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Nicaragua: Puesta en perspectiva y

coyuntura

Corresponsal de A l'encontre 18/08/2018

1. Los cambios, como siempre ha sucedido, dependen de la correlación de fuerzas implicadas en


cada momento. La solución para una salida del gobierno Ortega-Murillo no debe de excluir la
flexibilidad táctica.

2. A partir de abril de 2018, la profundización de la crisis sociopolítica obligó al gran capital a dar un
paso atrás ante la evidencia de la represión y del deterioro de las relaciones con los Estados Unidos.
Sus intereses económicos podrían venirse abajo y con ello sus intereses estratégicos. Las
circunstancias y el temor ante lo que podría llegar a ocurrir, obligaron a modificar en parte los planes
diseñados con el co-gobierno Ortega-Murillo.

3. Antes de abril de 2018, los miembros de la clase dominante nunca pensaron apoyar un proceso
democrático real. Por ejemplo, después de las elecciones de noviembre de 2016, cuando Ortega
suprimió todo vestigio democrático, cancelando la personería jurídica de los partidos de oposición y
reprimiendo los movimientos sociales y la manifestaciones de todo tipo, se callaron y avalaron al
gobierno Ortega-Murillo.

4. El movimiento de abril de 2018 fue el resultado de una multitud de acciones de la sociedad


nicaragüense: 95 marchas de la resistencia campesina a la concesión canalera, el movimiento
contra la concesión minera de Rancho Grande (Matagalpa), la lucha de los mineros de la Mina El
Limón, las luchas de las mujeres de Ocotal, las huelgas de los trabajadoras/trabajadores de la Zona
Franca, las luchas de los ecologistas por la sustentabilidad ecológica (Bosawas e Indio Maíz), las
luchas de los estudiantes en apoyo a las personas de tercera edad, las movilizaciones contra la
violencia de género, etcétera.
5. El movimiento social de abril de 2018, demostró, a pesar de las políticas impuestas por la lógica
del control-represión, que la sociedad estaba en franco movimiento, capaz de manifestarse en las
circunstancias más adversas. Es esa sociedad la que hizo posible el nacimiento de este movimiento
sociopolítico que lucha por un espacio democrático.

6. El objetivo inicial del movimiento de abril surgió con la intención de volver a dar un contenido
democrático a una instancia que los había perdido, incluidos los aspectos formales. En los pasados
once años (2007-2018) el Estado se convirtió en un recinto con acceso casi exclusivo a un estrato
parasitario, una "clase" política dominante/corrupta que está dispuesta a conservar el poder a
cualquier costo.

7. El error en política consiste, frecuentemente, en creer que la gobernabilidad de un Estado emana


de la represión del parte de la clase dominante y no del consenso de la sociedad. Por eso Ortega-
Murillo no pueden comprender que no entendieron el origen de la crisis sociopolítica.

8. Por esa falta de comprensión (con sus raíces materiales), el gobierno Ortega-Murillo acusa a los
Estados Unidos de instigador de la crisis sociopolítica que enfrenta Nicaragua y decide recurrir a la
represión como método para resolverla. La intransigencia de Ortega ha llevado al país a una
profundización de la crisis. Mientras tanto, el ejército de hormigas sigue resistiendo.

9. La alianza de Ortega-Murillo con el gran capital desnaturalizó la democracia incipiente y facilitó la


concentración de la riqueza en pocas manos; se estableció así una distribución (¿o negativa?) de la
riqueza invertida. Ese esquema de poder no tomo en cuenta que el mercado no resolvía las
desigualdades sociales sino la agudizaba.

10. El gobierno Ortega-Murillo olvidó que la mejor política social es una política económica dirigida al
crecimiento y a la igualdad. La política social debía estar dirigida a proteger a los más débiles. El
gobierno y el gran capital olvidaron que es indispensable para un sistema político-económico
articulado por la desigualdad y competencia era necesario un mínimo de gobernabilidad democrática
y de juego político.

11. Si el empleo y los salarios dignos no estaban inscritos en una estrategia de desarrollo de largo
plazo, la política social no podía ser duradera ni soportar la presión de los “de abajo”, que están
convencidos de la necesidad de salir de la pobreza. Tampoco, a mediano y largo plazo, era posible
una estabilidad social o política sin la construcción e implementación de una política económica
distributiva.

12. Los salarios fueron severamente atacados por la financiarización de la economía, siendo la
contrapartida la obtención de enormes beneficios destinados a las actividades financieras, rentistas y
especulativas. Al mismo tiempo, la inversión privada privilegió actividades improductivas. El gasto
público privilegió actividades que demandaba la globalización internacional (carreteras,
telecomunicaciones, puertos, sin mencionar los proyectos extractivistas, etcétera).
13. El gobierno Ortega-Murillo mantuvo contraída la inversión social en salud y en educación,
manteniendo los mismos niveles de inversión que ejecutaron los anteriores gobiernos neoliberales
(Alemán y luego Bolaños 1997-2007). Los Ortega-Murillo posibilitaron un reacomodo de las distintas
fracciones de la clase dominante en el reparto de los excedentes económicos; es decir, se produjo
un lavado de cara de las entidades retrógradas del Estado neoliberal.

14. Los fenómenos sociales suceden si se dan las condiciones objetivas y subjetivas en un
determinado momento. El gobierno Ortega-Murillo, desde hace años, ha entrado en un proceso de
degradación sociocultural que arrastra a toda la sociedad hacia la debacle y la inviabilidad del
modelo político autoritario, sin tener la capacidad de encontrar una solución. Es decir, el modelo
implementado entró en crisis, y el gobierno no puede elaborar una solución en un marco de
inmovilismo político.

15. La corrupción gubernamental ha sido un síntoma visible de la degradación de la “nueva clase” en


el poder. Con la aparición del dinero venezolano, sin ningún control, se dieron condiciones objetivas
para el robo y saqueo en detrimento del pueblo y con el consiguiente beneficio de la clase
dominante. El dinero venezolano fue el aceite para la maquinaria de la corrupción que permitió la
estabilidad del gobierno en los últimos años.

16. Durante once años, se han conocidos diferentes escándalos: tráfico de influencia, relaciones
turbias con empresarios, etcétera. El pueblo percibe la podredumbre de la degradación de los
funcionarios gubernamentales y de sus socios, ya que es víctima del robo, del atropello a sus
derechos, de su chantaje, de su violencia y de su desprecio cotidiano.

17. Al terminarse el dinero venezolano, la política social como alivio transitorio dejo de ser efectiva
para legitimar el gobierno autoritario. Con el dinero venezolano impulsaron un conjunto de
programas sociales focalizados principalmente en garantizar una base social clientelista, pero
inefectivos para disminuir la pobreza como estrategia de desarrollo social.

18. El gobierno Ortega-Murillo se acerca rápidamente a la insolvencia política, punto en el que sus
debilidades exceden su habilidad para defenderlos. El gobierno está en jaque. La profundización de
la crisis y el aislamiento internacional no le conviene a la nueva clase para su permanencia en el
poder, ya que el gobierno ha perdido la confianza de los inversores internacionales, de sus socios de
la empresa privada local y/o regional.

19. Las relaciones del gobierno Ortega-Murillo se encuentran en el punto más bajo de los últimos
once años. ¿Ortega-Murillo podrá alcanzar una nueva “detente” con los Estados Unidos? ¿Podrá
disminuir las contradicciones estratégicas con el establishment político norteamericano y con la
"clase política" nicaragüense y centroamericana?

20. Los asesores del gobierno piensan que haciendo algunas reformas pueden salir de la crisis. Son
los que promueven la estrategia del aterrizaje “suave”, lo que implica aislar/golpear a los elementos
“radicales” que plantean la salida inmediata de Ortega.
21. Los elementos favorables de la salida “suave” proponen reformas electorales y el adelanto de las
elecciones al 2019 en lugar de 1921, piensan que es el camino de la “moderación” y de la “sensatez”
para evitar el caos y el vacío de poder.

22. Sin embargo, mientras la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) propone un
diálogo para encontrar una salida a la crisis, Ortega solo habla de guerra. La gravedad de la
situación ha llevado a que desde el exterior se esté exigiendo a Ortega la apertura de negociaciones
con la ACJD.

23. Las fuerzas partidarias de tomar distancia con respecto al gobierno Ortega-Murillo piensan, en su
mayoría, que el hecho de mantenerse acopladas a Ortega tendría efectos negativos en sus
relaciones con la comunidad latinoamericana; a pesar de que en el pasado reciente han sido aliadas.
Ortega necesita a la comunidad internacional para estabilizar el país, necesita evitar el aislamiento
(económico, financiero, político, etcétera).

24. Sin embargo, Ortega carece de influencia para contrarrestar la presión norteamericana en la
Organización de los Estados Americanos (OEA) y en otros organismos internacionales. El peligro
para Ortega es que los Estados Unidos han puesto el tema Nicaragua en la agenda de la OEA
desde junio 2018. Estados Unidos necesita estabilidad en la región centroamericana para controlar
la migración y el narcotráfico.

25. Estados Unidos ha declarado que el gobierno Ortega-Murillo “es responsable en última instancia
de los grupos paramilitares favorables al gobierno que han brutalizado a su pueblo”.

26. Con la represión Ortega creía haber triunfado; sin embargo, con su estrategia represiva liquidó el
sistema político corporativo en vigor (gran capital y clan Ortega-Murillo), provocó la repulsa pública,
el rechazo total del autoritarismo. Y derrota histórica, para el régimen Ortega-Murillo, ha forzado al
gran capital a tomar distancia del carnicero de El Carmen (del nombre del barrio de Managua
transformado en búnker, refugio del gobierno).

27. En esta fase, dominada por el aislamiento de Ortega-Murillo, la tendencia general es el aumento
de la represión generalizada, el incremento del desempleo, el odio hacia la nueva clase y de sus
paramilitares por parte de la mayoría de la población.

28. Entre los sectores de los dominantes también existen diferencias, y aunque éstas sean de orden
político y económico, las fracciones dominantes están bajo la órbita del capital financiero y tienen
objetivos comunes, aunque haya divisiones resultantes de la historia así como de orden cultural.

29. Dado el hartazgo generalizado y el fracaso del modelo Ortega-Gran capital, que causó un
empobrecimiento general de la población y que generó esta nueva dictadura, hay que recordar que
hace 40 años la población nicaragüense se levantó en armas contra la dictadura somocista. Lo que
presenciamos desde el 18 de abril es un verdadero levantamiento social y pacífico contra la nueva
dictadura de Ortega-Murillo.
30. Si bien hay quienes no aceptan que el régimen Ortega-Murillo represente un intento de crear una
nueva dinastía, no pierden de vista la regresión democrática de los últimos once años (2007-2018) y
no aceptan que se esté instaurando una situación parecida a la dictadura/dinastía somocista.

31. En América Latina y en Europa, muchos creen que Ortega es revolucionario que piensa y actúa
siguiendo el camino del proceso revolucionario de los años ochenta del siglo pasado. También hay
quienes tienen una formación dogmática de la que no se han podido desprender, y tienden a
simplificar las cosas: piensan que el Ortega actual es igual al Ortega pasado. Los dogmáticos, no
son capaces de analizar seriamente la nueva realidad sociopolítica y económica. [También han
borrado de su memoria las leyes 85 a 87, adoptadas entre el 29 de marzo y el 2 de abril de 1990,
que validaron las apropiaciones de bienes inmobiliarios por parte de miembros de la "cumbre
sandinista", una operación conocida bajo el nombre de "La Piñata". (Redacción A l´encontre)

32. Ortega y el círculo íntimo de poder, incorporaron una serie de elementos formales parecidos a
los de los años ochenta y muchos militantes pensaron que se iba a implementar una política similar,
evitando los errores del pasado revolucionario.

33. Ortega-Murillo esperaban continuar usando los elementos formales para adormecer a todos los
sectores sociales y poder ir construyendo la nueva dinastía. Pero les salió el tiro por la culata: la
gente honesta del sandinismo histórico y los sectores sociales emergentes (estudiantes y
campesinos) prefirieron luchar por una Nicaragua democrática.

34. Si las negociaciones entre los diversos sectores burgueses no llegan a ningún acuerdo para
resolver el actual conflicto sociopolítico queda como último recurso el único organismo militar unido:
el ejército.

35. En la actualidad, después de cuatro meses de crisis, un vasto sector de los capitalistas criollos
teme la recesión y la represión indiscriminada. Sectores importantes de la clase dominante toman ya
abiertamente distancia del gobierno y no creen que la solución sea la línea dura y represiva
implementada hasta la fecha. Otros sectores sociales también se manifiestan contra el régimen.

36. Por otro lado, crece el sentimiento de que Ortega-Murillo tienen que irse para resolver la actual
crisis. Están aumentando así las condiciones necesarias para un golpe militar, porque las diversas
fracciones no pueden concretar un pacto y, en cambio, comienzan a temer que el movimiento social
los desborde. Lo único que frena esta opción es la dependencia de los altos mandos militares con
Ortega.

37. Otra opción posible para las diversas fracciones de los capitalistas es la cooptación de las
fuerzas populares (campesinos, estudiantes y población en general) para una salida burguesa a la
actual crisis adaptada a su ideología, a su programa y a la composición de los cuadros principales en
el próximo gobierno..

38. Aunque no tengo ningún elemento que pruebe esta deducción política, creo que sectores del
Departamento de Estado de los Estados Unidos y del Pentágono podrían estar sopesando esa
posibilidad para evitar que la situación se vuelva incontrolable, con repercusiones negativas para
toda la región centroamericana.

39. La actual división entre las diversas tendencias del gran capital ayuda a ganar tiempo a Ortega;
sin embargo, la demanda generalizada por la justicia y la democracia también deteriora los intereses
del gran capital si la crisis se prologa por muchos meses más, ya que la crisis económica se
profundizaría.

40. El gobierno Ortega-Murillo no tiene posibilidad de liquidar/destruir el movimiento social sin


represión; tampoco puede reconstruir su alianza con el gran capital como si nada hubiera sucedido.
En esas condiciones, para frenar las movilizaciones sociales a escala nacional, aparece la
alternativa, como un mal menor, del golpe militar.

41. El objetivo del golpe militar sería terminar con las movilizaciones y evitar un acuerdo podrido
entre Ortega y los partidos políticos comparsas, en los hechos, poco representativos.

42. El país necesita un cambio real, no un gatopardismo superficial. Se necesita transformar a fondo
la sociedad, es una necesidad ineludible. Por eso es preciso no quedarse en ejercicios de simulación
o postergación de los cambios sustantivos, no meramente epidérmicos. Hay que revisar ideas,
métodos y procedimientos.

43. El diagnóstico es claro: durante muchos años se ha marginado, en todos los planos, a los
diferentes sectores de la sociedad en la operación política. No nos podemos quedar en el simple
diagnóstico, hay que pasar a las acciones concretas para enmendar el camino y la retomar la ruta
del éxito.

44. El reto del movimiento del 19 de abril, en sus diferentes expresiones locales, tiene que
encabezar el cambio con una agenda ambiciosa que no desestime las asignaturas pendientes, pero
con un enfoque de modernización. Desde la autosuficiencia alimentaria (un tema reivindicado) hasta
la apuesta decidida por el futuro, con cuatro pilares estratégicos: la educación, la ciencia, la
tecnología y la innovación.

45. Un país heterogéneo como Nicaragua necesita un partido representativo de su pluralidad. La


democracia requiere un gobierno con capacidad de resolución, pero también contrapesos
institucionales. Los cambios son eminentes y la sociedad nicaragüense espera que sean para bien.

Post scriptum

-La comunidad internacional, la Conferencia Episcopal (CEN) y la Alianza ACJD presionan para
encontrar una solución pacífica y proponen elecciones anticipadas. Ortega no lo va a aceptar.

-Ortega no ha tomado ninguna medida para resolver la crisis. La crisis se prolonga siguiendo la
lógica de la represión y la detención de los opositores. Las medidas económicas tomadas por el
gobierno llevan a la profundización de la crisis económica, del desempleo, de la pobreza y de la
emigración y el exilio. Ortega acaba de anunciar cortes en el presupuesto, salvo para la policía y el
ejército.

-Pese a la represión, los muertos y heridos del 11 y 12 de agosto, las movilizaciones continúan. El
miércoles 15 de agosto, hay convocatorias a manifestaciones en 15 ciudades diferentes. (14 de
agosto).

Traducción de Ruben Navarro para Correspondencia de Prensa

Corresponsal de A l'encontre
Corresponsal en Managua de la revista socialista electrónica suiza A l'encontre.

Fuente: http://alencontre.org, 15 de agosto 2018


URL de origen (Obtenido en 22/08/2018 - 16:50):
http://www.sinpermiso.info/textos/nicaragua-puesta-en-perspectiva-y-coyuntura

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