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Forma poética de los discursos

El principio básico de la poesía veterotestamentaria es el paralelismo; a veces, en las

palabras de Jesús, tal como las consigna Juan, aparece ese paralelismo.

Paralelismo sinonímico en que la segunda parte verso repite la idea de la primera:

3,11: En verdad, en verdad te digo que hablamos de lo que sabemos, y damos

testimonio de lo que hemos visto,
pero no recibís nuestro testimonio.

4,36: el segador recibe ya su jornal y recoge el fruto para la vida eterna,

para que se gocen juntos el que siembra y el que siega.

6,35: Yo soy el pan de vida;

el que viene a mí no tendrá hambre,
y el que cree en mí no tendrá nunca sed.

7,34: Me buscaréis y no me encontraréis,

porque donde yo estoy vosotros no podéis venir.

13,16: En verdad, en verdad os digo:

no es el siervo más que su señor,
ni el enviado más que quien le envió.

Paralelismo antitético, en que segunda parte verso ofrece un contraste con la

primera.

3,18: El que cree en él no es juzgado;

pero quien no cree ya está juzgado,
porque no cree en el nombre del Hijo Unigénito de Dios.

8,35: El esclavo no se queda en casa para siempre;

mientras que el hijo se queda para siempre.

9,39: Yo he venido a este mundo para un juicio,

para que los que no ven vean,
y los que ven se vuelvan ciegos

Dos versículos se oponen:

3,20-21: Pues todo el que obra mal odia la luz y no viene a la luz,
para que sus obras no le acusen.
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Pero el que obra según la verdad viene a la luz,
para que sus obras se pongan de manifiesto,
porque han sido hechas según Dios.
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Paralelismo sintético, en que el sentido fluye a lo largo del versículo

8,44: Vosotros tenéis por padre al diablo y queréis cumplir las apetencias de
vuestro padre;
él era homicida desde el principio,
y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él.
Cuando habla la mentira, de lo suyo habla,
porque es mentiroso y el padre de la mentira.

Pero sobre todo poético por el ritmo creado por versos de aproximadamente la misma
longitud
***

La Sabiduría de Israel y el cuarto evangelio (Brown, Comentario, 158-9)

1) La Sabiduría existió junto a Dios desde el principio, antes incluso de que hubiera
una tierra
Prov 8,22-23: Desde la eternidad fui formada, desde el comienzo, antes que la
tierra. Cuando no existían los océanos fui dada a luz, cuando no había fuentes
repletas de agua
Eclo 24,9: Antes de los siglos, en el principio, Él me creó, y por los siglos no
dejaré de existir
Sab 6,22: Os voy a anunciar qué es la sabiduría y cómo nació; no os voy a ocultar
los misterios, sino que seguiré su huella desde el principio de su origen; expondré
con claridad cómo se conoce y no me apartaré de la verdad.
El Jesús joánico es la Palabra que existía en el principio:
1, 1: En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo
era Dios
y estaba junto al Padre antes de que fuera creado el mundo:
17,5: Ahora, Padre, glorifícame Tú a tu lado con la gloria que tuve junto a Ti antes
de que el mundo existiera
2) De la Sabiduría se dice que es una emanación de la gloria del Todopoderoso:
Sab 7,25: Es un hálito del poder de Dios y un destello puro de la gloria del
Todopoderoso: por eso nada inmundo penetra en ella;
Jesús posee la gloria del Padre y la manifiesta a los hombres:
1,14; 8,50: Yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzga;
11,4: -Esta enfermedad no es de muerte, sino para gloria de Dios, a fin de que por
ella sea glorificado el Hijo de Dios;
17,5.22:24: Ahora, Padre, glorifícame Tú a tu lado con la gloria que tuve junto a
Ti antes de que el mundo existiera … Yo les he dado la gloria que Tú me diste,
para que sean uno como nosotros somos uno…Padre, quiero que donde yo estoy
también estén conmigo los que Tú me has confiado, para que vean mi gloria, la
que me has dado porque me amaste antes de la creación del mundo.
3) De la Sabiduría se dice que es un reflejo de la luz eterna de Dios:
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Sab 7,26: Es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de la acción de Dios e imagen
de su bondad.
Como ilumina el camino de los hombres (Eclo 1,29), ha de ser preferida a cualquier
otra luz natural:
Sab 7,10.29: La quise más que la salud y la belleza y preferí tenerla como luz,
porque su resplandor no tiene ocaso… Ella es más bella que el sol y que todas las
constelaciones. Comparada con la luz, ella resulta superior;
En el pensamiento joánico Dios es luz:
1 Jn l ,5: Éste es el mensaje que le hemos oído y que os anunciamos: Dios es luz y
no hay en Él tinieblas de ninguna clase.
Jesús, que procede de Dios, es la luz del mundo y de los hombres.
Jn 1,4-5: En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en
las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron;
8,12: De nuevo les dijo Jesús: -Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no
andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida;
9,5: Mientras estoy en el mundo soy luz del mundo
y su destino es, en definitiva, sustituir a toda luz natural:
Ap 21,23: La ciudad no tiene necesidad de que la alumbren el sol ni la luna: la
ilumina la gloria de Dios y su lámpara es el Cordero.
4) De la Sabiduría se afirma que descendió de los cielos para morar con los hombres:
Prov 8,31: jugando con el orbe de la tierra, y me deleitaba con los hijos de Adán;
Eclo 24,8: Entonces, el creador del universo me dio una orden, el que me creó me
hizo plantar mi tienda, (13) y me dijo: "¡Pon tu morada en Jacob, y toma como
herencia a Israel!”;
Bar 3,37: Él encontró todos los caminos de la ciencia y la concedió a Jacob, su
siervo, a Israel, su amado;
Sap 9,10: Envíala desde los cielos santos, mándala desde el trono de tu gloria, para
que me asista y trabaje conmigo y sepa yo lo que te agrada;
Sant 3,15: Una sabiduría así no desciende de lo alto, sino que es terrena,
meramente natural, diabólica;
también Jesús es el Hijo del Hombre que ha descendido de los Cielos a la tierra
1,14: Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria,
gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad;
3,31: El que viene de lo alto está sobre todos. El que es de la tierra, de la tierra es y
de la tierra habla. El que viene del cielo está sobre todo;
6,38: porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad sino la voluntad de
Aquel que me ha enviado;
16,28: Salí del Padre y vine al mundo; de nuevo dejo el mundo y voy al Padre.
Sobre todo Jn 3,13:
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Pues nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del Hombre, está muy
cerca de:
Bar 3,29:¿Quién subió al cielo para tomarla, y hacerla bajar de las nubes? y
Sab 9, 16-17: A duras penas entendemos las cosas de la tierra, encontramos con
fatiga lo que está a nuestras manos: ¿Quién podrá investigar las cosas del cielo?
¿Quién conocer tu designio, si Tú no le das la sabiduría y envías desde las alturas
tu santo espíritu?
El regreso definitivo de la Sabiduría a los cielos (Hen 42,2) ofrece un paralelo con el
retorno de Jesús al Padre.
El cometido de la Sabiduría entre los hombres consiste en enseñarles las cosas de
arriba:
Job 11,6-7: te descubriría los secretos de la sabiduría, fascinantes para el
entendimiento, y sabrías que Dios pasa por alto parte de tus culpas. ¿Vas a sondear
las profundidades de Dios, vas a penetrar hasta la perfección del Omnipotente?;
Sab 9,16-18: A duras penas entendemos las cosas de la tierra, encontramos con
fatiga lo que está a nuestras manos: ¿Quién podrá investigar las cosas del cielo?
¿Quién conocer tu designio, si Tú no le das la sabiduría y envías desde las alturas
tu santo espíritu? Sólo así se enderezaron los caminos de quienes hay en la tierra;
aprendieron los hombres lo que te agrada, y se salvaron gracias a la sabiduría
proclamar la verdad
Prov 8, 7: Mi boca pronuncia la verdad, y mis labios abominan la maldad;
Sab 6,22: Os voy a anunciar qué es la sabiduría y cómo nació; no os voy a ocultar
los misterios, sino que seguiré su huella desde el principio de su origen; expondré
con claridad cómo se conoce y no me apartaré de la verdad.
instruir en cuanto agrada a Dios y en la manera de cumplir su voluntad:
Sab 8,4: Ella es iniciada en la ciencia de Dios y sabe escoger entre sus obras;
Sap 9,9-10: Contigo está la sabiduría, que conoce tus obras, que estaba presente
cuando hiciste el universo, y sabe lo que es agradable a tus ojos y conforme con
tus mandamientos. Envíala desde los cielos santos, mándala desde el trono de tu
gloria, para que me asista y trabaje conmigo y sepa yo lo que te agrada.
para así conducir a los hombres a la vida:
Prov 4,13: Mantén la instrucción, no la pierdas, guárdala, que te va la vida.
Prov 8,32-35: Ahora, hijos, escuchadme: "Bienaventurados los que guardan mis
caminos". Escuchad la instrucción y haceos sabios, no la desdeñéis.
Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas día a día,
guardando las jambas de mis portales. Pues quien me encuentre, encontrará la
vida, y obtendrá la complacencia del Señor
Eclo 4,12: Quien la ama, ama la vida, y cuantos madrugan por encontrarla se
colmarán de gozo;
Bar 4,1: Ella es el libro de los mandamientos de Dios y la Ley que permanece para
siempre. Todos los que la observen tendrán vida, los que la abandonen morirán
y la inmortalidad:
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Sab 6,18-19: el amor consiste en observar sus leyes, la guarda de las leyes es
garantía de incorruptibilidad y la incorruptibilidad otorga el estar cerca de Dios.
Ésta es precisamente la función de Jesús como revelador, según aparece en numerosos
pasajes de Juan.
Para cumplir su tarea la Sabiduría habla en primera persona en largos discursos
drrigidos; sus oyentes (Prov 8,3-36; Eclo 24); también Jesús se alza ante los hombres y
se dirige a ellos con sus discursos, empezando muchas veces con la expresión «yo soy
... ».
Para su instrucción, la Sabiduría se sirve frecuentemente de los símbolos del alimento
(pan) y la bebida (agua, vino), invitando a los hombres a comer y beber:
Prov 9,2-5: inmoló sus víctimas, mezcló su vino, preparó su mesa. Envió a sus
criadas, y clama desde la altura que domina la ciudad: "Quien sea simple, venga
acá". Al falto de inteligencia le dice: "Ven, come de mi pan, y bebe del vino que
he mezclado.
Eclo 24 19-21: Venid a mí cuantos me anheláis, y saciaos de mis frutos, Que mi
recuerdo es más dulce que la miel, y el poseerme, más dulce que el panal. Mi
memoria durará por las generaciones de los siglos. Los que comen de mí aún
tendrán más hambre, y los que de mí beben, aún sentirán más sed.
Is 55 1-3 [Dios ofreciendo su instrucción]: ¡Todos los sedientos, venid a las aguas!
Y los que no tengáis dinero, ¡venid! Comprad y comed. Venid. Comprad, sin
dinero y sin nada a cambio, vino y leche. ¿Por qué gastáis dinero en lo que no es
pan, y vuestros salarios en lo que no sacia? Escuchadme con atención y comeréis
cosa buena, y os deleitaréis con manjares substanciosos. Prestad oído y venid a
Mí. Escuchad y vivirá vuestra alma. Sellaré con vosotros una alianza eterna, las
misericordias fieles prometidas a David.
también Jesús se sirve de estos símbolos en su revelación:
Jn 6,35.5lss: Jesús les respondió: -Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no
tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá nunca sed … Yo soy el pan vivo que
ha bajado del cielo. Si alguno come este pan vivirá eternamente; y el pan que yo
daré es mi carne para la vida del mundo
4,13-14: Todo el que bebe de esta agua tendrá sed de nuevo -respondió Jesús-,
pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed nunca más, sino que el agua
que yo le daré se hará en él fuente de agua que salta hasta la vida eterna.
La Sabiduría no se conforma con ofrecer sus dones a quienes acuden a ella; vaga por
las calles buscando a los hombres y gritándoles:
Prov 1,20-21: La sabiduría pregona en público, alza su voz en las plazas; llama en
lo alto de los sitios bulliciosos, a la entrada de las puertas de la ciudad proclama
sus dichos
Prov 8,1-4: ¿No está gritando la sabiduría, y la prudencia alzando su voz? En la
cima de las alturas, junto al camino, firme en medio de los senderos, junto a las
puertas, a la entrada de la ciudad, en los umbrales de los portones grita con júbilo:
"A vosotros, los hombres, grito, mi voz se dirige a los hijos de Adán.
Sab 6,16: Que ella misma anda buscando a los que le son dignos, se les muestra en
los caminos con actitud benigna y les sale al encuentro llena de solicitud.
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también vemos cómo el Jesús joánico va de un lado a otro y sale al encuentro de los
que están bien dispuestos para seguirle
1,36-38.43: fijándose en Jesús que pasaba, dijo: -Éste es el Cordero de Dios. Los
dos discípulos, al oírle hablar así, siguieron a Jesús. Se volvió Jesús y, viendo que
le seguían, les preguntó: -¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: -Rabbí -que significa:
"Maestro"-, ¿dónde vives? … Al día siguiente determinó encaminarse hacia
Galilea y encontró a Felipe. Y le dijo Jesús: -Sígueme.
buscando a los hombres:
5,14: Después de esto lo encontró Jesús en el Templo y le dijo: -Mira, estás
curado; no peques más para que no te ocurra algo peor.
9,35: Oyó Jesús que le habían echado fuera, y cuando se encontró con él le dijo: -
¿Crees tú en el Hijo del Hombre?
y gritando su invitación en las plazas
7,28.37: Jesús enseñando en el Templo clamó: -Me conocéis y sabéis de dónde
soy; en cambio, yo no he venido de mí mismo, pero el que me ha enviado, a quien
vosotros no conocéis, es veraz…. En el último día, el más solemne de la fiesta,
estaba allí Jesús y clamó: -Si alguno tiene sed, venga a mí; y beba
12,44: Jesús clamó y dijo: -El que cree en mí, no cree en mí, sino en Aquel que me
ha enviado;
Una de las más importantes tareas que emprende la Sabiduría es la de instruir a los
discípulos:
Sab 6,17-19: Su comienzo verdadero es el deseo de instrucción, y desvelo de la
instrucción, el amor. El amor consiste en observar sus leyes, la guarda de las leyes
es garantía de incorruptibilidad y la incorruptibilidad otorga el estar cerca de Dios
que son sus hijos:
Prov 8,32-33: Ahora, hijos, escuchadme: "Bienaventurados los que guardan mis
caminos". Escuchad la instrucción y haceos sabios, no la desdeñéis
Eclo 4,11: La sabiduría exalta a sus hijos, y cuida de los que la buscan.
Eclo 6,18: Hijo, desde tu juventud acoge la enseñanza, y hasta la ancianidad
encontrarás sabiduría
también en Juan los discípulos congregados en torno a Jesús son llamados hijitos:
13,33: Hijo, desde tu juventud acoge la enseñanza, y hasta la ancianidad
encontrarás sabiduría
La Sabiduría pone a prueba a estos discípulos y los forma:
Eclo 6,20-26: Como pedregal es la sabiduría para los ignorantes, y el insensato no
persevera en ella; lo oprime como piedra de prueba, no tardará en arrojarla. La
sabiduría hace honor a su nombre, no se manifiesta a muchos; pero quienes la
conocen permanecerán en la presencia de Dios. Escucha, hijo, ten en cuenta mi
parecer y no desprecies mi consejo. Mete tus pies en sus cepos, y tu cuello en su
argolla. Arrima el hombro y cárgala, no te irrites contra sus cadenas.
hasta que llegan a amarla:
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Prov 8,17: Yo amo a los que me aman, y quienes me buscan de madrugada, me

encuentran
Eclo 4,12: Quien la ama, ama la vida, y cuantos madrugan por encontrarla se
colmarán de gozo
Sab 6,17-18: Su comienzo verdadero es el deseo de instrucción, y desvelo de la
instrucción, el amor. El amor consiste en observar sus leyes, la guarda de las leyes
es garantía de incorruptibilidad
y se hacen amigos de Dios:
Sab 7,14.27: Ella es para los hombres un tesoro inagotable; los que lo alcanzan
consiguen la amistad de Dios, pues les recomienda el don de su enseñanza…. Aun
siendo una, todo lo puede; y, sin cambiar en nada, todo lo renueva; se comunica a
las almas santas de cada generación y las convierte en amigos de Dios y en
profetas
también Jesús purifica y santifica a sus discípulos con su palabra y con la verdad:
15,3: Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado
17,17: Santifícalos en la verdad: tu palabra es la verdad.
y los pone a prueba:
6,67: Entonces Jesús les dijo a los doce: -¿También vosotros queréis marcharos?
hasta que merecen ser llamados sus amigos queridos:
15,15: Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; a
vosotros, en cambio, os he llamado amigos, porque todo lo que oí de mi Padre os
lo he hecho conocer.
16,27: ya que el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis
creído que yo salí de Dios.
Por otra parte, hay hombres que rechazan la Sabiduría
Prov 1,24-25: Puesto que llamé y rehusasteis, extendí mi mano y nadie prestó
atención, despreciasteis todos mis consejos y no quisisteis mi corrección,
Bar 3,12: ¡Has abandonado la fuente de la sabiduría!
Hen 42,2
también en Juan vemos que muchos se niegan a escuchar cuando Jesús les ofrece la
verdad:
8,46: ¿Quién de vosotros podrá acusarme de que he pecado? Si digo la verdad,
¿por qué no me creéis?
10,25: Les respondió Jesús: -Os lo he dicho y no lo creéis; las obras que hago en
nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí.
La muerte es el destino inevitable de los que rechazan la Sabiduría; tampoco llegarán al
conocimiento de la verdad; su gozo en las cosas de la vida es transitorio. La venida de la
Sabiduría, por consiguiente, provoca una ruptura: unos la buscan y encuentran:
Prov 8,17: Yo amo a los que me aman, y quienes me buscan de madrugada, me
encuentran.
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Eclo 6,27: Rastrea, investiga, búscala, y se te manifestará; una vez asida, no la

sueltes.
Sab 6,12: La sabiduría es resplandeciente e imperecedera; los que la aman la
contemplan con facilidad, los que la buscan, la encuentran.
otros no la buscan, y cuando cambian de idea ya es demasiado tarde:
Prov 1,28: Entonces me llamarán y no responderé, me buscarán y no me hallarán
Juan describe con este mismo lenguaje el impacto causado por Jesús entre los hombres:
7,34: Me buscaréis y no me encontraréis, porque donde yo estoy vosotros no
podéis venir.
8,21: Jesús les dijo de nuevo: -Yo me voy y me buscaréis, y moriréis en vuestro
pecado; adonde yo voy vosotros no podéis venir.
13,33: "Hijos, todavía estoy un poco con vosotros. Me buscaréis y como les dije a
los judíos: "Adonde yo voy, vosotros no podéis venir", lo mismo os digo ahora a
vosotros.
Junto a estas comparaciones entre el curso de la Sabiduría y el ministerio de Jesús
podemos encontrar otro paralelo en el Espíritu Paráclito que enseña a los hombres a
entender lo que Jesús les dijo.
También la inhabitación de Jesús en los que creen en él, después de la resurrección:
14,23: Jesús le respondió: -Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le
amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
puede compararse con el poder de la Sabiduría para penetrar en los hombres:
Sab 7,24.27: La sabiduría es el más móvil de todos los movimientos, pues por su
pureza atraviesa y penetra todas las cosas… Aun siendo una, todo lo puede; y, sin
cambiar en nada, todo lo renueva; se comunica a las almas santas de cada
generación y las convierte en amigos de Dios y en profetas