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VICE-RECTORADO ACADEMICO
FACULDAD DE CIENCIAS JURIDICA POLITICAS
ESCUELA DE DERECHO.
SAIA B
A medida que el hombre evoluciona, también crecen sus necesidades, tales como
educación, vestido, vivienda, salud, trabajo entre otras y de manera automática nacen y
se crean normas para regular la convivencia entre ellos. El derecho no ha sido la
excepción, por lo tanto también ha sido objeto de cambios y transformaciones.
El Derecho Procesal, tuvo que desarrollarse conforme a los intereses del hombre,
hasta que éste llegase a ser una garantía de paz, que en manos de los jueces, se les
asegurara a cada persona, a la familia, la propiedad, la libertad, así, como otros derechos
que estuviera en riesgo de ser vulnerado.
Esta es la razón de ser del Derecho Procesal en general, que más tarde se convierte
en Derecho Procesal Civil según al objeto a que se refiere, es decir, todos aquellos
asuntos relacionados con el Derecho Civil, por cualquier oposición a otros asuntos.
Ahora bien, el Derecho Procesal Penal cuando se trata de hacer valer el poder punitivo
del Estado; el Derecho Procesal Administrativo, para dirimir las controversias que
exista entre la Administración Pública y los individuos cuando se trate de actos
administrativos, ya sea de efectos generales o particulares; el Derecho Procesal
Constitucional para preservar la vigencia de los derechos y garantías constitucionales y
del Derecho Procesal Laboral, cuando se diluciden controversias de los trabajadores con
sus patronos con motivos de una relación laboral.
Este trabajo tendrá como objeto conocer los diversos cambios que tuvo que pasar el
Derecho Procesal Laboral hasta hoy en día, sus fuentes y los principios que lo rigen.
Antecedentes históricos del Derecho Procesal Laboral
Desde el punto de vista procesal, la justicia laboral fue inexistente, pues obedecía los
lineamientos formulados por el Código de Procedimiento Civil (1916) y a las
disposiciones establecidas en las ordenanzas policiales.
La Ley del Trabajo de 1936 fue reformada en 1945. En 1947 fue modificada
nuevamente por la Asamblea Nacional Constituyente; sin embargo, debido a las
disposiciones constitucionales vigentes, derogó expresamente la normativa anterior.
La Ley del Trabajo de 1947 –con varios cambios (1966, 1974, 1975 dos veces y
1983)– estuvo vigente hasta la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo del 20 de
diciembre de 1990, reformada a su vez el 19 de junio de 1997. Durante este lapso, la
materia laboral ha estado regulada por diversas leyes especiales.
Sin embargo, la ley adjetiva del trabajo, siendo ésta la Ley Orgánica de Tribunales y
de Procedimiento del Trabajo del 16 de agosto de 1940, permanece vigente
parcialmente, a pesar de los importantes cambios legislativos ocurridos en materia
laboral en el país en los últimos sesenta y tres (63) años.
Por otra parte, el 5 de diciembre de 1985 el Congreso de la República aprueba el
nuevo Código de Procedimiento Civil, promulgado el 22 de enero de 1986, con vigencia
efectiva a partir del 16 de marzo de 1987, hecho este que terminó por decretar la
inaplicabilidad práctica de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del
Trabajo, por el desfase derivado de la aplicación supletoria del nuevo Código de
Procedimiento Civil.
El desarrollo del Derecho Procesal del Trabajo en Venezuela demuestra que hasta la
entrada en vigencia de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, no podía hablarse en
puridad de una justicia laboral autónoma y especializada, que garantizara la protección
del trabajador en los términos y condiciones establecidos en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y en la legislación laboral.
Por el contrario, nuestro proceso laboral estaba caracterizado por ser un proceso
excesivamente escrito, lento, pesado, formalista, mediato, oneroso y no provechoso,
para nada, a la justicia.
En efecto, la justicia del trabajo en Venezuela, se había deshumanizado por
completo, convirtiendo a la administración de justicia laboral, en una enorme y pesada
estructura burocrática que en vez de contribuir a mantener la armonía social y el bien
común, se había convertido en un instrumento de conflictividad social.
Por esa razón, es importante la humanización del proceso laboral, a través de una Ley
Orgánica de Procedimiento del Trabajo, que utilice el proceso como instrumento
fundamental para lograr la justicia y la equidad.
El Proceso Laboral Venezolano había entrado en una profunda y aguda crisis que
obligaba a una transformación radical de la justicia laboral que resolviera de una manera
rápida, expedita y honesta los conflictos de carácter social que en ella se plantean.
Era necesario sustituir el modelo de justicia vigente en el país, caracterizado por una
total y absoluta deshumanización del proceso, por un proceso humanizado que
privilegiara la justicia social e hiciere efectiva la justicia laboral en beneficio del
equilibrio necesario que debe existir entre el capital y el trabajo.
.
La tendencia universal hacia la humanización del proceso supone la realización
efectiva de los siguientes postulados:
Después de un largo proceso de difusión en todo el país por los integrantes de la Sala
de Casación Social, Magistrados Omar Mora Díaz, Juan Rafael Perdomo y Alberto
Martini Urdaneta, y con las correcciones pertinentes, la Sala Plena del Tribunal
Supremo de Justicia en fecha 4 de abril de 2001 aprobó para ser sometido a la
consideración de la Asamblea Nacional, el Proyecto de Ley Orgánica Procesal del
Trabajo.
El Proyecto de Ley Orgánica Procesal del Trabajo, que el Tribunal Supremo de
Justicia presentó para su discusión y aprobación por la Asamblea Nacional y que fue el
texto jurídico que sirvió de base para la revisión definitiva de la vigente Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, estaba estructurado por nueve (9) títulos a diferencia del
Anteproyecto que tenía diez (10) y contenía doscientos veintiún (221) artículos. En el
mismo se incorporó un conjunto de propuestas y recomendaciones, así como la
modificación de algunas disposiciones de anteproyecto producto de la difusión y
divulgación del mismo en todo el país; pero en general mantuvo la estructura
fundamental del texto original.
La Ley Orgánica Procesal del Trabajo (en lo sucesivo LOPT) fue publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 37.504 Extraordinario del
13 de agosto de 2002.
En su Exposición de Motivos reproduce con ligeras modificaciones, la Exposición de
Motivos del Proyecto de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo (en lo sucesivo ALOPT)
y mantiene en lo fundamental los principios fundamentales del ALOPT y la estructura
del nuevo proceso laboral allí establecido.
La LOPT tiene nueve (9) títulos con sus respectivos capítulos y doscientos siete
(207) artículos, a diferencia del ALOPT que tenía los mismos títulos pero doscientos
veintiún (221) artículos. Antes de ser aprobada definitivamente por la Asamblea
Nacional, la Comisión Permanente de Desarrollo Integral de la misma, conjuntamente
con la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, procedieron a un
nuevo proceso de difusión del ALOPT con la participación activa y protagónica de
Jueces del Trabajo, especialistas del Derecho del Trabajo, Universidades, Colegios de
Abogados, representantes del Sector Empresarial y de los trabajadores, para que la
mencionada comisión presentara a consideración de la plenaria de la Asamblea el
informe final siendo aprobada el 9 de abril de 2002. Una vez remitida la LOPT para el
ejecútese por parte del ciudadano Presidente de la República, el Poder Ejecutivo
Nacional formalizó observaciones a la LOPT y fue devuelta a la Asamblea Nacional,
siendo aprobada en definitiva el 2 de agosto de 2002 y publicada en la Gaceta Oficial el
13 de agosto de 2002.
Dentro de los aspectos más importantes que merecen ser destacados en la LOPT
con relación al ALOPT, están los siguientes:
En el estudio del Derecho, en cualquier rama o materia, nos damos cuenta, que
prácticamente para todas coinciden que las fuentes más comunes son la Constitución,
los Tratados Internacionales, las jurisprudencias, las leyes, usos, costumbres, doctrinas y
los principios generales del Derecho.
En esta sentencia se puede observar que el juez debe basar una decisión tomando en
cuenta los principios establecido en la LOPT para garantizar el proceso laboral de los
participantes.
Aunque el fallo no fue a favor del profesional del derecho, en este caso, siempre se
busca la autonomía, celeridad, oralidad, brevedad, el debate para así obtener una
sentencia inmediata y efectiva.
Conclusión
http://aijdtssgc.org/category/iv-congreso-de-la-aijdtssgc/
http//tsj.regiones.anzoategui.gob.ve/