Evaluación Módulo 2: Entrevistando a un docente ¿cómo es su vocación?

Entrevista a un alumno de último de año de pedagogía con las preguntas expuestas más
abajo, para poder realizar un análisis de sus respuestas con los conceptos estudiados en
el módulo 1 y 2 sobre vocación.

Entrevistado:
Ignacio Ramírez Leiva
Estudiante Pedagogía en Lenguaje, V año
UVM

Preguntas:
1) ¿Qué entiendes por vocación?
2) ¿Tienes vocación?
3) ¿En qué momento de tu vida aparece o se construye la vocación?
4) ¿Cómo aplicas la vocación en tu profesión?
5) Estás de acuerdo con la frase: "a más vocación menos estrés"
6) ¿Has sentido falta de vocación en las prácticas/ejercicio docente?

Respuestas:
1) Por vocación entiendo que es la motivación para elegir una carrera como la carrera
docente en este caso, pero la vocación puede ser llevada a cualquier disciplina, en nuestro
caso es como ese "empuje" que te lleva a elegir este camino de la pedagogía.
2) Como estudiante de 5° año aún tengo vocación para esto. Cuando uno pasa por cuatro
prácticas está más que claro que esto es lo tuyo, así que si, si tengo vocación aún
3) No existe un momento así "clave" ya que no aparece y luego quieres eso, se va
construyendo a medida de tu contexto, de tus vivencias de lo que te motiva a ser un
profesor. La motivación tampoco se construye ya que llega mientras vas creciendo.
4) La aplico cuando estoy haciendo clases, ya que la vocación que tengo por la educación
me lleva a pensar en que se debe educar con cariño, por tanto, la vocación me lleva a eso
y la aplico de esta forma.
5) No estoy de acuerdo con la frase, ya que el estrés se puede ocasionar por distintos
factores y no solo por tu profesión como docente, la vocación es algo motivante solamente
y el estrés se puede ver aparte, si no, no habría profesores en esta época ya que dicen
"planificar" y se estresan.
6) Cuando pasas por un mal momento sientes que la vocación se puede alejar de ti, me
pasó una vez en una práctica y me cuestioné el hecho de seguir con la pedagogía, pero
mis ganas de cambiar ese mal momento que pasé en otros colegios me hizo querer seguir
con la carrera.

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En primer lugar, al igual como nuestro entrevistado reconoce, vocación se entiende por el
factor que impulsa a tomar la decisión por inclinarse a realizar cierta práctica, la pedagogía
en este caso, que, si bien en tiempos remotos carecía de perfeccionamiento a nivel de
contenido, es el profesionalismo en la actualidad que requiere de la señalada motivación
por educar. Mantener en continua vigencia este ideal de educación puede llegar a ser un
desafío para el docente luego de ver resultados eficaces o simplemente que la tarea agote
sus recursos, por lo que nuestro entrevistado señala que aún tiene vocación, porque sabe
que es importante para él mantener la vocación en todo momento. Para esto se deberá
adaptar a las nuevas necesidades que tenga que cubrir adaptándose a las nuevas
generaciones y tendencias y aplicando dinamismo en su labor.

Una de las principales motivaciones para enseñar es esta vocación que si bien, como
explica el entrevistado, no es algo que aparezca en un momento clave, puede verse ligado
con el sentimiento de ayuda y con compartir los conocimientos que se tienen con alguien
más, concuerda con lo leído ya que sustenta que la vocación se construye con experiencias,
ya sea en la práctica de la labor o la cercanía con algún docente que se haya destacado
del resto en algún alumno, vivencias que también responden al hecho de ser profesor fuera
del aula.

Menciona que se encuentra en desacuerdo con la frase “a más vocación menos estrés”, ya
que no por tener una gran pasión hacia lo que se hace va a dejar de tener obligaciones,
deberes, trabajos, incluso “planificar”, como él agrega. Todas estas cosas afectan de
manera diferente, dependiendo de cada tipo de persona, siendo su nivel de estrés
independiente a la cantidad de vocación que tenga.

El presunto “mal momento” que menciona el entrevistado lo hizo reafirmar su vocación y la

elección que había hecho al seguir con la pedagogía, a raíz de esa situación quiso mejorar
y tener más constancia. Lo cual puede ser más desmotivación que falta de vocación, al
pasar por una mala situación o no tener los resultados esperados. Sin embargo, este mal
momento sirvió para activar en el entrevistado una ganas de instruirse mejor que antes; lo
cual es una evidencia de la vocación auténtica como suma de la objetiva y la subjetiva.

Nuestro futuro docente en cuestión ha sentido un llamado de la vocación que se ha

desarrollado y confirmado durante un proceso de instrucción. El llamado se desarrolla clase
a clase, transmitiendo su conocimiento con cariño y las mismas ganas con las que
empezamos este camino. Pero no basta con ello; para llegar a nuestros alumnos debemos
investigar e instruirnos en nuestro campo de especialización. La vocación es un proceso
que nunca consideramos terminado o conseguido, cambia con nosotros en el tiempo.

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