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Compositor, cantante y guitarrista guatemalteco fue Francisco Pérez Muñoz, hijo del
español José Pérez y de Luz Muñoz; nació en Huehuetenango el 25 de abril de 1917, donde
aprendió sus primera letras en el colegio "La Aurora".
En 1927 se trasladó con su familia a Quetzaltenango, donde tuvo varias actuaciones como
declamador y cantante. Posteriormente, con Manolo Rosales y José Luis Alvarez formaron
el trío "Quetzalteco", en el cual se consagró como magnífico cantante.
Paco Peréz trabajó como oficial del juzgado 2o. de Primera Instancia en Quetzaltenango,
hasta 1944 cuando empezó a trabajar en la Radio Nacional TGW, donde creó el personaje
cómico de "Ciriaco Cintura" en el programa de la "Tremenda Corte". Fue, además, un
personaje importante en la comedia "Un loteriázo en plena crisis" y actuó en la película
nacional "El Sombrerón".
Domingo Bethancourt fue uno de los más fecundos compositores de música ligera con que
cuenta Guatemala. De su prolífera inspiración citamos las siguientes melodías que están
grabadas por diferentes casas disqueras: "Callecita de los Alamos"; "Silba, zapatero";
"Antonieta"; "Verónica"; "Muchachas genovenses"; "Aguacatán"; "San Francisco
Zapotitlán"; "El tiempo todo lo borra"; "Cobán"; "La Matraquita"; "Querido Rinconcito";
"Xelajú de mis recuerdos";"Brisas del Salamá";"El Cacique dormido"; "Santiaguito", etc.,
etc.
Recibió distintos homenajes, entre otros: el gobierno de Guatemala le otorgó la "Orden del
Quetzal" en el grado de Comendador y la Casa de la Cultura de Quetzaltenango le otorgó el
"Botón de Oro".
ELISEO CASTILLO
Los hermanos Castillo regresaron a Huehuetenango en 1910, donde Eliseo continuo su obra
creativa. Siendo la época de los valses, Eliseo compuso varios, sumamente sentimentales y
llenos de ternura y sensibilidad, que cautivaron a los huehuetecos.
A su fox "Mis Tristezas" le denominaron "El Himno de Huehuetenango" y es, a la par de su
vals "Despierta", la melodía por excelencia de las serenatas del miércoles santo y de la
víspera del Día de los Santos.
Entre sus principales composiciones están: "Ecos de la Sierra"; "Ave sin nido"; "Luna de
miel"; "Elisa"; "Un sueño"; "Lágrimas del alma"; "Primera sonrisa"; "Ternura"; "El encanto
de un baile"; "Monedas y copas"; "Adelante Unionistas" y muchas más.
GUMERCINDO PALACIOS
Recibió clases de solfeo con el maestro Jesús Tánchez, y cuando comenzaron a introducir
el saxofón a la marimba, tanto Gumercindo Palacios como su cuñado Emilio García (otro
eximio marimbista y compositor), aprendieron a ejecutarlo por su propio esfuerzo; es decir,
sin maestro.
Fue homenajeado en varias oportunidades, sobresaliendo la orden de los Cuchumatanes que
le otorgo el magisterio huehueteco, medalla de AGAYC (Asociación Guatemalteca de
Autores y Compositores), reconocimiento del gobierno en el Teatro Nacional, etc.
De sus melodías, las más populares son: "Lágrimas de Thelma"; "Migdalia Azucena";
"Soledad"; "Olímpico"; "Panorama huehueteco".
El gobierno de la República le otorgó una pensión vitalicia, la que fué solicitada por varias
entidades.
Entre sus obras musicales se encuentran: "Adoración"; "Gitana mia"; "Mi reina": "Visión
azul": "Diamante negro"; "Centroamericanas"; "Ténnis Club" y muchas más. La mayor
parte de su música está grabada. Fue profesor de Educación Musical en varios
establecimientos nacionales y privados de su ciudad natal, donde falleció el 17 de mayo de
1973.
Le fue conferida una beca para hacer estudios sobre el folklore sudamericano en Venezuela,
habiendo traído al país experiencias sobre esta difícil rama.
Compuso música de diferentes géneros, entre la que citamos: una colección de canciones
para niños que editó en 1960; el poema sinfónico "Leyendas del volcán"; el oratorio
"Coronación"; la suite sinfónica-coral para voces masculinas "Tecún Umán"; una misa con
acompañamiento de marimba y diferentes canciones.
A pesar de contarse entre los dos primeros egresados de la Escuela Normal para Maestros
de Educación Musical, su título tiene el registro No.13 y le cupo el honor de haber sido el
primer catedrático de Educación Musical de la Escuela Normal Rural No.2 de Chotacaj,
Totonicapán.
Recibió varios diplomas y medallas, homenajes que mereció por su magnífica labor
artística y educativa. Falleció en la ciudad capital de Guatemala, el 15 de noviembre de
1980.
JOSE GERARDO TZUL LACAN
Ha escrito música en diferentes ritmos como baladas, gaitas, cumbias, merengues, xuc,
sones, marchas, etc., pero en toda su música define el sello característico del
guatemaltequismo, ya que a pesar del estilo propio de cada ritmo extranjero, Tzul siempre
le da cierto sabor que de inmediato se identifica como música guatemalteca.
Por su meritoria labor ha recibido diplomas, medallas y un trofeo en los Estados Unidos.
MARIANO VALVERDE
Ha viajado por México, los países centroamericanos y varios Estados de los Estados
Unidos, donde ha cosechado los más sonados triunfos y puesto el nombre de Guatemala en
muy alto sitial.
Durante su época de estudiante en el Conservatorio integró el coro que dirigía el Dr. Felipe
de Jesús Ortega y la orquesta estudiantil. Recibió clases con los maestros Alfonso
Colíndres, Oscar Barrientos, Victor M. de la Cerda y Jorge Alvaro Sarmientos.
Muchas de sus canciones han sido grabadas en Estados Unidos, Centro América, México y
Colombia.
De sus obras musicales podemos citar algunas que han sido grabadas por diferentes casas
productoras de discos como: "El día de tu santo"; "Milagroso Señor de Esquipulas"; "La
Sanjuanerita"; "La Tortillera Mixqueña"; "El Campesino"; "El Labrador"; "El Chimalteco";
"Soy de Zacapa"; "Volcan de Pacaya"; "Livingston", etc., etc.
Ha sido merecedor de múltiples homenajes que le han brindado diferentes entidades; entre
los principales están, el grado de Emeritisimo que le otorgó la Universidad de San Carlos y
el que le tributó la APG (Asociación de Periodistas de Guatemala) en el gran Teatro
Nacional. El gobierno le concedió una pensión vitalicia, la que le había sido suspendida,
pero que posteriormente recuperó.
JESUS CASTILLO
Esta considerado como una de las más grandes figuras de Latinoamérica. Merced a su recia
vocación profesionalizó el arte de crear, y aún frente a las limitaciones del medio ambiente
supo desenvolverse poniendo su técnica y entusiasmo al servicio del folklore nacional, en el
cual encontró el estro divino que le permitió arrancar de su espíritu expresiones para ser
traducidas en imágenes sonoras.
El gobierno francés lo condecoró con "Las Palmas Académicas" y fue miembro honorario
de la Sociedad Académica Internacional de Historia con sede en París; miembro activo de
la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala; miembro honorario de la Sociedad
de Cultura Musical de Costa Rica, etc. Entre sus obras están: "Fiesta de pájaros"; Tres
suites indígenas; tres poemas orquestales; los poemas sinfónicos "Tecún Uman" y
"Bartizanic" y "Nicte"; los arreglos de las danzas tradicionales "La Conquista"; "El Torito";
"Los Venados" y "La Culebra" y su obra literaria de incalculable valor por sus profundas
investigaciones: "La música Maya Quiché". Podemos afirmar que sus estudios de las
expresiones de las aves canoras de Mesoamérica indican la paternalidad de una
especialización científica que ya es una ciencia formal en los países cultos e inquisitivos:
La Ornitofonía. Este gran guatemalteco falleció el 23 de abril de 1946.
RICARDO CASTILLO
Con su composición "Los Ocho Preludios", ganó un primer puesto en el concurso nacional
permanente de Ciencias, Letras y Bellas Artes en 1951. Entre el dolor de amigos y ex
alumnos, murío en Guatemala, el 27 de mayo de 1966.
Por su obra fue merecedor de varios homenajes y diplomas; un trofeo y el disco de plata de
DIDECA. Falleció el 11 de marzo de 1978 en la ciudad de Guatemala.
Instrumentos de su predilección fueron el piano y la guitarra, en los que tenia especial gusto
en transformar el aire del son guatemalteco en un movimiento rápido con acompañamiento
similar al de la marcha escrita en compás de 6/8, lo que le dio lugar a la creación del ritmo
de "guarimba", el cual con mucho orgullo para los guatemaltecos, se estima actualmente
como música representativa de la raza mestiza. Esto se considera asi, porque tiene
características del son chapín, con acompañamiento rítmico y adaptaciones tonales de la
música europea.
De sus obras son muy conocidas: "Utz pin pin"; "Actualidad"; "La Cruz del Cerrito";
"Añoranza"; "Occidente"; "Tristezas Quetzaltécas"; "La patrona de mi pueblo"; "Los trece",
etc., melodías que hasta la fecha se escuchan constantemente en nuestras marimbas.
Viajó fuera de los linderos patrios, dando a conocer en el exterior su talento musical. Dejó
de existir en Quetzaltengo el 4 de julio de 1940.