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RESOLUCION: 202
Lima, 21 de junio del 2017.
AUTOS Y VISTOS:
Asunto
FUNDAMENTOS DE LA DECISION
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proceso de ahí que el constituyente disponga que “ninguna autoridad puede
(…) dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa
juzgada (…) ni retardar su ejecución”.
De acuerdo con lo anterior, este Juzgado debe tener mucho cuidado al resolver
las observaciones efectuadas a los informes periciales, pues, de un lado, debe
evaluar y justificar que sus alcances no alteren o excedan lo que fue decidido
con autoridad de cosa juzgada y, de otro lado, que lo decidido en la sentencia
no sea trabado de tal modo que lo dicho en el papel pierda correspondencia
con la realidad.
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Así lo señala de modo enfático el profesor Jordi Nieva Fenoll: “… es imposible entender una
sentencia leyendo solamente su fallo. Además si solo tuviera efectos de cosa juzgada aquello
que se incluye en la parte dispositiva de las re-soluciones judiciales, sin duda, en muchos
casos sería imposible mantener la integridad de dichas sentencias frente a pronunciamientos
futuros. Poseen fuerza de cosa juzgada todos aquellos elementos de la sentencia que le dan
estabilidad a sus pronunciamientos, y sin los cuales su firmeza se pondría en tela de juicio. En
cada caso concreto habrá que determinar dichos elementos formulándose la siguiente
pregunta: si en el futuro se modifica este extremo de la sentencia, ¿los pronunciamientos de la
misma resultarían desautorizados? Si la respuesta es afirmativa, existe cosa juzgada. Y con
ello se resolverá cualquier problema que se plantee. Las propuestas de reducirla cosa juzgada
al fallo solo pretendían simplificar la realidad, que es compleja de por sí. Pero no se le puede
dar la espalda a dicha complejidad, sino que hay que enfrentarse a la misma para resolverla.
Además, resulta absurdo pensar que la cosa juzgada se reduce al fallo delas sentencias,
cuando resulta completamente discrecional, e incluso a veces aleatoria, la determinación de
que extremos de la sentencia se incluyen en su parte dispositiva”. NIEVA FENOLL,
Jordi. Jurisdicción y proceso. Madrid: Marcial Pons, 2009, pág. 82
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ORDENO al CONSEJO EJECUTIVO DEL PODER JUDICIAL, que en el
PLAZO DE DIEZ DÍAS, según los criterios fijados en los fundamentos
precedentes, en acatamiento de los artículos 82° in ciso 23, 186°, inciso 5,
literales b y c, y 193° de la Ley Orgánica del Pode r Judicial, cumpla con: I)
ELIMINAR LAS DISCRIMINACIONES EXISTENTES EN LOS DISTINTOS
CONCEPTOS RECIBIDOS POR LOS MAGISTRADOS antes referidos
que impliquen una pérdida de la naturaleza remunerativa de lo percibido,
debiendo entregarse lo ordenado como una unidad remunerativa, SEGÚN
LO EXPUESTO EN LOS CONSIDERANDOS PRECEDENTES
(…)”(subrayado agregado).
Por tanto, queda claro para este Juzgado que la sentencia con calidad de
cosa juzgada ordena de manera expresa eliminar los agravios
consistentes en la discriminación que padecieron los magistrados en sus
ingresos.
En otras palabras, está fuera de toda duda que pesa sobre el Juez
constitucional el mandamus, con calidad de cosa juzgada, en virtud
del cual se le ordena cumplir, entre otros, el artículo 193 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial y, por ende, eliminar las
discriminaciones remunerativas que bien podrían existir antes,
durante y después de dictarse la sentencia. La sentencia no elimina
sus alcances temporales.
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que fue necesario dictar una sentencia ampliatoria, tal como obra en
autos.
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además, le obliga a revertir los incumplimientos que vienen de tiempo
atrás, le obliga a eliminar las discriminaciones actuales y anteriores.
Esa conclusión puede ser reforzada por dos pilares esenciales: (a) los
alcances objetivos de la cosa juzgada; y, (b) el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva.
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controvertido (asunto deducible) por el Poder Judicial, pero nunca fue
objeto de cuestionamientos.
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En todo caso, importa señalar que si se siguiera el razonamiento del
demandado, se generaría el absurdo de obligar a cada magistrado a
acudir a otros procesos judiciales para revertir la situación discriminatoria
padecida durante los años pasados en su ejercicio profesional. Es decir,
se iniciarían miles de procesos judiciales para discutir la reparación de
discriminación remunerativa que aquí ya ha sido atendida, creando así un
formalismo excesivo que la sentencia, ni la ley han establecido.
En esa línea, el profesor italiano Enrico Tulio Liebman señala que: "Es
necesario evitar, en cuanto sea posible, que las formas sean un
estorbo y un obstáculo a la plena obtención de la finalidad del
proceso, es necesario impedir que la ciega observancia de la forma
sofoque la sustancia del derecho”3. Y, por su parte, el profesor español
Chamorro Bernal señala que “… ‘efectividad’ quiere decir que no se le
hurte al ciudadano una resolución de su caso al amparo de formalismos
exagerados, por tanto, ‘efectividad’ se opone al ‘formalismo’ porque éste
despoja a la sociedad de la solución del problema de fondo por
cuestiones secundarias a la norma. De ahí que el ‘antiformalismo’ sea un
principio informador del derecho a la tutela jurisdiccional”4.
3
LIEBMAN, Enrico Tulio. Manual de derecho procesal civil. Traducción de Santiago Sentis
Melendo. Buenos Aires: EJEA, 1980, p. 169.
4
CHAMORRO BERNAL, Francisco. La tutela judicial efectiva. Derechos y garantías procesales
derivadas del artículo 24.1 de la Constitución. Barcelona: Bosch, 1994, p. 277.
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Por todo lo anterior, este Juzgado considera que las observaciones
formuladas por el Poder Judicial al Informe Pericial exceden sus
correctos alcances, pues no se cuestiona la forma en que se han
realizado las liquidaciones, sino que se cuestiona la materia misma
de la pericia, asunto que ya ha sido decidido con calidad de cosa
juzgada.
Más aún, atender el argumento del Poder Judicial implicaría una amenaza
contra el derecho a la tutela judicial efectiva de los magistrados que ya
cuentan con calidad de cosa juzgada.
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legales, los devengados generados desde el incumplimiento o los costos
del proceso (Considerando Quinto).
Al respecto, Solé Riera señala que: “El órgano judicial ad quem que
conoce de la apelación sólo incidirá sobre aquello que le es sometido en
virtud del recurso… En segunda instancia, la pretensión del apelante al
impugnar la resolución es la que establece la cuestión sobre la que debe
versar el recurso. Aunque el objeto del proceso sea el mismo tanto en la
primera como en segunda instancia, el alcance de la impugnación de la
sentencia recurrida determinará los poderes del órgano ad quem para
resolver de forma congruente la materia objeto del recurso”5.
Eso de ningún modo significaría que el pago de los devengados es, por sí
mismo improcedente, lo que sucede es que la Sala Superior no tenía
competencia para pronunciarse sobre esa materia no formulada en las
pretensiones impugnatorias del apelante.
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En otras palabras, cumplir la ley que ordena al Poder Judicial “no recortar
las remuneraciones de los jueces”, exige devolver a los jueces aquello
que les fue indebidamente recortado, así se elimina la discriminación
padecida.
DECISION:
Por tales razones:
1. SE DECLARA INFUNDADAS las observaciones efectuadas por el
Procurador del Poder Judicial a los informe periciales evacuados en autos.
2. Continué el proceso según su estado.
3. Notifíquese a las partes.
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