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TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA Y DE LA INGESTA DE ALIMENTOS

1. DEFINICIÓN

Los trastornos de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos se caracterizan por una


alteración persistente en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la alimentación
que lleva a una alteración en el consumo o en la absorción de los alimentos y que causa un deterioro
significativo de la salud física o del funcionamiento psicosocial.

Los trastornos de la conducta alimentaria se definen como alteraciones específicas y severas en la


ingesta de los alimentos, observadas en personas que presentan patrones distorsionados en el acto
de comer y que se caracterizan, bien sea por comer en exceso o por dejar de hacerlo; lo anterior en
respuesta a un impulso psíquico y no por una necesidad metabólica o biológica. Los dos tipos
principales de trastornos de la conducta alimentaria son: anorexia y bulimia nerviosas. Otra categoría
la constituyen los "trastornos de la conducta alimentaria no especificados (TANE)" que codifican los
trastornos que no cumplen los criterios para uno específico. Entre estos trastornos no especificados,
se encuentra el trastorno por atracón (TA), catalogado como una nueva categoría que deberá ser
sometida a cuidadosas revisiones.1 Fassino S, Daga GA, Pieró A, Delsedime N. 2007

2. EPIDEMIOLOGÍA

Los TCA representan la tercera enfermedad crónica más común entre las jóvenes llegando a una
incidencia del 5%. Si bien es un trastorno cuya aparición es más común entre las mujeres, los varones
se ven afectados por estos es una proporción de 1:10. La incidencia fue mayor en mujeres entre los
15 y los 19 años de edad: ellas constituyen aproximadamente el 40% de los casos identificados tanto
en estudios de EEUU como de Europa. Todas estas fuentes establecen una ratio de prevalencia de
TCA de 1 a 9 en varones respecto a mujeres.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ubicado a los TCA entre las enfermedades mentales
de prioridad para los niños y adolescentes dados el riesgo para la salud que implican. El diagnóstico
más frecuente entre adolescentes es el Trastornos Alimentario No Especificado (TANE), seguido por
el de Anorexia Nervosa y, finalmente, el de Bulimia Nervosa.

Las pacientes más jóvenes con AN tienen la mejor tasa de recuperación (entre 50 y70%), mientras
que, en general, las tasas de recuperación del resto de los TCA apenas llegan al 50%. Grupo de trabajo
de la Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria (2009).

3. TEÓRIAS ETIOLÓGICAS
3.1. Factores biológicos:
 Los neurotransmisores que controlan el hambre, el apetito y la digestión se encuentran
desbalanceados.
 Predisposición genética: El riesgo de padecer un TCA se incrementa por encima de los valores de la
población general si hay el antecedente de un familiar con un TCA. Este factor combinado con otros
de tipo ambiental, como los entornos familiares y sociales, pueden aumentar la probabilidad de
padecer un TCA.
3.2. Factores psicológicos
 Baja autoestima: Es decir, hacer una valoración negativa e insatisfactoria de uno mismo/a
incrementa la probabilidad de padecer TCA. Las personas que no tienen una imagen real de su propio
cuerpo y que, además, las emociones y sentimientos que tienen hacia estos son negativos son más
vulnerables a la hora de padecer un TCA. Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida
 Críticas y burla relacionadas con el físico: Las personas, sobre todo niños/as y adolescentes, que han
recibido críticas y burlas relacionadas con su apariencia física y que debido a esto se han sentido
inseguras con su imagen pueden presentar mayor tendencia a desarrollar un TCA.
 Rasgos psicológicos: Ciertos rasgos de personalidad como una auto-exigencia muy elevada,
perfeccionismo obsesivo, necesidad de control y rigidez cognitiva están muy relacionados con la
aparición de un TCA.
 Dieta y/o conducta alimentaria atípica en la familia: Preocupación por el peso por parte de los
padres, obesidad (sobre todo en las madres) y hábitos alimentarios poco regulares durante la
infancia.
 Síntomas depresivos

 Trastornos afectivos.

3.3. Factores sociales

 Ambiente familiar desestructurado: Las familias en las que no existe una estructura estable y segura
tienen mayor riesgo de desarrollar un TCA en alguno de los miembros, sobre todo en aquellos que
de manera individual tienen más riesgo, como las chicas adolescentes. (el abandono, la falta de
supervisión.)

 Familias sobreprotectoras: Aquellas familias en las que la comunicación y la dinámica familiar es


excesivamente rígida, controladora y exigente pueden influir en el desarrollo de un TCA, sobre todo
en aquellos miembros con mayor vulnerabilidad individual, como las chicas adolescentes.

 Presión social respecto la imagen: En las últimas décadas, el valor social de la imagen también ha
ganado relevancia, por lo que no sólo tenemos un modelo de belleza perjudicial para la salud sino
que, además, la presión social recibida respecto a la importancia de parecerse a este modelo es
excesivamente elevada. Interiorización de un ideal de cuerpo delgado.
 Profesiones y/o actividades durante la infancia-adolescencia que valoran excesivamente la
delgadez y/o el peso: Son grupo de riesgo todas aquellas personas que ejercen profesiones
relacionadas con el mundo de la moda, espectáculo y/o televisión/cine, ya que la profesión a menudo
ejerce presión en cuanto a tener una determinada imagen.

 Existencia de páginas web que hacen apología de la anorexia y la bulimia: La presencia en Internet
de páginas que hacen apología la anorexia y la bulimia como "formas de vida "en lugar de como
enfermedades mentales. Son páginas dirigidas por una persona que sufre TCA y en las que diferentes
personas afectadas por la enfermedad se ponen en contacto con el objetivo de intercambiar trucos
para adelgazar, reforzar las conductas patológicas propias de la enfermedad.

4. TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN
4.1. Prevención
La prevención primaria tiene como objetivo limitar la incidencia de la enfermedad, en este caso los
TCA, mediante el control de las causas y la exposición a factores de riesgo o el aumento de la
resistencia de los individuos a los mismos. Sin lugar a dudas, el primer paso para establecer medidas
de prevención primaria es identificar las exposiciones pertinentes y evaluar su impacto sobre el riesgo
de enfermar en el individuo y en la población.
Las intervenciones de prevención primaria específicas para los TCA más frecuentes se incluyen en los
siguientes 5 tipos: psicoeducacionales, de educación en el criticismo hacia los medios de
comunicación (media literacy), técnicas de inducción y disonancia, e intervenciones focalizadas en
eliminar los factores de riesgo de los TCA y en fortalecer al huésped.

4.2. Tratamiento
El tratamiento de un trastorno de la alimentación depende del trastorno en particular y de tus
síntomas. Por lo general, comprende una combinación de terapia psicológica («psicoterapia»),
educación sobre alimentación, supervisión médica y, algunas veces, medicamentos. En estos casos
se debe abordar otros problemas de la salud provocados por este, que pueden ser graves o, incluso,
pueden poner en riesgo la vida si no se tratan por mucho tiempo.
Tener un enfoque organizado hacia el tratamiento de un trastorno de la alimentación puede ayudarte
a controlar los síntomas, volver a tener un peso saludable y mantener tu salud física y mental.

a. Terapia psicológica
La terapia psicológica es el componente más importante del tratamiento de los trastornos de la
alimentación. Consiste en ver a un psicólogo o a otro profesional de salud mental de forma regular.
La terapia puede durar desde unos meses a años. Puede ayudarte con lo siguiente:
 Normalizar tus patrones de alimentación y llegar a un peso saludable
 Reemplazar los hábitos poco saludables por hábitos saludables
 Aprender a controlar lo que comes y tus estados de ánimo
 Desarrollar la capacidad para resolver problemas
 Explorar formas saludables de afrontar situaciones estresantes
 Mejorar tus relaciones
 Mejorar el estado de ánimo

El tratamiento puede comprender una combinación de diferentes tipos de terapia, como las
siguientes:

 Terapia cognitivo-conductual
Este tipo de psicoterapia se centra en los comportamientos, los pensamientos y los sentimientos
relacionados con tu trastorno de la alimentación. Después de ayudarte a adquirir conductas
alimentarias saludables, te ayuda a reconocer y cambiar los pensamientos distorsionados que
provocan los comportamientos del trastorno de la alimentación.

•Terapia familiar
A lo largo de esta terapia, los miembros de tu familia aprenden a ayudarte a recuperar los patrones
de alimentación saludables y a lograr un peso saludable hasta que puedas hacerlo tú solo. Esta
terapia puede ser de especial utilidad para los padres que están aprendiendo a ayudar a su hijo
adolescente con un trastorno de la alimentación.
 Educación nutricional
Los dietistas matriculados y los demás profesionales involucrados en tu tratamiento pueden ayudarte
a comprender mejor tu trastorno de la alimentación y a elaborar un plan para adquirir y mantener
hábitos de alimentación saludables. Los objetivos de la educación nutricional pueden ser los
siguientes:
 Trabajar para que alcances un peso saludable
 Comprender cómo la alimentación afecta al cuerpo, incluso identificar las formas en que tu
trastorno de la alimentación provoca problemas nutricionales y físicos
 Practicar la planificación de comidas
 Establecer patrones de alimentación regulares: por lo general, tres comidas al día más refrigerios
frecuentes
 Tomar medidas para evitar dietas y atracones
 Corregir problemas de salud provocados por la desnutrición o la obesidad
 Medicamentos para tratar los trastornos de la alimentación
Los medicamentos se pueden aplicar desde que ha transcurrido un año o un año y medio desde que
la persona tiene el trastorno. Este suministro es importante, puesto que, el paciente puede presentar
problemas endocrinológicos y de tiroides.
Los antidepresivos son los medicamentos que se usan con mayor frecuencia para tratar los trastornos
de la alimentación que implican atracones y purgas, pero, según la situación, a veces, puede recetarse
otro tipo de medicamento.
Los antidepresivos pueden ser muy eficaces para casos de bulimia o de trastornos alimentarios
compulsivos. Asimismo, pueden reducir los síntomas de depresión o de ansiedad, que suelen
aparecer junto con los trastornos de la alimentación.
También es posible que tengas tomar medicamentos para tratar problemas físicos provocados por el
trastorno de la alimentación.

 Hospitalización para tratar trastornos de la alimentación


Tal vez sea necesario una hospitalización si tienes problemas graves de salud física o mental, o si
tienes anorexia y no puedes comer o subir de peso. Los problemas de salud física graves o mortales
que se presentan con la anorexia pueden ser una urgencia médica. Esto consiste en estabilizar los
síntomas agudos mediante el comienzo del proceso de normalización de la alimentación y del peso.

5. CLASIFICACIÓN y CRITERIOS DIAGNÓSTICOS


Según el DSM-V: Trastorno de la ingesta alimentaria
 PICA
Es un trastorno de la ingestión y de la conducta alimentaria, en el que existe un deseo irresistible de
comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales. El inicio de la pica puede darse en la infancia,
la adolescencia o la edad adulta, aunque lo que se comunica con más frecuencia es el inicio en la
infancia. La pica se puede producir en niños con desarrollo normal en otros aspectos, mientras que
en los adultos parece más probable que se produzca en el contexto de una discapacidad intelectual
o de otros trastornos mentales Durante el embarazo también se puede manifestar la ingestión de
sustancias no nutritivas y no alimentarias, y puede haber antojos específicos (p. ej., tiza o hielo).
1.1. Criterios diagnósticos
A. Ingestión persistente de sustancias no nutritivas y no alimentarias durante un período mínimo de un
mes.
B. La ingestión de sustancias no nutritivas y no alimentarias es inapropiada al grado de desarrollo del
individuo.
C. El comportamiento alimentario no forma parte de una práctica culturalmente aceptada o social-
mente normativa.
D. Si el comportamiento alimentario se produce en el contexto de otro trastorno mental (p. ej., dis-
capacidad intelectual [trastorno del desarrollo intelectual], trastorno del espectro autista, esqui-
zofrenia) o afección médica (incluido el embarazo), es suficientemente grave para justificar la
atención clínica adicional.

2. TRASTORNO DE RUMIACIÓN
El inicio del trastorno de rumiación puede producirse en la lactancia, en la infancia, en la adolescencia
o en la edad adulta. La edad de inicio en los bebés se suele producir entre los 3 y los 12 meses.
2.1. Criterios diagnósticos
A. Regurgitación repetida de alimentos durante un período mínimo de un mes. Los alimentos
regurgitados se pueden volver a masticar, a tragar o se escupen.
B. La regurgitación repetida no se puede atribuir a una afección gastrointestinal asociada u otra afección
médica (p. ej., reflujo gastroesofágico, estenosis pilórica).
C. El trastorno de la conducta alimentaria no se produce exclusivamente en el curso de la anorexia
nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno de atracones o el trastorno de evitación/restricción de la
ingesta de alimentos.
D. Si los síntomas se producen en el contexto de otro trastorno mental (p. ej., discapacidad intelectual
u otro trastorno del neurodesarrollo), son suficiente-mente graves para justificar atención clínica
adicional.

3. TRASTORNO DE EVITACIÓN/RESTRICCIÓN DE LA INGESTA DE ALIMENTOS

3.1. Criterios diagnósticos

A. Trastorno de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos (p. ej., falta de interés aparente
por comer o alimentarse; evitación a causa de las características organolépticas de los alimentos;
preocupación acerca de las consecuencias repulsivas de la acción de comer) que se pone de
manifiesto por el fracaso persistente para cumplir las adecuadas necesidades nutritivas y/o
energéticas asociadas a uno (o más) de los hechos siguientes:

a. Pérdida de peso significativa (o fracaso para alcanzar el aumento de peso esperado o crecimiento
escaso en los niños).

b. Deficiencia nutritiva significativa.

c. Dependencia de la alimentación enteral o de suplementos nutritivos por vía oral.

d. Interferencia importante en el funcionamiento psicosocial.

B. El trastorno no se explica mejor por la falta de alimentos disponibles o por una práctica asociada
culturalmente aceptada.
C. El trastorno de la conducta alimentaria no se produce exclusivamente en el curso de la anorexia
nerviosa o la bulimia nerviosa, y no hay pruebas de un trastorno en la forma en que uno mismo
experimenta el propio peso o constitución.

D. El trastorno de la conducta alimentaria no se puede atribuir a una afección médica concurrente o no


se explica mejor por otro trastorno mental. Cuando el trastorno de la conducta alimentaria se
produce en el contexto de otra afección o trastorno, la gravedad del trastorno de la conducta
alimentaria excede a la que suele asociarse a la afección o trastorno y justifica la atención clínica
adicional.

Trastorno de la conducta alimentaria


4. ANOREXIA NERVIOSA
4.1. Criterios diagnósticos
A. Restricción de la ingesta energética en relación con las necesidades, que conduce a un peso corporal
significativamente bajo con relación a la edad, el sexo, el curso del desarrollo y la salud física. Peso
significativamente bajo se define como un peso que es inferior al mínimo normal o, en niños y
adolescentes, inferior al mínimo esperado.
B. Miedo intenso a ganar peso o a engordar, o comportamiento persistente que interfiere en el
aumento de peso, incluso con un peso significativamente bajo.
C. Alteración en la forma en que uno mismo percibe su propio peso o constitución, influencia impropia
del peso o la constitución corporal en la autoevaluación, o falta persistente de reconocimiento de la
gravedad del bajo peso corporal actual.
- Especificar si:

Tipo restrictivo: Durante los últimos tres meses, el individuo no ha tenido episodios recurrentes de
atracones o purgas (es decir, vómito autoprovocado o utilización incorrecta de laxantes, diuréticos o
enemas). Este subtipo describe presentaciones en las que la pérdida de peso es debida sobre todo a
la dieta, el ayuno y/o el ejercicio excesivo.

Tipo con atracones/purgas: Durante los últimos tres meses, el individuo ha tenido episodios
recurrentes de atracones o purgas (es decir, vómito autoprovocado o utilización incorrecta de
laxantes, diuréticos o enemas).

- Especificar la gravedad actual:

La gravedad mínima se basa, en los adultos, en el índice de masa corporal (IMC) actual, en niños y
adolescentes, en el percentil del IMC. Los límites siguientes derivan de las categorías de la
Organización Mundial de la Salud para la delgadez en adultos; para niños y adolescentes. La gravedad
puede aumentar para reflejar los síntomas clínicos, el grado de discapacidad funcional y la necesidad
de supervisión.
 Leve: IMC 17 kg/m2
 Moderado: IMC 16-16,99 kg/m2
 Grave: IMC 15-15,99 kg/m2
 Extremo: IMC < 15 kg/m2
5. BULIMIA NERVIOSA
5.1. Criterios diagnósticos 307.51 (F50.2)
A. Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por los dos hechos
siguientes:
1. Ingestión, en un período determinado (p. ej., dentro de un período cualquiera de dos horas), de una
cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en
un período similar en circunstancias parecidas.
2. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de que no
se puede dejar de comer o controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se ingiere).
B. Comportamientos compensatorios inapropiados recurrentes para evitar el aumento de peso, como
el vómito auto provocado, el uso incorrecto de laxantes, diuréticos u otros medicamentos, el ayuno
o el ejercicio excesivo.
C. Los atracones y los comportamientos compensatorios inapropiados se producen, de promedio, al
menos una vez a la semana durante tres meses.
D. La autoevaluación se ve indebidamente influida por la constitución y el peso corporal.
E. La alteración no se produce exclusivamente durante los episodios de anorexia nerviosa.
- Especificar la gravedad actual:

La gravedad mínima se basa en la frecuencia de comportamientos compensatorios inapropiados. La


gravedad puede aumentar para reflejar otros síntomas y el grado de discapacidad funcional.

 Leve: Un promedio de 1-3 episodios de comportamientos compensatorios inapropiados a la


semana.
 Moderado: Un promedio de 4-7 episodios de comportamientos compensatorios inapropiados a
la semana.
 Grave: Un promedio de 8-13 episodios de comportamientos compensatorios inapropiados a la
semana.
 Extremo: Un promedio de 14 episodios o más de comportamientos.

6. TRASTORNO DE ATRACONES
6.1. Criterios diagnósticos
A. Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por los dos hechos
siguientes:
1. Ingestión, en un período determinado (p. ej., dentro de un período cualquiera de dos horas), de
una cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingeriría
en un período similar en circunstancias parecidas.
2. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de que
no se puede dejar de comer o no se puede controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se
ingiere).
B. Los episodios de atracones se asocian a tres (o más) de los hechos siguientes:
1. Comer mucho más rápidamente de lo normal.
2. Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
3. Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre físicamente.
4. Comer solo debido a la vergüenza que se siente por la cantidad que se ingiere.
5. Sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado.
C. Malestar intenso respecto a los atracones.
D. Los atracones se producen, de promedio, al menos una vez a la semana durante tres meses.
E. El atracón no se asocia a la presencia recurrente de un comportamiento compensatorio inapropiado
como en la bulimia nerviosa y no se produce exclusivamente en el curso de la bulimia nerviosa o la
anorexia nerviosa.
- Especificar si:

En remisión parcial: Después de haberse cumplido con anterioridad todos los criterios para el
trastorno de atracones, los atracones se producen con una frecuencia media inferior a un episodio
semanal durante un período continuado.

En remisión total: Después de haberse cumplido con anterioridad todos los criterios para el tras-
torno de atracones, no se ha cumplido ninguno de los criterios durante un período continuado.

- Especificar la gravedad actual:

La gravedad mínima se basa en la frecuencia de los episodios de atracones.

La gravedad puede aumentar para reflejar otros síntomas y el grado de discapacidad funcional.

 Leve: 1-3 atracones a la semana.


 Moderado: 4-7 atracones a la semana.
 Grave: 8-13 atracones a la semana.
 Extremo: 14 o más atracones a la semana.
7. OTRO TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA O DE LA INGESTA DE ALIMENTOS
ESPECIFICADO 307.59 (F50.8)
8. TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA O DE LA INGESTA DE ALIMENTOS NO ESPECIFICADO
307.50 (F50.9)
9. ORTOREXIA
Es un espectro sindrómico poco definido e insuficientemente estudiado que consiste en la
preocupación extrema por los alimentos pretendidamente saludables y exentos de contaminantes.
Esta entidad puede relacionarse con las preocupaciones obsesivas por la salud, con los temores
hipocondríacos a las enfermedades y, en cierto modo, con actitudes culturales ligadas a la dieta y
alimentos. Es cierto que pueden presentar anomalías restrictivas de la dieta y pérdidas ponderales,
pero no se pueden considerar casos atípicos o incompletos de la anorexia nerviosa.
10. VIGOREXIA

Esta entidad se caracteriza por la preocupación excesiva por buscar la perfección corporal a través
de ejercicios específicos, los que supone una gran insatisfacción ante la propia imagen corporal, la
práctica de ejercicio exagerado, las dietas especiales ricas en proteínas y los alimentos especiales,
hasta el grado de generar dependencia, así como el consumo de sustancias dopantes, que pueden
perjudicar la salud. Se trata de una entidad por el momento poco definida y emparentada con la
obsesividad, el perfeccionismo y la dismorfofobia.

6. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
 PICA
Anorexia nerviosa. Por lo general, la pica se puede distinguir de otros trastornos de la conducta
alimentaria y de la ingesta de alimentos por el consumo de sustancias no nutritivas y no alimentarias.
Es importante advertir, sin embargo, que algunas presentaciones de la anorexia nerviosa cursan con
la ingestión de sustancias no nutritivas y no alimentarias como, por ejemplo, pañuelos de papel como
forma de intentar controlar el apetito
 RUMIACIÓN

Afecciones gastrointestinales. Es importante diferenciar el trastorno de rumiación de otras


afecciones caracterizadas por reflujo gastroesofágico o vómitos. Se deberían descartar afecciones
como la gastroparesia, la estenosis pilórica, la hernia de hiato y el síndrome de Sandifer en los bebés
mediante una adecuada exploración física y pruebas de laboratorio.

 T. DE EVITACIÓN

Anorexia nerviosa. La restricción en la ingesta energética en relación con las necesidades, que
conduce a un peso corporal significativamente bajo, es una característica principal de la anorexia
nerviosa. Sin embargo, los individuos con anorexia nerviosa también tienen miedo a ganar peso o a
engordar, así como alteraciones en relación a la vivencia y a la percepción de la constitución y el peso
propios. Estas características no están presentes en el trastorno de evitación/restricción de la ingesta
de alimentos y no se debería diagnosticar ambos trastornos al mismo tiempo.

 ANOREXIA
Trastorno de ansiedad social (fobia social), trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno dismórfico
corporal. Algunas de las características de la anorexia nerviosa se solapan con los criterios de la fobia
social, el TOC y el trastorno dismórfico corporal. En particular, los individuos pueden sentirse
humillados o avergonzados si les ven comiendo en público, como en la fobia social; pueden mostrar
obsesiones y compulsiones relacionadas con los alimentos, como en el TOC; o pueden preocuparse
por un defecto imaginario en su apariencia corporal, como en el trastorno dismórfico corporal.
Análogamente, se debería considerar un diagnóstico adicional de TOC solamente si el individuo
presenta obsesiones y compulsiones que no están relacionadas con los alimentos (p. ej., un miedo
excesivo a la contaminación), y se debería considerar el diagnóstico adicional de tras-torno
dismórfico corporal solamente si la distorsión no está relacionada con el tamaño y la constitución
corporal (p. ej., la preocupación de que la propia nariz es demasiado grande).

 BULIMIA
Trastorno depresivo mayor, con características atípicas. Es frecuente la sobrealimentación en el
trastorno depresivo mayor con características atípicas, pero las personas con este trastorno no
tienen comportamientos compensatorios inapropiados y no muestran la preocupación excesiva por
el peso o la constitución corporal que es característica de la bulimia nerviosa.
 ATRACONES
Bulimia nerviosa. El trastorno de atracones comparte con la bulimia nerviosa los atracones
recurrentes, pero difiere de ella en otros aspectos fundamentales. En lo que se refiere a la
presentación clínica, el comportamiento compensatorio recurrente inapropiado (p. ej., purgas,
ejercicios dirigidos) que se observa en la bulimia nerviosa está ausente en el trastorno de atracones.

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