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Ética: La ética es un tipo de saber de los que pretende orientar la acción humana en

un sentido racional. A diferencia de los saberes preferentemente teóricos, contemplativos, a los


que no importa en principio orientar la acción, la ética es esencialmente un saber para actuar de
un modo racional. (Adela Cortina, ¿Qué es la ética?)
Es la ciencia cuyo objetivo es el ser moral, el comportamiento humano bajo el ámbito de lo
bueno, virtuoso, debido, no por la sola costumbre o por la ley sino por la convivencia del ser
humano, por la satisfacción de determinadas condiciones que afectan al individuo o a la
comunidad y a la relación entre el individuo y comunidad. (Carlos Augusto Viano como se cita
en Ética, Universidad de Pamplona)
ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LA ÉTICA
1-La Ética es una ciencia porque posee autonomía didáctica, doctrinaria y normativa, es decir,
tiene sus principios; se la estudia en forma independiente de otras ciencias que tienen por objeto
el estudio de la conducta humana y posee sus propias normas; es más, la ética formula reglas
ideales incluso para cada profesión; además, es una disciplina racional, parte de los actos
humanos. Explica las cosas por sus causas.
2-La Ética se capta con la razón; tiene como órgano básico a la razón. Esto significa que la Ética
no es un producto de la emoción o del instinto, tampoco es el resultado de instrucción del
corazón, ni mucho menos de la intención.
3-Es un conjunto de conocimientos sistemáticos, metódicos, racionales basados en las
experiencias y fundados en principios.
4-La Ética es una ciencia práctica porque está hecha justamente para realizarse en la vida diaria.
5-La Ética es una ciencia normativa porque establece leyes, normas para que el hombre sepa
elegir entre el bien y el mal. (Amarilla, 2018)
Filosofía: es una doctrina que usa un conjunto de razonamientos lógicos y
metódicos sobre conceptos abstractos como la existencia, la verdad y la ética basados en la
esencia, las características y las causas y efectos de las cosas naturales como el ser humanos y el
universo.
Filosofía viene de la palabra griega φιλοσοφία y del latín philosophia acuñada por Pitágoras en
el la Antigua Grecia que significa 'amor por la sabiduría' o 'amigo de la sabiduría'. Con este
término también se nombran las teorías y sistemas de pensamiento desarrollados por uno o varios
autores dentro de este campo.
Ontología: significa "el estudio del ser". Esta palabra se forma a través de los términos
griegos οντος, ontos, que significa ser, ente, y λóγος, logos, que significa estudio, discurso,
ciencia, teoría. La ontología es una parte o rama de la filosofía que estudia la naturaleza del ser,
la existencia y la realidad, tratando de determinar las categorías fundamentales y las relaciones
del "ser en cuanto ser".

Engloba algunas cuestiones abstractas como la existencia o no de determinadas entidades, lo que


se puede decir que existe y lo que no, cuál es el significado del ser, etc.
La "prueba ontológica" o "argumento ontológico" es una de las pruebas o argumentos clásicos
sobre la existencia de Dios, a partir de la necesidad de existencia que se le atribuye como Ser
infinitamente perfecto, empleando únicamente la razón.

Epistemología: este sustantivo está compuesto por la unión de dos palabras: episteme que se
puede traducir como “conocimiento o ciencia” y logos que vendría a significar “discurso”.
La epistemología es una disciplina que estudia cómo se genera y se valida el conocimiento de
las ciencias. Su función es analizar los preceptos que se emplean para justificar los datos
científicos, considerando los factores sociales, psicológicos y hasta históricos que entran en
juego.
En ese sentido, podemos establecer de manera más clara aún que la epistemología de lo que se
encarga es de abordar la filosofía y el conocimiento a través de la respuesta a diversas preguntas
de vital importancia como las siguientes: ¿qué es el conocimiento?, ¿cómo llevamos a cabo los
seres humanos el razonamiento? o ¿cómo comprobamos que lo que hemos entendido es verdad?
Asimismo, podemos subrayar que este concepto fue utilizado por primera vez, durante el siglo
XIX, por el filósofo escocés James Frederick Ferrier quien acuñó el término en su obra titulada
Institutos de Metafísica. En la misma aborda diversas teorías sobre el conocimiento, la
inteligencia o el sistema filosófico.
Hay quienes utilizan la noción de epistemología como sinónimo de gnoseología. Ambos
conceptos, sin embargo, no se refieren a lo mismo. Mientras que la epistemología se centra en
el conocimiento científico y es considerada como una teoría acerca de la ciencia, la disciplina
que se conoce como gnoseología pretende descubrir el origen y el alcance de dichos
conocimientos.
La epistemología, por otra parte, suele ser vinculada a la filosofía de la ciencia, aunque ésta es
bastante más amplia. Ciertas cuestiones metafísicas, por citar un ejemplo, forman parte de la
filosofía de la ciencia y no son objeto de estudio de los epistemólogos.
Otra disciplina relacionada a la epistemología es la metodología. Hay que resaltar que, para el
metodólogo, el conocimiento no está sometido a un juicio de valor: se lo considera, en cambio,
como información ya validada y admitida por los científicos. Lo que hace la metodología es
analizar cómo se puede expandir o incrementar el conocimiento científico.
Podríamos decir que la epistemología, en última instancia, busca conocer el conocimiento. Este
juego de palabras nos ayuda a entender que, al tomar el conocimiento científico como epicentro
de sus preocupaciones, lo que hace el epistemólogo es perfeccionar dicho conocimiento,
incrementando su utilidad y su valor a nivel social.
Política: Lo relativo a la vida organizada colectivamente, al espacio público. Lo concerniente a
los derechos y deberes civiles y a las relaciones de poder y su dinámica, en ese espacio.
(Montero, 2001, p.4)
Ética aristotélica: La ética de Aristóteles se basa en el concepto de felicidad. El planteamiento
de Aristóteles es bastante simple, una acción es correcta si me hace feliz y es incorrecta si no me
hace feliz.
El pensamiento de Aristóteles dice que la consecuencia de una acción genera felicidad o no. Se
analiza la percepción individual sobre esa acción. ¿Qué pasa si hago algo que me hace feliz y eso
es malo para la sociedad? Aristóteles dice que la consecuencia de ese acto será que serás
detenido y, por lo tanto, al final, infeliz.
Según Aristóteles la capacidad diferencial que nos hace felices es la capacidad intelectual, esto
es lo que nos acercará a la felicidad. (Mestre, 2018)
Ética de la edad media: En el ámbito de la filosofía cristiana medieval, se da una ética limitada
por lo religioso y dogmático, todo se reduce a cumplir con unas normas muy concretas con el
objetivo de alcanzar la felicidad en la otra vida.
Uno de los representantes es Tomas de Aquino, la suya es una Ética donde se consagra el libre
albedrío de la voluntad humana, pero teniendo siempre presente que es Dios quien dirige toda la
cosa hacia su fin supremo, que es él mismo, por ser el sumo bien. Quien ordena el mundo es la
providencia. Es así que el hombre por su propia naturaleza tiene el libre albedrío.
Las creencias éticas de la Iglesia medieval fueron recogidas en literatura en la Divina comedia de
Dante, que estaba influenciada por las filosofías de Platón, Aristóteles y Tomás de Aquino. En la
sección de la Divina comedia titulada 'Infierno', Dante clasifica el pecado bajo tres grandes
epígrafes, cada uno de los cuales tenía más subdivisiones. En un orden creciente de pecado
colocó los pecados de incontinencia (sensuales o emocionales), de violencia o brutalidad (de
la voluntad), y de fraude o malicia (del intelecto). Las tres facultades del alma de Platón son
repetidas así en su orden jerárquico original, y los pecados son considerados como perversiones
de una u otra de las tres facultades.
Ética contemporánea: se caracteriza por ser una ética que busca los valores laicos que impulsen
la convivencia ciudadana desde la perspectiva de la libertad de creencias y el respeto a la
diversidad de culturas, religiones, ideologías humanas no dictatoriales.

Una ética cívica que pueda enseñarse desde una educación cívica. Durante el siglo XIX e
impulsada por la Ilustración, y los acontecimientos y el humanismo imperante durante la
Revolución industrial y a finales del siglo XIX filósofos como Nietzsche y su proclama de dios
ha muerto, Freud y su teoría de la construcción del aparato psíquico y la necesidad del hombre de
crear a un Dios, las ideas de Marx entre otros acontecimientos sociales y autores de diversos
ámbitos y ciencias que investigan los principios fisiológicos que producen conductas y
comportamientos frente a la idea del alma como motor espiritual del hombre se va instalando la
idea del cerebro como el verdadero motor espiritual del hombre. Todos estos acontecimientos
impulsan una Ética laica pero no anti iglesia ni anti creencias, una ética que poco a poco se
estaba abriendo camino en países europeos, principalmente, España en cambio estaba inmersa en
diferentes políticas inestables, y dominada por una fuerte tendencia a un pensamiento católico
incapaz de articular una actitud positiva hacia las personas que pensaran de diferente manera o a
las personas que no fuesen de su misma Iglesia, un pensamiento teológico cerrado y rígido.
La ética del Psicoanálisis: Jacques Lacan en su Seminario sobre La ética y en el Seminario
sobre El acto analítico, plantea claramente que la ética del Psicoanálisis es la ética de la
búsqueda de la verdad inconsciente del sujeto. Es decir, su verdad interior. Lacan nos enseña
algo similar a lo presentado por Bion, cuando Lacan nos dice, que la ética del análisis está en no
ceder en el deseo, en que el sujeto debe actuar en conformidad con su deseo. Sabemos que el
deseo del sujeto es inatrapable, sin embargo, sus efectos refieren a su verdad interior. No actuar
en conformidad con el deseo, es pasar a la impostura. Es actuar en conformidad con la exigencia
familiar y social. Es como dice Lacan <la traición a sí mismo>. Aquí la ética del Psicoanálisis,
toca a la ética del Psicoanalista, ya que este podría estar fuera de una posición ética, si hace
alianza inconsciente con las demandas y valores familiares y sociales de su analizando. A veces,
el analista es empujado a esto ante el horror de lo reprimido. Ante el horror de su acto. Lacan
decía no hay acto analítico sin ética. Entiendo que se refiere a la ética del buen decir y a la ética
de la búsqueda de la verdad interior. Ya que esta es la única forma como el acto puede ser
genuinamente analítico.
La ética del Psicoanalista
Es necesario distinguir entre el lugar y la posición del analista.
(a) La ética del lugar del analista refiere a la ética de sostener la transferencia. Esto quiere decir
que el analista sabe que es semblante de pequeña-a para el analizando. Su tarea y su ética están
en sostener está pequeña-a, sin identificarse, es decir sin hacer simetría. De esta forma el analista
sostiene el semblante y además el ideal de su paciente, que le habla de lo decepcionado que está
de su anterior analista. El analista escucha esto sin identificarse y sin hacer simetría con su
analizando. De hacerlo, el analista cae en simetría y en estado de infatuación, pierde su lugar
analítico y se encuentra fuera de ética.
En ese momento el proceso de análisis se ha detenido. Esto puede pasarnos a todos, pero es
necesario rescatarnos ello. Para eso se requiere de un interlocutor calificado, un Otro que actúe
como supervisor en confidencia. Esta ética del lugar del analista incluye la ética de la oferta de
confidencia y de escucha privilegiada sin juicio de valor.
(b) La ética de la posición del analista refiere a la ética del buen decir. Esto se refiere al
momento en que el analista decide intervenir con su silencio, su palabra o su acto. Si el analista
se otorga a sí mismo el lugar del saber estará ubicado como un <s(A)>. Es decir, un Otro
completo, no castrado. Hablará creyendo que tiene la verdad del analizando. Desde allí le
interpreta. Su interpretación será reveladora, pero sobre todo obturante. El analizando escuchará
esa supuesta verdad que viene de su analista quién posee el poder otorgado por la transferencia.
El analizando queda satisfecho y cerrado. Su búsqueda y sus preguntas han sido contestadas. El
proceso se detiene. Con el agravante de que la interpretación se ha sostenido en la sugestión. La
ética del buen decir plantea lo contrario. El analista interviene y dice poco, desde donde no se le
espera. Interviene sin tener la verdad del analizando, habla desde una posición castrada <s()>. El
analista puntualiza, precisa, pregunta analítica y re-lanza la búsqueda de esa verdad interior, que
solo él analizando podrá encontrar. Al igual que Bion, Lacan plantea que en la cura analítica
habrá un momento de crisis ética para él analizando. Es el momento de la verdad. El momento
donde el analista y él analizando pueden retroceder ante el horror del acto analítico. El horror de
lo revelado. Si el analista no sostiene su angustia ante el horror, la cura se detiene, el análisis
continúa por otro lado, en la impostura. Si él analizando, no soporta el horror de lo revelado
inconsciente, no podrá resignificar sus identificaciones tempranas, sus garantes originarios, y el
momento de transformación se habrá perdido. El análisis termina, sin llegar a su fin. En ese caso
decimos que el sujeto no soportó el actuar en conformidad con su deseo. (Lander, 2018)
Verdad: Con el término "verdad" podemos referirnos a una realidad o a una proposición y, así,
hablamos de una verdad ontológica (de la realidad, del ser) o de una verdad lógica (del
conocimiento, de la proposición mediante la que se expresa un juicio).

En el primer caso decimos que una cosa es verdad, o verdadera, para indicar que no se trata de
una ilusión, de una apariencia, siendo entonces la verdad idéntica a la realidad, a lo que las cosas
son.

En el segundo caso consideramos que la verdad es una propiedad del enunciado, de la


proposición (no de la realidad, del objeto) y decimos que la verdad consiste en la adecuación o
correspondencia de la proposición con aquello a lo que se refiere (con los hechos, con la cosa).
Si tal correspondencia no se da decimos que la proposición es falsa. Esta concepción de la
verdad como adecuación, como correspondencia, fue formulada por Aristóteles y se ha
mantenido como interpretación predominante de la verdad en el pensamiento filosófico hasta la
actualidad, siendo reformulada en el siglo XX por B. Russell y por A. Tarski, quienes se
propusieron despojarla de los elementos metafísicos, siendo conocida en la actualidad como la
teoría semántica de la verdad. (webdianoia, 2018)
Mentira: La mentira es una expresión o manifestación que es contraria o inexacta a aquello
que se sabe, se cree o se piensa. La palabra, como tal, deriva de mentir, que a su vez proviene
del latín mentīri.
La mentira es faltar a la verdad, es ser deshonesto, es decir lo que no se piensa, es expresar
sentimientos que no se tienen, es crear vanas ilusiones, es ofrecer impresiones falsas, es ser infiel
a nosotros mismos y a nuestros allegados, es temer a las consecuencias de la sinceridad, es
engañar y, sobre todo, fallar a la confianza que el otro ha depositado en nosotros.
En este sentido, la mentira es un antivalor, pues va en contra de losvalores
morales fundamentales sobre los cuales se fundamentan las relaciones interpersonales, como son
la confianza, la honestidad, la sinceridad y la veracidad. Por eso, mientras la verdad propicia
relaciones basadas en la confianza y el respeto mutuo, la mentira fomenta la desconfianza, el
clima de sospecha, la duda y la incredulidad entre las personas. Así, la mentira destruye las
relaciones que establecemos con los otros, pues traiciona la confianza que nos habían dado.
Imaginario: Lo imaginario está constituído en un proceso que requiere una cierta enajenación
estructural, es el reino de la identificación espacial que inicia en el estadio del espejo y es
instrumental en el desarrollo de la agencia psíquica. Es en este proceso de formación que el
sujeto puede identificarsu imagen como el ‘yo’, diferenciado del otro. Lo que se designa como
‘yo’ es formado a través de lo que es el otro —en otras palabras, de la imagen en el espejo. Es la
forma primitiva de pensamiento simbólico. (Aquiles, 2018)
Simbólico: Lo imaginario, o aspecto no-lingüístico de la psique, formula el conocimiento
primitivo del yo, en tanto lo simbólico, término que utilizaba para la colaboración lingüística
(lenguaje verbal coherente), genera una reflexión a nivel comunitario del conocimiento primitivo
del yo y crea el primer conjunto de reglas que gobiernan el comportamiento e integran a cada
sujeto en la cultura. Constituye el registro más evolucionado y es el que tipifica al ser humano
adulto. Lacan considera que el lenguaje construye al sujeto y el humano padece este lenguaje
porque le es necesario y le aporta a cada sujeto una calidad heurística (con el lenguaje simbólico
se piensa, con este lenguaje se razona, con tal lenguaje existe comunicación -simbólica- entre los
humanos). (Aquiles, 2018)
Real: Lo real es aquello que no se puede expresar como lenguaje, lo que no se puede decir, no se
puede representar, porque al re-presentarlo se pierde la esencia de éste, es decir, el objeto mismo.
Por ello, lo Real está siempre presente pero continuamente mediado mediante lo imaginario y lo
simbólico.

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