Problemas actuales de las relaciones internacionales, Capitulo 27
Carlos Taibo Arias Felipe Palma Vargas
El mundo al terminar el siglo XX había experimentado un sinfín de transformaciones y había sido el escenario de diversos conflictos que de cierto modo configuraron las relaciones tanto económicas como políticas de las grandes potencias del orbe. Dentro de este escenario es de suma relevancia enfocar la mirada en el quiebre de la Unión Soviética, puesto a que dicho factor iba traer consigo la eclosión de diversos conflictos y problemáticas que pareciesen haber estado en eclipsadas durante el desarrollo de la guerra fría, pero que ahora se hacían sentir más fuerte que nunca. El autor hace referencia a que la emergencia de estos problemas generaría un escenario bastante agitado en donde proyectar un futuro alentador no sería tarea sencilla. De esta manera el objetivo del autor a lo largo del capítulo es profundizar con respecto a las problemáticas más relevantes que comienzan a surgir a fines del milenio, es por esta razón que dedicará seis acápites para cada conflicto, los cuales procederá a analizar. En primer lugar el autor hace referencia a la situación de las naciones unidas, en donde comenta que a partir del fin de la guerra fría se esperaba que la ONU desempeñase su labor de manera más autónoma e independiente sin la intervención o imposición de las grandes potencias, situación que no se materializo producto a la ineficacia en su actuar en diversas situaciones, como por ejemplo el rol poco preponderante en procesos de suma relevancia como el control de armamentos o las negociaciones de paz en zonas conflictivas, además de lo anterior los intereses de las grandes potencias continuaban incidiendo en las decisiones de esta organización. Países del tamaño de los EEUU y Japón no iba a permitir que las políticas de las naciones unidas se desviasen de sus propios intereses, puesto a que al fin y al cabo son las naciones más influyentes las que configuran todo el orden mundial y la ONU es otra pieza más de este mecanismo para la dominación de estos países. En directa relación con lo recién mencionado el autor en el segundo acápite aborda la temática de las grandes potencias. Categoría que ahora dejaba a los EEUU como la única gran potencia puesto que una vez desmantelada la URSS, los yanquis se habían encargado de llevar la delantera en cuanto a las principales economías del planeta. Sin embargo aparecen otros dos importantes bloques económicos, se trata de la Unión Europea por un lado y Japón por el otro, que a pesar de sus importantes desarrollos continuarán relegadas a las dinámicas de los intereses norteamericanos. Es importante mencionar que a pesar de que la Unión Europea era la primera potencia económica: en su territorio se generaba el 30% de la riqueza planetaria y de entre las cien principales empresas de mundo, 36 eran de la UE por 29 norteamericanas (Arias, 2001), seguía dependiendo de los EEUU, que demostraba su dominio a través de diversas situaciones que menciona el autor, como por ejemplo desde la misma diplomacia en donde abundaban los elementos de expansión y de ratificación de situaciones de dominio (Arias, 2001), además del control sobre distintos procesos de paz, al igual que en organizaciones de suma relevancia como Fondo Monetario o el banco mundial. Japón por otra parte si bien se había establecido como un importante núcleo económico vivió un complicado pasar a fines del milenio esto de debía principalmente a una reducción en su crecimiento que se vio acrecentada con el surgimiento de nuevos competidores en el pacifico. China y Rusia otras economías de gran valor experimentaron al igual que Japón serías complicaciones. De esta forma es posible dilucidar que EEUU era la nación que terminaba de mejor manera el siglo, con un importante ascendente en organizaciones de gran jerarquía, además de un desarrollo de áreas de influencia cada vez mayor, esta vez focalizado en países que se encontraban en procesos de paz. El tercer factor que aborda el autor corresponde a los conflictos bélicos, el rearme y el intervencionismo, situación que saldrá a flote principalmente después de la desintegración del bloque soviético. Dentro de estos nuevos conflictos llama la atención los ascensos de nacionalismos de base étnica al igual que los radicalismos religiosos y los enfrentamientos por recursos naturales. Dentro de estos enfrentamientos crecerá la violencia terrorista, que aparecerá como una respuesta a las formulas políticas y económicas que dominaban los estados. Sin embargo a pesar de la importancia de los elementos recién comentados, el autor menciona el intervencionismo humanitario como la principal novelad en cuanto a los conflictos, que consistía en la intervención directa de las principales naciones o la ONU en países que estuviesen viviendo situaciones de extrema delicadeza en donde la violación de los derechos humanos se haya transformado en una práctica sistemática. Esta práctica generó críticas debido a que las potencias debían intervenir en territorios que en muchos casos ellos mismos habían generado las problemáticas o las divisiones internas y además a la hora de inmiscuirse en estos conflictos su actuar no representaba el idóneo ya que no necesariamente se seguía el protocolo establecido. Otro acápite corresponde a la relación Norte-Sur, en este punto el autor menciona las enormes diferencias entre la concentración económica que se da entre estos dos hemisferios, siendo el norte la zona en donde se controlaba para 1995 cerca del 86% de las riquezas. Además de lo anterior, en el sur continuaban siendo extremadamente alarmante los índices de esperanza de vida, años de escolaridad y el trabajo infantil. A pesar de esta acentuación de las problemáticas en la zona sur, también en el norte e posible evidenciar problemas de relevancia, como es el caso de los altos flujos migratorios, en donde personas de zonas deprimidas se trasladaban hacía países con economías más prosperas (EEUU y naciones de la UE). Otra de las problemáticas que comienzan a generarse consiste en la cada vez más latente crisis ecológica, situación que puede ser comprendida desde dos apéndices, por un lado por las distintas agresiones ambientales, como por ejemplo la contaminación, y la otra por el progresivo agotamiento de los recursos naturales. A pesar que se desarrollaron variadas medidas para prevenir e intentar dar solución a estos problemas ecológicos, los resultados no fueron muy alentadores, personalmente creo que esto se debe a que el destrozo del medio ambiente era un resultado de las dinámicas tanto de la globalización como del capitalismo, en un mundo en donde la ética que predomina es la del mercado, poco y nada importa la devastación del territorio puesto a que sacar réditos económicos es el principal objetivo, no tiene relevancia que nuestros hijos tengan que vivir en este mundo cada vez más devastado ya que les dejaremos un legado económico de consideración, al menos esta situación corre para los grandes magnates porque la gente común y corriente no goza de los logros económicos que puede canalizar un país. Sin embargo los estados juegan un papel bastante reducido a estas alturas, los intereses privados han primado y han logrado cooptar a los gobiernos, el poder que han alcanzado ha sido tal que las grandes empresas y grupos financieros, y ellos hasta el punto de que el volumen de negocios de un buen número de unas y otros se hallaba claramente por encima del producto interior bruto de muchos estados (Arias, 2001). Finalmente el último punto desarrollado por el autor es la globalización, proceso que desde un comienzo logró un considerable aumento en las transacciones en los mercados internacionales debido principalmente a la configuración de un mercado planetario unificado. Los estados veían como su acción era mermada cada vez más debido al aumento considerable del poder de las grandes empresas, quienes lograban incidir de manera directa en las decisiones gubernamentales. La globalización también presenta un carácter cultural, que consiste en la imposición de una cultura occidental alrededor de todo el orbe, esta situación la podemos evidenciar en los lugares más recónditos del planeta en donde es posible encontrar a personas con ropa de marca o escuchando música occidental. Además la globalización se encarga de acentuar aún más la diferencia entre pobres y ricos, posee un carácter sumamente segregador que se evidencia con la división internacional del trabajo en donde se buscan desarrollar industrias en donde los costes tanto de producción como de mano de obra sea sumamente más barata, lo que a la larga trae un proceso de explotación y alienación hacía el trabajador. Como respuesta a la globalización y a la implantación de una cultura internacional comenzarán a surgir distintas expresiones de nacionalismo que se opondrán férreamente a la adopción de costumbres y cultura foránea, principalmente occidental. A modo de conclusión es posible mencionar en primer lugar como estos procesos y transformaciones serán fundamentales ya que configuraran permanentemente las relaciones y dinámicas del planeta, al mismo tiempo EEUU se consolidará como la potencia dominante y será la encargada de mover los hilos del escenario internacional de acuerdo a lo que le favorezca sus intereses. En la actualidad somos testigos del siniestro funcionamiento de esta dominación estadounidense, que terminará de consolidarse a fines del milenio. Vivimos en el mundo ideado por el imperio, en donde cada paso que damos o acción que realizamos responde al engranaje perfecto de la estructura de dominación que han logrado consolidar, sin mayores rivales en el ámbito económico y militar pareciese ser que estamos condenados a seguir perpetuando sus lógicas por un extenso tiempo más.