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A los 15 años decidió acompañar a su progenitor en todas sus giras artísticas con un conjunto llamado
“Dos de Octubre”, que más adelante, en el año 1932, cambió su nombre a “Marimba ideal”. Hoy en día,
esta agrupación permanece activa y es Patrimonio Cultural de la Nación. Entre sus composiciones más
conocidas se encuentran “El ferrocarril de los altos”, en homenaje a la inauguración de dicho ferrocarril
en 1929.
Rafael Álvarez Ovalle (1858-1946): compositor, flautista, guitarrista, pianista y violinista. Autor de la
música del Himno Nacional de Guatemala. Nació en la localidad de San Juan
Comalapa, Chimaltenango; era hijo de Rosendo Álvarez e Ildefonsa Ovalle. Aprendió sus primeras
letras con el profesor Juan Alegría y su iniciación musical la recibió de su padre,
Jesús Castillo: músico y compositor que se formó en Quetzaltenango con los maestros pianistas
Miguel Espinoza y Rafael Guzmán. Desde temprano mostró un interés especial en la música
indígena de Guatemala, algunas de cuyas características incorporó a sus propias piezas. Su
Obertura indígena No.1 (1897) es la primera obra de su época de estudiante que basó en motivos
musicales autóctonos. Mientras estudiaba con Rafael Guzmán, Castillo compuso una segunda
obertura de esa naturaleza, beneficiándose de la asesoría de su maestro. Concluida su formación,
se dedicó al magisterio musical en Quezaltenango, actividad que mantendría hasta 1929.
Mariano Valverde (1884-1956): músico marimbista y compositor. Fue integrante de la Marimba
Hurtado Hermanos, con quienes fue de gira por Guatemala y los Estados Unidos, donde grabó
varias de sus propias composiciones. En 1917 acompañó a este conjunto a una de las primeras
presentaciones de marimba ofrecidas en la Ciudad de Guatemala para el presidente Manuel
Estrada Cabrera. Su catálogo consta de más de un centenar de piezas; gran parte de éstas aún
pertenece al repertorio de la mayoría de marimbas guatemaltecas. Mariano Valverde fue director de
la Marimba Maderas de mi Tierra, considerada la mejor agrupación de su tipo en el mundo. Su
obra Noche de luna entre ruinas, escrita luego del Terremoto en la Ciudad de Quetzaltenango de
1902, evento en el cual falleció su progenitora,
Ricardo Arjona (1964- ): cantautor y músico guatemalteco. Su música varía desde baladas a pop
latino, rock, pop rock, música cubana, y, más recientemente incluye actuaciones a capella y una
mezcla de música tejana y norteña, música afroamericana y latina. Se estima que ha vendido cerca
de veinte millones de discos a lo largo de su carrera, y es considerado uno de los artistas más
exitosos de América Latina.
José Castañeda: director de orquesta que se formó en París. Cuando regresó a Guatemala fundó
la Orquesta Ars Nova, integrada por profesionales y aficionados. A instancias del presidente Jorge
Ubico, esta orquesta fue convertida en la agrupación oficial del Estado, debiendo tomar el nombre
de Orquesta Progresista (1936). Después de la Revolución de 1944, la orquesta pasó a
llamarse Orquesta Sinfónica Nacional (1945).
Jorge Sarmientos (1931-2012): músico, compositor y director de orquesta, catalogado por algunos
como el más destacado en la historia del país. Dirigió en casi todas las capitales de América
Latina y en diversas ciudades de los Estados Unidos, Francia, Israel, Japón y España, entre otros
países.
Wotzbelí Aguilar: compositor. Era hijo de Trinidad Solórzano y del licenciado Porfirio Aguilar. Nota 2 Fue
discípulo de Jesús Castillo en Quetzaltenango, donde participó en el desarrollo del repertorio
para marimba que caracterizó la música guatemalteca desde principios del siglo XX. Escribió
numerosas composiciones para piano que después adaptó a la marimba, obteniendo una amplia
divulgación de su música.
Además, fue director de la marimba La Voz de Los Altos. Entre sus piezas originales, llenas
de ritmos regionales, están “Adoración”, “Coqueteando”, “Gitana mía” y “Murmullo”.
Julián Paniagua Martínez
Su padre Francisco, quien era violinista, le enseñó toda su formación musical básica. Su
primera composición, conocida como el vals “Tos ferina”, la realizó a los 12 años y a los 15
años ya era director de la banda de Tejutla, por lo que se consideró un niño prodigio.