You are on page 1of 5
ManveL TuNON DE Lara ANTONIO MACHADO Y LA SUPERACION DEL 98 1 perfodo de Baeza (fines de 1912 - primavera de 1919), com. SE ee meros afios del perfodo de Segovia, es esen. Jetado por los dos pti tial en h progresién tematica de Machado que, de ahora en ade- lante, sera estrictamente personal. [eal : Por eso, si hay hechos bésicos en la vida personal de Machado (soledad y mayor reflexién, més viajes a Madrid y més contactos con sus medios culturales y politicos, un poco abandonados durante el perfodo de Leonor —en el que hay también la permanencia de largos meses en Paris—), hay, sobre todo, los siguientes hechos: irrupcién de otro grupo generacional de gran protagonismo politico y univer- sitario (el Iamado de 1914); guerra mundial; crisis del sistema po- Iitico de Ia monarqufa espafiola nacida en Sagunto; papel de primer plano nacional de las organizaciones obreras y subsiguiente prota- gonismo de las multitudes; contradicciones econémicas que se sittan en la base de la crisis anotada; a ello hay que afiadir la repercusién de Ja revolucién soviética rusa, de la revolucién alemana... En fin, el sistema cruje; en 1919, hay un momento en que los obreros agri- colas son duefios virtuales de provincias enteras, mientras Barcelona conoce la mayor violencia social y represiva; y dos afios después, en 1921, los descalabros de la guerra del Rif ponen de manifiesto la incapacidad del bloque de poder dominante que, perdida su hege- monfa ideolégica, se esfuerza en poner remiendos a su estructura estatal con objeto de no desplomarse. Manuel Tufién de Lara, «La superacién del 98 Antonio Machado», Bulletin Hispanique, LXXVIL (1975), pp. 51-71. pr ° MACHADO ¥ LA SUPERACION DEL 98 421 sibilidad de Machado ante todo esto es extraordinaria. 1a seh de Ia nade, como tampoco surge de Ja nada su actitud po SUTBE FT contado cdmo, muy de nifio (debfa ser en 1886), Ber 936. Nos 7 4 F936. NOE orado de entusiasmo oyendo La Marsellese « una & cgerdo WPM a a Salmerén a su vuelta de Barcelona El pueblo a siden republican, y este ‘dea eta, cuando menos, una able, a fe mfal», 25280 ado también evando oy6 por vee primera 2 Pablo os ht Sem de flo, en Tos Jrdines del Buen Retro, Machado isi oa a fecha sets, eporamente del mitin de Primero Lad 891. Mio de te gue nos ocupan (exactamente a fines de 1913) Ma En I i ta Liga de Eucacin Politica, captaneada por : se ier, werader prover del refnmismo enelqii } mundo intelectual. Seguramente, Don Antonio se habia a ae fu nombre a cualquier amigo sin preocuparse de més; finitado ot porque contrasta el eaccidentalismo» de formas de go- piero de Ja Liga y del Partido Reformista con Ia actitud de Ma- Gel dado. CN tos aos en que Machado paticpa en le revista Es sa frma manifestos pro aliados...; en 1917 va a la madrilefia pa poco a excuchar la conferecia de Unamano (lena de di (as ad es); en 1918 participa en la manfestacion pro amnis: las Tarde es miembro cofundador de la Liga Espafola de Dere- ‘ts wil Hombre, responde a In encucsta de Ia revista La Inter. co wal de Nix de Arenas, colabora en Ia revista La Pluma de Adafia.... [..-] Tn el periodo 1913-1920 marca la ruptura con todo posible eli tismo, con el pesimismo de la abulia, con Ja mitologia de un campo pobre (que hay atin en Campos de Castilla), con 1a confusién entre a pueblo que trabaja y quienes viven de su trabajo. Lo esencial es que el paso del elitismo al humanismo popular, de la mitologia del tuissje y Ja pobreza a la exaltacién del trabajo, esté intimamente vinculsdo a la elaboracién de valores en funcidn de las distintas clases sociales y a una manera de abordar el «problema Espafa» que go slo se separa de le confusién y del estetcismo del 98, sino tam- ién en Ia bipolatidad galdosiana o de Oxtega. [-..] Quien no trabaja es el seforito; «quien elude el trabajo para tunarse el pans, dir més tarde Mairena. Pero desde 1913 Machado _ —_ ANTONIO. MACHADO 422 is i «eg cazan en Jos encinares ¥ quienes trabgjan,, gixingue ete quem “fy reborica sobre el tiempo y las eo ian; entre quienes Mf igas, Jos sudores, gue Pree los labradores!, (ironiza, conn en los olivares Y €n Jos molinos che quienes - a - es Ja estampa mas crftica que se ha hecho del pro. Don pate de las tiertas del sur. Eee es en su Andalucia pietario ine ido aprehende Jas relaciones sociales del trabajo (la; donde hed aereduceién, podriamos decir); un trabajo que eta toda. relaciones 7 Pirerclasista ‘en Ia concepcidn institucionista. Ese traba. via ae do pueblo en tierras sorianas, pero no esté claro ¢ jo se va aunt del trabajo ajeno en funcién de I no-trabajo, el apt ‘en Baeza, en contacto con los latifundios oj. propiedad, Eso Surse vareros. T+ de la «radicalizacién» de M, un paralelo de i ache. Podria pensarse of gue se produce al terminar el segundo de. le-Ir ee 7 a “a paralelismo es de Abellén que Io resume «en el cen Eg moderismo manifesto en 1a mocedad a una literatura ‘comprometida” en Ia madurez>. Las diferencias, sin embargo, son say Brandes, ya hemes visto (Abellén hace paralelo entre Campos de Castilla y Comedias barbaras). ‘¢Radicalismo» cuadra més con don Ramén. Los «esperpentos» son critica del pasado y del presente na- Gionales, Pero es Machado quien «ama mucho més la edad que se syecinas, la sencillez, los hombres del pueblo en quienes ve el por- venir, Ello sin contar que, como sefialé don Toms Navarro Tomés, referente al modernismo de Machado: «sdlo temporalmente, Machado adopté algunas de aquellas novedades». Contra lo que durante mucho tiempo se crey6 0 se quiso hacer creer, don Antonio vivié siempre con Ia sensibilidad despierta hacia «la cosa publica». Si se conoce su participacién en la campaiia pro- responsabilidades, se conocfa menos, hasta ahora, su manera de se- guit casi cotidianamente la vida politica durante la dictadura, su firmeza desde los. primeros tiempos cuando tantos, hasta Ortega, ¢s- taban en expectativa ante Ja mal llamada «experiencia»; sus ilusio- nes ingenuas cuando lo de Vera y Atarazanas, etc. Mas conocida es su participacién notoria en la creacién de Alianza Republicana (1926) y, més tarde, en la Agrupacién al Servicio de 1a Reptblica, cuyo pri mer mitin electoral celebrado en Segovia estd por él presidido (como en la Liga de Educacién Politica, y ahora més, Machado cree mo- menténeamente en hombres como Ortega, Marafién y Pérez de Aya- Vy MACHADO Y LA SUPERACIGN pet, 98 ‘ 5 ° 42 oria es tan diferente a la de a > \quellos tres hombres, que su 18 Iss Sita pena de detenerse en el tema, R ‘rena: «intelectuales, sf; pero no vir ‘ecordemos, emper Mai ‘ tuosos de fy one & Juan é condena que he de quienes «se venden por qasimlizenciay, y na cert matoneria espititual» —en tier ‘ofos y ejercen ie bres de espiritu, sin provecho de nelle, bectcoy ave asusta a los Pee dicen siempre aucdessus de la miélée).{..)® & ©™ -F rabajo es un supremo valor para Machado, pero di J ereador y el necessrio. En au articulo oer disingue refiere a la «emancipacién de todo cuanto es servi en 1934 ai trabajo. La idea esté mucho més perfilada en su i ae en a te in ver mis se delaraajeno sl marxsno a JF dda) y afade: «Veo, sin embargo, con eaters‘ deldel ae socialismo, ¢n cuanto supone una manera de consiventia hana; dln en el trabajo, en Ia igualdad de los medio concedidos a =a Nealizarlo, y en la abolicién de los privilegios de clase pe may inexcusable en el camino de la jusician. 1 — in resumen equé ha quedado del 98 critico y regeneracionist atirista y escéption?, equé ha quedado del grupo generacional aie eliMitologizacién de un paisaje miserable, ¢ inmévil de una misera que les parece eterna? En cambio, las raices de Giner, Salmerén y Pi, han quedado en el sustrato sobre el que Machado, «a la altura de las circunstancias» ha elaborado su temética, su poética, su con- cepto de la cultura, sus ideas sobre la sociedad. Todo a nivel «ideo- Tipico>, es decir, de axiologia, de emociones y juicios de valor, de sentimentalidad, de volicién. Ls] "A fin de cuentas, en un texto poco conocido, de los ilimos meses de su vida, Machado ha hhablado de dos cuestiones fundamen- tales: Mairena y su relacién con Ia llamada generacién del 98. «Soy posterior a ella, Mi relacién con aquellos hombres —Unamuno, Ba- roja, Ortega, Valle-Inclén— es Ja de un discfpulo con sus maestros. Cuando yo naci a la vida literaria y filos6fica, todos aquellos hombres eran valores ya cuajados y en sazén.» Modestia, sin duda, impreci- sién con respecto a Ortega, pero también afirmacién de una perso- nulidad distinta, Machado pone distancias. [..-] El iltimo viaje llega para Valle en enero de 1936; pete = muno, en lucha consigo mismo, contra todo y contra todos, “oni dado por la coyuntura, el tiltimo dia de aquel ao. Les institucio tas, salvo algunas excepciones (Negrin, De los 424 ANTONIO MACHADO en 1931 en la utopfa educacional y acaparaban despachos, se colocan «au-dessous de la mélée»; como Baroja, como Azorin (republicano ocasional del 31). De Ortega, més vale silenciar lo ocurrido. Los ted. ticos de las élites, los que no tenfan fe en el hombre sencillo del pueblo al despuntar el siglo, abandonan el campo, no tienen nada que hacer ni que decir cuando ese hombre sencillo es el primer pro- tagonista de la historia. Con ese hombre a secas sélo ha quedado Machado de aquellos jvenes contertulios de Fornos al agonizar el otro siglo. Machado, «casi desnudo / como los hijos de la mar», pero en medio de su pueblo en éxodo. Machado enterrado en tierra fran- cesa, pero envuelto en la bandera de su pueblo, por oficiales del ejér- cito de su pueblo. Machado habfa superado la ideologia del 98, porque habia supe- rado la ideologfa de una pequefia burguesia rebelde, pero negativa- mente critica. Rota la hegemonfa ideolégica de la Restauracién, aquellos escri- tores ¢ intelectuales no tenfan més que dos caminos esenciales: ser tecuperados por alguna de las fuerzas sociales dominantes que aspi- raban a reemplazar la vieja oligarqufa o ser «importados» por las fuerzas sociales atin dominadas, pero en ascenso y aspirando al poder y a la hegemonfa. Un tercer camino es la esterilidad de quien no tiene rafces. Del 98 Antonio Machado fue el tinico que pasé de ser el inte- lectual republicano pequefioburgués a ser el poeta y el escritor «ideo- Iégicamente hablando» de los que ganan su pan con el trabajo diario,

You might also like