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2016
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
DOCUMENTOS DE LECTURA
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
1. OBJETIVOS
La conducta humana siempre va dirigida hacia algo, hacia una finalidad que da sentido a
toda tarea. Los términos fin, metas, propósitos y objetivos expresan conceptos
relacionados entre sí.
Fin: El fin es la aspiración de algo que se desea alcanzar; es el ideal del hombre que se
pretende formar por un medio de una serie de objetivos. El fin de la educación responde a
una concepción del hombre que se considera valiosa en un determinado momento y lugar.
El tipo de hombre que se quiere lograr con la educación varía con las características de la
sociedad en la que la educación se realiza, con las distintas visiones del mundo y de la vida,
con los diferentes sistemas de valores y marcos culturales.
Los fines son llamados Objetivos Direccionales u Orientadores porque indican el rumbo y
los puntos de llegada deseados, en torno a los cuales deben concentrarse todas las
actividades de la educación. Como el proceso educativo supone un ideal de perfección, de
elevación, de mejoramiento, toda educación supone un fin, tiende a alcanzar un estudio
diferente del que era originalmente, es el deber ser de la educación.
La educación parte de un ser que es el sujeto con sus características actuales y tiende a
lograr un deber ser, que es el fin de la educación.
Meta: La meta es un objetivo cuantificado. Determina con precisión el plazo, breve o no, en
que pueden ser alcanzados cada uno de los objetivos particulares.
Ejemplo:
Al término del primer año de la carrera, el estudiante será capaz de trazar mapas
utilizando escalas convenientes.
La expresión subrayada expresa el tiempo o plazo en el que el estudiante deberá ser capaz
de demostrar el objetivo logrado.
Ejemplos:
Estimular la creatividad de los estudiantes.
Inculcar hábitos de lectura en los estudiantes.
Los términos estimular e inculcar expresan la intención del profesor.
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OBJETIVOS
Los objetivos dan sentido y dirección a la acción docente. Son una forma de concretar el fin
de la educación. La formulación de objetivos es previa a cualquier tarea escolar.
En toda actividad el docente debe preguntarse ¿Qué quiero lograr? ¿Para qué la realizo?
Es importante que las expresiones escritas de los objetivos sean claras, organizadas,
relacionadas con el dominio que uno quiere que el estudiante alcance y que especifiquen
concretamente los contenidos y capacidades a ser desarrollados.
¿Por qué son importantes los objetivos al planificar los procesos de enseñanza-
aprendizaje?
Este propósito debe conocerlo muy bien tanto las autoridades educativas, el profesor, el
estudiante, la comunidad educativa y social; si esto no acontece, si no se conoce a
profundidad los ideales que pretendemos alcanzar, difícilmente se conoce cómo llegar a
dicho punto.
El profesor que quiere lograr ideales sociales bien definidos, debe saber cómo derivar de
ello los objetivos didácticos que deberá alcanzar el estudiante paulatinamente. Es
indispensable que tenga claridad de los pasos que son necesarios para alcanzar sus
propósitos, porque así podrá ir controlando que todo se vaya cumpliendo a satisfacción y
tomando medidas correctivas si esto no sucede en tiempo y forma.
Le será difícil enseñar a quien no sabe qué deben aprender los estudiantes: tampoco
podrá evaluar lo que aprendieron si no sabe qué es lo que realmente quería lograr.
Dentro del proceso de planificación curricular, se elaboran objetivos desde muy diversos
niveles de concreción: desde los del nivel de macro planificación, hasta los específicos de
nivel de aula, propios del planeamiento didáctico que realiza el docente.
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Los objetivos operan en diversos niveles de concreción, un ejemplo del nivel de macro
planificación, son las grandes intencionalidades educativas declaradas por el país o el
estado. Es decir, es mediante la elaboración de los objetivos de niveles más específicos
(didácticos, de asignatura, de carrera, de nivel educativo, etc.) que se concretan los fines y
objetivos generales que se propone el sistema educativo como un medio para dar
respuesta a las demandas educativas de determinada sociedad.
Los niveles de objetivos y la forma en que éstos se van concretando en las diversas etapas
de la planificación curricular, se visualizan en el esquema que se presenta en la página
siguiente, considerando los planteamientos de Coll (1991).
Como puede apreciarse en ese esquema, los objetivos del planeamiento didáctico están
engarzados, concatenados, indefectiblemente relacionados con los de los niveles
anteriores; por esto, actúan concretamente en la sala de clase, desde las intencionalidades
que se han planteado en los objetivos declarados en cada uno de los niveles anteriores.
FINES DE LA EDUCACIÓN
MACRO PLANIFICACIÓN
Concretan los aprendizajes específicos para un área o asignatura del plan de estudios y que
apuntan, con la suma de las otras asignaturas o materias, a lograr el perfil de la carrera. Es
este sentido, ya se expresan en estos objetivos explícitamente los contenidos, clarificando
su profundización y el alcance en término del proceso que fortalecerá. Estos contenidos
deben considerar las siguientes categorías: hechos, conceptos y principios;
procedimientos, valores, normas y actitudes.
MICROPLANIFICACIÓN
Constituyen estos los objetivos de nivel de mayor concreción y detalle, ellos orientan los
procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula. Esto significa que señalan con toda
precisión las capacidades que se pretenden alcancen los estudiantes y los contenidos que
serán motivo de aprendizaje en el aula. Estos objetivos se explicitan en los diversos tipos
de plan que elabora el docente: planes anuales, mensuales, semanales o diarios.
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El análisis de congruencia entre los objetivos más específicos y los de nivel global
permitirá a los docentes encontrar el valor más trascendente del proceso de planeamiento
didáctico, puesto que en este análisis se descubren los logros específicos que permitirán
alcanzar metas más elevadas. Un docente que logre internalizar esa trascendencia
comprenderá el alcance de su tarea, más allá de los muros del aula y de la institución
escolar.
De igual forma, el conocimiento de los objetivos del nivel macro permitirá, al grupo de
docentes, tomar decisiones en torno a aspectos de esos objetivos generales que se desean
enfatizar o fortalecer, a través de la práctica pedagógica en esa institución, y en la realidad
concreta de sus estudiantes.
Como ya se planteó, existe una amplia gama de formas de visualizar los objetivos,
clasificarlos, elaborarlos, etc.; no se entrará aquí a detallar cada una de esas tendencias. Se
tratará, más bien, de hacer una breve referencia a algunas de las posiciones más conocidas,
y se profundizará en las características que deben tener los objetivos en una propuesta
curricular conductista o constructivista por ser las más conocidas y practicadas.
En otra posición conductista, los objetivos se definen en términos del logro de habilidades
o destrezas cognitivas. En esta línea, se señala una serie de procesos cognitivos o de
pensamiento, como los más importantes de desarrollar en los estudiantes, y se proponen
objetivos relativos a ellos. Estos objetivos se plantean en forma independiente de los
contenidos específicos.
pueden generalizarse y aplicarse a una amplia gama de situaciones. El estudiante debe ser
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enseñado de tal manera que pueda continuar aprendiendo en el futuro por sí solo” (en César
Coll, 1992).
Algunas de las habilidades que se atienden en este tipo de objetivos son: utilizar diversas
fuentes de información, establecer relaciones y plantear preguntas, analizar, sintetizar,
emitir juicios críticos, entre otras.
Estos objetivos, al estar separados de los contenidos específicos, resultan muy ambiguos,
por lo que dificultan el planeamiento de los objetivos de aprendizaje de nivel de aula,
especialmente porque en muchos casos, este tipo de objetivos son válidos para diferentes
asignaturas, debido a su nivel de generalidad o ambigüedad.
Otro tipo de objetivos que se han considerado en el proceso de planificación son los
llamados objetivos expresivos (Eisner1). Estos, al igual que los anteriores, tampoco se
definen en términos de conducta final observable. En ellos, se incluye una situación de
aprendizaje; se concentran estos objetivos más en la actividad o experiencia por realizar
que en el conocimiento por adquirir.
Otra posición interesante la constituye la que realiza un planteamiento mixto. Expresa que
los objetivos deben visualizarse como una mezcla entre los procesos cognitivos y los
contenidos por desarrollar en cada caso. Se asume en esta posición que los contenidos
serán construidos, reconstruidos o adquiridos mediante determinadas habilidades de
pensamiento.
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Esiner en "Los objetivos Educativos: ayuda o estorbo? En: Gimeno Sacristán y Pérez Gómez, "La enseñanza:
su teoría y su práctica", Akal, Madrid, 1985.
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Interesa que en los objetivos se perciban, se expliciten los conocimientos, las habilidades,
las destrezas y las pautas de comportamiento y de relación que acercarán a los estudiantes
al logro del tipo de persona que se desea formar, y que se perfila en la secuencia de
objetivos planteados desde los niveles macro (perfil de la carrera, objetivos generales de la
educación, etc.).
Es fundamental que los objetivos incluyan con precisión los contenidos de aprendizaje
(datos, hechos, conceptos, principios, actitudes, valores y aprendizajes procedimentales).
Esta clarificación del contenido variará, obviamente, dependiendo del tipo de plan
didáctico que se elabore (anual, semestral, semanal o diario). Se considera esencial que el
docente comprenda que los objetivos le permiten definir lo que se pretende alcanzar
durante el proceso de aprendizaje y que, si se perfila con precisión, constituye una
excelente ayuda para relacionar los medios o recursos, y para tener referentes para
realizar la evaluación.
Así, dentro de las visiones conductistas, se seleccionaban verbos para elaborar objetivos,
tomados de la taxonomía de Bloom (Bloom 1956, Anderson & Krathwohl, 2000 y
Churches, 2008); posteriormente, se enriquecieron algunos elementos, y se trabajó con la
taxonomía de Gagné (1977).
En realidad, las clasificaciones deben ser vistas como un referencial que permite manejar
diversos elementos en el momento de elaborar los objetivos que formarán parte de los
diversos planes didácticos.
Al elaborar los objetivos de aprendizaje, en la línea de rescatar el valor que posee una
adecuada integración del contenido (información, habilidades, destrezas, actitudes), se
retoman los planteamientos de César Coll (1997). La posición de este autor permite
clarificar que el aprendizaje de diferentes tipos de contenidos conlleva capacidades y
competencias diferentes; estas se expresan en los objetivos, en lo formal, esencialmente en
los verbos que se utilizan al redactar esos objetivos.
Como puede apreciarse en el cuadro anterior, es muy importante clarificar qué tipo de
capacidad, de destreza, de habilidad de pensamiento o de competencia es adecuada para el
aprendizaje de los diferentes contenidos. Esto permitirá determinar el alcance de los
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aprendizajes, y la forma en que esto se puede expresar a través de la selección del verbo
adecuado.
Al momento de elaborar los objetivos, resultará muy valioso que los docentes recurran al
cuadro anterior, como un referencial clarificador y orientador. Esto les ayudará a tener
mayor precisión al decidir una determinada competencia o habilidad, para adquirir un
tipo de contenido específico, y expresarlo con uno o varios verbos pertinentes.
Con la misma aclaración de que estas taxonomías y clasificaciones deben ser vistas y
utilizadas sólo como referentes, se describen a continuación procesos en los pasos que
cada uno implica. Se trata de una propuesta, orientadora, no definitiva ni acabada, pero
que pretende que el docente vea, con mayor claridad, qué significa y qué implicaciones
tiene el planteamiento de objetivos de proceso, como una forma más coherente con los
principios constructivistas.
En este apartado se incluyen procesos que podrían emplearse en los planes didácticos, al
elaborar los objetivos.
Los procesos se presentan en orden alfabético, de acuerdo con el verbo que los representa
o introduce, describiéndolos en términos de los “pasos” que cada uno de ellos implica.
Estos procesos deben servir a quienes elaboran planes didácticos, al seleccionar los verbos
que introducirán los objetivos y, básicamente, para orientarse al plantear las situaciones
de aprendizaje, para que estas permitan desarrollar, en forma efectiva, cada uno de los
objetivos de proceso.
Es importante tener presente que esta lista de procesos no es exhaustiva, y que en las
diferentes asignaturas podrían tener que agregarse algunos otros “muy propios” o
específicos de la especialidad.
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7. Comunicar / Comunicarse.
9. Coordinar movimientos.
Generar nuevos modelos o ideas para elaborar objetos, textos, pinturas, etcétera.
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11. Demostrar.
12. Describir.
Observar, con todos los sentidos que sean aplicables (oído, vista, olfato, etc.),
personas, fenómenos, objetos, hechos o situaciones.
Determinar con detalle y en forma objetiva todas las características de lo
observado.
Seleccionar las características que permiten configurar lo observado, de manera
que se diferencie de otros objetos, hechos, fenómenos, situaciones, etcétera.
Elaborar un texto (oral o escrito) en que se presente objetivamente el hecho,
objeto, situación, persona, etc., observado, que permita reconocerlo aún sin tenerlo
presente (denotación).
Elaborar un texto (oral o escrito) en que se presenten subjetivamente las
reacciones que provoca lo observado en el observador (objeto, fenómeno,
situación, etc.) (connotación).
15. Experimentar.
18. Inferir.
19. Interpretar.
20. Investigar.
Señalar los aspectos básicos, derivados de la pregunta que debe ser objeto de la
investigación.
Identificar las fuentes de información (periódicos, revistas, libros de texto y de
consulta, personas de la comunidad, familiares, el maestro, etcétera).
Seleccionar la forma más adecuada para recoger la información (observación,
encuestas, cuestionarios, lectura y síntesis, etcétera).
Aplicar las formas seleccionadas para recoger la información.
Resumir e interpretar la información obtenida.
Analizar la información recogida, organizándola de acuerdo con ciertos criterios,
elaborando resúmenes, cuadros, esquemas, etcétera.
Presentar un informe final sobre la investigación, organizado en forma lógica y
coherente.
21. Observar.
proyecto).
¿Con qué hacerlo? (buscar recursos y usarlos adecuadamente).
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23. Resumir.
Explicar las razones que justifican el valor que se le asigna al hecho, fenómeno,
idea o sentimiento analizado.
Cuando se analizan los objetivos como elemento del planeamiento didáctico, generalmente
surge la inquietud sobre el modo en que deben redactarse: cómo se escribirá el verbo
introductorio (en infinitivo, en primera o en tercera persona, en presente, etc.), si es
posible incluir varios verbos, cómo se plantearán los objetivos. Estas y muchas otras
interrogantes se plantean en este aspecto. Es importante, en el caso de las propuestas
constructivistas, no pensar en una forma de redacción única y específica para
elaborar los objetivos. En este trabajo no se requiere dar “normas” o “patrones” fijos
para la redacción de este elemento, ni de ninguno de los otros que integrarán el
planeamiento didáctico.
Para efectos de este trabajo, lo esencial es que el objetivo incluya dos elementos básicos: el
proceso de aprendizaje o de pensamiento por desarrollar y los contenidos de aprendizaje.
Cuando se comienza a planificar es fácil confundir un objetivo con un contenido por que la
relación que existe entre ambos es muy estrecha. Los objetivos no se identifican si se
confunden con la asignatura; sólo se relacionan con ella, señalando los cambios de
comportamiento y las adquisiciones de los estudiantes deben realizar a través del estudio.
La materia solamente es el reactivo utilizado para obtener de los estudiantes los puntos
educativos deseados.
Cómo elaborar objetivos que enfaticen el desarrollo de procesos.
DOMINIO COGNOSCITIVO
DOMINIO AFECTIVO
DOMINIO PSICOMOTRIZ
DOMINIO COGNOSCITIVO
El dominio cognoscitivo, que abarca los procesos mentales generalmente conocidos como
“memoria” e “inteligencia”, comienza con comportamientos tan concretos y simples como
el “conocer” y llega hasta comportamientos tan abstractos y complejos como el “sintetizar”
o “evaluar”.
En los años 90, un antiguo estudiante de Bloom, Lorin Anderson y David R. Krathwohl, revisaron la
Taxonomía de su maestro y la publicaron en diciembre de 2000 [3]. Uno de los aspectos clave de esta
revisión es el cambio de los sustantivos de la propuesta original a verbos, para significar las acciones
correspondientes a cada categoría. Otro aspecto fue considerar la síntesis con un criterio más amplio y
relacionarla con crear (considerando que toda síntesis es en sí misma una creación); además, se
modificó la secuencia en que se presentan las distintas categorías. A continuación se presentan las
categorías en orden ascendente, de inferior a superior y se ilustran con la siguiente imagen:
producen.
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ifique las ranas [Traduzca el [Agregue diferenciar ticipe en un generar [Con
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vecindario. digestivo.] lea un irrelevante. argumentos. relaciones
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cualquier [Dibuje un una lengua diagrama discurso político en la escuela.
pregunta de paralelogramo extranjera. que muestre y anote las Genere
falso-verdadero . Cite un Lance los contradicciones diversas
o de selección.] ejemplo del correctam personajes que encuentre. hipótesis
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recordar [Nomb escritura bola de secundarios de proyecto para explicar
re tres autoras presente en béisbol de una para verificar si por qué las
latinoamericana una corriente hacia el novela.] se incluyeron plantas
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Verbos
Escriba las pensamiento - [Ubique los necesarios.] solar.
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tablas de dada. Nombre implemen libros en la - Proponga un
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procesos
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fórmula química nuestra área.] experimen ordenados un proyecto se para reducir
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del tetracloruro - to para en ajusta a los la
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de carbono.] clasificar [Eti observar categorías. criterios de una dependencia
Ejemplo
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- describir números crecen las gráfico que valoración. combustibles
- recuperar pares o plantas en ilustre los Escoja el mejor fósiles, que
- denominar impares. distintos modos en método para contemple
- localizar Elabore una tipos de que las resolver un tanto
lista de los suelo. plantas y los problema aspectos de
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gobierno texto de un su complejo. económico
encontrados escrito vecindario Determine la como
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naciones de Elabore un unos con argumentos a Sugiera
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moderna. o.] - contra de la alternativas,
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animales desempeñ a las cartas - revisar los criterios.]
nativos en sus ar al editor de - formular -
correspondien - usar una - hipótesis planear [Pre
tes especies.] publicación - experimentar pare fichas
- local, para - juzgar gráficas para
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difieren dos
libros de
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García
Márquez.]
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explicar [Dib
uje un
diagrama que
explique cómo
la presión del
aire afecta el
clima.
Proporcione
detalles para
justificar por
qué aconteció
la Revolución
Francesa,
cuándo y
cómo sucedió.
Describa cómo
la tasa de
interés afecta
la economía.]
- parafrasear
[Parafrasee un
discurso de
Simón
Bolívar.]
Extraído de: http://www.eduteka.org/TaxonomiaBloomCuadro.php3
DOMINIO AFECTIVO
Este dominio incluye los intereses, actitudes, valores, apreciaciones, comportamientos, modos de
adaptación de la persona, creencias...Las categorías van de menor a mayor intensidad, de lo simple a lo
complejo, y de lo concreto a lo abstracto, abarcando cada uno al anterior.
DOMINIO PSICOMOTRIZ
El dominio psicomotriz se refiere a la coordinación neuro-muscular. Es el campo de las “destrezas
físicas” y de las “habilidades manuales” que nunca son solo motrices, sino que siempre tienen una gran
carga psíquica. Se refiere a conductas que van desde el simple percibir o mejor dicho realizar
movimientos reflejos, hasta algunas adaptaciones, llenas de originalidad o creatividad o mejor dicha a
realizar una comunicación no verbal excelente. Clasificación: En cuanto a los principios de
ordenamiento que sirvieron de base al dominio Psicomotor, tenemos que los comportamientos están
ordenados a partir del más simple hasta llegar a los más complejos y están divididos en categorías;
1. Percepción: se intenta que el estudiante, por medio de los órganos sensoriales, reciba,
seleccione o transponga estímulos percibidos como forma de tomar conciencia y de dar
significado a los objetivos, fenómeno o situación.
Destreza: Montar, Calibrar, Armas, Conectar, Construir, Limpiar, Componer, Altar, Fijar,
Trazar, Manipular, Mezclar.
Al elaborar los objetivos de aprendizaje, en la línea de rescatar el valor que posee una adecuada
integración del contenido (información, habilidades, destrezas, actitudes), se retoman los
planteamientos de César Coll (1997). La posición de este autor permite clarificar que el aprendizaje
de diferentes tipos de contenidos conlleva capacidades y competencias diferentes; estas se expresan
en los objetivos, en lo formal, esencialmente en los verbos que se utilizan al redactar esos objetivos.
Siguiendo esta posición entre las taxonomías, se presenta un cuadro resumen de la posición ofrecida
por César Coll, en su libro Psicología y Currículo (1997), en torno a los diversos tipos de contenido,
al significado de su aprendizaje y a las capacidades o competencias que implica. Se ha elaborado este
cuadro por considerar la posición de Coll muy congruente con la búsqueda de propuestas
pedagógicas más constructivas. Se constituye este cuadro en un buen referente y en una ayuda
para el docente, en el momento de elaborar los objetivos de aprendizaje dentro del proceso de
planeamiento didáctico.
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Intencionalmente hemos utilizado el término "competencia" sin una clara conceptualización del mismo.
Su uso en los apartados anteriores habrá permitido a los lectores un acercamiento a la noción y a sus
múltiples sentidos. La noción es polisémica y ambigua, por lo que se hace necesario delimitarla. A
continuación trataremos de precisar los principales sentidos que se le atribuyen al término según sus
diferentes contextos de utilización.
Empecemos por caracterizar la noción de competencia tal como es usada en los medios laborales y de la
formación profesional. Dejemos en suspenso, por ahora, los sentidos que asume cuando es empleada en
el sistema educativo.
La capacidad de usar el conocimiento y las destrezas relacionadas con productos y procesos y, por
consiguiente, de actuar eficazmente para alcanzar un objetivo. (Hayes, 1985)
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(...) la capacidad productiva de un individuo que se define y mide en términos de desempeño en un
determinado contexto laboral, y no solamente de conocimientos, habilidades o destrezas en abstracto;
es decir, la competencia es la integración entre el saber, el saber hacer y el saber ser. (Ibarra, 2000)
El concepto de competencia hace referencia a la capacidad real del individuo para dominar el conjunto
de tareas que configuran un puesto de trabajo concreto. (Moore y Theunnissen, 1994, Pág. 70)
(...) posee competencia profesional quien dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes
necesarias para ejercer una profesión, puede resolver los problemas profesionales de una forma
autónoma y flexible, y está capacitado para colaborar en su entorno profesional y en la organización del
trabajo. (Bunk, 1994)
Aptitud para ejercer eficazmente un empleo, una función o ciertas tareas específicas, con todas las
calificaciones requeridas a este efecto. (BIT)
Más aún que lo técnico, que tiene que ver con la habilidad, el saber-hacer; la noción de competencia
engloba no solamente las capacidades requeridas para el ejercicio de una actividad profesional, sino
también el conjunto de comportamientos, facultades de análisis, toma de decisiones, transmisión de
información (...) juzgados necesarios para el dominio pleno de esta actividad. (ADEP)
La competencia es una capacidad laboral, medible, necesaria para realizar un trabajo eficazmente, es
decir, para producir los resultados deseados por la organización. Está conformada por conocimientos,
habilidades, destrezas y comportamientos que los trabajadores deben demostrar para que la
organización alcance sus métodos y objetivos (...) capacidades humanas, susceptibles de ser medidas,
que se necesitan para satisfacer con eficacia los niveles de rendimiento exigidos en el trabajo. (Marelli,
Anne, 1999)
En este sentido, la competencia laboral implica la capacidad de movilizar una serie de atributos para
trabajar exitosamente en diferentes contextos y bajo diferentes situaciones emergentes. Los
conocimientos se combinan con las habilidades y con la percepción ética de los resultados del trabajo
en el ambiente, con la capacidad de comunicarse y entender los puntos de vista de sus colegas y
clientes, la habilidad para negociar e intercambiar informaciones, etcétera. (Vargas, Casanova y
Montanaro, 2001)
Las competencias pueden ser definidas como un conjunto identificable y evaluable de capacidades que
permiten desempeños satisfactorios en situaciones reales de trabajo, de acuerdo a los estándares
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históricos y tecnológicos vigentes. (...) Las capacidades que permiten desempeños satisfactorios se
forman a partir del desarrollo de un pensamiento científico-técnico reflexivo, de la posibilidad de
construir marcos referenciales de acción aplicables a la toma de decisiones que exigen los contextos
profesionales, de desarrollar y asumir actitudes, habilidades y valores compatibles con las decisiones
que se deben tomar y con los procesos sobre los cuales se debe actuar responsablemente. (...) La
competencia no se refiere a un desempeño puntual. Es la capacidad de movilizar conocimientos y
técnicas y de reflexionar sobre la acción. Es también la capacidad de construir esquemas referenciales
de acción o modelos de actuación que faciliten las acciones de diagnóstico o de resolución de problemas
productivos no previstos o no prescriptos. (Catalano, Avolio de Cols y Sladogna, 2004).
Competencia y cualificación
El término competencia reemplaza al de cualificación o calificación asociado al paso del eje en la tarea al
eje en los objetivos, al pasaje de la preocupación por el puesto de trabajo a la preocupación por la
necesidad de polivalencia de los trabajadores.
La cualificación se proyecta en el desempeño del puesto, en saber, cumplir con normas de conocimiento
y habilidad; la competencia se proyecta en el resultado al que debe arribar la persona, en los
conocimientos y habilidades que lo aseguren. La calificación se circunscribe al puesto, la competencia se
centra en la persona, que puede llegar a ocupar uno o más puestos.
La competencia, por su parte, se refiere sólo a algunos aspectos de este acervo de conocimientos y
habilidades: aquellos que son necesarios para llegar a ciertos resultados exigidos en una circunstancia
determinada. Es la "capacidad real para lograr un objetivo o resultado en un contexto dado. El concepto
de competencia hace referencia a la capacidad real del individuo para dominar el conjunto de tareas
que configuran la función en concreto" (Reis, 1994) (Mertens, 1996, Pág. 61/2)
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Capacidades y competencias
Si vamos a las definiciones, encontramos que capacidades y competencias tienen más puntos en común
que diferencias.
Representa la capacidad actual de éxito, de la cual dispone un sujeto, en la ejecución de una tarea o en el
ejercicio de una profesión dada. Es el resultado global al cual concurren la base actitudinal, la madurez,
la facilidad para el aprendizaje y otras cualidades del carácter; además de la acción de factores
ambientales. (Centro di Studi Filosofice di Gallarate, 1967, Pág. 1194)
La capacidad depende de la aptitud, pero también del aprendizaje y de la experiencia previa, y se ejerce
en concreto en un determinado nivel que viene influido por la motivación y la personalidad del sujeto.
(Gran Acta 2000, 1991)
Una capacidad representa la posibilidad de tener éxito en la ejecución de una tarea, o en el ejercicio de
una profesión. Puede ser objeto de una evaluación directa, bajo la condición de una voluntad de
desempeño de parte de quien se quiere apreciar la capacidad; está condicionada por una aptitud, que
revela indirectamente, pero depende de condiciones previas entre las cuales juegan el grado de
madurez, la formación educativa o el aprendizaje y el ejercicio. (H. Pieron, en AFPA, 1992)
Capacidades: son atributos psico-cognitivos de los individuos, que se desarrollan por la integración y
acumulación de aprendizajes significativos. El desarrollo de capacidades es la base del despliegue y del
crecimiento de las habilidades o competencias. En las capacidades se integran y perfeccionan los
conocimientos, las destrezas y las habilidades cognitivas, operativas, organizativas, estratégicas y
resolutivas que luego se pondrán en juego en situaciones reales de actuación social o productiva.
(Catalano, Avolio de Cols y Sladogna, 2004, Pág. 21ó)
Tienen, sin embargo, algunas similitudes en las que se basan en buena medida la homologación que se
hace de ellas:
1. Ambas son conceptos (no realidades) que aluden a la acción; ambas están, como diría Barbier (1999),
dentro de la "semántica de la acción".
2. Ambas suponen, además de aptitud, aprendizaje y experiencia.
3. Ambas pueden ser definidas en términos de complejidad, de integración de conocimientos,
habilidades, destrezas, aptitudes, actitudes; del saber, el saber hacer y el saber ser.
4. En ambas el énfasis esta puesto más en la habilidad que en el conocimiento.
5. Ambas requieren de un rol central del sujeto en formación para su desarrollo (lo que las diferencia
claramente de la noción de saber propia del mundo de la enseñanza, que se basa en el supuesto de la
transmisión y del lugar central del enunciado del saber, tarea a cargo del docente).
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En este punto puede reconocerse, sin embargo, una diferencia. En el mundo de la profesión, el medio
privilegiado del desarrollo de las competencias es la experiencia misma, los procesos de reflexión sobre
la acción (en el sentido de Schon, 1992), o bien, en situaciones que empiezan a acercarse al mundo de la
formación, el entrenamiento a cargo del superior jerárquico o del instructor. En el mundo de la
formación, el medio privilegiado del desarrollo de capacidades son las situaciones que "simulan" la
experiencia profesional (enseñanza basada en casos o en proyectos, por ejemplo) o bien, lo que Filloux
(1996) denomina la "vuelta sobre sí mismo", el proceso reflexivo que involucra no sólo la acción sino al
sujeto que la realiza con toda su subjetividad.
El primer paso del diseño curricular basado en competencias es la identificación y análisis de las
competencias que deberán alcanzar los sujetos en formación. En la educación formal este proceso es,
por las razones ya expuestas, más complejo que en la formación para el trabajo. Además, los perfiles de
competencia requeridos en el mundo profesional constituyen un insumo importante para el diseño
curricular, pero no el único; el perfil del egresado no se desprende linealmente de las competencias
profesionales identificadas.
Por ejemplo, el Proyecto Tuning -del que participan todos los países integrantes de la Comunidad
Europea- plantea un conjunto de treinta competencias genéricas válidas para todas las carreras
universitarias europeas. Entre ellas se encuentran: habilidad para trabajar de manera autónoma;
comprensión de la cultura y las costumbres de otros países; habilidad para comunicarse con personas
no expertas; liderazgo; toma de decisiones; capacidad para adaptarse a nuevas situaciones; habilidades
de investigación; conocimiento básico general en el campo de estudio; planificación y manejo del
tiempo, etcétera.
A modo de ejemplo, mencionamos algunas de las treinta competencias específicas establecidas para
Historia: conciencia crítica de la relación entre hechos y procesos en el pasado; conciencia de las
diferencias en las perspectivas historiográficas en distintos períodos; conciencia de y respeto por
puntos de vista derivados de otros contextos nacionales o culturales; conocimientos detallados de uno o
más períodos específicos del pasado humano; habilidad para comunicarse oralmente en la propia
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lengua utilizando la terminología y las técnicas aceptadas en la profesión historiográfica; conocimiento
de lenguas antiguas; conocimientos de la historia local; conciencia de y habilidad para usar las
herramientas de las otras ciencias humanas; habilidad para organizar información histórica compleja
de forma coherente.
Por su parte, The CDIO2 Syllabus establece cuatro grandes grupos de competencias, que se especifican
hasta un quinto nivel. A manera de ejemplo, mencionaremos sólo los dos primeros niveles; en algunos
casos, para una mejor comprensión, incluimos entre paréntesis algunos elementos del tercer nivel:
1. Conocimiento y razonamiento técnico: conocimiento en las ciencias básicas; conocimientos
fundamentales en las ciencias centrales de la ingeniería; conocimientos fundamentales en
ingeniería avanzada.
2. Habilidades y atributos personales y profesionales: razonamiento en ingeniería y resolución de
problemas; experimentación y descubrimiento; pensamiento sistémico; habilidades y actitudes
personales (iniciativa y toma de riesgos, perseverancia y flexibilidad, pensamiento creativo);
habilidades y actitudes profesionales (ética profesional, integridad, responsabilidad y
responsabilidad, planificación proactiva de la propia carrera).
3. Habilidades interpersonales: trabajo en equipo; comunicación; comunicación en lenguas
extranjeras.
4. Concebir, diseñar, implementar y operar sistemas en empresas y en el contexto social: contexto
externo y social (responsabilidad y roles de los ingenieros, impacto de la ingeniería en el
contexto social, contexto histórico y cultural); contexto empresarial y de negocios (apreciación
de las diferentes culturas empresariales, emprendedorismo); concebir sistemas de ingeniería;
diseñar; implementar; operar.
Identificadas las competencias profesionales, se requiere inferir las capacidades involucradas y el nivel
en el que deben desarrollarse. Se espera que, desarrolladas estas capacidades en los niveles adecuados,
los profesionales noveles estén en condiciones de desarrollar, a partir del trabajo mismo, las
competencias necesarias.
Este listado de competencias y capacidades está aún lejos de constituir un perfil del graduado. Sin
embargo, constituye un elemento de interés porque introduce cuestiones no siempre consideradas
como objeto de enseñanza, tal como sucede con muchas de las competencias genéricas mencionadas
más arriba. Trabajo en equipo y redacción de informes, por ejemplo, suelen ser habilidades exigidas
pero difícilmente enseñadas; especificarlas y reconocerlas como exigencias del mercado laboral puede
permitir al mundo académico buscar cómo facilitar su desarrollo en los estudiantes.
En la elaboración del perfil del egresado se deben tener en cuenta, además de las competencias y
capacidades así identificadas:
Los requerimientos del mundo académico -que, por lo demás, constituye uno de los ámbitos
posibles de desempeño de los graduados-.
El contexto socio-histórico, cultural y político al que pertenece la institución.
La cultura y los valores propios de la institución formadora.
El perfil de estudiantes y docentes.
2
CDIO es una organización conformada por carreras de ingeniería de distintos países. La sigla quiere
decir: Conceiving, Designing, Implementing and Operating, que son las competencias consideradas
propias de la ingeniería.
35
Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Establecido el perfil del egresado, para poder avanzar en las definiciones curriculares es necesario
analizar también el de los ingresantes, lo que permite reconocer la brecha existente entre la situación
de partida -el perfil del ingresante- y de llegada -el perfil del graduado-. Muchas veces se obvia el
análisis del perfil del ingresante, dando por supuesto que éste cuenta con las capacidades necesarias
para enfrentar los estudios que propone el diseño curricular. Los fracasos masivos en cursos o
exámenes de ingreso, así como las altas tasas de deserción (que en el primer año de las distintas
carreras universitarias alcanza a la mitad de los inscriptos), ponen de manifiesto la falsedad de esta
hipótesis.
La brecha existente entre el perfil del ingresante y el del egresado es el espacio que debe llenar el
diseño curricular. Éste debe crear las condiciones para que la mayor parte de los ingresantes pueda, no
sólo superar los estándares mínimos, sino también acercarse al perfil deseado de los graduados3. Ello
requiere definir objetivos, contenidos y actividades.
Tipos de Competencias4
Son las capacidades de una persona para desempeñar las actividades que componen una función
laboral según los estándares y calidad esperados por el sector productivo.
3
El perfil del egresado constituye una meta y, en este sentido es, en cierta forma, un ideal que expresa lo
deseado. Además, deben establecerse los niveles mínimos requeridos para la graduación, dados por los
criterios de evaluación y acreditación.
4 Según CINTERFOR
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
BIBLIOGRAFIA:
AVOLIO DE COLS, Susana. Los proyectos para el trabajo en el aula, de la teoría a la acción docente.
Ediciones: Marymar. Buenos aires, Argentina, 1996.
Escamilla González, Amparo. Las competencias básicas: Claves y propuestas para su desarrollo en los
centros. Editorial GRA. Barcelona,España. 2008
FERNÁNDEZ Adalberto. SARRAMORA Jaime. TARIN Luis. Tecnología Didáctica. Teoría y Práctica de la
Programación Escolar. Ediciones CEAC. Barcelona, España. 1984
MEC PARAGUAY. ( SINAD) LA Didáctica General: una revisión conceptual para una práctica renovadora.
1998
ZABALZA, Miguel A. La enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas.2da ed. NARCEA, Madrid,
2002.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
UNIDAD 2: CONTENIDOS
DOCUMENTOS DE LECTURA
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
EL CONTENIDO:
1.1. ¿QUÉ SE APRENDE Y ENSEÑA?
El sistema de habilidades de una asignatura son aquellas habilidades que resultan las fundamentales o
esenciales, que en calidad de invariantes deben aparecer en el contenido de la asignatura. Estas
invariantes son las que indefectiblemente deben llegar a ser dominadas por los estudiantes y son las
que aseguran el desarrollo de sus capacidades cognoscitivas, es decir, la formación en la personalidad
del estudiante de aquellas potencialidades que le permiten enfrentar problemas complejos y
resolverlos mediante la aplicación de dichas invariantes.
El análisis del nivel de desarrollo alcanzado por la ciencia, de la lógica de la ciencia, nos permite
determinar el sistema de habilidades que de manera más significativa se puede asociar a los
conocimientos de dicha ciencia.
De todo el conjunto de contenidos que posee la ciencia, tanto en el sistema de conocimientos como en el
de habilidades, se incorporan al contenido de la asignatura aquellas que sean factibles, en dependencia
del papel y lugar de dicha asignatura en el Plan de Estudios, es decir, de los objetivos que tienen que
lograrse en la formación del profesional.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Asumimos como criterio fundamental para la selección de los contenidos la correspondencia del mismo
con la tarea profesional, es decir, la identificación de aquellos contenidos que son necesarios para
realizar la acción específica dentro de la estructura de la actividad profesional, las funciones que ella
realiza y su desarrollo histórico.
La identificación de los contenidos teniendo en cuenta este criterio, según el método teórico de la
actividad, facilita la inclusión en el programa de Asignatura, de los contenidos esenciales para la
formación del profesional (invariantes de conocimientos y habilidades), evitando la inclusión de
aquellos no fundamentales, así como la repetición o los solapamientos innecesarios.
Desde esta perspectiva, en cada asignatura se seleccionan los contenidos en función de la carrera y del
área de formación a la que pertenece lo cual justifica su papel en el Plan de Estudios de forma tal que
contribuya a la formación del estudiante en función de la profesión.
Factor Social: Las exigencias que la sociedad demanda en la formación del profesional para lo
cual las asignaturas del Plan de Estudios deben tributar a dicha formación.
La tarea de selección de los contenidos a nivel macro (Plan de Estudios), o micro (asignatura) es una
tarea compleja para lo cual se requiere de dos fases:
Primera fase: Preparación de la selección, esta fase se lleva a cabo por diferentes vías:
El profesor debe estar siempre en contacto con publicaciones o tratados generales, investigaciones o
informes que tengan relación con el asunto que él trabaja. No tiene sentido trabajar un tema siempre de
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
la misma forma, como si nada hubiera ocurrido en ese campo. El profesor tiene que hacer un esfuerzo
por documentarse y a través de este trabajo identificar conceptos básicos a abordar, tener un índice
temático de contenidos que se han abordado en otros programas similares y una estructura general del
campo (marco sintáctico.)
Aquí puede ser importante acudir a la ayuda de un experto para que con su auxilio se clarifique más el
campo de conocimiento adquirido en la etapa anterior. Un experto puede:
La visión del experto no es propiamente didáctica. Él analizará su disciplina desde la propia disciplina.
No se trata por tanto de que él haga la, pues a su visión hay que añadir las condiciones de los alumnos,
del profesor y de la institución así como la intención educativa que persigue el proyecto curricular.
3. Proceso Experiencial:
No basta con saber cuáles son los conceptos y temas fundamentales, sino que hay que relacionarlo con
otras variables y condiciones que constituyen el marco de adaptación a cada situación específica, como
son:
Segunda Fase: Determinación de los contenidos programáticos, se lleva a cabo teniendo la estructura
lógica interna de cada asignatura como la estructura psicológica, a partir de los siguientes criterios
generales:
2. Ejemplaridad: Aquí se trata de seleccionar los contenidos fundamentales, las ideas rectoras de
cada área temática. Estos contenidos deben actuar como eje organizador de todos los demás, son
conceptos básicos (invariantes de conocimientos y habilidades), que van a permitir adquirir otros
nuevos, tienen un valor instrumental, sirven al sujeto para su desarrollo cognitivo y tienen también un
valor lógico pues permiten estructurar en torno a ello las distintas nociones de ese campo.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
4. Transferibilidad: Hay que privilegiar aquellos aspectos con mayor poder de transferencia
instructiva. Es decir aquellos conceptos, datos, habilidades, actitudes y valores cuyo dominio puede
generalizarse a situaciones distintas a aquella en que se aprendió.
La tarea de estructurar los contenidos supone el ordenamiento del volumen de contenido seleccionado
con un fundamento didáctico y mediante variantes organizativas determinadas.
Principio del carácter científico, este principio señala que el contenido de la enseñanza tiene
que reflejar la realidad que presenta la ciencia contemporánea de manera tal que en la
conciencia de los estudiantes se llegue a crear una correcta imagen del mundo objetivo que lo
rodea y además el deseo de participar activamente en la transformación de ese mundo.
Principio de la sistematización; incluye la regla que plantea ir de lo simple a lo complejo, y de
lo conocido a lo desconocido. De esta forma el estudiante puede apropiarse consecuentemente
de los contenidos que ofrece cada asignatura de una manera lógica aprovechando los
conocimientos anteriores y formando el basamento adecuado para la adquisición de otros.
Principio de la relación intermateria; actualmente el problema de la relación intermateria ha
sido reconocido como una de las cuestiones pedagógicas más importantes por el significado
científico y práctico que tiene para el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje.
En el ordenamiento del contenido de los programas generalmente se siguen dos formas: Concéntrica y
Lineal.
La forma concéntrica, supone el tratamiento reiterado del mismo contenido a través de varios cursos
o semestres que lleva a su profundización y ampliación.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
En el ordenamiento lineal, se tratan los contenidos de modo que no se produzcan repeticiones, y se
avanza desde los conocimientos más simples hacia aquellos de mayor complejidad. Es conveniente
aclarar que puede ocurrir que el Programa Analítico de Asignatura pose aun ordenamiento lineal pero
puede tener carácter concéntrico en relación con otros programas del ciclo o de otro. Cuando esto
sucede es necesario que en el tratamiento metodológico del contenido se aplique otro enfoque al
problema o una explicación más profunda del objeto de estudio, para evitar repeticiones inútiles.
Ha quedado claro en las secciones precedentes que el aprendizaje escolar no puede restringirse de
ninguna manera a la adquisición de "bases de datos". En esta sección revisaremos brevemente la
posibilidad de fomentar aprendizajes significativos considerando diversos contenidos curriculares. De
acuerdo con Coll, Pozo, Sarabia y Valls (1992), los contenidos que se enseñan en los currículos de todos
los niveles educativos pueden agruparse en tres áreas básicas: conocimiento declarativo, procedimental
y actitudinal (véase figura 2.5).
El saber qué o conocimiento declarativo ha sido una de las áreas de contenido más privilegiadas dentro
de los currículos escolares de todos los niveles educativos. Sin lugar a dudas, este tipo de saber es
imprescindible en todas las asignaturas o cuerpos de conocimiento disciplinar, porque constituye el
entramado fundamental sobre el que éstas se estructuran.
Como una primera aproximación, podemos definir el saber qué como aquella competencia referida al
conocimiento de datos, hechos, conceptos y principios. Algunos han preferido denominarlo
conocimiento declarativo, porque es un saber que se dice, que se declara o que se conforma por medio
del lenguaje.
Dentro del conocimiento declarativo puede hacerse una importante distinción taxonómica con claras
consecuencias pedagógicas: el conocimiento factual y el conocimiento conceptual (Pozo, 1992).
El conocimiento factual es el que se refiere a datos y hechos que proporcionan información verbal y que
los alumnos deben aprender en forma literal o "al pie de la letra". Algunos ejemplos de este tipo de
conocimiento son los siguientes: el nombre de las capitales de los distintos países de Sudamérica, la
fórmula química del ácido sulfúrico, los nombres de las distintas etapas históricas de nuestro país, los
títulos de las novelas representativas mexicanas del siglo actual, etcétera.
El conocimiento conceptual es más complejo que el factual. Se construye a partir del aprendizaje de
conceptos, principios y explicaciones, los cuales no tienen que ser aprendidos en forma literal, sino
abstrayendo su significado esencial o identificando las características definitorias y las reglas que los
componen.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Podríamos decir que los mecanismos que ocurren para los casos del aprendizaje de hechos y el
aprendizaje de conceptos, son cualitativamente diferentes. El aprendizaje factual se logra por una
asimilación literal sin comprensión de la información, bajo una lógica reproductiva o memorística y
donde poco importan los conocimientos previos de los alumnos relativos a información a aprender;
mientras que en el caso del aprendizaje conceptual ocurre una asimilación sobre el significado de la
información nueva, se comprende lo que se está aprendiendo, para lo cual es imprescindible el uso de
los conocimientos previos pertinentes que posee el alumno.
A manera de resumen, se presentan en el cuadro 2.9 sobre las características principales del
aprendizaje factual y conceptual (Pozo, 1992).
A causa de que los mecanismos de adquisición del conocimiento factual y del conceptual son diferentes
entre sí, las actividades de instrucción que el maestro debe realizar tienen que ser igualmente
diferenciadas.
Por desgracia, las condiciones habituales en que ocurre el aprendizaje factual en nuestras instituciones
educativas se vinculan tanto con materiales de aprendizaje que poseen un escaso nivel de organización
o significatividad lógica, como con la existencia de una disposición motivacional o cognitiva orientada
hacia el aprendizaje repetitivo. Hay que destacar que las prácticas de evaluación del aprendizaje
frecuentemente predeterminan esta situación: el alumno sabe que el examen que le van a aplicar
consiste en preguntas que miden memoria de hechos o reproducción literal de la información y, en
consecuencia, sus conductas de estudio se orientan a la memorización sin significado.
No obstante, cuando el profesor quiera promover aprendizaje de contenidos declarativos (que en todo
caso es muy necesario, pues en toda disciplina existe un núcleo básico de información que el alumno
debe dominar), es posible crear condiciones para que el alumno practique el recuerdo literal y
memorice los datos o hechos a través del repaso, la relectura u otras actividades parecidas, tratando de
fomentar una memorización significativa y vinculando la información factual entre sí y con otro tipo de
contenidos.
Para promover el aprendizaje conceptual es necesario que los materiales de aprendizaje se organicen y
estructuren correctamente, lo cual les provee de una riqueza conceptual que pueda ser explotada por
los alumnos. También es necesario hacer uso de los conocimientos previos de los alumnos y hacer que
éstos se impliquen cognitiva, motivacional y efectivamente en el aprendizaje. El profesor debe planear
actividades donde los alumnos tengan oportunidades para explorar, comprender y analizar los
conceptos de forma significativa, ya sea mediante una estrategia expositiva o por descubrimiento.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Los procedimientos (nombre que usaremos como genérico de los distintos tipos de habilidades y
destrezas mencionadas, aunque hay que reconocer sus eventuales diferencias) pueden ser definidos
como un conjunto de acciones ordenadas y dirigidas hacia la consecución de una meta determinada
(Coll y Valls, 1992). En tal sentido, algunos ejemplos de procedimientos pueden ser: la elaboración de
resúmenes, ensayos o gráficas estadísticas, el uso de algoritmos u operaciones matemáticas, la
elaboración de mapas conceptuales, el uso correcto de algún instrumento como un microscopio, un
telescopio, un procesador de textos.
La meta a lograr,
La secuencia de acciones a realizar, y
La evolución temporal de las mismas.
Asimismo, se ha establecido que un aprendizaje de este tipo ocurre en etapas, que comprenden:
1. La apropiación de datos relevantes respecto a la tarea y sus condiciones. Ésta es una etapa
donde se resalta el conocimiento declarativo, sin ser todavía de ejecución de la tarea. Se centra en
proporcionar al aprendiz la información o conocimiento factual relacionado con el procedimiento en
general y las tareas puntuales a desarrollar, explicar las propiedades y condiciones para su realización,
así como las reglas generales de aplicación.
2. La actuación o ejecución del procedimiento, donde al inicio el aprendiz procede por tanteo y
error, mientras el docente lo va corrigiendo mediante episodios de práctica con retroalimentación. En
esta fase, se llega a manejar un doble código: declarativo y procedimental. Debe culminar con la fijación
del procedimiento.
4. El perfeccionamiento indefinido del procedimiento, para el cual en realidad no hay final. Marca
claramente la diferencia entre un experto (el que domina el procedimiento) y el novato (el que se inicia
en su aprendizaje).
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Una crítica importante hacia la forma en que habitualmente se enseñan los procedimientos en la
escuela es que no se llega más allá de la fase uno, o si acaso se introduce al alumno a la fase dos. Parece
que la creencia errónea más arraigada al respecto es que es posible ejecutar un procedimiento
simplemente a partir de proporcionar la información "teórica" o las "reglas" que nos dicen cómo
hacerlo. Esto puede ilustrarse si retomamos el ejemplo de la enseñanza de la Estadística en contextos
universitarios: el alumno recibe una información de "manual" es decir, se le pide que memorice
definiciones de conceptos, se le dicen las reglas básicas a aplicar y se realizan algunos "ejercicios" (la
mayoría aislados, artificiales y rutinarios); la retroalimentación que recibe consiste en informarle si
aplicó o no la fórmula correcta o si las operaciones condujeron al resultado correcto. Casi nunca se
trabaja en contextos de práctica auténticos, no se supervisa la automatización del procedimiento ni se
intenta su perfeccionamiento, no hay episodios de reflexión en y sobre lo que se hace, no se exploran
rutas alternativas, etcétera. Y éste parece ser el caso de otros aprendizajes igualmente importantes: la
metodología de investigación, el desarrollo de habilidades profesionales y la elaboración de la tesis o
disertación, entre muchos otros.
El aprendizaje de los procedimientos, como el de los otros tipos de contenido, implica un proceso
gradual en el que deben considerarse varias dimensiones (que forman cada una de ellas un continuo,
desde los momentos iniciales de aprendizaje hasta los finales del mismo). Estas dimensiones
relacionadas entre sí son las siguientes:
1. De una etapa inicial de ejecución insegura, lenta e inexperta, hasta una ejecución rápida y
experta.
2. De la ejecución del procedimiento realizada con un alto nivel de control consciente, hasta la
ejecución con un bajo nivel de atención consciente y una realización casi automática.
3. De una ejecución con esfuerzo, desordenada y sujeta al tanteo por ensayo y error de los pasos
del procedimiento, hasta una ejecución articulada, ordenada y regida por representaciones
simbólicas (reglas).
4. De una comprensión incipiente de los pasos y de la meta que el procedimiento pretende
conseguir, hasta una comprensión plena de las acciones involucradas y del logro de una meta
plenamente identificada.
La idea central es que el alumno aprenda un procedimiento de la manera más significativa posible. Para
tal efecto, el profesor podrá considerar las anteriores dimensiones y promover intencionalmente que la
adquisición de los procedimientos sea en forma comprensiva, pensante, funcional y generalizable a
variados contextos.
Es común percibir a los dos tipos de conocimientos (declarativo y procedimental) como separados,
incluso a veces se privilegia uno de ellos en detrimento del otro. Pero en realidad debemos verlos como
conocimientos complementarios. En particular, la enseñanza de alguna competencia procedimental (la
gran mayoría de ellas), debe enfocarse en un doble sentido: 1) para que el alumno conozca su forma de
acción, uso y aplicación correcta, y 2) sobre todo para que al utilizarla enriquezca su conocimiento
declarativo.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
decreciente del profesor, la cual ocurre al mismo tiempo que se genera la creciente mejora en el manejo
del procedimiento por parte del alumno.
Uno de los contenidos anteriormente poco atendidos en todos los niveles educativos era el de las
actitudes y los valores (el denominado "saber ser") que, no obstante, siempre ha estado presente en el
aula, aunque sea de manera implícita u "oculta". Sin embargo, en la década pasada notamos importantes
esfuerzos por incorporar tales saberes de manera explícita en el currículo escolar, no sólo a nivel de la
educación básica, sino también en el nivel medio, en el bachillerato y gradualmente en la educación
superior.
Los diferentes países y sistemas educativos los han incorporado de muy diversas maneras, en proyectos
curriculares o metacurriculares, ubicándolos bajo los rubros de educación moral o ética, enseñanza de
valores y actitudes, desarrollo humano, educación para los derechos humanos y la democracia, y
educación cívica, entre otros. Asimismo, y sin excluir lo anterior, se ha tratado de clarificar en el
currículo y la enseñanza el tipo de valores y actitudes que habría que fomentar en las materias
curriculares clásicas, como por ejemplo, qué actitudes hay que fomentar en los alumnos respecto a la
ciencia y la tecnología, o qué tipo de valores sociales hay que desarrollar en asignaturas como Historia o
Civismo. También se han dedicado esfuerzos importantes a tratar de erradicar las actitudes negativas y
los sentimientos de incompetencias de los estudiantes hacia ciertas asignaturas (por ejemplo,
Matemáticas) o en general hacia aquellas situaciones educativas que les generan frustración y baja
autoestima.
Como puede anticiparse, este campo ha resultado no sólo muy complejo sino sumamente polémico. En
el espacio de este texto nos es imposible abarcar el tema con la debida amplitud, sólo haremos algunas
acotaciones elementales. El lector interesado puede consultar la amplia e interesante literatura que ha
surgido en los últimos años (Buxarrais et al., 1997; Latapí, 1999; Puig, 1996, entre otros).
Como inicio, pasaremos revista a los conceptos de actitud y valor. Dentro de las definiciones más
aceptadas del concepto de actitud, puede mencionarse aquella que sostiene que son constructos que
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
median nuestras acciones y que se encuentran compuestas de tres elementos básicos: un componente
cognitivo, un componente afectivo y un componente conductual (Vendar y Levie, 1993; Sarabia, 1992).
Otros autores (Fischbein) han destacado la importancia del componente evaluativo en las actitudes,
señalando que éstas implican una cierta disposición o carga afectiva de naturaleza positiva o negativa
hacia objetos, personas, situaciones o instituciones sociales.
Las actitudes son experiencias subjetivas (cognitivo-afectivas) que implican juicios evaluativos, que se
expresan en forma verbal o no verbal, que son relativamente estables y que se aprenden en el contexto
social. Las actitudes son un reflejo de los valores que posee una persona.
Se ha dicho que un valor es una cualidad por la que una persona, un objeto-hecho despierta mayor o
menor aprecio, admiración o estima. Los valores pueden ser económicos, estéticos, utilitarios o
morales; particularmente estos últimos representan el foco de los cambios recientes en el currículo
escolar. Puede afirmarse que los valores morales son principios éticos interiorizados respecto a los
cuales las personas sienten un fuerte compromiso de “conciencia”, que permiten juzgar los adecuado de
las conductas propias y ajenas (Sarabia, 1992).
En términos generales, la mayor parte de los proyectos educativos interesados en enseñar valores en la
escuela toman postura a favor de aquellos que se orientan al bien común, al desarrollo armónico y
pleno de la persona, y a la convivencia solidaria en sociedades caracterizadas por la justicia y la
democracia. La base de los programas educativos se sustenta en la promoción de los derechos humanos
universales (libertad, justicia, equidad, respeto a la vida, etc), así como en la erradicación de los
llamados antivalores (discriminación, autoritarismo, segregación, maltrato, explotación, etcétera).
Ya dijimos que en las instituciones escolares el aprendizaje y la enseñanza de las actitudes y valores han
sido poco estudiados en comparación con los otros contenidos escolares. Sin embargo, a la luz de la
investigación reciente realizada sobre los mecanismos y procesos de influencia en el cambio de
actitudes y en la construcción de valores, es menester realizar algunos comentarios al respecto.
El aprendizaje de las actitudes es un proceso lento y gradual, donde influyen distintos factores como las
experiencias personales previas, las actitudes de otras personas significativas, la información y
experiencias novedosas, y el contexto sociocultural (por ejemplo, mediante las instituciones, los medios
de comunicación y las representaciones colectivas). Se ha demostrado que muchas actitudes se gestan y
desarrollan en el seno escolar, sin ninguna intención explícita para hacerlo. De cualquier modo, el
profesor es el que directa o indirectamente se enfrenta a esta problemática compleja y difícil, que
muchas veces rebasa a la institución escolar misma.
Sin embargo, hay muchas actitudes que las escuelas deben intentar desarrollar y fortalecer (como el
respeto al punto de vista del otro, la solidaridad, la cooperatividad, etcétera) y otras que debe procurar
erradicar o relativizar (como el individualismo egoísta o la intolerancia al trabajo colectivo). Para ello el
profesor se vuelve un importante agente o un otro significativo, que ejerce su influencia y poder (de
recompensa, de experto, etcétera) legitimados institucionalmente, para promover actitudes positivas en
sus alumnos.
De acuerdo con Bednar y Levie (1993), hay tres aproximaciones que han demostrado ser eficaces para
lograr el cambio actitudinal, a saber: a) proporcionar un mensaje persuasivo, b) el modelaje de la
actitud y c) la inducción de disonancia o conflicto entre los componentes cognitivo, afectivo y
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
conductual. Dichos autores recomiendan que se planteen situaciones donde éstas se utilicen en forma
conjunta.
Algunas metodologías y técnicas didácticas que han demostrado ser eficaces para trabajar directamente
con los procesos actitudinales son, por ejemplo, las técnicas participativas (juego de roles o "role-
playing" y los sociodramas), las discusiones y técnicas de estudio activo, las exposiciones y
explicaciones de carácter persuasivo (con conferencistas de reconocido prestigio o influencia) e
involucrar a los alumnos en la toma de decisiones (Sarabia, 1992).
Las aportaciones del constructivismo en este interés renovado por enseñar valores han puesto de
nuevo al día trabajos pioneros en el tema, como los de Jean Piaget o Lawrence Kohlberg acerca del
desarrollo y del juicio moral, así como diversas líneas de investigación recientes acerca del desarrollo
afectivo y social de las personas, del estudio de las habilidades de pensamiento reflexivo y
razonamiento crítico, del comportamiento colaborativo y prosocial, entre otras.
En este ámbito es más que evidente que la enseñanza no puede centrarse en la recepción repetitiva de
información factual o declarativa, sino que se requieren experiencias de aprendizaje significativas, que
permitan no sólo adquirir información valiosa, sino que incidan realmente en el comportamiento de los
alumnos, en la manifestación del afecto o emoción moral, en su capacidad de comprensión crítica de la
realidad que los circunda, en el desarrollo de habilidades específicas para el diálogo, la autodirección, la
participación activa, la cooperación o la tolerancia.
Las siguientes son algunas de las metodologías de orientación constructivista que intentan promover
aprendizajes significativos en este complejo campo: la clarificación de valores y actitudes orientada al
autoconocimiento, la discusión sobre dilemas, el análisis de casos, la comprensión y escritura crítica, el
aprendizaje cooperativo y situado, el entrenamiento en habilidades sociales y autorregulatorias, la
participación activa en proyectos académicos y comunitarios de servicio o prosociales (véase cuadro
2.10). Posteriormente, en el capítulo respectivo, se harán algunos comentarios acerca de la evaluación
de estos aprendizajes.
Contenidos de la enseñanza.
Este tema asume una característica distinta: se maneja el consabido listado de temas, capítulos o
unidades, etc. Un signo también muy característico de este enfoque de la didáctica es el enciclopedismo,
representado por el gran cúmulo de conocimientos que el alumno tiene que “aprender”. Éste fenómeno
se expresa en la fragmentación y abuso del detalle. Como se puede ver, los contenidos presentados de
ésta manera no requieren que el estudiante realice un esfuerzo de comprensión e interpretación, sino
de memorización y de repetición. En suma, los contenidos se consideran como algo estático, recortado,
acabado, legitimado, con pocas posibilidades de análisis y discusión o de objeción y proposición de
alternativas por parte de profesores y estudiantes.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
En la tecnología educativa el problema de los contenidos pasa a segundo plano, estos son algo ya dado y
validado por la institución educativa y sus grupos de “expertos”. En estas condiciones pensamos que no
hay diferencias sustantivas al respecto entre la didáctica tradicional y la tecnología educativa. En la
línea de la noción técnica de la formulación de objetivos conductuales, al contenido se le considera
formando parte del binomio conducta-contenido en la especificación del objetivo, pero en la inteligencia
de que es el medio a través del cual se manifiesta la conducta. Ello viene a confirmar que lo importante
no son los contenidos sino las conductas.
De esta problemática Justa Ezpeleta apunta algo que resulta muy revelado: “la escuela del siglo XVII se
proponía a imprimir contenidos en la mente de los educandos; tres siglos después, en el reinado de la
tecnología educativa, Skinner cambia el acento y habla de imprimir conductas en los alumnos”. Pienso
que esta aseveración corrobora una vez más, el estatus del contenido en la corriente de la tecnología
educativa.
Es un hecho que los contenidos constituyen la columna vertebral de los planes y programas de estudio
y, consecuentemente, de la instrumentación didáctica con la que el profesor promueve el aprendizaje en
sus alumnos; sin embargo, en el contexto de la tecnología educativa, el estudio del contenido ha sido
desvirtuado por la aplicación de diversas técnicas surgidos fundamentalmente de la Enseñanza
Programada, y por tanto, bajo la tutela del conductivismo.
Lo cierto es que los contenidos, dada la gran carga ideológica que comportan, se oficializan, se
institucionalizan y, por lo tanto, pocas veces se someten a discusión, cuestionamiento y menos aún, a
replanteamiento o revisiones críticas. Es algo legitimado sobre lo cual el profesor y el alumno, las más
de las veces, tienen vedado opinar, porque su tarea consiste, sólo en acatar pasivamente.
En el marco de la tecnología educativa, éste control ideológico de los contenidos de la enseñanza tiene
graves consecuencias para la orientación de la educación, en el sentido de que dichos contenidos se
conciben constitucional y socialmente como asépticos, neutrales y científicos, válidos para todos y cada
uno de los horizontes educativos.
Estamos seguros de que en vista de la gran complejidad que implica el problema de los contenidos, por
ahora sólo dejaremos planteado el tema al que retomaremos más adelante, cuando desarrollemos la
propuesta de la didáctica crítica.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Tradicionalmente, la selección y organización de los contenidos de asignaturas que integran los planes
de estudio de las carreras de enseñanza superior han constituido una tarea casi exclusiva del profesor
que cuenta con mayor experiencia de cuerpos técnicos, o del titular de cátedra respectiva.
Generalmente el profesor recibía el título de la materia, los temas a incluir, los puntos a subrayar. Los
enfoques aplicados se ejercían conforme al principio de la libertad de cátedra. Todo intento de
armonización, de búsqueda, de coherencia y organización, de unificación de criterios respecto de los
programas mismos y con la estructura general del plan de estudio, ha sido percibido, en muchos casos,
como una amenaza al ejercicio de dicha libertad.
Por ello pensamos que el no contemplar éstas consideraciones sobre teoría curricular como algo
importante, para efectos de una correcta formación de lo educandos, constituye una riesgosa omisión.
Hoy en día hay un cuestionamiento real tanto de los contenidos de las carreras como de las formas de
allegarse o apropiarse ese conocimiento. Incluso no es aventurero afirmar que mucho del descontento
estudiantil y de la propia sociedad obedece justamente a la falta de significatividad del conocimiento y
de formación que adquieren en la escuela.
El siglo XX, afirma Manacorda, es el siglo del gran desarrollo de la ciencia y de la técnica: teorías,
conocimientos, posibilidades mecánicas e inventos invaden nuestro tiempo en apresurada marcha. Ya
no podemos conformarnos con el empirismo de épocas pasadas. La cultura científica ha pasado a ser un
elemento indispensable para la formación del hombre de hoy. De ahí la imperiosa necesidad de someter
a revisión y replanteamiento constante los contenidos de planes y programas de estudio a fin de que
respondan a las demandas de esta sociedad en constante cambio.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Asimismo, es indiscutible que uno de los problemas serios a que se enfrenta la propuesta de la didáctica
crítica y la educación en general, es el relacionado con los contenidos. Es decir, que ante la gran
explosión del conocimiento, la variedad de los campos disciplinarios y la influencia de concepciones
positivas vienen a complicar y a comprometer la unidad y el sentido de integración de los contenidos.
Esta condición resulta indispensable para que el estudiante se forme en la perspectiva de lo que Hilda
Taba llama ideas básicas, conceptos fundamentales y sistemas de pensamiento; sin embargo estos
requerimientos generalmente están ausentes de la práctica educativa. Los planes y programas de
estudios están formados por unidades episódicas, donde cada una de ellas se convierte en una tarea por
derecho propio.
De ahí nuestra reiteración, de que el problema de los contenidos es un renglón fundamental en la tarea
docente; no obstante, su tratamiento sufre silencios, vacíos y olvidos frecuentes tanto en la concepción
como en la implementación curricular. Guerrero Tapia refiere que si bien los contenidos se han
considerado, sus conclusiones no han trascendido el simple señalamiento de que el contenido es un
tema condicionado por el avance de la ciencia, por la naturaleza de la profesión, por los rasgos de la
cultura, etc.
Los cierto es, apunta Manacorda, que el problema del contenido de la enseñanza es muy complejo ya
que comporta prácticamente toda la problemática pedagógica.
A manera de recapitulación, reproduzco a continuación algunas ideas que plantea Ana Hirsch acerca del
conocimiento:
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
• En el proceso de enseñanza aprendizaje, es fundamental presentar los contenidos lo menos
fragmentados posibles y promover aprendizajes que implican operaciones superiores del
pensamiento, como son: el análisis y la síntesis, así como las capacidades críticas y creativas.
• El conocimiento es complejo, pues ningún acontecimiento se presenta aisladamente. Se requiere
buscar las relaciones e interacciones en que se manifiestan y no presentarlo como un fragmento
independiente y estático.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
UNIDAD 3: ACTIVIDADES
DOCUMENTOS DE LECTURA
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Otro elemento esencial en el planeamiento didáctico lo constituyen las situaciones de aprendizaje que
se proporcionan y desarrollan para el logro de los aprendizajes. Estas han sido denominadas por los
estudiosos, en diferentes momentos de diversas formas: situaciones de aprendizaje, actividades,
estrategias, experiencias de aprendizaje, estrategias para la mediación pedagógica, estrategias
didácticas, etc. Con mayor o menor precisión y claridad, cada uno de estos términos encierra, como
esencia, el referirse a las acciones que se prevén y ejecutan para que los alumnos desarrollen su proceso
de aprendizaje.
La forma en que este elemento se incluye en el planteamiento didáctico difiere mucho de una propuesta
curricular a otra; por ejemplo, si se trata de una propuesta de corte tradicional, y enmarcada en una
visión del currículo centrada en la enseñanza, se enfatizarán las “actividades “que realizará el docente,
para provocar en los alumnos el aprendizaje. Cuando se trata de propuesta centrada en el aprendizaje
y en el alumno, sustentada en las corrientes constructivistas, las actividades se enfocarán esencialmente
en describir lo que hará el alumno para adquirir o construir el aprendizaje.
De igual forma, se dan variantes en términos del nivel de especificidad con que se describen las
situaciones de aprendizaje, de acuerdo con el nivel de planeamiento de que se trate: proyecto curricular
de un nivel, plan trimestral, plan mensual, minuta diaria, etcétera.
Tanto en lo que respecta a la denominación de este elemento como a la forma en que se debe incorporar
en el planeamiento, no resulta consecuente dar “recetas” ni asumir posiciones únicas. Lo importante es
clarificar ciertas orientaciones generales, que permitan tomar decisiones acertadas y pertinentes en
relación con este elemento, a la hora de elaborar los diversos planeamientos didácticos.
En esta línea se plantea el tema en el presente apartado. Para ello, se asume la posición, ya explícita en
el análisis del contenido como elemento curricular, de visualizar las situaciones de aprendizaje en el
marco de las corrientes constructivistas. Para analizar aspectos relativos a este elemento del
planeamiento, debe partirse del hecho de que este alude a un proceso de previsión y organización
de actividades que intencionalmente se plantean para que los alumnos construyan una serie de
“saberes”, “saberes hacer” y “saberes ser”.
En este punto, es valioso el pensamiento de Coll, cuando afirma que “...lo propio y específico de la
educación seglar es que está formada por un conjunto de actividades especialmente planificadas, con el
fin de ayudar a que los alumnos y alumnas asimilen unas formas o saberes culturales que, al mismo
tiempo que se consideran esenciales para su desarrollo y socialización, difícilmente serían asimilados
sin el concurso de una ayuda específica” (César Coll, 1992)
Para efectos de este trabajo, se utiliza el término “situaciones de aprendizaje” por considerarlo el más
adecuado al enfoque que se pretende dar a este elemento, dentro del planeamiento didáctico. Sin
embargo, no se pretende plantear que es así como debe llamarse ese elemento, al incorporarlo al
planeamiento. Generalmente, la denominación que se utiliza en el nivel institucional y de aula depende
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
de la que se le da en niveles más amplios de la planificación, como son el marco (programas de estudio o
propuestas curriculares de nivel regional) en las cuales se utiliza una determinada nomenclatura. Esta,
generalmente se va “imponiendo”, especialmente por la necesidad que surge de que los docentes y
otros funcionarios manejen un vocabulario común que facilite la interacción y el comportamiento, al
participar en experiencias y compartir conocimientos. Los docentes, al momento de planificar la
práctica pedagógica en sus diversos niveles, emplearán el nombre que haya sido asumido en los niveles
de planificación anteriores; o, en su lugar, seleccionarán individualmente o en grupo, el término que
consideren pertinente, si tienen la posibilidad de realizar esa elección.
Sea cual fuere el término con el que se designe este elemento del planeamiento, lo importante es que
llene las características que debe asumir, para ser congruente con las posiciones de las nuevas
corrientes curriculares, que plantean el desarrollo de los aprendizajes en el marco del constructivismo.
Al optar por el término “situaciones de aprendizaje”, se conceptualiza este elemento curricular como
una serie de actividades concatenadas, que permiten al alumno internalizar o construir un determinado
aprendizaje.
En ese accionar concatenado, es posible que los alumnos realicen primero alguna actividad que les
remita a sus conocimientos previos sobre el objeto de estudio, y que luego las diferentes actividades lo
lleven a ampliar sus conocimientos, a aplicar lo aprendido, a buscar respuestas a retos, a transferir lo
aprendido a nuevas situaciones, etc. Lo esencial es que las actividades sean correctamente organizadas,
de manera que garanticen el logro de cada objetivo de aprendizaje.
Las situaciones de aprendizaje remiten muchas veces a trabajar en forma interrelacionada los diversos
tipos de contenidos: datos, hechos, conceptos, principios, procedimientos, actitudes y valores. En otras
oportunidades puede trabajarse un contenido de un solo tipo, o dar prioridad a unos y disminuir la
presencia de otros tipos.
Al analizar la relación entre las situaciones de aprendizaje y los contenidos, es importante también
tener presente que algunos contenidos requieren que las actividades que se propicien para su
aprendizaje posean o enfaticen determinadas características. Así, por ejemplo, cuando se trata de
planificar y ejecutar situaciones de aprendizaje para “aprender” datos, hechos o principios, es
fundamental que las actividades que se incluyan en la situación de aprendizaje exploten las
posibilidades de acción de los alumnos, más allá de una simple actividad memorística mecánica y
repetitiva. En su lugar, esas actividades deben permitir agrupar, organizar y relacionar esos datos con
otros datos o hechos.
Otro aspecto importante de considerar es que esas situaciones de aprendizaje deben construirse en
un proceso didáctico, que hará más efectivo y agradable el aprendizaje. En este sentido, el juego y la
competencia deben tener un papel fundamental.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Las actividades deben estimular también la búsqueda de claves y códigos que permitan “retener y
apresar”, en la memoria, datos y hechos que luego serán parte esencial en otras actividades y otras
situaciones de aprendizaje, tendientes al desarrollo del proceso de adquisición y construcción de
conocimientos más complejos.
En el caso del aprendizaje de conceptos y principios, es muy importante que las situaciones de
aprendizaje incluyan estrategias que el alumno ya conozca o domine. Cuando esto no ocurre, podría
suceder que el alumno “no internalice o construya un concepto o principio”, no por la dificultad que el
concepto o principio en sí posee, sino, más bien por los problemas que le provocan las acciones que les
exige la situación de aprendizaje.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
En el intento de definir las mejores estrategias y técnicas, los recursos más adecuados y las más
apropiadas mediaciones para la mayor calidad de la docencia universitaria; se vuelve importante, el
haber desentrañado la trama conceptual que nos hace actuar de una u otra manera como profesionales
de la educación superior. Este texto estará entonces referido al profesor universitario, y a tratar de
dialogar con él sobre cómo entretejer sus conceptos en la elaboración de los diseños de sus
intervenciones pedagógico-didácticas.
El primer escollo con que se encuentra, es con el concepto de Pedagogía, ya que se le reseña uno y otro,
y no sabe a cuál atender. En realidad, este no es un problema complejo. La Pedagogía como cualquier
otra disciplina, tiene muchos enfoques teóricos que la definen de múltiples maneras pero con una
connotación común, la formación humana. Y como profesión, se genera de la interdisciplinariedad y la
transdisciplinariedad de las llamadas Ciencias de la Educación. Unos de estos enfoques provienen de
énfasis en la psicología, otros en la filosofía, la sociología o la comunicación social, entre otros campos
del saber.
Lo importante para este docente, es comprender que la pedagogía universitaria es la actividad del
pedagogo, por lo tanto es su quehacer y los enfoques pedagógicos son en este caso herramientas
teóricas para comprenderla, cualificarla y aplicarla. Luego si la pedagogía escolar, atiende a la
formación humana, y desde esos diferentes enfoques encuentra diversos fundamentos para apoyarla, lo
que debe es acudir a determinar cuál es su decisión frente a sus estudiantes: ¿Qué tipo de seres
humanos quiere contribuir a formar? ¿Por qué? ¿Para qué? Resueltos estos interrogantes y equipado
con ciertos criterios pedagógicos, solo necesita acercarse a un mayor conocimiento de los estudiantes a
quienes se va a dirigir su acción, a sus contextos y al dominio de su materia. Por supuesto, la práctica
pedagógica nunca es pura, es decir, ningún enfoque es autosuficiente, por lo que, teniendo unos
presupuestos fundantes de base, podrá tomar componentes de otros enfoques, coherentes con el
propio.
Lo que sí no debe suceder, es que luego de reconocer a los clásicos, o las propuestas de las comunidades
pedagógicas, continúe artesanalmente, sin nutrirse teóricamente para construir, para innovar en las
prácticas pedagógicas. En la profesión educativa, como en cualquier otra, son necesarios los referentes,
la relación teoría – praxis; y una manera fácil de abordar la comprensión teórica, puede ser la de situar
la comprensión de los autores de los conceptos en las disciplinas de donde ellos provienen. Ese es el
caso, al hablar por ejemplo de cognición y reconocer su origen en la psicología, o al hablar de mediación
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
y comprenderlo desde su naturaleza en la comunicación social. Esto ayudará a reconocer el porqué de
los énfasis o las formas que adquieren los conceptos y sus prácticas.
Por otra parte, para ser docente universitario, es significativo en la pedagogía universitaria, que para
definir la literatura o los métodos, se tengan presente algunas diferenciaciones que emergen de los
diferentes niveles del Sistema Educativo. Por ejemplo en cuanto al conocimiento; mientras para la
educación básica son importantes la reconstrucción de las ciencias básicas elaboradas por los
científicos en sus comunidades y el aprestamiento para la vida social y laboral; para la universidad lo
prioritario es no solo la reconstrucción de la ciencia y el servicio social de ella, sino la producción de
conocimiento y la inserción del profesional en la vida pública. Se observa entonces el valor que debe
tener la investigación formativa en todo el proceso educativo y la necesidad particular de la
investigación científica en la educación superior, actividad con la cual la Universidad se relaciona por
ejemplo, con el sector público o privado, por pasantías, convenios o alianzas entre otras formas.
También para la formación del docente universitario, los razonamientos del ejemplo anterior llevan a
pensar, en el tipo de competencias a desarrollar en los estudiantes. Las competencias para la
reconstrucción de conocimiento, enfatizan en la interpretación, la identificación de elementos, de
relaciones, de estructuras, de propiedades, de prácticas en los conocimientos de los campos del saber.
Para la producción de conocimiento importa todo lo anterior, pero además la generación de nuevas
relaciones, caminos, alternativos, principios, propiedades, aplicaciones, para el avance de las ciencias o
de las profesiones, a partir de un pensamiento crítico, creativo y de la capacidad de resolver problemas.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
De nuestro diálogo se habrá podido deducir la importancia de la pedagogía como fundamento de la
formación, y como disciplina que se fundamenta en la Epistemología (ciencia del conocimiento
científico). Pero también se habrá podido apreciar que no se ha hecho alusión a la didáctica. Esto no
sido ningún olvido, se trata es de retomarla convenientemente, ya que en general la didáctica se ha
concebido como el campo práctico de la Pedagogía, y sin que esto sea completamente falso, es
primordial comprender la interrelación real que guardan entre sí la pedagogía y la didáctica.
La didáctica para la reconstrucción social, en el enfoque histórico-crítico (Rodríguez R., 1997), se aparta
de las miradas anteriores y es vista como un campo de conocimiento decantado históricamente, en la
construcción de signos y sentidos culturales que no se encuentran ajenos a lo social, lo político o lo
económico, y que por lo tanto al igual que la pedagogía expresan los legados de épocas anteriores y los
intereses y demandas de la época. Así por ejemplo, cuando se presentó la didáctica como Tecnología
Educativa, al proponerse la instrucción programada desde un sentido empirista, lo que se daba era la
manifestación de una época histórica, caracterizada por la fábrica y por la necesidad de procedimientos
técnicos y rutinarios para la producción.
Las didácticas de las disciplinas están entonces articuladas en su dimensión teórica a lo histórico-social
y al desarrollo epistemológico de los saberes, por tanto, se necesita reconocer los principios
organizadores de cada saber, como elementos específicos para la enseñabilidad que realiza el docente y
para la aprendibilidad en que se sitúa al estudiante.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Legal. Y a su vez, todas las materias que se estudian en los pregrados, dan paso a la formación del
pensamiento profesional. El pensamiento ingenieril, el pensamiento arquitectónico, el pensamiento
civilista u otro, desde una base interdisciplinaria. En consecuencia, actualmente existe un observable
reduccionismo en la organización de los currículos universitarios, que en sus estrategias didácticas se
ocupan mínimamente de los tratamientos interdisciplinarios del conocimiento.
Iniciemos con el método. Este, se relaciona con el conocimiento y con una forma ya objetivada de
producirlo en el seno de una comunidad científica; es el caso del método deductivo de la matemática, el
método hermenéutico del Derecho, el método de la transposición didáctica en la enseñanza de la
matemática (Escuela Francesa de Chevallard), o el método de la Teoría de la Acción Comunicativa
(T.A.C.) o Dialógica de la Pedagogía Crítica.
La metodología como estudio de los métodos, en la Pedagogía Universitaria pone en juego, el estudio de
los métodos propios de las ciencias y los métodos pedagógicos, para de allí derivar caminos posibles en
el quehacer docente. Así, cuando la metodología ha determinado la organización y la sistematización
entre los métodos implicados, la estrategia metodológica coordina las actividades encaminadas a
garantizar el proceso de enseñanza-aprendizaje de una unidad didáctica. De esta manera los criterios
metodológicos dan el sentido pedagógico a la estrategia que mediante su planificación garantiza
procesos coherentes para las actividades de desarrollo de las competencias.
Por su parte, la técnica establece procedimientos encaminados al alcance de una habilidad puntual, de
la pericia en la ejecución de una acción, luego las técnicas didácticas se refieren entonces a pasos
ordenados para llevar a cabo procedimientos que se relacionan con aprendizajes parciales y con
objetivos específicos. De esta manera, se observa que en últimas, para el aprendizaje, se necesita de la
acción del sujeto, lo que lleva a apuntarle a la motivación intrínseca para su autodeterminación. Es
importante tener en cuenta que las técnicas pueden tomar el papel de estrategias, al igual que algunas
estrategias pueden ser utilizadas como técnicas, el rol que tome cada una, depende de la orientación y la
planificación que se haga en el curso.
Las estrategias y técnicas didácticas obtienen muchas clasificaciones, conforme con los criterios
metodológicos definidos por el docente y siempre en relación con el proceso de aprendizaje del
estudiante. Se pueden determinar entre otras las siguientes:
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
• Según el tratamiento de los contenidos: Tratamiento integrado y complejo, o especializado.
Son ejemplos de aprendizaje interactivo: Las exposiciones con el profesor, las conferencias de expertos,
las entrevistas, los paneles, los debates, los seminarios y otros. También, se pueden realizar como clases
interactivas, las mediadas por recursos electrónicos donde el docente responsable de una actividad
teórica pone a disposición de los estudiantes, a través de la página electrónica de la Facultad, una guía
con los lineamientos principales para tratar el tema, con su consecuente referencia bibliográfica. El
docente tiene así la posibilidad de planear una actividad posterior, como por ejemplo talleres de
resolución de casos de la vida profesional. Esta estrategia, puede ser plasmada semestre a semestre por
relatorías o protocolos, actualizarse y profundizarse en su dominio didáctico. De esta estrategia se
pueden desprender artículos académicos y publicaciones para la página electrónica y permitir
conformar comunidad académica En cuanto al desarrollo de competencias, se avanza en el análisis
crítico, la expresión y apropiación del conocimiento a través del desarrollo de la competencia
comunicativa, y en el campo de los saberes específicos de la profesión. .
Son ejemplos de aprendizaje colaborativo: El estudio de casos, el trabajo por proyectos, la resolución de
problemas, el análisis y la discusión de temáticas por grupos, entre otros.
Sin olvidar que las perspectivas de selección y determinación del uso pedagógico de las estrategias y
técnicas didácticas, dependen de los contextos y ámbitos de aprendizaje, de la planeación del trabajo
pedagógico desde los lineamientos institucionales de las facultades, departamentos y áreas, del estilo o
trabajo particular de cada docente; se describen a continuación, un buen número de estrategias y
técnicas de aplicación general en los currículos universitarios.
La exposición también se reconoce como clase magistral, generalmente apoyada con la utilización de
medios audiovisuales como la proyección de acetatos, diapositivas o el uso de video. Aunque ha sido
criticadas por su carácter “transmisionista”, presenta ventajas cuando se pretende dar información
general a grupos numerosos de estudiantes o inducción sobre un determinado tema en asignaturas
teóricas o teórico-prácticas. Además, esta estrategia permite presentar puntos de vista del docente,
motivar a los estudiantes sobre algunos aspectos temáticos, aclarar contenidos difíciles, sintetizar
discusiones o debates, responder a interrogantes previos, y la forma de ser del profesor se constituyen
en una figura a seguir por los estudiantes. Sin embargo se requiere reconocer el momento y el modo de
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
la magistralidad para lograr los propósitos. Durante el proceso formativo se requiere de otras
estrategias complementarias que permitan superar sus limitaciones.
El trabajo por proyectos: Es interesante cuando se trata de acercar una realidad concreta a un ambiente
académico por medio de la realización de un proyecto, que a la vez se convierta en incentivo de
aprendizaje. También es recomendable en los cursos donde ya se integran contenidos de diferentes
áreas del conocimiento, como en materias terminales de carreras profesionales, que por el dominio ya
existente -de materias disciplinares o profesionales-contribuyen a la interdisciplinariedad.
Talleres: Los talleres indican un lugar donde se trabaja y se transforma algo para ser utilizado; es un
aprender haciendo en equipo. En el taller se integran conocimientos teóricos, métodos, habilidades y
técnicas en un proceso de trabajo. En el taller importa la acción-reflexión en el trabajo en común, es una
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
estrategia que se da alrededor de la pregunta, la organización y sistematización del trabajo y del
establecimiento de roles. Lo anterior no implica el desconocimiento del trabajo personal sino que este
se realiza en un ambiente cooperativo en que el maestro acompaña el aprendizaje y el aprender a
aprender. Las actividades que se realicen en el taller deben estar planeadas en torno a un problema del
contexto de la disciplina o la profesión, y tener definidas explícitamente las actividades y logros a
alcanzar.
Talleres Gerenciales: Se busca con esta estrategia que el estudiante desarrolle habilidades prácticas
para el trabajo en equipo, confronte la teoría con los procesos de las organizaciones, busque
información complementaria en disciplinas diferentes, aplique herramientas gerenciales y entienda la
importancia del manejo racional de los recursos y la orientación de los servicios. Se pueden diseñar
talleres por evaluación de casos de gestión de instituciones específicas de diferentes niveles de
complejidad, y desde diversas perspectivas; interna, externa, financiera, de productividad, de
innovación, de calidad y mercadeo, y es fácil incluir aspectos de planeación, organización, control y
propuestas de mejoramiento. Igualmente se realizan talleres analizando reglamentaciones vigentes,
aplicando herramientas de auditoria y construyendo planes de mejoramiento. Se desarrollan
competencias profesionales, de planeación, de gestión y toma de decisiones, y de relaciones
interpersonales.
Seminarios: Para que se de un seminario deben estar presentes varias características, el trabajo
implícito y la planeación del seminario debe surgir de todos los participantes; debe compartirse la
profundización y solución de problemas entre todos y debe existir una sesión final de compendio y
evaluación del trabajo. Para los seminarios se requiere de un tiempo de preparación previa o presencial
para la preparación de los temas de estudio. Los docentes asignan una lista de temas de importancia,
que se consideran forman parte del núcleo de conocimientos que deben adquirir los estudiantes y que
ameritan una profundización. Los temas a tratar son escogidos con el propósito de profundización o
complementación y corresponde a los estudiantes realizar una revisión exhaustiva del tema; el cual se
debe presentar en forma oral y con ayudas audiovisuales o experimentales ante el grupo. El trabajo en
pequeños grupos favorece la discusión del tema, la formulación de preguntas y los aportes al tema.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
competencias en el conocimiento específico, en la profundización y en el trabajo en equipo a manera de
comunidad científica.
El estudio de casos: La estrategia se puede dar a partir de una situación real, que ya haya sido
solucionada o apreciada anteriormente, para tratarla de nuevo sin que el docente suministre ningún
indicio. Se requiere de un proceso de investigación previa para conocer en profundidad los diferentes
factores que intervienen en la situación dada. Es importante que los estudiantes aprendan a definir el
problema adecuadamente pues del acierto en esta etapa depende el éxito en las soluciones. Lo que se
hace es acercar una realidad concreta a un ambiente académico por medio de un caso real o diseñado.
El caso se convierte en incentivo que motiva a aprender. Permite que el aprendizaje sea significativo
para los estudiantes.
El estudio de casos, es útil para iniciar la conceptualización en un tema, para la revisión de la materia,
para formar al estudiante en la toma de decisiones y para promover la investigación sobre ciertos
contenidos. Se puede plantear también un caso para verificar los aprendizajes logrados. El caso debe
estar bien elaborado y expuesto, y los participantes deben tener muy clara la tarea. Se debe reflexionar
además con el grupo, en torno a los aprendizajes logrados. El profesor recopila información sobre el
caso y lo diseña; presenta el caso, facilita y motiva a su solución. Los estudiantes investigan, discuten,
proponen y comprueban sus hipótesis. Debe quedar claro que más que encontrar soluciones válidas
importa la mejor formación en las actividades profesionales y que no siempre se llega a una solución
convincente o única aceptada por todos.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
utilicen temporalmente a las comunidades, sino trascender en líneas de investigación de proyección
social.
La técnica de preguntas: Se trata, con base en preguntas de diferente tipo, llevar a los estudiantes a la
discusión y análisis de la información pertinente al aprendizaje en la materia. Promueve la
investigación y estimula el pensamiento crítico. Desarrolla habilidades para el análisis y síntesis de
información. Los estudiantes aplican verdades "descubiertas" por ellos mismos para la construcción de
conocimientos y principios. Se utiliza para iniciar la discusión de un tema, para guiar la discusión del
curso, para promover la participación de los estudiantes y para generar la controversia creativa. Es
importante evitar ser repetitivo en el uso de la técnica. El profesor guía y provee pistas y eventos para
que los estudiantes construyan. Los estudiantes toman las pistas, investigan y construyen evidencias.
Posibilita el pensamiento crítico y divergente, así como la interpretación y el pensamiento autónomo.
Juego de roles Es necesario que el profesor conozca de antemano y muy bien, el procedimiento y los
roles de acuerdo con los sujetos involucrados, los escenarios, los contextos y los saberes que se van a
poner en juego. Estas características también deben ser identificadas claramente por los estudiantes. Se
amplía el campo de experiencia de los participantes y su habilidad para resolver problemas desde
diferentes puntos de vista. Abre perspectivas de acercamiento a la realidad, desinhibe, motiva y
fomenta la creatividad. Sirve para discutir un tema desde diferentes roles, para promover la empatía
entre el grupo de estudiantes, para generar en los estudiantes la importancia de interdependencia
grupal. El profesor es facilitador y generador de confianza y de participación, y los estudiantes son
activos, analíticos y propositivos. Es importante reflexionar sobre las habilidades, actitudes y valores
logrados
Simulación y juego: Es una estrategia para aprender a partir de la acción tanto sobre contenidos como
sobre el desempeño de los estudiantes ante situaciones simuladas. Promueve la interacción y la
comunicación. Es una estrategia divertida y facilita aprendizajes significativos. Importante para
desarrollar habilidades específicas para enfrentar y resolver las situaciones simuladas, y para estimular
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
el interés de los estudiantes por un tema específico a partir de los retos y reglas del juego. El docente
debe desarrollar experiencia para controlar al grupo y para hacer un buen análisis de la experiencia.
Los juegos y las simulaciones, deben ser congruentes con los contenidos del curso, igualmente, los roles
de los participantes deben ser claramente definidos. El profesor maneja y dirige la situación, establece
la simulación o la dinámica de juego, interroga sobre la situación y viabiliza experimentan la simulación
o juego, variables emergentes, las conclusiones. Los estudiantes, y reaccionan a las condiciones o
complementan un tema dado aportando cada uno de ellos los aspectos sobre los cuales tienen un mayor
conocimiento o experticia. Se recibe información variada y estimulante. Se estimula el pensamiento
crítico y se aplica para contrastar los diferentes puntos de vista. Se utiliza cuando se quiere motivar a
los estudiantes a investigar sobre contenidos del curso.
Panel de Discusión, conferencistas, se desarrollan un mismo tema desde diferentes perspectivas, varios
o que se aclara al grupo el objetivo del panel y el papel que le toca a cada participante. Se hace una
cuidadosa selección del tema del panel y de la orientación de los invitados (si hay invitados externos).
El moderador o coordinador del panel da igualdad de oportunidad a los expositores y tiene gran
capacidad de síntesis para lograr que la audiencia tenga una visión clara sobre los aspectos discutidos.
Por lo tanto, se debe tener experiencia en el ejercicio de la actividad. El profesor es el moderador o
facilitador del proceso, por lo que debe ser neutral. Los estudiantes atentos al proceso, son analíticos e
inquisitivos. Se debe solicitar a los panelistas sus intervenciones en un soporte específico, ya que su
publicación es otro apoyo para los procesos intelectivos de la temática.
Mesa redonda. Una discusión en torno a una temática, ya sea ante un auditorio o en privado, se
denomina mesa redonda. La forma de la discusión es de tipo conversatorio por lo general de tres a seis
personas y no se permiten discursos a los integrantes ni al moderador. La atmósfera es informal y el
moderador mantiene un control sobre el campo temático y el uso del tiempo. Se pueden enfocar y
exponer diferentes hechos y puntos de vista siempre sobre el tema. Es útil para discutir sobre los
puntos de acuerdo y desacuerdo y para repartir (no dispersar) la responsabilidad entre los integrantes
de la mesa redonda. Para su éxito es importante tener claros los objetivos de la reunión y la selección y
preparación adecuada de los participantes. Promueve la competencia comunicativa en la
argumentación y búsqueda de acuerdos.
La misma reunión, se debe hacer inmediatamente anterior al simposio para verificar los puntos
anteriores. También es función del moderador presentar el evento, su encuadre y manejo del tema,
presentar a los expositores y su idoneidad en el tema, establecer la atmósfera para la escucha, hacer la
transición lógica entre uno y otro expositor, presentar el resumen de las intervenciones, incluir al
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
auditorio en preguntas o en discusión, dar tiempo a los expositores para aclarar, interrogar o refutar a
otro expositor, en al menos una o dos preguntas. El moderador debe recordar que no es orador ni
interpretador, solo moderador. Por su parte los expositores deberán asistir a las reuniones de
planificación y preparar presentaciones y material bien organizado, en el tiempo asignado. Es
conveniente para desarrollar competencias organizacionales, de gestión y tratamiento de políticas
sectoriales.
Actividades recreativas. Las actividades recreativas tienen un gran poder para desarrollar al individuo;
pueden ayudar a que la persona se sienta más segura, a proporcionar oportunidades para el
reconocimiento de sus cualidades, para la autoconfianza en un nuevo tipo de experiencias, para superar
obstáculos como la agresión, la tensión, las frustraciones, los disgustos, el hastío, la fatiga, la falta de
concentración y los problemas de sociabilidad. Desde el punto de vista del grupo, los juegos pueden
ayudar a crear una atmósfera favorable, a aumentar la participación, a solucionar conflictos, a mejorar
la comunicación, a desarrollar identidad y a potenciar el liderazgo. Las restricciones pueden ser el
tamaño del grupo, la heterogeneidad y el dominio de la técnica a emplear. Para el empleo de la técnica
recreativa debe tenerse claro el propósito para el cual se utiliza: ¿Para relacionarse, para crear interés,
para disminuir la tensión, para desarrollar la solidaridad, para cambiar el status? Siempre, teniendo en
cuenta la discreción con las personas y que estas técnicas son un medio y no un fin en sí mismas.
Programas de jóvenes investigadores. Durante el transcurso del semestre los estudiantes participan en
la realización de una investigación en curso o que se planee realizar por parte de alguno de los
profesores de un Departamento. Para llevar a cabo esta actividad los estudiantes deberán conformar
grupos que podrán escoger el proyecto de investigación y el tutor. El grupo se pondrá en contacto con el
profesor que será su tutor para establecer las actividades a realizar y los horarios de dichas actividades.
La participación de los estudiantes en el proyecto será evaluada por su tutor (el profesor), en el formato
diseñado por el Departamento de investigación para este fin. En algunos casos, cuando la calidad y la
pertinencia de la propuesta lo ameriten, los estudiantes podrán formular una idea de investigación,
distinta de los proyectos en curso y ésta podrá ser avalada y presentada para su aprobación. Estos
Programas en la perspectiva de la investigación formativa, tienden un puente al paso de la investigación
formativa a la investigación científica en la Universidad, siempre y cuando la institución se relacione
con el sector productivo para la generación de servicios y conocimiento. Los jóvenes investigadores
pueden pasar a ser auxiliares o asistentes de investigación; o futuros investigadores y docentes
universitarios.
Revisión Crítica de Literatura Científica en soportes impresos o digitales: Los profesionales deben
asumir retos académicos que implican una constante actualización de sus conocimientos y de
integración de disciplinas en su ejercicio práctico. El conocimiento de nuevas estrategias que utilizan
internet y bases de datos electrónicas constituyen ayudas fundamentales para esta actualización
constante de los conocimientos y por esto deben formar parte de las herramientas básicas de la práctica
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
profesional. Debido a que la información científica se encuentra diseminada en el vasto universo de las
publicaciones científicas periódicas, es de trascendental importancia que los estudiantes desarrollen las
capacidades necesarias para utilizar los hallazgos publicados en la literatura científica, como
herramientas para su desempeño en nuevas demandas de su campo de conocimiento. El objetivo de los
centros editoriales de revistas, es que los estudiantes desarrollen competencias para encontrar la
información, para evaluarla críticamente y para discutirla desde el punto de vista científico y
metodológico. Los artículos pueden ser escogidos por los estudiantes o asignados por el docente, y son
evaluados por el grupo en su discusión y análisis.
Tutorías de docentes. Cada área asigna un tiempo extraclase de atención directa al estudiante, en el cual
los estudiantes resuelven las dudas con los docentes de acuerdo a su interés, y los coordinadores de las
áreas se reúnen para estudiar y presentar los resultados de los estudiantes según las evaluaciones de
los cursos y el papel desempeñado por las tutorías. Luego de analizar estudiante por estudiante en su
situación académica, se toman entonces decisiones según las necesidades. En los Laboratorios se dan
espacios abiertos para que los estudiantes repasen o se preparen en torno a ellos. Los Estudiantes
acceden a este servicio de manera voluntaria de acuerdo con sus necesidades particulares.
Tutorías de estudiantes. Estrategia pedagógica, a través de la cual se busca estrechar vínculos entre los
diferentes actores de la comunidad académica, estimular y premiar el buen desempeño de los
estudiantes y desarrollar competencias en el auto-aprendizaje y la comunicación entre pares. En cada
período académico se hace una convocatoria para escoger de entre un grupo selecto de estudiantes, y
entre los mejores calificados del semestre, los mejor calificados en la materia en la cual aspiran a ser
tutores. Van a servir de apoyo a los docentes, aportando sugerencias y colaborando con el desarrollo del
programa y con los estudiantes del área. El tutor es evaluado por el docente y por los estudiantes
tutoriados, y tiene un reconocimiento económico en créditos y en la hoja de vida.
Lluvia de ideas: Incrementan el potencial creativo en un grupo al cubrirse mucha y variada información.
Motiva y promueve la participación y la creatividad, es fácil de aplicar y útil al enfrentar problemas o
buscar ideas para tomar decisiones. Favorece la interacción en el grupo y la motiva; los estudiantes
participan, se agrupan, ordenan ideas y toman decisiones en grupo.
Cine-foros, videos, socio-dramas. Se emplean estas técnicas en la modalidad de cine foros y proyección
de videos que evidencian situaciones para posterior discusión con la participación activa de los
estudiantes. Esta estrategia, se utiliza también para la ilustración de diferentes procedimientos y facilita
la introducción a la comprensión y discusión de temas muy variados en la formación del estudiante.
También se usan para desarrollar sesiones educativas, el estudiante prepara con apoyo de tutorías,
socio-dramas que ayuden a la comprensión más efectiva de las temáticas. Se desarrollan competencias
en creatividad, comunicación y liderazgo. Se pueden realizar concursos, análisis crítico de películas, y
otras actividades que puedan resultar enriquecedoras al proceso.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Espacios de participación estudiantil: Los estudiantes participan activamente en los comités que rigen
la vida académica y/o administrativa de la Universidad y de las Facultades. Entre estos espacios se
favorecen el Consejo Superior Estudiantil a nivel de Universidad, el Consejo Estudiantil a nivel Facultad
y los Tutores Pares Estudiantiles. Estas figuras dan paso a la participación en todos los niveles de
reflexión y cualificación como son los Consejos y Comités Académicos, Comités Curriculares, Comités de
Acreditación, Centros de Investigación, etc. Se incentiva el liderazgo, la comunicación democrática, y los
mecanismos para selección de representantes a estas instancias estimulan la superación hacia mejores
niveles académicos.
Como conclusiones generales al uso de las estrategias y técnicas didácticas, es importante considerar su
pertinencia conforme con los procesos formativos en las áreas y los cursos, de manera tal que el
profesor y los estudiantes lleguen a dominar cualificadamente sus procedimientos. También es bueno,
el no dispersarse en cantidad de ellas, lo que permite profundizar en técnicas, recursos e instrumentos
para las estrategias seleccionadas, creando variantes enriquecedoras y estimulantes para el trabajo
pedagógico de los estudiantes.
Otra cosa también es importante a la hora de seleccionar las estrategias y actividades, es tener en
cuenta el tipo de experiencias que vivencian los estudiantes y lo que se pretende potenciar en las
competencias a formar: habilidades intelectivas, técnicas o tecnológicas; aspectos social-valorativos,
destrezas motoras o dominio de ciertos conocimientos. De igual manera, se debe prever el nivel de
desarrollo con que se parte en los estudiantes y precisar el momento en que se insertará la actividad: Al
inicio?, en el proceso? Al final?. Igualmente, su propósito: ¿Para la integración de temas? ¿Para el
diagnóstico, análisis, evaluación?, ¿Para el desarrollo de habilidades?
El profesor debe indagar y pensar según las variables del grupo de estudiantes el número de
estudiantes, las condiciones de género y edades, las relaciones entre el grupo y de empatía personal u
otros factores externos o internos, que estén afectando como conflictos o actitudes tradicionales, o de
rechazo a la materia. Durante el transcurso de la planeación y el desarrollo de la propuesta didáctica en
la materia, no deben descuidarse los objetivos y competencias, para retroalimentar y readecuar la
estrategia si se hace necesario. Cuando esto no sucede, se termina realizando una actividad que no se
tenía prevista, que puede derivar en desconcierto sino se articula adecuadamente al proceso general del
curso. Luego una forma de garantizar las mejores actividades es que sean factibles, y profundizarlas de
antemano.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que los costos de los recursos para las actividades propuestas sean
adecuados a los recursos disponibles por la Facultad y a las posibilidades económicas de los
estudiantes. De igual forma es importante pensar las actividades que resulten un reto para el
estudiante, sus niveles de exigencia y los prerrequisitos para aportar en los procesos de autoformación.
Por último, es primordial recordar que el no tener en cuenta el nivel de las competencias previas para la
formación a impartir, conlleva a que un excelente profesor no logre el mejor curso. Entonces, un
proceso formativo propuesto por el docente universitario, debe estar antecedido o mediado en paralelo
por estrategias curriculares para la nivelación en competencias básicas, debe continuarse a través de
experiencias pedagógico-didácticas que exhiban en su modelo, pertinencia, coherencia, suficiencia,
soporte argumentativo y posibilidad de impacto. Se debe terminar con el registro escrito del docente de
sus experiencias pedagógicas y didácticas, para el enriquecimiento del saber pedagógico de su campo
profesional.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Sin pretender presentar clasificaciones o categorizaciones rígidas a las que deben acudir los docentes
para “escoger” las actividades que pueden hacer en determinado momento, es importante reflexionar
sobre la existencia de diferentes tipos de actividades.
a. Una diferenciación interesante es la que atañe a las actividades que estimulan el proceso de
transmisión de conocimientos y, en oposición, las que fortalecen la construcción o
reconstrucción del conocimiento. Las primeras son más propias de las propuestas
curriculares tradicionales, que enfatizan en el proceso de enseñanza y en el accionar del
docente; entre tanto, las segundas son características de los currículos, que se sustentan en el
aprendizaje y en posiciones constructivistas.
A pesar de que, como se planteó anteriormente, este tipo de actividades es utilizado con más
frecuencia en las propuestas tradicionales, es esencial clarificar que también son actividades a
las que se puede y debe recurrir en las visiones más constructivistas. En este sentido, en algunos
momentos, por el nivel de dificultad o la naturaleza de un contenido, se requiere que el docente
utilice una estrategia expositiva para lograr un aprendizaje más efectivo. No obstante, cabe
aclarar que este tipo de estrategia expositiva asume características particulares cuando se le
emplea en el marco de una propuesta constructivista. Una peculiaridad consiste en que la
actividad expositiva debe “considerar” o engarzarse con algunos conocimientos previos que
poseen los alumnos. El momento mismo de la exposición es más flexible, abierto y dinámico; es
decir, es un proceso más de “comunicación” que de recepción. Esto implica que puede haber
interacción entre el docente u otro expositor y los alumnos. Esta interacción podría concretarse
a través de preguntas redactadas por parte del docente, o mediante interrogantes, inquietudes y
comentarios de los alumnos.
De igual modo, debe complementarse la exposición con el desarrollo de otras actividades que
permitan reconstruir, profundizar y aplicar el aprendizaje.
Otro aspecto fundamental, en las actividades expositivas, es el garantizar una secuencia entre
las ideas; es decir, debe asegurarse una clara organización del contenido para que los alumnos
puedan percibir cómo se relacionan y complementas esas ideas.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
Las actividades de construcción o reconstrucción del conocimiento implican descubrimiento
por parte de los alumnos. Esto significa que ellos no reciben el “conocimiento procesado”
mediante la transmisión del docente, sino que ellos lo “buscan y recrean” orientados por el
educador.
Al planear este tipo de actividades, se escogen especialmente las que implican investigación,
observación, análisis crítico, exploración, etc. Las actividades de construcción deben poner al
alumno ante un reto por resolver, ya sea un hacer, un retomar lo que se conoce sobre el tema,
una situación crítica o problemática, etcétera.
Una vez asumido el reto por parte de los alumnos, viene la búsqueda de soluciones al problema,
la explicación de la inquietud, o el momento de analizar y deducir lo que ocurrió durante el
experimento o la prueba realizada.
Al igual que en el caso de las actividades de exposición, se requiere que las actividades de
descubrimiento o construcción se engarcen en los aprendizajes previos que poseen los alumnos.
Es esencial que tanto las actividades de exposición como las de construcción o descubrimiento
garanticen el acceso a nuevos conceptos, procedimientos, actitudes y valores en forma
significativa para los alumnos.
b. Otra categorización de las actividades didácticas, que puede incorporarse en una situación de
aprendizaje, atiende a la forma en que estas se desarrollan, ya sea individualmente o en grupo,
si son independientes o autónomas o, por el contrario, si requieren ser orientadas directamente
por el docente.
Dentro de las propuestas constructivistas es muy importante que el docente incluya en su planeamiento
situaciones de aprendizaje, en las que se concatenen actividades grupales e individuales,
independientes y orientadoras.
Las actividades individuales son un medio esencial para que cada alumno desarrolle su propio potencial
en el aspecto académico, personal y social. Estas actividades convierten la situación de aprendizaje en
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
una oportunidad para que cada alumno avance con su particular ritmo, a la vez que ejercita sus
habilidades de pensamiento, descubrimiento, resolución de retos; en síntesis, en la construcción de su
propio aprendizaje.
Por su parte, las actividades grupales constituyen un medio esencial para garantizar el aprendizaje
socializado, compartido y solidario. Estas permiten fortalecer el aprendizaje entre compañeros. Es
fundamental garantizar que la actividad grupal permita a todos los participantes brindar su aporte
personal. Esto hará que el trabajo no se concentre en uno o dos de los alumnos, sino que todos logren
construir grupalmente el conocimiento. Se trata esencialmente de lograr lo que los constructivistas
llaman “la construcción social del conocimiento”.
Sea cual fuere la actividad que se realice, esta podrá planificarse para que pueda desarrollarse en forma
autónoma o, por el contrario, que esté orientada directamente por el docente; en ambos casos, es
fundamental el rol que le corresponde al docente, como orientador o guía del proceso de enseñanza y
aprendizaje, como el mediador entre el conocimiento y la estructura cognitiva de los alumnos. En las
posiciones constructivistas, como la Vigotskiana, se considera fundamental el papel que cumple el
docente (o cualquier otro adulto) en el desarrollo del proceso de construcción de aprendizaje de los
alumnos. Se considera que es mediante la afluencia, la guía y el apoyo del docente o adulto que el
alumno logra desarrollar sus potencialidades de desarrollo del pensamiento. En su papel de guía o
mediador, el docente crea el clima y ofrece las condiciones necesarias para que los alumnos descubran,
construyan y reconstruyan los conocimientos.
En las actividades de tipo autónomo, la guía del docente es sólo inicial; posteriormente, los alumnos
realizan el proceso de aprendizaje en forma independiente. Al elaborar el planeamiento didáctico, el
docente debe, si opta por actividades independientes o autónomas, perfilar con claridad cómo se
brindará la orientación (oralmente, mediante una guía escrita, etc.). Lo esencial es que esas
orientaciones estén acordes con el enfoque constructivista, reten a los alumnos, propicien el
descubrimiento y la construcción y se engarcen con los aprendizajes previos del alumno, de tal manera
que se conviertan en aprendizajes significativos.
Las actividades que se integran en una situación de aprendizaje, para que sean realizadas por los
alumnos, en forma individual o grupal, deben complementarse con algún tipo de actividad que permita
al docente conocer, y evaluar, el proceso y el producto alcanzado. Esto implica que, si bien el trabajo
pretende dar autonomía a los alumnos, es esencial el retomar del docente, de tal forma que se garantice
la calidad y la validez de los logros alcanzados en relación con los contenidos (conceptos, hechos,
principios, procedimientos, actitudes y valores), objeto del conocimiento en esas situaciones de
aprendizaje.
En las actividades que son orientadas directamente por el docente, este va brindando las orientaciones
en la medida en que se va dando el proceso de descubrimiento y construcción del conocimiento, por
parte de los alumnos. Generalmente este tipo de actividades adquiere un valor especial para
determinados contenidos, que poseen un nivel de dificultad alto, por lo que los alumnos requieren un
apoyo más directo. Al planificar las prácticas pedagógicas, el docente puede mezclar en las formas más
variadas los diversos tipos de actividades. Así, una situación de aprendizaje puede partir de una
actividad grupal orientada, continuar con una individual independiente y concluir con una grupal
independiente. Lo esencial es que, al visualizar y prever las situaciones de aprendizaje, estas reflejen,
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
en el planeamiento didáctico, con claridad, la orientación pedagógica que implican las propuestas
constructivistas; a la vez, se perfilan como procesos de mediación, que permitirán desarrollar
aprendizajes en cuanto a hechos, conceptos, principios, procedimientos, actitudes y valores.
En este sentido, las situaciones de de aprendizaje no deben plantear un método, una estrategia
didáctica o una actividad única; por el contrario, deben combinarse un conjunto variado de actividades
que enriquezcan el aprendizaje.
Se señalan a continuación algunas actividades que pueden utilizarse destacando el papel que pueden
cumplir:
1. Torbellino de ideas: La ventaja de este tipo de actividad es que permite obtener un gran número de
ideas sobre un tema en poco tiempo. Se puede iniciar la actividad, una vez presentado el tema,
planteando una pregunta. Por ejemplo, "¿En qué consiste la erosión?, ¿por qué se produce?
2. Posters: Los posters permiten a los alumnos presentar sus ideas de forma sencilla y fácilmente
inteligible para sus compañeros. Les obliga a negociar el contenido y proporciona, por tanto, un buen
recurso para centrar la discusión.
3. Debates: Estimulan en los alumnos el examen de sus ideas individuales y los familiarizan con las
ideas de sus compañeros. La discusión ayuda a los estudiantes a desarrollar una conciencia de la
fortaleza o debilidad de sus propias ideas, y a apreciar que las personas pueden tener diferentes puntos
de vista respecto de un mismo asunto.
4. Trabajos prácticos: Los trabajos prácticos son una de las actividades más importantes en la
enseñanza de las ciencias experimentales al poder ser programados como una forma de adquirir
conocimiento vivencial de los fenómenos naturales, como un soporte para la comprensión de conceptos
y teorías, como un medio de desarrollar habilidades prácticas y aprender técnicas de laboratorio, y
como una forma de aprender y practicar los procesos y las estrategias de investigación propios de la
metodología científica.
5. Resolución de problemas: La resolución de problemas es otra de las actividades que ocupa una
posición central en el currículo de ciencias. Un problema es en su acepción más simple, una cuestión
que se trata de resolver. La forma tradicional de enseñar a resolver problemas consiste en mostrar el
camino de resolución y practicar con otros casos similares hasta que resulten familiares a los alumnos.
Este tipo de problemas son en realidad ejercicios.
6. Itinerarios y visitas: Son actividades muy diversas, cuya finalidad es dar oportunidad a los alumnos
de tener experiencias directas con el medio que nos rodea. Un itinerario es una ruta preestablecida por
el campo, generalmente acompañado por una guía escrita.
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
7. Búsqueda de información: El alumno, bien individualmente o en grupo, debe buscar información
sobre el tema que esta, trabajando. La búsqueda puede ser bibliográfica, oral (realización de
entrevistas), audiovisual, etc. La información reunida en esta actividad sirve para realizar las
actividades posteriores.
9. Textos de Ciencia-Ficción: Según el Grupo "Alkali" (1985, 1986, 1990), la utilización de la ciencia-
ficción, bien de textos publicados o de historias inventadas por los alumnos o por el profesor, ofrece un
gran abanico de posibilidades.
10. Trabajo escrito: Puede ayudar a los alumnos a identificar y organizar sus propias ideas. Permite
desarrollar la capacidad de expresarse de forma clara y concisa. El profesor debe ayudar a los alumnos
a utilizar los términos científicos no solo correctamente sino con dominio total de su significado. Los
informes de las distintas actividades realizadas y de la evolución de sus ideas obligan a los alumnos a
reflexionar sobre las mismas y los hacen conscientes de su propio aprendizaje.
11. Los mapas conceptuales son diagramas bidimensionales que indican relaciones significativas
entre conceptos en forma de proposiciones. Una proposición consta de dos o más términos
conceptuales unidos por palabras (palabras de enlace) para formar una unidad semántica. Los mapas
conceptuales deben ser jerárquicos. La jerarquía implica que los conceptos más generales e inclusivos
deben situarse en la parte superior del mapa y los conceptos progresivamente más específicos y menos
inclusivos, en la parte inferior.
Aplicaciones educativas de los mapas conceptuales:Los mapas conceptuales son útiles para programar
los contenidos de la Unidad Didáctica. Según Novak (Novak, 1988) otras aplicaciones de los mapas
conceptuales son:
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Curso de Especialización en Didáctica de la Educación Superior
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE ALGUNAS ESTRATEGIAS Y TÉCNICAS DIDÁCTICAS:
Estrategia Objetivo Ventajas Aplicaciones, Recomendaciones Roles
ejemplos
Presentar de Permite presentar No importa el Se puede usar para: El profesor debe desarrollar habilidades
manera información de tamaño del grupo al para interesar y motivar al grupo en su
Hacer la introducción a la
organizada manera ordenada. que se presenta la exposición.
revisión de contenidos.
información a un información.
Profesor: Posee el conocimiento.
grupo. Por lo Presentar una conferencia
general es el de tipo informativo. Expone, informa. Evalúa a los
Exposición profesor quien estudiantes.
Exponer resultados o
expone; sin conclusiones de una Alumnos: Receptores. Pasivos.
embargo en actividad.
Poca interacción
algunos casos
Estimular la interacción
también los
entre los integrantes del
alumnos exponen
grupo.
Acercar una Es interesante. Recomendable en: Que se definan claramente Profesor: Identifica el proyecto.
realidad concreta las habilidades, actitudes y
Se convierte en Materias terminales Planea la intervención de los alumnos.
a un ambiente valores que se estimularán
incentivo. de carreras
académico por en el proyecto. Facilita y motiva la participación de los
profesionales.
Método de medio de la Motiva a aprender. alumnos.
Dar asesoría y seguimiento
realización de un En cursos donde ya
proyectos Estimula el a los alumnos a lo largo de Alumnos: puede hacer un trabajo
proyecto de desarrollo de se integran todo el proyecto. interdisciplinario.
trabajo. habilidades para contenidos de
Activos. Investigan. Discuten.
resolver situaciones diferentes áreas del
reales. conocimiento. Proponen y comprueban sus hipótesis.
Practican habilidades
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Panel de Discusión Dar a conocer a un Se recibeSe aplica para Hacer una cuidadosa Profesor:
grupo diferentes información contrastar diferentes selección del tema en el
Moderador.
orientaciones con variada ypuntos de vista con panel y de la orientación
respecto a un tema. estimulante. respecto a un tema de los invitados. Facilitador del proceso.
Cuando se quiere
Motivante. El moderador debe tener Neutral.
motivar a los alumnos
experiencia en el ejercicio Alumnos:
Estimula el a investigar sobre
de esa actividad.
pensamiento contenidos del curso. Atentos a la información.
crítico.
Aclarar al grupo el Inquisitivos y analíticos.
objetivo del panel y el
papel que le toca a
cada participante
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