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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICA

TAREA INVESTIGACION FORMATIVA II UNIDAD

 TITULO:

Derecho de Retracto

 AUTORES:

Cerna Toledo Lorena

Guerrero Cerna Geovana

 DOCENTE:

Abog. Aniceto Norabuena Úrsula

Huaraz, 25 de octubre 2016

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DEDICATORIA

A nuestros docentes, en especial al docente


tutor del Curso Derecho de Contratos, por su
dedicación y constante apoyo durante el
desarrollo de nuestra formación profesional

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INDICE

DEDICATORIA

INTRODUCCION

CAPITULO I: RESEÑA HISTÒRICA DEL RETRACTO

1.1 Fundamentos Tradicionales que justifican El Retracto……………………...………05


1.2 Importancia social y económica del Retracto……………………………...…………06
1.3 Fundamento de su regulación legal………………………………………...…………06

2 CAPITULO II: DERECHO DE RETRACTO

2.1 Concepto………………………………………………………………………...……….07
2.2 Nomenclatura ………………………………………………………………...…………08
2.3 Naturaleza Jurídica…………………………………………………………....………..09
2.4 Ubicación legal y Carácter del retracto………………………………………...……..11
2.5 Clases de retracto………………………………………………………………....…….12

3 CAPITULO III : EFECTOS DE RETRACTO……………………………………….....…..14

CONCLUSIONES

REFERENCIA BIBLIOGRÀFICAS

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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo monográfico titulado “DERECHO DE RETRACTO”, se desarrolla en el


marco de las actividades de Investigación Formativa del Curso Derecho de Contratos del
Octavo Ciclo de la Escuela de derecho de la Universidad Católica Los Ángeles de
Chimbote; su importancia radica en el afianzamiento de nuestros conocimientos sobre el
Derecho de Retracto definido en nuestra legislación como la facultad que la ley concede
a determinadas personas bajo circunstancias específicas con respecto a la posición
ante el derecho de propiedad (copropietario, litigante, el propietario de usufructo,
etc.), con el propósito de subrogarse en lugar del comprador en todas las
estipulaciones de un contrato de compraventa.
Se pretende desarrollar, algunos temas doctrinales a fin de demostrar e ilustrar algunas
opiniones doctrinales relacionados con el proceso o derecho de retracto, tema que se
organizan en dos capítulos cada uno de ellos conteniendo conceptos y definiciones que
amplíen y clarifiquen las nociones del retracto.

Finalmente se analizará el aspecto procesal, es decir la forma que la ley ha establecido


para que el sujeto titular del derecho de retracto, acuda al Estado u Órgano Jurisdiccional,
y solicite el reconocimiento y la tutela amparada por el derecho, realizaremos conclusiones
pertinentes sobre el tema tratado.

Las estudiantes.

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CAPITULO I: RESEÑA HISTÒRICA DEL RETRACTO

Para tener una cabal concepción de la institución del retracto conviene conocer sus
antecedentes.

Según Castán y Badenes, el retracto legal tiene un origen muy antiguo, situándose
concretamente en el Antiguo Testamento. Sin embargo, el retracto legal no fue conocido
en el Derecho romano, debido a que uno de sus principios cardinales entroncados a la
concepción absolutista de la propiedad era precisamente el de la máxima libertad en la
compraventa.

El retracto legal, o iusprothomiseos, obtuvo gran difusión en el Derecho intermedio,


especialmente en algunas regiones de España, Francia e Italia, siendo objeto de
numerosos estudios. Posteriormente Pothier, en su Tratado de retractos, definió el retracto
como conferente a sus titulares el derecho de tomar el negocio de otros y convertirse en
adquirente en su lugar, definición que, según Ghestin y Desche continúa siendo válida en
nuestros días. Cuentan los mismos autores que Mme. Saint AlaryHouin
reconociólaexistencia de veinticinco clasesderetractos.

El Código Napoleón restringió el número a tres, sin calificarlosformalmente,


peroladoctrinaylajurisprudencia les han dado los nombres que han devenido tradicionales
de retracto de indivisión, de retractosucesoralyderetractolitigioso.

Entre nosotros, el Código Civil de 1852 definía el retracto como el derecho concedido por
la ley a determinadas personas, expresamente enumeradas, de sustituirse en lugar del
comprador, tomando para sí la cosa por el precio y las condiciones en que ésta fue
transferida. El Código de 1936 no definió el retracto, limitándose a decir que no procede
sino en los casos de venta o adjudicación en pago.

1.1 Fundamentos Tradicionales que justifican El Retracto

Fernando Cantuarias Salaverry, basándose en la Tesis de Bachillerato de Fabián


Novak Talavera, recuerda que son dos los fundamentos centrales que harían
recomendable regular la figura del retracto en nuestro Código Civil: su importancia
social y económica, y el hecho que no limita la libertad de contratar.

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1.2 Importancia social y económica del Retracto

En relación a este punto, Cantuarias recuerda que Novak sintetiza los argumentos
dados por la doctrina para justificar la vigencia social y económica del retracto: el
retracto implica una mejor forma de aprovechamiento de la riqueza, la consolidación
del dominio en una sola mano, lo cual se traduce en beneficio de la familia. Busca
además, en el caso de un litigio, evitar el detrimento del deudor, igualmente
proporcionar la propiedad de los predios a quienes los trabajan, así como culminar con
estados de indivisión o servidumbres que tan sólo va en detrimento de la propiedad. De
esta manera agrega la importancia social del retracto se daría en el supuesto del
inquilino, al existir un interés social del legislador de otorgar un derecho especial en
favor de quien habita el inmueble, esto es, de permitirle el acceso a la propiedad.

Continúa señalando que, por otro lado, la importancia económica del retracto se
encontraría presente, por ejemplo, en los supuestos contenidos en los incisos 2), 3), 4)
y 5) del artículo 1599 del Código Civil, referidos al derecho de retracto de los
copropietarios, litigantes, usufructuarios y superficiarios, así como de los propietarios
en los dos últimos casos; ya que, mediante el retracto se lograría consolidar la
propiedad en una sola mano y se acabarían los juicios. Según Cantuarias, todas y cada
una de las fundamentaciones a las que hace referencia el legislador para justificar el
reconocimiento legal del derecho de retracto en favor de ciertas personas, demuestran
una gran sensibilidad, y parecerían ser social y económicamente valederas. Pero
estima que las mismas no responden para nada a la pregunta de cómo afecta el
ejercicio del retracto el libre intercambio de bienes; y esto porque el legislador parte de
la premisa de considerar que el retracto afecta sólo en pequeña medida el intercambio
de bienes, razón por la cual, sus beneficios son en apariencia mayores que sus cargas.

1.3 Fundamento de su regulación legal

A decir de la Comisión Revisora del Código Civil Peruano, el legislador ha considerado


conveniente mantener la institución del retracto tomando en consideración que en
todas sus formas responde a intereses que se desean proteger; y agrega que tal razón
explica por qué el legislador sacrifica el principio de la autonomía de la voluntad, al
permitir que un tercero ajeno a las partes pueda adquirir un bien contra la voluntad de
ellas.

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4 CAPITULO II: DERECHO DE RETRACTO

Tal como dice Manresa, es «un derecho que tiende a convertir en verdadero adquirente a
aquel a quien el retracto le corresponde. Salvo en lo que se refiere a la diferencia de persona,
no trata de introducir alteración ninguna en las condiciones estipuladas; la voluntad del que
retrae carece de eficacia jurídica para influir en las condiciones de la adquisición; estas
condiciones están ya fijadas por el comprador y el vendedor; al retrayente toca respetarlas y
cumplirlas en lo que le afecta; con vista de ellas determinará si hace o no uso del retracto; y si
a ello se decide, ya sabe que el pacto está hecho y que es una ley a la cual tiene que
someterse.

La ley crea el derecho de retracto y lo pone a disposición del retrayante, que es un tercero
calificado, correspondiendo a éste activar o no tal derecho en su favor cuando el
propietario del bien proceda a enajenarlo. Si el retrayente se decide a hacerlo se coloca en
el lugar del comprador en el previo contrato de compraventa, sin que se modifiquen las
estipulaciones de este contrato, salvo en lo relativo al cambio de personas.

Bigio dice, con razón, que el retracto no limita elderecho de disposición del enajenante sino
el derecho de propiedad de quien lo adquiere por compraventa.
Fundamenta su opinión en que el propietario del bien ejercita libremente su legítimo
derecho de transferir su propiedad a un tercero que adquiere la calidad de comprador. Sólo
después de adquirido el derecho a la propiedad por el comprador, este derecho se ve
afectado por el ejercicio del derecho de retracto por parte del retrayente, cuyo efecto es la
subrogación del comprador por el retrayente.

Piensa Albaladejo que establecer esta secuencia constituye, en el fondo, ganas de hacer y
deshacer, ya que si, en definitiva, se concede a alguien el derecho de adquisición respecto
de cierta cosa, parece preferible que no tenga que esperar a que ésta se haya enajenado,
para entonces reclamarla, sino concederle la facultad (y establecer las oportunas
disposiciones para que tenga efectividad) de que pueda hacérsela transmitir antes que
aquél a quien se proyectaba enajenarla.

Esta opinión, si bien descansa en una razón de orden práctico, desconoce la naturaleza
jurídica del retracto, pues siendo un derecho de subrogación se requiere que el comprador
adquiera el bien para que después el retrayente ocupe su lugar en el contrato de

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compraventa. Si el retrayente pudiera adquirir el bien directamente del propietario, se
trataría de un derecho similar al de tanteo o de preferencia y no de un derecho de retracto.

2.2 Nomenclatura

Dice Badenes que la palabra «retracto» se aplica al retracto legal sin tener en
cuenta su verdadero sentido gramatical. En efecto, se entiende por retraer,
Volver a traer, traer o través, traer de nuevo, reintegrar una cosa al estado en que ya se ha
encontrado. Si, según la Real Academia, la preposición re denota Ordinariamente
repetición, reiteración, unida al verbo traer, denotará una repetición en la tracción, es decir,
que lo que se hace al retraer es traer de nuevo, por segunda vez, con repetición.
Retrayendo se recupera un objeto que salió del mismo patrimonio.

Agrega que es necesario, para que estemos ante un retracto propiamente tal, que la
relación jurídica creada y cuyo desdoblamiento aquél origina, constituya entre los
contratantes una situación transitoria,
No definitiva acabada. Este estado de interinidades requisito vital en el retracto, Pues por
existir previamente un estado tal es por lo que el que retrae incorpora la cosa retraída con
el carácter de retorno inmediato al desapoderamiento. El retrayente mantiene un invisible
contacto con la cosa, actúa en cierto modo sobre ella; no se considera extraño respecto a
la misma, no se ha desprendido por completo de lo que enajenó. Y si se produce una
adquisición que no trae causa de la enajenación anterior, no se readquiere jurídicamente.

Riaza, por su parte, afirma que «si la esencia de este derecho consiste en la sustitución de
una persona por otra en el lugar que ocupa el adquirente en un contrato; si no hay
anulación de la venta ni retrocesión, si el contrato se mantiene eficaz, podrá llamársele
derecho de subrogación, o derecho de sustitución, derecho de adquisición preferente o
derecho de preferencia en la adquisición. Todo menos llamarle retracto.

Tomando esto en consideración, la Comisión Reformadora denominó «derecho de


sustitución» al que posteriormente se llamó «derecho de retracto. Así, el artículo 1623 del
Proyecto de Código Civil aprobado por dicha Comisión tenía el siguiente texto:

«Artículo 1623.- El derecho de sustitución es el que la ley otorga a determinadas personas


para subrogarse en el lugar del comprador, respetando las condiciones pactadas en el
contrato de compraventa»

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RelataBigio que la Comisión Revisora aprobó por mayoría la denominación de derecho de
retracto, sosteniendo que si bien el vocablo retracto, desde el punto de vista semántico,
podía ser equívoco (ya que retraer es volver a traer), resultaba más acorde con Nuestra
tradición legislativa y por qué así es conocida en nuestra doctrina y jurisprudencia.
Además, no se consideró conveniente denominar de la misma manera tres figuras
totalmente diferentes, reguladas en el Código Civil; la sustitución del poder (artículo
157), la sustitución en la herencia (artículo 740) y el derecho de retracto, que se proponía
designar como derecho de sustitución (artículo 1592).

2.3 Naturaleza Jurídica

Gran parte de la doctrina española, tomando en consideración que el artículo 1.506 de su


Código Civil dispone que la venta se resuelve por las mismas causas que todas las
obligaciones, y además por las expresadas en los capítulos anteriores, y por el retracto
convencional o por el legal, se pronuncia en el sentido de que el retracto legal da lugar a la
resolución de la compraventa y la celebración de un nuevo contrato de la misma clase.
Sin embargo, tal como escribe Casals en el retracto legal no existe resolución ninguna del
contrato primitivo de transmisión onerosa de la finca, del que ha nacido el derecho de
retracto por ministerio de la ley. De haberla, nos encontraríamos, en primer lugar, que no
habiendo sido parte el retrayente en aquel contrato, no podría figurar como adquirente de
la cosa con respecto al contrato rescindido (resuelto). Porque el retrayente no recobra
nada, ni el vendedor devuelve ningún precio. El contrato de venta inicial permanece
inatacable por el retracto, no sufre rescisión (resolución) ninguna, puesto que ni el
vendedor devuelve el precio que se ha adjudicado en méritos de aquél, ni si este precio en
su cuantía es devuelto al comprador, no lo recibe éste de manos de su contratante, como
ocurriría en caso de rescisión (resolución), sino de manos de un tercero que no había
intervenido en el contrato. Por otra parte, el comprador, ciertamente se ve desposeído de
la cosa adquirida, pero no la ‘devuelve’ al vendedor de ella en el contrato primitivo, sino
que se ve obligado a entregarla a un tercero que no ha intervenido en aquél.

Tomando en consideración que, como el artículo 1.521 del Código español establece, con
notable incongruencia, que el retracto legal es el derecho de subrogarse, con las mismas
condiciones estipuladas en el contrato, en lugar del que adquiere una cosa por compra o
dación en pago, otros autores de la misma nacionalidad opinan que se trata de un derecho
de subrogarse en lugar del adquirente; es decir tiende a convertir en verdadero adquirente
a aquel a quien el retracto corresponde.

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Diego considera el retracto legal como una opción de compra de carácter real que la ley da
a determinadas personas. La opción se ejercitará contra el comprador de la cosa, no
contra el vendedor, y estará obligado a otorgar la correspondiente escritura de venta a
favor del titular de la opción. Así, según él, conjugándolo con el mecanismo antedicho tan
alejado de la tradicional idea de subrogación, se puede explicar la naturaleza del derecho
que lo pone en movimiento.

Borrel y Soler apuntan que constituye una novación impuesta por la ley donde cambia la
persona del adquirente al que el enajenante había cedido la cosa, y, en lo demás, deja
subsistente el contrato con todos los derechos, obligaciones y condiciones con que se
había celebrado libremente; de modo que el retrayente se subroga en el lugar del primer
comprador.

Cabe registrar una nueva concepción que abandona en principio tanto la idea de
resolución como la de subrogación. Albaladejo sostiene que en el retracto, como quiera
que el contrato entre el dueño de la cosa y el tercero se consumó ya por la entrega de la
misma (que por ello cesó de ser de aquél y pasó a ser de éste), no es posible que el
retrayente pueda ocupar en tal contrato el puesto del tercero, para que la transferencia de
la cosa se realice a su favor en lugar de al de éste, sino que sólo es posible imponer una
nueva transmisión del tercero al retrayente.

Ante esta variedad de planteamientos, el Código Civil peruano de 1984 ha optado


claramente por la tesis de la subrogación, pues en su artículo 1592 establece, como se ha
visto, que el derecho de retracto (se refiere al retracto legal) es el que la ley otorga a
determinadas personas para subrogarse en el lugar del comprador.

Resulta así que intervienen en la subrogación tres personas: el primitivo propietario del
bien, quien ha decidido voluntariamente enajenarlo; el comprador del bien, quien adquiere
convencionalmente con el propietario su propiedad absoluta; y el retrayente, quien por
mandato de la ley ocupa el lugar del comprador y adquiere todos los derechos de
propiedad sobre el bien que emanan del contrato. Obsérvese que el retrayente no ocupa
legalmente el lugar del propietario sino el lugar del comprador, de tal manera que subsiste
el contrato de compraventa.

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Los efectos del retracto son, pues, similares a los de La cesión de posición contractual,
pues el retrayente ocuparía el lugar del seudocesionario en el contrato de compraventa
celebrado con el seudocódigo. Sin embargo, tal como se indica en la Exposición de
Motivos del artículo 1592 del Código Civil, el retracto tiene su origen en la ley y la cesión de
posición contractual lo tiene en la voluntad de las partes, aun cuando el retracto opera por
impulso personal (el del retrayente). Además. Tal como dice Bigio, la cesión de posición
contractual es un contrato trilateral que requiere el consentimiento del cedente, el
cesionario y el cedido, lo cual no ocurre en el retracto. Asimismo, la cesión de posición
contractual procede respecto de toda clase de contratos, en tanto que el retracto sólo tiene
lugar en la compraventa, la dación en pago y, en algunos casos, en la permuta. En fin, la
cesión de posición contractual puede producirse en la persona de cualquiera de los
contratantes, mientras que en el retracto la sustitución sólo opera respecto al comprador.

Esto hace pensar que, a semejanza de la cesión de Posición contractual, por el retracto el
retrayente no hace suyo un bien que estaba en poder del comprador sino que realmente
ocupa el lugar de éste, o sea adquiere el derecho a que le sea transferida la propiedad del
bien, Esto es un derecho obligacional, y la recíproca obligación de pagar su precio en
dinero, si es que no hubiera sido ya pagado en el momento de retraer.

2.4 Ubicación legal y Carácter del retracto

Según la Comisión Revisora, a pesar de que un sector de la doctrina moderna considera al


retracto como un derecho real de adquisición, el Código Civil ha preferido mantener la
tradición jurídica de los Códigos Civiles de 1852 y 1936, en el sentido de regular el retracto
como un Capítulo de la compraventa, dado que es este contrato el que generalmente da
origen al retracto.

Agrega la citada Comisión que el derecho a retraer no es propiamente un derecho real,


pues el retrayente sólo tendrá el derecho real de propiedad cuando se ampare su
pretensión, momento en el cual dejará de ser retrayente y pasará a convertirse en titular
del dominio del bien.

Por último, señala que antes el retrayente sólo tiene una expectativa que se protege a
través de lo que se conoce como energía persecutoria, la que propiamente no constituye
un derecho real, ya que no tiene un poder directo e inmediato sobre el bien.

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2.5 Clases de retracto
Al hacer el análisis del contenido de esta figura en el Código Civil de 1936 en lo referente a
las clases de retracto, León Barandiarán anotaba que eran varios los tipos de retracto
legal, a saber: el de abolengo o de sangre, gentilicio, el de comunidad nominal, el de
propietarios colindantes.

Recuerda que en el Código Civil de 1936 no se reconoció el retracto familiar, o sea aquel
que se establecía en favor de parientes del vendedor, por la venta que éste efectuaba en
favor de extraños. A diferencia del anterior Código (de 1852) que sí lo contempló, pero en
relación a parientes consanguíneos hasta el cuarto grado (artículo 1501, inciso 7).
Para el caso del retracto en las ventas judiciales, refiere León que en el caso de venta
(judicial o convencional) el retrayente se coloca en lugar del comprador, y éste resulta así,
en último término vendiendo la cosa al retrayente, asumiendo el papel de vendedor
forzoso. Opina que el retracto viene, por tanto, a modificar la situación únicamente del
comprador, pues en cuanto al vendedor su situación no se modifica por el ejercicio de la
facultad retractual, ya que aquél retiene el precio de su comprador.

En lo que respecta al tema del retracto en las ventas a plazos, León Barandiarán, anotó
que tratándose de una venta al crédito el Código dedicaba el precepto 1447 que es el
siguiente: Cuando la venta fue a plazo, es obligatoria la prestación de garantía para el
pago del precio, aunque en la venta no se hubiere exigido del comprador. Opina que el
retrayente en general ocupa el sitio del comprador y queda sujeto, por ende, a las mismas
obligaciones. Si la venta fue al contado, su obligación se cumple con la consignación del
precio. Pero si la venta es a plazos, se le impone una obligación que puede no haber
asumido el comprador: la prestación de garantía por el precio no pagado (total o
parcialmente); tratándose de una garantía forzosa. La garantía será una suficiente, a juicio
del juez. Si se ofrece la necesaria garantía, el retracto no prospera. La razón por la cual
debe el retrayente prestar una garantía, es obvia según León; el vendedor puede haber
dispensado al comprador de la prestación de la garantía, en virtud de conocer al último y
tener confianza en su solvencia y circunspección, pudiendo darse que tal no sea el caso en
lo que hace a la opinión que puede tener el vendedor en cuanto a la persona del
retrayente.

El Código Civil Peruano de 1984 contempla seis casos de retracto, todos recogidos en el
artículo 1599.

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Así, tenemos el derecho de retracto concedido al copropietario, en la venta a tercero de las
porciones indivisas; el del propietario, en la venta del usufructo y a la inversa; el del
propietario del suelo y el superficiario, en la venta de sus respectivos derechos; el de los
propietarios de predios urbanos divididos materialmente en partes, que no puedan ejercitar
sus derechos sin someter las demás partes del bien a servidumbres o a servicios que
disminuyan su valor; el del propietario de la tierra colindante, cuando se trate de la venta
de una finca rústica cuya cabida no exceda de la unidad agrícola o ganadera mínima
respectiva, o cuando aquélla y ésta reunidas no excedan de dicha unidad; y el del litigante,
en caso de venta por el contrario del bien que se esté discutiendo judicialmente.

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CAPITULO III EFECTOS DEL RETRACTO

Según Arias-Schreiber, el criterio que compartimos los efectos fundamentales del retracto,
en el Código Civil de 1984, son los siguientes:

 Su condicionamiento legal (causales pre establecidas), respondiendo a estímulos


de orden público y sin que pueda ser interpretado extensivamente, en la medida de
que constituye un recorte a los principios generales de la autonomía de la voluntad
y de la estabilidad contractual.

 Su función subrogatoria (teoría de la subrogación que ha superado a las teorías de


la rescisión y la compraventa), por la cual el retrayente se sustituye al comprador y
ocupa su lugar sin necesidad de ir a un nuevo contrato decompraventa, bastando,
en consecuencia, el otorgamiento de una simpleescritura de sustitución, todo lo
cual tiene incuestionable importanciadoctrinaria y práctica (impuestos, etc.);
subrogación que supone, enconsecuencia, la existencia de un sujeto activo, que es
el que se subroga y quepuede ser una persona física o jurídica y requiere de
capacidad plena paracontratar; y de otro sujeto pasivo, que es el subrogado en el
contrato y quetendrá, entre tanto, todos los derechos acordados por la ley al
poseedor debuena fe.

 Las severas limitaciones que le ha impuesto el legislador como respuesta a su


naturaleza excepcional y a los perjuicios que representa para la libre comercialidad
y la contratación. Estas limitaciones son: Una reducida área de acción contractual,
un breve plazo de ejercicio y su carácter personalísimo.

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CONCLUSIONES

 En el derecho de Retracto, si los demandados prueban en el proceso que el


demandante tenía conocimiento de la venta y/o el valor de la venta (precio) y que a
la fecha de la presentación de la demanda ha vencido todos los plazos el Juez
puede disponer la conclusión del proceso sin perjuicio de las costas, costos y
multas que deberá abonar el demandante.

 De lo expuesto aparece que no existe en el retracto sino una sustitución y por ello
fue llamado así en el código civil, mantuvo su denominación primitiva, en aras de la
tradición y, según se expresó en su seno, para evitar confusiones con otras figuras
legales como la retroventa, la cesión de posición contractual, etc.

 El retracto permite, de que por ley se le dé la preferencia a una persona para que el
retrayente pueda obtener en beneficio propio el bien sea mueble o inmueble sin
perjudicar los derecho del comprador devolviéndole el pago efectuado y todo lo
concerniente a los tributos y gastos y los intereses que realizo el comprador.

 En nuestro código civil el retracto es un derecho de tipo obligacional, pues en


otras legislaciones tiene categoría de derecho real u otras legislaciones declarando
como una naturaleza mixta que si bien nace de una obligación (personal) pero tiene
sin embargo que afecta a un determinado bien (real).

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REFERENCIA BIBLIOGRÀFICAS

 Profesor de Derecho Civil, Pontificia Universidad Católica del Perú


 MANRESA y NAVARRO, José María. Comentarios al Código civil español. Madrid:
Reus S.A., 1967, Tomo X, Volumen I, pág. 495.
 BIGIO CHREM, Jack. Exposición de Motivos Oficial del Código civil- Derecho de
retracto. Separata Especial del diario oficial «El Peruano» de 26 de noviembre de
1990, pág. 6.
 ALBALADEJO GARCIA, Manuel. Derecho civil. Barcelona: Librería Bosch, 1958,
Tomo III, Volumen II, pág. 332.
 CASTAN TOBEÑAS, José. Derecho civil español, común y foral. Madrid: Instituto
Editorial Reus, 1954, Tomo IV, pág. 159.
 BADENES GASSET, Ramón. El contrato de compraventa. Barcelona: Librería Bosch,
1979, Tomo II, pág. 980.
 ARIAS-SCHREIBER PEZET, Max. Op. cit., tomo II, pp. 132 y 133.
 Mario Castillo Freyre, Magíster y Doctor en Derecho, Abogado en ejercicio, socio del
Estudio que lleva su nombre; profesor principal de Obligaciones y Contratos en la
Pontificia Universidad Católica del Perú y en la Universidad Femenina del Sagrado
Corazón. Catedrático de las mismas materias en la Universidad de Lima.

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