EPILEPSIA

Se nos viene a la mente muchas acciones cuando escuchamos la palabra epilepsia,

podríamos pensar en crisis intensas con espasmos musculares y pérdida del conocimiento.
Pero la mayoría de las crisis epilépticas son sorprendentemente sutiles y podría ser difícil
reconocerlas. Estos pequeños ataques pueden ser una señal de advertencia temprana de
epilepsia.
La epilepsia se caracteriza por crisis repetidas e impredecibles que pueden durar segundos
o minutos. Las crisis son el resultado de impulsos anormales de actividad eléctrica en el
cerebro que disparan movimientos espasmódicos (convulsiones), emociones o sensaciones
extrañas, caídas o desmayos; a pesar de ser uno de los primeros cuatro trastornos
neurológicos más comunes (la migraña, el accidente cerebrovascular y la enfermedad de
Alzheimer) es difícil conocer a profundidad dicho problema, porque a pesar de los grandes
inventos y estudios (electroencefalograma) para medir la actividad del cerebro, llega a
suceder que un daño probable en una región del cerebro pueda ser no detectada, no
obstante los resultados de los estudios podrían revelar que no existe daño pero ciertamente
tiene presencia de un problema que no fue detectado. }
La epilepsia como tal no tiene preferencia por edad, sexo y raza lo que puede afectar a
personas de todas las edades, desde el momento del nacimiento, incluso en la sala de parto,
hasta edades más avanzadas.
Las causas de la epilepsia son diversas:
1. Ciertos defectos en los genes son probablemente los responsables de la mayor parte
de los casos de epilepsia
2. Traumatismo (como una lesión en la cabeza o un accidente cerebrovascular)
3. Infecciones
4. Tumores cerebrales u otros factores
Cualquiera y cualquier cosa que afecte anormalmente la actividad cerebral, desde una
enfermedad a una lesión cerebral o un desarrollo defectuoso del cerebro, puede causar una
crisis epiléptica. Pero hasta en la mitad de las personas con epilepsia, simplemente se
desconoce la causa que produjo dicho daño.
Existen una clasificación de las crisis epilépticas, que se diferencian más que nada a los
movimientos que genera la persona (espasmos musculares) cuando sufre una crisis; estos
movimientos pueden ser perceptibles o bien pueden ser muy pequeños como para que no
se puedan distinguir fácilmente.
Las crisis epilépticas se dividen en dos categorías principales: crisis focales o
parciales y crisis generalizadas. Sin embargo, dentro de cada una de estas categorías hay
muchos tipos de crisis.

LINARES RUIZ ISAAC

 1. Crisis focales (también llamadas parciales)
Las crisis focales se originan en una sola parte del cerebro. Con frecuencia, estas crisis se
describen de acuerdo con el área del cerebro donde se originan. Muchas personas son
diagnosticadas con crisis focal del lóbulo frontal o del lóbulo temporal medial.
2. Crisis generalizadas
Las crisis generalizadas son el resultado de una actividad neuronal anormal que emerge
rápidamente en ambos lados del cerebro. Estas crisis pueden causar pérdida del
conocimiento, caídas o espasmos musculares masivos.

 Crisis tónicas: causan rigidez de los músculos del cuerpo, generalmente aquellos de
la espalda, las piernas y los brazos.
 Crisis clónicas: causan movimientos bruscos repetidos de los músculos en ambos
lados del cuerpo.
 Crisis mioclónicas: causan movimientos bruscos o sacudidas en la parte superior del
cuerpo, los brazos o las piernas.
 Crisis atónicas: causan pérdida del tono muscular normal, lo que por lo general hace
que la persona afectada se caiga o deje caer la cabeza en forma involuntaria.
 Crisis tónico-clónicas: causan una combinación de síntomas, entre los que se
incluyen, rigidez del cuerpo y movimientos bruscos repetidos de los brazos, las
piernas o ambos, así como pérdida del conocimiento.
Los síntomas de estas crisis suelen depender de qué regiones del cerebro se vean afectadas.
Con el paso del tiempo, este tipo de crisis pueden convertirse en ataques más graves que
afectan todo el cerebro.
Aun cuando la mayoría de las personas con epilepsia llevan una vida plena y activa, existe
un mayor riesgo de muerte o discapacidad grave asociado con la epilepsia. Existen dos
problemas más comunes que amenazan la vida y están asociados con las crisis epilépticas
son: el status epiléptico y la muerte súbita e inesperada en las epilepsias.
La decisión de cuál medicamento recetar y en qué dosis, depende de una gran variedad de
factores, entre ellos, el tipo de crisis, el estilo de vida y la edad de la persona, la frecuencia
con que ocurren las crisis, los efectos secundarios de cada medicamento, si toma
medicamentos para otras enfermedades y, en el caso de las mujeres, si están embarazadas
o si hay la probabilidad de que queden embarazadas. Hoy en día el tratamiento que más se
utiliza para las crisis epilépticas es la carbamazepina, pero existen muchos otros
medicamentos que pueden ayudar, en diversas ocasiones no solo se da un medicamento,
en ocasiones se combinan para un mayor resultado pero eso dependerá de varios factores.

LINARES RUIZ ISAAC