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COSTUMBRES EN LA COLONIA

Aunque en Perú existe la libertad de culto, la religión mayoritaria es la católica, heredada de los colonos
españoles, quienes también dejaron tras su paso costumbres y fiestas religiosas que son una expresión
de su convivencia con la diversidad de creencias y cultos de las culturas prehispánicas.
La confluencia de credos, costumbres y vivencias ha generado cerca de 3.000 fiestas populares al año,
entre celebraciones patronales, procesiones, carnavales y rituales, expresiones todas ellas de la fe en un
Dios, el respeto a la naturaleza y la celebración de la libertad.
Las fiestas en Perú tienen un aspecto místico porque en su mayoría manifiestan la fusión del catolicismo
con diversas tradiciones prehispánicas.
EL PAGO A LA TIERRA se realiza principalmente en regiones alto andinas,
bajo el concepto de retribuir a la Pachamama por su eterna generosidad.
Todavía se puede apreciar joyas de la época colonial como las catedrales de
Cuzco, de estilo barroco mestizo, y de Lima, edificada por orden de Francisco
Pizarro.
LA EDUCACION.- la educación en la Colonia estuvo bajo el control del
Ministerio de Indias.
Las órdenes religiosas que vinieron al Perú fueron franciscanas, jesuitas, dominicas y mercedarias.
Tuvieron a su cargo la educación.
La educación colonial fue: selectiva, memorista y religiosa. Estuvo dividida en tres etapas:
• Iniciación, en la cual se impulsó el desarrollo de la educación elemental.
• Organización y afianzamiento, durante ella se fundaron las universidades: San Marcos, San
Cristóbal de Huamanga, San Antonio Abad del Cusco, se crearon seminarios y Colegios Mayores.
• Renovación, en esta etapa se produjo la expulsión de los jesuitas, desapareciendo los colegios
mayores y para reemplazarlos se fundó el Real Convictorio de San Carlos.
EL FOLKLORE: tuvo diversas expresiones como: el baile de la calenda (danza favorita de los esclavos
negros), el huayno, la zamacueca, etc.
En las danzas de la sierra se representaron hechos históricos y religiosos, donde se mezclaba lo indígena
y lo español. Los danzarines aparecían vestidos a la usanza española, cubiertos los rostros con
máscaras, ridiculizando a personajes y autoridades españolas. Muchas de estas danzas subsisten en la
actualidad y se bailan en fiestas patronales.
Los pregones constituyeron parte del folklore limeño, consistían en el anuncio de
distintas mercaderías o de potajes preparados, que eran vendidos por ambulantes,
quienes iban por las calles anunciando su presencia y la oferta de su producto. Su
horario no variaba mayormente, cada cual anunciaba de una manera original lo
que llevaban para vender.
COSTUMBRES: para muchos limeños fue preocupación esencial: coser, vestirse,
perfumarse y distraerse.
El limeño gusto mucho de la tertulia, generalmente reunión de hombres en los
cafés donde las mujeres eran raras veces admitidas. Se discutían tanto los asuntos del día como los
rumores, los asuntos privados y los de carácter político.
Las festividades eran muchas, se celebraban la llegada de los virreyes, la coronación del nuevo rey, los
matrimonios reales. En la vida cotidiana constituían acontecimientos sociales muy festejados el
matrimonio, nacimientos, cumpleaños, graduaciones de los nuevos profesionales, etc.
Una fiesta importante era el Carnaval que durante tres días, los cuales la gente fraternizaba mediante
diversas formas de juego (agua, talco). Se organizaban fiestas, se formaban comparsas de disfraces y se
abusaba de las bebidas alcohólicas.
Otras distracciones populares fueron las corridas de toros, las peleas de gallos y el teatro.

La Tapada Limeña.- Era la denominación que se usaba para designar a la mujer limeña,
en la época del virreinato del Perú y de los primeros años de la República. Se le denominó
así, debido a que dichas mujeres, tapaban sus cabezas y caras con ricos mantones de
seda que denominaban "manto" y "saya", dejando al descubierto tan sólo un ojo. Su uso
comenzó a partir del siglo XVI (1560) y se extendió hasta bien entrado el siglo XIX (1860),
es decir, su uso se extendió durante tres siglos o trescientos años.

A lo largo de la Colonia, el papel de la mujer estuvo reducido a las labores domésticas, la


educación de sus hijos, el cuidado de su matrimonio y a llevar una vida espiritual y moral en concordancia
con los dictámenes que propugnaba la iglesia católica. En los sectores aristocráticos, las mujeres
delegaron las labores de la casa a la servidumbre, principalmente mujeres que cumplían funciones de
matronas y criadas.

Las mujeres se casaban, en promedio, a los catorce años de edad y eran educadas para el matrimonio,
en la mayorista de los casos, el matrimonio de las mujeres aristocráticas era considerado una forma de
alianza política o económica, que buscaba perpetuar la posición social. En el sector popular, en tanto,
aspiraban a casar a las hijas con criollos importantes con el fin de ascender socialmente.
A las mujeres aristocráticas no se les permitía salir solas a las calle, solo podían hacerlos en compañía
de su padre, madre o hermano. Además, no podían participar en la política de la época.

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