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la hepatitis causada por el virus de la hepatitis A es una enfermedad aguda, frecuente a nivel
mundial. Aunque permanece endémica en países en desarrollo, las tasas de seroprevalencia en
los países desarrollados continúan disminuyendo. En los niños la infección aguda usualmente
es asintomática; sin embargo, en los adultos se pueden presentar una variedad de
manifestaciones clínicas que van desde leves hasta una falla hepática fulminante, la cual
afortunadamente, es muy poco frecuente. La transmisión de virus es generalmente por la
ingestión de agua y alimentos contaminados con materia fecal que está infectada con el virus.
El diagnóstico de la hepatitis A se basa en las pruebas de laboratorio, apoyadas en la búsqueda
de anticuerpos tipo IgM, específicos para el virus de la hepatitis A. La inmunoprofilaxis con
gamma globulina anti-VHA puede prevenir y atenuar la enfermedad en personas expuestas al
virus. La vacuna por su parte, induce inmunidad a largo plazo y abre la posibilidad a la
erradicación de esta enfermedad en el mundo Commented [D1]:

La hepatitis A no puede ser crónica y no causa daño permanente sobre el hígado.


Seguida de una infección, el sistema inmunitarioproduce anticuerpos en contra del
virus de la hepatitis A y le confiere inmunidad al sujeto contra futuras infecciones. La
transmisión ocurre por agua o alimentos contaminados, y en algunos países puede ser
importada cuando se viaja a zonas de alto riesgo. La vacuna contra la hepatitis A1 es,
a la fecha, la mejor protección contra la enfermedad
es una infección del hígado sumamente contagiosa causada por el virus de la
hepatitis A. Es uno de varios tipos de virus de hepatitis que causa inflamación y
afecta al funcionamiento del hígado.
Es probable que contraigas hepatitis A por ingerir alimentos o agua
contaminados, o por el contacto directo con personas u objetos infectados. Los
casos leves de hepatitis A no necesitan tratamiento. La mayoría de las
personas infectadas se recuperan por completo sin daños permanentes en el
hígado.
Agente viral

Los virus en general se clasifican de acuerdo a sus propiedades, como son estructura de la
cápside, las propiedades fisicoquímicas del genoma (DNA o RNA; de cadena sencilla o doble),
su tipo y sitio de replicación en la célula, sus propiedades antigénicas, sus propiedades
biológicas, tales como si son partículas virales envueltas (envoltura proveniente de la
membrana lipídica del hospedero) o desnudas. Los principales cinco virus causantes de
hepatitis viral pertenecen a familias diferentes, como se observa en la tabla 1 [9].

Síntomas
Los signos y síntomas de la hepatitis A, generalmente, aparecen después de
haber tenido el virus durante algunas semanas. Sin embargo, no todas las
personas con hepatitis A los manifiestan. Los signos y síntomas, si los
presentas, pueden comprender los siguientes:
Fatiga
Náuseas y vómitos repentinos
Dolor o malestar abdominal, especialmente en la parte superior derecha debajo
de las costillas inferiores (en la zona del hígado)
Evacuaciones intestinales de color arcilla
Pérdida de apetito
Poca fiebre
Orina de color oscuro
Dolor articular
Color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia)
Picazón intensa
Estos síntomas pueden ser relativamente leves y desaparecer en pocas
semanas. Sin embargo, a veces, la infección por hepatitis A ocasiona una
enfermedad grave que dura varios meses.
Pide una consulta con tu médico si tienes signos o síntomas de hepatitis A.
Recibir una vacuna contra la hepatitis A o una inyección de inmunoglobulina
(un anticuerpo) en un plazo de dos semanas desde la exposición a la
hepatitis A puede protegerte de la infección. Pregunta a tu médico o al
departamento de salud local sobre la aplicación de la vacuna contra la
hepatitis A en los siguientes casos:
Viajaste fuera del país recientemente, en especial, a México o a América del
Sur o Central, o estuviste en zonas con higiene deficiente
Comiste recientemente en un restaurante que informa un brote de hepatitis A
Alguien cercano a ti, como un compañero de habitación o una persona
responsable del cuidado, recibe un diagnóstico de hepatitis A
Tuviste relaciones sexuales recientemente con alguien que tiene hepatitis A
Causas
La hepatitis A es causada por un virus que infecta las células hepáticas y
produce inflamación. La inflamación puede afectar el funcionamiento del hígado
y ocasionar signos y síntomas de hepatitis A.
El virus normalmente se propaga mediante la ingesta de comidas o bebidas
contaminadas con materia fecal, incluso en cantidades muy pequeñas. No se
transmite al estornudar ni al toser.
A continuación, te indicamos algunas de las maneras específicas en que puede
propagarse el virus de la hepatitis A:
Comer alimentos manipulados por alguien con el virus que no se lavó bien las
manos después de ir al baño
Beber agua contaminada
Comer mariscos crudos provenientes de aguas residuales contaminadas
Estar en contacto cercano con una persona infectada, incluso si esa persona
no manifiesta signos ni síntomas
Tener relaciones sexuales con alguien que tiene el virus
Factores de riesgo
Presentas un mayor riesgo de tener hepatitis A si:
Viajas o trabajas en zonas del mundo donde la hepatitis A es frecuente
Asistes en el cuidado de niños o trabajas en un centro de cuidado infantil
Vives con una persona que tiene hepatitis A
Eres un hombre que mantiene relaciones sexuales con otros hombres
Tienes cualquier tipo de contacto sexual con alguien que tiene hepatitis A
Eres VIH positivo
Tienes un trastorno en el factor de coagulación, como hemofilia
Usas cualquier tipo de drogas ilegales (no solo aquellas que se inyectan)
Complicaciones
A diferencia de otros tipos de hepatitis viral, la hepatitis A no causa un daño
hepático a largo plazo ni se convierte en crónica.
En raras ocasiones, la hepatitis A puede causar pérdida repentina de la función
hepática, sobre todo, en adultos mayores o en personas con enfermedades
hepáticas crónicas. La insuficiencia hepática aguda requiere hospitalización
para su supervisión y tratamiento. Algunas personas con insuficiencia hepática
aguda podrían necesitar un trasplante de hígado.
Prevención
La vacuna contra la hepatitis A puede prevenir la infección con el virus.
Generalmente, la vacuna se aplica en dos dosis. A la dosis inicial le sigue una
dosis de refuerzo seis meses después.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan la
vacuna contra la hepatitis A para las siguientes personas:
Todos los niños de 1 año o los niños mayores de esa edad que no hayan
recibido la vacuna durante la infancia
El personal de laboratorio que puede entrar en contacto con la hepatitis A
Hombres que tienen relaciones sexuales con hombres
Las personas con otros factores de riesgo que viajan o trabajan en lugares del
mundo donde la hepatitis A es frecuente
Las personas que usan cualquier tipo de droga ilegal, no solo las que se
inyectan
Las personas que reciben tratamiento con concentrados de factores de
coagulación
Las personas con enfermedad hepática crónica
Si estás preocupado sobre el riesgo que tienes de contraer hepatitis A,
pregúntale a tu médico si debes vacunarte.

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