Kant trató de sintetizar y de armonizar tanto el racionalismo como el empirismo.
Para Descartes, nuestro conocimiento dispone de ideas innatas, sin que nada tenga que ver la experiencia sensible. Mientras que, para Hume, nuestro conocimiento tiene su origen a partir de la experiencia, de tal manera que de la realidad sólo captamos impresiones que luego convertimos en ideas. Kant, al mismo tiempo, sintetiza ambos planteamientos: el conocimiento se inicia con la experiencia, de la que captamos las impresiones, pero todo el conocimiento no se reduce a la experiencia sino que hay un componente a priori que aportan nuestras facultades cognoscitivas. Así el conocimiento se realiza cuando sintetizamos el a priori de conocimiento y las impresiones que conocemos por la sensibilidad. Para los tres autores, el sujeto no puede ir más allá de sí mismo: Descartes no llega al conocimiento de la realidad extramental, para Hume el conocimiento de la realidad solamente se reduce a nuestras percepciones sensibles, y para Kantsólo es posible el conocimiento del fenómeno (la realidad para mí) y no es posible el conocimiento del noúmeno (la realidad en sí misma).