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Sergio Rodríguez Lascano (en 1968, miembro del

Comité de Lucha de la Escuela Nacional Preparatoria 9)

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68 no es sólo el 2 de octubre y la dolorosa Plaza de las Tres Culturas.
68 no es sólo aquel Tlatelolco, aquel edificio Chihuahua contemplando,
olímpicamente atónito y apenado, la matanza de niños, hombres, mujeres
y ancianos, desarmados e inermes ante las tanquetas, los fusiles, las
ametralladoras, la estupidez hecha gobierno.
68 no es sólo la plaza resumiendo y rezumando la sangre de tres culturas bajo
la muerte decretada por un sistema político que hoy se mantiene y se reproduce
sobre matanzas semejantes.
(COMUNICADO DEL EZLN, LEÍDO EN LA PLAZA DE TLATELOLCO EL 2 DE OCTUBRE DE 1998)

Veamos algunos elementos.


En el terreno económico, el sexenio de Gustavo
Díaz Ordaz (1964-1970) fue la continuación de lo que
se había venido viviendo desde el sexenio alemanista.
El patrón de acumulación estaba basado en un esque-
ma más o menos evidente, que pretendía combinar el
fortalecimiento de un sector industrial de exportación
con el desarrollo de un mercado interno, en especial,
I. Las huellas previas a la explosión destinado a la llamada tercera demanda, es decir: los
consumidores de la producción de bienes de consumo
En el mes de junio de 1968, casi nadie podía imagi- duradero; y con el surgimiento de un incipiente capi-
narse que, un mes después, estallaría el movimiento tal financiero autóctono. No hay que olvidar que en
social más poderoso desde la revolución de 1910-17. ese período, a diferencia de lo que había pasado entre
Se vivían los años dorados del desarrollismo. La es- 1934-46, el petróleo no jugaba el papel del principal
trella mexicana brillaba con tal dimensión que había impulso del desarrollo, cosa que volvería a suceder en
logrado que México fuera el primer país del “tercer los últimos años del echeverrismo y más claramente
mundo” en organizar unos juegos olímpicos y, dos en los sexenios posteriores y hasta la fecha. La lla-
años después, el campeonato mundial de fútbol. “Los mada “mexicanización” alemanista, terminó con la
ojos del mundo están puestos en México”, rezaba política de sustitución de importaciones de bienes
la propaganda gubernamental. El milagro mexicano salario, para pasar a una nueva fase de sustitución de
anunciaba la posibilidad de la promoción social. importaciones: de los bienes de consumo duradero.
Y, sin embargo, algo se estaba fraguando en lo Por eso, México dejó de ser una simple armadora de
más profundo de la sociedad. Desde luego, solamente automóviles para pasar a ser productora de por lo me-
alguien muy tonto puede pensar que los actores fun- nos el 50 por ciento.
damentales de un movimiento como el del 68 tuvieran Las tasas de crecimiento del Producto Interno
muy claro, desde el inicio, los alcances, repercusiones Bruto reflejaban ese proceso: de 1960 a 1965, el cre-
y finalidades de esa acción. El 68 mexicano, como cimiento fue de 7.1 por ciento y, de 1965 a 1970, fue
el de todo el mundo y como todos los movimientos, de 6.9. Tomando en cuenta la misma periodización,
se fue construyendo, organizando y desarrollando el crecimiento industrial fue de 8.7 y 8.1 respecti-
conforme se fue expresando. La ventaja que tene- vamente. Desde luego, atrás de ese crecimiento se
mos ahora, al dotarnos de una perspectiva histórica, expresaba la gran tragedia de la clase obrera mexica-
es observar que existían una serie de aspectos funda- na: su total ausencia de independencia política con
mentales que permitieron esa gran explosión social. respecto al Estado.

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El grado de sometimiento e integración de las STERM de Rafael Galván, la CROC, La Federación
grandes centrales sindicales mexicanas al dominio Nacional Cañera, la Federación Revolucionaria de
estatal permitió asentar el proceso de acumulación en Obreros Textiles y otros sindicatos menores para con-
el deterioro del salario real de los trabajadores. Por formar la Confederación Nacional de Trabajadores de
eso, no deja de ser revelador (en el caso del DF) que, México, que buscaba plantearse como alternativa a la
de 1939 a 1951, el salario promedio de los obreros CTM y al capital (aunque manteniéndose al interior
industriales perdiera su capacidad de compra en un 50 del PRI), fue frustrada por medio de la conformación
por ciento, y que fuera precisamente en 1968 cuando del Bloque de Unidad Obrera (CTM, CROM, CGT),
se llegó al nivel que se tenía en 1939. Es decir, esta- es decir, las viejas centrales y el viejo movimiento
mos hablando de una curva salarial de 29 años. obrero. Todo esto culminaría con una iniciativa guber-
De la misma manera que la caída de 1939 a 1951 namental de reorganizar a todo su sector obrero, por
permitió a la burguesía superar los resabios de la medio de la puesta en pie del Congreso del Trabajo.
crisis de 1929-32, la recuperación salarial de 1951- Desde luego, atrás se comenzaba a vislumbrar un
1968 (insistimos: volviendo al nivel salarial de los conflicto que estallaría muchas décadas después. Un
años treinta) permitió la estabilización del patrón de sector priísta, directamente vinculado a la ideología
acumulación. Si bien el proceso de concentración del de la Revolución Mexicana, comenzaba a ver horro-
ingreso no dejó de agudizarse, al mismo tiempo, se rizado cómo se sentaban las bases para torpedear el
consolidó un sector de capas medias con capacidad contrato social emanado de la revolución de 1910-17
de consumo, e incluso un sector de trabajadores con y perfeccionado durante la era cardenista. Ese sector
niveles salariales significativos que fueron incorpora- tenía fuertes raíces en el seno de la clase obrera, en
dos a la famosa tercera demanda. especial entre los grandes sindicatos industriales, y a
En 1968, el 40 por ciento de la población tenía el su interior se reflejaban un cúmulo de contradicciones.
11.17 por ciento del ingreso total; mientras que el 20 Por un lado, al quedarse en los marcos de la política del
por ciento tenía el 56.55. Dejando a un sector medio Estado mexicano y de su partido, avalaba el proceso de
del 40 por ciento con el 32.28 por ciento. Esto estu- modificación productiva. Por el otro, al mismo tiem-
vo acompañado de los incrementos más significativos po, se oponía a la desnacionalización o, para ser más
de la productividad en la industria mexicana. Según precisos, a la trasnacionalización de la producción, sin
Miguel Ángel Rivera: “El fenómeno de la estabiliza- darse cuenta que ese proceso era imparable en tanto
ción de la concentración del ingreso tiene que ver, en lo representaba la lógica misma del capitalismo. Esa con-
fundamental, con las condiciones de la acumulación de tradicción estallaría muchos años después con el movi-
capital en la nueva fase, por las siguientes razones: la miento de la Tendencia Democrática de los electricis-
difusión de los sistemas técnico-productivos de la gran tas y con la escisión cardenista del PRI, en 1988.
industria, desde los años sesenta, permitió un notable Con la conformación del Congreso del Trabajo
incremento de la productividad del trabajo, ya que ha- se cierra la posibilidad de que se exprese un movi-
cia finales de la década del sesenta cada trabajador en miento obrero con una dinámica independiente. Esto
la industria generaba, en promedio, el equivalente a 32 tendrá repercusiones fundamentales en nuestro país.
mil pesos (deducida la inflación) contra sólo 16 mil en La mejor ejemplificación que podemos hacer es la
1948-50. Ésta fue la base para la recuperación de los siguiente: a diferencia del resto de América Latina,
salarios reales, recuperación que era imperiosa, pues en México, nunca se ha estallado una huelga general.
la jornada de trabajo se volvió más ‘intensiva’ (desgas- Con esto queremos decir que el peso social y político
tante) y las exigencias de calificación, adiestramiento de la clase obrera ha sido minúsculo, en proporción
y educación aumentaron considerablemente. El efecto inversa a lo que ha sido el peso de su burocracia sindi-
de mercado de este fenómeno ha sido muy importante cal en los asuntos del Estado, hasta Carlos Salinas de
para explicar el aumento del consumo obrero”. Gortari. De esa manera, los sindicatos se convirtieron
En el terreno social, la dinámica que habían ini- en agencias del poder estatal. Es decir, se corporativi-
ciado sindicatos claves del país como el SME, el zó al movimiento obrero.

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Es verdad que en los sesenta se dieron luchas social, es que se va a expresar el movimiento del 68.
claves: la de los maestros a principios de los 60, que Las señas de identidad que el movimiento generó se
hizo temblar la estructura charra del SNTE, y la de encuadraban en la lucha contra el carácter dictatorial
los médicos en 1966. Sin embargo, siempre fueron lu- de la dominación priísta. Fue la mejor demostración
chas aisladas que no contaron con un apoyo sindical y de que puede existir un movimiento ciudadano con
popular más grande. El mismo Estado había cerrado claridad sobre su objetivo (acabar con la antidemocra-
las válvulas de escape de la presión social. Por eso, cia realmente existente) y con una clara convicción de
comenzaron a surgir grupos armados en México que no dejarse manipular o transar. De alguna manera ese
querían repetir la experiencia de las guerrillas latinoa- movimiento estaba sustituyendo esas dos ausencias.
mericanas. Al moverse entre esas dos coordenadas, se sig-
El pionero fue Genaro Vázquez Rojas quien, nificó, en cambio, como el movimiento que creó las
desde la Costa Grande de Guerrero, le había dado condiciones para plantear un nuevo terreno de lucha.
una continuidad a la lucha campesina por medio de El movimiento del 68 permitió la existencia de la lu-
la guerrilla. Poco tiempo después, Lucio Cabañas, cha del STERM y luego de la Tendencia Democrática
profesor rural, hizo lo mismo. El 23 de septiembre del SUTERM y del FNAP. Y, al mismo tiempo, es
de 1967, en el estado de Chihuahua, un grupo de jó- el antecedente directo de ese gran movimiento social
venes, profesores la mayoría de ellos, se lanzan a la antipriísta que recorre nuestro país y que puede lograr
toma del Cuartel militar de Ciudad Madera, tratando derrotar y enterrar el viejo sistema de dominación
de establecer una semejanza con la hazaña de Fidel dictatorial.
Castro, en Cuba. En la Ciudad de México, un grupo En última instancia, el gran movimiento estu-
guerrillero del cual formaba parte Rico Galán es de- diantil de 1968 fue un revelador de la crisis que se
tenido, lo mismo que Adolfo Gilly y sus compañeros venía incubando en la sociedad mexicana y, al mismo
del Partido Obrero Revolucionario. Antes de que esta- tiempo, fue un prefigurador de las luchas del futuro.
llara el movimiento, en Lecumberri ya estaban varios Fue la culminación de un proceso acumulativo de
compañeros que habían sido detenidos por privilegiar experiencias sociales, en ese sentido, una ruptura y,
la lucha armada, en ruptura total con la política nego- al mismo tiempo, el inicio de un nuevo proceso de
ciadora del Partido Comunista Mexicano. acumulación de experiencias que culminará con otra
La izquierda mexicana se hallaba sumida en una gran ruptura.
gran crisis. José Revueltas se había encargado de ha-
cer la tesis más lapidaria contra el Partido Comunista II. La dinámica del movimiento
Mexicano, al plantear su inexistencia histórica. Un
partido que había tenido como constante una serie de 68 es también, y sobre todo, la Marcha del Silencio, el
zig zags, pasando de posiciones ultraizquierdistas a Poli, la UNAM y cientos de estudiantes de instituciones
reformistas con el único fin de conservar su aparto de educación superior viendo para abajo, el Topilejo
burocrático, actuaba como cualquier PC en el poder, de la autonomía popular, las asambleas, las pintas en
los muros, las brigadas, los mítines relámpago, la calle
con el único problema de que no tenía el poder.
subvertida y vistiendo la dignidad con ropajes nuevos.
La extrema izquierda mexicana era totalmente
La calle como territorio de la otra política, la de abajo,
grupuscular y sectaria. Perdida en debates estériles
la nueva, la luchadora, la rebelde. La calle hablando,
sobre el sexo de los ángeles era incapaz de construir discutiendo, haciendo a un lado automóviles y semáforos,
grupos con cierta solidez política, programática y or- pidiendo, reclamando, exigiendo un lugar en la historia.
ganizativa. En la práctica, se convirtieron en grupos 68 es una ventana para ver y aprender de la abierta
de presión del PCM, de alguna manera, en su mala confrontación entre varias formas de hacer política, entre
conciencia. distintas maneras de ser humanos.
En ese contexto: ausencia de un movimiento obre- (COMUNICADO DEL EZLN, LEÍDO EN LA PLAZA DE TLATELOLCO EL
ro independiente y poderoso y ausencia de una orga- 2 DE OCTUBRE DE 1998)
nización de izquierda con cierto nivel de credibilidad

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la cual nunca más se repondrían.
Eso generó un espacio que fue
ocupado paulatinamente por los
pequeños grupos de izquierda de
orientación maoísta, guevarista o
trotskista.
Sin embargo, sería una exage-
ración decir que estos grupos fue-
ron claves para el surgimiento o la
orientación del movimiento, pero
también es un error vaciar de in-
fluencia a la actuación de esas or-
ganizaciones. Simplemente había
que ver las banderas, las consignas
y los santones del movimiento.
Ahí convivía sanamente Ho Chi-
Minh con Zapata, Mao con Rubén
Una vez que el movimiento estudiantil popular Jaramillo, Trotsky con Francisco Villa, etcétera.
estalló, una serie de obsesiones cobraron fuerza y rea- Pero lo que marcó la dinámica del movimien-
lidad. El sistema político mexicano, el llamado régi- to fue esa especie de conciencia colectiva que decía
men de la Revolución Mexicana, había acabado en NO a la forma tradicional en que se entendía y se
una mascarada corrupta y plena de simulaciones. aplicaba la política en nuestro país. Esa voluntad en
Los viejos devaneos nacionalistas habían sido contra de negociar en lo oscurito (que en México
sustituidos por gestos grandilocuentes, que en espe- ha sido una de las tradiciones más nefastas con las
cial a la juventud estudiantil le parecían extraños y que el poder ha mediatizado a los movimientos); en
abominables. contra de depender financieramente de algún ala del
La forma de organización del Estado mexicano poder o de la burguesía. Esa decisión de auto-diri-
con relación a la sociedad buscaba ahogar cualquier girse y auto-organizarse. Esa decisión de discutir
posibilidad de autonomía. El régimen se había es- todo en asambleas y convertir a los miembros del
tructurado organizando a la sociedad en función del Consejo Nacional de Huelga (CNH) en delegados
partido en el poder. De esta manera, el Partido Re- de esas asambleas, lo que permitió hacer realidad
volucionario Institucional tenía un brazo organizado una de las consignas fundamentales del movimien-
de los trabajadores mexicanos: el ingreso a cualquier to: “Todos somos el CNH”. Esa voluntad de salir a
empleo era acompañado de una hoja de afiliación al la calle, subirse a los transportes, ir a los mercados,
PRI. Tenía también su brazo campesino, su brazo en ir a los talleres, recorrer toda la ciudad a pie para
las capas medias. Aparentemente nadie escapaba a su explicar, oír, tomar contacto.
control. Fue precisamente esa estructura de brigadas calle-
En el medio estudiantil, en especial en el univer- jeras el sello indeleble del movimiento: la calle como
sitario, otro clima se respiraba. En la práctica, estos seña de identidad; la calle como ventana a donde aso-
centros educativos se habían convertido en el último marse y desde donde ser visto; la calle como punto
refugio de las organizaciones de izquierda, incluido el del espacio desde donde era posible conspirar contra
Partido Comunista Mexicano que no era otra cosa que el poder; la calle como el espacio de una sociedad
el más grande de todos los grupúsculos de izquierda. de abajo que había venido construyendo de manera
Las viejas organizaciones estudiantiles vincula- soterrada sus luchas y sus enojos y frustraciones, pero
das al PRI o a los grupos de extrema derecha, con que ahora, con el movimiento, encontraban un puente
orientación fascista, vivían una fase de decadencia de desde donde mirar a todo el país.

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La idea de que sólo la movilización paga se con- intolerancia, la represión y la explotación más brutales; y
virtió en religión. Las tres grandes movilizaciones al el que se quería y quiere construir sobre la democracia, la
zócalo de la Ciudad de México, centro del poder políti- inclusión, la libertad y la justicia.
co y del autoritarismo, significaron auténticos desafíos. (COMUNICADO DEL EZLN, LEÍDO EN LA PLAZA DE TLATELOLCO EL
Hacía muchos años, décadas, que no había manifesta- 2 DE OCTUBRE DE 1998)
ciones contra el gobierno, y mucho menos en el zócalo
y atravesando la Avenida Reforma, donde se concen- El viejo régimen político mexicano, edificado en lo
traba lo fundamental del poder económico del país. esencial bajo el mandato de Lázaro Cárdenas, había
Más allá de los deseos incumplidos de los inter- logrado construir un consenso social que le asegura-
pretadores del 68, aunque nunca participaron en sus ba su dominio. Los cuatro pilares de esa dominación
acciones, la realidad es que el gobierno priísta nun- eran los siguientes:
ca abrió un verdadero espacio de negociación. La
frustración de estos individuos que buscan limar las a) La dominación política, en función de la integración
aristas filosas del movimiento es que piensan que el de los trabajadores del campo y la ciudad al parti-
movimiento nunca abrió las vías de la negociación. do en el poder. De esta manera, los sindicatos y las
La realidad es que las preguntas que se formulan son organizaciones campesinas se convirtieron de facto
estúpidas por estar fuera del tiempo y el espacio de lo en brazos del poder, por medio del establecimiento
que era México. No se trata de averiguar qué hubiera de burocracias que jugaban un doble papel: organi-
pasado si el gobierno hubiera abierto vías de nego- zación del consenso e instrumento para desatar la
ciación o si el movimiento hubiera tenido como su represión cuando había el riesgo de desbordamien-
objetivo central esto. to social. De alguna manera, las organizaciones de
El asunto a responder es otro: ¿Por qué el gobierno los trabajadores se fueron convirtiendo en agencias
estaba imposibilitado de abrir esos canales y por qué el gubernamentales encargadas de negociar con el po-
movimiento no se obsesionó sobre ese punto? No dudo der las condiciones de la explotación y el despojo.
que entre algunos de sus líderes muy probablemente sí Logrando, al mismo tiempo, parcelas de poder, ya
había esa obsesión, pero sostengo que eso nunca formó sea en el poder legislativo y eventualmente en el
parte de las discusiones de las grandes asambleas de poder ejecutivo, que las fortalecía como burocracias
las escuelas. En cambio, la obsesión era ver si alguien con capacidad de presión al interior de la casta go-
se vendía, o alguien transaba, o quién proponía medi- bernante. Pero, sin embargo, las iba convirtiendo en
das para bajar el perfil del movimiento, o bien cómo un cuerpo extraño a los trabajadores del campo y la
establecer los vínculos con otros sectores sociales. Por ciudad, y profundamente improductivo y, más aún,
eso, la alianza con el pueblo de Topilejo cobró tanto oneroso para el proceso de acumulación de capital.
significado; ahí luchaban por lo mismo, querían la Desde el poder se decidió intercambiar productivi-
construcción de un movimiento autónomo. dad por control, desde luego, ese intercambio tenía
Lo siento, pero se trató de un movimiento radical, un límite en el tiempo y en el espacio.
extremadamente radical, que cuestionó las bases fun- b) La dominación jurídica, que le dio sustento a la
dacionales del régimen político mexicano, no tanto mistificación del Estado como árbitro entre las cla-
en función de sus demandas, sino de su dinámica, su ses, que se ubicaba por arriba de la sociedad y que
carácter independiente y su forma de organización, de incluso tendía a beneficiar al más desprotegido.
su autonomía. Eso permitió que, en innumerables luchas, fueran
los mismos trabajadores los que solicitaran la in-
III. El carácter independiente frente al Estado tervención del Estado en sus conflictos.
c) La dominación ideológica, basada en la idea de
El movimiento de 1968 marcó la historia de este país que el poder político existente era el resultado de
de manera definitiva. Entonces se enfrentaron dos una profunda revolución social, cuyas principa-
países: el construido sobre la base del autoritarismo, la les demandas habían quedado plasmadas en la

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Constitución política. Se trataba de un Estado revo- a los sectores sociales y centralizó la capacidad de
lucionario siempre listo a apoyar las causas popula- decisión en el poder, más cuando todos esos sindi-
res de cualquier otro país. catos y organizaciones campesinas estaban afilia-
d) La dominación social, basada en un diseño de ato- das al PRI.
mización y pulverización de las diversas clases
sociales, en especial los trabajadores y los cam- Este era el “Ogro Filantrópico”, un poder político au-
pesinos. La existencia de miles de sindicatos, de toritario y profundamente antidemocrático y al mismo
varias centrales sindicales, la inexistencia de con- tiempo paternalista, del que hablaba Octavio Paz (“No
tratos-ley para sectores industriales completos, la hay que olvidar que el PRI no es un partido que ha
existencia de varias centrales campesinas, dispersó conquistado el poder: es el brazo político del poder”).

1. Esta forma de dominación fue funcional en cierta


fase del proceso de acumulación de capital. Fue
indispensable para realizar una tarea clave en la
lógica del capital, tal y como lo señaló Rodolfo
Stavenhagen: “el grupo hegemónico no era homo-
géneo, no conformaba una clase social bien defi-
nida y carecía de una base económica seria (…)
la burguesía no creó al Estado Nacional, sino más
bien el Estado creó a la burguesía”.
2. Desde luego, este proceso no fue ni lineal ni bucó-
lico; siempre estuvo rodeado de la rebeldía de los
subalternos. El dichoso consenso fue afectado de
manera global varias veces y nunca fue total; eso
no existe en la realidad.

La expresión más clara de la ruptura del consenso


fue el movimiento de 1968. Al no sólo reivindicar su
autonomía e independencia con respecto al Estado,
sino al ejercerla de manera total, rompía con la forma
tradicional de entender y hacer la política.
Incluso, ante el hecho de que el movimiento ha-
bía permitido una fractura entre la élite política de
dominación, el movimiento no cabalgó sobre esas
divisiones, más bien las ignoró.
Todo esto tenía un referente organizativo. La
conformación del Consejo Nacional de Huelga no
sólo rompió a las viejas organizaciones corporativas
de los estudiantes, sino que generó una forma demo-
crática total y absolutamente novedosa para México.
Los delegados por escuela eran revocados por las
asambleas al momento que ellas pensaran que no
estaban planteando correctamente sus posiciones.
Al mismo tiempo, existía una estructura intermedia
que se llamaba Comité General de Brigadas que lo-
gró que decenas de miles de estudiantes salieran a

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la calle y entraran en contacto con los otros secto- mexicano decidió mandar a miles de soldados, sol-
res sociales. Y, luego, cada escuela tenía un comité dados disfrazados de policías, policías disfraza-
de lucha que organizaba las actividades escuela por dos de paramilitares, a masacrar a los estudiantes
escuela. y al pueblo que cada vez estaba más presente en
Así, el movimiento generó una estructura organi- sus acciones. Cientos de muertos, miles de heridos,
zativa muy grande. En las asambleas del CNH había centenares de detenidos. México se preparaba para
siempre más o menos unos 400 delegados, esto hacía la inauguración de los juegos olímpicos y desde el
muy tortuosa la toma de decisiones, pero profunda- poder decidieron que, para que éstos se llevaran a
mente democrática. cabo como ellos habían soñado, era indispensable
El gobierno, acostumbrado a tratar con líderes realizar la masacre.
que rápidamente se ponían a modo, no tuvo la me- El gobierno “revolucionario” se quitaba la más-
nor idea de cómo negociar con decenas de miles de cara y utilizaba las fuerzas represivas con una violen-
estudiantes, a pesar de que cada día, mientras duró el cia nunca antes vista.
movimiento (del 26 de julio al 10 de diciembre), iban No se enfrentaba, como en otros momentos de la
cayendo estudiantes a la cárcel. historia, a levantamientos armados dentro de la mis-
Entonces, es imposible entender el movimiento ma familia “revolucionaria”; tampoco a un intento de
como algo simplemente cultural. Se trató, antes que golpe de Estado; o a un movimiento como el de los
nada, de un movimiento social que rápidamente actuó cristeros, apoyado por los sectores más reaccionarios
como un movimiento político de ruptura con la anti- de la jerarquía eclesiástica. Enfrente tenía a los estu-
democracia realmente existente. diantes, los que supuestamente deberían estar agra-
decidos, en tanto se beneficiaban de los logros del
IV. El movimiento de 1968: el gran anunciador desarrollismo económico.
de lo que seguiría A partir de ese momento, la suerte del régimen
político mexicano, del corporativismo social, de la
El México de los que aprendieron que la esperanza se ideología de la Revolución Mexicana, del Estado vis-
construye también con dolores y caídas. to como un árbitro entre las clases, de una intelectua-
El México de los que dijeron NO a la falsa comodidad lidad fiel sirviente del príncipe, todo eso y más, entró
de la rendición, de los que con el pelo corto, largo o sin en crisis.
cabellos hicieron crecer su dignidad, de las que acunaron
De ahí siguió la insurgencia obrera de 1970-77,
la memoria sin importar si la falda cubría o no las rodillas.
que llevó al estallido de una serie de huelgas duras,
El México de los que vivieron y murieron 68 y empezaron
en las que, por primera vez, la izquierda organizada
a parir otro mañana, otro país, otra memoria, otra
política, otro ser humano.
jugó un papel clave. Esa insurgencia obrera reivindi-
El México de los que no construyen escaleras, de los que caba, como seña de identidad, la independencia y la
ven a los lados y encuentran al otro para hacerse y hacerlo democracia sindical.
“camarada”, “compañera”, “compañero”, “hermano”, Igualmente, después de la masacre, muchos es-
“hermana”, “pareja”, “compita”, “valedor”, “amigo”, tudiantes sacaron la conclusión de que la vía pacífica
“amiga”, “manito”, “manita”, “colega” o como quiera era inútil y fueron la base del surgimiento de un sin-
que se le llame a ese largo y accidentado camino colectivo número de organizaciones armadas.
que es la lucha por todo para todos. En 1970, surgen los primeros grupos de mujeres,
El México de los de abajo. El México que vivirá. fundamentalmente universitarias, que se organizan en
El México de 1968. función de sus derechos y luchan en contra del poder
(COMUNICADO DEL EZLN, LEÍDO EN LA PLAZA DE TLATELOLCO EL patriarcal.
2 DE OCTUBRE DE 1998) Los grupos de izquierda, herederos legítimos de
1968, se ven envueltos en una serie de movimientos
La gran huelga de los estudiantes mexicanos se que les permiten rápidamente un crecimiento signifi-
definió en la masacre del 2 de octubre. El Estado cativo, en especial el Partido Comunista Mexicano y

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el Partido Revolucionario de los Trabajadores, sec- El México de los que siguieron, y siguen, exigiendo,
ción mexicana de la IV Internacional. luchando, organizando, resistiendo.
Pero la herencia fundamental del movimiento no El México de los que no vieron pasar los años con
se encuentra en todos esos factores que, siendo muy amargura, los que se levantaron, volvieron a caer.
importantes, no rescatan la esencia de 1968. Los que volvieron, vuelven siempre, a levantarse.
La independencia política del movimiento y su El México de los que no limitaron la rebeldía y la
necedad democrática le plantean un nuevo reto a los exigencia de justicia a meros asuntos de calendario, a
movimientos que surgen desde entonces. Sería una enfermedades pasajeras que la edad cura.
equivocación decir que con el 68 mexicano quedó El México de los que no definieron “rebeldía” sólo como
una noción que no iba más allá del largo del pelo de los
sellada la forma que tomarían los siguientes movi-
hombres e inversamente proporcional
mientos sociales. Esto sigue siendo una asignatura
al largo de la falda de las mujeres.
pendiente.
El México de los que no se contentaron sólo con buscar
Es indudable que, desde el poder, por cerca de 70
en el cuadrante de su radio la respuesta que está en el
años, se filtró hacia abajo una forma de hacer política
viento, que no vieron la rebeldía nada más como una
y una forma de entender la política. Todavía hoy, va-
incómoda moda de decir “no”, que no definieron la lucha
rios movimientos sociales siguen viendo hacia arriba
por la justicia sólo como el éxito musical
como opción, no saben, no tienen la menor idea de que se tararea continuamente.
cómo se pueden construir nuevos movimientos socia- El México de los que no dejaron que el paso del tiempo
les mirando hacia los lados. igualara cordura con claudicación.
En 1994, otro movimiento surgiría como un El México de los que no cortaron su dignidad
buen espejo de 1968. Por eso, hemos querido acom- ni alargaron la desmemoria.
pañar este artículo con las palabras que el Ejérci- El México de los que no hicieron del 68 pasado
to Zapatista de Liberación Nacional les mandó a vergonzante, mera travesura juvenil,
los estudiantes hace diez años. Porque —y esa es escalera al mal gobierno.
otra gran diferencia con los otros movimientos de El México de los que no fueron, ni son,
1968— aquí en México, cada año, el 2 de octubre, ni serán líderes, pero que en la casa, en el trabajo,
salimos a la calle los ahora ya viejos que en 68 com- en el camión, en el taxi, en el caballo,
batimos en las calles y los jóvenes que continúan en la máquina, en el aula, en la fábrica,
ese combate. en la iglesia, en el pesero, en la silla de ruedas, en el
Desgraciadamente, los que consideran que el 68 autobús, en el arado, en la peluquería,
mundial fue, antes que nada, un happening cultural en el salón de belleza, en el tractor, en el avión,
siguen hablando, actuando y pensando como si no hu- en el taller, en el puesto ambulante, en la motocicleta, en
bieran pasado ya 40 años. Si Joaquín Sabina dice que el mercado, en el hospital, en el estadio deportivo, en el
se duerme en los entierros de su generación, yo me consultorio, en el escenario, en el laboratorio,
duermo en las fiestas de mi generación. Por eso, para en el cabaret, en el asilo, en el escritorio, en la oficina,
mí, ese movimiento tiene sentido recordarlo en fun- en los estudios de cine, radio y televisión, en los talleres
de artes plásticas, en el metro, en el clóset, en las
ción de la lucha actual: de Atenco, Oaxaca y Chiapas,
salas de redacción, en el mostrador, en la bicicleta, en
de la huelga del CGH, de lo que día con día, los jó-
cualquiera de los colores con los que se pinta lo cotidiano
venes de ahora construyen y edifican, y no como acto
y silencioso, levantan una mano, una imagen, un sonido,
de autocomplacencia. Por eso, mejor terminar con las
una boleta, un voto, un puño, un pensamiento, una voz
últimas frases del texto del EZLN, que dice:
para hacer frente a las mentiras gubernamentales y decir:
No, ya no. Ya basta. No les creo. Queremos algo mejor.
Abajo, el México de 68.
Necesitamos algo mejor. Merecemos algo mejor”.
El México de los que viven y mueren la rebeldía y la lucha
(COMUNICADO DEL EZLN, LEÍDO EN LA PLAZA DE TLATELOLCO EL
por la justicia de la única forma posible, es decir,
2 DE OCTUBRE DE 1998)
de vida entera.

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