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CERAMICA DE CHUCULANAS

La cerámica de Chulucanas es un conjunto de piezas artísticas y utilitarias a base


de arcilla tales como Jarrones, cholos, chicheras y canteras, además de diversos
utensilios y pequeños adornos. Estas piezas son originarias del norte del Perú,
específicamente de la ciudad de Chulucanas la cual está ubicada a 49 km de la
ciudad de Piura.
Estas piezas de cerámicos tienen bellos diseños y finos acabados,
tradicionalmente sus diseños y modo de producción son heredados de la cultura
Vicus y Tallán. Sin embargo, en la actualidad, los artistas y artesanos han optado
por modernizar sus diseños y mejorar la utilidad del producto, agregándoles
películas protectoras que retiene el 95% del agua, de este modo algunos artículos
como los jarrones puede contener líquidos. En consecuencia la cerámica de
Chulucanas es la combinación entre tradición y modernidad, abarcando lo mejor
de dos mundos, por un lado el impactante contraste tradicional y por otro las
curvas y figuras modernas.

Los habitantes de este pueblo son descendientes de los tallanes y Vicús, antiguos
habitantes precolombinos de esta región, quienes desarrollaron la cerámica en
negativo que hoy podemos apreciar en algunos museos bajo el nombre de Vicus.

Esta técnica de decoración “EN NEGATIVO” que se ha convertido en la principal


característica de la Cerámica de Chulucanas, técnica redescubierta en 1978 por
Gerásimo Sosa, quien conformaba el Grupo Sañoc Camayoc que apoyaba la
Hermana Marista Gloria Joyce.
De la cultura Tallan, heredan la técnica del paleteado, que es un método muy
singular de modelar vasijas tan solo utilizando una paleta de madera y una piedra
redondeada, se golpea la parte externa de la vasija y rítmicamente con la paleta
mientras por el interior con la piedra, a manera de yunque, se va adelgazando y
dando forma a la vasija, gracias a la práctica y habilidad del alfarero ceramista.
EL PALETEO
Primero se forma la pieza, utilizando técnicas como: paleta, laminado, prensado
en molde, torno o extrusado. La paleta es una herramienta plana de madera que
sirve para dar golpes suaves a los rollos de arcilla que se van colocando en espiral
para dar forma a la pieza. Esta acción permite estirar y alisar la arcilla, darle la
forma y lograr una textura suave. Permite asimismo lograr piezas muy delgadas.
EL BRUÑIDO CON PIEDRAS DE RIO
Una vez hecha la forma y en estado de cuero, se pinta con engobes hechos con
arcillas y pigmentos. Luego viene una de las etapas más importantes del proceso:
el bruñido o pulido, que consiste en frotar toda la superficie visible con piedras
de río de diversas formas y tamaños, a fin de lograr que esta superficie quede
completamente satinada y homogénea.
Esta operación se realiza 3 veces enteramente a mano y requiere de mucha
destreza, a fin de no ocasionar rajaduras o daños a la pieza, daños que a veces
no se perciben sino después de hecha la quema de bizcocho.
LOS HORNOS ARTESANALES
Una vez seca, la cerámica va al horno de leña y se quema a una temperatura de
entre 700 y 900o C aprox.
Estos hornos son construidos por los propios artesanos y alfareros en forma
artesanal, y utilizan la leña (pedazo de tronco del Algarrobo, arbol piurano muy
frondoso y leñoso) para hornar los ceramios

LA DECORACION Y LOS MOTIVOS COSTUMBRISTAS


La siguiente etapa es la decoración o barbotinado: se emplea aquí arcilla liquida
para cubrir aquellas áreas que se desean mantener intactas y se deja al
descubierto aquellas que se desean oscurecer.
A esta técnica se le conoce como "reserva"o negativo y se parece mucho a la
técnica del batik, en la que se emplea la cera con el mismo propósito. la pieza así
decorada entra al horno de ahumado, en donde se han acondicionado hojas de
mango. Durante esta quema de reducción, la hoja de mango empleada como
combustible producirá no solo el humo que oscurecerá la cerámica, sino también
una resina que al adherirse a la cerámica le dará el brillo característico del estilo
Chulucanas.
Esta quema de reducción se hace 2 y hasta 3 veces según el tono oscuro que se
desee obtener y permite obtener una amplia gama de tonos marrones hasta
llegar al negro sólido.
Los motivos por lo general se refieren a las costumbres propias de la zona como
son Cholos, chicheras, cantores, etc. Así como vasijas que si bien es cierto ya no
son de uso popular, cumplen una función decorativa ornamental, aunque
últimamente con la incorporación de nuevas tendencias de mas alta temperatura,
se busca hacerlas de utilidad, aplicando un vidriado interior para hacerlas
impermeables a los líquidos, de igual manera se esta introduciendo el torno
eléctrico para producciones masivas de vasijas con fines de exportación.
EL ACABADO: UNA VERDADERA OBRA DE ARTE
La siguiente etapa consiste en retirar las piezas del horno de ahumado, limpiarlas,
sacándoles la barbotina y darles el acabado final con ceras y betunes, frotándolas
hasta dejarlas con un satinado impecable. Cuando se trata de piezas utilitarias,
como vasijas y floreros, se les aplica además una solución impermeable que
permite retener agua en un 95%.
La producción de cerámica siguió después de la conquista española. Hoy en día,
cerca de 500 años después, la cerámica se sigue produciendo en diferentes
lugares del Perú, especialmente en la sierra de los Andes2. De acuerdo con su
funcionalidad podemos distinguir tres clases de cerámica:
 para el uso cotidiano,
 para el uso ritual, y
 para los turistas.

CÓMO SE FABRICA LA CERÁMICA DE CHULUCANAS


La cerámica de Chulucanas está caracterizada por: ʺformación por la técnica del
paleteadoʺ, ʺpulir por la piedraʺ, ʺcerámica negra por ahumadoʺ y ʺdecoración
por la técnica de positivo-negativoʺ. Como arriba menciono, estas características
son elementos derivados de la época prehispánica. Antes de discutir la
continuidad o renacimiento de estos elementos, describiré el proceso de
fabricación de la cerámica de Chulucanas.

DECORAR CON LA TÉCNICA DE NEGATIVO


Sobre la pieza quemada se prepara la decoración. En este proceso, se cubre con
arcilla disuelta en agua la parte que no quiere ser ahumada.

LA TRADICIÓN PREHISPÁNICA DE LA CERÁMICA DE CHULUCANAS


Como he mencionado anteriormente, la cerámica de Chulucanas tiene un carácter
especial por tener elementos tradicionales prehispánicos tales como la técnica de
paleteado. Seguidamente voy a discutir si se trata de la continuidad de la
tradición o del renacimiento de la misma.

LA TRADICIÓN DE LA TÉCNICA DE PALETEADO EN LA COSTA NORTE DEL


PERÚ
Alfred Luis Kroeber de los Estados Unidos fue quien realizó por primera vez una
investigación científica en el norte de Perú. Sin embargo, en su informe no se
encuentran los datos de paleteado (Kroeber 1930).
Se dio noticia por primera vez sobre esta técnica en el estudio de Kroeber y Jorge
C. Muelle, en el año 1942 (Kroeber & Muelle 1942: 24). Según este reporte, la
distribución de los fragmentos de cerámica que se suponen haber sido hechos
con la técnica de paleteado provenían desde el valle de Piura al norte hasta el
valle de Virú al sur. Fueron producidos desde la época Intermedio Tardío. Se
supone que eran utilitarios porque todos los fragmentos son de acabado tosco,
carecen de decoración, su tamaño es relativamente grande y algunos tienen
hollín. Otro dato interesante proviene de una paleta de cerámica custodiada en
el Museo Nacional de Antropología y Arqueología en Lima (Kroeber & Muelle
1942: 9)3. Se dice que este objeto salió del valle de Lambayeque y posee una
longitud de 13,2 cm y 6,5 cm de ancho, mientras que la parte cilíndrica del mango
tiene 2,5 cm. de espesor. Se encuentra decorado con un dibujo de grecas en franja
(fig. 15).

En 1958 la expedición científica de la universidad de Tokio en los Andes realizó


un survey general en casi toda la costa y sierra de los Andes Centrales. Esta
expedición, aunque se dedicó más bien a la recolección de materiales
superficiales, encontró fragmentos de cerámica hecha con la técnica de paleteado
desde el sitio de Garbanzal (Tumbes), por el norte, y hasta el sitio de Pacatnamú,
en la boca del río Jequetepeque al sur. No se ha encontrado ninguno a partir del
río Chicama, hacia el sur. Esto significa que la técnica de paleteado se habría
practicado sólo en la parte norte de la Costa Norte del Perú. Respecto al período,
se supone que comenzó en la época de Huari (Horizonte Medio: del siglo VII al X)
hasta el surgimiento de los incas en el siglo XVI (expedición científica de la
universidad de Tokio a los Andes Centrales 1961: 115-168). Además de esto,
como resultado de la investigación en el departamento de Piura por Lanning, se
aclaró que el origen del paleteado en esta región se da después de la fase Sechura
C según su clasificación, y esta técnica se habría aplicado solo para adelgazar la
pared de la cerámica hecha por la técnica de anillos. No se sabe la fecha de la
fase Sechura C, pero se supone que la fase D sería alrededor del siglo III (Lanning
1963).

BRUÑIR LA SUPERFICIE USANDO PIEDRAS


En los Andes Centrales, donde se desconocía el barniz, se aplicaba la técnica de
bruñido para dar el brillo a las cerámicas. Pese a que no se sabe cuando comenzó
esta técnica, por el resultado de una excavación en el sitio de Kotosh
(departamento de Huánuco en la Sierra Norte de los Andes) se han encontrado
fases cerámicas a partir del año 2 000 a.C. hasta el comienzo de nuestra era; las
cerámicas de la fase Wairajirca (c.a. 1 500 años a.C.) no tienen bruñido en la
superficie sino unas líneas bruñidas en la parte de la boca como decoración (Izumi
& Terada 1972: figs. 44, 124, 125). En la siguiente fase, Kotosh Kotosh, apareció
un tipo de cerámica cuya
superficie está bruñida
íntegramente (Izumi & Terada
1972: figs. 39, 41). Los instrumentos
supuestamente usados para bruñir
la cerámica fueron unas piedras
encontradas en un cementerio con
antigüedad de 400 a 500 años a.C. del
valle de Lurín (Cárdenas 1994:
figs. 9, 10).

Fig. 16 - Sellos realizados con paletas.


39La cerámica más antigua en la región de Piura es la de la cultura Vicús, que se
supone tiene la edad del comienzo de nuestra era. Entre las cerámicas de esa
cultura no se encuentra huella ninguna de bruñido. Más bien en la cultura Moche
de la época siguiente se comenzaron a bruñir las cerámicas, y en las culturas
sucesivas tales como Sicán, Chimú (también denominada Tallán en la región de
Piura) aumentaron las cerámicas brillantes por bruñido.
40Parece que esa tradición de bruñir la superficie de la cerámica se extinguió en
la época colonial. En la Costa Norte sólo en la cerámica de Chulucanas se aplica
esta técnica de bruñir la superficie para darle lustre. La información acerca de esta
técnica casi no se ha publicado. Solo en Taricá, Ancash, que hemos mencionado
líneas arriba, se hace bruñir la cerámica utilizando una navaja o bien piedra negra.
Sin embargo, el objeto de bruñir en Taricá es no para dar lustre, sino más bien
para suavizar la superficie (Echeandía 1982: 27-28).
41Los ceramistas de Chulucanas dicen que la piedra más adecuada para bruñir es
aquella que fuera extraída de sitios arqueológicos. Observando la colección
particular de piezas arqueológicas en la ciudad de Chulucanas, se confirma que
alrededor de la ciudad se hallaron cerámicas de la cultura Vicús y Tallán (Chimú).
Sin embargo, gente del lugar no reconoce bien los períodos de cada pieza, y por
lo tanto no se puede saber con certeza el período a que pertenecen las piedras
que usan.

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