Ensayo sobre el cambio climático y huella de carbono
Es imposible no advertir los diversos cambios que está experimentando
actualmente nuestro planeta Tierra y cómo los distintos ecosistemas que encontramos en él son afectados debido a un aumento en la temperatura promedio, un crecimiento dramático del nivel del mar, incrementos en las olas de calor hasta la migración e incluso extinción de las distintas especies animales producto del radical cambio en su hábitat natural, a consecuencia de esto desde hace un par de décadas ya está arraigada en boca de todos la palabra cambio climático, pero sabemos realmente qué es el cambio climático, cómo esto afecta al diario vivir en el planeta, sus efectos en el medio ambiente y las distintas actividades productivas que se desarrollan en nuestra sociedad, de igual manera es importante preguntarnos qué medidas podemos tomar nosotros para mitigar esta alarmante situación que estamos viviendo.
Si bien la generación de gases de infecto invernaderos (GEI) se da de forma
natural y es sustancial para la supervivencia del ser humano y otros seres vivos, debido a que mantiene el calor del sol en niveles óptimos para la población en la Tierra, un aumento radical en la atmosfera conlleva a catástrofes naturales.
Desde el inicio de la revolución industrial hasta la era de la explotación de los
recursos fósiles, la influencia antrópica ha contribuido progresivamente en la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) y por consiguiente al aumento de la temperatura media del planeta, en los últimos años varios estudios científicos han puesto en manifiesto que el 99,9% de las emisiones de dióxido de carbono de los distintos medios de transportes utilizados han provocado el recalentamiento de la Tierra, debido a que no existe un equilibrio biogeoquímico entre el dióxido de carbono emitido a la atmosfera y el absorbido por los océanos y suelos.
A raíz de esto ha surgido ampliamente en las distintas industrias productivas el
concepto de desarrollo sostenible, lo que representa el principal desafío en cuanto a generar una producción eficiente y a la vez preservar los recursos naturales disminuyendo el impacto ambiental que las distintas actividades generan al planeta, por tanto encontrar el punto de equilibrio entre el desarrollo económico, el beneficio social y la protección al medio ambiente se vuelve imperativo.
Por consiguiente surge la siguiente interrogante, qué sucede actualmente con el
crecimiento económico y la generación de gases de efecto invernadero (GEI) en los países de la unión europea. Diversos informes económicos demuestran que desde el apadrinamiento del Acuerdo de París, las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea se han reducido un 23% entre 1990 y 2016, mientras que la economía comunitaria se expandió un 53% en el mismo periodo, cual es el motivo de que no exista un vínculo entre el crecimiento económico y la generación de gases de efecto invernadero.
Más allá de la utilización de tecnologías innovadoras, un parámetro ampliamente
considerado a nivel mundial para llevar a cabo esto es mantener un control de la denominada huella de carbono, este instrumento consiste en calcular las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para determinar, evaluar y comunicar el efecto de los productos, servicios y organizaciones en el cambio climático. Esto ha tomado protagonismo en prestigiosas empresas europeas que contribuyen a la disminución de la huella de carbono y al desarrollo sustentable en donde las actividades, procesos y servicios llevados a cabo al momento de generar un producto son de suma importancia y juegan un rol fundamental en la etapa de valorización de este.
Hoy en día países desarrollados como Suecia y Dinamarca están aplicando
medidas estratégicas más verdes y conscientes en la gestión de compras con sus proveedores, es por ello que en el último año Chile ha estado en la palestra del país nórdico y ha sido alarmado debido a sus malas prácticas en materia de desarrollo sustentable en la producción de paltas específicamente en la localidad de Petorca, lo que retribuye a la radical decisión que han tomado dos grandes cadenas de supermercados en Dinamarca de no importar paltas originarias de esta comuna, esto es un hecho real que está sucediendo, pero cómo dimensionarlo y entrelazarlo a uno de los grandes commodities tranzados en la bolsa de comercio, como lo es el cobre, cómo en un futuro cercano su valorización tendrá una estrecha relación con las emisiones generadas en las distintas etapas de producción, debido a las nuevas medidas de gestión implementadas en los principales países importadores del metal rojo con responsabilidad y compromiso ambiental que un bajo valor en el cálculo de la huella de carbono incrementa significativamente la valorización del producto .
Es necesario que como sociedad tomemos cartas en el asunto y aceptemos que el
cambio climático existe y no es una teoría, países desarrollados ya han invertido en la implementación de tecnologías innovadoras para mitigar los impactos ambientales, Suecia ya incluye en sus boletas además de los productos comprados los valores de las emisiones emitidas durante el procesamiento del producto generado. Es decisión de nosotros como seres humanos preservar la calidad de vida y la conservación de nuestro planeta para las generaciones futuras.