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Compilador:Ana Maricell
Estrada Ureña
• Debe permitir el libre juego de la imaginación infantil. Por tanto, debe sugerir
muchas cosas sin decirlo todo. Un buen maestro siempre dará oportunidades
para que los alumnos den rienda suelta a su imaginación después de leer y oír
la narración de un cuento.
• Un cuento debe combinar la realidad con la
fantasía para satisfacer plenamente los
verdaderos intereses de los alumnos. Los niños
se debaten entre la realidad circundante y la
aparente.
• Un cuento deber incluir elementos reales, pero no debe olvidar que los niños
aceptan complacidos lo fantástico junto a lo real; osos que duermen en cañas
mullidas; caballos que vuelan, etc.
• La realidad no siempre los satisface. Por razones lamentables, muchas veces
es ingrata y está en conflicto con el nivel de aspiraciones de los educandos. De
ahí la importancia que tiene el cuento en la vida escolar.
• Un cuento no debe presentar ningún elemento que contribuya a deformar la
mentalidad de los alumnos. Los embusteros nunca deben salirse con la suya;
el hada buena siempre triunfa sobre la mala; la fuerza nunca debe triunfar
sobre la razón; el odio siempre será vencido por el amor y la justicia.
En el cuento debe haber una trama con un final feliz ya que si no es así,
cuando el alumnado es muy pequeño puede sufrir en lugar de divertirse con el
cuento. Además, debe estar bien cohesionado y debe tener coherencia. Los valores
tienen que estar bien definidos y acompañados de sus respectivas consecuencias.
7. Propuesta de actividades
2º ciclo Educación Infantil. (3 a 5 años)
La nube, que lo oyó todo, lanzó a Vino el sol, y traspasó a las gotitas ¡Qué sorpresa tan maravillosa!
las gotitas al mar con sus luminosos rayos Las gotitas comenzaron a ver...
...cómo la luz salía de sus barriguitas Así, todas juntas, formaron en el un lindo arco de siete colores,
teñida de hermosos colores cielo azul que se llama arco-iris
Actividad de comprensión
> ¿Podía el sol solo formar el arco-iris en el cielo? ¿Y las gotitas solas?
Actividad de expresión
Actividad de dramatización
Ofrecemos al alumnado plantillas de nubes, gotas de agua, sol y arco-iris para que las
coloreen, procurando que haya el mismo número de elementos femeninos (nubes y
gotas) que masculinos (sol y arco-iris).
Cuando todas las plantillas estén coloreadas, las agrupamos en dos cajas distintas, di-
ferenciando las femeninas de las masculinas. Cada alumna y alumno coge una, la que
quiera, para realizar una dramatización del cuento asumiendo la identidad del perso-
naje que ha elegido. Para ello el maestro o maestra irá leyendo o narrando de nuevo el
cuento y los alumnos y alumnas irán escenificándolo.
Dialogamos con el alumnado acerca de cómo se han sentido representando a los per-
sonajes que les han tocado:
> ¿Te has sentido más importante cuando eras nube o gota que cuando
eras sol o arco-iris? ¿Por qué?
> Si tuvieras que personificar las gotitas ¿en qué las convertirías, en
niños o en niñas? ¿Por qué?
> ¿Tendrían la diferente función las gotitas de agua por ser niñas o
niños?
Actividades TIC
http://chiscos.net/almacen/lim/las_gotitas_y_el_arcoiris/las_gotitas_y_el_arcoiris.html
Cada alumno y alumna lleva a casa una de las viñetas del cuento para colorearla junto
con su familia y al día siguiente entre todo el grupo contamos el cuento. Tras ello, re-
flexionamos con el alumnado sobre la importancia de aportar lo que tenemos (nuestra
viñeta) para conseguir el resultado final (el cuento). Todas y todos somos importantes
al igual que el papel que desempeñamos.
Debatimos con el alumnado sobre los papeles que desempeñamos en el ámbito fami-
liar y social, en base a las siguientes cuestiones:
> ¿Es igual de importante lo que realiza papá y lo que realiza mamá?
> Cuando sales a jugar con tus amigas y amigos ¿Quiénes proponen a
qué jugáis?
> ¿Son igual aceptadas las propuestas de los niños que las de las
niñas? ¿Por qué?
En asamblea
Lavar la ropa
Hacer la comida
Poner la mesa
Limpiar la casa
En la que pedimos al alumnado que coloreen sólo las siluetas de casas que correspon-
dan a las tareas en las que colaboran en el hogar.
Reflexionamos en gran grupo sobre qué tareas son más realizadas por las niñas y cuá-
les por los niños y destacamos en el diálogo, la importancia de cooperar en las tareas:
todas son importantes.
14 El Retorno a la Alegría
Actividad 3
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E
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se día lunes, Ati se despertó algo extraña. Al menos para los
demás. Para ella había una misión urgente que cumplir. Antes de
que el despertador sonara se sentó en la cama, entre dormida y
despierta, como poseída por una idea escalofriante:
Si bien tenía todo el día para llevar a cabo su plan, la mañana era una parte
muy importante, porque si los objetos de verdad tenían memoria, pensaba,
serían justamente los objetos de su casa los que más la “conocerían”.
Todo esto mientras se sacaba las lagañas, se tropezaba con los muebles
de su pieza buscando su ropa y echaba cualquier cosa dentro de su
mochila para el colegio, porque sabía que el tiempo era limitado y tenía
que actuar rápido.
A poco andar se dio cuenta de que, por apurona, había perdido la batalla
con los objetos de su propia pieza, que eran los más familiares. Pero ni
modo, ya la habían visto despertarse, así que la batalla estaba perdida
de antemano.
Entró al baño como si nada, pero detrás de esos hermosos anteojos de
plástico, sus ojos captaban cada detalle, cada pequeño movimiento.
Se puso frente al espejo atenta a cualquier arruguita, a cualquier tufo
espejístico que pudiera delatar la sorpresa del antiguo espejo que siempre
había estado allí.
Pero nada.
—Ati, hoy estás un poco rara —le dijo—. En veinte minutos te pasa a
buscar el transporte escolar, y sospecho que no te van a dejar entrar así
al colegio.
No quería que nada la distrajera, aunque estaba difícil entre los ruidos
80 del gato, el llanto de la guagua y la risa de la mamá.
Se sentó a propósito en una silla que no era la que usaba siempre, pero
no sintió ningún movimiento especial, ningún acomodo que delatara
que la silla no entendía lo que pasaba. Tomó su cuchara y se la puso
delante hasta encontrar su propio reflejo (de verdad se veía muuuy fea
con bigotes, anteojos plásticos y cejas de señor, más encima deformada
por la cuchara), pero la cuchara ni se dobló, ni se opacó… Claro que no
pudo saber si hizo algún ruido, porque la guagua seguía llorando.
Todo estaba en silencio, salvo por los pajaritos que cantaban y los autos
que pasaban a lo lejos.
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Se sentó en el banco y suspiró.
Y entonces, muy despacito, le pareció que el banco también suspiró,
un suspiro como de roca antigua, imperceptible al oído humano, una
especie de latido de un corazón que late una vez cada cien años.
Suspiró de nuevo.
Nada.
Llegó a la casa cansada y sobre todo desanimada, y los intentos que hizo
por sorprender a los objetos ya no fueron con tantas ganas. Hizo las tareas
en el escritorio de su mamá en el vez del suyo, tiró el papel higiénico en
el basurero en vez de en el wáter, se lavó los dientes sin pasta, comió en
el plato de la guagua, no miró tele, leyó (nunca leía) sentada en el suelo
del pasillo.
Pero nada.
Cuando se fue a dormir, ya tenía claro que había sido un sueño, y que
afortunadamente los objetos no tenían memoria. Aunque algo en ella
habría preferido que sí la tuvieran. Los únicos que la miraban raro eran
sus papás y el gato. La guagua estaba dormida.
Finalmente lo logró.
•••
Actividad 4
Castaño, A. (2013). El alma de los libros. Instituto Andaluz (Ed.). Sevilla: Artes Gráficas
Servigraf.