You are on page 1of 9

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0570/2013

Sucre, 21 de mayo de 2013

SALA PRIMERA ESPECIALIZADA


Magistrado Relator: Efren Choque Capuma
Acción de amparo constitucional

Expediente: 02549-2013-06-AAC
Departamento: Pando

En revisión la Resolución de 3 de enero de 2013, cursante de fs. 22 a 24 vta., pronunciada dentro de


la acción de amparo constitucional interpuesta por Rusia Castedo Apury contra Ivan Michel Torres,
Juez, Saturia Herrera Camacho, Secretaria y Roxana Montero Olarte, Auxiliar, todos del Juzgado
Segundo de Instrucción de Familia del departamento de Pando.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Mediante memorial presentado el 28 de diciembre de 2012, cursante de fs. 10 a 13 vta., la


accionante expuso los siguientes fundamentos:
I.1.1. Hechos que motivan la acción

En junio de 2012, presentó denuncia contra su exconviviente Juan Carlos Tavares Lima, por violencia
familiar, habiéndose adoptado la medida provisional de asistencia familiar de Bs200.- (doscientos
bolivianos) por hijo que tienen en común, en octubre de ese año, solicitó liquidación de planilla,
dado que su precaria situación económica y los trabajos ocasionales como lavandera y limpiando
casas no son suficientes para mantener a sus cinco hijos. Ordenada la elaboración de la planilla de
liquidación por la Jueza en suplencia legal, extrañamente y en forma injustificable el titular del
Juzgado, ahora codemandado, dispuso la suspensión de la ejecución de la liquidación y la división del
expediente en dos cuerpos.

Luego de haber planteado los recursos legales y reclamos pertinentes, se ordenó se practique la
liquidación de pensiones devengadas y así lo hizo la Secretaria del Juzgado; sin embargo, hasta la
fecha no se notificó al “demandado”, debido a que tanto el Juez como la referida funcionaria no
encuentran el segundo cuerpo del expediente. Por otra parte, pese a que asistió todos los días al
Juzgado para que se le exhiba el expediente, se le indicó “que retorne al día siguiente”, por tal
motivo, el 17 de diciembre de 2012, presentó un memorial que hasta la fecha de interposición de la
presente acción no fue resuelto; es más, el 27 de ese mes y año, el personal del Juzgado le dijo que
debía retornar al día siguiente, porque el memorial y el expediente estarían en el despacho del Juez.

No existiendo una resolución judicial que apelar y dado que requiere la exhibición del expediente,
acude a esta jurisdicción a objeto de denunciar la actitud discrecional, ilícita y arbitraria de los
codemandados que no le permitieron acceder a la información y a una respuesta pronta.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

La accionante denuncia como vulnerados sus derechos de acceder a la información y a una


respuesta pronta, citando al efecto los arts. 21. 6 y 24 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio

Solicita se “otorgue” la tutela que requiere, ordenando: a) Al Juez, Secretaria y Auxiliar del Juzgado
de Instrucción Segundo de Familia, presentar el segundo cuerpo del proceso de violencia familiar, en
el cual se encuentran las solicitudes de liquidación y las planillas de liquidación de pensiones
devengadas; b) Del Juzgado exhibida el expediente cuantas veces sea solicitado en Actuaría; c) El
Juez codemandado, de respuesta a la última solicitud de exhibición de expediente; y, d) Se condene
en costas.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Celebrada la audiencia pública el 3 de enero de 2013, según se tiene del acta cursante de fs. 19 a 21,
se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El abogado de la accionante, ratificó el contenido de la acción y la amplió indicando, que se planteó


la acción por las omisiones indebidas en que incurrió el Juzgado Segundo de Instrucción de Familia,
dado que habiéndose ordenado se practique la liquidación de las pensiones devengadas, se dejó sin
efecto esa determinación, entre tanto no se homologue un acuerdo conciliatorio. Finalmente,
después de varios trámites e incidentes, se ordenó la elaboración de la planilla y se notificó al
“demandado”, quien la observó; ante una segunda planilla, solicitaron su notificación; empero,
hasta la presente fecha no se encontró el expediente para dicho efecto.

En uso de la réplica, el abogado, manifestó que al haberse apersonado Juan Carlos Tavares Lima,
seguramente fue notificado con la liquidación, subsanándose las omisiones en que incurrieron los
codemandados.

Rusia Castedo Apury, manifestó, que: 1) Para que el “demandado” sea notificado, desde un principio
dejó dinero para el taxi y siempre que lo buscaban en su casa su madre indicaba que no se
encontraba; 2) Su excónyuge constantemente se emborracha y la busca para molestarla, agredirla y
cuando pide ayuda a la policía le solicitan una orden para sacarlo de su casa; y, 3) Dado que nunca se
firmó una acta de buena conducta y no existiendo la orden que hace falta, el 31 de diciembre de
2012, nuevamente fue a su casa y la golpeó.

I.2.2. Informe de la autoridad y funcionarios codemandados

Ivan Michel Torres, Juez Segundo de Instrucción de Familia, codemandado, presentó informe escrito
cursante a fs. 18 de obrados y en audiencia lo amplió, manifestando: i) La acción presentada es
inconsistente, dado que se refiere a la supuesta pérdida del expediente dentro del proceso de
asistencia familiar seguido por su persona contra Juan Carlos “Taberes” Lima, que deriva de un
proceso de violencia familiar; ii) Debido a la renuncia del Oficial de Diligencias, el citado expediente
estaba virtualmente perdido, pero gracias al esfuerzo del personal del Juzgado, fue encontrado y la
notificación se practicará cuando el funcionario en suplencia tenga tiempo para hacerlo. Al
encontrarse ante una carencia de personal; iii) Existen otros mecanismos legales para reclamar como
el “derecho de petición y otros” (sic); iv) Debe tomarse en cuenta que cesaron los efectos del acto
reclamado, por lo que resulta improcedente la presente acción, conforme al art. 53 del Código
Procesal Constitucional (CPCo); y, v) La afirmación que “de manera sospechosa” se dispuso la
tramitación del proceso por cuerda separada, es subjetiva y hasta una falta de respeto con la
autoridad jurisdiccional, dado que la asistencia familiar es una figura distinta a la de violencia.

En uso de la réplica, manifestó, que cesaron las omisiones en las que supuestamente incurrieron,
correspondiendo la improcedencia de la acción.

Saturia Herrera Camacho, Secretaria del Juzgado Segundo de Instrucción de Familia, en audiencia,
expresó, que de acuerdo a la providencia de 21 de diciembre de 2012, se hace conocer que la última
actuación de Rusia Castedo Apury, fue la liquidación de asistencia familiar, que hasta la fecha no se
notificó por la falta de Oficial de Diligencias. La anterior funcionaria, aún no hizo entrega de los
expedientes y notificaciones que estaban a su cargo.

Roxana Montero Olarte, Auxiliar del Juzgado Segundo de Instrucción de Familia, codemandada, en
audiencia, indicó que, de acuerdo al art. 101 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), sus funciones
consisten en atender a los abogados y litigantes, por lo que trató con respeto al abogado, a la
accionante y a Juan Carlos Tavares Lima. No tiene ningún interés en el proceso y cuando se informó
que el expediente se encontraba en despacho del Juez, fue porque así era.

I.2.3. Intervención del tercero interesado

Juan Carlos Tavares Lima, tercero interesado, en audiencia, expresó, que la accionante hizo
abandono de su hogar, que lo dejó sin trabajo y ahora pretende la liquidación; empero, acordaron
que de acuerdo a lo que pueda y cada vez que tenga dinero depositaría las pensiones, dado que no
cuenta con un trabajo fijo.

I.2.4. Resolución

La Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, constituida en


Tribunal de garantías, mediante Resolución de 3 de enero de 2013, cursante de fs. 22 a 24 vta.,
concedió la tutela solicitada, disponiendo que el expediente sea exhibido cuantas veces sea
requerido; con los siguientes fundamentos: a) De ninguna manera se justifica que la accionante u
otra persona tenga que plantear una acción de amparo constitucional, sólo para que se le exhiba el
expediente, más aún cuando se trata de un proceso sumario de asistencia familiar, donde están en
juego las necesidades más elementales de los menores. En el caso concreto, se trata de cinco
menores que necesitan alimentación, vestido, educación, atención oportuna y “otros”, conforme
establecen los arts. 58 y ss. de la CPE, 14 y 15 del Código de Familia (CF), 13 y ss. del Código Niño
Niña y Adolescente (CNNA); b) El hecho de haber exhibido el expediente en la audiencia de acción de
amparo constitucional, no es suficiente ni justificativo para denegar la acción, dado que el perjuicio a
los menores ya se consumó con la falta de exhibición y notificación al obligado; c) La responsabilidad
en conducir el despacho y por ende el proceso recae en el Juez a cargo del Juzgado, a quien le
compete efectuar una correcta y pronta administración de justicia, conforme establecen los arts. 2 y
3 del Código de Procedimiento Civil (CPC) y art. 7 del CF; d) La Secretaria como brazo operador del
despacho, colaboradora directamente y es el nexo entre el juez y personal subalterno; por cuanto, le
corresponde poner en marcha el aparato jurisdiccional sin demora alguna; e) La Auxiliar del Juzgado,
es la persona que colabora a la Secretaria, constituyéndose en su brazo derecho, debiendo cooperar
con las comunicaciones procesales a los sujetos contendientes, según establece el art. 101 de la LOJ,
que en el caso concreto, tampoco se cumplió; f) El trabajo en un despacho judicial debe ser en
equipo, coordinado entre todos sus componentes; empero, no sucedió así en el presente caso; g) El
art. 8 de la CPE, establece los principios ético-morales de la sociedad plural y valores sobre los que se
sustenta el Estado, dirigidos al vivir bien. Para dicho objetivo todos los bolivianos y especialmente los
funcionarios judiciales, deben actuar dentro de los plazos fijados por la norma, cumpliendo
estrictamente sus obligaciones, garantizando el equilibrio y las necesidades de las personas sean
satisfechas, en este caso de los cinco menores; y, h) Al privar a la accionante de ser comunicada
oportunamente sobre la situación, estado del proceso de asistencia familiar, se vulneró su derecho
de acceso a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente de manera individual o
colectiva; también, se conculcó el derecho a la petición, dado que no tuvo respuesta pronta y
oportuna en su pretensión -cumplimiento de diligencias-.

II. CONCLUSIONES

Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las siguientes conclusiones:

II.1. En proceso por violencia familiar, instaurado por Rusia Castedo Apury contra Juan Carlos
Tavares Lima, el Juez Segundo de Instrucción de Familia, dictó sentencia, disponiendo como medida
provisional la asignación de asistencia familiar de Bs200.- (fs. 18).

II.2. El 16 de octubre de 2012, la accionante presentó memorial ante el Juzgado Segundo de


Instrucción de Familia e indicó que aún cuando no se notificó al “demandado” con la sentencia, se
efectúe la planilla de liquidación de pensiones devengadas (fs. 2). No cursa en obrado
pronunciamiento del Juez de la causa.

II.3. Rusia Castedo Apury el 26 del referido mes y año, solicitó reposición de la Resolución de la
misma fecha y liquidación de planilla, indicando como antecedentes que el 19 de ese mes y año, la
Jueza de Instrucción de Familia en suplencia legal, ordenó se practique la liquidación, decreto que le
fue notificado, procediendo la Secretaria del Juzgado a elaborar lo ordenado; empero, antes de
notificársele con la planilla, se complementó lo dispuesto en providencia de 19 de ese mes y año,
ordenando que previamente se deberá solicitar la homologación del acuerdo arribado en audiencia
sobre violencia familiar y por Secretaría se forme un cuaderno exclusivamente de asistencia familiar
(fs. 3 y vta.).

II.4. El 8 de noviembre de 2012, la accionante, solicitó informe y fotocopias legalizadas del


proceso, en razón a que hasta esa fecha, no se resolvió la reposición planteada, por cuanto, pidió se
le informe desde que fecha el expediente se encuentra en despacho y por Secretaría se comunique
cuantas veces se apersonó al Juzgado a averiguar sobre el mismo (fs. 4).

II.5. Mediante memorial el 13 de noviembre de 2012, Rusia Castedo Apury, solicitó que la
notificación al demandado en el proceso de asistencia familiar, sea con la colaboración de la fuerza
pública, debido a que la Oficial de Diligencias fue maltratada por los familiares de Juan Carlos
Tavares Lima (fs. 5 y vta.).

II.6. El 20 de noviembre de 2012, la accionante solicitó la expedición de mandamiento de


apremio contra Juan Carlos Tavares Lima, dado que habiendo sido notificado no efectuó el pago de
las pensiones devengadas (fs. 6).

II.7. Rusia Castedo Apury, el 17 de diciembre de 2012, presentó memorial ante el Juzgado
Segundo de Instrucción de Familia, indicando que hace dos semanas se apersonó a ese despacho a
efectos de reclamar la notificación al obligado con la planilla de liquidación, pero que la misma no
puede ser practicada por no encontrarse al alcance el expediente; por lo que, solicitó se ordene al
personal subalterno informen sobre los motivos por los cuales la hacen retornar al juzgado
constantemente y se le exhiba el expediente (fs. 7). No cursa en antecedentes que el Juez
codemandado, se hubiera pronunciado al respecto.

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La accionante, denuncia la vulneración de sus derechos al acceso a la información y a la petición; por


cuanto, pese a que fue autorizada la liquidación de planilla de pensiones devengadas, los
demandados de manera reiterada aducen no encontrar el expediente en el juzgado para hacer
efectiva la notificación con la liquidación y proveer los memoriales presentados. Por consiguiente
corresponde analizar en revisión, si tales argumentos son evidentes y si constituyen actos lesivos a
los derechos de la accionante con la finalidad de conceder o denegar la tutela reconocida por este
medio de defensa.
III.1. Sobre los principios ético morales de la sociedad plural y los valores que sustenta el Estado
boliviano
La Constitución Política del Estado promulgada el 7 de febrero de 2009, señala el horizonte en el que
habrá de erigirse el nuevo Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, fundado en
la pluralidad y pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso
integrador del país. En ese contexto está dicho que la nueva institucionalidad del Estado
Plurinacional debe superar con creces la estructura colonial y debe, a base del esfuerzo individual y
colectivo, en cada estructura organizacional y en todos los órganos e instituciones del poder público,
concretar un estado como el proclamado, principalmente en el Órgano Judicial que a través de sus
jurisdicciones y en la función judicial ejercida por sus autoridades en las naciones y pueblos indígena
originario campesinos, en la que los valores que sustenta el Estado como unidad, igualdad inclusión,
dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia,
equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar
común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes
sociales, para vivir bien, que señala el art. 8.II de la CPE.
Resulta necesario señalar que la Constitución Política del Estado, por otra parte, refiriéndose a la
nueva institucionalidad del Estado Plurinacional, augura superar con creces la estructura colonial
estableciendo que, de acuerdo con lo previsto en el art. 8.I de la CPE, los principios ético morales de
la sociedad plural que el Estado asume y promueve son: suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida
armoniosa) teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble), así
como ama quilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso, ni seas ladrón), estos
últimos, mandatos de restricción que pudiendo ser de orden imperativo para cada individuo, en
cada hogar de las bolivianas y bolivianos, es también esencia de un pensamiento colectivo enraizado
en las naciones y pueblos que, sin embargo, de manera permanente se confronta con ciertos males
como la corrupción que lastiman nuestras instituciones y sociedad, razón por la que el Estado
encuentra como un elemento transformador de la sociedad la lucha contra la corrupción. Una
inequívoca señal de esta voluntad está en la previsión del art. 123 de la CPE que instituye el principio
de irretroactividad de la ley excepto en materia de corrupción, para investigar, procesar y sancionar
los delitos cometidos por servidores públicos contra los intereses del Estado; y en el resto de los
casos señalados por la Constitución.
Se ha reiterado en la jurisprudencia constitucional que conforme al mandato de los arts. 178 y 179
de la CPE, la justicia es única en tanto que la potestad de impartir la misma emana del pueblo
boliviano y se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica,
pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana,
armonía social y respeto a los derechos, entre otros. En ese mismo orden, respeto a los principios
procesales que rige la justicia ordinaria están, también entre otros, la verdad material y el debido
proceso.
En torno a la administración de justicia, o dicho desde una perspectiva actual e inclusiva, respecto a
impartir justicia no puede soslayarse el hecho que ésta sustenta las decisiones en el análisis e
interpretación, no sólo limita a la aplicación de formas y ritualismos establecidos en la norma sino
como el hacer prevalecer principios y valores que permitan alcanzar una justicia cierta, accesible que
esté a lado del Estado y la población, con miras al vivir bien y rebatiendo los males que afecta a la
sociedad como lo es la corrupción.
En ese contexto, la jurisprudencia constitucional ha señalado: “El principio de seguridad jurídica
refuerza esta idea, al garantizarle al ciudadano que la actividad judicial procurará, en todo caso y por
encima de toda consideración, garantizar la efectiva protección de sus derechos constitucionales y
legales accediendo a una justicia material o verdaderamente eficaz no una aplicación formal y
mecánica de la ley, por el contrario, lograr que las consecuencias mismas de una decisión judicial
debe significar una efectiva materialización de los principios, valores y derechos constitucionales…”
(SC 1138/2004-R de 21 de julio).
Conforme a lo expuesto, el valor superior 'justicia' obliga a la autoridad jurisdiccional -en la tarea de
administrar justicia- procurar la realización de la 'justicia material' como el objetivo axiológico y final
para el que fueron creadas el conjunto de instituciones” (SC 0548/2007-R de 3 de julio).
III.2. De la acción de amparo en la Constitución Política del Estado
Antes de entrar a la consideración sobre la resolución y antecedentes de la presente acción tutelar
elevada en revisión, es pertinente, referirse a algunos aspectos inherentes a dicha acción de amparo
constitucional instituida en la Constitución Política del Estado, con relación, a la naturaleza de la
institución jurídica constitucional y el entendimiento de la jurisprudencia constitucional,
remarcando, tal como prevé la Constitución, el enunciado normativo sobre las formas de resolución
en las acciones de amparo constitucional.
La Constitución Política del Estado, en la Sección Segunda, del Capítulo Segundo (Acciones de
Defensa) del Título Cuatro (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte
(Bases fundamentales del Estado - derechos, deberes y garantías) ha instituido la acción de amparo
constitucional. En ese marco, el art. 128 establece: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá
lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Constitución y la ley”. A su vez el art. 129.I del Texto Constitucional referido,
resalta que: “La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea
afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo
con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”.
III.3. La acción de amparo en el Código Procesal Constitucional
El Código Procesal Constitucional, tiene por objeto regular los procesos constitucionales ante el
Tribunal Constitucional Plurinacional, así como las acciones de defensa ante juezas, jueces y
tribunales competentes. El referido Código, en su Disposición Final Tercera establece que a partir de
la entrada en vigencia del mismo, quedará derogada la parte segunda de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional, relativa a los procedimientos constitucionales, vigencia establecida en
su Disposición Transitoria Primera a partir del 6 de agosto de 2012.
En su Título II (Acciones de Defensa), Capítulo Segundo (De la acción de amparo constitucional), en
su art. 51 de CPCo, establece como objeto de esta acción tutelar el “…garantizar, los derechos de
toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la Ley, contra
los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares que los
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir”.
En consecuencia, la acción de amparo constitucional es un mecanismo constitucional por el que la
Norma Suprema del ordenamiento jurídico establece un procedimiento de protección, cuyo objeto
es el restablecimiento inmediato y efectivo de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados, a través de un procedimiento judicial sencillo, rápido y expedito, frente a situaciones
de lesión provenientes de la acción u omisión de servidores públicos o particulares; siempre que el
ordenamiento jurídico ordinario no prevea un medio idóneo y expedito para reparar la lesión
producida.
III.4. Legitimación pasiva de personal subalterno de los Juzgados

Al establecer el art. 128 de la CPE, que: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra
actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva,
que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley”, conlleva a entender que cuando se trate de servidoras o servidores públicos,
se refiere a aquellas que cuentan con la facultad de dilucidar una determinada cuestión o
controversia, sea en el ámbito jurisdiccional o administrativo, cuya decisión afecte o vulnere un
derecho fundamental o garantía constitucional.
En el caso concreto del ámbito jurisdiccional, los jueces y tribunales -que conforman dicha
jurisdicción- son los encargados de impartir justicia, de ahí que asumen decisiones en una
determinada causa, la misma que genera efectos jurídicos o consecuencias jurídicas, que pudieren
lesionar derechos subjetivos o intereses legítimos, emergentes de su función jurisdiccional. En
cambio, de acuerdo a la composición asignada por el art. 83 de la LOJ, la secretaria o el secretario, la
o el auxiliar y la o el oficial de diligencias, son servidoras y servidores de apoyo judicial, cuyas
funciones de acuerdo a las asignadas por los arts. 94, 95, 101 y 105 de la LOJ, son de apoyo judicial,
dirigida al buen funcionamiento de los diferentes despachos.
En consecuencia, las servidoras y los servidores de apoyo judicial, no cuentan con legitimación
pasiva para ser demandados, dado que su función se limita a acatar órdenes del Juez o Tribunal a
cargo del conocimiento de la causa, en ese sentido se pronunció la SCP 0691/2012 de 2 de agosto,
reiterando el razonamiento asumido por esta jurisdicción y afirmó: “Debido a que el personal
subalterno de los juzgados, no ejercen facultades jurisdiccionales como los jueces, carecen de
legitimación pasiva para ser demandados en acciones tutelares, su función se limita a acatar órdenes
o instrucciones de su superior. La salvedad a la falta de legitimación pasiva, se presenta cuando
incurran en excesos que signifiquen contrariar o alterar la determinación de la autoridad
jurisdiccional y que implique la lesión a derechos fundamentales o garantías constitucionales; si el
órgano jurisdiccional, conocedor del acto u omisión del funcionario subalterno, no reconduce el
procedimiento y lo convalida, asume la responsabilidad, deslindando al funcionario (SC 1093/2010-R
de 27 de agosto)”.
III.5. El derecho a la tutela judicial efectiva
Al estar estrechamente vinculado con la realización de los valores justicia e igualdad en el
procedimiento, el texto constitucional, lo concibe como una garantía jurisdiccional, principio
constitucional y derecho fundamental -arts. 115.II, 117, 137 y 180-, a través de la doctrina
constitucional emanada de este Tribunal, se precisó que es un instrumento de defensa de derechos
fundamentales y garantías constitucionales durante la tramitación del proceso judicial o
administrativo, en el que deberán sujetar sus actos al procedimiento previsto en la norma. Conviene
reiterar que el debido proceso tiene por objeto la materialización de los valores jurídicos de justicia e
igualdad, en el entendido que sólo a través de ellos se logrará la eficacia máxima de los derechos
fundamentales contenidos en la Ley Fundamental. Como instituto jurídico y mecanismo de
protección de derechos fundamentales y garantías constitucionales, garantiza un proceso exento de
posibles abusos originados en actuaciones u omisiones procesales o en decisiones que diriman
determinada situación jurídica o administrativa; se constituye en un instrumento de sujeción a las
normas prescritas en el ordenamiento jurídico y en el medio de protección de otros derechos
fundamentales contenidos como elementos del debido proceso, así tenemos los derechos, a la
defensa, a tutela judicial efectiva, a la motivación de las resoluciones, a obtener respuesta de los
órganos judiciales, entre otros.

Concretamente, el derecho a la tutela judicial efectiva, uno de los elementos de la garantía del
debido proceso, consiste en el acceso libre a la jurisdicción; es decir, promover un proceso,
intervenir en el mismo y obtener una decisión jurisdiccional sobre la pretensión deducida o sobre lo
peticionado, impugnar la misma y finalmente que el pronunciamiento se cumpla a efectos de
reponer el derecho demandado como infringido. Es así que el texto constitucional, establece en el
art. 115.II, que: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural,
pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”. En ese entendido y dado que no resulta
contrario al actual orden constitucional, la SC 1496/2005-R de 22 de noviembre, sostuvo: “…el
contenido del derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional eficaz consagrada como garantía
fundamental por el art. 16.IV Constitucional, además de dotar al litigante (querellante y procesado)
del ejercicio pleno de su derecho a la defensa, comprende indisolublemente, el derecho a obtener
una resolución fundada en derecho que defina los petitorios que se suscita en el curso del proceso y
que la misma sea oportuna, es decir dentro del término de ley, y en caso de que ésta no lo diga,
deberá ser resuelto dentro de un plazo razonable; quedando claro que ese pronunciamiento no
siempre podrá ser positivo; pues se tendrá por cumplida la exigencia de pronunciamiento, cuando
en forma fundamentada; es decir razonada en derecho, se resuelve en forma positiva o negativa el
petitorio” (lo resaltado fue añadido). En la misma línea la SC 0193/2006-R de 21 de febrero, afirmó
que el acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, debe ser entendida como: “`(...) la potestad,
capacidad y facultad que tiene toda persona para acudir ante la autoridad jurisdiccional competente
para demandar que se preserve o restablezca una situación jurídica perturbada o violada que lesiona
o desconoce sus derechos e intereses, a objeto de lograr, previo proceso, una decisión judicial que
modifique dicha situación jurídica" (SC 600/2003-R, de 06 de mayo); ampliando ese marco
conceptual, en la SC 1044/2003-R de 22 de julio, se ha establecido que el derecho de la tutela
jurisdiccional eficaz es entendido como: "(...) el derecho que tiene toda persona de acudir ante un
juez o tribunal competente e imparcial, para hacer valer sus derechos o pretensiones, sin dilaciones
indebidas'. (SC 1230/2004-R, de 3 de agosto)” (lo resaltado fue añadido).
III.6. Análisis del caso concreto
Previo a ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada, cabe aclarar, que las
codemandadas Saturia Herrera Camacho y Roxana Montero Olarte, Secretaria y Auxiliar del juzgado
Segundo de Instrucción de Familia, respectivamente, carecen de legitimación pasiva para ser
demandadas en la presente acción, dado que la mismas, de acuerdo a la Ley del Órgano Judicial,
cumplen funciones de apoyo Judicial según se explicó en el Fundamento Jurídico III.4 de este fallo;
por cuanto, no es posible efectuar examen alguno sobre los presuntos actos ilegales en que
hubieren incurrido. No obstante, el citado instrumento normativo, prevé en los arts. 183 y 184,
como una de las atribuciones del Consejo de la Magistratura, ejercer el control disciplinario de de
las vocales y los vocales, juezas y jueces, y personal auxiliar de la jurisdicción ordinaria, a efectos de
determinar su responsabilidad disciplinaria en el desempeño de sus funciones.
Ahora bien, de las Conclusiones formuladas en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se
advierte que aún cuando la planilla de liquidación de pensiones devengadas fue autorizada, no pudo
practicarse la notificación al obligado en el proceso de asistencia familiar, debido a que el
expediente no fue encontrado desde el 8 de noviembre de 2012, hasta el 3 de enero de 2013 donde
se realizó la audiencia de acción de amparo constitucional, pese a los insistentes reclamos de la
accionante en solicitar que el mismo le sea exhibido y la ausencia injustificada de respuesta a los
memoriales presentados. Bajo ese contexto, aún cuando, Rusia Castedo Apury, erróneamente
invocó como infringidos sus derechos al acceso a la información y a la petición; empero, habiéndose
advertido la ausencia de pronunciamiento de parte del Juez Segundo de Instrucción de Familia a los
memoriales presentados por la accionante, reclamando la exhibición del expediente y la notificación
a Juan Carlos Tavares Lima, demandado en el proceso de violencia y asistencia familiar, devela la
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva como elemento de la garantía del debido
proceso. Es decir, se restringió el derecho de la accionante a obtener en forma oportuna, pronta y
sin dilaciones indebidas o injustificadas, una resolución fundada en derecho que defina las
solicitudes formuladas en los memoriales descritos en las Conclusiones II.4 a II.7 de esta Resolución.
La lesión al derecho a la tutela judicial efectiva, también derivó en la demora injustificada en la
notificación al “demandado” en el proceso de asistencia familiar, lo que implica la infracción a los
principios que rigen la potestad de impartir justicia en la jurisdicción ordinaria, como el de
publicidad, celeridad y de accesibilidad y eficacia -arts. 3.5, y 30 numerales 3, 7 y 9 de la LOJ-.
En ese sentido, amerita conceder la tutela demandada sólo respecto del Juez Segundo de Instrucción
de Familia, quien deberá proveer en forma fundada los memoriales presentados por la accionante y
en consecuencia recomendar al personal de apoyo judicial cumplir sus funciones con mayor
responsabilidad, considerando que las causas que se tramitan en los juzgados de familia, como en
los de la niñez y adolescencia, intervienen sectores de la población que gozan de atención prioritaria,
en cuya tramitación deberá imprimirse la mayor celeridad posible, dado que de ello dependerá el
ejercicio de derechos fundamentales de las partes intervinientes y de los beneficiarios, cuando se
trate de asistencia familiar, priorizando en todo momento el interés superior del niño niña o
adolescente.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela invocada,
aunque con otro fundamento, en parte obró correctamente.
POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud de la autoridad


que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 44.2 del Código
Procesal Constitucional; en revisión resuelve:
1º CONFIRMAR en parte la Resolución de 3 de enero de 2013, cursante de fs. 22 a 24 vta.,
pronunciada por la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando; y,
en consecuencia,
2º CONCEDER la tutela respecto del Juez Segundo de Instrucción de Familia, y;
3º DENEGAR el amparo con relación a la Secretaria y Auxiliar del Juzgado Segundo de Instrucción de
Familia, y,
4º Disponer que el Juez Segundo de Instrucción de Familia, se pronuncie respecto de los memoriales
presentados por la accionante e instruir al personal de apoyo exhiba el expediente cuando sea
requerido por Rusia Castedo Apury. La remisión de antecedentes al Consejo de la Magistratura para
los efectos pertinentes, con relación a todos los demandados.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. Efren Choque Capuma


MAGISTRADO

Fdo. Soraida Rosario Chánez Chire


MAGISTRADA

You might also like