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CÓMO REZAR EL SANTO ROSARIO

1.- Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

2.- Rezar el Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío;
por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina
gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

3.- Rezar tres avemarías y un Gloria.

4.- En función del día de la semana, elegimos los misterios a meditar, según lo que se indica más abajo. Tras
enunciar el primer misterio, se reza un padrenuestro.

Misterios Gozosos (Lunes y Sábados) Misterios Dolorosos (Martes y Viernes)

1. La anunciación a la Santísima Virgen María. 1. La oración de Jesús en el Huerto.


2. La visitación de la Santísima Virgen a su prima 2. La flagelación de Jesús.
Santa Isabel. 3. La coronación de espinas.
3. El nacimiento del Niño Jesús en Belén. 4. Jesús carga con la cruz.
4. La presentación del Niño Jesús en el templo. 5. La crucifixión y muerte de Jesús.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Misterios Luminosos (Jueves)
Misterios Gloriosos (Miércoles y Domingos)
1. El Bautismo del Señor en el Jordán
1. La Resurrección de Jesús. 2. Su autorrevelación en las bodas de Caná.
2. La Ascensión de Jesús. 3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la
3. La Venida del Espíritu Santo. conversión.
4. La Asunción de Nuestra Señora. 4. La Transfiguración del Señor en el monte Tabor.
5. La Coronación de María Santísima. 5. La institución de la Sagrada Eucaristía.

5.- Se rezan 10 Avemarías, un Gloria y a continuación las Jaculatorias: María, Madre de gracia, Madre de
misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora, no te olvides de nosotros en aquella última hora.

Oh Virgen Gloriosa y Bendita, no permitas que vivamos ni muramos en pecado mortal.


Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo,
especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.

Ave María purísima. Sin pecado concebida.

6.- Se enuncia el segundo misterio y se reza un padrenuestro.

7.- Se rezan 10 Avemarías, un Gloria y las Jaculatorias.

8.- Se enuncia el tercer misterio y se reza un padrenuestro.

9.- Se rezan 10 Avemarías, un Gloria y las Jaculatorias.

10.- Se enuncia el cuarto misterio y se reza un padrenuestro.

11.- Se rezan 10 Avemarías, un Gloria y las Jaculatorias.

12.- Se enuncia el quinto misterio y se reza un padrenuestro.

13.- Se rezan 10 Avemarías, un Gloria y las Jaculatorias.

14.- Al finalizar los cinco misterios, se reza un padrenuestro y estas tres avemarías:

Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

15.- Finalmente, se rezan las Letanía de la Santísima Virgen María:

Señor, ten piedad (de él)


Cristo, ten piedad (de él)
Señor, ten piedad (de él)
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial, ten piedad (de él)
Dios, Hijo Redentor del mundo, ten piedad (de él)
Dios, Espíritu Santo, ten piedad (de él)
Trinidad santa, un solo Dios, ten piedad (de él)
Santa María Ruega por él
Santa Madre de Dios Ruega por él
Santa Virgen de las Vírgenes Ruega por él
Madre de Jesucristo Ruega por él
Madre de la Divina Gracia Ruega por él
Madre de la Iglesia Ruega por él
Madre purísima Ruega por él
Madre castísima Ruega por él
Madre virginal Ruega por él
Madre inmaculada Ruega por él
Madre amable Ruega por él
Madre admirable Ruega por él
Madre del buen consejo Ruega por él
Madre del Creador Ruega por él
Madre del Salvador Ruega por él
Virgen prudentísima Ruega por él
Virgen digna de veneración Ruega por él
Virgen digna de alabanza Ruega por él
Virgen poderosa Ruega por él
Virgen clemente Ruega por él
Virgen fiel Ruega por él
Espejo de justicia Ruega por él
Trono de sabiduría Ruega por él
Causa de nuestra alegría Ruega por él
Vaso espiritual Ruega por él
Vaso insigne de devoción Ruega por él
Rosa mística Ruega por él
Torre de David Ruega por él
Torre de marfil Ruega por él
Casa de oro Ruega por él
Arca de la Nueva Alianza Ruega por él
Puerta del cielo Ruega por él
Estrella de la mañana Ruega por él
Salud de los enfermos Ruega por él
Refugio de los pecadores Ruega por él
Consoladora de los afligidos Ruega por él
Auxilio de los cristianos Ruega por él
Reina de los Ángeles Ruega por él
Reina de los Patriarcas Ruega por él
Reina de los Profetas Ruega por él
Reina de los Apóstoles Ruega por él
Reina de los Mártires Ruega por él
Reina de los confesores Ruega por él
Reina de las Vírgenes Ruega por él
Reina de todos los Santos Ruega por él
Reina concebida sin pecado original Ruega por él
Reina asunta al cielo Ruega por él
Reina del Santo Rosario Ruega por él
Reina de la Familia Ruega por él
Reina de la paz Ruega por él

Oraciones a la Virgen María

Bendita sea tu pureza


Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía¡

Oración de San Bernardo


Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra
protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con
esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis
pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis
humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente.

La Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

D- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.


T- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Bajo tu amparo
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desoigas nuestras súplicas que te dirigimos en nuestras
necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

Préstame, madre...
Préstame, Madre, tus ojos, para con ellos mirar, porque si por ellos miro, nunca volveré a pecar.
Préstame, Madre, tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo, Jesús me podrá escuchar.
Préstame, Madre, tu lengua, para poder comulgar, pues es tu lengua patena de amor y de santidad.
Préstame, Madre, tus brazos, para poder trabajar, que así rendirá el trabajo una y mil veces más.
Préstame, Madre, tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierto con tu manto al Cielo he de llegar.
Préstame, Madre a tu Hijo, para poderlo yo amar, si Tú me das a Jesús, ¿qué más puedo yo desear?
Y esa será mi dicha por toda la eternidad.

Oración
Madre mía: Desde que amanece el día, bendíceme;
en lo rudo del trabajo, ayúdame;
si vacilo en mis buenas decisiones, fortaléceme;
en las tentaciones y peligros, defiéndeme;
si desfallezco, sálvame y al cielo llévame. Amén.

Para finalizar este Santísimo Rosario, Virgen Sagrada María, siempre pidiéndote por el eterno descanso del
alma de nuestro querido Johan, aprovechamos para mostrarte nuestro amor y gratitud al recitarte las bellas
letanías que no hacen sino expresar con justicia tus cualidades y belleza sin par.

V. Dale, Señor, el descanso eterno.


R. Y luzca para él la luz perpetua.
V. Que descanse en paz.
R. Así sea. Se repite todo 3 veces

Que las almas de los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. Así sea.

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