Boletín de Lecturas Sociales y Económicas . UCA . FCSE . Año 4 .

N° 20

UNA PROPUESTA
PARA INTRODUCCIÓN

EL ANÁLISIS Es el objetivo del presente trabajo el presentar una

propuesta teórico-metodológica para el análisis de un
DE LAS campo poco frecuentado por la teoría de las organizacio-
nes: el de los grupos e instituciones religiosas (2).

INSTITUCIONES En la primera parte del artículo presentamos una pro-

puesta general, la cual si bien está particularmente enfo-
cada al "tipo iglesia" contiene, sin embargo, algunos ele-
RELIGIOSAS (1) mentos que podrían servir para una formulación más
amplia sobre la "institución religiosa" en general (3).
En la segunda parte proponemos un esquema ope-
rativo de análisis para el caso particular de la Iglesia Ca-
tólica.

LA INSTITUCIÓN RELIGIOSA

Cuando hablamos de "religión" nos referimos a

"un sistema de creencias, de normas y de prácticas, con-
divididas y realizadas habitualmente por un grupo orga-
nizado de personas que consienten en establecer relacio-
nes con seres considerados como sobrenaturales o su-
POR praempíricos, de los cuales se sienten separados." (Bün-
ABELARDO JORGE SONEIRA tig, 1981: passim) (4). Toda religión asume, como vere-
mos más adelante, alguna estructura organizativa y nivel

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de institucionalización. Por lo tanto definirnos a la "ins-
titución religiosa"como a
"...toda est ructura organizativa referente a la satisfac-
ción de exigencias o funciones de carácter religioso, ca-
racterizada por un sistema relativamente estahle de fun-
ciones, relaciones y valores. Tal concepto puede, pues,
aplicarse a estructuras de nivel macroscópico o micros-
cópico (desde "Iglesia Universal" a "Iglesia local"), a
experiencias más o menos rígidamente organizadas
("Iglesia" y "secta"), a grupos espontáneos y a grupos
intencionales (la "comunidad"y la "denominación")."
( Milanesi. 1974: 22)
Sin embargo. dada la amplitud de esta definición es ne-
cesario. aclarar ciertos puntos:
En el análisis de las instituciones religiosas se de-
be tener en cuenta dos niveles: el interno y el externo.
Llamaremos sistema interno a la adaptación o evolución
de las distintas formas organizativas a las exigencias de
los valores originariaios de una religión. En el sistema
externo, por el contrario, la institucionalización está en
referencia directa con la evolución y la dinámica de los
sistemas sociales en los cuales las instituciones religio-
sas están insertas.
▪ Amhos sistemas se condicionan recíprocamente.
El grado y las formas de institucionalización interna per-
miten a la institución desempeñar un rol más o menos
importante y funcional en un determinado contexto so-
cial. y, simultáneamente, una mayor o menor manifesta-
ción externa, dispuesta por la institución en un determi-
nado contexto social, condicionan la dinámica y la es-
tructura interna de la misma.
▪ Ninguna gran institución religiosa puede ser con-
siderada como un bloque organizativo homogéneo, do-
tado de un esquema normativo absolutamente unitario y
estable. En su interior se crean necesariamente articula-
ciones estructurales y culturales, que pueden tener carac-
terísticas particulares respecto de la organización global.
Esta heterogeneidad limitada puede manifestarse en
ciertas tensiones entre:
* la dimensión pública y la privada de la experien-
cia religiosa,
* la existencia entre la organización formal y la in-
formal dentro de la institución religiosa,
* las existentes entre los valores religiosos funda-
mentales y los valores culturales predominantes en los
fieles y grupos religiosos.
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EL SISTEMA INTERNO
El fenómeno religioso ha tenido siempre un siste-
ma de creencias, aunque sea mínimo, del cual se deriva
una ética (contenido y exigencias normativas). Tan im-
portante como el sistema de creencias es, en todo fenó-
meno religioso, la expresión social: la comunión o so-
cialidad religiosa; ya que "no hay religión sin comunión,
sin grupos sociales que expresen la unidad de sus creen-
cias." (Büntig, 1981: 7/8) Finalmente, ambos elemen-
tos, el teórico y el social, se expresan y se consolidan en
el culto. Analicemos cada uno de estos elementos más
detenidamente:
a) LAS CREENCIAS
La experiencia o intuición de lo religioso , exige
siempre un mínimo de expresión teórica.
En general, toda religión contiene un conjunto de propo-
siciones sobre tres elementos de singular importancia:
el o los dioses, el mundo y el hombre. En otros térmi-
nos, encontramos en todo sistema de creencias religio-
sas, concepciones teológicas, cosmológicas y antropoló-
gicas.
El sistema de creencias tiene un enorme poder in-
tegrador. En efecto, la aceptación de los mismos valo-
res, de la misma experiencia de lo sagrado constituye -
desde un punto de vista lógico- el primer elemento de
identificación y cohesión del grupo religioso.
La experiencia inicial de lo sagrado se expresa ba-
jo la forma simple de un mito que se dice, frecuentemen-
te, revelado. "El mito es una forma originaria y primor-
dial de percepción y de expresión de la realidad religio-
sa; es una intuición teórico-práctica, de carácter partici-
pativo, en la que se acentúan los aspectos emotivos,
afectivos, vitales." (Milanesi, 1974: 40) Es decir, en la
aceptación del mito interviene la Fe.
La fe es una síntesis que presupone, por un lado,
un componente intelectual (la fe como creencia o afir-
mación teórica de su contenido), por otro, supone la ad-
hesión (la fe como compromiso práctico o fe "vivida").
La práctica del grupo religioso se construye sobre la ba-
se de la afirmación teórica o creencia. La adhesión im-
plica la fe como "creencia compartida", y se concreta en
el sistema de creencias, el comportamiento religioso, la
socialidad o comunión y el culto.
Volviendo al mito, su aceptación a través de la fe,
tiene un enorme poder integrador desde el punto de vis-
ta "teórico" y "práctico". Tal es así, que a él se recurre
cuando en los sucesivos desarrollos doctrinales se gene-
ran enfrentamientos y divisiones dentro del grupo reli-
gioso. Estos enfrentamientos y divisiones pueden llevar
a una formulación más precisa y sistemática de las
creencias religiosas en cuestión: los dogmas, que, por
un lado, unen decididamente a todos aquellos que los
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comparten; y por el otro, separan a los que no ("herejes").
Es decir, cumplen una función primordial en la delimita-
ción del sistema religioso. Lo cual no significa que no
puedan surgir escuelas o tendencias en la interpretación
de los dogmas, pero a partir de su previa aceptación.
b) LA ETICA
Toda religión supone, en mayor o menor medida,
un componente ético. Es decir, toda religión prescribe
conductas a sus fieles. Por lo general, esta prescripción
de conductas se expresa en un sistema normativo que de-
riva de manera directa del sistema de creencias. Es más,
las normas "encarnan" las creencias y valores. El con-
junto de estas normas constituye la ética o comporta-
miento religioso. Las podemos encontrar de dos tipos:
. Originales: son aquellas que dicen provenir de la
Revelación Divina (p.c.: Los Diez Mandamientos, Ser-
nxín de la Montaña, Corán, etc.)
Religioso-sociales: no tienen an origen revelado
•
directo sino que se derivan del sistema de creencias y se
fundamentan en necesidades de funcionamiento grupal e
institucional.
Ambos tipos de normas están vinculadas, como ya
dijimos. de diferente forma con el sistema de creencias, y
por lo tanto tienen también un distinto poder coactivo,
tanto para los "roles especializados" (sacerdotes, pasto-
res. etc.) como para los "fieles" en general. Por esta ra-
zón suponen un distinto grado de adhesión: máximo en
el caso de las primeras (transgredir la norma es poner en
tela de juicio el valor (creencia) que encarna). aceptadas
"reverencialmente" en el caso de las segundas, sin impli-
cación afectiva directa.
c) EL CULTO
"El culto se puede definir en pocas palabras, como
"un conjunto de comunicaciones entre el hombre y lo sa-
grado, con gestos, palabras y símbolos"(O"Dea, 1968,
67); sustancialmente este sistema de significados, tiene la
función principal de presentar o representar una expe-
ciencia religiosa, esto es, de hacerla actual e identifica-
hle. En este sentido el culto tiene un fin en sí mismo, in-
dependientemente de los efectos que puede producir tam-
bién en sectores "profanos"de experiencia." (Milanesi,
1974: 40)
El culto tiene además, una finalidad puramente so-
cial. En general, los estudiosos de la religión coinciden
en remarcar el poder integrador del culto para el grupo
religioso.
La transformación del culto a través de los proce-
sos de institucionalización puede desembocar en la for-
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mación de un ritual (5), lo cual supone por lo general,
una excesiva cristalización de las formas cultuales. Por
otra parte, el culto sacraliza los momentos fundamenta-
les de la vida del individuo como miembro del grupo,
por ejemplo: nacimiento, iniciación, matrimonio, etc.
La fuerza integradora del culto se manifiesta tam-
bién en la creación de asociaciones, transitorias o perma-
nentes, dedicadas a fomentar y motivar las actividades
cultuales.
d) LA ORGANIZACIÓN
"No hay religión sin Iglesia" sostenía Durkheim,
haciendo referencia al componente social de toda reli-
gión. Este componente social puede asumir diversos ti-
pos organizativos: desde la secta, que supone un míni-
mo grado de institucionalización y de apertura a lo uni-
versal; hasta la iglesia, que asume un máximo grado de
institucionalización y universalismo (6).
"La Iglesia representa la organización en la que el
grado de institucionalización llega al máximo, pero al
mismo tiempo es máxima también la apertura al univer-
salísimo. Prevé en general, muchas articulaciones en su
interior, las cuales sin embargo, están atentamente con-
troladas e integradas en el sistema normativo." (Milane-
si, 1974: 24/25)
EL SISTEMA EXTERNO
Hacíamos referencia al "sistema externo" de una
institución religiosa, planteándonos la forma de inser-
ción e intercambio que la misma tiene con la sociedad en
la cual está inscripta.
La religión, desde una perspectiva empírica, se expresa
en valores, símbolos y grupos, que aunque tienen una
consistencia y dimensión autónoma, se insertan y se ins-
criben siempre en un mundo sociocultural concreto. De
allí surge la permanente interacción entre el fenómeno
religioso y la sociedd en que se inserta (7).
Interesa por tanto conocer el "espacio"que ocupa la reli-
gión en este contexto, y el tipo de relación entre ambos.
a) EL ESPACIO RELIGIOSO
Carrrier (1969: 29/41) propone centrar la atención
en las instituciones y valores religiosos como forma de
delimitar el "espacio religioso" en una sociedad.
Este "espacio religioso"estaría conformado enton-
ces, por las instituciones, o sea por la presencia institu-
cional de la religión, ya sea en forma directa (p.c. una
parroquia) o indirecta (p.c. un sindicato de inspiración
cristiana); y los valores religiosos, o sea su mayor o me-
nor incidencia en el contexto sociocultural (p.e. como se
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manifiestan en los códigos jurídicos, en las costumbres,
las prácticas sociales, etc.). Ambos elementos están es-
trechamente relacionados.
b) LAS RELACIONES RELIGIÓN-SOCIEDAD
La religión es siempre una realidad "situada" en
un contexto socio-cultural concreto, existiendo entre
ambos un intercambio e interdependencia permanente.
Es indudable que el tipo de relación entre ambas
realidades variará de acuerdo al grado de institucionali-
zación de una religión (Iglesia, secta, etc.) como del tipo
de sociedad de la cual se trate (sociedad industrial, pre-
industrial, post-industrial, etc.)
También conviene recordar que este proceso de in-
tercambios interrelaciona distintos elementos, como ser:
Estado Iglesia
Sociedad Religión
Metodológicamente cada par de relaciones puede
ser analizado por separado, sin que esto implique perder
de vista la totalidad.
LAS ESTRATEGIAS INSTITUCIONALES
Cabe ahora definir, dentro de nuestra propuesta,
un concepto que reviste particular importancia. Nos re-
ferimos al concepto de "estrategia institucional". Sin
embargo previamente, conviene hacer referencia al con-
cepto de "influencia", ya que el mismo nos permitirá
abordar el fenómeno que nos interesa con mayor preci-
sión.
Podemos decir que "influencia" es "la capacidad
de una unidad (ya sea un individuo, un grupo, una aso-
ciación o Estado) para generar compromisos -lealtades,
recursos, apoyo de conducta, etc.- suficientes como para
pemitir al agente de influencia imponer a la estructura
una dirección por él elegida y cambiar así una situación.
De este modo. un influyente es una persona o unidad co-
lectiva capaz de establecer una marca definitiva en una
esfera de interés o actividad de importancia." (Vanier,
1971: 24)
Cuando la unidad social es una institución y desea
ejercer influencia en una determinada área de interés o
de acción, suele plantearse planes y objetivos (los cuales
por lo general son explícitos aunque pueden estar implí-
citos). que se derivan de una serie de principios, y esta-
blecer un conjunto de procedimientos para alcanzarlos.
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Todo este conjuto de elementos combinados for-
man un modelo de acción o estrategia.
Por tanto, podemos decir que una estrategia insti-
tucional "es un plan de acción organizado de una insti-
tución, que puede o no derivar de un modelo identifica-
ble, abarcar períodos largos o cortos, originarse en la ex-
periencia -que luego es sintetizada- o deducirse de una
teoría, en vistas a ejercer influencia en áreas institucio-
nales particulares." (Vanier, 1971: 28)
Entonces, y de acuerdo a esta definición, una es-
trategia institucional puede identificarse por los siguien-
tes elementos: plan de acción, modelo del cual deriva,
período que abarca, área institucional a la cual va dirigi-
da. Analicemos brevemente cada uno de estos elemen-
tos.
Dentro del plan de acción tenemos los objetivos
(explícitos o implícitos) y los procedimientos a utilizar.
Estos, a su vez, suponen el desarrollo de determinadas
formas organizativas y la implementación de ciertas
prácticas institucionales (acción social o pastoral), en or-
den a la consecución de los objetivos.
El modelo del cual se deriva una estrategia institu-
cional, puede aprehenderse a partir de los principios ge-
nerales, que hacen al sistema de creencias básico de la
institución, involucrados en la formulación de la estrate-
gia institucional. Otro elemento importante es la auto-
conciencia institucional, o sea la conciencia que la insti-
tución tiene de sí misma, de su función y de su relación
con "el mundo" en cada momento histórico. Derivado
de lo anterior tenemos la manera de concebir las distin-
tas partes que conforman el cuerpo institucional. Por
ejemplo, en el caso particular de la Iglesia Católica, se-
rá importante visualizar cómo se conciben los roles epis-
copal, sacerdotal y laical.
El período de tiempo que abarca una estrategia
institucional, no necesita de mayores comentarios. Sin
embargo vale la pena recordar que ninguna estrategia
tiene cortes temporales "limpios", sino que, más bien, se
van gestando, desarrollando y diluyendo en relación con
otras estrategias institucionales, muchas veces encontra-
das o, quizás, directamente antagónicas.
Una estrategia institucional puede originarse en
determinadas experiencias (luego elaboradas) o derivar-
se de una determinada doctrina o cuerpo teórico. Por lo
general, en el origen de un estrategia institucional ambos
elementos están presentes, predominando uno u otro
según sea el caso.
Finalmente, es de la mayor importancia determi-
nar el área institucional particular hacia la cual va diri-
gida la estrategia institucional. Esto implica determinar
la actividad o centro de interés seleccionado, tanto como
los grupos y sectores sociales involucrados en ella.
Sintetizando lo visto hasta aquí, proponemos el siguien-
te esquema para identificar, analizar, comparar y evaluar
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las estrategias institucionales de las instituciones religio-
sas.
Esquema de Análisis de la Estrategias
Institucionales de las Instituciones Religiosas
Variables Dimensiones
I. Plan de Acción 1) Objetivos
2) Formas Organizativas
3) Práctica institucional (Acción
social y pastoral)
II. Modelo 4) Principios generales
5) Autoconciencia institucional
6) Estructural estamental (roles
episcopal, sacerdotal y laical
- ----------------------------------------------------------------
III. Período 7) Período
--------------------------------------------------------------------
IV. Origen 8) Experiencia
9) Doctrina
--------------------------------------------------------------------
V. Area 10) Esfera o actividad seleccio
nada
Institucional 11) Base social (grupos y/ secto
res sociales)
- -------------------------------------------------------------------
Definíamos más arriba a la "Iglesia" como al tipo
de organización religiosa en la que el grado de institucio-
nalización llega al máximo y al mismo tiempo es máxi-
ma su apertura hacia el universalismo. Por el grado de
complejidad que esto supone, decíamos también que
"prevé en general muchas articulaciones en su interior,
las cuales sin embargo, están atentamente controladas e
integradas en el sistema normativo." (Milanesi, 1974:
24/25)
Esta definición general debe operacionalizarse pa-
ra cada institución religiosa en particular. La forma en
que se rescatan y hacen operativas "las muchas articula-
ciones en su interior" será fruto del estudio histórico y de
la observación directa en cada caso.
En el caso particular de la Iglesia Católica, propo-
nemos el siguiente conjunto de variables para el análisis
institucional de la misma, a saber:
a) El pensamiento colectivo: entendiendo por tal
al conjunto de valores, principios y normas fundamenta-
les que dan vida a la institución, y que en este caso par-
ticular, se suele expresar como doctrina o magisterio.
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b) La estructura formal: es decir, el conjura
objetivos, políticas y procedimientos que regulan la ins-
titución. Dentro de éstos, asume especial importancia
los procesos de toma de decisiones y la formulación de
estrategias institucionales.
c) La organización territorial: comprende las cir-
cunscripciones eclesiásticas, y su distribución e impor-
tancia territorial (arquidiócesis, diócesis, parroquias,
etc.)
d) La estructura jerárquica: o sea, la organización
piramidal de poder y autoridad distribuida por niveles.
En este caso cabe distinguir:
El nivel jerárquico: su composición y organiza-
•
ción; cargos y organismos colegiados; funciones y al-
cances (p.e.: Nuncio Apostólico, Cardenal Primado, Ar-
zobispos, Obispos, Asamblea Plenaria, Conferencia
Episcopal, etc.)
El nivel de los cuadros intermedios: son aque-
•
llos que operan orgánicamente en la institución como
mediación entre el nivel jerárquico y la masa de fieles.
Dentro de los cuadros intermedios, a su vez, hacemos la
siguiente distinción:
* Cuadros medios "oficiales": por tales en-
tendemos a los cuadros y organizaciones ligados orgáni-
camente (de "pleno derecho") a la estructura institucio-
nal, a saber:
- Clero diocesano
- Ordenes religiosas
- Organizaciones "funcionales" (p.e.:
universidades católicas Cáritas, AC
DE, etc.)
- Organizaciones laicales de apostola
do (p.e.: Acción Católica en todas
sus formas)
- Movimientos religiosos (p.e.:
Schoensdtatt, Focolares, Renovación
Carismática, etc.)
* Cuadros medios "no oficiales": com-
prendemos dentro de éstos a los cuadros y organizacio-
nes, generalmente laicales, no ligadas orgánicamente a
la estructura institucional, pero que dicen compartir su
cuerpo doctrinario y se autoidentifican como "católicos"
o, en algunos casos, como "cristianos". No comprome-
ten formalmente la representación de la institución, aun-
PAG. 13
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que ésta ejerce -a través de alguna de sus instancias in-
ternas- un grado más o menos importante de influencia.
El nivel del "pueblo fiel": entendiendo por tal al
conjunto de creyentes, y que suelen expresar su religio-
sidad ya sea a través de los canales institucionales (cul-
to, sacramentos. etc.), las expresiones de religiosidad
popular (devociones, peregrinaciones, etc.), o distintas
manifestaciones de la "vida cotidiana".
e) El status legal: comprende los instrumentos ju-
rídicos que regulan el accionar de la institución en la so-
ciedad (p.c.: concordatos). Interesa fundamentalmente
el grado de autonomía frente al Estado.
Finalmente, cabría decir, que la validez de esta
propuesta teórico-metodológico solo podrá demostrarse
a partir de la investigación empírica, su aplicación a nue-
vos casos y el análisis comparativo de los mismos.
NOTAS
I La versión original de este trabajó fue presentada
en el III Simposio Nacional de Análisis Organizacional
y I del Cono Sur, Facultad de Ciencias Económicas,
Universidad de Buenos Aires, 16 al 19 de Julio de 1997.
2 La presente propuesta fue elaborada originalmente
en nuestro trabajo de tesis doctoral en Ciencia Política:
Análisis Institucional de la iglesia Católica en la
Argentina. La Iglesia Católica en la Argentina, desde la
caída del Peronismo hasta su caída (1955-1976),
Universidad del Salvador, Facultad de Ciencias
Sociales. Buenos Aires, 1985. Fue publicada -con mod-
ificaciones- bajo el título: Estrategias Institucionales de
la Iglesia Católica (1880-1976), Centro Editor de
América Latina, Buenos Aires, 1989 (2 volúmenes).
3 Hemos utilizado parte de este enfoque teórico-
metodológico para estudiar grupos e iglesias pente-
costales y neopentecostales. Ver: Soneira, A.J. (comp.);
Sociología de la Religión, Editorial Docencia -
Fundación Hernandarias, Buenos Aires, 1996.
4 Sobre las dificultades para definir "religión" desde
la perspectiva de las ciencias sociales. Ver: Soneira, A.J;
Sociologia de la Religión, unidad 3.
S Por "rito" entendemos "una acción institucionali-
zada que sigue un modelo fijo de comportamiento en
una determinada religión o cultura, por la cual un indi-
viduo entiende establecer relaciones con "lo numinoso";
ya directamente, ya por medio de las cosas sagradas".
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UCA . FCSE . Año 4 N° 20
(Büntig, 1981:20).
6 Las tipologías clásicas suelen mencionar los si-
guientes tipos:iglesia, denominación, secta, culto, comu-
nión de los discípulos.
7 Sobre este tema, cfr.: Berger, Peter y Luckman,
Thomas, La Construcción Social de la Realidad, Amo-
rrortu, Buenos Aires, 1972; Berger, Peter; El Dosel Sa-
grado. Elementos para una Teoría Sociológica de la Re-
ligión, Amorrortu, Buenos Aires,1971.
BIBLIOGRAFIA
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una Sociología de la Religión. Amorrortu, Buenos Aires.
Berger, Peter y Luckmann, Thomas. 1972. La Construc-
ción Social de la Realidad. Amorrortu, Buenos Aires.
Büntig, Aldo. 1981. "El Fenómeno Religioso y su Mun-
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Carrier, Hervé y Pin, Emile. 1969. Ensayos de Sociolo-
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