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UNIVERSIDAD JOSE MATÍAS DELGADO

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA ORGANIZACIONAL

TRABAJO EXAULA

PREGUNTAS SOBRE SOCIALIZACION POLITICA

MATERIA: PSICOLOGIA POLÍTICA

DOCENTE: LIC. CESAR MEJIA

ALUMNO: JUAN CARLOS CÁRCAMO

SAN SALVADOR, 23 DE ABRIL DE 2010


PREGUNTA 1.
¿ Cómo y en qué medida la moral llega a ser parte de la persona?

La Ética y la moral. Ética y moral prácticamente significan los mismo, solo tienen
raíces etimológicas diferentes: ética viene de la palabra griega ethos mientras
que la moral viene del latin mos. Ambas palabras, en su origen, se refieren a
costumbres, prácticas y otras formas de actuar. La moral atañe, más que todo, al
contenido o a las respuestas específicas que se aceptan como normativas para el
comportamiento. La ética, en cambio, apunta a la manera o al proceso de
discernir la moral o cómo llegar a las respuestas específicas. No pueden ser
independientes o autónomas la una de la otra. La ética se relaciona con otras
disciplinas del saber humano de manera colateral o correlacionada. Ellas aportan
información útil y necesaria para la ética. Tillich llama a esta dependencia: “el
método de correlación” lo cual significa que al utilizar este método la teología
sistemática procede de manera que realiza un análisis de la situación humana del
que surgen las cuestiones existenciales y demuestra luego que los símbolos
utilizados en el mensaje cristiano son las respuestas a tales cuestiones.

La moralidad se aprende. Aunque la ética puede tener sus raíces en la necesidad


biológica de vivir en comunidad, la moralidad en sí no es biológica ni innata. La
moralidad no se hereda genéticamente ni tiene algo que ver con una raza, o sexo
o ningún otro atributo físico. Por lo general es un proceso inconciente e
irreflexivo basado en las enseñanzas silenciosas de madres y padres y otros
familiares, amistades y la sociedad más amplia. En términos sociológicos, la
formación moral es parte del proceso más amplio de la socialización. Significa la
internalización o interiorización de los valores y las conductas predominantes,
junto con su significado propuesto por una sociedad o comunidad moral. La
sociedad socializa a la persona, pero, simultáneamente la persona socializa a la
sociedad. Las relación es mutua. El problema desde el punto de vista de la ética,
es que no toda la moralidad que se aprende socialmente es aceptable, mucho
menos cristiana. Para la ética es importante que el aprendizaje moral sea
además reflexivo y crítico. “Concienciación”: procesar críticamente y emprender
nuevas definiciones y acciones de lo que constituye la moral. En gran medida la
ética se ocupa de la concienciación.

La conciencia moral. Este proceso de interacción social produce la conciencia


moral. Igualmente se relaciona con el sentido de integridad personal, el hecho de
ser consecuente con principios e ideales. En términos populares, es el “juez
interior”. La “conciencia moral” es una noción ampliamente difundida en
diversas culturas y períodos históricos. En los evangelios no se menciona la
“conciencia” pero Pablo y los autores neopaulinos se refieren con frecuencia a
ella. La idea de la conciencia moral no es original de los autores paulinos, la
noción viene de su medio griego, principalmente de las filosofías de los estoicos o
epicúreos. La conciencia moral ha sido tema de reflexión ético antropológica y
teológica desde los tiempos patrísticos. No obstante, es una noción problemática.
La formación social de la conciencia moral implica, necesariamente, que es
sumamente dependiente de la cultura y de las ideas sociales predominantes. Se
confunden posturas morales particulares, como si fuesen posturas universales y
absolutas. Se tiende a impulsar acciones personales no por razones interiores,
propias y pensadas, sino por presiones exteriores, como respuesta al padre
interiorizado.
PREGUNTA 2.
¿Cómo opera la moral en el control del comportamiento de las personas y
grupos?

El sujeto histórico moral y la ubicación social. Toda reflexión ética está situada
porque toda persona está situada: se la ubica dentro de un tiempo y un contexto
histórico específicos y es hecha por personas condicionadas por realidades como
sexo, clase social, raza y étnia. Estos factores señalan las diferencias entre las
personas y los grupos sociales y organizan la convivencia humana. Son
determinantes en como se experimenta la vida. Este sujeto histórico moral,
entonces, es la persona que en su especificidad socio histórica es el punto de
partida de la reflexión moral. El sujeto histórico moral mediatiza todo el análisis
ético que, a su vez, influye en las conclusiones morales. Es decir, el centro de la
preocupación moral lo que da lógica al discernimiento es la persona, implica la
capacidad de tomar decisiones y ser responsabilizado por las consecuencias. Por
ejemplo, un hombre de negocios, desde su perspectiva o ubicación social,
probablemente estará de acuerdo con las políticas de ajustes estructurales de la
economía y las medidas de austeridad fiscal. Estos ajustes tienden a favorecerle.
En cambio, un trabajador que pierde su empleo y sufre las constantes alzas en el
costo de la vida, por causa de los ajustes, desde su perspectiva o ubicación social
no estaría de acuerdo con ellos.

PREGUNTA 3.
¿ En qué medida su moralidad permanece vinculada a factores sociales no
individuales?

La Ética y la comunidad. Como concepto fundamental de la ética, koinonia


significa comunión, comunidad, colaboración, participación, solidaridad,
compartir y unidad. O sea koinonía, señala la vida en comunidad, personas
relacionadas con otras personas y apunta hacia una calidad de las relaciones
positivas.

El sentido de comunidad. La comunidad se fundamenta en la interrelación


integral entre Dios, el ser humano y el mundo, y “un mundo" significa tanto la
naturaleza como el ser humano, ambos a la vez. La sociedad regula y le enseña a
cada persona a vivir en ella. Por último, algo que con frecuencia se olvida es que
tanto la persona como la sociedad son totalmente dependientes de la naturaleza.
Si somos seres sociales por constitución, nuestras relaciones sociales desembocan
en comunidades y son construcciones sociales. O sea, la biología no determina
cómo, mucho menos cómo debemos vivir juntos y juntas. Construimos nuestras
propias relaciones individuales y colectivas según estructuras y sistemas creados
por nosotros. Usamos nuestras clases sociales, nuestras razas y nuestros géneros
para distribuir el poder, determinar prestigio y proporcionar bienestar. He aquí la
cuestión de la ética. La organización social implica diferencias en la valoración
de grupos de personas, valoración que, a su vez, determina su bienestar o
malestar. Diferenciamos, según categorías de personas, entre las que merecen
cierto tipo de obligación moral y las que no lo merecen.

La comunidad moral. Al definir la comunidad moral como “nuestro propio grupo”


esto “permite” excluir a otros y otras y más aún, cometer abusos contra ellos y
ellas porque, conforme a nuestros propios criterios, no merecen el mismo
tratamiento moral de nuestro grupo. En gran medida, la respuesta a la pregunta:
¿de quién soy prójimo? La cuestión de la comunidad moral, es lo que trata la
ética. Ciertamente esta preocupación es el “hilo conductor” de la ética bíblica.
Se lo ve con claridad en la tradición deuteronomista de “la viuda, el huérfano y
el extranjero”; el “buen samaritano”. La ética, entonces, siempre es personal y
social. Se preocupa tanto por el comportamiento personal como por la vida
comunitaria.

La alteralidad. Significa “el otro o la otra”, “la otredad”. Viene de alter, del
latín y se define como: “la condición de ser otro”, Reclama respeto y una
responsabilidad mutuos. Así que la comunidad moral siempre es una cuestión de
alteralidad. De acuerco a Torodov, esto implica tres ejes presentes en la
alteralidad: un juicio de valor, esto es si la otra persona es buena o mala; la
acción de acercamiento o alejamiento; esto es, cómo me relaciona con el otro y
la otra; y el reconocimiento o el ignorar la identidad del otro o de la otra; esto
es, si para mi “existe” él o ella.

La cuestión ética. Podemos decir son problemas éticos son todos aquellos que
surgen cada vez que el ser humano debe tomar decisiones que tienen que ver con
su acción respecto a si mismo y respecto a los demás. Toda acción humana afecta
directa o indirectamente al que la hace y a los demás seres humanos, y dado que
estos efectos pueden ser buenos o malos, beneficiosos o dañinos, el ser humano
debe escoger la acción a seguir haciendo un planteamiento ético previo. Casi
podríamos decir que toda acción humana implica una decisión ética responsable.
A manera de conclusión, podemos afirmar que las cuestiones éticas atañen a las
decisiones grandes y pequeñas que tomamos como individuos y como sociedades,
que afectan la calidad de vida de nuestra convivencia. Atañen a la toma de
opciones, al establecimiento de políticas, de prohibiciones y permisos, de la
integridad y la dignidad de nuestros semejantes y de la naturaleza. Se preocupan
por los valores fundantes que orientan nuestro carácter y forman nuestro ser,
como personas y como comunidades.

El carácter social de la formación moral. Tomar conciencia de esta relación


mutua y dialéctica entre la persona y la sociedad, nos ayuda a comprender las
dimensiones tanto personales como sociales del bien y del mal, del significado
del pecado tanto individual y personal como estructural y social, y del carácter
social de la formación ética o moral de una persona y de la misma sociedad.

PREGUNTA 4.
¿Cuál es la coherencia entre el decir y el hacer moral, el discurso moral y
el comportamiento real de grupos y personas?

El carácter moral y las virtudes. Dietrich Bonhoeffer, nos recuerda que la


conciencia moral se “dirige primariamente no a una determinada acción sino a
un determinado ser”. La ética cristiana, dice Härring: “…no se interesa apenas
por el ¿Qué debo hacer?, sino de igual modo por el ¿Qué debo ser?¿Cómo quiere
el Señor que sea?...” A este ser, le llamamos carácter. El carácter de una persona
le da continuidad y congruencia, permite predecir la decisión ética que tomara
frente a ciertas situaciones, porque es una expresión de su propia persona. El
¿qué debo ser? Sale de ¿quien soy?. El carácter es la orientación básica que define
o caracteriza a la persona. Enlaza las creencias y las acciones con una
personalidad coherente que le da orientación moral. Estas se conocen como las
virtudes cardinales. Tomas de Aquino, virtudes teologales: la fe, la esperanza y el
amor. Por medio de la práctica de las virtudes como hábitos permanentes el
cristiano o la cristiana cumpliría el propósito de la vida Wesley, por ejemplo,
enfatizaba que el carácter de una persona era decisivo para la ética. El énfasis en
el carácter y las virtudes, o la vida virtuosa, apunta no tanto hacia las
obligaciones y los deberes expresados en principios y reglas universales, cuanto a
la calidad de la persona misma que se expresa en la vida diaria. La ética de la
virtud se concentra en el propósito de la vida, un telos de qué consiste lo bueno.
La atracción de las virtudes para la ética cristiana es evidente. Las virtudes o los
valores teológicos tales como el amor, la gracia, la misericordia, la justicia y el
bienestar, son fundantes de la fe. Adherirse a la tradición cristiana implica la
práctica de éstas virtudes como todo un estilo de vida. El carácter se forma, las
virtudes se aprenden y la vida virtuosa se practica. El proceso comienza al nacer
y continua toda la vida, es un proceso de crecimiento y maduración de la
capacidad del discernimiento moral y de la vivencia de una vida consecuente.

El crecimiento del discernimiento moral. La persona crece en su capacidad del


discernimiento moral. Es un proceso de por vida que empieza en la etapa
preverbal de la vida. Peaget y Kohlberg desarrollaron teorías que destacan etapas
secuenciales de la maduración moral de un niño o de una niña. En el esquema de
Kohlberg la secuencia va desde una primera etapa, la más inmadura, cuando se
aceptan las reglas sin cuestionamientos, hasta una etapa de madurez, de
criticidad, de aceptación o rechazo, de reglas y principios con fundamento en el
razonamiento propio. Su énfasis reside en la autonomía y no en las relaciones de
la persona. Las investigaciones más recientes demuestran que la clave para el
crecimiento moral no son las dimensiones racionales sino las afectivas y
relacionales. La experiencia emocional es fundamental, y esa experiencia sigue
influyendo aún en los adultos.

El razonamiento moral. Tipos de razonamiento moral Dependen de la pregunta


que se haga: ¿Cuál es el resultado o la meta que se debe lograr?¿Cuál es la
obligación o el deber que se debe cumplir?¿Qué indica el contexto o la situación
para poder asumir una postura ética. Son tres preguntas diferentes que guiarán la
toma de decisiones de modos diferentes, con resultados diferentes.cPor eso
también podemos llamar a estos tipos de razonamientos “presuposiciones” o
“estilos”, ya que son anteriores a la toma de decisiones. Llamaremos a estos
tipos de razonamiento: 1.el consecuencialista, 2. no consecuencialista y 3.
contextualista. Antes de definir cada uno de estos modelos, haremos un ejercicio
de reflexión ética con base a las siguientes tres situaciones luego aplicaremos
cada una de las definiciones: Situación No. I. Hace algunos años, la prensa
internacional denunció que grandes empresas multinacionales (entre ellas,
algunas de las grandes marcas de ropa y zapatillas deportiva) utilizaban a niños
en sus fábricas instaladas en países del Tercer Mundo. Según los reportajes
publicados, las condiciones de explotación laboral que se producían en esas
fábricas eran escandalosas. De esa manera, las empresas conseguían fabricar el
producto a un precio mucho menor que el que tendrían que pagar si esas prendas
se hubiesen fabricado en países con legislaciones respetuosas con los Derechos
Humanos y protectoras de los derechos laborales y sindicales de los trabajadores.
Algunas de estas multinacionales se justificaron, argumentando que ellos no
fabricaban directamente las prendas, puesto que concedían la patente a
empresas nacionales de esos Estados (es decir, subcontrataban la fabricación),
las cuales se encargaban de todo el proceso. Según ellas, ignoraban que en esas
fábricas trabajasen niños y que fueran vulnerados sistemáticamente los derechos
laborales; al parecer, se enteraron por la prensa de la explotación económica y
personal de sus trabajadores. Si tú tuvieras constancia de que una empresa
multinacional de ropa deportiva acude a esas prácticas, ¿comprarías ropa de esa
marca, aunque fuese más barata y te gustasen especialmente las prendas que
fabrica? Justifica moralmente tu opción. Como se ve, la implicación del
participante en el dilema se realiza planteando la pregunta: "¿Tú qué habrías
hecho en esa situación?"

Tomado de Blog personal.

http://www.compromisocristianoelsalvador.blogspot.com/

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