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Reseña valorativa

Hernández Rojas, G. (2007). Una reflexión crítica sobre el devenir de la Psicología de la Educación
en México. Perfiles educativos, XXIX, 117, pp. 7-40.

Una reflexión crítica sobre el devenir


de la psicología de la educación en México*
GERARDO HERNÁNDEZ ROJAS**

Este artículo nos habla de los desarrollos logrados hasta el momento, así como también de las
principales problemáticas por las cuales la PE ha tenido que transitar.

La PE es una disciplina aplicada que estudia los procesos psicológicos como consecuencia de la
participación de distintos actores involucrados en procesos y prácticas educativas, su propósito es
encaminar sus esfuerzos científico-disciplinarios a buscar mejoras en dichas prácticas y procesos
(Martínez et al., 2004).

Las relaciones de la PE con las prácticas educativas han transitado por tres fases según Berliner
(1993), todas ellas relacionadas a las prácticas educativas. Ausubel (1969) aboga por que la PE sea
una disciplina que forje su propia mirada basándose en el conocimiento psicológico como
instrumento de análisis para generar conocimientos y así resolver las situaciones educativas,
Ausubel propone que para la PE se planten estrategias metodológicas que permitan responder a la
naturaleza y complejidad de las problemáticas educativas.

Fernández (1998) propuso un esquema de cuatro fases para dar cuenta del desarrollo de la
actividad profesional psicoeducativa en el contexto español, en relación con las principales
funciones que ésta ha asumido, en esta descripción de las fases, se cuida el no caer en
interpretaciones simplistas y no creer que cada una de ellas pueda ser remplazada por la
inmediata siguiente, justo de este esquema, Gerardo Hernández el autor de este artículo siguió
como referente para plantear tres periodos que considera de gran importancia para la PE, pero no
solo se basó en el esquema de Fernández sino que también utilizo las aportaciones de los análisis
histórico-epistemológicos que otros autores han desarrollado.

En este artículo el autor plantea tres periodos como ya lo había mencionado, los cuales son: un
periodo inicial de formación en donde ocurren los principales antecedentes de la disciplina, un
segundo periodo en donde se encuentran ya los primeros planteamientos de la PE en distintos
ámbitos y por último, un tercer periodo de desarrollo actual en el que se muestra una cierta
continuidad con el periodo anterior pero donde ya se cuenta con importantes trabajos y
tendencias de reflexión teórica que esbozan planteamientos alternativos.

En los primeros sesenta años del siglo XX la enseñanza de la psicología se realizó de una manera
elitista. En un inicio su enseñanza se limitó a unas cuantas asignaturas y paulatinamente se fueron
conformando academias claramente definidas, asimismo el alumnado de estos cursos (grupos
plurales minoritarios) fue creciendo progresivamente hasta grupos considerables de alumnos que
ya eran solo psicólogos en formación.
El pionero en impartir una clase de psicología fue Ezequiel A. Chávez en 1913 según Valderrama
(1994), esta clase estaba dirigida a profesores. Un año más tarde esta cátedra se dividió por un
lado en Ciencia y Arte de la educación y por otro Psicología; también se empezó a impartir en la
Universidad Nacional de México y no solo en la ENAE. El profesor Encias Uruchurtu fue uno de los
principales promotores de la PE en la segunda y tercera década del siglo pasado, impartió clases
de PE en diversos lugares del país y tuvo diversos cargos administrativos relacionados con la
educación.

La formación de psicólogos recayó en la Facultad de Filosofía y Letras cuando esta se constituyó


en 1924. A finales de los treinta en la FFYL se otorgaba el título de maestría en Ciencias
Psicológicas, posteriormente en 1945 cuando ya se contaba con un departamento académico de
Psicología, se otorgaba el grado de maestría en Psicología. En 1960 se crea un nuevo plan de
estudios y la antigua carrera académica se transforma en una carrera profesional con derecho a
título.

La enseñanza de la incipiente PE estuvo muy relacionada con la formación de profesores en las


escuelas normales y la ENAE, sobretodo en el periodo posrevolucionario en que el sistema
educativo se desarrolló en pleno. También es indiscutible que una de las primeras funciones del
psicólogo en lo general fue la de actuar como psicómetra en los ámbitos clínico, educativo, laboral
y militar. La enseñanza de la psicología y de la muy incipiente psicología relacionada con la
educación, estuvo fuertemente dominada por distintos enfoques filosóficos, medico-psiquiátricos
y, posteriormente, clínicos y psicométricos. También la “mirada europea” impregnó fuertemente a
la concepción de la psicología. La primera fase histórica del esquema de Fernández corresponde a
las primeras cinco décadas del siglo veinte y culmina con la fundación de la carrera de Psicología
en la UNAM en 1959.

De acuerdo a muchas investigaciones sobre el surgimiento de la disciplina de la psicología, se sabe


que en 1951 sólo había dos escuelas que enseñaban psicología, y que con el paso del tiempo el
número fue incrementando a tal grado que para 1973 se llega a fundar la facultad de psicología en
la UNAM. Obviamente resaltamos que así como el número de instituciones fue creciendo, el
número de estudiantes y del personal docente dio a notar un gran crecimiento, que para bien hizo
que el crecimiento de la matrícula de la facultad fuera del 126%.

Este periodo que abarco la década de los 70's y 80's para los psicólogos tuvo un significado muy
importante en su desarrollo como disciplina y como actividad académica, aunque para otros
autores fue algo caótico y desordenado (Milán 1982; Preciado y Rojas, 1989).

Existieron dos datos relevantes que dieron pauta para el florecimiento de esta disciplina y el
primero fue que la expansión de las instituciones educativas en zonas con mayor desarrollo
económico en el país y la segunda fue que gran parte de la matrícula, era atendida ir instituciones
universitarias públicas federales. Cabe resaltar que durante esta época, también se vio un
desarrollo en los estudios de posgrado de psicología, aunque estos ya habían surgido antes.
El texto maneja un tema interesante donde menciona dos propuestas curriculares que surgieron
en 1966 y en 1971, las cuales surgieron por dos grupos de psicólogos: los psicómetras y los
experimentalistas. Su enfoque principal del grupo psicómetra fue el plan de estudios de 1966,
donde se establecen departamentos, pero no hay uno específico para la psicología educativa, sin
embargo, si se reconoce a la figura del psicólogo educativo pero se ve como un instrumentista de
pruebas psicométricas.

Así mismo, por parte de los psicólogos experimentalistas, en 1971, surge un paradigma conductual
y con una visión experimentalistas del quehacer científico del psicólogo. En esta propuesta surge
el departamento de psicología Educativa como un área de su especialización con varias materias
optativas dentro del plan de estudios.

Puede señalarse que se logra la institucionalización de la enseñanza de la disciplina


psicoeducativa, y que para la década de los setenta, logra consolidarse el área de su
especialización en psicología educativa. Se busca que se deje de ver al psicólogo educativo como
evaluador educativo o alguien que soluciona de problemas individuales dentro del campo
educativo asignado, sino que sea un profesional que pueda diseñar los planes de estudios,
asesoramiento educativo y que pueda realizar evaluaciones al personal docente.

Finalmente, esto marca el surgimiento de nuevos enfoques psicológicos y la gran importancia de


las prácticas profesionales relacionadas con la educación especial, la psicología escolar, el diseño
de material académico, entre otras. Además surge la participación de centros que tuvieron gran
influencia preponderante en el país y en los cuales participaron los psicólogos educativos como la
Comisión de Nuevos Métodos y Enseñanza (CNME); Centro de Didáctica; Centro de Investigaciones
y Servicios Educativos (CISE); entre otros.

De cualquier forma el conocimiento más valorado durante esta época fue el conocimiento
tecnológico esto por sus aproximaciones teóricas y por sus paradigmas proceso- producto razón
por la cual en esta época se trata de conceptualizar la PE, como una disciplina con rasgos
tecnológicos.

Sin embargo en un segundo periodo la PE logra adquirir una identidad gracias a la modificación
social que se llegó alcanzar sobre su desempeño profesional.

Con el transcurso de los años se ha encontrado que la población de estudiantes psicólogos se ha


duplicado encontrándose entre las 10 más pobladas en el ámbito nacional. La larga crítica que se
ha dado sobre la Psicología y la filosofía positivista ha dado paso a cuestionarse que es lo científico
de n la psicología lo que hizo que aparecieran discursos sobre las perspectivas metodológicas en la
psicología.

El autor habla sobre la participación que dieron nuevos paradigmas en la PE, y el flujo de estos
durante los años ochenta, paradigmas como: el procesamiento de la información, los paradigmas
cognitivos-constructivistas, humanista rogeriano y el psicogenético. Es importante mencionar que
la perspectiva psicogenética y cognitiva tienen una mayor participación en los contenidos de las
asignaturas del plan de estudios del área PE de la Facultad de Psicología de la UNAM.

La PE desarrollo su breve pero propia historia aunque con un retraso importante. Nos menciona
claramente los tres periodos de su desarrollo; durante el periodo de formación (en que no hay una
PE propiamente dicha como actividad académica y profesional), pero especialmente en el
desarrollo y consolidación. Posteriormente en un segundo periodo, la PE se ha regido por un
modelo aplicacionista en su quehacer profesional y científico sin olvidar también la formación
otorgada a los psicólogos educativos. Para el tercer periodo la PE gano presencia institucional y
científica.

Como disciplina aplicada su punto de inicio y de llegada son las prácticas y los problemas
educativos. Frente a estos problemas el psicólogo educativo debe realizar actividades
profesionales para poder mejorar, contribuir, innovar y transformar dichas prácticas educativas
dentro del mismo sistema educativo nacional. También tiene la labor de dar solución a problemas
educativos más urgentes que actualmente existen en nuestro país, tal es el caso del
analfabetismo, la deserción, violencia escolar, la atención de niños de la calle, entre muchos otros
problemas.

Se lograrán mejores aportaciones psicoeducativas que beneficiaran a la problemática educativa


nacional y al desarrollo de la PE, solo con una propuesta o aproximación más cercana en lo
epistemológico y metodológico a la realidad educativa.

Las aportaciones de otras disciplinas como pedagogía, sociología de la educación, filosofía de la


educación, economía de la educación, etc., serán muy enriquecedoras por lo que se debe entablar
un diálogo fructífero entre ellas.

Coll menciona la gran necesidad de que el psicólogo de la educación participe más activamente en
el análisis y valoración crítica de las políticas educativas, y de que se consiga que el conocimiento
psicoeducativo esté más presente y se le considere en la discusión pública y en la toma de
decisiones del sistema educativo.

Una buena oportunidad para los psicólogos educativos sería la creación de una asociación o
colegio de psicólogos de la educación que llevaría a un reconocimiento oficial y social como un
científico-profesional de la educación. De esta manera habría mayor presencia de sus aportaciones
en las revistas y órganos de publicación científica educativa y ya más adelante la aparición de
algunas revistas específicas de PE que den lugar a la posibilidades de presentar investigaciones y
reflexiones sistemáticas sobre su estatuto disciplinar y profesional.

La participación de psicólogos educativos en nuevos espacios profesionales es consecuencia


directa del propio desarrollo de la disciplina y de la naturaleza cambiante de las prácticas
educativas y culturales. Además los psicólogos educativos no solo realizan tareas tradicionales de
evaluación psicoeducativa si no también en otras actividades como asesoría psicoeducativa, la
capacitación y formación docente, la consejería y orientación educativa, la educación espacial, la
integración educativa, etc.

Tres cuestiones importantes del PE son en primer término las dimensiones principales como la
teórico-conceptual, metodológica y proyectiva, y la técnico interventiva, la tipo contextual y la tipo
profesional. Una segunda cuestión consiste en considerar una formación plural que tome en
cuenta la realidad pluriparadigmáctica que caracteriza a la PE, sean éstos de tipo teórico o
metodológico. Y la tercer cuestión requiere que en las nuevas curriculares deje de considerarse a
ala PE como uno más de los campos de aplicación de la psicología y vaya más allá de los
planteamientos curriculares que se han propuesto desde los años setenta, un tronco común y
luego los “campos de aplicación” en la fase final de la formación académica.

Por tal motivo los psicólogos educativos deberán plantearse varias metas, entre ellas una de las
más inmediatas la necesidad de que en los nuevos planteamientos curriculares se le reconozca a la
PE una cierta autonomía relativa como disciplina con su objeto y métodos de investigación e
intervención propios. También se requiere elaborar innovaciones curriculares que ante todo
preparen a los egresados de manera apropiada, para que reconozcan la complejidad del ejercicio
social de su profesión y el compromiso de su papel como agentes de cambio.

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