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237-254
Jaime Moreno G.
Profesor de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
Universidad de Chile
Socio del Centro de ESiUdios CuliUrales
Oriente-Occidente
Escritura
Escribas
(*) Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo y patrocinio de FONDECYT para el Proyecto de
Investigación "El dios y héroe Gilgames en la tradición del Medio Oriente Antiguo".
(**) Ver, sobre esto, con mayor detalle, Ana/es Fac. Teo/. PUCCH. 38 (1988), 37-43.
238 JAIME MORENO G.
Tensos entre la tradición que se les imponía y los problemas de las nuevas situa-
ciones, los escribas fueron elaboradores de visiones de mundo cambiantes y estables al
mismo tiempo.
Ellos legaron el "corpus" escrito donde consignaron el producto de su reflexión
acerca de "temas filosóficos" y de "la vida cotidiana". Transmitieron las ciencias e
impulsaron su crecimiento desde la lingüística hasta las matemáticas, desde la medicina
hasta la astrosofía. La literatura y la música estuvieron en su mano, lo mismo que el
derecho y las relaciones internacionales, vía la burocracia de cancillería y la asesoría a
los gobernantes.
Finalmente, hay que decir que los escribas contribuyeron a la unificación cultural
de la zona y a la internacionalización de la sabiduría por ellos cultivada.
Ello se debió a su sentido de grupo con intereses comunes, a la formación básica
"standard" recibida, en una palabra, al ser ellos una especie de corporación sólida y de
prestigio, robustecida por
"la larga duración del aprendizaje (que) no podía sino impregnar a los aprendices
de este arte con el espíritu de sus maestros" (BWL., p. 7s.).
La é.dubba fue la institución que agrupó a los escribas, tanto para el desarrollo
de su trabajo científico-humanista como para la formación de los jóvenes aprendices
que mantendrían la continuidad del sistema.
Samuel N. Kramer cree posible rastrear hasta más o menos el 3000 a. C. las
huellas de los escribas que pensaban ya en términos de maestro-discípulo, profesor-
alumno. Hacia el 2500 a. C. debió haber una cantidad apreciable de escuelas a 10 largo
y ancho de Súmer, pero el sistema floreció y llegó a su madurez en la segunda mitad
del tercer milenio.
Bajo la Tercera Dinastía de Ur, la é.dubba llegó a su momento de mayor lustre.
El aparato administrativo regio, las necesidades de cancillería, comercio, tribunales, el
impulso dado a la creación cultural exigieron cada vez más de los escribas. Su adecua-
da respuesta prestigió tanto al gremio como a la institución que los cobijaba. Particular-
mente sobresaliente fue la é.dubba de Nippur.
1.2.1. La épica
Se han recuperado nueve cantos épicos sobre dichos héroes. Ellos pueden ser
ordenados en dos ciclos: el Ciclo de Enmerkar y el Ciclo de Gilgames.
Los temas astrológicos (el Sol, la Luna, Venus) ocupan un lugar que vale la pena
destacar junto a hechizos, conjuros y sueños.
Aparece el tema de los dioses que deciden los destinos de las ciudades, de los
señores y héroes.
Los restantes cuatro cantos del Ciclo de GilgameS se abren hacia temas más tras-
cendentes y polisémicos que les asegurarán la sobrevivencia en la tradición posterior:
En el Segundo Canto, GilgameS es el mortal acosado por el peligro y la certeza de
la muerte. Quiere evadirla adquiriendo fama, "haciéndose un nombre" y al inten-
tarlo cae en la polaridad de la benevolencia del dios-Sol Utu y la animosidad de
Enlil.
En el Tercero, el sei'ior parece rechazar la oportunidad de convertirse en un dios
(Dumuzi) encamado al rechazar convertirse en el esposo de la diosa Inanna.
Aparentemente rechaza un tipo de "hybris", pero no lo hace sino para caer en
otra: oponerse al deseo de su diosa y entrar en lucha contra ella.
En el Cuarto Canto el protagonista reúne distintos rostros: comienza como rey-
caballero, socorredor de su diosa-dama; continúa como brujo maligno que abusa
de sus poderes en perjuicio de su ciudad y concluye como amigo desconsolado
por el destino de su siervo.
En el último, Gilgames aparece en la majestad divina de rey en el Mundo Inferior.
Toda esta literatura está saturada de cerebralidad, tanto en sus recursos (las figu-
ras gramaticales priman sobre las figuras literarias) como en su temática en que es
perceptible tanto el compromiso político de la é.dubba como su confianza en la razón.
La confianza en la organización y administración racional de un imperio exitoso
no pudo sino revertir en la percepción del Universo como un Cosmos bien ordenado y
administrado por dioses reyes-administradores reflejados en los reyes-dioses de la di-
nastía.
Lo que hemos llamado cerebralidad o frialdad literaria posiblemente no es sino un
índice más de la confianza en la razón. No se excluye la emoción ni el sentimiento,
pero prima la racionalidad.
Los himnos al rey y los cantos de hierogamia fueron un género que adquirió
mucha robustez en la época.
Quizás retomando intentos de la época sargónida, los reyes de Ur III aspiraron a
los honores divinos y los lograron.
Al interior del sistema religioso sumerio existían algunos elementos que abrían la
posibilidad de desarrollo de este "dogma" que constituyó un atractivo bastante perma-
nente para los dinastas mesopotámicos y que la cultura de la zona, en general, rechazó.
Uno de estos elementos fue el rito de la hierogamia.
La hierogamia o unión sexual sacra, atestiguada con seguridad desde esta época
de Ur I1I, es un momento ritual muy fuerte y clave en el sistema religioso. En dicho
rito, una sacerdotisa encama y representa a la diosa de la fertilidad Inanna; el rey, por
LA UTERATURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 241
CANTO DE AMOR
Yo te enseñaré, yo te enseñaré:
-"Una amiga me llevó a la plaza,
me detuvo cantando y bailando.
Su canto dulce lo cantó para mí;
en dulce deleite pasé el tiempo allf'-
Así engañarás a tu madre.
Mientras, a la luz de la luna, entrégate al ardor:
Te prepararé un lecho puro, dulce, noble.
El tiempo pasará dulce contigo en dulce plenitud.
Es un SAGIDDA.
El genio amorreo
"alimentado por las antiguas tradiciones de Súmer y A.kkadvivificado por nueva
levadura, ese genio manifiesta en todos los terrenos una potencia creadora y una
espontaneidad de expresión que rara vez volverá a encontrarse en tiempos poste-
riores".
(R. Labat, Las antiguas ciencias del Oriente, p.89)
(Yale, 1, 140-148)
Una (diosa) cervecera anónima tienta a Gilgames con el "carpe diem" para que
cese en su búsqueda de la vida.
Ya hemos dicho que con el fin de la Tercera Dinastía de UR la é.dubba había co-
menzado a decaer. La organización de los escribas comienza a tomar nuevos cauces. Se
organizan en "familias" (no necesariamente de parientes) de maestros y discípulos que
remontan a un ancestro, sabio célebre, cuya descendencia intelectual se prolonga en
algunos casos hasta la época seléucida: Sin-leqe-unninni, Ekur-zakir, l}unzu, Ah'utu,
Nanna-Utu, Arad-Ea son algunos de los nombres ancestrales que han llegado hasta
nosotros.
A modo de ejemplo, véase la "familia" de Sin-leqe-unninni, sabio maestro de
especial interés por haber sido aparentemente un momento decisorio en la tradición de
la épica de GilgameS:
LA UTERA TURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 245
-------
Itti-Ani-nuhsu
Sin-leqe-unninni
-------- Lusi-ana-nur-Erra
IVI
Anu-belSunu Rimut-Nabu
I
Itti-Ani-nuhsu
I
Marduk-sarrani
I u
Anu-uballit
Itti-Ani-nuhSu Nidinti-Ani
I v
I
Nidinti-Ani
Nidinti-Ani
-------------
Anu-belSunu
Anu-aba-uter
I I I I
Anu-iqisani Ilut-Ani Anu-balat-su-iqbi Anu-belsunu
I I
Mannu-iqap Nidinti-Ani
I
Anu-aooe- idin
(BAK, p. 17)
"Yo, Saggil-kinam-ubbib,
(sacerdote) masmasu, soy devoto tanto del dios
como del rey".
La Epica de Erra tiene hacia el final un discurso del dios Isum que, en la parte
que nos interesa, declara:
3.2.1. El diálogo
Con antecedentes en las antiguas disputas por la excelencia entre dos oponentes
(animales, árboles, estaciones climáticas ...), el género llega a su madurez en esta época.
Ahora la forma dialogal se emplea para tratar temas más comprometedores. La ventaja
del diálogo es que permite tratar un problema desde distintos puntos de vista, discerniendo
matices y subrayando aspectos que una sola visión podría descuidar o aplanar.
Hay dos posibilidades de cerrar el debate. O bien el autor deja abierto el problema
para que el lector saque sus propias conclusiones o bien toma partido y hace que una de
las partes venza y así el mensaje se hace unívoco. Ambos tipos de conclusión se hallan
en los diálogos kassita.
En la ya mencionada Teodicea Babilónica la discusión queda abierta. Dos sabios
se enfrentan. Uno de ellos presenta las miserias, desdichas e injusticias de la vida.
"¿Puede asegurarse una vida agradable? ¡Quisiera saber cómo hacerlo!" (1. 33)
"Van por la vía de la prosperidad los que no se preocupan de su dios;
se empobrecen, son despojados los que oran a la diosa". (11.70-71)
"El dios a un (demonio) sarraba no le cierra el paso". (1. 244)
"Alaban la palabra de un poderoso hábil en el crimen
y humillan al débil que a nadie hizo dafio". (11.267-268)
¿Conclusión?
"¡Esclavo, escúchame!"
"Aquí estoy, señor, aquí estoy".
"¡Quiero hacer una revolución!"
"Hazla, señor, hazla. Si no haces una revolución ¿de dónde sacarás vestidos?
¿Quién te dará para que llenes la panza?"
"¡No, esclavo! ¡No vaya hacer una revolución!"
"El hombre que hace una revolución o es muerto o es desollado,
o es cegado, o es arrestado, o es arrojado a prisión". (11.39-51)
"¡Esclavo, escúchame!"
"Aquí estoy, señor, aquí estoy".
"Rápido: Búscame agua y dámela para mis manos.
¡Un sacrificio para mi dios quiero hacer!"
"Hazlo, señor, hazlo. El hombre que hace sacrificios a
su dios alegra su corazón; ganancia sobre ganancia hará".
"No, esclavo: ¡Un sacrificio para mi dios no vaya hacer!"
"No lo hagas, señor, no lo hagas: Al dios lo acostumbrarás a andar
como un perro detrás de ti. Te pedirá:
"¡Mis ritos!". O te pedirá: "¡A tu dios consulta!" o
cualquier otra cosa".
Por su lado, y con sus características propias, la devoción de la época se hace eco
también de la situación ambiental.
En la época kassita se desarrollan cuatro tipos de oraciones muy característicos:
En este apartado vamos a preocuparnos tan sólo de una institución en que los
sabios mesopotámicos desarrollaron su labor: La Biblioteca de Assurbanipal.
No es este el lugar para intentar ni siquiera el esbozo de una historia de las
Bibliotecas en el Medio Oriente Antiguo, lo que sería un bello capítulo de la vida
cultural de la zona. Contentémonos con algunas notas acerca de esta famosa institución
de la época neoasiria.
Tenemos noticias de Bibliotecas en varias localidades, en Buzunum, Assur, Kalou,
Nínive, Uruk, tanto estatales (del Rey) como particulares: el médico Adad-sumu-usur,
educador de Assurbanipal y de su hermano, poseyó una; el astrólogo Nabu-zuqup-kena
tuvo también la suya. Pero ciertamente la más famosa y conocida de todas es la que
organizó el Rey Assurbanipal.
La Biblioteca fue formada por distintos medios: hubo un trabajo de escribas y
sabios en ella radicados (***), se enriqueció con las obras que a ella llegaron como
botín de guerra. El Rey ordenó confiscaciones y recibió donaciones más o menos
forzosas. (Las Bibliotecas de los mencionados Adad-sumu-usur y Nabu-zuqup-kena
fueron alguna vez incorporadas a la Biblioteca Real).
Vamos a trascribir "in extenso" una carta real a un tal Sadunu, carta de la cual se
suelen encontrar sólo extractos:
"Palabra del rey a Sadunu:
Yo estoy bien; ¡que estés contento!
El día en que veas esta carta mía, toma contigo a Sumu, el hijo de Sumaukina, a
Bel-etir, su hermano, a Apla, hijo de Arkat-ilani y a la gente de Borsipa a quien tú
conozcas y busca todas las tablillas depositadas en el templo de Ezida y reúne las
tablillas del... del Rey, de las tablillas para los días del mes de Nisan, la piedra ...
del mes Tirsri, de la serie "Bit-Sala", la piedra ... para calcular el día, las cuatro
piedras ... para la cabecera del lecho real y el real... los leños "akarinnu" y cedro
para la cabecera del lecho real, la serie "Conjuros: Que Ea y Marduk perfeccionen
la sabiduría", todas las series que allí tienen que ver con la guerra, además de
todos los documentos que hay, la serie "En la batalla un cetro (?) no se acercará al
hombre", la serie "Edin-na dib-bi-da e-gal-tur-ra", conjuros, oraciones, inscrip-
ciones en piedra y las que sean excelentes para la soberanía, la serie (?) "Takpirti
ali IGI-NIGIN-NA" y todo lo que pueda ser necesario para el palacio. Busca las
tablillas raras que puedas hallar en tu camino y que no estén en Asiria y envíame-
las. Mando las autorizaciones para el "Satam" y el "Saku". Ponlas en tu caja. Que
nadie retire las tablillas de ti. Y si hay alguna tablilla o conjuro que yo no te he
mencionado y es útil para mi palacio, búscala, consígnala y envíamela".
(Ver R. Campbell Thompson, Semitic Magic, Ktav Publ.,
New York, 1971, pp. xxxvii, s.)
(*U) Sabemos de la existencia de dos organizaciones de sabios. Hubo una "abbat sarri" (=" Asamblea del
Rey") o "tapburti ummani" (= "Consejo de sabios"), especie de Real Academia de Ciencias y
Humanidades, ciertamente vinculada a la Biblioteca del Palacio.
Hubo, además, una "bit mumme" (= "Casa de la Sabiduría") que probablemente funcionó vinculada
al Templo de Nabu de Nínive, que también poseía su propia Biblioteca. Ver y completar el citado
arto de Anales Foc. Teol. PUCCH 38 (1988), 42-44.
LA UTERATURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 251
La situación de los sabios neoasirios era envidiable bajo muchos aspectos. Desde
todos los rincones del imperio confluían a la capital distintas obras en variadas edicio-
nes. El bien intelectual acumulado por siglos se iba concentrando en Nínive.
Una de las primeras tareas que se sintieron como urgentes fue la realización de
ediciones críticas de las grandes obras que se acumulaban. Los colofones dan testimo-
nio de esta actividad. En forma casi monótona se repiten fórmulas acerca del trabajo
realizado:
"Según tablillas de arcilla y de madera, ejemplares del país de Assur, del país de
Súmer y de Akkad. Yo lo he hecho escribir, revisar y colacionar por la 'taphurti
ummani' n.
mi señor, el Rey, alcance una gran vejez. Alegría ... (demasiado fragmentario) ...
El anciano de mi señor, el Rey, yo soy ... Que del bienestar de mi señor, el Rey,
yo oiga para que mi corazón reviva".
"Para Nabu, el hijo perfecto que inspecciona la totalidad del cielo y la tierra
el que toma la tablilla de madera,
el que empuña el cálamo de las tablillas del destino,
el que prolonga los días,
el que hace vivir a los muertos,
el que otorga luz a los hombres confusos,
(BAK 328)
Bajo esta formulación quiero decir lo siguiente: El escriba como ser individual
queda supeditado a su función tradicional. De otra manera: la tradición se impone
de tal manera que la individualidad del escriba-trasmisor queda supeditada y
como desplazada del centro de la escena.
No se siente autor, sino depositario de un bien precioso recibido y heredado.
Esta puede haber sido una característica que explique el anonimato de tantas
obras que hemos heredado de Mesopotamia. Probablemente la cuestión de la
autoría de una obra era irrelevante para los brillantes letrados mesopotámicos
que, salvo excepciones, no sintieron la necesidad de firmar sus obras.
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5.4. Finalmente hay que subrayar que fidelidad a la tradición no significa repetición.
No es más fiel quien mejor repite. Se trata de crear dentro de y con el material
recibido.
El "fiel" es hijo: recibe una herencia genética de sus padres, pero no los repite.
Invierte la herencia recibida y produce nuevos talentos. Y en eso estamos.
5.5. Estas características del "estilo escribal" deben ser tenidas en cuenta a la hora de
valorar el trabajo de redacción y de trasmisión del texto bíblico.
Quienes tuvieron la responsabilidad creativa y conservadora del texto sacro no
llegaron a un suelo virgen. Había antecedentes importantes que propusieron mo-
delos y métodos para la tarea que tomaron en sus manos.
REVISTA
UNIVERSITARIA
Publicación trimestral
editada por la
Universidad Católica de Chile