UNIVERSIDAD AUTONOMA LATINOAMERICANA

FACULTAD DE POSGRADOS

ESPCIALIZACION EN DERECHO MINERO AMBIENTAL

MODULO: LICECIA SOCIAL PARA OPERAR

PRESENTADO POR:
RAÚL OSVALDO PABON RETREPO

DOCENTE:
DR NICOLAS LOPEZ

MEDELLÍN, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2018

 La responsabilidad social en el sector minero en Colombia
La Responsabilidad Social está orientada a forjar una cultura que fortalezca la
prestación de servicios a las comunidades a través de prácticas responsables e
inversión social

Por esta razón, las empresas mineras implementan programas sociales tales como
educación ambiental, emprendimiento y empleabilidad, cultura, recreación y deporte
e infraestructura social, además de inversiones ambientales aparte de la
obligaciones que en si exige el proyecto minero como son el pago de regalías,
licencias ambientales y otras pólizas que la actividad las requiere y es como se
compensación por las afectaciones ambientales que se generen, resiembra,
propagación de árboles y abonos orgánicos para recuperación de plataformas;
todos estos programas, cuidadosamente definidos, deben cumplirse para garantizar
la continuidad de su objeto social.

En Colombia uno de los sectores económicos más importantes es el minero y

energético, constituido por todas las empresas que trabajan ya sea en la extracción
de carbón, esmeraldas, gas y petróleo o aquellas empresas generadoras de
energía. Este sector es percibido negativamente ya que genera daño ambiental y
ocasiona problemas ecológicos graves sin embargo, se ha venido promoviendo
desde el sector privado y gubernamental la minería responsable en Colombia a
través de una serie de estrategias asociadas a la responsabilidad social y marco
legal, en este sentido, el propósito de este trabajo es analizar si las estrategias
utilizadas en la minería mitigan los impactos negativos que genera en el ambiente y
en la comunidad en aspectos económicos y sociales.

Lo que se busca analizar sobre el papel de la responsabilidad social en la minería,

las prácticas empresariales en las principales compañías que se dedican a esta
actividad, adicional se pretende indagar si es posible tener una minería responsable,
si los programas de sostenibilidad han cumplido con el objetivo de la
responsabilidad social y si las empresas cumplen con las mejores prácticas,
propone una cooperación justa como forma equitativa de hacer negocios y participar
en logros para el bien común. Se ha definido tradicionalmente como “las
responsabilidades que tiene una compañía para con la sociedad más allá de su
gestión económica y sus obligaciones legales”.se ha interpretado en la actualidad
como “el compromiso de las empresas de contribuir con el desarrollo económico,
trabajando con empleados, sus familias, la comunidad local y en general con la
sociedad para mejorar sus condiciones de vida”. Los programas sociales están
enfocados en la promoción de la salud, la educación y la cultura en las
comunidades; el acceso al agua, suficiente y de calidad; el fortalecimiento de las
instituciones públicas y el control social; el mejoramiento de la calidad de vida de
las comunidades y el desarrollo de proyectos productivos sostenibles, más allá de
la actividad minera existente en la zona.

Por esta razón una compañía debe observar su impacto socio-ecológico, el cual se
ve mediado por la influencia política de la empresa en su entorno social; y también
su influencia en el bienestar y la prosperidad de la localidad y la región donde opere.

Llevado lo anterior, a la realidad del contexto humano, es fundamental que se

reconozca, que el hombre como principal integrante de una sociedad debe
propender porque su principal acto de responsabilidad sea el de preservar la
condición de la existencia humana, así como la conservación de la naturaleza y
todas las formas vivas que en ella habitan, pues como seres capaces de razonar,
existe el deber de conservar éstas dos fuentes de vida: La existencia humana y la
naturaleza que permita la continuidad de futuras generaciones.

En el caso de nuestro departamento de Antioquia, Los proyectos mineros

implementados en el municipio de Titiribí, los representantes del gobierno local de
la época y responsable de hacer acompañamiento a este proyecto minero, movido
por su entusiasmo al tener una nueva fuente de empleo en el municipio y sus
afectaciones sociales y ambientales. Aproximadamente, cuatro décadas después,
que la fiebre del oro se toma nuevamente al municipio de Titiribí y relacionado con
la apertura de algunas de las viejas minas que fueron explotadas por la Sociedad
Minera Zancudo, lo que suponía contactar algunas personas que habían
conservado la tradición minera y que estaban interesadas en participar del proyecto.
Muchos obreros de la comunidad y de comunidades aledañas, empezaron a
abandonar sus actividades cotidianas como la agricultura y la caficultura, que
ejercían en predios propios o ajenos, para dedicarse de lleno a la minería de oro,
que ofrecía salarios completos y prestaciones sociales reglamentarias. Estos
nuevos ingresos económicos de alguna manera garantizaban la sostenibilidad de la
familia, celebró con los habitantes la llegada de la compañía minera, que no solo
generaría empleos sino que a su vez dinamizaría la economía local, estancada un
poco por la crisis de empleabilidad. Se creó una relación estrecha entre los
inversionistas y los funcionarios públicos (alcaldes) que de alguna manera
encontraron en la minería de oro una fuente alterna para la financiación de algunos
proyectos establecidos en el plan de desarrollo, que significó progreso para estas
comunidades, no solo por la generación de empleo que era una de las cosas
importantes, sino también porque estas empresas con el tema de la responsabilidad
social hicieron aportes para cofinanciar diferentes actividades del plan de desarrollo,
incluso ayudaron ajustar proyectos que no se habían podido realizar por falta de
dinero, por ejemplo le ayudaron a los grupos de mujeres, a algunas acciones
comunales e incluso hicieron aportes a las parroquia . Por esta razón,
considerábamos que la minería era buena para nuestro pueblo” (Testimonio de la
habitantes de la comunidad)

La compañía Inversionista CDI y cuyos derechos habían sido adquiridos por

Zancudo Gold, que a su vez era filial de la Compañía Gold Plata, se convirtió en una
especie de “nuevo rico del pueblo”, pero esto a su vez fue una estrategia de
seducción de la compañía para hacerse notar en el territorio y ganarse el respaldo
de la comunidad que esperaba con deseos el progreso prometido. La seducción se
basa en acciones amables y políticamente correctas que disminuyen las suspicacias
ante los proyectos de explotación.

Dentro de las formas de organización comunitaria están las Junta de Acción

Comunal, que representa la comunidad que interrelaciona de manera directa con
la Administración Municipal. La juntas administradoras locales, tiene como misión
ayudar a resolver los conflictos sociales o impulsar iniciativas que promuevan el
bienestar social de los habitantes, sin embargo, durante este periodo de reapertura
de la minería de oro en el municipio de Titiribí, las comunidades que se vieron más
beneficiadas, de manera específica, el corregimiento de Sitio viejo y la vereda El
Zancudo

El objetivo fundamental de este ejercicio es poder ofrecer una comparación de las

prácticas del sector en términos de la responsabilidad social para operar, destacar
la responsabilidad social debe ir más allá de las obligaciones legales. Los tres
principales aspectos que se reconocen en una empresa minera con buena
reputación son, el empleo que genera, su contribución al desarrollo del país y su
compromiso a las comunidades

Durante décadas, gran parte del desarrollo económico y social que ha tenido el
municipio de Titiribí en el departamento de Antioquia, ha permanecido aferrado a
los procesos de extracción de recursos naturales, entre ellos el carbón y el oro,
siendo este último el que lo posicionó no solo como uno de los más grandes
productores del departamento

Posterior a la fiebre del oro, llegó el debilitamiento de la minería por múltiples causas
y como consecuencia, el fortalecimiento de la agricultura, la ganadería y la
caficultura como elementos de una nueva “vocación económica”. Y los activistas La
reaparición de la minería de oro y de manera específica la apertura de los proyectos
de minería de oro a gran escala que ponen en riesgo la sostenibilidad ambiental del
municipio, ha generado una fuerte preocupación en un sector de la población que a
través de diferentes acciones colectivas, ha cuestionado la idea de que la minería
de oro sea considerada una opción para mejorar la economía local y aumentar los
índices de empleabilidad, pese a que es una amenaza y puede ocasionar una crisis
socio ambiental.

Ante este cambio que se ha ido generando en la manera como algunos habitantes
y líderes del municipio perciben la minería de oro y que a su vez entra en disputa
con la “tradición minera” que se ha conservado desde su fundación, surge
demasiados interrogantes cuáles han sido los principales factores sociales y
ambientales que han influido en el cambio de percepción sobre el papel de la
minería de oro en el municipio de Titiribí- Antioquia entre el 2015 y el 2017., actividad
que había sido bien vista por los anteriores gobernante, diferencia del alcalde actual
y el Concejo Municipal, quienes lograron con un histórico debate aprobar un acuerdo
municipal que prohíbe la minería de metales

El debate se ha basado en que hasta antes de 2015 no tenía ningún proceso de

oposición o resistencia, ni siquiera algún cuestionamiento que pusiera en evidencia
las afectaciones generadas, sin embargo, de alguna manera, las acciones
colectivas han ayudado a generar un cambio en la percepción ambiental que en el
municipio tenía acerca de la minería. Ahora bien, ese cambio no se ha producido de
manera repentina,

Conclusión

El modelo extractivo anclados al desarrollo y progreso de nuestros pueblos sigue

teniendo una fuerza significativa en algunos gobiernos y comunidades, En el caso
de Titiribí, si bien es cierto que se ha hecho un cuestionamiento del impacto
ambiental y social que genera la extracción de oro, no se ha logrado aún cuestionar
el modelo de desarrollo por la economía minera y mucho menos la idea de progreso
y desarrollo que han sostenido los proyectos de minería de oro que se incluyen en
el territorio. Toda la gestión de este concepto de progreso y desarrollo que a lo largo
de los años ha engrandecido la actividad minera en el municipio, corresponde a la
imposición de un modelo de desarrollo económico