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AÑO DEL DIALOGO Y LA

RECONCILIACION NACIONAL

TRATAMIENTO Y REHABILITACIÓN DE LAS


LESIONES DEPORTIVAS
INTEGRANTES:
 Marilyn Flores Lopez
 Margoth Hachiri Huisa
 Rosalinda Mallma Cabrera
 Ana Alvarado Jacha
 Alejandra Soto Huisa
 Liset Coila Ramirez
 Keysy Ramos Rojas
 Rosa Montalvo Flores
AREQUIPA – PERÚ

2018
Las lesiones deportivas" son lesiones que ocurren durante la práctica de un deporte o
durante el ejercicio físico. Algunas ocurren accidentalmente. Las lesiones deportivas
más comunes son:
 Esguinces o torceduras de ligamentos y desgarros de músculos y tendones
 Lesiones en la rodilla
 Hinchazón muscular
 Lesiones en el tendón de Aquiles
 Dolor a lo largo del hueso de la canilla (tibia)
 Fracturas
 Dislocaciones.

Lesiones de meniscos
Los meniscos son unas estructuras dentro de las
rodillas que funcionan amortiguación y contacto de las superficies óseas. Se lesionan con
mecanismo de alto impacto que puede generar rupturas parciales o totales. El tratamiento de
las lesiones de menisco puede ser conservador o quirúrgico.

Esguince de tobillo
 La articulación del tobillo está conformada por tres articulaciones:
 La articulación tibioperonea-astragalina
 Las articulaciones subastragalinas (anterior y posterior)
La mayoría de los esguinces ocurre en el aspecto lateral con un 85%, mediante un
mecanismo de lesión de una inversión forzada (comúnmente llamada torcedura).Los
esguinces se clasifican en tres grados:
Grado I: Leve; es una ruptura parcial de los ligamentos, que se manifiesta con
inflamación, dolor, no hay inestabilidad a la exploración.

Grado II: Moderado; es una ruptura completa de algún ligamento, hay presencia de
inflamación, hematoma, dolor, y hay presencia de inestabilidad a la exploración.

Grado III: Severo; es una ruptura de todos los ligamentos, clínicamente se manifiesta
como los anteriores, pero la inestabilidad es mucho más evidente.

Causas más comunes de lesiones


 Calentamiento previo insuficiente.
 Calentamiento posterior insuficiente.
 No hacer estiramientos antes y después del ejercicio.
 Sobre entrenamiento.
 Falta de reposo.
 Calzado incorrecto.
 Equipo inadecuado.

Alteraciones musculares
Son el paso previo a una lesión muscular si no se tratan y se solucionan correctamente:

 Agujetas: Dolor o rigidez muscular que aparece después de un esfuerzo físico intenso
y/o poco habitual.
 Rampas o calambres: Contractura muscular tetánica (mantenida) involuntaria de muy
breve duración (segundos).

Si son muy frecuentes y seguidas se pueden considerar un “aviso” antes de derivar a


una contractura muscular.
 Contractura muscular aguda: Contractura muscular tetánica involuntaria y
permanente o duradera de uno o más grupos musculares.

Te impide continuar con la actividad deportiva, es necesario parar para realizar un


estiramiento pasivo.

 Sobrecarga muscular: Sobreesfuerzos continuados y repetidos que exceden sus


posibilidades individuales de carga, en otras palabras, que se entrene por encima de
las posibilidades de uno mismo.

Lesiones musculares
La lesión muscular representa entre el 40-60% de todas las lesiones deportivas, su localización
depende del tipo de deporte que se practique: cada especialidad tiene mayor incidencia una
zona en concreto: isquiosurales en el fútbol, gemelos y soleo en el tenis, cinta iliotibial en
atletismo en pista, cuádriceps en montaña, hombro en balonmano...

 Distensión o elongación muscular (grado 1): consiste en una afectación funcional del
músculo sin que exista ninguna lesión anatómica. Es una agresión sobre la capacidad
elástica del músculo sin llegar a sobrepasarla.
 Rotura fibrilar (grado 2): Es una afectación funcional del músculo donde encontramos
una lesión anatómica. La situación que se ha producido sobre la estructura muscular
ha sobrepasado su capacidad de estiramiento máxima y éste se ha rasgado o roto.
 Rotura total (grado 3): es muy poco frecuente: es una afectación de todas las fibras de
un mismo músculo.
Se distinguen dos tipos de lesiones según el tipo de traumatismo:
– Por traumatismo directo: producida de forma accidental y causada
generalmente por agentes externos.
 a) Contusión: es la patología traumática-inflamatoria más frecuente. Las
consecuencias dependerán del lugar y de la intensidad. Se trata de un
traumatismo cerrado, sin rotura de piel, que es producido por el choque de una
superficie corporal contra un agente externo ocasionando aplastamiento
cuando la musculatura se encuentra en tensión. Su manifestación es a través
de dolor, rubor, calor y/o tumor.
 El tratamiento inicial, siempre y cuando no haya complicaciones, consiste en el
uso de métodos terapéuticos dirigidos esencialmente a impedir o limitar la
aparición de hemorragia y/o edema, así como disminuir el dolor mediante la
aplicación local de frío. A continuaión iniciar el método HICER.
 b) Herida: Es la lesión de origen traumático, en la que existe pérdida de la
continuidad de uno o más tejidos.
 Clasificación:
 – Abrasivas: Causadas por fricción o frotamiento con una superficie áspera.
Por lo general, sólo dañan tejido cutáneo y subcutáneo, se producen en
terrenos irregulares o de superficies duras o ásperas.
 – Cortantes: Se caracterizan por presentar bordes regulares; se pueden
producir por implementos deportivos, vidrios, láminas, etc.
 – Punzantes: Heridas provocadas por objetos que presentan punta, como:
clavos, varillas, artículos deportivos, etc.
 – Contundentes: Provocadas por objetos romos en traumatismo directo;
como piedras, postes, gradas y las diversas áreas anatómicas de contacto
permitidas en deportes de combate.
La gravedad de la lesión dependerá de la región afectada, por lo que para
tratarla habrá que valorar el tipo de herida, gravedad y complicaciones que se
presenten, se deberá proceder a la aplicación de los primeros auxilios, teniendo
como base las siguientes acciones:
 a) Lavado de la zona afectada con agua limpia, jabón y gasas estériles,
limpiando en un solo sentido, de arriba hacia abajo, abriendo la herida y
limpiando de adentro hacia fuera.
 b) Aplicación de un antiséptico local
 c) Aislamiento de la herida por medio de gasas y vendaje.
 – Por traumatismo indirecto: producidas principalmente por, elongaciones y/o
distensiones, tirón, desgarro, rotura muscular.
 a) Elongación/distensión: lesión microscópica del músculo, que se produce al
sobrepasar los límites normales de elasticidad, produciéndose un estiramiento
de las fibras musculares sin que exista daño anatómico ni rotura de las mismas,
por un examen clínico no es demostrable una solución de continuidad del
músculo.
 Se caracteriza por dolor intenso y súbito, el deportista es capaz de tolerar la
molestia y puede continuar con su actividad. La evolución de esta lesión es
rápida y favorable a la mejoría en pocos días. Tratamiento a través del método
HICER.
 b) Contractura o tirón muscular: Son contracciones musculares dolorosas, de
corta duración e involuntarias, causadas por isquemia (irrigación insuficiente
del músculo), contusión, desequilibrio hidroelectrolítico, sobrecarga de trabajo
muscular, uso de accesorios elásticos o utilización de vendajes muy ajustados.
 Sus manifestaciones clínicas son: dolor intenso y contracción del músculo
afectado.
 El tratamiento consiste en elongar el músculo y al controlar la contracción dar
un ligero masaje para controlar el dolor e incrementar el flujo sanguíneo.
 c) Desgarro: Rotura macroscópica y parcial de un músculo, en el cual si se
muestra solución de continuidad, se considera como lesión grave, ya que puede
haber ruptura extensa de fibras musculares.
 Su manifestación clínica es dolor intenso e incapacidad funcional, se presenta
frecuentemente un hematoma postraumático e inflamación. Si el desgarro es
grande es necesaria la intervención quirúrgica. Tratamiento a través del
método HICER.
 d) Rotura muscular: es la lesión muscular más grave producida por ausencia de
sinergismo entre los músculos agonistas y antagonistas, o por contracción
extremas del músculo. Produce un dolor brusco que se acentúa cuando el
músculo se contrae y se alivia en situación de reposo. La rotura puede ser
parcial si sólo afecta a haces o fibras musculares y total si hay separación entre
los haces musculares.

Lesiones articulares
 Capsulitis/ Artritis: Inflamación de la articulación o de la cápsula que la envuelve.
 Esguinces Ligamentosos: es la lesión de los ligamentos que sostienen las articulaciones

o Grado 3: Rotura completa.


o Grado 2: Rotura parcial.
o Grado 1: Elongación o distensión.
 Luxaciones: Es la pérdida de contacto entre los dos huesos de una misma articulación.
Las luxaciones más frecuentes son de gleno-humeral (por un desgarro de la cápsula),
de acromio-clavicular (ruptura conoides y trapezoide) y derótula (hacia lateral
externo).
Lesiones tendinosas

1. Tendinitis
Es una inflamación del tendón, producida por una sobrecarga, tensión excesiva, o
movimiento anormal del mismo.
Tratamiento: comprobación funcional del tendón. Si hay lesión aguda,
inmovilización. Si es crónica, reposo y fisioterapia.
2. Rotura tendinosa
Pueden ser parciales o totales, hay un dolor muy agudo y una incapacidad funcional
del tendón.
Tratamiento: suspensión inmediata de la actividad y tratamiento médico urgente.

Tratamiento:
Todos los deportes conllevan un riesgo de lesión. Afortunadamente, para la gran
mayoría de los jóvenes, los beneficios de la participación en los deportes superan los
riesgos. En general, mientras más contacto haya en un deporte, mayor es el riesgo de
lesión traumática. Sin embargo, la mayoría de las lesiones de los atletas jóvenes son
debido al exceso de uso.
Los tipos de lesiones deportivas más frecuentes son los esguinces (lesiones de los
ligamentos), las distensiones (lesiones de los músculos) y las fracturas por tensión
(lesiones de los huesos). Las lesiones ocurren cuando una presión excesiva se aplica a
los tendones, articulaciones, huesos y músculos. Nunca se debe tratar de "aguantar"
el dolor de una lesión deportiva. Es mejor dejar de jugar o de hacer ejercicio cuando
sientas dolor. Algunas lesiones deben ser inmediatamente examinadas por el médico y
otras las puedes tratar tú mismo.

1.1. Tratamiento medico


1.1.1. Método RHCE (reposo, hielo, compresión y elevación): Es el
tratamiento inicial para la mayoría de las lesiones deportivas es pero
solo es eficaz para lesiones leves y como tratamiento de primeros
auxilios. En caso de persistir los síntomas es necesario acudir a un
especialista que examine el alcance de la lesión:
a. Reposo
- Deje de usar la zona lesionada, la actividad continuada puede
dar lugar a una lesión mayor, más molestias y posible
hemorragia en los tejidos o las articulaciones.
- Descanse el área lesionada de 24 a 48 horas.
- Reanude la actividad gradualmente para evitar lastimar o
volver a lesionarse la zona.
- Utilice un dispositivo de apoyo como un cabestrillo para
descansar una extremidad superior, ó un bastón o muletas
para evitar la carga de peso sobre una extremidad inferior.
b. Hielo
- Use hielo para reducir el dolor, ayudar a la vasoconstricción y
limitar el sangrado.
- Aplique hielo sobre la zona afectada durante no más de 20
minutos cada vez, de cuatro a ocho veces por día.
- No coloque el hielo directamente sobre la piel, ponga el hielo
en una bolsa de plástico y envuélvalo en una toalla o un paño.
c. Compresión
- Envuelva la zona afectada con una venda elástica para ayudar
a reducir la hinchazón y el sangrado. El vendaje debe ser
ajustado, pero no debe cortar la circulación.

d. Elevación
- Mantenga la extremidad lesionada (la pierna o brazo) elevada
tanto como sea posible. Esto ayuda a reducir la hinchazón.

La parte lesionada debe estar elevada y, sobre ella, debes colocar


una bolsa de frío o llena de hielo picado o en cubitos envuelta en
una toalla. Aplica un vendaje elástico sobre la bolsa de frío y
alrededor de la parte lesionada sin comprometer el flujo
sanguíneo. Después de diez minutos, retira la bolsa y el vendaje,
pero mantén elevada la zona lesionada. Alterna diez minutos con
frío y sin él entre 60 y 90 minutos, varias veces al día durante las
primeras 24 horas. Respecto a la compresión, es necesario que
distribuyas por igual la presión sobre el área lesionada para
ayudar a reducir la hinchazón. Puedes usar un vendaje elástico,
una bota especial, un yeso o un entablillado. La elevación se
realiza para ayudar a reducir la hinchazón. Debes poner el área
lesionada sobre una almohada y asegurarte de que se encuentra
a un nivel más alto que el corazón.

1.1.2. Método PRICE


a. Protección y Reposo:
Los objetivos de la protección y el reposo son evitar una lesión
posterior y reducir el suministro de sangre a la zona lesionada.
Esto es particularmente en los tejidos con flujo sanguíneo alto
durante la actividad, por ejemplo en el caso de lesión muscular.
El reposo no solo es suficiente para detener el hematoma que se
produce luego de una lesión muscular o ligamentosa porque una
actividad posterior causará aumento del sangrado. En
consecuencia, es crucial interrumpir la actividad de inmediato.
Luego de una lesión en los tejidos blandos con sangrado en la
extremidad inferior, el paciente no debe cargar su peso sobre la
aérea lesionada durante 2 días. Durante este periodo será
beneficioso caminar con muletas.
b. Tratamiento con hielo: ICE
Hay una larga tradición de tratar las lesiones de deportes con
hielo. En el mejor de los casos, el principal efecto es el alivio del
dolor. El frio produce un buen efecto analgésico, aunque el
termino anestesia dolorosa se usa para indicar la molestia que el
paciente experimenta al comienzo, previo al efecto analgésico.
Sin embargo, el tratamiento solo con frio no es muy efectivo
para disminuir el sangrado; el tratamiento con frio solo es
suficiente para detener el sangrado durante los primeros
minutos críticos posteriores a la lesión.
Hay muchas formas de aplicar el tratamiento con frio: bolsas con
hielo, agua fría, trozos de hielo, o incluso nieve. Las bolsas
descartables tienen la ventaja de ser fáciles usar en combinación
con un vendaje compresivo, que provee una compresión máxima
sobre el sitio lesionado. Una bolsa interna separa los dos
componentes. Cuando aquella se rompe, los dos componentes
se mezclan en una relación endodérmica que produce un efecto
de enfriamiento. El pico del efecto frio ocurre durante los
primeros 5 a 10 minutos, pero pude extenderse sacudiendo la
bolsa periódicamente de manera que el contenido se mezcle aún
más.
Si se usa trozos de hielo se debe colocar envueltos sobre una
toalla mojada; también puede colocarse un vendaje compresivo
sobre el paquete con el hielo. Asimismo se puede dejar caer un
chorro de agua fría, pero es difícil combinarlo con la compresión
durante la etapa aguda. Más adelante el agua es una alternativa
excelente. Si le dolor lo torna necesario, el frio puede repetirse a
intervalos de 20 minutos cada 3 o 4 horas durante las primeras
48 horas.

1.1.3. La inmovilización
Es un tratamiento común para las lesiones deportivas. Esta ayuda a
mantener el área lesionada sin movimiento y previene de un daño
mayor. Para inmovilizar las lesiones deportivas se usan cabestrillos,
entablillados, yesos e inmovilizadores de piernas.
Los pacientes con lesiones por el uso excesivo a menudo reducen su
actividad, por decisión propia o porque se les ha aconsejado hacerlo
para cuidar su salud. Una parte importante durante el tratamiento
de las lesiones por uso excesivo es evitar este tiempo de inactividad,
porque esta produce atrofia en todas las partes del sistema
musculoesqueletico. Además, la inactividad deteriora el estado
físico general, lo que hace más difícil recuperar el nivel deseado. La
atrofia relacionada con la inactividad a menudo se produce
rápidamente, y es posible ver la musculatura atrofiad en unas pocas
semanas. También el cartílago y los ligamentos se atrofian con
rapidez. En consecuencia, la inactividad, en particular la movilización
total, debe evitarse lo más posible.
1.1.4. Tratamiento de soporte:
El tratamiento con antiinflamatorios y analgésicos es importante
como medida de soporte para atletas con lesiones agudas o por uso
excesivo, pero rara vez es suficiente como tratamiento único. El
ejercicio por sí mismo puede tener un efecto sobre la inflamación y
el dolor, pero hay varios tratamientos adyuvantes disponibles que
tienen un efecto más o menos bien documentado, como
medicamentos, el tratamiento con calor o diferentes formas de
electroterapias. El tratamiento con antiinflamatorios y analgésicos
es importante porque permite que al paciente comenzar los
ejercicios de rehabilitación, y evitar la atrofia y la disminución de la
coordinación.

1.2. Tratamiento quirúrgico


La cirugía puede corregir tendones y ligamentos desgarrados o colocar los
huesos fracturados en la posición correcta.

2. Rehabilitación
El proceso de rehabilitación de una lesión suele ser traumático para el jugador.
Sobre todo, por el dolor que conlleva la lesión, y también por la carga
psicológica que implican la inactividad y la incertidumbre.
De ahí que sea básica la existencia de un plan de rehabilitación coherente y
personalizado. También es imprescindible que el jugador sea consciente del
alto riesgo que tiene de sufrir una recaída en caso de no seguir estrictamente
las indicaciones médicas y del preparador físico.
Existen diversos factores que atenúan tanto la frecuencia de padecer lesiones
como la gravedad de las mismas. Por ejemplo, el buen estado físico en que se
encuentra la amplia mayoría de los deportistas profesionales no sólo les
previene de lesiones sino que, además, disminuye la severidad de las mismas y
acelera su recuperación.
Por otro lado, aplicar el tratamiento acertado en la etapa inicial de la lesión
hace que la inflamación, la inmovilidad y la pérdida de tono muscular sean
menores.
También influye en gran medida, sobre todo en el caso de los deportistas
profesionales, trabajar intensamente junto al preparador físico y seguir en todo
momento sus recomendaciones. Por último, es básica una actitud positiva ante
el proceso de recuperación y no caer en la frustración, el desánimo y el
aislamiento, que no son más que estados de ánimo ralentizadores del proceso
de recuperación y posibles generadores de recaídas.
Desde el diagnóstico de la lesión a la vuelta a los terrenos de juego ha de pasar
un tiempo en el que el deportista habrá de pasar por diferentes etapas,
siempre supervisadas por el preparador físico y el fisioterapeuta. A nivel
general dichas etapas podrían ser las siguientes:

2.1. Minimización de la inflamación

Durante la fase crítica, en la que el dolor es más agudo, se aplica el método


reposo, frío local (hielo), compresión de la zona y elevación de la
extremidad, así como la limitación de movimiento del miembro afectado.
Es muy importante mantener la forma física general. No hay que esperar a
que la lesión desaparezca para ponerse de nuevo en forma.
2.2. Desarrollo de la movilidad y la fuerza de la zona lesionada

Para la mayoría de las lesiones, casi desde el primer momento se puede


establecer una serie de ejercicios muy suaves. El tono muscular puede
mantenerse con sencillos ejercicios anaeróbicos o mediante estimulación
eléctrica.

2.3. Realización de ejercicios funcionales

Una vez recuperada la fuerza, se puede empezar a desarrollar actividades


como caminar a paso ligero, saltar y correr de manera suave (en el caso de
lesiones de los miembros inferiores), o bien, lanzamiento suave de objetos
o ejercicios de suelo sencillos (para lesiones de los miembros superiores).
Los ejercicios de balance muscular así como de agilidad pueden devolver la
coordinación perdida durante las primeras fases de la recuperación.

2.4. Ejercicios específicos

Si los ejercicios funcionales han producido un evidente progreso en la


movilidad, fuerza, resistencia y agilidad del deportista, es el momento de
afrontar ejercicios de suelo que conlleven movimientos específicos de la
zona lesionada.

2.5. Vuelta a los terrenos de juego

Tan sólo tras aseverar que no se sienten molestias y que la probabilidad de


una recaída es baja, llega el momento de volver a jugar. Esta etapa final de
la recuperación requiere una supervisión exhaustiva por parte del
preparador físico. También son básicos un intenso calentamiento previo al
ejercicio y la aplicación de hielo inmediatamente tras la actividad
deportiva.

Por lo general, la recuperación se basará en ejercicios cuyo objetivo es restablecer la


normalidad de la lesión para regresar a la actividad física. Algunos pueden ser incluso
dolorosos pero, la constancia es el secreto. También existen otros tratamientos como:

 Radiación infrarroja

Penetra entre 2 y 10 mm. de profundidad y ayuda a recuperar los músculos.

 Medicamentos contra el dolor

Pueden ser por vía oral como paracetamol o ibuprofeno o, de modo directo, con un
tratamiento tópico en gel un analgésico que penetra la piel, disminuye el dolor y relaja
algunos grados de contractura.

 Ultrasonidos

Recomendados para lesiones musculares o articulares a nivel más profundo.

 Compresas calientes o frías

Ayudan a la desinflamación muscular.

 Electroterapia

Tratamiento mediante estimulación por corrientes eléctricas.


 Acupuntura

Tratamiento que actúa sobre los meridianos o vías de energía insertando


agujas.

 TENS

Están entre los más conocidos y utilizados. Con ellos se logra una estimulación
nerviosa transcutánea.

 Taping

Inmovilización parcial por medio de vendajes.

Qué hacer para prevenir lesiones

Algunos consejos para pode reducir lo máximo posible el riesgo de lesión además de
los factores anteriormente citados son:

– Elementos ambientales:
a) Tener en cuenta el espacio físico y la superficie, con el fin de evitar golpes e
incidentes debido al estado del pavimento.

b) Temperatura ambiental, evitando momentos de máximo frío o calor.

– Elementos materiales:
a) Material y equipamiento adecuado, poniendo especial énfasis en los elementos de
protección.

b) Uso de calzado adecuado para la práctica deportiva.

–Elementos físico-deportivos:
a) Llevar a cabo una revisión médica previa a la práctica deportiva.

b) Cumplir estrictamente las reglas y normas.

c) Realizar una rehabilitación adecuada de las lesiones ante de continuar con la


realización de ejercicio.

d) Es imprescindible realizar un calentamiento adecuado previo a cualquier actividad


física, ya que vamos a facilitar la elasticidad articular y aumentar la temperatura
corporal para adaptar el organismo a la actividad física principal.

e) Realizar ejercicios de baja intensidad y estiramientos justo después de finalizar la


práctica de ejercicio físico.
GESTION DE LESIONES DEPORTIVAS

Las lesiones deportivas, o producidas por el deporte, son habituales entre deportistas y
otras personas que practican deporte. Ciertas lesiones que tradicionalmente se
consideran deportivas también pueden afectar a personas que no hacen deporte. Por
ejemplo, las personas que trabajan en la construcción y en fábricas a menudo
desarrollan «codo de tenista» (epicondilitis) aunque nunca hayan jugado a tenis.
Practicar deporte siempre conlleva el riesgo de sufrir lesiones. Cuando se practica
algún deporte las lesiones suelen aparecer si no se ha hecho un calentamiento
adecuado (ejercitar y estirar los músculos a un ritmo relajado antes de realizar una
actividad intensa, ver Calentamiento).
Los músculos y los ligamentos se lesionan cuando se someten a esfuerzos superiores a
su capacidad. Por ejemplo, se pueden lesionar si son demasiado débiles o se tensan
mucho se cuándo hace ejercicio. Las articulaciones son más propensas a sufrir lesiones
cuando los músculos y los ligamentos que las soportan son débiles, así como cuando
han sufrido un esguince.
Las diferencias individuales en la constitución del cuerpo pueden hacer que algunas
personas sean más propensas a sufrir lesiones deportivas al cargar partes del cuerpo
de manera desigual. Por ejemplo, cuando las piernas tienen distinta longitud, la fuerza
en las caderas y en las rodillas es desigual, lo que provoca mayor tensión en un lado
del cuerpo.
La pronación excesiva (giro excesivo hacia dentro) del pie, en el momento en que este
se apoya en el suelo, puede producir dolor tanto en el pie como en la rodilla. Cierto
grado de pronación es normal y evita las lesiones, ya que ayuda a distribuir la fuerza en
todo el pie. Las personas con una pronación excesiva tienen el pie tan flexible que el
arco interno se aplana, haciendo que la parte interna del pie casi toque el suelo
cuando caminan o corren, dando la impresión de que tienen los pies planos. Un
corredor con pronación excesiva puede presentar dolor en la rodilla cuando corre
largas distancias porque la rótula tiende a girarse hacia fuera cuando el pie gira hacia
dentro. Esta posición a su vez ejerce una tensión excesiva sobre la cara anterior de la
rodilla.

Algunas medidas que aceleran la recuperación del deportista


1. Alimentación: Debe existir un balance entre las calorías que aporta la ración diaria y
el gasto energético experimentado, además, incluir alimentos de los diferentes grupos
(energéticos, plásticos y reguladores). Debe tenerse en cuenta el suministro de
factores dietéticos antes de la arrancada, durante el evento y al concluir el mismo
(hasta 15 minutos después es efectivo).

2. Descanso activo: El más efectivo, propone ejercicios de relajamiento de los


músculos lo cual produce un incremento relativo de la circulación para el transporte
del ácido láctico de los músculos a los lugares de eliminación. Siendo recomendables
ejercicios cíclicos al día siguiente de las grandes cargas pues liquida más rápidamente
el agotamiento.

3. Descanso pasivo: Sueño nocturno pues en la corteza cerebral se propaga una


inhibición protectora que forma una regeneración de las células nerviosas, acostarse o
sentarse entre los ejercicios de entrenamiento.

4. Medios médicos biológicos: Que eliminan más rápidamente las formas agudas de
fatiga general y local, restauran eficazmente los recursos energéticos e incluso
incrementan la C. F. T. Ej. Baños de vapor y aire seco, masajes generales, manuales o
por chorros de agua, etc.

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