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TRES CUARTOS DE SIGLO EN EL DERECHO CIVIL MEXICANO Ignacio Gatinno Garrias SUMARIO: 1, PUNTO DE PARTIDA: EL INDIVIDUALISMO DECIMONONICO. 11. LA FILOSOFIA DEL O6DIGO CIVIL. DE 1884, Ut, EL PERIODO CRITICO: LA REVOLU- IGN MEXICANA, IV, LA LECISLACION PRECONSTITUGIONAL. ¥. LAS IDEAS 50- CIALES DE LA CONSTITUGION POLfTICA DE I9L7, VI. NUEVA PERSPECTIVA: EL CODIGO CIVIL DE 1928. VII. SU INFLUENCIA EN LO$ GODIGOS CIVILES DE LOS ESTADOS DE LA FEDERACION, Vill, EL DERECHO PRIVADO SOCIAL. 1, Derecho de la persona y derecho de familia 2. El régimen civil de la propiedad y las sucesiones. 3. Las normas sobre obligaciones y contratos, 1X. QUIE- BRA DE LA AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD. X. LA INELUENCIA DEL FENOMENO DEMOGRAFICO SOBRE EL DERECHO DE PROPIEDAD, NUEVAS IDEAS SOBRE LA PROPIEDAD INMUEBLE. LAS LEYES DE DESARROLLO URBANO, XI, PANORAMA BIBLIOGRAFICO, Xf. UN COMENTARIO FINAL. I. PuNTo DE PARTIDA: EL INDIVIDUALISMO DECIMONONICO Si se quiere contemplar en perspectiva histérica el desarrollo del Derecho en cualquiera de sus ramas, es preciso atender al orden sociceconémice en don- de se ha originado ta norma o conjunto de normas que se pretende conocer, a la distancia en el tiempo. Por ello, trataré de situa resta perspectiva refiriéndome previamente al Ambito social que dio lugar a la promulgacién del Codigo Civil de 1884, para el Distrito y Territorios Federales, que era el ordenamiento vigente en las primeras décadas del siglo xx. En términos amplios, las ideas que prevalecian en Ia sociedad mexicana de fines del siglo x1x y en los albores del siglo xx eran el positivismo filoséfico, ¢l individualismo politico y el liberalismo econémico, recibidos en México a partir de la Independencia; pero entronizados definitivamente al quedar restaurada a repiblica des- pués de la intervencién francesa y mds tarde consolidadas durante el régi- men del general Porfirio Diaz; época en que, merced a la paz orgdnica que logré imponer ese gobierno, fue posible levar al cabo la tarea que permitié establecer un sistema jurfdico congruente con los principios deri- vados de aquellas ideas, tanto en lo administrative como en lo econémico; sistema juridico que iba a permitir el progreso del pais y a propiciar su desarrollo. Se buscaba el progreso mediante el establecimiento de un orden juridico fundado en la supuesta igualdad de los mexicanos y en su aptitud, 61 62 IGNACIO GALINDO GARFIAS también supuesta, para participar en la explotacién de Jos recursos natura- les, y sobre estas bases, crear la prosperidad de la nacién. No me propongo emitir un juicio juridico-politico sobre esta etapa de la historia de México; esa labor corresponde y ya ha sido Nevada al cabo por eminentes socidlogos, politélogos e historiadores. S{ me interesa apuntar que fue precisamente en diciembre de 1883 —con antelacién apenas de unos meses a la promulgacién del Cédigo de 1884, y durante la vigencia del Cédigo Civil de 1870— cuando se dictaron las leyes relativas a la coloniza- cién y las compajiias deslindadoras para regularizar la situacién de los terrenos baldios o del dominio nacional a fin de que una vez deslindados, medidos, fraccionados y valuados fueran transmitidos en propiedad por el Estado a los extranjeros y también a los nacionales que quisieran establecerse en ellos, mediante el pago de una tercera parte de su valor y con atractivos estimulos fiscales. Esto por lo que se refiere a la propiedad rustica de la nacién, pues por lo que atafie a la situacién de los bienes del clero, que comprendian una porcién muy considerable del valor de Ja tierra en México, las leyes de desamortizacién de los bienes de Ia Iglesia (leyes cuya promul- gacién tuvo lugar en Ja tercera década del siglo pasado) y posteriormente la Ley de Nacionalizacién de los Bienes del Clero del afio de 1859, modifi- caron radicalmente el régimen colonial de la propiedad en México, origen de tantas vicisitades y problemas de orden interno e internacional para el pafs, Estas medidas legislativas ponen en relieve que el problema de la propiedad privada en México a partir de las leyes de desamortizacién se encuentra desde entonces vinculado a nuestro devenir pol{tico y consti- tuye una cuestién cuya resolucién fue de capital importancia para quienes tomaron en sus manos los destinos del pais, a partir de la restauracién de la republica. Un autor, al hacer el estudio del estado econédmico del pafs al finalizar el siglo 20x dice Jo siguiente :* Sin embargo, lo anteriormente asentado no quiere decir que el perfodo prerre- volucionatio se hubiera cerrado sin esfuerzos por crear condiciones basicas que hoy consideramos de subestructura: es impresionante el desarrollo que alcanzd el sistema ferroviario del pals, ast como los adelantos logrados en el capitulo de generacién de clectricidad por una parte, y por la otra el hecho de que hubo un impresionante florecimiento de empresas manufactureras especialmente nota- ble én el capitulo de Ia gran siderurgia (La Fundidora de Monterrey que vino a sustituir a las numerosas ferrer(as de aftafio), en la industria textil (Puebla, Orizaba, México, D. F., Querétaro, Guadalajara), Ia manufacturera de papel (abrica’ de San Rafael), de cerillos y lora, la iniciacidn de la produccién del cemento (La Tolteca), la promocién azucarera, la cigarrera y la cervecera y Ia 1 Robles, Gonzalo, El Desarrollo Industrial, México 50 Afios de Revolucién, t. 1, La Economia, Fondo de Cultura Econémica, México, 1960, p. 178. DERECHO CIVIL, MEXICANO 63 extraccién de aceites y la fabricacién de jabén y algunas otras, especialmente en el campo de la industria ligera de transformacién. Naturalmente que toda esta actividad empresarial tenia los signos caracerfsticos de su época, que se hacen més potentes en el caso de la mineria, desde entonces dominada por intereses extranjeros, a través de un amplio sistema internacional de plantas de concentra- cién y de refinacién. La mineria ademés favorecié el desenvolvimiento de la in- dustria de explosivos que habia de tomar nuevo impulso mds tarde respondiendo a Ja demanda del estapendo programa de obras publica. Por otra parte, el derecho civil en Europa, al nacer el siglo xix, ofrecié al mundo la monumental obra legislativa que es el Cédigo de Napoledn. Como se sabe, es un admirable fruto de recopilacién y ordenacién del derecho consuetudinario vigente en Francia durante varias centurias, hasta los fines del siglo xvu1, Los juristas y profesores de derecho privado por su parte, elaboraron e] sistema interpretativo de la escuela de la exégesis, con el cri- terio individualista propio de las ideas revolucionarias de aquel cédigo, acomodéndose asf a Ia filosofia positivista y liberal de aquella época, conforme a la cual el derecho privado, instituia como principios bisicos del sistema, por una parte, la propiedad como uno de los derechos del hombre, derecho absoluto oponible al Estado y por la otra, la autonomia de la voluntad como expresién de la libertad del individuo. JL La FILosoFia DEL COpIGO civiL DE 1884 EI 31 de marzo de 1884 fue promulgado en México el Cédigo Civil que inicié su vigencia el 1° de junio de ese afio, para ser aplicado en el Distrito y Territorios Federales. Sirvid de modelo para que en diversos estados de la federacién se promulgaran cédigos civiles que aunque presentan algunas variantes, son expresién de los mismos principios fundamentales que inspi- raron a los autores del Cédigo para el Distrito y Territorios Federales. Por esta razén las consideraciones que en seguida se apuntan, aunque se refieren al Codigo Civil de 1884 para el Distrito y Territorios Federales, pueden hacerse extensivas en lo general al derecho civil aplicable en los estados de la federacién. La Comisién Redactora del Cédigo Civil a que me refiero fue integrada por don Manuel Yafiez, don José Marfa Lacunza, don Isidro Montiel y Duarte, don Rafael Dondé y don Joaquin Eguia Liz.? Todos ellos juristas de reconocido prestigio. Provenian, como casi todos los abogados de ese tiempo, de Ia pequefia burguesfa y cuya cultura juridica, de acuerdo con 2 Con anterioridad fue designada una primera Comisién integrada por don Eduardo Ruiz, don Pedro Collantes y Buentostro y don Miguel S. Macedo. 64 IGNACIO GALINDO GARFIAS el criterio que prevalecia, se habian formado en Ia doctrina francesa, en la escuela de la exegesis y en el pensamiento liberal. La Comisién Redactora del Cédigo Civil procedié con una prudencia digna de encomio, a efectuar una revisién del Cédigo Civil de 1870, respe- tando en todo la esencia de este ultimo cuerpo legislativo. Introdujo como novedad la libre testamentifaccién, aboliendo asi el sistema de las legitimas, que establecia el Cédigo civil cuya revisién Hevé al cabo. Redujo el ntimero del articulado y simplificé su redaccién, cambid la ubicacién de algunos pre- ceptos, a fin de hacer su conocimiento y manejo mas practico y accesible. As{ pues, ef antecedente inmediato del Cédigo Civil de 1884 es el de 1870, en el que influyeron —como es sabido— los comentarios al proyecto de Cédigo Civil espafiol de 1851 de Garcia Goyena, inspirado en el Cédigo Civil fran- cés de 1804. No puede dejarse de mencionar también como antecedente, cl proyecto de Cédigo Civil mexicano del doctor don Justo Sierra, el Cédigo de Cerdefia, el Cédigo de Austria, el de Holanda y el Cédigo Portugués. Para los fines que me propongo en este trabajo, sélo diré que el Codigo de 1884 acoge el concepto romano de propiedad, como “el derecho de gozar y disponer de una cosa sin més limitacién que las que establecen las leyes”, y la configura como un derecho que atribuye al duefio, el dominio tanto de la superficie como del subsuelo. El Estado tiene obligacién no sélo de respetar; sino de proteger la pro- piedad privada como derecho del hombre y del ciudadano, tal como fue reconocido y sancionado expresamente en la Constitucién liberal de 1857. En el capitulo relativo a las obligaciones y a los contratos el Cédigo Civil de 1884 siguiendo a su inmediato antecesor, el de 1870 y en general a la teorfa voluntarista del Cédigo Civil francés, concibe el contrato como expre- sién de la libertad contractual o “soberanfa de la voluntad”, conforme a la cual el convenio obra de los particulares, tiene fuerza de obligar por ser “la ley de Jas partes” y por lo tanto es fuente pristine de derecho, del mismo rango que lo es la obra legislativa; aunque aplicable en diferentes 4mbitos. En lo que toca al derecho sucesorio, el Cédigo Civil de 1884, fue congruente con la posicién liberal adoptada por los actos intervivos, adoptando la libertad de testar. El Cédigo Civil de 1884, asf como el de 1870 y su remoto antecesor el Cédigo de Napoleén regulan, en el capitulo relativo a las personas, las ins- tituciones de familia, a saber: el matrimonio, la adopcién, la patria potestad, los regimenes matrimoniales, etcétera, por medio de preceptos que no se in- tegran en un titulo especifico relativo a la organizacién jur{dico familiar, sino como derechos del individuo. Tales son, en términos generales, las ideas directrices del Cédigo Civil de 1884 y tal es el punto de partida para emprender un examen del derecho civil en México, en los setenta y cinco afios corridos de este siglo. DERECHO CIVIL MEXICANO 65 WI. Ev reriopo critico: LA REVOLUCION MEXICANA En la primera década del siglo xx se manifiestan en el pais los claros sin- tomas de un desequilibrio econdémico y social cuyos origenes se remontan a Ja época colonial, empiezan a aparecer en el movimiento de independencia y surgen nuevamente en el siglo x1x, en el Constituyente de 1856, en las voces de Ignacio Ramirez y Ponciano Arriaga, quienes no lograron cicrta- mente, que sus ideas se plasmaran entonces en los preceptos constitucionales. El malestar social proveniente de una grave desigualdad econémica en la poblacién del pais se acentué atin mis en Jas ultimas décadas del siglo xx en el campo por los despojos de tierras que sufrieron los campesinos al apli- carse, en forma abusiva, las leyes de colonizacién y baldios y en las ciudades por la situacién de los trabajadores de la industria, entonces en franco proceso de desarrollo, Las huelgas de Cananea en Sonora y de Rio Blanco en Veracruz y Ja represién brutal ejercida contra los trabajadores, en los afios de 1906 y 1907, fueron el preludio del gran movimiento armado de la Revolucién Mexicana, que se inicia en noviembre de 1910 y cuyo programa de reformas sociales quedé expresado en lo sustancial en cl manifiesto del Partido Liberal Mexicano que se dio a conocer en el afio de 1907. Se habia iniciado un profundo movimiento social que exigié un cambio radical en Ja estructura constitucional del pais, y en todo el orden juridico nacional, no sélo en el derecho publico; sino también en et derecho privado. Y no se puede comprender Ja evolucién legislativa, ni las transformacio- nes del derecho en México en el siglo xx, si se ignora el sentido de aquella etapa histérica. El derecho civil se vio influido por el pensamiento filoséfico y politico que empezé a manifestarse en México en los albores del siglo xx, que reclamaba el establecimiento de un régimen protector de jos trabajadores de la ciudad y del campo, con criterio profundamente social y no indivi- dualista. Esta corriente social que transformé la estructura de la sociedad misma quedé plasmada en un aserie de principios rectores que fueron elevados a la categoria de normas constitucionales, y que quedaron incorporados al conjunto de principios generales del derecho civil, de Ia misma manera que influyeron en ¢l cambio que se operé en todas las ramas del ordena- miento juridico, De esta manera, tales ideas sociales inspiraron a los redac- tores del Cédigo Civil de 1928 para establecer un justo equilibrio entre el interés del grupo social y el interés de los particulares. Como principios rectores fundamentales del cédigo vigente, esas ideas sociales se convierten en fuente generadora de normas jurfdicas cuando alcanzan la categoria de principios generales del derecho, y tal es el caso trat4ndose del derecho civil. Diez Picazo y Gullén afirman que: 66 IGNACIO GALINDO GARFIAS --los principios generales del Derecho pueden ser conceptuados como aquellas normas juridicas que rednen estas dos caracteristicas: a) tienen un caracter bisico y fundamental en la organizacién del grupo humano; 6) revelan de un modo espontaneo el sistema de creencias y de convicciones en que reposa la organi- zacién de un grupo social... c) tienen su fundamento en la comunidad misma, de forma que es la comunidad entera, a través de sus convicciones y de las creen- cias que profesa, el auténtico procreador de estas normas® Veamos cémo empezé a operarse el cambio del derecho civil en nuestro pais y en el presente siglo, IV. La LEGISLACIGN PRECONSTITUCIONAL En et afio de 1914, una ley de 29 de diciembre introdujo la posibilidad legal de disolver el vinculo matrimonial en vida de los cényuges y en el si- guiente afio, por decreto de 29 de enero de 1915, quedé reformado el Cédigo Civil del Distrito y Territorios federales en las disposiciones relativas 2 la organizacién de la familia, ya que en el pleno perfodo revolucionario pre- constitucional, el sefior Venustiano Carranza, en su calidad de Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, promulgé la Ley de Relaciones Familiares que ademés de confirmar la posibilidad legal de disolver el vinculo matri- monial por medio del divorcio vincular, modificé en otros aspectos el ré- gimen juridico de la familia. Esta Ley sobre Relaciones Familiares debe considerarse como la primera manifestacién de reforma legislativa en ma- teria civil, expresin de un cambio en los principios en que descansaba el Cédigo Civil de 1884. Las directrices de esta nueva ley, fueron inspiradas por los derechos norte- americano y alemén. Aunque conforme al espiritu que prevalecia en la época de su promulga- cién, la ley a que me refiero no se separé enteramente de las ideas tradicio- nales de la organizacién de la familia; en efecto, conservé a la mujer en un estado de sujecién respecto del esposo, pues no llegé a suprimir Ja potestad marital, ni a derogar agellas disposiciones del Cédigo civil que impedian a la mujer casada dedicarse sin autorizacién del marido, a desempefiar algin trabajo o profesidn o Ia celebracién de cierto tipo de actos y contratos. La patria potestad recafa en prrimer lugar en el padre y sdlo a falta de éste en Ja madre, Es verdad que suprimié la calificacién de hijos espurios o ilegitimos, conservando 1a designacién de hijos naturales a los que nacfan fuera de matrimonio; sin embargo, prohibié la investigacién de 1a materni- dad y de la paternidad de Jos hijos naturales, excepto que éstos se encontra- 8 Diez-Picazo Gullon, Antonio, Sistema de Derecho Civil, Editorial Tecnos, Madrid, 1975, vol, 1, Introduccién Derecho de 1a Persona, Negocio Jurfdico, p. 162. DERECHO CIVIL MEXICANO 67 ran en posesién de estado de hijo y en los casos de rapto o violacién,

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