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CHAVARRY
En las fundiciones existen muchos peligros: Desde el ambiente caliente hasta el potencial de
quemaduras y/o incendios alrededor de los hornos y los crisoles. Además, del desprendimiento
de gases tóxicos de los metales fundidos. Los dispositivos de corte, los chorros de arena y el
esmerilado crean polvo que se mezclara con el aire del ambiente de trabajo. Por el lado de las
maquinarias empleadas, las bandas transportadoras, las trituradoras y prensas de troquelado
presentan peligros de atrapar o aplastar partes del cuerpo de las personas cercanas a dicha área.
Estas actividades combinadas producen un ambiente ruidoso. En ese sentido, en base a los
estamentos de cualquier industria que consigne un proceso de fundición o de procesamiento
metalúrgico, se busca que los trabajadores tengan tanto un buen ambiente como buenas
prácticas de trabajo, ventilación adecuada y equipos de protección personal (PPE, por sus siglas
en inglés) para estar seguros.
Los PPE son el principal y más factible método a favor de la seguridad e integridad del trabajador
del ambiente de la fundición. Los implementos o equipos de protección personal (EPP) son tales,
como el uso de:
Cascos
Calzado de seguridad
Guantes de trabajo
Ropas protectoras
Anteojos con resguardos laterales
Sombrero con ala contra salpicaduras.
Protección para los oídos en ambientes ruidosos.
Careta de tela de alambre, dependiendo de las tareas que haga.
Cuando trabaje directamente con metales fundidos, en el calor o cerca de las llamas,
use delantal o capa tela de fibra de vidrio con recubrimiento de aluminio, de telas
sintéticas o de lana tratada.
Debido a que los hornos, crisoles y metales en las fundiciones se encuentran a tan altas
temperaturas por lo que se debe tener especial cuidado al trabajar con ellos. No se debe trabajar
con equipos o procesos que no conoce, por otro lado, todos los equipos que use deberán
funcionar debidamente. Inspeccione los equipos de la fundición con frecuencia para detectar
grietas o indicios de desgaste.
Nunca meta agua al horno o a los crisoles dado que cualquier residuo de agua puede ocasionar
una explosión peligrosa. Se debe verter y fundir el metal en áreas que tengan una superficie no
combustible, tal como metal o arena. Cualquier metal fundido que se derrame puede desplazarse
a grandes distancias, por lo que hay que mantener las áreas de trabajo libres de obstáculos. Se
debe tener a la mano un extinguidor Clase D, junto con una pala y arena limpia y seca para
combatir incendios.
De los metales fundidos se desprenden gases que pueden ser peligrosos en caso sean respirados.
En la medida de lo posible, use metales limpios para alimentar los hornos. El fundir chatarra o
material de reciclado puede generar gases provenientes de pinturas, lubricantes, recubrimientos
o aditivos de plomo, níquel o cromo que son peligrosos si se respiran. En ese sentido, se
recomienda contar con una buena ventilación por medio de campanas de extracción además de
la implementación del uso de equipos de respiración aprobados médicamente para los operarios,
siendo a medida para cada uno de ellos y en los que usted haya recibido previa capacitación para
su utilización.
La arena de los moldes frecuentemente contiene sílice. El hecho de quedar expuesto a sílice
cristalina puede causar silicosis, una enfermedad de los pulmones, o cáncer del pulmón. Como
medida predictiva y preventiva obligatoriamente se debe contar con buena ventilación y medidas
de control del polvo, tales como materiales de fijación para controlar la sílice cristalina. Respecto
a los elementos utilizados para la fundición, es recomendable empacar los moldes, sacudirlos o
limpiar las piezas fundidas que también puede ser una fuente de sílice cristalina, por lo tanto se
deben usar equipos de respiración y trabajar en un área con buena ventilación. Los procesos
cerrados y/o automatizados pueden reducir aún más su exposición a sustancias peligrosas en el
aire, así como el establecer normas de tránsito para el equipo móvil (incluida la definición de rutas
y un sistema eficiente de aviso y señalización).
La normativa legal es sino tal vez uno de los mayores determinantes en proyecciones y alcances
de un proyecto debido al conjunto de leyes que lo integran dado que el marco legal proporciona
las bases sobre las cuales el proyecto debe ser diseñado y ejecutado, además de determinar a su
vez el alcance y naturaleza de la participación política. Es por ello, por lo que en el marco
legal regularmente se encuentran en un buen número de provisiones regulatorias y leyes
interrelacionadas entre sí tales como disposiciones, reglamentos y acuerdos que afectan a las
empresas y personas que desarrollan actividades dentro de un territorio determinado.
MERCADO Y OPORTUNDIADES
Es posible señalar que la industria de aluminio primario es una de las responsables del cambio
climático, pues mientras en el proceso de transformación de la bauxita en aluminio se generan
320 millones de toneladas al año de CO₂, durante el reciclaje de aluminio solo se emiten 20
millones de toneladas lo cual equivale a una reducción del 84%. Al entender la sostenibilidad
como el uso responsable de los recursos para garantizar su disponibilidad para generaciones
futuras, entonces el reciclaje de aluminio tiene como objetivo garantizar el máximo flujo de este
metal en el transcurso del tiempo, por medio de dos técnicas de recuperación: ciclo cerrado
(closed-loop) y ciclo abierto (openloop).
El ciclo cerrado consiste en fundir solo aquellos residuos que pueden transformarse en el
producto original de forma directa (sin agregar nuevos materiales) y de los cuales se obtienen
aleaciones forjadas, mientras que en el ciclo abierto se adicionan otros metales, previo a la
fundición de los residuos, para ajustar la composición de la aleación y asi obtener aleaciones de
moldeo. Un aspecto importante en el flujo de aluminio es el nivel de consumo y su reutilización
en los sectores industriales en diversas áreas permitiendo un amplio campo de aplicación en
reutilización del aluminio.
GESTION DE CALIDAD
El aluminio, considerado un material con alto potencial de aprovechamiento, es recuperado
habitualmente gracias a los planes de reciclaje postconsumo y post-industriales que implementan
las ciudades. Sin embargo, para llevar estos residuos al mercado es necesario dar un tratamiento
adecuado a las impurezas para cumplir los requerimientos de calidad de la industria y controlar
su composición química para obtener las propiedades mecánicas deseadas en el producto. Lo
anterior es posible mediante la separación de los desechos por familia de materiales (polimeros,
ferrosos, no ferrosos), la clasificación del aluminio por tipo de producto (lata, perfil, autoparte,
papel) y su fundición de manera independiente para evitar la mezcla de aleaciones. Estos
procesos de conversión son críticos pues ayudan a remover elementos no deseados como el
silicio, magnesio, niquel, zinc, hierro o cobre en aleaciones de aluminio que no toleran su
presencia ya que pueden modificar las características y propiedades del material. Para clasificar
el aluminio durante el reciclaje se debe tener en cuenta el tipo de aleación por el diferente grado
de tolerancia a impurezas y el origen del residuo de acuerdo a la fuente generadora. Los tipos de
aleaciones son: de moldeo, de facil reutilizacion debido a su alta tolerancia a impurezas y cuya
composicion de Si es mayor al 5%; y de forja, empleadas en estructuras críticas por su bajo
contenido de Si (menor a 1%) y “endulzadas” con aluminio primario durante la fundicion por su
mayor dificultad de aprovechamiento
NORMATIVA DE PRODUCCION
DIAGRAMA DE PROCESOS
DIAGRAMA DE MATERIA: