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Carobles, J. y Pérez, J. (2001). Escuela de padres. Guía práctica para evitar problemas de
conducta y mejorar el desarrollo infantil. Madrid: Pirámide.
Vallés, A. (1994). ¿Cómo cambiar la conducta infantil? Guia para padres. España:Marfil
El éxito o fracaso de la aplicación de estas técnicas, viene encuadrado por algunos supuestos:
El análisis funcional de la conducta identifica las variables que controlan la conducta donde
existen
Recopilación del mayor número de datos del alumno/a a través de entrevistas, con lo
que obtenemos gran parte de variables del organismo
Observación asistemática (espontánea), con registros de anécdotas, en diversos lugares
y situaciones.
Elaboración y aplicación de una escala de observación sistemática, que indiquen según
el caso:
o Conducta/s a observar.
o Tiempo y lugar de observación.
o Duración de la observación.
o ¿Qué sucede en el momento de la observación?.
o ¿Con quién está el alumno, que hacen y dicen?.
o ¿Qué conducta/s realiza el sujeto?.
o ¿Qué conductas o respuestas realizan los que están a su alrededor?.
o Ante la conducta del individuo, ¿cómo reaccionan los compañeros, y los
adultos?.
o ¿Qué pasa posteriormente?.
Una vez realizada la observación, al menos durante una semana, podemos definir la conducta
en términos claros y operativos, o lo que es lo mismo de una manera que cualquier observador
objetivo pueda interpretar exactamente lo mismo que se realizó en la observación, deberemos
tener cuidado en este aspecto, no podremos definir una conducta problema como
"agresividad" pues este término de posibilidad de muchas interpretaciones, habrá que
explicitarlo concretamente, así Juan durante el recreo de 11 a 11,30 ha tirado de los pelos 8
veces, cada vez que un compañero se acercaba a tener cualquier contacto físico con él.
Implica buscar la conducta antagónica a la definida para saber qué tipo de conducta deseamos
llevar a cabo. Para proceder de una manera sistemática tenemos:
En primer lugar debemos indicar claramente que conducta final queremos implantar, la
denominaremos línea meta.
En segundo estudiaremos los requisitos para lograr alcanzar esta línea meta, es decir,
que cosas, actitudes, habilidades serían necesarios, y cuales posee y conoce ya el sujeto.
Por último, programar por escalonamiento, como si se tratara de una escalera, los
peldaños que se deberán ir superando hasta llegar al objetivo o línea-meta. En resumen,
deberemos ir programando cada pequeño objetivo, así como lo que necesita el alumno
para poder realizar cada objetivo, teniendo en cuenta lo que ya posee el alumno. Una
vez definido el programa, podemos pasar a lo que nosotros llamamos procedimiento de
intervención.
Las consecuencias que sigan a una respuesta dada, aumentará o disminuirá la probabilidad de
volver a emitir una respuesta semejante, ante situaciones parecidas, esto es sencillamente lo qu
e en Modificación de conducta se denomina reforzadores. Entendemos por refuerzo a una
estimulación que acompaña a la respuesta facilitando o debilitando su probabilidad de nueva
aparición. Existe numerosos tipos de refuerzos, primarios, afectivos, sociales canjeables,
positivos, negativos etc. Ejemplo de antecedentes Si queremos que un alumno escriba en la
dirección correcta el grafema O, debemos enseñarle físicamente como se realiza, o informarle
verbalmente de su realización, o quizá instigarle verbalmente para que lo haga, o darle estímulos
visuales (cartulinas ... ) con la realización correcta (apoyo), para paulatinamente qu itarlos.
b. Tiempo fuera de reforzamiento: Es esta una de las técnicas que más resultados obtiene,
consiste en ignorar claramente la realización de la respuesta inadecuada, es decir dejar de
reforzar esta conducta. Sabemos que muchos de nuestros alumnos, realizan una serie de
conductas por el mero hecho de llamar la atención, de conseguir un refuerzo, aunque este sea
negativo; pues bien, con un tiempo fuera de reforzamiento, hacer caso omiso a esta respuesta,
el alumno irá paulatinamente dejando de realizarla al no encontrar reforzador que la sustente.
c. Economía de fichas, se suele utilizar como una modalidad del refuerzo positivo. Una ficha o
cartulina se puede cambiar por puntos u objetos y las fichas se obtienen tras la realización de
la conducta deseada que se ha estipulado anteriormente. El procedimiento a utilizar es en
primer lugar se indican la/s conducta/s que se deben realizar, en un segundo lugar se estipula a
cuantas fichas se pagara cada respuesta para terminar se indicará que cosas se podrán obtener
al canjear las fichas. Lo mejor de esta técnica es que el refuerzo se da en dos situaciones el
inmediato (ficha) y otro posterior que mantendrá la conducta al canjear los bonos o fichas. Esta
modalidad da muy buenos resultados para su aplicación grupal en las aulas a partir de los 8-9
años.
d. Coste de respuesta: va normalmente asociada a las anterior, se utiliza como una modalidad
del castigo negativo (quitar algo agradable), y consiste en retirar fichas, o bonos que ya se habían
ganado, por realizar la respuesta inadecuada, como en la anterior se deberá anteriormente
especificar que cantidad de fichas costará· 1a realización de determinadas conductas.
Hasta aquí el resumen del procedimiento para manejar los consecuentes, pero no queremos
acabar sin indicar un tipo de técnica no encuadrada ni en los antecedentes ni en los
consecuentes, y que da unos resultados elevados en la escuela hablamos, de la técnica del
modelado o aprendizaje por imitación. Si un niño ve que cierta forma de actuar o comportarse
de los demás lleva aparejado algún tipo de refuerzo, es probable que intente repetir la conducta
para obtener el mismo refuerzo, por tanto, la conducta de imitar conlleva: a. Una exposición al
modelo: el sujeto debe observar la realización de la conducta por parte de otro sujeto. b.
Observación de la aplicación del refuerzo. c. Ejecución de la conducta observada. El efecto de la
imitación es que el observador puede ver el proceso continuo y reforzado en los demás para
prever el refuerzo que acompañará a su respuesta en caso que la realizara.
REFLEXIONES Para terminar nos gustaría indicar que las conductas verdaderamente se pueden
aprender, y que dependerán de cómo se realice este aprendizaje. Como educadores debemos
ser conscientes de la responsabilidad que tenemos al respecto, no olvidando que compartimos
esta responsabilidad con los padres, y que un desacuerdo entre ambas partes de los criterios de
aprendizaje sobre los cuales establecer nuestro trabajo, no llevara a más que a un reforzamiento
arbitrario y contradictorio de conductas antagónicas con lo que esto produce de desconcierto
en el alumno, por lo que es tarea de todos, padres y educadores establecer un consenso que
facilite el aprendizaje de actitudes y comportamientos dejando a un lado intereses mezquinos y
falsos perjuicios que a la larga no conducen a ningún bien común.
MODIFICACION DE CONDUCTA EN EL HOGAR
Para Carrobles y Pérez, Los padres deben adquirir habilidades del manejo conductual de
contingencias para que su hijo/a realice por sí mismo las actividades que le correspondan. El
manejo conductual, son todas aquellas acciones e incluso inacciones conscientes, en las que los
padres se involucran para aumentar la probabilidad de que los niños desarrollen conductas
efectivas que sean en lo personal autosatisfactorias, productivas y socialmente aceptables.
Para poder ayudar a los hijos a cambiar sus conductas problemáticas será necesario que los
padres conozcan cómo se aprenden cada una de tales conductas y, a partir de entonces, hacer
todo lo posible para que sus hijos desaprendan la conducta problemática y aprendan otras más
positivas y adecuadas a su edad y al contexto. Las Escuelas de Padres tienen un peso importante
el desarrollo de programas cuyo objetivo es la modificación de conductas inadecuadas y la
instauración de otras conductas que no han sido adquiridas. La meta de estos programas del
manejo de la conducta es la de ayudar a los padres para que ellos desarrollen la conducta y la
clase de comportamiento que lo pueda ayudar a llevarse mejor en este mundo. Como los padres
juegan el papel más importante en el desarrollo del niño, deben convertirse en los maestros
principales en el desarrollo de la conducta apropiada.
Carrobles y Pérez ponen una serie de claves dirigidas a aplicar normas básicas de modificación
de conducta, abordando de forma sistemática los siguientes aspectos:
Además, el hecho de que se trate de un conjunto de técnicas basadas en los mismos principios
generales y aplicables a todo tipo de problemas de conducta ha dado lugar a que desaparezcan
los límites entre lo que es un problema clínico, uno de educación y uno de retardo o
rehabilitación., en modificación de conducta o menos importante es el nombre que se dé al mal.
En el área de cuidado personal o autocuidado se han establecido conductas como las de comer,
vestirse y control esfínteres, más otras de arreglo personal como bañarse penarse, lavarse los
dientes,
De los problemas del lenguaje o verbales se han tratado el mutismo, la tartamudez, la disartria,
las verbalizaciones inadecuadas o ininteligibles y la pobreza gramatical o sintáctica.
Los problemas de rehabilitación social han abarcado globalmente muchos de los problemas
mencionados por ejemplo de los sujetos autistas han establecido conductas de juego
El diagnostico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad según el DSM IV
contempla cuatro subtipos según el predominio durante seis meses, bien de síntomas de
desatención, bien de hiperactividad impulsividad (o de ambos tipos, atencionales e hiperactivos-
impulsivos. Si el niño presenta síntomas de desatención o de hiperactividad – impulsividad, pero
no cumple, los criterios anteriores, puede diagnosticarse como trastorno por déficit de atención
con hiperactividad no especificado. En la actualidad el tratamiento cognitivo conductual emplea
procedimientos operantes (reforzamiento, extinción, economía de fichas, coste de respuesta,
etc.) los programas de entrenamiento a padres y las técnicas cognitivas (entrenamiento en
auto instrucciones y terapia de solución de pro blemas).
Comportamiento disruptivo
Los comportamientos disruptivos constituyen un problema que aparece con alta frecuencia en
la infancia y pueden resultar muy perturbadores si no se manejan adecuadamente. Con respecto
al diagnostico el DSM IV lo denomina Trastorno negativista desafiantes siendo su característica
esencial un patrón recurrente de comportamiento negativista desafiante desobediente y hostil
dirigido a figuras de autoridad que persiste por lo menos durante seis meses y se caracteriza por
la frecuente aparición de al menos 4 de los siguiente comportamiento accesos de cólera,
discusiones con adultos, desafiar activamente o negarse a cumplir demandas o normas de las
figuras de autoridad o llevar a cabo actos que molestaran a otras personas.
Fobia social
Hablamos de fobia social especifica cuando estos miedos aparecen centrados en una gama
mínima de situaciones sociales mientras que se habla de fobia social generalizada cuando los
temores aparecen en una aplica gama de situaciones sociales.
La fobia social también se da en la infancia y en la adolescencia, las situaciones más temidas por
los niños y adolescentes con fobia social son hablar leer comer o escribir en público, temen jugar
usar servicios públicos hablar a figuras de autoridad y relacionarse en situaciones formales.
Las técnicas más utilizadas en el tratamiento de la fobia social en niños y adolescentes son la
exposición el entrenamiento en habilidades sociales y la reestructuración cognitiva. Todas
ellas con resultados positivos. Dependiendo del manejo del entorno social se elegirá la elección
y o orden de tratamiento. El uso de las técnicas conductuales produce cambios cognitivos
rápidamente y sirve como puente para la exposición a las situaciones temidas, abandonando sus
conductas de seguridad de escape y evitación a favor de comportamientos de afrontamiento,
observación objetiva y evaluación racional de la interacción.
El diagnóstico del TAG en la población infanto juvenil requiere que se experimente ansiedad y
preocupación excesiva al menos durante seis meses, requiriéndose la constancia de la
ocurrencia de al menos una de las respuestas alteradas en el ámbito somático durante este
periodo. El TAG requiere la ocurrencia de ansiedad y preocupación excesivas ante un amplio
espectro de eventos y actividades que contienen generalmente preocupaciones acerca del
rendimiento escolar/académico. El perfeccionismo incluyendo la puntualidad y el exceso de
exigencia a las tareas escolares, el estado de salud propio y el de la familia o amigos íntimos
Desafortunadamente muchas de estas conductas desadaptativas son valoradas positivamente
por los pares maestros y otros adultos, quienes ven al niño más responsable por lo que pueden
reforzarlas positivamente sin advertir del peligro que pueden conllevar.
Depresión