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FACULTAD DE DERECHO

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

EL ABUSO DE LA PRISIÓN PREVENTIVA: ENFOQUE EN EL


PLAZO Y SU RELACIÓN CON EL PRINCIPIO DE INOCENCIA

CURSO: DER. PROCESAL PENAL I

DOCENTE:

INTEGRANTES:

CICLO: 5°

2017

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 1

CAPÍTULO I: SITUACIÓN PROBLEMÁTICA ................................................... 2

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA .................................................... 2


2. OBJETIVOS ............................................................................................ 2
2.1 OBJETIVO GENERAL
2.2 OBJETIVO ESPECIFICO
3. HIPÓTESIS ............................................................................................. 2

CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO ..................................................................... 3

1. CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA ...................... 3


2. PLAZO RAZONABLE DE LA PRISIÓN PREVENTIVA .......................... 4
3. LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA Y LA LIBERTAD COMO DERECHO
FUNDAMENTAL ..................................................................................... 4
4. REGULACIÓN DE LA GARANTÍA ......................................................... 6
5. CASOS .................................................................................................... 9

CAPÍTULO III: DISCUSIÓN ............................................................................. 10

CAPÍTULO IV: CONCLUSIONES.................................................................... 15

CAPÍTULO V: RECOMENDACIONES ............................................................ 16

BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................... 17
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación denominado "El abuso de la prisión


preventiva: un enfoque en la duración y su relación con el principio de presunción
de inocencia", es un estudio realizado en base a una ardua recopilación de libros,
revistas jurídicas y enlaces que nos ayudará a comprender a nosotros como
estudiantes de derecho como se lleva a cabo la prisión preventiva en el proceso
penal peruano.

Ésta investigación se centra en la problemática que existe con la finalidad de la


prisión preventiva en el proceso penal peruano y de qué manera ésta vulnera el
principio de presunción de inocencia al imputado, al no darse una plena garantía
de derechos fundamentales y un debido proceso que pueda asegurar el éxito del
proceso.

Este trabajo consta de tres capítulos que serán desarrollados de la siguiente


manera:

En el primer capítulo se planteará el problema de nuestra investigación, así como


los objetivos generales y específicos, además la hipótesis, que nos servirá de
base para darle forma a la investigación, además nos ayudará a formar nuestra
postura frente al tema.

En el segundo capítulo se llevará cabo el marco teórico que será una recopilación
de especialistas sobre el tema a tratar, donde se tocará los puntos como la
conceptualización de prisión preventiva, así como el plazo razonable y la
regulación de la garantía, asimismo tocaremos de manera general lo que es la
libertad como derecho fundamental.

En el tercer capítulo se realizará la discusión por parte de las integrantes, luego


de haberse realizado un análisis completo sobre el tema, donde se planteará una
postura frente al problema y se dará una posible solución.

Posteriormente se realizará la conclusión, aquí se tocaran todos los puntos ya


mencionados sin embargo se expondrán de manera puntual y concisa, dando
así una postura definitiva. Finalmente se plantearán diversas recomendaciones
tanto una principal como unas alternativas.

1
CAPÍTULO I: SITUACIÓN PROBLEMÁTICA

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿De qué forma la prisión preventiva como "medida cautelar" para asegurar el fin
del proceso, lesiona el principio de presunción de inocencia al imputado?

2. OBJETIVO

2.1 OBJETIVO GENERAL

Demostrar que se hace un uso inadecuado de la medida cautelar de prisión


preventiva.

2.2 OBJETIVO ESPECÍFICO

Probar que el uso inadecuado de la prisión preventiva desencadena una


duración infundada y la vulneración del principio de inocencia.

3. HIPÓTESIS

La duración de la prisión preventiva no es lo suficientemente motivada por los


jueces y se basa en la presión mediática que ejercen los medios de
comunicación sobre estos. La presunción de inocencia, principio fundamental,
se ve quebrantado por la medida cautelar de la prisión preventiva, en la diversas
fuentes que hemos revisado un buen porcentaje nos dice que la prisión
preventiva es de uso excepcional, sin embargo toda esa basta información de
la cual nos hemos empapado es básicamente teórica, y en la práctica podemos
ver que no es así. Podemos deducir que uno de los derechos fundamentales
más importantes está siendo quebrantado por nuestros propios administradores
de justicia, los jueces, quienes deberían velar por la imparcialidad.

Podemos suponer que el ministerio publico pone las disposiciones, y el juez


dispone de ellas siendo este un abusivo y parcial en cuanto al principio de
inocencia y la duración de la prisión preventiva, con el termino abusivo con
referimos a que el juez interpreta el ordenamiento jurídico de manera errónea
ya que solo beneficia a los imputados con arraigo, solvencia y posición, por otro
lado la duración es afectada por la presión mediática que influye en estos jueces
abusivos.

2
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO

1. LA PRISION PREVENTIVA

La prisión preventiva consiste en la privación de libertad ordenada antes de la


existencia de sentencia firme, por el tribunal competente en contra del imputado,
basada en el peligro concreto de que se fugue para evitar la realización del juicio
oral o la ejecución de la eventual sentencia condenatoria, o en el peligro de que
vaya a obstaculizar la averiguación de la verdad. (Llobet, 2016, p.27)

El Diccionario Jurídico de Abeledo Perrot, define al instituto de la Prisión


Preventiva, como “una medida de seguridad adoptada por la autoridad judicial
que entiende en el asunto, a efectos de evitar que el imputado se sustraiga a la
acción de la justicia. Para ser decretada se necesita la existencia de semiplena
prueba de haberse cometido el delito que se le imputa”. (Garroneo, 2008)

Según López barja de Quiroga, “la prisión preventiva es una medida cautelar
personal, que consiste en la privación temporal de la libertad ambulatoria de una
persona, mediante su ingreso a un centro penitenciario, durante la sustanciación
de un proceso penal y con el objeto de asegurar los fines de este, o con palabras
más claras, para asegurar que dicha persona no se sustraiga de la acción de la
justicia”. (2004, p.825)

La esencia de la prisión preventiva viene conformada por la privación de la


libertad locomotora o física del imputado mediante su internamiento en un
establecimiento penitenciario, en mérito de un mandato judicial a fin de asegurar
los fines propios del proceso penal''. (Villegas, 2016)

Según Uribe Benitez, Se ha definido a la prisión preventiva como el estado de


privación de libertad que el órgano jurisdiccional impone al procesado durante la
sustanciación del proceso, a fin de asegurar la actuación efectiva de la ley penal.
(2009)

La prisión preventiva presupone, por tratarse de una medida de coerción la más


grave en el marco del proceso penal, un cierto grado de desarrollo de la
imputación que permita determinar su mérito sustantivo a través de los
elementos de prueba recolectados al momento de tomar su decisión.( Maier,
1981, p.19)

3
La detención cautelar en general y la prisión preventiva en particular son las
medidas cautelares más graves e intensas del proceso penal, en tanto importan
la coactiva privación de la libertad personal del imputado. (Octaviano, 2003, p.
8)

2. PLAZO RAZONABLE DE LA PRISION PREVENTIVA

El Juez Supremo Duberlí Rodríguez nos dice que, “Hay uso abusivo de la prisión
preventiva”, afirma que la prisión preventiva es una medida excepcional. La
Comisión Interamericana de Derechos Humanos concluyó que había un uso
abusivo de esta en varios países de América Latina. Y es una realidad. La regla
es que uno debe afrontar el proceso en libertad. Independiente del caso Toledo,
yo he dicho que hay un uso abusivo de la prisión preventiva. Para evitar el abuso
lo único que se puede hacer es recomendar a los jueces que verifiquen los tres
requisitos que establece la ley (Perú 21, 2017).

Según el Art. 268 del Código Procesal Penal, para que el juez pueda dictar
mandato de prisión preventiva, debe concurrir tres presupuestos : a) Que existan
fundados y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la
comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo
b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de
libertad; y c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras
circunstancias del caso particular, permita colegir razonablemente que tratará de
eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de
la verdad (peligro de obstaculización).(2004)Según el Art. 272 del Código
Procesal Penal, la duración de la prisión preventiva tiene tres supuestos, 1) La
prisión preventiva no durará más de nueve (9) meses. 2) Tratándose de procesos
complejos, el plazo límite de la prisión preventiva no durará más de dieciocho
(18) meses. (2004)

4
El Tribunal Constitucional peruano también ha adoptado este criterio, cuando
señala que: ''La detención provisional (preventiva preventiva) tiene como última
finalidad asegurar el éxito del proceso. No se trata de una medida punitiva. Se
trata de una medida cautelar, cuyo objetivo es resguardar la eficacia plena de la
labor jurisdiccional''. (2010)

Por otro lado, el artículo 7 de la Convención Americana sobre derechos humanos


dispone en su inciso 5 nos dice que: “Toda persona detenida o retenida debe ser
llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para
ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo
razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su
libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia
en el juicio”. (1969)

Según Guarnieri, la duración de los procesos penales en promedio en algunos


países europeos: entre 9 y 13 meses en Italia, de 3,9 a 5,1 en Alemania, entre 7
y 9 en Francia. En Italia el 48% de las personas privadas de su libertad son
imputados en prisión preventiva a la espera de juicio. La situación es similar en
casi todos los países. La afectación del principio de inocencia es evidente.
(2003, p. 128)
“El Estado tiene el monopolio de la aplicación del Derecho Penal, el diseño de
política criminal que realice debe ser “racional”, atento que el derecho penal
ocupa en el sistema jurídico general un lugar secundario. Ese carácter le es dado
porque sólo debe actuar cuando ya lo han hecho otros sistemas más eficaces
para la resolución del conflicto. Es el continuador de instituciones públicas o
privadas que deben actuar previamente, ya que la norma penal es débil para
actuar por sí sola” (Jornada Nacional Universitaria de Seguridad, 2004)

3. LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA Y LA LIBERTAD COMO DERECHO


FUNDAMENTAL

El derecho a libertad está protegido en las normas constitucionales e


internacionales con valor supremo de la persona, como condición, sine qua non,
para que el individuo desarrolle su personalidad. (Burgo, 1985, p. 19)

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El artículo 8.2 de la Convención Americana establece que "toda persona
inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad". Para la Corte Interamericana la
presunción de inocencia "subyace el propósito de las garantías judiciales al
afirmar la idea de que una persona es inocente hasta que su culpabilidad sea
demostrada"

Según Jose María Asencio Mellado, “Carece de justificación en un estado


democrático limitar derechos fundamentales, sin las debidas y justificadas
exigencias, como medio de restringirlos de forma definitiva. Privar de libertad
para saber si se puede privar de libertad, que es en suma en lo que consiste la
prisión provisional, constituye una medida de tanta gravedad que solo desde
planteamientos incompatibles con el Estado de derecho puede asumirse con
naturalidad”. (2003)

La Declaración de la ONU de 1948, Junto a esta declaración general, el Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos se refiere expresamente a la
situación de los reclusos al señalar en su art. 10: “Toda persona privada de
libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad
inherente al ser humano”.

Como consecuencia ineludible de los derechos que asisten al imputado a lo largo


de la tramitación del proceso y, especialmente, el que consagra la presunción de
inocencia (art. II), la libertad ha de ser la regla, debiendo el inculpado permanecer
en esta situación de forma ordinaria. Solo, pues, excepcionalmente, y cuando
sea estrictamente necesario y no puedan alcanzarse los fines propuestos
mediante otras disposiciones menos intensas, podrá acordarse la limitación de
libertad en que toda prisión preventiva se traduce. (Asencio, 2003)

4. REGULACIÓN DE LA GARANTÍA

Desde un punto de vista dogmático un proceso penal cuya tramitación supera el


plazo razonable, esto es de duración excesiva, no sólo lesiona el derecho del
imputado a ser juzgado rápidamente sino que también afecta a todos y cada uno
de sus derechos fundamentales y sus garantías procesales reconocidas en la
Constitución. Como consecuencia, si el proceso se prolonga indebidamente
todas sus reglas de funcionamiento acabarán distorsionando su derecho a un

6
juicio rápido y los principios elementales de la actuación legítima del Estado.
(Zaffaroni/Alaga/Slokar, 2002, p.859).

Si bien el derecho que tiene todo encauzado a que la prisión preventiva no


exceda de un plazo razonable, no se encuentra expresamente regulado en la
Constitución. Sin embargo, se trata de un derecho que coadyuva al pleno respeto
de los principios de proporcionalidad, razonabilidad, subsidiariedad, necesidad,
provisionalidad y excepcionalidad que debe observar toda prisión provisional
para ser reconocida como constitucional. Se trata, propiamente, de una
manifestación implícita del derecho a la libertad personal reconocida en el
artículo 2, numeral 24 de la Carta Fundamental; y, en tal medida, se funda en el
respeto a la dignidad de la persona humana. (Villegas, 2016)

Lo que se quebranta con la duración más allá de lo razonable de la prisión


preventiva es el principio de proporcionalidad. Así la duración excesiva de la
prisión preventiva es inadmisible, solamente que dicha inadmisibilidad no es
consecuencia de la presunción de inocencia, sino del principio de
proporcionalidad. (Llobet, 2016, p. 296).

Según Villegas Paiva: "El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos


Humanos, al momento de analizar la validez de la prisión preventiva, exige que
esta se halle sometida a la observancia de dos órdenes de requisitos de fondo:
por un lado, a las causales de justificación y por otro a la duración de la medida.''
(2016)

Este plazo razonable de la prisión preventiva forma parte del derecho


fundamental al plazo razonable de duración del proceso penal en relación con el
derecho a la libertad personal; así es, para la Corte Interamericana de Derechos
Humanos la duración razonable del proceso penal posee dos aristas: una
referida a la duración del proceso desde el inicio hasta la expedición de la
sentencia, y la otra relacionada con el derecho a la libertad, cuando en un
proceso determinado se ha ordenado la detención o prisión preventiva del sujeto
y en general cuando en un proceso determinad se ha ordenado la afectación del
derecho a la libertad. (Villegas, 2016)

7
El derecho al plazo razonable abarca dos supuestos, la razonabilidad del
proceso en su totalidad y la razonabilidad de la prisión preventiva dentro de ese
proceso, en ese sentido se entiende que el derecho a la razonabilidad del plazo
de la prisión preventiva es distinto -tanto en su contenido como en sus
presupuestos- del derecho a la razonabilidad del plazo del proceso en su
totalidad. (Villegas, 2016)

La Convención Americana de Derechos Humanos (1969) ubica el tema de la


siguiente manera:

1. Plazo razonable de la detención ( policial o preliminar judicial),


retención ( arresto ciudadano) y de la prisión preventiva: "Toda persona
detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y
tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable a ser puesto
en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso’’ (artículo 7, inciso
5)
2. Plazo razonable del proceso: "Toda persona tiene derecho a ser oída,
con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez
o tribunal competente, independiente e imparcial’’ ( artículo 8, inciso 1)

El problema ha sido la determinación que debe entenderse por "plazo


razonable". Al respecto, Bernadette Minvielle, indica que la Comisión Europea
de Derechos Humanos, al precisar dicho concepto ha tenido en cuenta diversos
criterios. Por ejemplo: la duración de la detención en sí misma; la naturaleza del
delito y pena señalada por él; los efectos de la prisión preventiva en el detenido,
sea en el orden material o moral; las dificultades de instrucción del proceso y el
proceder de las autoridades judiciales en cuanto a la conducción del
proceso.(1988, p. 107-108)

El uso excesivo de la prisión preventiva se ve reflejado en los datos estadísticos


del Instituto Nacional Penitenciario. Así, de los 71,913 internos a nivel nacional,
sólo 36,111 se encuentran en calidad de sentenciados, en tanto que 35,802
internos están en calidad de procesados al habérseles dispuesto la medida
cautelar de prisión preventiva. Es decir, que para la mitad de la población
penitenciaria a nivel nacional el Estado aún no define su responsabilidad penal,

8
sino que a pesar de encontrarse vigente la presunción de inocencia dichas
personas se encuentra “preventivamente” privadas de su libertad. (Uchuya,
2015)

La prisión previsional no sólo tiene consecuencias para el inculpado (que no


siempre es culpable) y su familia, sino también para la sociedad toda. La prisión
provisional comporta una separación brusca de la familia, de la profesión, de los
amigos, produce, relevantes daños económicos y morales, desprestigia y
estigmatiza al que sufre, prejuzga la culpabilidad del preventivo, limita sus
posibilidades de defensa e incide desfavorablemente en las declaraciones de
testigos y en las decisiones judiciales. A esto, sigue diciendo Peters, habría que
añadir las consecuencias psicológicas negativas en el preventivo, sobre todo
cuando no tiene antecedentes penales. La nueva situación en la cárcel, la vida
en común con reincidentes o delincuentes ya habituales, el miedo al futuro, al
escándalo y a la pena, la incertidumbre y la preocupación por la marcha del
proceso, todos estos son factores negativos implícitos en la esencia misma de la
institución. (Llobet, 2016, p. 28-29).

La finalidad de la prisión preventiva es asegurar la presencia del imputado


durante la celebración del proceso penal para garantizar: i) el desarrollo del
proceso declarativo, evitando el peligro de ocultación o alteración de las fuentes-
medios de prueba, ii) la ejecución de la futura y eventual pena o medida a
imponer, para lo que se hace necesario evitar el peligro de fuga. En efecto, el
propósito que oriente a la prisión preventiva es de carácter preventivo y no
sancionatorio, se busca responder a los intereses de la investigación y de la
justicia al procurar la concurrencia del imputado al proceso y la efectividad de la
eventual condena a imponer. (Uchuya, 2017)

Señalaba Carnelutti tal vez sea la más aproximada al concepto que tratamos,
aunque se debe admitir que éste aparece indeterminado o abierto a otras
interpretaciones doctrinarias. Este autor razonaba que: “(…) la fórmula justicia
rápida debe tomarse con beneficio de inventario pues el problema de la justicia
rápida plantea un problema análogo a la cuadratura del círculo. La justicia si es
segura no es rápida y si es rápida no es segura”, y agregaba en su obra “(…)
hay que tener el valor de decir del proceso que quién va despacio va bien y va

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lejos. Señalaba que el proceso deriva de proceder -dar un paso después del otro-
y se ocupa, no tanto para castigar cuanto para saber si se debe
castigar".(Carnelutti, 1959, p. 202)

5. CASOS

5.1 CASO MANUEL BURGA

Según Cesar Romero, periodista, el caso de Manuel Burga puso de manifiesto


el abuso de la prisión preventiva en el Perú. El expresidente de la Federación
Peruana de Fútbol, extraditado a EE.UU. para ser juzgado por corrupción en el
marco del escándalo FIFA, fue puesto en libertad bajo fianza por la jueza Pamela
Chen de la Corte Distrital Oriental de Brooklyn, el martes 6. Burga purgó un año
de prisión preventiva en Piedras Gordas. En 2013, la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos de la OEA “exhortó a las autoridades a aplicar la prisión
preventiva con un carácter eminentemente excepcional” (Caretas, 2016)

5.2 CASO GARCÍA ASTO Y RAMIREZ VS. PERÚ

En “García Asto y Ramírez Rojas vs. Perú” fue la misma Comisión,


fundamentando la violación al art. 7.5 de la CADH, que alegó: “(…) los
procesados, de quienes se presume su inocencia, deben disfrutar del ejercicio
de la libertad física, mientras que su privación sólo debe decretarse en aquellos
casos en los que se ponga en riesgo el éxito del proceso penal, ya sea porque
se pretende obstaculizar la actividad probatoria, ya porque se pretende evadir la
aplicación de la pena (…)”. (CIDH, 2005, párrafos 68 y 69)

CAPÍTULO III: DISCUSIÓN

La regla general en el Derecho Procesal Peruano es que el inculpado entra al


juicio inocente, y en todas las etapas previas es considerado y tratado como tal,
hasta que haya una sentencia expedida por el Juez que lo condene luego de
desarrollar toda la actuación probatoria del caso. La libertad debe ser restringida
en la medida que sea estrictamente necesario, es decir , la prisión preventiva
debe de ser utilizada en circunstancias excepcionales para asegurar las
finalidades del proceso y con una duración debidamente proporcional y
razonable.

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La libertad es la regla, no la excepción. Por ello, se debe analizar si existe alguna
otra medida menos lesiva a la libertad que pueda alcanzar la misma finalidad,
como por ejemplo, un arresto domiciliario o un impedimento para salir al país.
Estamos en un Estado Constitucional y de Derecho, es el juez el primer llamado
en garantizar la libertad personal de un ser humano.

Sin embargo, el Perú siendo un sistema ''acusatorio-garantista'', existe un uso y


abuso de esta ''medida excepcional'' y en la práctica parece ser utilizada como
una ''pena adelantada'' o una ''sanción''. En esta figura podríamos apreciar a la
prisión preventiva como un fin en sí mismo, lo cual es incorrecto. Los Jueces
parecen recaer a la presión mediática, olvidándose de los principios que rige el
Proceso Penal y que la medida de prisión preventiva es de naturaleza cautelar
y excepcional. Como consecuencia, existe un hacinamiento carcelario donde no
se puede brindar a los internos los servicios básicos que necesitan

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su Informe del Uso de la


prisión preventiva en las Américas señala que se viola el principio de presunción
de la inocencia cuando la aplicación de la prisión preventiva está determinada
esencialmente por la expectativa de la pena. Sin embargo, uno de los
presupuestos materiales para la prisión preventiva es que la sanción a imponerse
sea superior a cuatro años de la pena privativa de la libertad, consideramos que
existe una divergencia en el Informe expedido por la CIDH y el Nuevo Código
Procesal Penal.

La prisión preventiva atenta contra el principio de presunción de inocencia,


debido que no existe la certeza jurídica que la resolución final que emita el juez
condene al imputado, transgrediendo así las garantías fundamentales con la
ejecución anticipada, mucho más cuando el mandato de prisión preventiva por
parte del juez no se encuentra lo suficientemente motivada debido a que no
concurren los presupuestos señalados en el Código Procesal Penal. El 50% de
la población penitenciaria no tiene una sentencia condenatoria, siendo así el uso
de la prisión preventiva deficiente.

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La duración de la prisión preventiva está sujeta a un plazo solicitado por el fiscal
al juez, donde el fiscal debe sustentar el porqué de los meses solicitados, hay
límites para la duración de la prisión preventiva, todo depende si es un proceso
común o un proceso complejo. Terminado el plazo de la prisión preventiva y no
se haya emitido la sentencia condenatoria, se debe dejar inmediatamente en
libertad al inculpado. Es ahí donde recordamos que una persona es considerada
inocente, no como culpable o siquiera sospechoso, hasta que no exista una
sentencia que lo condene, entonces cómo concebir el hecho de solicitar la prisión
preventiva para las personas que gozan de su derecho fundamental de
presunción de inocencia.

Son muchos los jueces que no cumplen con el plazo determinado en la prisión
preventiva, abusando de esta para aquellos procesos comunes, dictando el
plazo máximo que es de nueve meses, cuando debería aplicar solo un mes hasta
tres mes, la cual se aplicarían los nueve meses cuando el fiscal justifique la
causa de la solicitud de la prisión preventiva, cumpliendo y concurriendo los
presupuestos estipulados en el Art. 268 de nuestro Código Procesal Penal.

El principio de presunción de inocencia debe ser la piedra angular del proceso


penal dentro de todo estado democrático, donde una persona es considerada
inocente hasta donde no haya terminado el proceso y no haya sido demostrada
su culpabilidad. Con respecto al numeral b del art. 268 del C.P.P transgrede este
principio debido a que señala que la prognosis de pena, es decir la pena que
supuestamente te van a imponer es mayor a cuatro, imputando al inculpado un
delito antes que se expida sentencia y que no es de su autoría, debido que este
aún es considerado inocente.

La actividad probatoria le corresponde al Ministerio Público, teniendo éste en su


poder los elementos de convicción graves y fundados para que solicite al juez la
prisión preventiva de algún inculpado. Algunos fiscales no comprenden la
diferencia entre tener elementos de convicción graves y tan solo elementos de
convicción, por este simple error privan a una persona de su libertad por varios
meses sin tener los fundamentos suficientes y adecuados para la aplicación de

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la prisión preventiva. Este problema no solo proviene de parte los fiscales, sino
también de los jueces del sistema penal, es aquí donde se puede observar la
ineficiencia a nivel de organización de nuestro sistema penal debido a que
imponen la prisión preventiva como una pena anticipada y no como lo que
realmente es, una medida de coerción procesal.

En nuestro país, lamentablemente, la prisión preventiva, una medida cautelar,


que se fundamenta en requisitos como hemos desarrollado en la parte teórica,
tiene una finalidad que es la "efectividad y el aseguramiento" del proceso,
excepcionalmente en algunos casos estipulados en el código procesal penal,
cosa que no se cumple, debido a una influencia mediática, por control
disciplinario o a veces porque el imputado no tiene una buena defensa, la cual
ha ocasionado que las leyes estén al aire, por el simple hecho que los fiscales
soliciten esta media y los jueces dicten resoluciones por presión de la prensa
para dar una imagen de justicia, condenando a un 90 por ciento a llevar prisión
preventiva cuando solo debería ser el 10 por ciento. Entonces podríamos decir
que en nuestro sistema procesal no existe una eficacia en la finalidad de una
prisión preventiva que garantice el proceso.

Por otro lado, los ciudadanos con el tema de la erradicación de la inseguridad


piden a los jueces que todo procesado sea declarado con prisión preventiva,
pero consideramos que los jueces deberían ser imparciales en sus decisiones y
motivar con razón jurídica, lo que conlleva a tomar en cuenta las garantías
procesales por delante, como el principio de presunción de inocencia, antes
mencionado, que es fundamental en todas las etapas del proceso, puesto a que
ordenar prisión preventiva es una decisión muy complejo, la cual debe ser
considerada como última opción, debido a que se podría estar privando de
libertad a una persona inocente, por lo que la fiscalía que es la encargada de la
carga de la prueba debe confirmar la culpabilidad y así quebrar la presunción de
inocencia, para luego, finalmente se pueda dictar una resolución firme y motivada
por el juez.

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Cada año son miles de personas que se encuentran bajo el régimen de prisión
preventiva, no todos cumpliendo con los requisitos estipulados en el código
procesal penal, además de pasar meses hasta años, superando el plazo sin
recibir una resolución condenatoria o absolutoria, sin embargo, muchos de ellos
se encuentran privados de su libertad por no haber asistido cuando eran
notificados por el juez, causa que no es necesaria dictar prisión preventiva,
cuando existen otras medidas, como la comparecencia que te restringe realizar
ciertos actos como el impedimento del país, llevando el proceso en libertad, de
acorde con el principio de inocencia. En este caso, según las leyes peruanas la
prisión preventiva debería ser una medida provisional, pero se ha convertido en
regla, debido al aumento de investigados en prisión preventiva, cuando la regla
debería ser la comparecencia.

La prisión preventiva se ha convertido en una regla y esto se debe a que los


jueces de investigación preparatoria han hecho un deporte el dictar mandato de
prisión preventiva; sin embargo estos no son los únicos responsables, si bien es
cierto son los autores del abuso pero hay unos partícipes que no los mencionan
a menudo y estos son los fiscales, bien un requisito para dictar prisión preventiva
solicita que la sanción a imponerse sea mínimo cuatro años de pena privativa de
libertad, los fiscales no ayudan mucho a que los jueces de investigación
preparatoria no dicten la tan mencionada medida coercitiva, debido a que los
fiscales atribuyen más de un delito al imputado y por concurso real esto hace
que este requisito sea sencillamente concurrido.

Si bien nuestra normativa nos dice que toda persona es inocente hasta que se
demuestre lo contrario; sin embargo, existe una contradicción al dictarse prisión
privativa que restringe la libertad de la persona que no ha sido declarada aún
como culpable, sino a una persona que goza con el principio de inocencia pero
que es tratada como si tuviera una sentencia condenatoria, la cual no puede
cumplirse con la finalidad del proceso, como lo mencionamos anteriormente, no
todos los investigados entorpecen con la efectivización del proceso.

14
CAPÍTULO IV: CONCLUSIONES

1. El índice de población penitenciaria crece exponencialmente debido al

abuso de la prisión preventiva y a la falta de centros penitenciarios

suficientemente capaces de albergar una cifra tan alta como la que

encontramos hoy en día.

2. Podemos afirmar que existe una contradicción al momento de que en

nuestro ordenamiento jurídico coexistan la garantía de presunción de

inocencia y la utilización de prisión preventiva, debido a que son figuras

jurídicas totalmente opuestas.

3. De manera convincente y fiable podemos afirmar que la duración

irracional de muchas de las medidas cautelares de prisión preventiva son

consecuencia de la presión mediática que ejercen los medios de

comunicación sobre los jueces.

4. Estamos seguras y es indudable que no nos encontramos ante un sistema

acusatorio-garantista, debido a que se quebranta de manera

desmesurada el principio de presunción de inocencia, que es conexo al

derecho a la libertad, ambos muy importantes en un sistema acusatorio-

garantista.

5. La prisión preventiva impacta al imputado con una vulneración al

desenvolvimiento de sus funciones familiares y laborales más los daños

psicológicos que conlleva al estar dentro de una prisión.

6. Debido a la creciente delincuencia que afecta a nuestro país, los jueces

ven en la prisión preventiva un remedio ''eficaz'' para poder combatirla.

Vulnerando así el principio de presunción de inocencia y dejando sin uso

las demás medidas coercitivas existentes.

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CAPÍTULO V: RECOMENDACIONES

1. En vez de hacer el uso excesivo de la prisión preventiva, sugerir a los

fiscales que soliciten que se dicte mandato de otras medidas de coerción

procesal tales como la detención domiciliaria, control biométrico,

impedimento de salida del país.

2. Debido a que existe una sobrepoblación en las cárceles, el gobierno debe

de ordenar la construcción de nuevos centros penitenciarios para poder

brindarle a los internos los servicios básicos que un ser humano necesita.

3. Respetar el carácter excepcional de la prisión preventiva y de su finalidad

instrumental y provisional.

4. Se debe considerar la circunstancia de cada caso en particular, no

solamente observar de que se cumplan los requisitos exigidos en los

ordenamientos jurídicos, si no verificar de manera minuciosa si es que los

imputados son un riesgo inminente como ya se mencionó hace un par de

párrafos, existen otras medidas.

5. Se podría recomendar no hacer un abuso excesivo del mandato de prisión

preventiva, por influencia mediática o porque el investigado no tiene una

buena defensa, condenándolo como culpable, cuando aún goza de la

presunción de inocencia.

6. Creemos que los jueces deberían ser un poco más filósofos, debido a que

estos se pronuncia acerca de temas como la libertad, la vida y la dignidad

humana, entonces estos deberían estar más empapados con temas

filosóficos y humanistas, solo de esta manera podrían semas racionales

al momento de aplicar la prisión preventiva.

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