You are on page 1of 3

Colegio Gimnasio Campestre San Sebastián

NOMBRE: ______________________________________ GRADO: DÉCIMO


AREA: H. POLÍTICA FECHA: SEPTIEMBRE - OCTUBRE PERIODO: CUARTO
TEMA: Factores de Violencia en Colombia.
DOCENTE: Vida Patricia Durán González
COMPETENCIAS: INTERPRETATIVA – ARGUMENTATIVA – PROPOSITIVA
DBA LC 1: Asume una posición crítica y propositiva frente a los medios de
comunicación masiva para analizar su influencia en la sociedad actual.
DBA LC 5: Participa en discursos orales en los que evalúa aspectos relacionados
con la progresión temática, manejo de la voz, tono, estilo y puntos de vista sobre
temas sociales, culturales, políticos y científicos.
DBA LC 7: Produce textos orales como ponencias, comentarios, relatorías o
entrevistas, atendiendo a la progresión temática, a los interlocutores, al propósito y
a la situación comunicativa.
DBA CS 1: Analiza conflictos que se presentan en el territorio colombiano originados
por la degradación ambiental, el escaso desarrollo económico y la inestabilidad
política
DBA CS 2: Evalúa las causas y consecuencias de la violencia en la segunda mitad
del siglo XX en Colombia y su incidencia en los ámbitos social, política, económica
y cultural.
DBA CS 4: Interpreta el papel que cumplen los organismos internacionales como formas
de alianza y organización entre los Estados y que responden a los intereses entre los países

Guía 1

Causas de la violencia
La violencia en Colombia tiene antecedentes históricos que datan desde los tiempos
de nuestra independencia.
Se acentúan estas tras el asesinato en Bogotá de Jorge Eliécer Gaitán en 1948.
Pero la verdadera violencia comienza a desarrollarse por acá a principios de la
década de los años 60, como parte de la Guerra Fría entre la Unión Soviética y los
Estados Unidos, con el apoyo muy directo de Fidel Castro Ruz, dictador retrógrado
y asesino cruel. Se recrudece la violencia, posteriormente, cuando todos los grupos
guerrilleros y los mal llamados paramilitares comenzaron a financiarse con el
narcotráfico.
La violencia nuestra tiene causas políticas, económicas y culturales. Políticas: como
la ausencia de la presencia del Estado en numerosas regiones del país; como el
interés de nuevos sectores en alcanzar el poder político para imponer sus ideas de
la igualdad marxista; como los actos lesivos del Estado contra las personas o grupos
por culpa de sus ideas…
Causas económicas, también llamadas ´causas objetivas´: la pobreza, las
desigualdades; la falta de oportunidades, sobre todo, la falta de empleo digno…
Causas culturales: Por lo general, la falta de educación, y el elevado número de
hijos, en especial. Recordemos que lo que dijo el papa Francisco de regreso de
Filipinas en enero 19 de 2015: “Las parejas católicas no deben reproducirse como
conejos. Las familias con tres hijos aportan la descendencia ideal”. Muy tarde,
quizá.

Porque llama la atención saber que la población del planeta Tierra en 1940 ascendía
a 2.300 millones de habitantes; sumamos hoy 7.500 millones, es decir, nos hemos
multiplicado 3,3 veces en 76 años. La población de Colombia saltó, entre tanto, de
10 millones de habitantes a 50 millones, o sea, nos hemos multiplicado por 5,0.
Organizaciones internacionales autorizadas han informado que, por fortuna, este
crecimiento ya se ha desacelerado en casi todo el mundo. El Banco Mundial le
proyecta a Colombia una población de 71 millones para el 2050 y la estabilidad en
sus habitantes a partir de esta década.
Ante una expansión demográfica tan elevada, pocos fueron los países que pudieron
educar a su población, darle empleo digno, salud generalizada, vivienda,
alimentación, servicios públicos… A lo anterior le agregamos tres factores que
funcionan hoy en paralelo con tal explosión y que participan como causales de
nuestra violencia:

1. Colombia está situada en la región tropical del planeta donde los cultivos de
cocaína y de marihuana producen drogas de efectos intensos, inigualables para los
usuarios y con rentabilidades mucho mayores que las de cualquier otra siembra. 2.
Dotó la naturaleza a Colombia con grandes riquezas mineras, oro, coltán, platino…
las cuales están siendo explotadas por las Farc destruyendo el medio ambiente. 3.
La posición geográfica de Colombia le permite exportar drogas a los cinco
continentes con la ayuda del “Cartel de los Soles”.
A quien escribe le resulta imposible aceptar que Colombia crea que con la firma de
la paz del presidente Santos con las Farc se van a resolver los problemas de las
familias con cinco y más hijos entre la población menos favorecida, o que se van a
reducir las hectáreas de plantaciones de coca, o que las Farc van a suspender sus
explotaciones mineras ilegales o que van a entregar todas sus armas para dedicarse
a la oración y a la penitencia. Y menos aún, paz con las arbitrariedades de unas
Cortes indignas al servicio del presidente Santos.

Destaco, entre los acontecimientos registrados durante 2016 y que pueden llegar a
tener funestas repercusiones internacionales en los próximos años: El retiro de Gran
Bretaña de la Unión Europea tras el referendo del Brexit, porque puede ser el inicio
del fin de la UE. La elección de Donald Trump como presidente de los Estados
Unidos bien puede llegar a afectar tanto la paz como la economía a nivel mundial.
Las tragedias de una Siria y de una Venezuela abandonadas por una ONU
incompetente. El intervencionismo ruso en Siria. Las dudas crecientes sobre la
globalización y el resurgimiento del nacionalismo, del autoritarismo y de las
ideologías de género.
Entre los acontecimientos nacionales registrados durante 2016, también con graves
repercusiones para Colombia en los años venideros destaco: El autoritarismo
innecesario de la coalición de los partidos mayoritarios que gobiernan hoy en
Colombia para firmar una paz que considero será inestable y efímera. La sumisión
de nuestra Justicia y en especial de nuestras Altas Cortes al gobierno del presidente
Santos, sumisión indigna que abrió las puertas para que gobiernos futuros ‘hagan
lo que les dé la gana’ con el país. El premio Nobel de Paz que le otorgaron al
presidente por sus buenas intenciones para lograr la paz -no por sus realizaciones-
tan solo ha servido para desorientar a la comunidad internacional sobre nuestra
connivencia intencional con el narcotráfico y la minería ilegal.
Los consensos existentes hoy entre los poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial del
país, sobre el fast track, paralizaron la creatividad y la iniciativa, en momentos en
que la argumentación profunda resultaba inevitable, indispensable y bienvenida
para asegurarnos la supervivencia de nuestra democracia.
Los colombianos anhelábamos la paz, ciertamente, pero la solución del gobierno
del presidente Santos radicó en conformar una coalición con suficiente poder para
definirle a Colombia lo que les resultaba mejor en opinión precipitada de sus aliados.
En lugar de concentrar el poder para poner bajo su arbitrio más del 70 por ciento de
los ciudadanos que, de acuerdo con todas las encuestas, discrepan de su forma de
gobernar, debió haber aceptado, tras su fracaso en el plebiscito del dos de octubre
pasado, que el pueblo estaba más capacitado para decidir lo que resulta mejor para
sus hijos y nietos.
El presidente Santos y sus aliados en el Congreso y en las Cortes no parecen
haberse dado cuenta de que en las 310 páginas del Acuerdo del Teatro Colón
abundan las puertas abiertas para que a Colombia la gobiernen los marxistas
leninistas de las Farc. No se dieron cuenta de que aquí hay una clase de ciudadanos
tan imposibles de redimir como prestos a votar por los populismos.
Mi conclusión: El 2016 no fue un buen año para Colombia ni en lo político, ni en lo
institucional, ni en lo económico, ni en lo social.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

Tomado de González. Hernán. Recuperado de (2017)


https://www.elespectador.com/opinion/opinion/comentarios-sobre-2016-columna-
673388

VALORACIÓN INTEGRAL
CALIFICACION GUÍA FIRMA FIRMA
DESEMPEÑO
CUALITATIVA CUANTITATIVA DOCENTE ACUDIENTE
SUPERIOR
(96 – 100)
ALTO
(86 – 95)
BASICO
(75 – 85)
BAJO
(10 – 74)

You might also like