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NORBERTO BOBBIO: EL FILÓSOFO Y LA POLÍTICA

SOBRE LAS POSIBLES RELACIONES ENTRE FILOSOFÍA POLÍTICA Y CIENCIA POLÍTICA

El problema de las relaciones entre la filosofía política y la ciencia política tienen muchas facetas, porque
manteniendo firme el significado de uno de los términos, el de“ciencia política”, entendiéndolo como el estudio de
los fenómenos políticos realizado con la metodología de las ciencias empíricas y utilizando todas las técnicas de
investigación de la ciencia del comportamiento, y el otro significado, es decir el de “filosofía política”, es usado bajo
significados muy variados, también las relaciones entre ellos se plantean inevitablemente de manera diferente.

Bobbio, sostiene que por lo menos se pueden distinguir 4 significados diferentes de “filosofía política”.

1. La manera más tradicional y coherente de entender la filosofía política es concebirla como la descripción,
proyección y teorización de la óptima república, o como la construcción de un modelo ideal de Estado
fundado en algunos postulados éticos últimos. Pertenecen a esta forma de pensamiento ciertas “utopías al
revés”, que consisten en la descripción no de la óptima, sino del modelo ideal del Estado que no debe
realizarse.
2. Una segunda forma de comprender la filosofía política es considerarla como la búsqueda del fundamento
último del poder. Bajo esta acepción, la filosofía política se resuelve en la solución del problema de la
justificación del poder último, o en la determinación de uno o más criterios de legitimidad del poder. De
conformidad con esta connotación, todas las filosofías políticas se podrían clasificar según los diversos
criterios de legitimación del poder que han sido en su turno adoptados.
3. Por filosofía política también se puede entender la determinación del concepto general de política, como
actividad autónoma, manera o forma del espíritu que tiene sus características peculiares que la distinguen
de la ética, de la economía, el derecho o la religión. Cuando entre nosotros se habla de filosofía política, el
pensamiento corre inmediatamente al problema de la distinción entre política y moral, entre razón
individual y razón de Estado, al problema de si la conducta política posee sus propias leyes, de si responde a
criterios propios de valoración, si el fin justifica los medios, si los Estados se pueden gobernar con
padrenuestros, etc.
4. La filosofía política como discurso crítico, entendido sobre supuestos, condiciones de verdad, pretensiones
de objetividad. Desde esta perspectiva se puede hablar de filosofía política como metaciencia, o sea, que no
es el directo de la investigación científica entendida como estudio empírico de los comportamientos
políticos, sino el indirecto de la crítica y la legitimación de los procedimientos por medio de los cuales es
llevada a efecto la investigación en el primer nivel.
El problema de las relaciones entre filosofía política y la ciencia política asume aspectos diferentes según si es
tomada en consideración una u otra acepción de la filosofía política señaladas:

1. Cuando por filosofía política se entiende la teoría de la óptima república, la relación con la ciencia política es
de oposición neta. Mientras la ciencia política tiene una función esencialmente descriptiva o explicativa, la
filosofía como teoría de la óptima república desempeña un papel primordialmente prescriptivo: el objeto de
la primera es la política tal cual es; el propósito de la segunda es la política como debería ser. La proyección
hacia el futuro de la filosofía como teoría de la óptima república es la utopía; la misma proyección hacia el
futuro de la ciencia política asume aspecto de “prospectiva”. (Hay una relación de separación y al mismo
tiempo de divergencia.)

2. De acuerdo con la cual por filosofía política se entiende una teoría sobre la justificación o legitimación del
poder, la relación entre filosofía política y la ciencia política es mucho más estrecha. Aquí el problema
filosófico presupone el análisis de los fenómenos reales del poder, que estimamos de competencia del
científico de la política. Por otra parte, el estudio realista del poder no puede dejar de desembocar en el
problema de los criterios de legitimidad, esto es, de las razones últimas por las que un poder es y debe ser
obedecido. (La relación si bien es de separación, al mismo tiempo es de convergencia)

3. En cuanto al tercer significado de filosofía política, la relación con la ciencia política es tan estrecha que
resulta difícil establecer una línea de separación entre una y otra y señalar dónde termina el área del
conflicto y donde empieza la del filósofo. Las dos investigaciones constituyen una continuidad: no se puede
pensar en una pesquisa de la ciencia política que no se plantee el problema del concepto “política” y, de la
delimitación misma del propio campo de investigación; pero tampoco se puede pensar en un análisis del
concepto de política que no tenga en cuenta los datos recabados y los fenómenos examinados por la
investigación fáctica. La diferencia entre el plano de la filosofía y el de la ciencia es exclusivamente de orden
de importancia. Más que de filosofía política, aquí sería mejor hablar de “teoría general de la política”. (Hay
una relación de continuidad y por tanto sustancialmente de indistinción, distinción convencional.)

4. En el caso de filosofía política entendida como metaciencia, la distinción entre filosofía política y ciencia se
vuelve de nuevo tajante: se trata de investigaciones que tienen objetos y fines diversos. La ciencia es el
discurso o conjunto de discursos sobre el comportamiento político; la filosofía es el discurso sobre el
discurso del científico. (La relación es de integración recíproca o de servicio mutuo.)

Manteniendo firme el carácter “avalorativo” de la ciencia política, la mayor distancia entre la filosofía política y la
ciencia política se registra allí donde la filosofía política asume un carácter fuertemente valorativo. Son las primeras
dos acepciones, o sea, la filosofía política como descripción de la óptima república y como determinación de un
principio de legitimidad, los casos en que la relación entre filosofía política y cienci apolítica es de separación más
que de integración.

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