es exacta; intentemos, pues, medir ese trocito más
pequeño con una unidad de medida aún más pequeña, el centímetro, obtenido al dividir el decímetro en diez partes.
»Pues bien, en estos casos, para poder medir también ese
trocito que sobra, debemos utilizar una unidad de medida más pequeña que el metro. Por comodidad, y otra vez a causa de nuestra pasión por el diez, en vez de elegir una nueva .unidad de medida, dividimos el metro en diez partes y usamos su décima parte, a la que llama- mos
decímetro.
»Eso es, por fin hemos encontrado una parte del
metro, el centímetro, que entra un número entero de veces, 134, en la longitud que queremos medir. La rela- ción entre la longitud de la mesa y el metro es:
»Nos olvidamos por el momento de ese trocito de
mesa que aún sobra después del decimotercer decímetro. La comparación entre la longitud de la mesa y la del metro, es decir, trece a diez, se indica así:
Anna Cerasoli; “Los Díez Magníficos”
SISTEMA DE MEDIDA: LOS NÚMEROS DECIMALES
Anna Cerasoli; “Los Díez Magníficos”
SISTEMA DE MEDIDA: LOS NÚMEROS DECIMALES
y se lee trece décimos. y por ello, ésta es la
Los matemáticos lo medida de la mesa. llaman relación, en —Pero Gracia nos ha este caso entre 13 y 10, dicho —intervino Filo- y también fracción. que en lugar de 134- »Por tanto, la centímetros puede medida de nuestra escribirse así: mesa es ahora trece 1,34 decímetros de metro y un trocito. Esta medida »¿Ves, abuelo?, ¡de esta es más precisa que la forma ahorramos anterior, porque ese espacio y tiempo! trocito que queda por medir es más pequeño que el precedente. Pero todavía no