Modelos y teorías de la comprensión lectora

El proceso lector

LA LECTURA COMO PROCESO

MODELOS Y TEORÍAS DE LA COMPRENSIÓN LECTORA

Certificado por Universidad de los Andes

y dictado con la flexibilidad de eClass

C
uando preguntamos a la gente qué es para ellos leer y
qué es comprender, sus respuestas pueden agruparse
en dos grandes categorías.
Para muchas personas leer es descifrar un mensaje, es
transformar los signos en el papel en palabras habladas.
Para otros leer es construir significado, es tomar las palabras
del texto e interpretar un mensaje. Estas dos miradas fueron,
por muchos años, antagónicas. Es decir, había quienes
defendían una postura más centrada en la decodificación del
mensaje, y otros que defendían una postura más arraigada en
la construcción de significado.
de comprender qué era lo esencial en el proceso lector. La
comisión fue creada desde el Instituto Nacional de Salud
Infantil y Desarrollo Humano de Estados Unidos (NICHH,
2000) Esta información era necesaria para formular las
políticas públicas respecto de cómo debía enseñarse la lectura
en dicho país. El National Reading Panel (así se denominó a esta
comisión), concluyó que había cinco aspectos de la lectura que
eran necesarios para ser un lector competente: la conciencia
fonológica, la decodificación, la fluidez, el vocabulario y la
comprensión. La figura 3 muestra estos componentes. En los
párrafos que siguen explicaremos cada uno de estos aspectos
y su importancia.

Actualmente, los especialistas en lectura coinciden que ambas

miradas son complementarias, pues la lectura es más bien vista
como un proceso que como un producto. En el proceso de leer
intervienen actividades como decodificar, pero éstas están al
servicio de un objetivo más importante que es la comprensión.

Leer puede implicar descifrar un

mensaje para construir significado,
logrando la comprensión.
A inicios del siglo XXI, una comisión de expertos en Estados
Unidos indagó en cientos de miles de publicaciones que
investigaron distintos aspectos de la lectura para tratar

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El proceso lector
Conciencia Fonológica
La conciencia fonológica se describe como la capacidad
de identificar, distinguir y manipular sonidos o fonemas al
interior de palabras. Los fonemas son las unidades mínimas
que componen el lenguaje, es decir los sonidos que forman
parte de todas las palabras. Se diferencian de los grafemas,
que son las letras que los representan en el lenguaje escrito.
Ejemplo
El experto chileno Luis Bravo Valdivieso y sus colegas Malva
Villalón y Eugenia Orellana (2006) definen la conciencia
fonológica como “la toma de conciencia de los componentes
fonéticos del lenguaje oral y el dominio de diversos procesos
que los niños pueden efectuar conscientemente sobre el
lenguaje oral” (p. 53).
Ahora bien, la conciencia fonológica tiene distintos niveles
de desarrollo, siendo el sonido el más pequeño y la palabra
el nivel más grande (además existe el nivel de conciencia
silábica en el cual se espera que la persona sea capaz de
distinguir y manipular sílabas al interior de una palabra).
Villalón (2008) postula que “la conciencia fonológica es una
capacidad metalingüística o de reflexión sobre el lenguaje
que se desarrolla progresivamente durante los primeros
años de vida, desde la toma de conciencia de las unidades
más grandes y concretas del habla, las palabras y sílabas,
hasta las más pequeñas y abstractas, que corresponden a los
fonemas” (p. 88).
Decodificación
La decodificación es la capacidad de asignar a cada letra o
grafema su correspondiente sonido o fonema, con el fin de
formar palabras, leerlas y comprender su significado. Es
una habilidad fundamental para la comprensión, ya que sin
decodificación no hay lectura y por ende no hay comprensión.
La mayoría de los niños aprende a decodificar a través de la
enseñanza formal en los primeros años de educación básica.
Algunos, más expuestos a interacciones con texto escrito, lo
hacen sin la ayuda del adulto. El desciframiento o decodificación
depende del conocimiento del nombre y sonido de las letras y
del adecuado desarrollo de la conciencia fonológica. Tanto la
decodificación como la conciencia fonológica son importantes
predictores de la lectura en los años posteriores.
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Fluidez
La fluidez se refiere a la capacidad de leer un texto más
extenso con precisión, automaticidad y prosodia. La fluidez
en la lectura se demuestra cuando la lectura oral suena como
el hablar natural de una persona. Esto implica que el lector
no necesita decodificar las palabras letra por letra, sino que
las lee en forma automática (demora menos de un cuarto de
segundo). Además, como el lector es capaz de identificar las
palabras que le son más familiares a golpe de vista usualmente
no se equivoca ni necesita repetirlas.
Una lectura fluida además denota entonación y un uso
adecuado de los signos de expresión y puntuación.
Cuando una persona lee un texto en forma fluida resulta
fácil comprender de qué trata un texto, pues se hacen pausas
cuando hay comas o puntos, la entonación cambia si se trata
de una pregunta o de una exclamación, y por lo tanto el texto
al ser escuchado se hace comprensible. Muchos estudios han
demostrado que la fluidez en la lectura también contribuye al
desarrollo de mayores niveles de comprensión.
Vocabulario
El vocabulario es el conocimiento del significado de las palabras
de un texto escrito, incluyendo sus distintas acepciones. El
conocimiento del significado de las palabras se incrementa en
gran medida a través de la lectura, por eso sabemos que las
personas que leen más suelen tener un vocabulario más amplio
que quienes leen menos, y al tener un vocabulario más amplio,
les es más fácil comprender aquello que leen. La relación, por
tanto, entre comprensión y vocabulario es bidireccional.
Se sabe que el vocabulario se incrementa en 1000 a 1500
palabras en cada año de la vida escolar, de ahí que sea
importante que se intencione su enseñanza. Conocer el
significado de las palabras implica saber utilizarlas en
distintos contextos, comprender cómo esas palabras
se relacionan con sus sinónimos y antónimos, y cómo
cambian el significado de una oración cuando no son usadas
adecuadamente.
Comprensión
Finalmente, la comprensión es la construcción de significado
a partir de lo leído. Para comprender un texto se necesita que
aspectos tales como la conciencia fonológica, la decodificación
y la fluidez estén plenamente desarrollados y ocurran durante
la lectura de manera automática. Así, los procesos cognitivos
pueden focalizarse principalmente en la comprensión de las
ideas en el texto, interpretándolas a partir de lo que el autor
dice en la lectura y también con aquellos conocimientos
previos que el lector trae al proceso lector.
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El proceso lector

La comprensión se ve afectada por cada uno de los
aspectos que describimos. Por ejemplo, un lector que ha
adquirido cierta automaticidad en los procesos básicos
de decodificación, conciencia fonológica y fluidez, pero
tiene un vocabulario pobre, tendrá tantas dificultades para
comprender un texto como quien no tiene bien desarrollada
la decodificación, pero tiene un buen vocabulario. Por esta
razón decimos que estos cinco aspectos deben articularse de
manera integrada para que la lectura sea exitosa.
En los años posteriores a las conclusiones del National
Reading Panel, muchos expertos agregaron otros
factores a los 5 aspectos antes mencionados. Para algunos
autores, la lectura requiere de los conocimientos previos, del
adecuado uso de estrategias para comprender, y de la
motivación, para nombrar algunos. Hay estudios que han
demostrado la incidencia de estos aspectos en mejores
resultados en comprensión.
Si bien los cinco subprocesos que definimos anteriormente se
desarrollan de manera integrada, hay, por así decirlo, períodos
en la vida escolar en que unos se intencionan más que otros,
o en que es fundamental que los alumnos hayan adquirido
cierto dominio de dicho proceso.
Por ejemplo, la conciencia fonológica debe trabajarse
fuertemente en la educación pre-escolar, y en primero y
segundo básico, en paralelo con el dominio del nombre y
sonido de las letras y la decodificación. Un niño que no ha
adquirido estos procesos a tiempo corre con una enorme
desventaja respecto de sus pares que sí los dominan.
Como se observa en la figura 4, existe un continuo en el
desarrollo de estos subprocesos a lo largo de la vida escolar.

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