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La violencia en la Iglesia / Bullying eclesial

Conversando con un joven que aspira a ingresar a una congregación religiosa, me


di cuenta de que le estaban haciendo bromas porque es de poco hablar y muy
sencillo en su vida. Recordé que, cuando yo era niño, ya entonces en la escuela
había compañeros que nos molestaban y nos hacían sufrir. Lo mismo pasó cuando
ingresamos al Seminario varios adolescentes que procedíamos de poblaciones
rurales (Montañeros), y otros compañeros provenientes de la ciudad y con más
estudios que nosotros, se burlaban porque no entendíamos bien las clases y porque
no éramos muy hábiles en los deportes; nos ponían apodos ofensivos, en la hora
de los alimentos nos quitaban lo que nos tocaba, nos consideraban menos que ellos.
Nos hacían la vida tan pesada, que yo había decidido salir del Seminario, pues no
me imaginaba encontrar un ambiente tan difícil en ese lugar. Sin embargo, Dios nos
dio la fortaleza necesaria para resistir y los que nos ofendían salieron del Seminario;
nos quedamos los que supimos sobrellevar la cruz de la convivencia comunitaria
(La vida de comunidad es la máxima penitencia).
Hace unos días me enviaron algunos mensajes: ¿Por qué los sacerdotes están en
contra cuando hacemos oración y llamamos al Espíritu Santo? ¿Por qué los
Ministros Romanos en sus púlpitos denigran de las demás iglesias siendo todas casi
que sin excepción salidas de la Iglesia Católica que algunas han desviado su rumbo
por la misma burla, persecución y maltrato de la jerarquía de aquella que según
Ellos nadie fuera de su Iglesia Católica Romana se salva, a lo cual tenemos bien
claro que hacemos parte de la Una Santa Católica y Apostólica que es la Iglesia de
Jesucristo , por lo tanto quienes predican esto están fuera de todo y muestran su
escasa formación (Ignorancia) impregnada de intolerancia.
Son frecuentes los conflictos provocados por algunos curas párrocos que no miden
sus palabras y aun dándose cuenta burlan la ley Constitucional, las leyes
reglamentarias referidas a la libertad de culto y conciencia como si se creyeran de
otra nación distinta a Colombia y aun siendo extranjeros se deben someter a la ley
de la República de Colombia o del país donde vayan. Se les olvida que ya el estado
no es confesional y que el Estado nos reconoce como Iglesia y Jerarquía que
somos.
Son algunos de tan poca monta que hasta se valen de los fieles para atacar
induciéndolos a cometer delito pues llegan a impedir el culto, a maltratar aun
físicamente a los Ministros de otros credos, discriminando sin miramiento alguno.

Hay Miembros Católicos unidos a los curas hacen la vida imposible a quienes
vivimos la fe de otra manera, a veces con limitaciones e incoherencias, pero que
apenas van caminando en el seguimiento de Jesús y todavía no están maduros
para resistir las persecuciones, por lo cual muchos se desaniman, e incluso de
alejan de la Iglesia y hasta de Dios. (Todo por falta de tolerancia de los romanos)

PENSAR

“Jorge Bergolio dice: “El modo de relacionarnos con los demás que realmente nos
sana en lugar de enfermarnos es una fraternidad mística, contemplativa, que sabe
mirar la grandeza sagrada del prójimo, que sabe descubrir a Dios en cada ser
humano, que sabe tolerar las molestias de la convivencia aferrándose al amor de
Dios, que sabe abrir el corazón al amor divino para buscar la felicidad de los demás
como la busca su Padre bueno”.
“Dentro del Pueblo de Dios y en las distintas comunidades, ¡cuántas guerras! Más
que pertenecer a la Iglesia toda, con su rica diversidad, pertenecen a tal o cual grupo
que se siente diferente o especial. A los cristianos quiero pediros especialmente un
testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente. Que
todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros, cómo os dais aliento
mutuamente y cómo os acompañáis. ¡Atención a la tentación de la envidia!
¡Estamos en la misma barca y vamos hacia el mismo puerto! Pidamos la gracia de
alegrarnos con los frutos ajenos, que son de todos.
Me duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aun entre
personas consagradas, consentimos diversas formas de odio, divisiones,
calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a
costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza
de brujas. ¿A quién vamos a evangelizar con esos comportamientos?
Pidamos al Señor que nos haga entender la ley del amor. Todos tenemos simpatías
y antipatías, y quizás ahora mismo estamos enojados con alguno. Al menos
digamos al Señor: «Señor yo estoy enojado con éste, con aquélla. Yo te pido por él
y por ella». Rezar por aquel con el que estamos irritados es un hermoso paso en el
amor, y es un acto evangelizador. ¡Hagámoslo hoy! ¡No nos dejemos robar el amor
fraterno!”

ACTUAR

En la casa y en la escuela, eduquemos a los niños para la convivencia respetuosa


entre hermanos y compañeros (Lo que natura no da Salamanca no lo puede). No
podemos tener como criterio para valorar a una persona por su agresividad sobre
los demás. Desterremos la violencia desde la propia familia, para no dar la imagen
de que vale más quien grita, ofende y golpea, sino quien más ama, quien más sirve,
quien hace más por ayudar a los otros. Defendamos a los oprimidos, para vivir en
paz. Acabemos con el lenguaje destructor y con mala intención, con ofensa, esas
palabras que dañan la sana convivencia y nos roba no solo la sonrisa sino también
nuestra paz, nuestra ternura.

Hay ocasiones que la gente se gana a pulso sin que la traten mal y otras veces hay
gente que se encuentra con otras personas déspotas, autoritarias, perversas que
las hacen sufrir la gota gorda sin que realmente lo merezcan y hasta se atreven a
escribir notas des obligantes y rotuladoras que en nada benefician y a cambio si
alejan por el menosprecio con que lo hacen creyéndose los doctos e impecables.
Debieran callar y aceptar el errar.
En el segundo caso la víctima es maltratada, se la interviene de manera déspota,
lo mejor que puede hacer es alejarse en paz sin protestas, sin aspavientos, sin
manifestar inconformidad, sólo retirarse en silencio, porque si el ofendido trata de
cambiar a quien lo hostiliza.... está perdiendo vilmente su tiempo porque como se
expresó “lo que natura no da, Salamanca no lo puede”. En general es mejor que se
ponga a ver telenovelas, alguna película de terror o un programa cómico como el
Chavo del Ocho. Saca más de provecho. Jamás la víctima va a hacer que cambie
de forma de pensar al victimario porque cree que de su parte está Dios y la razón y
ante esta actitud no hay nada qué hacer. Es como si quisieras convencer al león de
que cazar es malo. Pura pérdida de tiempo.
Quien ha sido malcriado, grosero, llevado de su parecer y lo peor el que se cree
superior a los demás, jamás cambiará porque siempre tiene la razón, los demás
hacen niñerías, estupideces para su basta formación. Que equivocado esta.
Lo que me extraña es que se extrañe ésta figura dañina. El bull ying es muy
frecuente entre grupos religiosos como ocurre desde la iglesia Romana hacia
muchos otros credos como el nuestro.
Otro tanto ocurre internamente con miembros que pertenecen a la Iglesia: los que
están como miembros activos, pero no están de acuerdo con algo que se establece
ya sea de disciplina o de organización administrativa; o simplemente por ser objeto
de envidia o rivalidad con el superior del grupo.
Lo más triste de todo es que muchas veces hay líderes que se aprovechan de su
posición para hostilizar a otros, siempre con la idea de que el otro debe resistir todas
las humillaciones y hostilidad, que él puede imponer sus órdenes ya que los demás
deben obedecer y punto. Otros Superiores muestran dizque humildad y nobleza
para poder implantar su voluntad, eso también es rotulación y Bull ying.
Opino que una cosa es la humildad (el reconocerme con mis deficiencias y atributos.
Es decir tener los pies bien puestos en el suelo y no sentirme ni la Décima maravilla
del mundo, ni la chinche más asquerosa del planeta), y otra no tener ni gota de
autoestima , por lo tanto permitir la hostilidad pensando que hago méritos ante Dios
y que muestro así mi completa humildad. Creo que lo mejor es alejarse y seguir a
Cristo sin amargura de por medio.

LA INTOLERANCIA
Decimos que una persona es intolerante cuando adopta una actitud
irrespetuosa con respecto a quienes tienen ideas o creencias diferentes a
las suyas. Normalmente la intolerancia está asociada a posiciones
beligerantes u ofensivas.
Si bien no hay una única causa que explique la intolerancia religiosa, sí
se puede hablar de un argumento muy generalizado entre quienes
practican una religión y son intolerantes con otras (Fanatismo,
Discriminadores por ignorancia, se creen lo mejor del mundo los demás
son basura….). El argumento es simple: si mi doctrina religiosa es la
verdadera, y creen es razonable que se combata a quienes defienden
doctrinas falsas pues así las han calificado según su criterio,
desconociendo la sana crítica. Esta posición es considerada como una
forma de fundamentalismo religioso y mal informado.

La intolerancia religiosa es un fenómeno tan antiguo como la propia


religión. Podemos mirar cómo le fue al Señor Jesús y fue tal la intolerancia
que lo sentenció la muchedumbre a pena de muerte sin más miramientos,
como a los primeros cristianos se los perseguía por ser y sostener su
doctrina y asi muchísimos ejemplos.

Cuando los primeros cristianos practicaban sus ritos, tenían que


esconderse en las catacumbas porque las autoridades romanas no
toleraban sus creencias. Los judíos han sido perseguidos en muchos
momentos de la historia y la motivación principal de dicha persecución
era precisamente la hostilidad hacia sus creencias.
La visión religiosa de los pueblos precolombinos fue combatida por los
cristianos que llegaron al continente americano. En el propio cristianismo
se han dado casos de intolerancia hacia otras doctrinas cristianas, que
han sido etiquetadas como herejías o desviaciones de la auténtica fe.
Estos ejemplos nos recuerdan que el rechazo y la intolerancia a las
creencias de los demás ha sido una constante a lo largo de la historia.

Hasta cuándo terminarán los casos de intolerancia religiosa que tienen lugar en
Colombia y en muchos sitios del mundo? Esta pregunta me la hago cada vez que
me entero de los atropellos en contra nuestra Iglesia por ante sus ministros que, en
uso de sus derechos religiosos amparados por el estado Colombiano cuando expide
la Personería jurídica especial por el Ministerio del Interior, pues ya sabemos
quienes intentan que dejemos practicar el catolicismo cuando nuestra herencia y
origen radican en esa Iglesia desde el Concilio Vaticano I. Es una religión que
intenta retener a sus miembros no con el “poder de la doctrina”, sino con métodos
intolerantes, esos que inauguró en la Edad Media, y que hoy sigue practicando,
aunque con menor crueldad y porque hemos salido del anonimato y mas cuando
participamos de una Política pública aprobada en nuestro País.

Y ya que mencionamos la Edad Media, debo señalar que la sociedad actual, aunque
distinta a la del medievo, sigue procediendo sin respeto a la diversidad religiosa por
argumentos carentes de verdad expresados desde los púlpitos, y otros medios de
comunicación; y actúa así porque es incapaz de admitir que los seres humanos
somos libres para pensar, creer y actuar como bien nos parezca.

Creo que mi pregunta, la que menciono en el primer párrafo de mi columna, se la


hacen también aquellas personas y grupos que les ha tocado sentir los rigores de
la intolerancia religiosa, casos que en su gran mayoría han quedado en la más
completa impunidad, debido a que las autoridades de gobierno han preferido
privilegiar la vía del diálogo y la conciliación, en vez de castigar conforme a la ley a
los autores de tales delitos y porque aún se tiene a ese credo con cierto privilegio
hasta en la Constitución Nacional.

Es de aclarar que los Ministros de la Iglesia Católica Romana se sienten agentes de


Policía y como si tuvieran delegación, piden identificaciones careciendo de toda
autoridad, se dan el lujo de calificar lo que solo califica el juez de la República,
denigran, vociferan, lanzan falsa imputaciones, maltratan , rotulan, discriminan…..y
no pasa nada, pues se habla que todas las iglesias son iguales ante la ley pero es
una falacia, es mentira ya que solo además de la romana unos pocos tienen por
ejemplo Convenio de Derecho Público, son invitados a eventos especiales donde
los demás de pronto chillamos o hacemos ver mal el paisaje.

No podemos dejar que se nos mire como el patito feo, debemos hacernos respetar
en el buen sentido y eso solo resulta cuando tengamos plena identidad y sentido de
pertenencia.

No digamos que han hecho sino que podemos hacer, en que podemos ayudar, que
tengo que hacer, y voy en representación, yo defiendo, yo expongo……son figuras
que nos harán brillar.

El respeto por las creencias religiosas, es fundamental para vivir en armonía.


No deseamos que alguna actividad religiosa sea prohibida, solo que algunas no
ataquen a las demás prevalidas del dinero, de su antigüedad, de la relación con el
alto gobierno, que cada quien tenga derecho a seguir lo que le dice su corazón.
Las religiones de origen africano, no son demoniacas por ejemplo, ni sacrifican
animales en cosas satánicas o reuniones raras, Ellos lo hacen como todos los
demás.
Manifestamos plenamente nuestro repudio a la rotulación e intolerancia religiosa
que destruye, que persigue, que mengua la fe aun de nuestros mismos fieles.
Respetamos profundamente a los que profesan un credo en específico, daríamos
la vida inclusive por hacer respetar ese derecho, a que puedan profesar la religión
que mejor les parezca, sin embargo, también exigimos que los funcionarios públicos
respeten lo estipulado en la Constitución, es decir, el derecho de cada persona
pueda elegir libremente su religión, de no elegir ninguna, o simplemente guardar
silencio.
Los medios de comunicación, autodenominados el cuarto poder, siguiendo la moda
de “la noticia como negocio”, han inundado todas sus transmisiones impulsando
más a unas que a otras iglesias quedando la desventaja entre ellas, más cuando
hay propiedad sobre medios audiovisuales a los cuales no alcanzan algunas
pequeñas comunidades porque no se las deja crecer con la libertad que protege la
ley.
LA LEALTAD, EXIGE HONOR, FIDELIDAD Y GRATITUD
Lealtad se entiende por: “Firmeza en los afectos y en las ideas que lleva a no
engañar ni traicionar a los demás. Comportamiento de una persona o animal que
guarda la máxima fidelidad, que no engaña”. “La lealtad es una virtud que se
desarrolla en la conciencia, y que implica cumplir con un compromiso aun frente a
circunstancias cambiantes o adversas”.

Se dice que la lealtad tiene tres ingredientes: el honor (cualidad moral que nos lleva
al más severo cumplimiento de los deberes morales, respecto al prójimo y a uno
mismo), la fidelidad (lo que se refiere a cumplir con los compromisos adquiridos), y
la gratitud (lo que se refiere a corresponder y devolver lo recibido). LEALTAD, “es la
virtud que exige honor, fidelidad y gratitud”.
En Oseas 2:19-20 se puede notar la lealtad y amor de Dios para con su pueblo, al
prometerles desposarles en justicia, juicio, benignidad, misericordia y lealtad
(fidelidad). Lamentablemente el pueblo no cumplió y fue desleal permitiendo el
pecado y la idolatría, algo que delante de Dios es considerado como traición,
ocasionando el colapso total del pueblo de Israel.

La lealtad, es lo que identifica al cristiano como hijo de Dios, la lealtad jamás


promete recompensa alguna. Una vida que se basa en la lealtad se fundamenta y
construye sobre una roca fuerte e inamovible.

A través de la historia particular de nuestra Iglesia en cada región, en cada nación


existieron, existen hombres y mujeres que dejaron y seguiremos dejando huellas
imborrables marcadas en la arena del evangelio de Jesucristo.

Hechos realizados por estos seres humanos que se basaron en la lealtad a su


Iglesia Antigua, a su patria, a su pueblo, a sus principios, a su familia, entre muchas
más.

Hoy en día para muchos cismáticos y herejes, todo eso ha quedado en el olvido,
cuando se observa como el hombre fácilmente traiciona lo que antes creía hasta
por un poco de dinero, de fama, de posiciones, de posesiones, por el ansia de poder,
o cualquier otra cosa que le traiga beneficio personal, pero lo más diciente es el
maldito ego que afloran y sacan las garras cuando se dan oportunidades dentro de
la misma organización.

“2 Pedro 2:1
Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos
maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías
destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una
destrucción repentina.”

“Mateo 10:33

Pero cualquiera que Me niegue delante de los hombres, Yo también lo negaré


delante de Mi Padre que está en los cielos.”
Este verso nos hace decir también a nosotros que podemos negar que los
cismáticos y herejes no los reconocemos por haber negado la Una Santa Católica
Apostólica en la Rama de los Viejos Católicos 1870.

Sabemos por la Promesa de Perpetuidad hecha por la Verdad Misma (Juan 14:6),
Jesucristo.
Sabemos que Él fundó solamente Una Iglesia, como lo dijo en Mateo 16:18.
Sabemos que Él prometió que Su Iglesia sería fundada desde dentro y desde fuera.
"Y las puertas del infierno NO prevalecerán contra ella." Mateo 16:18
Sabemos porque Él prometió estar con Su Iglesia hasta el fin del mundo, en Mateo
28:20
Sabemos porque Él prometió que no nos dejaría huérfanos, en Juan 14:18.
Sabemos porque Él prometió que el Espíritu de Verdad habitaría en ella por
siempre, en Juan 14:16.
Sabemos porque San Pablo prometió que la Iglesia estaría con nosotros por
siempre. Efesios 3:21.

La Iglesia Católica en sus distintas ramas, es la única Iglesia en la tierra que está
de acuerdo con el molde de la Iglesia que Jesucristo, y como está Planificada para
nosotros en la Biblia. No existe ninguna otra Iglesia Cristiana en el mundo que lleve
a efecto este plan como lo hace la Iglesia de Jesucristo como catolicidad.
Compara tu Iglesia con lo que la Sagrada Escritura ha dicho que debería ser.
La Iglesia Católica aquí, incluye todos los ritos que tienen siete Sacramentos y un
Sacerdocio válido.
"No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos viven."
Lucas 20:38
Si tenemos una "Cabeza Viva" en Jesucristo, también tenemos un 'Cuerpo Vivo" en
la Iglesia, una unidad que el Espíritu Santo posibilita al permanecer en ella y al
distribuir Sus dones para que pueda dar frutos.
Cada miembro de la Iglesia Católica como Nosotros Viejos Católicos 1870, recibe
al Espíritu Santo, el Dador de Vida, con los Sacramentos. En la Eucaristía, la Iglesia
Católica vive la Muerte y Resurrección de Cristo, y es en la Sagrada Eucaristía que
encontramos la "Fuente de Vida y Santidad". Leer 1Corintios 11:23-30.

"Hecho está: Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin; al que tenga sed, Yo
le daré del Manantial del Agua de la Vida gratis."
Apocalipsis 2:16
Para lo anterior sé y la experiencia lo ha dicho por eso no podemos olvidar palabras
como “Con la vara que mides seriéis medido” y “Ni un vaso de agua se queda sin
su paga” y algo muy importante dicho por alguien que nos ama “ Con un beso
entrega al hijo del hombre?” y a Pedro “ El que a hierro mata a hierro Muere”.

La Iglesia Católica es la única Iglesia Cristiana que puede trazar su origen en


progresión ascendente por casi 2000 años (Toda la catolicidad en distintas ramas).
Todas las otras denominaciones Cristianas pueden solamente retroceder unos
cientos de años a lo más para llegar a su origen.

En nuestro caso hay ramificación pero la tradición y origen continuo en la Historia


(Iglesias Históricas).

Para concluir podemos observar que también hay maltrato dentro de cada
institución pues no se ha aprendido a ser leales, a ser agradecidos y sobre todo a
hacer realidad su vocación llena de amor por la Iglesia que nos acogió. Dejemos
ya la vociferación, las oídas, el chisme que solo aleja la realidad destruyendo el
amor que nos debe distinguir ante Dios y el mundo.

No olvidemos “ Hoy estoy Yo como superior, mañana puede ser Usted” por eso
obedezcamos para que seamos obedecidos cuando asi el Señor nos escoja dentro
de la iglesia ya que cada nombramiento o escogencia es de obligatoria aceptación
por amor a Dios, a la iglesia y a su Vocación.

Jrgm/

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