujuy, co-
quidades de los partidarios del perverso nocen el establecimiento del nuevo go-
Moreno. bierno de tres. Saavedra no lo enfrenta,
El resultado de este movimiento fue lo reconoce y hasta crea un clima de tran-
aprobado con satisfacción y entusiasmo quilidad entre los que pretendían oponer-
por todos los pueblos desde Córdoba se. El 26 de octubre, desde Salta, oficia al
hasta La Paz y Cochabamba; además no nuevo gobierno y hasta justifica la necesi-
se perjudicaron los derechos de los pue- dad de su formación para asegurar la sa-
blos por las peticiones de abril, ni se les lud de la Patria, y cree justo la supresión
obligó a admitir jefes mandados desde de sus sueldos como Presidente pues ha-
Buenos Aires; al contrario, sus derechos bía dejado de serlo41.
les fueron reconocidos. No había porqué Saavedra entregó el mando y docu-
temer entonces, a la desunión o a la gue- mentación a Juan Martín de Pueyrredón,
rra. que luego de Huaqui había huido de
El Ejército del Perú estaba dirigido mili- Potosí con los caudales. En Salta perma-
tarmente por Antonio González Balcarce, nece hasta febrero de 1812, en que reci-
y en lo político por Castelli; se firmó un be la orden de pasar a Mendoza. Viaja por
cese de hostilidades con Goyeneche, jefe Tucumán, Catamarca y se demora en La
del ejército realista, que éste violó, resul- Rioja para curar una lesión en el ojo iz-
tando de ello el desastre de Desaguadero quierdo que le afectaba a su hijo Manuel,
o Huaqui, del 20 de junio de 1811. que lo acompañaba. En junio está instala-
Conocido en Buenos Aires, Saavedra de- do en San Juan con su esposa e hijos.
cidió hacerse cargo de este Ejército que El cambio de gobierno ocurrido en
se retiraba hacia Jujuy y partió al norte, Buenos Aires, en septiembre de 1811, ha-
el 26 de agosto, acompañado por Molina bía creado un ambiente que no era favo-
y otros jefes militares; mientras a Castelli
se lo llamaba a Buenos Aires. 41 Ruiz Guiñazú, El presidente Saavedra, ps. 438 y ss. y
reproduce en facsimilar esta notable carta.

20
rable a Saavedra, incitado desde las pági-
nas de “La Gaceta” de los viernes, que di- “El primer comandante de
rigía Monteagudo, con un odio propio de Patricios, el primer presidente
su mente perturbada. Sus artículos exal- de un gobierno patrio, pudo sólo
taban a Moreno y Castelli, y hacían caer quedar olvidado en su fallecimiento
sobre Saavedra y su gobierno todos los por las circunstancias calamitosas
fracasos, hasta la derrota de Huaqui. El en que el país se hallaba; pero
editor hasta llegó a falsear información. después que ellas han terminado,
“Sólo de un crimen no me hicieron impu- sería una ingratitud negar al
tación, dice Saavedra en sus Memorias, ciudadano tan eminente el tributo
de haber sido ladrón del Erario públi- de honor debido a su mérito y a una
co”. Monteagudo restauró la Sociedad vida ilustrada con tantas virtudes
Patriótica, en febrero de 1812, para agitar que supo consagrar entera al
el ambiente en favor de sus partidarios. servicio de la patria.”
El mismo diario era dirigido los mar-
tes por Vicente Pazos Kanki, que tomaba su derecho de defensa es burlado. Luego
una orientación distinta y criticaba la polí- pasa a contestar la acusación de ser par-
tica de terror de la Junta de 1810. Pero las tidario de la princesa Carlota Joaquina.
libertades que preconizaba Monteagudo A lo largo de este trabajo hemos vis-
eran para los que pensaban como él, y to que Saavedra no participó de las ges-
sus exaltados partidarios el 31 de diciem- tiones ni del entusiasmo de otros pro-
bre de 1811 quemaron ejemplares de la tagonistas y afirma que los principales
edición de los martes de Pazos Kanki. promotores de la idea eran los que es-
Este publicó los martes “El Censor” don- taban en la Asamblea y en los cargos y
de defendía a Saavedra. cuenta cuando Moreno le pidió la cartita
Mientras, desde San Juan, Saavedra para la Carlota antes de partir en su ges-
seguía los cambios de gobierno de octu- tión diplomática, lo que le negó. Refuta
bre de 1812 y la instalación de la Asamblea los cargos que en este sentido inventó
en enero de 1813, integrada por muchos Monteagudo en sus publicaciones desde
enemigos. Posadas, uno de los desterra- finales de 1811.
dos en abril de 1811, fue elegido Director Rechaza con ejemplos concretos los
Supremo. Saavedra sabía que llegaba la cargos de ambicioso y despótico; nunca
hora de la revancha. solicitó un cargo ni ascensos en su carre-
En la sesión del 9 de marzo de 1813 ra, y contra el despotismo de las peticio-
la Asamblea dispuso la residencia de los nes de sangre de Moreno se alzó recor-
funcionarios que dirigieron los gobiernos dando hechos muy precisos. Se le culpó
de las Provincias Unidas. Aparecen 35 de ser favorable a los europeos, pero los
nombres, a la cabeza Saavedra. Se forma desvirtuó con ejemplos ilustrativos, como
una comisión para la investigación que su actuación en la jornada del 1º de ene-
reunirá la información. En San Juan se ro de 1809, cuya junta europea defendían
conocen estas resoluciones en el mes de Moreno y otros paisanos, agregando con
julio. Debe concurrir al juicio pero, mien- sorna: “tan celosos en el día por los dere-
tras tanto, se le notifica que no se mueva chos de nuestra libertad”.
de dicha ciudad42. Por entonces empieza El más grande de los crímenes que se
a redactar las Instrucciones a su apode- le atribuía era haber sostenido el movi-
rado, Juan de la Rosa Alba, para su de- miento del 5 y 6 de abril de 1811. Indicó
fensa en el juicio de residencia, que firma que no tuvo parte ni lo promovió, pero
en San Juan el 3 de agosto de 1813. que de cualquier manera no fue diferente
Este documento es uno de los más im- a los cambios provocados en septiembre
portantes que ha dejado Saavedra, junto de 1811 y octubre de 1812. En cuanto a
con las Memorias y su testamento. Está di- la actuación del Ejército del Norte y la
vidido en párrafos numerados. Constituye derrota de Huaqui, revela la imprudente
una relación de toda su actuación pública conducta de Castelli, que se preocupó
y hasta agrega datos privados. En primer por desprestigiarlo ante soldados y ofi-
lugar critica el procedimiento estableci- ciales, sembrando la fábula del carlotis-
do por la Asamblea, donde advierte que mo en lugar de atender al ejército, fir-
mando un armisticio con Goyeneche sin
42 Ruiz Guiñazú, op. cit., ps. 490 y ss.
21
Bicentenario Patrio

informar al gobierno; también cuenta que tendente de Mendoza, recibía un oficio


Castelli reconoció que no se tomaron pre- del Director Posadas que disponía el tras-
cauciones previas a la derrota. lado de Saavedra a la Guardia de Luján.
En el gobierno se formaba el expedien- El 7 de marzo Saavedra, acompañado
te pero la investigación no avanzaba. El 5 por su hijo Agustín de diez años, y dejando
de febrero de 1814 el Director Posadas al resto de su familia en San Juan, toma-
enviaba un mensaje a la Asamblea re- ba rumbo opuesto y cruzaba la Cordillera
comendando una amnistía general con para buscar protección en Chile. Ocho
relación a los delitos políticos como días después entraba en el valle de
medio para restablecer la fraternidad. Hurtado y encontraba alojamiento en la
El abogado Tomás Valle (era tío mater- finca de Jorge Miranda, cuya atención no
no de Mariano Moreno), miembro de la olvidaría. Desde allí escribía al Director
Asamblea y de la comisión que investiga- de Estado Francisco de la Lastra pidien-
ba, informó que luego de once meses, no do asilo para vivir en Chile.
era fácil analizar los cargos contra los re-
El 9 de junio llegaba a Santiago de
sidenciados. Pero encontró una cuestión
Chile y entrevistaba al Director, que le dio
que no podía pasar por alto, y que eran
muestras de apoyar su pedido. Saavedra
los cargos contra los implicados en los
quedó en la ciudad en casa del senador
sucesos de abril de 1811.
Manuel Salas. Mientras tanto, el Director
Los responsables serían condena- le pedía a Juan José Paso, representante
dos, correspondiendo un olvido en los de las Provincias Unidas en Chile, que pi-
demás implicados. La Asamblea resol- diese por el procesado ante su gobierno.
vió sobreseer a todos con excepción de Paso apreciaba que todo reclamo a Lastra
Saavedra y Campana, cuya expatriación sería de “difícil efecto”, por eso escribió
del país se disponía. Años después, cuan- a Posadas el 16 de julio aconsejando que
do el Congreso que comenzó a sesionar cediese al pedido de Lastra, “pues aquí
en Tucumán en 1816, analizó esta cau- en nada puede perjudicarnos y yo esta-
sa y terminó levantando los cargos con- ré a la mira de su comportación”. Lastra
tra Saavedra, vino a saberse que Tomás escribía a Posadas el 18 de julio pidien-
Valle reconoció (lo que no lo enaltece) do por la afligente situación de Saavedra
que si bien suscribió y leyó el informe y que su presencia en Santiago no po-
de la Asamblea con la condena, no fue día causar perjuicio al gobierno. Sobre
obra suya sino de otro (que no nombró), el tema se tendió un velo para asegurar
pero que Saavedra no duda “fue el mal- tranquilidad al perseguido Saavedra en
vado de Monteagudo”, por entonces tam- Chile43.
bién diputado de esa Asamblea (en las 43 Tenemos en cuenta los artículos de Carlos María Gelly y
Memorias). Obes, El ostracismo de Saavedra, en revista “Historia”,
nº 18. Buenos Aires, 1960 y Raúl A. Molina, El destierro de
El 26 de febrero de 1814 el coronel Saavedra. Nuevos documentos, en misma revista, nº 28.
Juan Florencio Terrada, gobernador in- Buenos Aires, 1962. También: Héctor José Tanzi, Juan José

22
Poco le duraría la tranquilidad. No decisión del Cabildo pues desconfiaba de
logró contestación para que su familia la competencia del ente local para resol-
fuera autorizada a trasladarse a Chile, ver la cuestión y, además, según le expli-
pero mientras tanto las fuerzas españo- có en carta del 8 de agosto de 1815, no
las avanzaban sobre Santiago de Chile y estaba en sus manos solucionar su des-
el 2 de octubre de 1814 eran derrotadas gracia, más aún cuando se reuniría un
en Rancagua y enseguida tomaban la ca- próximo Congreso; dispuso que volviese
pital. El 4 de octubre Saavedra retornaba a la estancia de su hermano44.
a Coquimbo y se preparaba para volver al
país, “decidido a caer en manos de mis A fines de 1815 Saavedra consigue
enemigos antes que en las de los españo- autorización para pasar a la ciudad y
les”, refiere en sus Memorias. asistir a su esposa de una enfermedad;
alquila una casa en los alrededores. Pero
Inició la vuelta por las riberas del río
corrían nuevas épocas y la reunión del
Elqui con varios compañeros que emigra-
ban. Al separarse de estos, adelantó a su Congreso Constituyente en Tucumán le
hijo Agustín con un criado y quedó solo permitirá reclamar por sus condenas y
con un peón práctico en esos lugares a títulos. Dispuesto a marchar a Tucumán,
la espera de la autorización para residir resultó que el Congreso se trasladó a
en San Juan. Mientras, su esposa tramita- Buenos Aires a comienzos de 1817. Una
ba este permiso, sujeto a la presentación comisión analizó los expedientes que lo
de su esposo ante el gobierno nacional, condenaron y, como no se encontraron
autorización que fue negada en la pro- fundamento para las sanciones, se anu-
vincia. Entonces recurrió al gobernador laron los procedimientos y por resolu-
de Mendoza, San Martín, por intermedio ción del 6 de abril de 1818 se lo repuso
de un hijo. Este “señor humano y compa- en su grado y empleo de Brigadier con
sivo”, dice en sus Memorias, en nota del pago de sus haberes. Estas resoluciones
12 de diciembre, le adelantó que podía fueron dadas a publicidad en la Gaceta
residir con su familia hasta que el go- Ministerial el 1 de junio y el 24 de octu-
bierno decidiera. Partió entonces de la bre el Director Pueyrredón le confería el
Cordillera para reunirse con su familia. El empleo de Brigadier de los Ejércitos de la
informe de San Martín al gobierno no le Nación.
fue contestado. Con esta jerarquía ocupó algunos car-
En febrero de 1815 Saavedra reci- gos militares. Durante la crisis de 1820
be una orden del nuevo Director de las huyó a Montevideo para evitar la anar-
Provincias Unidas, Alvear, que le manda quía reinante; regresó en octubre con el
presentarse en Buenos Aires. El 25 de gobierno de Martín Rodríguez.
marzo estaba ante el Director quien se Es interesante lo que cuenta de la re-
sorprendió, pues le informó que había forma militar establecida durante este
dispuesto que quedara en San Juan. Pero gobierno y los perjuicios económicos que
como Saavedra había viajado con su fa- ocasionó a los titulares y familiares.
milia se le autorizó a vivir en la estancia
de su hermano Luis, a 40 leguas de la ca- La historia, no sus interesados intér-
pital (cerca de 150 km.). pretes, ha reconocido la trascendencia
de Saavedra en el nacimiento del primer
Alvear fue depuesto por el movimien- gobierno patrio.
to de Fontezuelas de abril y habiendo
quedado el mando interino en el Cabildo “Por lo demás, muchos años ha que he
de Buenos Aires, Saavedra logró que se perdonado a todos mis enemigos y per-
declararan nulas y sin valor las providen- seguidores, porque así me lo manda la
cias tomadas en su contra por el gobierno santa religión que profeso y es conforme
anterior, restituyéndole su grado militar y a mi carácter genial”. Así concluyen las
honores. Pero el nuevo Director interino Memorias de este personaje significativo
Álvarez Thomas, negó hacer pública la de la historia argentina. 

Paso, el político. Buenos Aires, 1998, cap. IV. En el artículo 44 Estas cartas del 7 de agosto de 1815 de Saavedra y la
de Gelly y Obes aparece copia de una nota original del 23 de respuesta del Director del día siguiente, están en el apéndice
marzo de 1814 firmada por el hijo de Saavedra, Diego, donde del libro de Ruiz Guiñazú, El presidente Saavedra, cit., ps.
apela la sentencia de la Asamblea. 568 y ss.
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