Professional Documents
Culture Documents
PÚBLICA
CONSEJO DE EDUCACIÓN PRIMARIA
DIVISIÓN EDUCACIÓN PRIMARIA
Año: 2008
I. Fundamentación
1
y la ampliación de los años de escolaridad como aspiración para lograr una mejor educación
para todos.
Una educación pública de calidad se constituye en una dimensión sustantiva para el
armónico crecimiento del país y de cada uno de los miembros de la comunidad. Esta aspiración
actualiza la concepción de escuela pública democrática como idea central y fundante del
sistema educativo uruguayo que garantice la distribución equitativa del saber para atender a
los diferentes grupos que ingresan a la escuela.
La Educación Primaria concreta sus objetivos en un proceso de alfabetización de
calidad y es ése el mejor aporte que debe realizar para la construcción de ciudadanía.
“¿Por qué y para qué necesitamos apropiarnos del Lenguaje? Hay tres razones
decisivas:
En primer lugar, porque nuestra inteligencia es lingüística. No sólo pensamos
mediante conceptos sino que desarrollamos mediante palabras otros mecanismos intelectuales:
la memoria, la reflexión y la acción voluntaria. El docente procurará despertar el deseo de leer
en el alumno y para ello será necesario brindar oportunidades para que cada uno planifique su
proyecto personal.
En segundo lugar porque cada cultura es lingüística. Es la experiencia de la
humanidad y ésta se transmite mediante el lenguaje.
Por último, porque nuestra convivencia es lingüística. Vivimos y convivimos entre
palabras. Es nuestro hábitat natural. Las relaciones sociales, familiares, afectivas, políticas y
religiosas se entrecruzan con expresiones linguïsticas”.1
Según la UNESCO la alfabetización “es la capacidad de hablar, escribir, leer y
pensar en una forma crítica y productiva, de comunicarnos efectivamente unos con otros,
intercambiar conceptos e ideas y funcionar en el contexto social de nuestras vidas en un
proceso que nunca termina”.
Expresa Graciela Alisedo “Se es alfabeto para siempre o bien no se fue alfabeto
nunca. El ser alfabeto supone un cambio en la condición humana: el pasaje de la competencia
lingüística exclusiva que consiste en hablar una lengua natural primaria a la competencia
semiótica que consiste no solamente en aprender a leer y a escribir esa lengua sino en la
posibilidad de ampliar el universo cognoscitivo humano en función de la interacción de dos
códigos lingüísticos fundantes,” 2
La alfabetización lectora “no es una habilidad que se adquiere en la infancia, sino
que se la concibe, como un conjunto de conocimientos, destrezas y estrategias en expansión,
que los individuos construyen a lo largo de su vida en variadas situaciones y a través de la
interacción con sus pares y con las comunidades más amplias en las que participan.” 3. El acto
de leer no es un acto únicamente cognitivo. Intervienen los sentidos, las emociones, la persona
y sus circunstancias y es una condición del crecimiento. La lectura debe concebirse como un
acto pleno de cargas afectivas e ideológicas que se ejerce en un marco de circunstancias
personales, sociales e históricas. Todo ello hace que cada vez que un lector se encuentra con un
texto se produce un milagro distinto, específico de esa relación. Cada lector construye así su
propio camino.
Desde las perspectivas señaladas, la lectura y la escritura, como herramientas de
inclusión social, implican:
1
Circular Nº.3 del 4 de abril de 2008 de División Educación Primaria
2
ALISEDO,Graciela,”Didáctica de las ciencias del lenguaje”, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1999, pág.11
3
Primer Informe Nacional PISA 2003 Uruguay)
2
- un derecho de todas las personas.
- un elemento fundamental para la construcción de una sociedad democrática.
- un instrumento de desarrollo del potencial humano,
- un requisito para alcanzar mejores niveles educativos y
- un acto creativo de construcción realizada por los lectores.
En este contexto de inclusión social se plantea como tema de frecuentes debates las
posibilidades y límites de la acción educativa, especialmente en cuanto a la inclusión de niños
y jóvenes provenientes de familias en situación de riesgo social. El depositar en los alumnos y
en las familias las razones del fracaso escolar por no disponer de los requisitos que se
consideran necesarios para aprender con éxito en la escuela, es una situación que
lamentablemente se repite. Esta postura paraliza y niega toda posible intervención educativa.
Sin embargo, pensar al alumno como sujeto de derecho y a la educación como posibilidad,
permite centrar la discusión respecto a la calidad de la educación en las oportunidades que se
construyen para que todos los niños puedan aprender. La noción de educabilidad va más allá de
la posibilidad de lograr aprendizajes: refiere a la apropiación que realiza la persona en su
proceso de humanización al convertirse en sujeto de una cultura y de una sociedad. Es el
maestro el que genera oportunidades y condiciones para la educación. Debería cambiarse la
idea de que quien fracasa es el alumno, por la de que quien fracasa es la escuela en tanto no
logra generar en los alumnos los aprendizajes esperados.
Esta fundamentación interpela a la responsabilidad de la escuela y del educador en
la construcción de ciudadanía y en la reconstrucción del lazo social. El mayor desafío para la
educación inclusiva implica redefinir el concepto de comunidad educativa sin restringirlo al
escenario de la escuela sino incluyendo, como agentes de enseñanza y aprendizaje, a las
familias y a la amplia red de organizaciones locales para construir en forma participativa, el
proyecto educativo que contemple las expectativas y necesidades de esa comunidad. Desde
esta perspectiva hacemos referencia a la necesidad de generar una comunidad de aprendizaje
sustentada en una postura ética y comprometida del docente.
5
CASSANY,Daniel, LUNA, Marta ym, pág. 97 SANZ, Glòria, “Enseñar lengua”, Graó, Barcelona, 2001, pág.
194y 195
5
“Al aprender a leer y al aprender a escribir los niños aprenden también a usar el
lenguaje escrito en su calidad de herramienta de comunicación entre las personas y entre las
culturas, (…) aprenden a orientar el pensamiento, a dominar las habilidades expresivas y
comprensivas que hacen posible el intercambio escrito con los demás y a ir construyendo en
ese proceso un conocimiento compartido del mundo.”6
El aprendizaje de la lectura es una necesidad básica de todos en zonas rurales y
urbanas y se constituye además en una dimensión crítica de la ciudadanía y de la equidad
social.
Ser lector o ser una persona alfabetizada según Wells tiene un alcance que
sintetiza claramente en sus cuatro formas de entender la alfabetización. “Estas cuatro
caracterizaciones responden a formas singulares de considerar las relaciones entre escritura y
habla, por un lado, y escritura y pensamiento, por otro. En este sentido, cada una de ellas pone
el énfasis en distintos procesos del aprendizaje de la lectura. Al primer nivel o caracterización
lo denomina Wells representativo y hace referencia simplemente a la adquisición de
habilidades de decodificación, en cuyo caso se considera la escritura como una mera
transcripción del lenguaje oral y, por ello, la actividad de leer como una transcripción
igualmente de lo escrito al código fonológico. El segundo nivel es el funcional y en esta visión
de la lectura se supone que ser alfabetizado consiste en ser capaz de enfrentarse a usos distintos
del lenguaje escrito como consecuencia de los distintos contextos sociales. No se desestima la
importancia del nivel representativo, pero en este caso las tintas se cargan en propiciar al lector
principiante habilidades lectoras en muy diversas situaciones y contextos de comunicación. El
tercer nivel es el que Wells denomina informativo y en él se subraya la importancia del
lenguaje escrito como transmisor de conocimientos, en cuyo caso se da prioridad a la lectura
frente a la escritura e incluso se hace más hincapié en el propio contenido de los textos y en
cómo el lector puede acceder a ellos sin problemas que a los procesos de producción de la
escritura. Finalmente, el nivel epistémico es e1 más completo puesto que no sólo contempla la
alfabetización en cada uno de los aspectos anteriores sino que se considera, incluso, que el
lenguaje escrito brinda una nueva forma de pensamiento, lo que nos llevaría a valorar la
alfabetización no sólo como una forma de comunicación sino también cono una forma de
pensar, aspecto éste que entronca con el punto de vista de Vygotski sobre el papel que juega el
lenguaje escrito en los procesos de construcción del pensamiento.
Estos niveles sobre la lectura son dimensiones del mismo fenómeno puesto que,
(…) leer supone todo ello, de tal modo que las explicaciones teóricas y, desde luego, las líneas
prácticas y metodológicas que se deriven tendrían que ser más complementarias que
discrepantes, siendo incomprensible que el pertenecer a una corriente de trabajo o a una forma
de interpretación de la psicología o de la pedagogía de la lectura desestime otras aportaciones
que complementarían un campo que es complejo y necesita de explicaciones diversas. “7
“Las investigaciones y trabajos teóricos realizados durante los últimos años han
puesto de manifiesto que la comprensión de un texto se produce a través de la interacción entre
el propio texto y los conocimientos que el lector posee, o dicho de otra forma es producto de
los conocimientos previos, estrategias y objetivos del sujeto que lee y de las características y
estructura del propio texto. Por lo que se refiere al lector, el conocimiento que éste aporta
puede ser de diferentes tipos: conocimiento general del mundo, conocimiento del tema del que
6
LOMAS,Carlos, “Cómo enseñar a hacer cosas con las palabras”, Vol. I, Paidós, pág. 319
7
Ana Belén Domínguez y María Clemente, “EL estudio del lenguaje escrito” en: Signos , Teoría y
práctica de la educación , 22 Octubre – Diciembre 1997 Página 76-84 ISSN 1131-8600
6
trate el texto y conocimiento sobre cómo están organizados los textos (superestructura). En
cuanto a las estrategias, el lector establece relaciones entre los diferentes contenidos del texto,
realiza resúmenes durante la lectura (macroestructura), formula preguntas y problemas y busca
su posible respuesta en el texto. Por su parte, la estructura del texto determina, al menos
parcialmente, la representación que el sujeto realiza del mismo y, por tanto, el recuerdo.”8
Leer es “un acto interpretativo que consiste en saber guiar una serie de
razonamientos hacia la construcción de una interpretación del mensaje escrito a partir tanto de
la información que proporciona el texto como de los conocimientos del lector.”9
Saber leer es tener la posibilidad de acceder a la información. Los docentes sabemos
el poder que habilita a la persona, al ciudadano, un buen desarrollo de la capacidad
comunicativa. Es leer líneas, entre líneas y tras de líneas. “Comprender las líneas de un texto se
refiere a comprender el significado literal (…) Con entre líneas a todo lo que se deduce de las
palabras, aunque no se haya dicho explícitamente: las inferencias, las presuposiciones, la
ironía, los dobles sentidos, etc. Y lo que hay detrás de las líneas es la ideología, el punto de
vista la intención y la argumentación que apunta el autor.”10
Considerando lo antes expuesto, es fundamental que la enseñanza de la lectura sea
planificada cuidadosamente por cada maestro, por cada institución y a nivel de cada distrito o
departamento. El docente actualizado, con sólidos conocimientos de la Lengua y su didáctica,
comprometido éticamente con sus alumnos es el eje central de una educación de calidad.
Son tres los factores que deben tenerse en cuenta en la programación de la
enseñanza de la lectura: el lector, el texto y el contexto. La relación entre esas tres variables
influye enormemente en la posibilidad de comprensión de un texto y, por lo tanto, en la
planificación de las actividades de lectura debe atenderse a todas ellas en forma integrada.
Diferenciaremos aspectos a reflexionar en cada una de esas variables que sólo pueden
separarse a los efectos del estudio pero que se implican mutuamente:
Con respecto al lector interesa analizar que para comprender un texto no basta que
ese texto tenga coherencia semántica y una organización formal que favorezca su comprensión.
Es imprescindible también un lector activo capaz de atribuir significado a lo escrito a partir de:
a) los conocimientos que posee sobre:
las distintas temáticas abordadas en los textos. Para comprender es necesario
disponer de esquemas de conocimientos, es decir, de conjuntos de
representaciones más o menos organizados y complejos sobre el tema que es
objeto de lectura o sobre temas afines que facilitan la comprensión.
de sus habilidades lingüísticas (conocimientos fonológicos, sintácticos,
semánticos y pragmáticos).
b) sus expectativas e intereses. La actitud del lector ante la lectura y sus
intereses concretos ante un texto deben merecer una particular atención por parte
del docente. La autoimagen del lector como tal, su capacidad de arriesgarse o su
miedo al fracaso son aspectos afectivos igualmente implicados en cualquier
lectura y en los que los docentes tenemos una intervención determinante.
c) lo que hace para comprender el texto:
los microprocesos que aluden a la comprensión de la información contenida
en una frase e incluyen el reconocimiento de las palabras, la lectura
8
Ana Belén Domínguez y María Clemente, “EL estudio del lenguaje escrito” en: Signos , Teoría y práctica de la
educación , 22 Octubre – Diciembre 1997 Página 76-84 ISSN 1131-8600
9
LOMAS,Carlos, “Cómo enseñar a hacer cosas con las palabras”, Vol. I, Paidós, pág,. 327
10
CASSANY,Daniel, “Tras las líneas .Sobre la lectura contemporánea”, Anagrama, Barcelona, 2006, pág. 52
7
agrupada por sintagmas y la microselección de la información que debe ser
retenida,
los procesos de integración que se dirigen a enlazar las frases o las
proposiciones e incluyen la utilización de los referentes y conectores, así
como las inferencias fundadas sobre el texto y sobre los conocimientos del
lector,
los macroprocesos que se orientan hacia la comprensión global del texto,
hacia las relaciones entre las ideas que lo convierten en un todo coherente.
Incluyen la identificación de las ideas principales, el resumen y la
utilización de la estructura textual.
los procesos de elaboración que llevan al lector más allá del texto a través de
inferencias y razonamientos no necesariamente previstos por el autor. Se
sitúan aquí las predicciones, la integración de la información con los
conocimientos del lector y el razonamiento crítico.
los procesos metacognitivos que controlan la comprensión obtenida y
permiten ajustarse al texto y a la situación de lectura. Incluyen la
identificación de la pérdida de comprensión y su reparación.
Con respecto al texto corresponde analizar:
8
La integración de la actividad lectora en contextos reales conlleva implícitamente a
la conciencia por parte del lector de los objetivos que persigue a través de la lectura. Así el
alumno sabrá que lee un texto para memorizar un poema, preparar una exposición, armar un
aparato, usar un instrumento, etc. Al representarse mentalmente la actividad que se propone
realizar, el lector puede coordinar su capacidad de saber leer con su capacidad de cómo ha de
hacerlo de acuerdo a la finalidad concreta (de forma detenida y repetida para la memorización,
atenta para armar un aparato, selectiva para preparar una exposición, etc.). Esa representación
mental le sirve también para decidir cuándo ha leído de forma satisfactoria de acuerdo a la
intencionalidad.
“La condición fundamental para una buena enseñanza de la lectura es la de
otorgarle el sentido de práctica social y cultural que posee, de tal manera que los alumnos
entiendan su aprendizaje como un medio de ampliar las posibilidades de comunicación y
acceso al conocimiento. (…) Vale la pena reflexionar sobre ello ante la invasión de propuestas
de ‘animación a la lectura’ que a menudo agotan su energía en actividades tan extraordinarias
y poco perennes como los fuegos de artificio.”11 En este sentido enseñar a utilizar la biblioteca
del centro supone abrir un camino esencial para el acceso al conocimiento y a la lectura por
placer.
“La lectura es uno de los aprendizajes más importantes, indiscutidos e indiscutibles,
La enseñanza de la lectura corresponde a todos los maestros de todos los grados y
no sólo a los de Primer año y debe estar en el propósito de cada jornada desarrollar actividades
que promuevan avances en la competencia lectora y en el gusto por leer.
Enseñanza y aprendizaje son aspectos de un proceso dialéctico que involucra al
educador y al educando, dos procesos interdependientes que tienen características diferentes y
específicas, pero que no pueden pensarse separadamente. Ya nos hemos referido a la
enseñanza, cómo enseñar lectura, es decir cómo intervenir en un aprendizaje. Y para poder
intervenir en el aprendizaje de la lectura debemos conocer la modalidad de aprendizaje de un
sujeto, y aquí se ponen en juego los estilos de enseñanza del enseñante y los estilos de
aprendizaje de los aprendientes. En esta relación surge, un tercer elemento; el conocimiento, y
este objeto a conocer toma relevancia desde la significación que se le haya otorgado, ya sea
desde el aprendiente, el enseñante, la Escuela o la Familia.
“En la medida que el sujeto se apropia de las técnicas y recursos de aprendizaje, a
partir de procesos críticos y reflexivos acerca de su propio proceso de aprendizaje, es que
podemos pensar un camino posible para llegar al “aprender a aprender”.12 En esta concepción
de aprendizaje autónomo es importante vincularlo al deseo de aprender a leer. ¿Cómo suscitar
las ganar de hacer algo? Es necesario contagiar el entusiasmo, hablar con pasión en un ámbito
afectivo y efectivo. Por lo tanto, no se debería centrar la propuesta solamente en los aspectos
cognitivos, sino considerar también las estrategias motivacionales. “Un aprendizaje se efectúa
cuando un individuo recoge información de su entorno en función de un proyecto personal.”13
IV. Objetivos
IV.1. Generales
11
Ídem, pág. 332
12
BIXIO, Cecilia, “Enseñar a aprender”.
13
MEIRIEU, PHILIPPE, “Aprender sí, pero ¿cómo?”
9
• Jerarquizar la lectura como una poderosa herramienta para la democratización y
la participación social.
• Asumir la responsabilidad que le compete a la escuela uruguaya como espacio
privilegiado para posibilitar el aprendizaje de la lectura en todos los niños.
IV.2. Específicos
V. Acciones
Se han analizado y valorado todos los aportes que cada Inspección Departamental
realizó en los Acuerdos Regionales desarrollados en el mes de abril de 2008. Se considera
importante compartir algunas líneas de intervención presentadas en esa oportunidad.
o Constitución a nivel nacional y departamental de un grupo referente con
sólida formación desde lo disciplinar y didáctico en la enseñanza de la lengua
que participe junto a los supervisores en:
10
∗ Generación de espacios de discusión acerca del concepto
de lectura.
∗ Clubes de narradores.
12
Elaboración del Proyecto a nivel Dptal. Cuerpo
InspectivoDptal.
Estudio de las propuestas departamentales y elaboración de una
síntesis. División
Educación
Primaria
13
Elaboración de la Circular Nº.6 de la División de Educación División
Junio-julio
Primaria.
Educación
Primaria
Recomendación de bibliografía
14
Publicación División
Lanzamiento del Plan de Lectura en coordinación con el Dpto. Educación
de Relaciones Públicas.
Primaria
agosto/setiemb Elaboración de afiches alusivos al tema por parte de niños y sus Directores y
familias en coordinación con el Programa Maestros
re Comunitarios a efectos de promover una muestra sobre la maestros en
importancia de la lectura. coordinación con
Inspectores de
zona.
VI. ANEXOS
• Documento “Lectura y Escritura en el Primer Ciclo” elaborado en mayo de
2008 por la División Educación Primaria para anexar al informe de la
evaluación autónoma de 1er año.
16
ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE EDUCACIÓN PÚBLICA
CONSEJO DE EDUCACIÓN PRIMARIA
DIVISIÓN DE EDUCACIÓN PRIMARIA
14 LOMAS,Carlos, “Cómo enseñar a hacer cosas con las palabras”, Vol. I, Paidós, pág. 319
17
que los alumnos entiendan su aprendizaje como un medio de ampliar las
posibilidades de comunicación y acceso al conocimiento.”15
El aprendizaje de la lengua escrita comienza cuando el niño descubre el valor
de la lectura y de la escritura. Es a través de su intervención como el docente podrá
conjugar la sistematización de la enseñanza con el placer de leer y escribir. Como
plantea Agustín Ferreiro es necesario “que la escuela engendre el amor a la lectura.
Cuando lean por su propia voluntad sin que nadie los obligue, sólo por el placer que
sienten en ello, la escuela habrá cumplido fundamentalmente su misión”i
El atractivo que el niño sienta por la tarea de leer y de escribir estará en
relación directa con la satisfacción que esa acción le produzca. Y en esa atracción
desempeña un rol fundamental la intervención de todos los maestros y en particular
de los del primer ciclo escolar. Un niño que percibe que no es capaz de leer y de
escribir se siente fracasado y esta sensación de fracaso actúa como un obstáculo
para poder aprender. Necesita disfrutar, sentirse querido, progresar, sentir que los
demás confían en su posibilidad de aprender. Es pues necesario pensar la relación
pedagógica construyendo sentidos en los encuentros entre el educador y sus
alumnos, entre los niños y “entre y con” las familias; entre las intenciones de enseñar
y de aprender, tejiendo entre todos la red vincular que habilita espacios donde lo
cognitivo y lo afectivo se complementan y se potencian.
Los docentes deben propiciar un encuentro adecuado entre los niños y los
textos. Si algunos de sus alumnos llegasen a ser escritores gracias a la intervención
escolar, la misión estará cumplida con creces. Pero, si esto no sucediera es deber
ineludible de la escuela que todos los que egresen de sus aulas sean personas que
escriben lo que equivale a decir que puedan valerse de la escritura cuando lo
necesiten y lo hagan con adecuación, comodidad y autonomía.”16
16
Kaufman, Ana María, “La escuela y los textos”, Santillana, Bs. As., 1996, pág. 11
18
Aportes para la enseñanza de la lectura y la escritura
Planificar las actividades de enseñanza de la lectura y la escritura en forma
sistemática a partir de un diagnóstico preciso de los saberes que poseen los
alumnos incorporando estrategias que permitan diversificar la propuesta de
enseñanza en función de los distintos niveles de conceptualización y ritmos de
aprendizaje. El documento que emerge de la Evaluación Piloto Autónoma de
Primer Año podrá ser un valioso insumo a ser considerado para fortalecer la
gestión de enseñanza. A partir de las actividades que evalúan el acceso al
sistema de representación (diferenciación entre signo y dibujo, relación grafema-
fonema, reconocimiento de sílabas, palabras, otros signos) y de los resultados
emergentes de la citada evaluación se podrá integrar, desde el comienzo de los
cursos, propuestas que permitan promover avances en ese proceso.
escribir en el aula,
19
hacerlo cooperativamente,
releer lo que se escribe y hablar de ello,
que el maestro escriba con los niños,
escribir “textos auténticos para lectores reales”,
escribir en distintos soportes (el teléfono celular, la pizarra, la
computadora, el cuaderno),
trabajar solos, en grupos, con la familia,
escribir para aprender, crear, jugar y guardar lo escrito para
posteriores consultas.
En la evaluación autónoma realizada en 1er año se observa que en el mes de
noviembre supera el 30% el número de niños que no logran la segmentación
convencional de las palabras. Frente a esta realidad corresponde intervenir desde
la enseñanza en todo el Primer Ciclo para ayudar a los niños a separar las
palabras que escriben junto a otras. Es frecuente que los niños unan palabras
cuando escriben si no media la intervención docente. Eso sucede porque al
hablar, normalmente, no se separa una palabra de la anterior o la siguiente y se
da fundamentalmente entre artículos y sustantivos. Así escriben “lamesa” en lugar
de “la mesa”. Corresponde designar los objetos sólo por su nombre sin agregarle
el artículo (teléfono, silla, ventana, niños) Si se jugara al “Veo, veo” ¿qué se podría
elegir que empiece con “m”? Nombrar lo que se vea en el lugar que comience con
ese fonema cuidando no usar el artículo ayudará a los niños. Se dirá pues “mano”,
“mesa”, “Manuela”, “muebles”, y cuando se escribe corresponde insistir en que a
cada nombre le corresponde una palabra y que la escribimos separada de las
demás. Podrá en otro momento trabajar que delante de unas palabras se usa “el”
o “los” y de otras “la” o “las”. Si la maestra dice “Me olvidé de traer el …”, ¿qué
podrá ser? ¿Podrá ser “cartuchera”? ¿Podrá ser “peine”? Algo similar se debiera
hacer para identificar aquellas otras palabras que unen, ejemplo “micasa”,
planificando actividades que brinden la oportunidad de utilizar el adjetivo posesivo
“mi” en distintas expresiones que deben verlas escritas separadamente: “mi nariz”,
“mi cuaderno”, etc.
Cada vez que el maestro escribe en el pizarrón debe hacerlo en forma legible
(cuidando el tamaño y trazado de las grafías) y oralizando lentamente lo que
20
escribe para que todos los niños puedan ir descubriendo los códigos particulares
de la escritura (separación de palabras, uso de mayúsculas y punto, de
conectores, etc.).
El rotafolio en las aulas del Primer Ciclo, donde se registra, con grandes grafías
aquello que es importante recordar, se constituye en un valiosísimo recurso, que
permite volver reiteradamente a los mismos textos con distintos objetivos
mejorando en cada frecuentación el dominio del texto. Los niños sienten placer
por la relectura de los mismos textos y esto debe ser aprovechado por la escuela
porque les da seguridad, fortalece su autoconcepto y por tanto su autoestima. El
cambio permanente de textos que no tengan relación con lo conocido genera
mayor inseguridad en los alumnos con rendimiento descendido.
22
Importa que cada maestro advierta que las sugerencias formuladas desde la
División Primaria se realizan en el marco de un proceso de permanente
profesionalización en el que todos somos “aprendices y enseñantes”. Muchos de los
aportes propuestos están ya hoy presentes en nuestras aulas, pues es desde ese
espacio privilegiado de donde proceden y desde donde llegan para ser compartidas
con otros docentes.
Se aspira a que, en el marco de una construcción colectiva, se puedan
concretar intercambios de experiencias docentes sumando miradas desde los
diferentes niveles y áreas, para intervenir en los factores institucionales que inciden
en los aprendizajes y en especial en el de la lectura y de la escritura en el Primer
Ciclo Escolar. En este sentido, desde la División Primaria, se está elaborando un Plan
Nacional de Lectura con los aportes de las Inspecciones Departamentales y
Nacionales, en la búsqueda de coherencia y fortalecimiento de la orientación
pedagógico didáctica en el área de la Lengua.
Se finaliza destacando el valor y el poder que tiene el maestro que concibe que
puede enseñar, que vence obstáculos y logra el desarrollo de las potencialidades de
los niños y adultos involucrados en cada situación educativa. Es el vínculo la
variable que define en numerosas situaciones la posibilidad de aprender a
través de la comunicación, del diálogo, a fin de llegar a establecer con éxito la
relación pedagógica. A ello se refiere cuando se señala que el docente debe
conocer al niño desde lo que sabe y desde lo que puede, teniendo confianza en las
posibilidades que tiene el niño de aprender y el maestro de enseñar.
“La más grave carencia de nuestro pequeño mundo pedagógico, está en la falta de audacia para
impulsar la revisión y el análisis críticos; en la timidez para proyectar el plano del pensar y el hacer
docentes, al nivel más alto y más vasto de las ideas generales que definen la toma de posición de
un hombre del presente; en la dificultad metodológica para la elaboración colectiva y solidaria; y
en la renuencia oficial para alentar, sin miedos y sin prejuicio, las inquietudes y afanes que intentan
ensayos.”.
Julio Castro
24
Consejo de Educación Primaria
Inspección Técnica
Inspección Nacional de Educación Común
CIRCULAR Nº 7.
Inspectores Departamentales:
Interesa analizar qué están realmente haciendo los maestros para enseñar
a leer en todos los grados y específicamente de 2º a 6º donde la “enseñanza de
la lectura” no es, en muchas ocasiones, objeto de análisis y reflexión. Con
frecuencia se observa que una estrategia de evaluación como la respuesta a
preguntas sobre el texto leído tiende a suplantar su enseñanza.
Graciela Arámburu
Inspectora Nacional de Educación Común
26
Estudio realizado en diez días del mes de agosto de 2006
a partir de la planificación de Maestros de 4º año.
27
CONSEJO DE EDUCACIÓN PRIMARIA
INSPECCIÓN TÉCNICA
INSPECCIÓN NACIONAL DE EDUCACIÓN COMÚN
CIRCULAR Nº 8
Inspectores Departamentales:
28
relatorías y filmaciones de actividades desarrolladas por docentes, la lectura de
material bibliográfico y las reflexiones a partir de todo ello.
29
función sintáctica”17 deben ser objeto de estudio dentro del texto,
diferenciando las copulativas (y, e, ni) que dan idea de acumulación
de las disyuntivas (o, u) que dan idea de opción, de las adversativas
(pero, aunque, no obstante, sin embargo) que dan idea de
contraposición. También las conjunciones subordinantes deben ser
objeto de enseñanza, entre ellas, por ejemplo: las causales (porque,
puesto que, ya que), las condicionales (si, siempre que, etc.), las
comparativas (como, más que, etc.). Todas ellas ofician en el texto de
conectores. No es el propósito que los niños aprendan nombres y se
caiga en una propuesta meramente nominalista, sino que
comprendan la función de estas palabras en los textos que leen para
mejorar los niveles de comprensión.
o La lectura placentera se asocia generalmente al nivel estético-
recreativo no considerándose el placer que otorga el aprender en
todas las disciplinas, el descubrir a través de la lectura una nueva
posibilidad que ofrece determinado programa informático o un
artefacto doméstico.
o Se confunde en muchas situaciones los contenidos de lectura con las
actividades que se pueden proponer para su enseñanza y con los
recursos. Así, erróneamente, se habla de “lectura en silencio” y de
“cuento” como contenido cuando la primera es una actividad y el
segundo un recurso.
Como lo señala Isabel Solé18, es urgente que la lectura en la escuela sea
repensada por lo menos en una triple dimensión: como objetivo de conocimiento
en sí mismo, como instrumento de conocimiento y como un medio para el placer,
el gozo y la distracción. En la segunda dimensión cobra especial significado el leer
para aprender a escribir mejor, así para aprender a escribir un diálogo es preciso
leer esos textos para identificar qué marcas se utilizan en su escritura. Es
interesante, por ejemplo, en el estudio de la secuencia narrativa, leer comienzos
de diferentes libros de cuentos y novelas para analizar cómo sus autores
introducen la ubicación temporal (cuándo ocurre esa historia) y espacial (dónde).
La variedad de expresiones permitirá al niño, luego, considerar esos aspectos al
momento de escribir una secuencia narrativa.
17
LEPRE, Carmen, “Gramática y Ortografía básicas del Español”, Santillana, Montevideo, 2006, pág.91
18
SOLÉ, Isabel, “Estrategias de lectura”, Graó, Barcelona, 2000, 11ª edición
30
producidos por ellos, leer para que otros conozcan aspectos de
interés (si los demás no poseen ese texto), concurrir a leer a otras
clases distintos textos (cuentos creados, resultados de
investigaciones, Evitar exponer a un niño a leer en voz alta cuando
tiene dificultades para oralizar un texto. El niño sólo debería oir leer
en voz alta buenos modelos. La lectura colectiva de un texto escrito
en el pizarrón, donde prime en la voz del maestro, que va señalando
lo que se lee, puede constituirse en una adecuada estrategia para
ayudar a aquellos alumnos que aún tienen dificultades para la
descodificación. Si esta lectura se realiza diariamente en los primeros
grados, cada niño podrá establecer asociaciones que le permitirán
avanzar en la mecánica de la lectura. Una buena descodificación
facilita los niveles de comprensión. La descodificación como cualquier
otro conocimiento procedimental (aprender a andar en bicicleta, a
conducir un automóvil, a digitar un teclado, etc.) exige
entrenamiento, sólo quien lo realiza reiteradamente puede mejorar
su aprendizaje. Esa descodificación no debe trabajarse aisladamente
de la comprensión pero debe asimismo ser objeto de estudio,
planificando intervenciones docentes específicas, para aquellos
alumnos que, no obstante su edad, no han logrado una adecuada
oralización de los textos. Quien no la logra tiene, en general, un
autoconcepto peyorativo de sí mismo que se traduce luego en otras
consecuencias que afectan su desarrollo integral como persona.
Debemos preguntarnos. ¿son frecuentes y pertinentes las
intervenciones docentes para ayudar a aquellos alumnos en que sus
dificultades para descodificar constituyen un obstáculo para mejorar
los niveles de comprensión? ¿Se planifican?
o Optimizar los espacios de lectura. Para muchos alumnos la escuela es
el único ámbito en que se lee, cada niño debe disponer en cada día
de muchos espacios que le ayuden a avanzar en su aprendizaje de la
lectura. La escuela y sus aulas deben ser ambientes alfabetizadotes
por excelencia. Integrar la visita de otros adultos que lean (padres,
abuelos, otros maestros, escritores, narradores, etc.)
o Profundizar en el conocimiento de aspectos gramaticales que ayuden
a penetrar en la urdimbre del texto. Las actividades de enseñanza de
lectura no pueden limitarse a un docente que sólo interrogue, debe
promover la reflexión del niño pero debe intervenir identificando ese
objeto de enseñanza.
o Variar las actividades propuestas: textos desarmados para armar
buscando las rutas referenciales, leer el texto realizando luego de
cada párrafo una síntesis parafraseando (decir con otras palabras) lo
expresado por el autor, buscar en el texto lo que se relaciona con
elementos paratextuales, efectivizando las macrorreglas de Van Dijk
(supresión, selección, generalización, construcción), poemas para
memorizar, etc. Dar prioridad a la lectura individual y silenciosa que
potencie la comprensión, otorgando para ello los tiempos necesarios,
todos los días, antes de realizar la lectura a viva voz.
o Propiciando diferentes entradas a la lectura:
a) Lectura eferente: Lectura de “textos difíciles” para sacar
información y agregar a los saberes previos.
31
¿Qué sé del tema que voy a ¿Qué quiero saber? ¿Qué he aprendido?
leer?
32
Es necesario realizar una precisión: no todo lo que el docente debe saber
respecto a la enseñanza de la lectura debe ser objeto de enseñanza. Existen
conceptos que son de la didáctica y que no deben ser enseñados. A veces se
confunde y se considera que si los niños usan determinadas palabras (estructuras,
secuencias, estrategias, etc.) se está trabajando mejor. Interesa que los niños
avancen en el aprendizaje de estrategias lectoras, que logren cada vez mejor
comprensión de los textos. Debemos evitar que una enseñanza nominalista
obstaculice ese propósito, hay términos que el docente debe conocer desde la
Didáctica para saber enseñar pero la Didáctica como disciplina no es objeto de
enseñanza en la escuela.
33
y la argumentación que apunta el autor.”19 La enseñanza de la lectura debe ser
planificada cuidadosamente por cada maestro, por cada institución y a nivel de
cada distrito o departamento. El docente actualizado, con sólidos conocimientos
de la Lengua y su didáctica, comprometido éticamente con sus alumnos es el eje
central de una educación de calidad.
CIRCULAR Nº 3
1- JUSTIFICACIÓN.
¿Por qué y para qué necesitamos apropiarnos del lenguaje?. Hay tres
razones decisivas:
Porque nuestra inteligencia es lingüística.
No sólo pensamos mediante conceptos sino que desarrollamos mediante
palabras otros mecanismos intelectuales: la memoria, la reflexión y la acción
voluntaria. El docente procurará despertar el deseo de leer en el alumno y para
ello será necesario brindar oportunidades para que cada uno planifique su
proyecto personal.
35
lengua para lo cual es fundamental que el docente desarrolle estrategias
motivacionales que permitan diversificar las prácticas de aula.
Saludan a ustedes:
37
i
FERREIRO, Agustín, “La enseñanza primaria en el medio rural”, Florensa y Lafón, Montevideo, 1960, pág. 65