You are on page 1of 10

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA LIMA - Sistema

de Notificaciones Electronicas SINOE


SEDE ALZAMORA VALDEZ,
Juez:VELASQUEZ ZAVALETA Hugo Rodolfo (FAU20159981216)
Fecha: 21/06/2017 16:39:31,Razón: RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: LIMA / LIMA,FIRMA DIGITAL

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
LIMA - Sistema de QUINTO JUZGADO ESPECIALIZADO EN LO CONSTITUCIONAL
Notificaciones Electronicas
SINOE
SEDE ALZAMORA VALDEZ,
Secretario:TAIPE SALAZAR EXPEDIENTE : 6582-2009-0-1801-JR-CI-08
Raul Hermogenes
(FAU20159981216)
Fecha: 21/06/2017
DEMANDANTE : ASOCIACION NACIONAL DE MAGISTRADOS.
16:40:56,Razón: RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: LIMA
DEMANDANTE : PODER JUDICIAL
/ LIMA,FIRMA DIGITAL
MATERIA : CUMPLIMIENTO

RESOLUCION: 202
Lima, 21 de junio del 2017.

AUTOS Y VISTOS:

Asunto

El Procurador del Poder Judicial observa los informes periciales evacuados en


autos con similares fundamentos, por lo que debe resolverse tal incidencia de
forma conjunta, por economía y celeridad procesal.

FUNDAMENTOS DE LA DECISION

PRIMERO: OBJETO DEL PEDIDO. Con fecha 6 de abril de 2017 el


Procurador Público del Poder Judicial formula observaciones al Informe Pericial
N° 39-2016-AVM-EAY-ETP-CSJLP/PJ (efectuado en el cu aderno 23 y otros
cuadernos de ejecución), señalando que no formó parte del pedido original de
la demanda, ni de la sentencia las remuneraciones devengadas, ni que estas
sean liquidadas desde que la vigencia de la Ley Orgánica del Poder Judicial o
desde la fecha de ingreso de los magistrados a la carrera judicial.

Por su parte, con fecha 5 de junio de 2017, la Asociación Nacional de


Magistrados del Perú absuelve el traslado de las observaciones del Poder
señalando que mediante Resolución N° 147, del 30 de marzo de 2015, se
ordenó realizar una pericia donde la liquidación se considere desde la fecha de
ingreso de los magistrados a la carrera judicial, por lo que, sostiene, el Poder
Judicial habría consentido esa modalidad de liquidación.

Estando al estado de ese incidente, corresponde evaluar si el Informe Pericial


N° 39-2016-AVM-EAY-ETP-CSJLP/PJ excede o no el ámbi to de las
pretensiones demandadas y/o de la cosa juzgada generada en esta
controversia, tal como observa el Poder Judicial.

SEGUNDO: DERECHO A LA EJECUCIÓN DE SENTENCIAS. En tal sentido,


para el incidente generado, se debe tener en cuenta que la evaluación de las
observaciones de un Informe Pericial en modo alguno pueden poner en duda o
mermar el derecho a la ejecución de sentencias.

Al respecto, el artículo 139º inciso 2 de la Constitución Política dispone que el


derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales forma parte del debido

1
proceso de ahí que el constituyente disponga que “ninguna autoridad puede
(…) dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa
juzgada (…) ni retardar su ejecución”.

El Tribunal Constitucional tiene establecido que el derecho a la ejecución de las


resoluciones judiciales garantiza “que lo decidido en una sentencia se cumpla,
y que la parte que obtuvo un pronunciamiento de tutela, a través de la
sentencia favorable, sea repuesta en su derecho y compensada, si hubiera
lugar a ello, por el daño sufrido” (STC Exp. N.º 015-2001-AI, 016-2001-AI y
004-2002-AI/TC - acumulados, fundamento 11). Trasladando este mandato al
ámbito de los procesos constitucionales, el derecho en mención supondría “la
posibilidad de que la tutela ofrecida por el juez constitucional opere generando
consecuencias fácticas en el ámbito de los derechos fundamentales de las
personas” (STC Exp. 4909-2007-PHC. fundamento 7, entre otras).

De acuerdo con lo anterior, este Juzgado debe tener mucho cuidado al resolver
las observaciones efectuadas a los informes periciales, pues, de un lado, debe
evaluar y justificar que sus alcances no alteren o excedan lo que fue decidido
con autoridad de cosa juzgada y, de otro lado, que lo decidido en la sentencia
no sea trabado de tal modo que lo dicho en el papel pierda correspondencia
con la realidad.

TERCERO: EL MANDATO DE LA SENTENCIA Y SU REMEDIO.-

3.1. CONTENIDO DE LA SENTENCIA. A fin de determinar los alcances de la


sentencia con calidad de cosa juzgada es pertinente tomar en cuenta dos
cuestiones esenciales. Lo principal es advertir que la cosa juzgada se
instaura tanto sobre el sentido de la decisión, como sobre los motivos que
sustentaron la decisión1. Por ventura, en este caso la parte resolutiva de
la sentencia contiene los motivos que la justifican.

Así, en la Resolución N° 20, de fecha 18 de noviemb re de 2010, que


contiene la sentencia. Se resolvió lo siguiente:

“DECLARANDO: FUNDADA la demanda… interpuesta por ASOCIACIÓN


NACIONAL DE MAGISTRADOS DEL PERÚ; y en consecuencia,

1
Así lo señala de modo enfático el profesor Jordi Nieva Fenoll: “… es imposible entender una
sentencia leyendo solamente su fallo. Además si solo tuviera efectos de cosa juzgada aquello
que se incluye en la parte dispositiva de las re-soluciones judiciales, sin duda, en muchos
casos sería imposible mantener la integridad de dichas sentencias frente a pronunciamientos
futuros. Poseen fuerza de cosa juzgada todos aquellos elementos de la sentencia que le dan
estabilidad a sus pronunciamientos, y sin los cuales su firmeza se pondría en tela de juicio. En
cada caso concreto habrá que determinar dichos elementos formulándose la siguiente
pregunta: si en el futuro se modifica este extremo de la sentencia, ¿los pronunciamientos de la
misma resultarían desautorizados? Si la respuesta es afirmativa, existe cosa juzgada. Y con
ello se resolverá cualquier problema que se plantee. Las propuestas de reducirla cosa juzgada
al fallo solo pretendían simplificar la realidad, que es compleja de por sí. Pero no se le puede
dar la espalda a dicha complejidad, sino que hay que enfrentarse a la misma para resolverla.
Además, resulta absurdo pensar que la cosa juzgada se reduce al fallo delas sentencias,
cuando resulta completamente discrecional, e incluso a veces aleatoria, la determinación de
que extremos de la sentencia se incluyen en su parte dispositiva”. NIEVA FENOLL,
Jordi. Jurisdicción y proceso. Madrid: Marcial Pons, 2009, pág. 82

2
ORDENO al CONSEJO EJECUTIVO DEL PODER JUDICIAL, que en el
PLAZO DE DIEZ DÍAS, según los criterios fijados en los fundamentos
precedentes, en acatamiento de los artículos 82° in ciso 23, 186°, inciso 5,
literales b y c, y 193° de la Ley Orgánica del Pode r Judicial, cumpla con: I)
ELIMINAR LAS DISCRIMINACIONES EXISTENTES EN LOS DISTINTOS
CONCEPTOS RECIBIDOS POR LOS MAGISTRADOS antes referidos
que impliquen una pérdida de la naturaleza remunerativa de lo percibido,
debiendo entregarse lo ordenado como una unidad remunerativa, SEGÚN
LO EXPUESTO EN LOS CONSIDERANDOS PRECEDENTES
(…)”(subrayado agregado).

Como se aprecia, la sentencia ordena eliminar las medidas


discriminatorias que existían en cuanto a la percepción de
remuneraciones de los magistrados y, además, vincula el cumplimiento de
ese mandato a los criterios expuestos en la parte considerativa.

En sentido similar se pronunció la Tercera Sala Civil a través de su


Resolución N° 13, de fecha 10 de agosto de 2011, qu e confirmó la
sentencia impugnada y, en su parte resolutiva estableció lo siguiente:

“Por estas consideraciones: CONFIRMARON la sentencia contenida en la


resolución veinte, de fecha dieciocho noviembre de dos mil diez… por la
cual se declaró fundada la demanda, y en consecuencia, ordenó al
Consejo Ejecutivo del Poder Judicial que, en el plazo de diez días, según
los criterios fijados en dicha resolución, en acatamiento del inciso 23 del
artículo 82°, los literales b) y c) del inciso 5 de l artículo 186° y el artículo
193° del Texto Único Ordenando de la Ley Orgánica d el Poder Judicial,
cumpla con: I) ELIMINAR LAS DISCRIMINACIONES EXISTENTES EN
LOS DISTINTOS CONCEPTOS RECIBIDOS POR LOS MAGISTRADOS
antes referidos que impliquen una pérdida de la naturaleza remunerativa
de lo percibido, debiendo entregarse lo ordenado como una unidad
remunerativa (…)” (énfasis y subrayado agregado).

Por tanto, queda claro para este Juzgado que la sentencia con calidad de
cosa juzgada ordena de manera expresa eliminar los agravios
consistentes en la discriminación que padecieron los magistrados en sus
ingresos.

En otras palabras, está fuera de toda duda que pesa sobre el Juez
constitucional el mandamus, con calidad de cosa juzgada, en virtud
del cual se le ordena cumplir, entre otros, el artículo 193 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial y, por ende, eliminar las
discriminaciones remunerativas que bien podrían existir antes,
durante y después de dictarse la sentencia. La sentencia no elimina
sus alcances temporales.

Ciertamente, la renuencia del demandado de cumplir con los mandatos


legales que fueron objeto del proceso de cumplimiento viene de larga
data, situación que precisamente motivó el inicio de este proceso
constitucional. La renuencia del Estado a cumplir la sentencia se mantuvo
también al dictarse la sentencia y luego que esta adquiera firmeza, por lo

3
que fue necesario dictar una sentencia ampliatoria, tal como obra en
autos.

3.2. LA NORMA INCUMPLIDA. No obstante lo anterior, es necesario ser más


específicos en cuanto a la discriminación que fue objeto de la condena en
la sentencia.

Lo primero que debe resaltarse es que el incumplimiento del artículo 193


de la Ley Orgánica del Poder Judicial fue lo que generó una situación de
discriminación en contra de los magistrados. Para ello debe recordarse
que esa disposición prevé que: “Los derechos y beneficios que esta Ley
reconoce a los Magistrados… no pueden ser recortados, modificados ni
dejados sin efecto por ninguna disposición legal que no sea la
modificación de esta Ley Orgánica…”.

En este caso, el demandado incumplió el artículo 193 de la Ley Orgánica


del Poder Judicial, pues los ingresos que pagaba a los magistrados los
dividía en una parte que calificaba como “remuneraciones”, otra que
denominaba “bonos” y una última llamada “gastos operativos”. Con esa
distinción, el Poder Judicial “recortaba” la remuneración que pagaba, pues
los “bonos” y “gastos operativos” no eran pensionables, esto es, no eran
calificados como parte de las remuneraciones. Además, los porcentajes
que fijaba la ley tampoco eran cumplidos.

En otras palabras, a diferencia de los Magistrados Supremos cuyos


ingresos sí son calificados como “remuneraciones” en su totalidad, los
jueces superiores, especializados y de paz letrado, tienen ingresos
conformados por una remuneración recortada (con el consecuente recorte
de la pensión), más bonos y gastos. Tal recorte remunerativo suponía un
incumplimiento del artículo 193 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que
ordenaba no recortar las remuneraciones y, a la vez, se impone un trato
discriminatorio contra los magistrados superiores, jueces especializados y
de paz letrado.

3.3. LA DIFERENCIA ENTRE EL INCUMPLIMIENTO Y SU REMEDIO. Existe


una sentencia con calidad de cosa juzgada que ordena cumplir el artículo
193 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, y para cumplir tal mandato, se
debe eliminar todo trato discriminatorio padecido por los jueces en sus
remuneraciones. Pero debe diferenciarse entre el incumplimiento
detectado y su remedio.

Mientras el incumplimiento consiste en “recortar” el monto de las


remuneraciones para pagar menos pensiones, en cambio, el remedio
consiste en devolver a los demandantes aquello que fue recortado,
reponerles aquello que les fue “recortado”, eliminar la discriminación
padecida.

Por tanto, la tutela otorgada en la sentencia no sólo obligaba al


demandado a cumplir las normas legales en la actualidad, sino que

4
además, le obliga a revertir los incumplimientos que vienen de tiempo
atrás, le obliga a eliminar las discriminaciones actuales y anteriores.

En términos prácticos, la manera de cumplir la ley es devolviendo los


devengados desde que se produjeron los incumplimientos, aunque eso no
haya sido expresamente ordenado.

Esa conclusión puede ser reforzada por dos pilares esenciales: (a) los
alcances objetivos de la cosa juzgada; y, (b) el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva.

CUARTO: LÍMITES OBJETIVOS DE LA COSA JUZGADA.-

4.1. LOS ALCANCES DE LA SENTENCIA. En cuanto a los alcances o límites


objetivos de la cosa juzgada, se debe tener en cuenta que el mandato con
calidad de cosa juzgada cubre o se extiende sobre “lo deducido y lo
deducible”, es decir, alcanza a lo que fue materia de un mandato expreso
(por ejemplo, “eliminar discriminaciones remunerativas”) y también
protege a aquellos asuntos propios o inherentes a la materia controvertida
(por ejemplo, “eliminar discriminaciones remunerativas” de años pasados).

En ese sentido se ha pronunciado el profesor italiano Proto Pisani, quien


menciona que el principio según el cual “la cosa juzgada cubre lo
deducido y lo deducible, nos sirve solo para decir que el resultado del
primer proceso no podrá ser puesto en discusión o, peor, disminuido o
desconocido a través de la deducción, en un segundo [proceso o
incidente], de cuestiones de hecho o de derecho…, relevantes a los fines
del objeto de la primera cosa juzgada y que han sido propuestas
(deducidas) o que se habrían podido proponer (deducible) en el curso del
primer juicio”2.

De acuerdo con lo anterior, la cosa juzgada no solo consolida una


protección o inmutabilidad a un mandato o a una declaración judicial, sino
que también impide que el asunto ya resuelto pueda ser mermado en sus
alcances o negado en procesos o incidentes procesales posteriores, con
argumentos que fueron expresamente deducidos en el proceso donde se
generó la cosa juzgada o con objeciones eran deducibles, que bien
pudieron ser levantadas en la controversia, pero no fueron postuladas.

4.2. LA DEFENSA EJERCIDA POR EL DEMANDADO.-

En este caso, es indudable que existe cosa juzgada sobre el mandato de


cumplir la ley y, para ello, de eliminar las discriminaciones remunerativas
que sufrían los magistrados. Y si bien el Poder Judicial estuvo habilitado
para cuestionar el tiempo que duraron tales discriminaciones, el inicio o
temporalidad de esos agravios, en ningún momento puso en tela de juicio
la existencia de tales agravios, ni mencionó su interrupción desde años
anteriores. De modo que se trata de un asunto que bien pudo ser
2
PROTO PISANI, Andrea. “Apuntes sobre la cosa juzgada civil y sobre sus límites objetivos”.
En: Revista Peruana de Derecho Procesal, N° VII, Lima, 2003, 635-636.

5
controvertido (asunto deducible) por el Poder Judicial, pero nunca fue
objeto de cuestionamientos.

Por tanto, este Juzgado considera que ahora -mediante un incidente


pericial- no es posible tratar de mermar los alcances objetivos del
mandato, que con calidad de cosa juzgada, establece que se deben
eliminar las discriminaciones existentes en materia de
remuneraciones. Este incidente pericial no puede limitar los periodos de
discriminación que deben ser reparados por el Juez, más aún cuando la
sentencia misma no fija ninguna temporalidad.

Esto quiere decir que el Juzgado no encuentra asidero constitucional en el


argumento del Poder Judicial de que la cosa juzgada no ordena el pago
de devengados a los magistrados. Y es que el pago de devengados por
los años anteriores, es solo el remedio utilizado para cumplir con el
artículo 193 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, lo que exige eliminar
las discriminaciones remunerativas. La forma en que necesariamente se
deber ejecutar la sentencia con calidad de cosa juzgada consiste en
cumplir el citado artículo 193, y eso pasa por eliminar las discriminaciones
que la misma sentencia condena.

Lo contrario implicaría limitar de forma irrazonable el contenido de la cosa


juzgada. Y es que, negar el pago de los devengados supondría que este
Juzgado se encontraría limitado a eliminar las discriminaciones surgidas
luego de la sentencia y que el Juzgado deba resignarse o consentir las
discriminaciones remunerativas existentes desde años anteriores,
argumento que no soporta ningún análisis de razonabilidad y que
contraviene el propósito esencial de este proceso constitucional que es:
tutelar los derechos fundamentales (artículo 1 del Código Procesal
Constitucional) o, en este caso consolidar la situación de incumplimiento
de las leyes que ha existido durante muchos años.

Lo expuesto tiene respaldo en lo resuelto por la Quinta Sala Civil,


que confirma la resolución 147, que dispuso la remisión del
expediente al área de pericia para que efectúe las liquidaciones
correspondientes.

QUINTO: DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA.-

5.1. LOS COSTOS DE LA CONFUSIÓN. De otro lado, el Poder Judicial


simplifica en extremo en lenguaje del caso al sostener que no puede
exigírsele el pago de los devengados de los años anteriores, pues, a su
juicio, no fueron objeto de las pretensiones demandadas, ni de la
sentencia.

Ya vimos que tal argumento es errado pues la demanda, ni la sentencia


ordena el pago de los devengados. Lo único que sucede es que se
ordena cumplir la ley y, para ello, se hace necesario, eliminar
discriminaciones mediante la devolución de devengados, asunto que es
distinto.

6
En todo caso, importa señalar que si se siguiera el razonamiento del
demandado, se generaría el absurdo de obligar a cada magistrado a
acudir a otros procesos judiciales para revertir la situación discriminatoria
padecida durante los años pasados en su ejercicio profesional. Es decir,
se iniciarían miles de procesos judiciales para discutir la reparación de
discriminación remunerativa que aquí ya ha sido atendida, creando así un
formalismo excesivo que la sentencia, ni la ley han establecido.

5.2. FORMALISMO Y EFICACIA DE LA SENTENCIA. Con tal argumento se


pretendería imponer un formalismo para lograr el cumplimiento de toda la
sentencia, de modo que en lo sucesivo “toda sentencia” debería indicar el
periodo de los agravios que busca reparar. Como quiera que ese
formalismo no se habría cumplido, el Poder Judicial pretende limitar e
impedir que se ejecute la sentencia para revertir los agravios, las
discriminaciones remunerativas, de años anteriores.

Tal formalismo generaría daños y costos excesivos a todo sistema


procesal en general, pues se obligaría a cada Juez a transitar por dos
instancias judiciales y por la vía de casación, para luego de esa inversión
de tiempo, esfuerzo y recursos de los magistrados y del mismo Poder
Judicial, acceder recién a la misma justicia que aquí ya se dictó: esto es,
acceder una sentencia que diga que los magistrados sí fueron
discriminados en sus remuneraciones durante años anteriores y, por
ende, que les corresponde la entrega de sus devengados durante los
años anteriores de su ejercicio como Jueces.

Esa situación, además de limitar de modo inconstitucional el contenido


objetivo de la cosa juzgada (que no establece ningún plazo dentro del
cual debe repararse la discriminación padecida), también sería lesiva del
derecho de los magistrados a contar con una tutela jurisdiccional efectiva,
garantizado por el artículo 139, inciso 3, de la Constitución Política.

En esa línea, el profesor italiano Enrico Tulio Liebman señala que: "Es
necesario evitar, en cuanto sea posible, que las formas sean un
estorbo y un obstáculo a la plena obtención de la finalidad del
proceso, es necesario impedir que la ciega observancia de la forma
sofoque la sustancia del derecho”3. Y, por su parte, el profesor español
Chamorro Bernal señala que “… ‘efectividad’ quiere decir que no se le
hurte al ciudadano una resolución de su caso al amparo de formalismos
exagerados, por tanto, ‘efectividad’ se opone al ‘formalismo’ porque éste
despoja a la sociedad de la solución del problema de fondo por
cuestiones secundarias a la norma. De ahí que el ‘antiformalismo’ sea un
principio informador del derecho a la tutela jurisdiccional”4.

3
LIEBMAN, Enrico Tulio. Manual de derecho procesal civil. Traducción de Santiago Sentis
Melendo. Buenos Aires: EJEA, 1980, p. 169.
4
CHAMORRO BERNAL, Francisco. La tutela judicial efectiva. Derechos y garantías procesales
derivadas del artículo 24.1 de la Constitución. Barcelona: Bosch, 1994, p. 277.

7
Por todo lo anterior, este Juzgado considera que las observaciones
formuladas por el Poder Judicial al Informe Pericial exceden sus
correctos alcances, pues no se cuestiona la forma en que se han
realizado las liquidaciones, sino que se cuestiona la materia misma
de la pericia, asunto que ya ha sido decidido con calidad de cosa
juzgada.

Ciertamente, si la sentencia no ha establecido ningún límite temporal al


cumplimiento de la ley y al consecuente periodo de las discriminaciones a
ser reparadas, es improcedente que en vía de observación pericial, el
Poder Judicial pretenda deslizar un límite temporal o un requisito no
previsto para esa materia.

Más aún, atender el argumento del Poder Judicial implicaría una amenaza
contra el derecho a la tutela judicial efectiva de los magistrados que ya
cuentan con calidad de cosa juzgada.

SEXTO: INTERVENCIÓN DE LITISCONSORTES FACULTATIVOS Y SUS


EFECTOS EN EL CASO.-

6.1. INTERVENCIÓN DE LITISCONSORTES FACULTATIVOS. Otro punto


que ha resaltado el Poder Judicial consiste en sostener que la Corte
Superior que conoce de esta causa ya habría desestimado un pedido de
pago de remuneraciones devengadas.

Al respecto, mediante escrito de fecha 4 de mayo de 2011, distintos


magistrados representados por Jaime Davis Abanto Torres, se
apersonaron al proceso en la modalidad de “intervención litisconsorcial” y
solicitaron el pago de los “intereses legales devengados” junto con los
costos del proceso. Por Resolución N° 7, de fecha 1 3 de junio de 2011, la
Tercera Sala Civil de Lima los incorporó como litisconsortes facultativos,
sin responder el pedido formulado.

A su vez, luego que la Tercera Sala Civil de Lima dictó la Resolución N°


13, de fecha 10 de agosto de 2011, a través de la cual confirmó la
sentencia que declaró fundada la demanda. Con fecha 27 de septiembre
de 2011, los litisconsortes representados por Jaime David Abanto Torres
solicitaron la corrección de la sentencia, de modo que se pronuncie sobre
el pago de los intereses legales y devengados desde la fecha de los
incumplimientos.

Al respecto, mediante Resolución N° 19, de fecha 3 de octubre de 2011,


la Tercera Sala Civil de Lima desestimó el pedido de los litisconsorte. Sin
embargo, es imperioso tomar nota de algunas cuestiones importantes. La
Sala Superior “dejó constancia que el ingreso de los jueces
especializados al presente proceso constitucional se produce en el estado
en el que se encuentre” (Considerando Tercero, punto 3.3). Y añadió que
el mandato de la sentencia es que se “cumpla”, entre otros, el artículo 193
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por lo que, como es evidente, no
existen pretensiones directas donde se solicite que se paguen intereses

8
legales, los devengados generados desde el incumplimiento o los costos
del proceso (Considerando Quinto).

Finalmente, la Tercera Sala Civil de Lima precisó: “… en este caso no


habiendo formado aquellas pretensiones [pago de devengados y otros]
formuladas por los litisonconsortes… materia de dilucidación por los
órganos jurisdiccionales, las sentencias deben circunscribirse a las
pretensiones propuestas en la demanda y contestación de la misma como
ha sucedido en el presente caso” (Sexto Considerando).

6.2. ¿EL PAGO DE DEVENGADOS ES IMPROCEDENTE?. Este Juzgado no


tiene sino que coincidir con el argumento de la Sala Superior pues
ninguna pretensión de la demanda se dirige directamente a solicitar que
se restituya los devengados generados desde el incumplimiento.
Asimismo, se debe tener en cuenta que la Sala Superior estaba
jurídicamente impedida de pronunciarse sobre el pedido de pago de
devengados que formularon los litisconsortes facultativos del
demandante, puesto que tal pedido no formaba parte de las argumentos
de la apelación de sentencia del demandado, que son los únicos que
podía atender la Sala Superior en virtud del principio tantum devolutum
quantum apellatum.

Al respecto, Solé Riera señala que: “El órgano judicial ad quem que
conoce de la apelación sólo incidirá sobre aquello que le es sometido en
virtud del recurso… En segunda instancia, la pretensión del apelante al
impugnar la resolución es la que establece la cuestión sobre la que debe
versar el recurso. Aunque el objeto del proceso sea el mismo tanto en la
primera como en segunda instancia, el alcance de la impugnación de la
sentencia recurrida determinará los poderes del órgano ad quem para
resolver de forma congruente la materia objeto del recurso”5.

De acuerdo con lo anterior, si el pago de lo devengados no fue materia de


apelación de sentencia del demandado, entonces era claramente
improcedente todo pedido formulado por los litisconsortes del
demandante para pronunciarse sobre un asunto distinto a las
pretensiones impugnatorias.

Eso de ningún modo significaría que el pago de los devengados es, por sí
mismo improcedente, lo que sucede es que la Sala Superior no tenía
competencia para pronunciarse sobre esa materia no formulada en las
pretensiones impugnatorias del apelante.

Ahora bien, como ya se resaltó antes, sí es objeto de este proceso un


mandato de que se cumpla el artículo 193 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, lo que sucede es que la manera de hacer cumplir ese mandato,
es eliminando todo trato discriminatorio padecido por los jueces en sus
remuneraciones y eso pasa por devolver a los demandantes aquello que
les fue recortado en sus remuneraciones.
5
SOLÉ RIERA, Jaume. El recurso de apelación civil. Barcelona: José María Bosch, 1998,
págs. 63-64

9
En otras palabras, cumplir la ley que ordena al Poder Judicial “no recortar
las remuneraciones de los jueces”, exige devolver a los jueces aquello
que les fue indebidamente recortado, así se elimina la discriminación
padecida.

Por tanto, si bien es cierto que no existe ninguna pretensión ni sentencia


que ordene devolver lo devengado durante estos últimos años, sí existe
un mandato para que el demandado cumpla con el artículo 193 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial y el mandato de la sentencia es tan
especifico, que le ordena eliminar todo acto de discriminación en materia
remunerativa, discriminación que sólo desaparecerá si se restituye a los
demandantes lo que indebidamente les fue recortado, esto es, si se les
restituye los devengados.

De manera que en este extremo tampoco le asiste razón al Poder Judicial


pues si bien la devolución de las remuneraciones no fue una pretensión
demandada, es el único remedio que existe para cumplir con el artículo
193 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, como expresamente se solicitó
en la demanda y se ordena en la sentencia.

DECISION:
Por tales razones:
1. SE DECLARA INFUNDADAS las observaciones efectuadas por el
Procurador del Poder Judicial a los informe periciales evacuados en autos.
2. Continué el proceso según su estado.
3. Notifíquese a las partes.

10

You might also like