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RECONCILIACION NACIONAL
2018
Las lesiones deportivas" son lesiones que ocurren durante la práctica de un deporte o
durante el ejercicio físico. Algunas ocurren accidentalmente. Las lesiones deportivas
más comunes son:
Esguinces o torceduras de ligamentos y desgarros de músculos y tendones
Lesiones en la rodilla
Hinchazón muscular
Lesiones en el tendón de Aquiles
Dolor a lo largo del hueso de la canilla (tibia)
Fracturas
Dislocaciones.
Lesiones de meniscos
Los meniscos son unas estructuras dentro de las
rodillas que funcionan amortiguación y contacto de las superficies óseas. Se lesionan con
mecanismo de alto impacto que puede generar rupturas parciales o totales. El tratamiento de
las lesiones de menisco puede ser conservador o quirúrgico.
Esguince de tobillo
La articulación del tobillo está conformada por tres articulaciones:
La articulación tibioperonea-astragalina
Las articulaciones subastragalinas (anterior y posterior)
La mayoría de los esguinces ocurre en el aspecto lateral con un 85%, mediante un
mecanismo de lesión de una inversión forzada (comúnmente llamada torcedura).Los
esguinces se clasifican en tres grados:
Grado I: Leve; es una ruptura parcial de los ligamentos, que se manifiesta con
inflamación, dolor, no hay inestabilidad a la exploración.
Grado II: Moderado; es una ruptura completa de algún ligamento, hay presencia de
inflamación, hematoma, dolor, y hay presencia de inestabilidad a la exploración.
Grado III: Severo; es una ruptura de todos los ligamentos, clínicamente se manifiesta
como los anteriores, pero la inestabilidad es mucho más evidente.
Alteraciones musculares
Son el paso previo a una lesión muscular si no se tratan y se solucionan correctamente:
Agujetas: Dolor o rigidez muscular que aparece después de un esfuerzo físico intenso
y/o poco habitual.
Rampas o calambres: Contractura muscular tetánica (mantenida) involuntaria de muy
breve duración (segundos).
Lesiones musculares
La lesión muscular representa entre el 40-60% de todas las lesiones deportivas, su localización
depende del tipo de deporte que se practique: cada especialidad tiene mayor incidencia una
zona en concreto: isquiosurales en el fútbol, gemelos y soleo en el tenis, cinta iliotibial en
atletismo en pista, cuádriceps en montaña, hombro en balonmano...
Distensión o elongación muscular (grado 1): consiste en una afectación funcional del
músculo sin que exista ninguna lesión anatómica. Es una agresión sobre la capacidad
elástica del músculo sin llegar a sobrepasarla.
Rotura fibrilar (grado 2): Es una afectación funcional del músculo donde encontramos
una lesión anatómica. La situación que se ha producido sobre la estructura muscular
ha sobrepasado su capacidad de estiramiento máxima y éste se ha rasgado o roto.
Rotura total (grado 3): es muy poco frecuente: es una afectación de todas las fibras de
un mismo músculo.
Se distinguen dos tipos de lesiones según el tipo de traumatismo:
– Por traumatismo directo: producida de forma accidental y causada
generalmente por agentes externos.
a) Contusión: es la patología traumática-inflamatoria más frecuente. Las
consecuencias dependerán del lugar y de la intensidad. Se trata de un
traumatismo cerrado, sin rotura de piel, que es producido por el choque de una
superficie corporal contra un agente externo ocasionando aplastamiento
cuando la musculatura se encuentra en tensión. Su manifestación es a través
de dolor, rubor, calor y/o tumor.
El tratamiento inicial, siempre y cuando no haya complicaciones, consiste en el
uso de métodos terapéuticos dirigidos esencialmente a impedir o limitar la
aparición de hemorragia y/o edema, así como disminuir el dolor mediante la
aplicación local de frío. A continuaión iniciar el método HICER.
b) Herida: Es la lesión de origen traumático, en la que existe pérdida de la
continuidad de uno o más tejidos.
Clasificación:
– Abrasivas: Causadas por fricción o frotamiento con una superficie áspera.
Por lo general, sólo dañan tejido cutáneo y subcutáneo, se producen en
terrenos irregulares o de superficies duras o ásperas.
– Cortantes: Se caracterizan por presentar bordes regulares; se pueden
producir por implementos deportivos, vidrios, láminas, etc.
– Punzantes: Heridas provocadas por objetos que presentan punta, como:
clavos, varillas, artículos deportivos, etc.
– Contundentes: Provocadas por objetos romos en traumatismo directo;
como piedras, postes, gradas y las diversas áreas anatómicas de contacto
permitidas en deportes de combate.
La gravedad de la lesión dependerá de la región afectada, por lo que para
tratarla habrá que valorar el tipo de herida, gravedad y complicaciones que se
presenten, se deberá proceder a la aplicación de los primeros auxilios, teniendo
como base las siguientes acciones:
a) Lavado de la zona afectada con agua limpia, jabón y gasas estériles,
limpiando en un solo sentido, de arriba hacia abajo, abriendo la herida y
limpiando de adentro hacia fuera.
b) Aplicación de un antiséptico local
c) Aislamiento de la herida por medio de gasas y vendaje.
– Por traumatismo indirecto: producidas principalmente por, elongaciones y/o
distensiones, tirón, desgarro, rotura muscular.
a) Elongación/distensión: lesión microscópica del músculo, que se produce al
sobrepasar los límites normales de elasticidad, produciéndose un estiramiento
de las fibras musculares sin que exista daño anatómico ni rotura de las mismas,
por un examen clínico no es demostrable una solución de continuidad del
músculo.
Se caracteriza por dolor intenso y súbito, el deportista es capaz de tolerar la
molestia y puede continuar con su actividad. La evolución de esta lesión es
rápida y favorable a la mejoría en pocos días. Tratamiento a través del método
HICER.
b) Contractura o tirón muscular: Son contracciones musculares dolorosas, de
corta duración e involuntarias, causadas por isquemia (irrigación insuficiente
del músculo), contusión, desequilibrio hidroelectrolítico, sobrecarga de trabajo
muscular, uso de accesorios elásticos o utilización de vendajes muy ajustados.
Sus manifestaciones clínicas son: dolor intenso y contracción del músculo
afectado.
El tratamiento consiste en elongar el músculo y al controlar la contracción dar
un ligero masaje para controlar el dolor e incrementar el flujo sanguíneo.
c) Desgarro: Rotura macroscópica y parcial de un músculo, en el cual si se
muestra solución de continuidad, se considera como lesión grave, ya que puede
haber ruptura extensa de fibras musculares.
Su manifestación clínica es dolor intenso e incapacidad funcional, se presenta
frecuentemente un hematoma postraumático e inflamación. Si el desgarro es
grande es necesaria la intervención quirúrgica. Tratamiento a través del
método HICER.
d) Rotura muscular: es la lesión muscular más grave producida por ausencia de
sinergismo entre los músculos agonistas y antagonistas, o por contracción
extremas del músculo. Produce un dolor brusco que se acentúa cuando el
músculo se contrae y se alivia en situación de reposo. La rotura puede ser
parcial si sólo afecta a haces o fibras musculares y total si hay separación entre
los haces musculares.
Lesiones articulares
Capsulitis/ Artritis: Inflamación de la articulación o de la cápsula que la envuelve.
Esguinces Ligamentosos: es la lesión de los ligamentos que sostienen las articulaciones
1. Tendinitis
Es una inflamación del tendón, producida por una sobrecarga, tensión excesiva, o
movimiento anormal del mismo.
Tratamiento: comprobación funcional del tendón. Si hay lesión aguda,
inmovilización. Si es crónica, reposo y fisioterapia.
2. Rotura tendinosa
Pueden ser parciales o totales, hay un dolor muy agudo y una incapacidad funcional
del tendón.
Tratamiento: suspensión inmediata de la actividad y tratamiento médico urgente.
Tratamiento:
Todos los deportes conllevan un riesgo de lesión. Afortunadamente, para la gran
mayoría de los jóvenes, los beneficios de la participación en los deportes superan los
riesgos. En general, mientras más contacto haya en un deporte, mayor es el riesgo de
lesión traumática. Sin embargo, la mayoría de las lesiones de los atletas jóvenes son
debido al exceso de uso.
Los tipos de lesiones deportivas más frecuentes son los esguinces (lesiones de los
ligamentos), las distensiones (lesiones de los músculos) y las fracturas por tensión
(lesiones de los huesos). Las lesiones ocurren cuando una presión excesiva se aplica a
los tendones, articulaciones, huesos y músculos. Nunca se debe tratar de "aguantar"
el dolor de una lesión deportiva. Es mejor dejar de jugar o de hacer ejercicio cuando
sientas dolor. Algunas lesiones deben ser inmediatamente examinadas por el médico y
otras las puedes tratar tú mismo.
d. Elevación
- Mantenga la extremidad lesionada (la pierna o brazo) elevada
tanto como sea posible. Esto ayuda a reducir la hinchazón.
1.1.3. La inmovilización
Es un tratamiento común para las lesiones deportivas. Esta ayuda a
mantener el área lesionada sin movimiento y previene de un daño
mayor. Para inmovilizar las lesiones deportivas se usan cabestrillos,
entablillados, yesos e inmovilizadores de piernas.
Los pacientes con lesiones por el uso excesivo a menudo reducen su
actividad, por decisión propia o porque se les ha aconsejado hacerlo
para cuidar su salud. Una parte importante durante el tratamiento
de las lesiones por uso excesivo es evitar este tiempo de inactividad,
porque esta produce atrofia en todas las partes del sistema
musculoesqueletico. Además, la inactividad deteriora el estado
físico general, lo que hace más difícil recuperar el nivel deseado. La
atrofia relacionada con la inactividad a menudo se produce
rápidamente, y es posible ver la musculatura atrofiad en unas pocas
semanas. También el cartílago y los ligamentos se atrofian con
rapidez. En consecuencia, la inactividad, en particular la movilización
total, debe evitarse lo más posible.
1.1.4. Tratamiento de soporte:
El tratamiento con antiinflamatorios y analgésicos es importante
como medida de soporte para atletas con lesiones agudas o por uso
excesivo, pero rara vez es suficiente como tratamiento único. El
ejercicio por sí mismo puede tener un efecto sobre la inflamación y
el dolor, pero hay varios tratamientos adyuvantes disponibles que
tienen un efecto más o menos bien documentado, como
medicamentos, el tratamiento con calor o diferentes formas de
electroterapias. El tratamiento con antiinflamatorios y analgésicos
es importante porque permite que al paciente comenzar los
ejercicios de rehabilitación, y evitar la atrofia y la disminución de la
coordinación.
2. Rehabilitación
El proceso de rehabilitación de una lesión suele ser traumático para el jugador.
Sobre todo, por el dolor que conlleva la lesión, y también por la carga
psicológica que implican la inactividad y la incertidumbre.
De ahí que sea básica la existencia de un plan de rehabilitación coherente y
personalizado. También es imprescindible que el jugador sea consciente del
alto riesgo que tiene de sufrir una recaída en caso de no seguir estrictamente
las indicaciones médicas y del preparador físico.
Existen diversos factores que atenúan tanto la frecuencia de padecer lesiones
como la gravedad de las mismas. Por ejemplo, el buen estado físico en que se
encuentra la amplia mayoría de los deportistas profesionales no sólo les
previene de lesiones sino que, además, disminuye la severidad de las mismas y
acelera su recuperación.
Por otro lado, aplicar el tratamiento acertado en la etapa inicial de la lesión
hace que la inflamación, la inmovilidad y la pérdida de tono muscular sean
menores.
También influye en gran medida, sobre todo en el caso de los deportistas
profesionales, trabajar intensamente junto al preparador físico y seguir en todo
momento sus recomendaciones. Por último, es básica una actitud positiva ante
el proceso de recuperación y no caer en la frustración, el desánimo y el
aislamiento, que no son más que estados de ánimo ralentizadores del proceso
de recuperación y posibles generadores de recaídas.
Desde el diagnóstico de la lesión a la vuelta a los terrenos de juego ha de pasar
un tiempo en el que el deportista habrá de pasar por diferentes etapas,
siempre supervisadas por el preparador físico y el fisioterapeuta. A nivel
general dichas etapas podrían ser las siguientes:
Radiación infrarroja
Pueden ser por vía oral como paracetamol o ibuprofeno o, de modo directo, con un
tratamiento tópico en gel un analgésico que penetra la piel, disminuye el dolor y relaja
algunos grados de contractura.
Ultrasonidos
Electroterapia
TENS
Están entre los más conocidos y utilizados. Con ellos se logra una estimulación
nerviosa transcutánea.
Taping
Algunos consejos para pode reducir lo máximo posible el riesgo de lesión además de
los factores anteriormente citados son:
– Elementos ambientales:
a) Tener en cuenta el espacio físico y la superficie, con el fin de evitar golpes e
incidentes debido al estado del pavimento.
– Elementos materiales:
a) Material y equipamiento adecuado, poniendo especial énfasis en los elementos de
protección.
–Elementos físico-deportivos:
a) Llevar a cabo una revisión médica previa a la práctica deportiva.
Las lesiones deportivas, o producidas por el deporte, son habituales entre deportistas y
otras personas que practican deporte. Ciertas lesiones que tradicionalmente se
consideran deportivas también pueden afectar a personas que no hacen deporte. Por
ejemplo, las personas que trabajan en la construcción y en fábricas a menudo
desarrollan «codo de tenista» (epicondilitis) aunque nunca hayan jugado a tenis.
Practicar deporte siempre conlleva el riesgo de sufrir lesiones. Cuando se practica
algún deporte las lesiones suelen aparecer si no se ha hecho un calentamiento
adecuado (ejercitar y estirar los músculos a un ritmo relajado antes de realizar una
actividad intensa, ver Calentamiento).
Los músculos y los ligamentos se lesionan cuando se someten a esfuerzos superiores a
su capacidad. Por ejemplo, se pueden lesionar si son demasiado débiles o se tensan
mucho se cuándo hace ejercicio. Las articulaciones son más propensas a sufrir lesiones
cuando los músculos y los ligamentos que las soportan son débiles, así como cuando
han sufrido un esguince.
Las diferencias individuales en la constitución del cuerpo pueden hacer que algunas
personas sean más propensas a sufrir lesiones deportivas al cargar partes del cuerpo
de manera desigual. Por ejemplo, cuando las piernas tienen distinta longitud, la fuerza
en las caderas y en las rodillas es desigual, lo que provoca mayor tensión en un lado
del cuerpo.
La pronación excesiva (giro excesivo hacia dentro) del pie, en el momento en que este
se apoya en el suelo, puede producir dolor tanto en el pie como en la rodilla. Cierto
grado de pronación es normal y evita las lesiones, ya que ayuda a distribuir la fuerza en
todo el pie. Las personas con una pronación excesiva tienen el pie tan flexible que el
arco interno se aplana, haciendo que la parte interna del pie casi toque el suelo
cuando caminan o corren, dando la impresión de que tienen los pies planos. Un
corredor con pronación excesiva puede presentar dolor en la rodilla cuando corre
largas distancias porque la rótula tiende a girarse hacia fuera cuando el pie gira hacia
dentro. Esta posición a su vez ejerce una tensión excesiva sobre la cara anterior de la
rodilla.
4. Medios médicos biológicos: Que eliminan más rápidamente las formas agudas de
fatiga general y local, restauran eficazmente los recursos energéticos e incluso
incrementan la C. F. T. Ej. Baños de vapor y aire seco, masajes generales, manuales o
por chorros de agua, etc.