TIPOLOGIA DE UN BUEN DISEÑADOR

Para ser un buen diseñador es importante tener en cuenta, que existen criterios que le hacen tal,
no es solo el talento el que le permite crecer y abrirse paso hasta triunfar, sino que antes de eso
debe poseer la mayoría o todas las cualidades que a continuación han de explicarse:

IMAGINACIÓN

Todo comienza con un toque de locura gracias a la imaginación. Ver las cosas de manera diferente
marca un buen comienzo ya que las modas y las tendencias son trampas para la creatividad.

PASIÓN

La pasión es lo esencial para progresar, y te permite mantener una técnica propia a la vez que
puedes aprender otras diferentes.

VOCACIÓN

Esta podría ser la cualidad más importante, pues un diseñador puede tener todas las cualidades
anteriores, pero si no tiene esa vocación que hace que un profesionista ame su trabajo, nunca
explotará todo su potencial.

TÉCNICO

Ser preciso, tener técnica, precisión, es de suma importancia y, a pesar del hecho de que es invisible,
no es palpable a la vista de todos, existe una regla, una norma, en todas las composiciones de
carácter visual.

SENSIBILIDAD ARTÍSTICA

Un diseñador debe ser sensible a todo tipo de manifestaciones artísticas y culturales, pues
solamente a partir de estas podrá realizar proyectos con gran sentido humano.

CULTO

Es necesario que un diseñador tenga conocimientos de matemáticas, sociología, filosofía, ética,

dibujo, historia universal, historia de su país e historia del arte, pues de esta manera sus ideas
tendrán bases y fluirán de manera más óptima.

INVERSIÓN

Se necesita inversión en tiempo, practicando constantemente, buscando, observando y no

olvidando que es un trabajo, un negocio que al final ha de encontrar una rentabilidad.

PERSEVERANCIA

Obviamente, esto no siempre funciona al principio. Se necesita perseverancia, ya que, con el tiempo,
todo es posible.

CURIOSIDAD

Es también gracias a la curiosidad, que alimentará nuestro conocimiento general y absorberemos

todos los estilos y tendencias, con el que se llega a las metas que parecían más lejanas e imposibles.
CONSTANCIA

Como en cualquier disciplina deportiva, la constancia es una prioridad para el ascenso a la cumbre,
cada uno tiene su ritmo, pero hay que mantenerlo.

ORGANIZACIÓN

No se puede diseñar sin objetivo, si planificamos, croquizamos el resultado, esto nos permitirá que
nos desviemos lo menos posible de nuestro objetivo final. Hay muchas distracciones, mucha
información a nuestro alrededor, pero esto no tiene que alejarnos ni obligarnos a cambiar la
dirección elegida. A veces las posibilidades para un diseño son prácticamente infinitas, si no
delimitamos, nunca llegaremos a un único resultado óptimo

VERSATILIDAD

El buen diseñador gráfico debe adaptarse a cada proyecto, no podemos forzar a que el proyecto se
modifique por nuestras limitaciones de adaptación y conocimiento. Debido a que cada aplicación y
necesidades son únicas, la versatilidad es también una cualidad necesaria para ajustar y elegir el
estilo apropiado.

INNOVACIÓN

Copiar no te convierte en un gran diseñador; debes innovar. Hay que tomar la iniciativa y decidir las
próximas tendencias con valentía y aplomo, teniendo muy en cuenta, que toda innovación al
principio siempre es rechazada por el entorno, pues una idea innovadora solo la verá su creador y
los demás difícilmente la entenderán al principio.

EVOLUCIÓN

Prueba nuevas cosas, cambia de rumbos, todo es bueno para crecer y nunca dejar de aprender.

PACIENCIA

Otra de las grandes virtudes que debes tener, en ocasiones no todo es rápido, como la
retroalimentación del cliente o el desarrollo de una idea. Además siempre deberás probar
alternativas antes de llegar al resultado final.

CONFIABILIDAD

Los clientes no sólo quieren talento, sino a alguien en quien puedan confiar. Desarrolla coherencia
y demuestra confiabilidad.

APERTURA

Se necesita mucha apertura de miras, empatía, para exponer al mundo nuestras ideas ya que existen
diferentes culturas, pensamientos, y tenemos que llegar con nuestros diseños a la mayor parte de
todas estas singularidades.

SENCILLEZ
Finalmente, la simplicidad comunica mucho mejor que la complejidad; hay que conseguir que en los
diseños aparezcan el menor número de elementos, saber eliminar los superfluos o incluso inútiles
para llegar a crear el mensaje más directo y clave con nuestros diseños.

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