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Universidad de San Carlos de Guatemala

Facultad de Humanidades
Departamento de Arte

Análisis de la Forma
Lic. Rubén Darío Flores

Suite del Gran Cañón


(Ferde Grofé)

Integrantes del Grupo:


Josué David Tocal Chipíx 201517036
Carlos Dolores Chalí
Pablo López Ixcoy
Miguel Ángel Panjoj

Guatemala, 5 de mayo de 2018.


Suite del Gran Cañón
Biografía del Compositor y Otras Obras destacadas

Ferde Grofé nació en Nueva York en 1892, hijo de emigrantes de origen francés y credo hugonote, aunque su
origen primigenio era Alemania. Todo ello hizo que cuando nació nuestro músico de hoy fuera bautizado como
Ferdinand Rudolph von Grofé, nada menos. Nombre levemente rimbombante para una sociedad como la
americana de principios del Siglo XX, sobre todo cuando en su familia no eran aristócratas, sino… músicos. Al
fallecer su padre, Emil von Grofé, en 1899, cuando Ferdinand Rudolph tenía siete años, su madre se mudó a Leipzig
con él, y allí recibió clases de música, sobre todo piano, viola y composición, dándole una sólida formación musical
que muchas años después le permitiría triunfar. Con diecisiete años recibió su primer encargo para una
composición musical… como veréis, una historia similar a la Gershwin, y en épocas muy similares. La diferencia
era que Grofé tenía una sólida formación musical, y consiguió un puesto como viola en la Orquesta Filarmónica
de Los Ángeles.

Pero no estuvo mucho tiempo allí. Al despuntar la década de los felices veinte, Grofé consiguió trabajo como
pianista en la orquesta de Paul Whiteman, aunque debería mejor decir en la banda de Paul Whiteman, banda de
no más de veinte músicos especializada en jazz, naturalmente, pues fue en esos años de cortísimas faldas y movido
charlestón cuando el jazz obtuvo el reconocimiento definitivo como música “seria” y “adecuada a los oídos de los
blancos”. Hacía tiempo que Ferdinand Rudolph von Grofé se había convertido en un simple Ferde (o Ferdie) Grofé,
abandonando el aristocrático von en el mismo desván que el obviamente germano Rudolph.

La primera obra de cierta notoriedad que compuso, naturalmente para la orquesta de Whiteman, en 1925, fue la
Suite del Mississippi, evocando el discurrir del gran río norteamericano entre agrestes paisajes, grandes llanuras
y plantaciones de algodón, que no está mal… ni especialmente bien, y que hoy casi no se representa ni se graba
ni se oye en parte alguna. Luego compuso canciones, bandas sonoras para películas y otras suites, como la del río
Hudson o la de las Cataratas del Niágara, ésta última con motivo de la inauguración de la primera fase de turbinas
de la central eléctrica allí instalada. Y la del Gran Cañón, claro está, también encargada y estrenada por Paul
Whiteman. Y siguió arreglando magistralmente obras de otros.

Falleció Ferde Grofé en 1972 en Santa Mónica, California, adonde se mudó desde el área de Nueva York y Nueva
Jersey al final de la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué es una Suite?


Una suite musical es una obra normalmente con varias partes o movimientos y generalmente muy descriptiva,
que cuenta una historia o describe un lugar o una situación de la forma más explícita posible.

¿En que Consiste una Suite?


Una suite en música clásica occidental y en jazz, es una forma musical compuesta por varios movimientos
instrumentales breves, de carácter dancístico. Su origen se encuentra en los pares contrastantes de danzas del
Renacimiento. Durante el Barroco fue una de las formas musicales más importantes. Está considerada como una
de las primeras manifestaciones orquestales de tipo moderno. Para que se mantuviera la unidad interna, todos
los pasajes de una suite se componían en la misma tonalidad, o en su relativo menor. Otras veces se presentaba
un tema musical en diferentes danzas. Por ello se ha considerado este género un antecedente de la forma sonata
que se origina en el siglo XVII.

Las danzas tenían una forma binaria simple, es decir, dos secciones más o menos iguales. Una suite constaba de
unos diez movimientos. Solía comenzar con un preludio. La primera danza podía ser una alemanda, de ritmo
rápido; luego una corrente y una zarabanda; una bourrée, de tiempo moderado, y así sucesivamente, para finalizar
con una danza viva, como la giga.
Al finalizar el barroco, la suite fue una forma musical sofisticada que mezclaba distintas tonalidades, contrastaba
materiales temáticos presentándolos al inicio de la pieza y re-exponiéndolos en su final. Anuncia, en definitiva, el
origen de la sonata, que reemplazará a la suite como género instrumental en la segunda mitad del siglo XVIII. En
resumen, la suite es la unión en una sola obra de varias danzas de distinto carácter y ritmo, con el que consigue
dar el sentido dramático de «contraposición», típico del Barroco.

Aspecto Histórico de la Suite del Gran Cañón

La Suite del Gran Cañón (Grand Canyon Suite), compuesta en 1931.

El Gran Cañón, situado en el estado de Arizona, sus dimensiones asustan: 446 Km. de longitud, con una anchura
que va desde los 6 hasta los 29 Km. Es una profunda grieta, de hasta 1.600 m. de altura, excavada durante eones
por el río Colorado.

El caso es que hace millones de años toda la meseta del Colorado estaba bajo el agua. Pero la fase tectónica
conocida como Orogenia Larámide hizo colisionar las placas de Kula y la de Farallón con la placa de Norteamérica,
y como consecuencia se ha ido elevando gradualmente la meseta, el mismo fenómeno orogénico que elevó las
Montañas Rocosas. El resultado es que la meseta del Colorado está actualmente a una altitud media de unos
2.500 m sobre el nivel del mar. Pero el río Colorado estaba allí desde el principio, drenando una enorme área de
629.000 kilómetros cuadrados (mayor que la superficie de la Península Ibérica) y llevando un gran caudal de agua,
alimentado por las lluvias y nevadas de las Montañas Rocosas.

Conforme la meseta se fue elevando, el río la fue erosionando pacientemente, hasta conformar el gigantesco
cañón actual, el mayor del mundo y una de las más maravillosas maravillas naturales que existen, aunque parece
que el actual cañón ha sido excavado en el geológicamente cortísimo periodo de tan sólo un par de millones de
años.

Sin embargo, a pesar de la potencia arrolladora de un río que es capaz de excavar tan monstruoso cañón, el clima
de la zona es árido, prácticamente desértico, con veranos secos y muy calurosos e inviernos gélidos, cuando son
frecuentes las nevadas, sobre todo en el borde norte. El paisaje es abrumador, inmenso, realmente
impresionante, con acantilados de centenares de metros de altura en mitad del desierto, y con la cinta de plata
del río en su fondo… Espectacular donde los haya. Ese paisaje tan grandioso y cinematográfico es el que inspira a
Ferde Grofé su Suite del Gran Cañón, que trata de evocar las impresiones que vive el viajero al encontrarse con
semejante maravilla de la naturaleza.

Movimientos de la Suite del Gran Cañón

La obra consta de cinco movimientos y cuenta más o menos cómo podría ser un día (un día de verano) en el cañón
de Arizona. Cada movimiento refleja una situación particular, pues está dedicado a un cierto aspecto o momento
del paisaje del Gran Cañón. Y no de un modo sutil, ni mucho menos: el propio título de cada movimiento nos dice,
sin género de dudas, lo que vamos a escuchar a continuación. Y efectivamente lo escuchamos, que es lo que tiene
mérito.

Las partes de la Suite del Gran Cañón son:

 Sunrise (Amanecer)

https://www.youtube.com/watch?v=Z-4hYbqZ0zQ

Todavía es noche cerrada, pero ya comienza a clarear por el este… Los pajarillos cantan alegres a la llegada
de un nuevo día. La flauta piccolo trina y canta, tan alegre, pues el sol va a salir. Bueno, ya vemos asomarse
los primeros rayos entre las montañas… El sol despunta por fin, disolviendo la escasa bruma nocturna;
podemos oírle cómo se va levantando perezosamente en el firmamento. Parece que va a hacer calor hoy;
recién salido que está el sol y ya se notan sus rayos calentando nuestra piel.

El sol va trepando por el cielo, y ni una nube se vislumbra en el horizonte. Las sombras van poco a poco
acortándose mientras los rayos del sol ganan fuerza… En fin, recién amanecido y ya sudamos; habrá que
resguardarse a la sombra, que el sol cada vez tiene más fuerza… le oímos tomar altura, fortalecerse a cada
paso, hasta que “el amanecer” ha concluido. Ha empezado un nuevo día de plomo en el desierto…

El movimiento termina con el sol ya en lo alto. Los bichos se esconden, y nosotros, bichos de dos piernas en
definitiva, nos refugiamos también bajo una buena sombra. Es la hora del desierto, del polvoriento desierto
de color rojo, naranja y amarillo… del desierto pintado.

 Painted Desert (El desierto pintado)

https://www.youtube.com/watch?v=Of2pLaQLB9E

Una música hipnótica acompaña a las horas de más calor del día… un espejismo allá a lo lejos nos engaña,
haciéndonos creer que allí, al otro lado del abismo, está el mar… pero no, no hay mar, sólo desierto y más
desierto ardiente. Las trompetas con sordina rompen el hechizo. Pero el espejismo vuelve y cada vez
constatamos que no es más que eso, otro espejismo, pues lo que tenemos ante nosotros es una naturaleza
muerta, muerta e inmutable desde hace eones.

La música titila, oscila, vuelve siempre al mismo punto en un vacío recorrido circular mientras el sol gira en
su camino hacia el oeste… Trompas y trombones, por un lado, y la cuerda por el otro se alternan, suben y
bajan su cadencia, pero no acompasados, puesto que mientras unos suben otros bajan… ¡Qué calor! Nos
quedamos por fin dormidos bajo el calor agobiante…

… ¡Un rebuzno! Caramba, parece que se prepara una excursión a lomos de burros… Sí, hace calor, pero ya
que estamos aquí, mejor hacer la excursión, ¿no? Cómo vamos a ir montados en mulas o burros, no nos
cansaremos mucho. Otra cosa serán las agujetas que luego tendremos en los muslos, pero eso nos pasa por
urbanitas y por no estar acostumbrados a montar en caballerías.

Bien, ya estamos equipados, sombrero, cantimplora llena, cámara de fotos, una barrita de chocolate para
reponer fuerzas, aunque debemos tener cuidado para que no se nos derrita con el calor… comencemos
nuestra excursión por el Gran Cañón del Colorado a lomos de un buen burro. Tomemos un sendero y veamos
a dónde nos lleva, pues en el minuto.

 On the trail (En el camino)

https://www.youtube.com/watch?v=WTMyP7apxog

Que resulta ser el más conocido de la Suite y de toda la obra de Grofé. Porque parece que hemos alquilado
unos burros bastante díscolos… ¡Fijaos cómo rebuznan! La orquesta entera rebuzna, pero en seguida es el
violín del concertino el que nos da un auténtico recital rebuznil. Bien, parece que nuestros asnos por fin se
han decidido a marchar, así que comencemos nuestra ruta al paso de la caballería. Oímos por fin el rítmico
tableteo de los cascos de los burros mientras emprenden el camino valle abajo…

La reata de mulas o de burros va bajando hacia el río a buen ritmo. El paisaje es agreste, rojizo, pelado, casi
no hay vegetación, y menos aún sombras. Hacemos un breve descanso en el minuto 16:00, y un cowboy
(representado por la trompa) entona una melodía que evoca a su novia allá en Santa Fe o en El Paso o donde
quiera que esté esperándole. Una bella melodía, que a Ferde Grofé le inspiró una nana que la niñera cantaba
a su hijo…
Se acabó el descanso, hay que seguir cabalgando. Menos mal que abajo está el río y algo nos podremos
refrescar. Fijaos, los borriquillos huelen el agua, qué contentos se ponen… o quizá es que saben que estamos
llegando a nuestro destino, que estos équidos rebuznadores son un rato listos. Mientras los burros beben (y
nosotros también) alguien saca una cajita de música, o quizá es un reloj con música, al estilo del que Lee van
Cleef y Gian Maria Volonté usan en la película “La muerte tenía un precio” (en italiano original Per qualche
dollaro in più ), el spaghetti western de Sergio Leone con música de Ennio Morricone, rodado en el desierto
de Almería, que lanzó a la fama a un joven e hierático Clint Eastwood… ¡quién hubiera podido imaginar
entonces qué clase de director es Mr. Eastwood ahora!. La celesta imita perfectamente el peculiar sonido de
la cajita de música…

Un último esfuerzo y ya llegamos. Bueno, la excursión ha terminado, así que dejamos en paz a nuestros
simpáticos Equus africanus asinus en paz para que busquen alfalfa para pastar, lo que nos agradecen con un
sonoro rebuzno final que cierra el movimiento y también el video, y debemos nosotros mismos repostar para
el resto del día… A ver si hay suerte y la barrita de chocolate no se ha derretido mucho.

 Sunset (Atardecer)

https://www.youtube.com/watch?v=f3lP0dlHWQk

Todavía hace calor… pero pronto comienza a caer el sol. Atardece en el Gran Cañón. Si normalmente el Cañón
tiene tonos rojizos, ahora es el paroxismo de los tonos rojos… La trompa introduce el movimiento con una
llamada que más bien parece un cuerno de cazador… pero hombre, ¡si está prohibido cazar en todo el Parque
Nacional del Gran Cañón! Claro que igual en 1931 sí que se podía cazar. Cómo retumba el eco de la trompa,
allá a lo lejos

El sol se acerca al horizonte, bajando poco a poco sobre el acantilado, tiñendo (aún más) de rojo las rocas. El
día se despide suavemente, en el mejor momento del día, cuando la temperatura ya no es abrasadora pero
tampoco es tan gélida cómo será durante la noche del desierto (un desierto a más de 2.000 metros de altura
sobre el nivel del mar es con toda seguridad un desierto muy, pero que muy frío por la noche).

Encendemos las hogueras y contamos historias al amor de la lumbre. Cada cual cuenta la suya, historias de
amor y de humor, de antepasados valientes y gestas heroicas, de duendes y de brujas, mientras cae la noche
estrellada. ¡Y qué barbaridad de estrellas! Los de ciudad hacía años que no veíamos tanta estrella junta…

Qué gran día hemos tenido en el Gran Cañón hasta ahora… pero resulta que no siempre las cosas son tan
plácidas en el Cañón del Colorado. Se distinguen nubarrones en el horizonte, yo creo que igual llueve.

 Cloudburst (Estallido de nubes)

https://www.youtube.com/watch?v=iCaX-t_P5q0

Y el caso es que parece que el cielo está calmo, que las nubes no van a venir para acá… qué placidez se siente
aquí disfrutando de las vistas tan cinematográficas del Gran Cañón. Pero el caso es que las nubes siguen
viniendo.

¡Vaya! Parece que al final sí va a cambiar el tiempo. Estamos en el minuto 7:30. Las nubes oscurecen el sol
(los cellos se hacen cargo de la melodía que se hace cada vez más dramática). En el minuto 8:40 se ha
levantado por fin el viento. ¡Cómo sopla!

Y mira allá lejos, un relámpago solitario… caramba, el trueno, que nos llega unos segundos después del
relámpago, claro. Más relámpagos. Y más. Con sus truenos correspondientes. Pues parece que se va a liar
una buena. Sí, se va a liar parda… Fijaos cómo la flauta y los platillos seguidos de unas breves notas del piano
reproducen maravillosamente los relámpagos, mientras los truenos, que nos llegan unos segundos después,
los marcan timbales y bombo, mientras el viento que remedan los violines va tomando fuerza.

La tormenta crece y se acerca. Comienza a llover, algunas gotas bien gordas al principio, luego la lluvia arrecia.
El viento es cada vez más fuerte, los relámpagos más numerosos, los truenos más estruendosos… Ahora
llueve con muchísima fuerza, ¡menudo chaparrón! Esto asusta, aquí en medio del desierto…

¡La tenemos encima mismo de nosotros!

¡PAAAMMM! ¡Uuuuuy, menudo trueno, justo encima de nosotros, en el minuto 12:40! Qué susto…

Bueno, tan rápido como vino se fue la tormenta, es lo que tiene el desierto. Aún se oyen algunos truenos
lejanos mientras se aleja, así como algunas rachas de viento que nos recuerdan que acaba de pasar por aquí.
Anda, ahora sale el arco iris. Mientras aún haya nubes en el horizonte podremos verlo, un auténtico
espectáculo… pero el cielo se va despejando poco a poco. El sol se impone de nuevo; volvemos a estar en el
desierto pintado, aunque esté todavía mojado por el chaparrón, pero poco va a durar, el sol secará en seguida
los charcos y disipará el susto que nos hemos llevado…

El movimiento termina, junto con el video y la obra, rememorando el miedo que hemos pasado bajo la
tormenta.

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