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OBJETIVO:

Estudio de los gases ideales y reales en dos procesos: Isotérmico e isócoro.

FUNDAMENTO TEÓRICO:
La termodinámica puede definirse como el tema de la Física que estudia los
procesos en los que se transfiere energía como calor y como trabajo.
Sabemos que se efectúa trabajo cuando la energía se transfiere de un
cuerpo a otro por medios mecánicos. El calor es una transferencia de
energía de un cuerpo a un segundo cuerpo que está a menor temperatura.
O sea, el calor es muy semejante al trabajo. El calor se define como una
transferencia de energía debida a una diferencia de temperatura, mientras
que el trabajo es una transferencia de energía que no se debe a una
diferencia de temperatura. Al hablar de termodinámica, con frecuencia se
usa el término "sistema". Por sistema se entiende un objeto o conjunto de
objetos que deseamos considerar. El resto, lo demás en el Universo, que no
pertenece al sistema, se conoce como su "ambiente". Se consideran varios
tipos de sistemas. En un sistema cerrado no entra ni sale masa,
contrariamente a los sistemas abiertos donde sí puede entrar o salir masa.
Un sistema cerrado es aislado si no pasa energía en cualquiera de sus
formas por sus fronteras. Previo a profundizar en este tema de la
termodinámica, es imprescindible establecer una clara distinción entre tres
conceptos básicos: temperatura, calor y energía interna. Como ejemplo
ilustrativo, es conveniente recurrir a la teoría cinética de los gases, en que
éstos sabemos están constituidos por numerosísimas moléculas en
permanente choque entre sí. La temperatura es una medida de la energía
cinética media de las moléculas individuales. El calor es una transferencia
de energía, como energía térmica, de un objeto a otro debida a una
diferencia de temperatura. La energía interna (o térmica) es la energía total
de todas las moléculas del objeto, o sea incluye energía cinética de
traslación, rotación y vibración de las moléculas, energía potencial en
moléculas y energía potencial entre moléculas. Para mayor claridad,
imaginemos dos barras calientes de un mismo material de igual masa y
temperatura. Entre las dos tienen el doble de la energía interna respecto de
una sola barra. Notemos que el flujo de calor entre dos objetos depende de
sus temperaturas y no de cuánta energía térmica o interna tiene cada uno.
El flujo de calor es siempre desde el objeto a mayor temperatura hacia el
objeto a menor temperatura.
Sistemas Termodinámicos:
Un sistema termodinámico (también denominado sustancia de trabajo) se
define como la parte del universo objeto de estudio. Un sistema
termodinámico puede ser una célula, una persona, el vapor de una máquina
de vapor, la mezcla de gasolina y aire en un motor térmico, la atmósfera
terrestre, etc. El sistema termodinámico puede estar separado del resto del
universo (denominado alrededores del sistema) por paredes reales o
imaginarias. En este último caso, el sistema objeto de estudio sería, por
ejemplo, una parte de un sistema más grande. Las paredes que separan un
sistema de sus alrededores pueden ser aislantes (llamadas paredes
adiabáticas) o permitir el flujo de calor (diatérmicas). Los sistemas
termodinámicos pueden ser aislados, cerrados o abiertos. Sistema aislado:
es aquél que no intercambia ni materia ni energía con los alrededores.
Sistema cerrado: es aquél que intercambia energía (calor y trabajo) pero no
materia con los alrededores (su masa permanece constante). Sistema
abierto: es aquél que intercambia energía y materia con los alrededores. En
la siguiente figura se han representado los distintos tipos de sistemas
termodinámicos a lo largo de estas páginas trataremos los sistemas
cerrados.

Figura 1.Cuando un sistema está aislado y se le deja evolucionar un tiempo


suficiente, se observa que las variables termodinámicas que describen su
estado no varían. La temperatura en todos los puntos del sistema es la
misma, así como la presión. En esta situación se dice que el sistema está en
equilibrio termodinámico.
Equilibrio termodinámico:
En Termodinámica se dice que un sistema se encuentra en equilibrio
termodinámico cuando las variables intensivas que describen su estado no
varían a lo largo del tiempo. Cuando un sistema no está aislado, el equilibrio
termodinámico se define en relación con los alrededores del sistema. Para
que un sistema esté en equilibrio, los valores de las variables que describen
su estado deben tomar el mismo valor para el sistema y para sus
alrededores. Cuando un sistema cerrado está en equilibrio, debe estar
simultáneamente en equilibrio térmico y mecánico. Equilibrio térmico: la
temperatura del sistema es la misma que la de los alrededores.
Equilibrio mecánico: la presión del sistema es la misma que la de los
alrededores.
Energía, calor y trabajo en sistemas gaseosos:
Los gases, por no tener forma ni volumen propios, son muy útiles para
estudiar transformaciones de
energía. Sabemos que la principal diferencia entre gases y líquidos o entre
gases y sólidos, es que, en
un gas, las moléculas que lo constituyen se encuentran tan lejanas entre sí
que las podemos considerar como partículas independientes. Para un
primer estudio de las transformaciones de energía, nos resulta muy útil un
sistema en el que podemos considerar que las energías de interacción entre
las partículas son muy pequeñas, como sucede con los gases, al menos en
un intervalo normal de presiones y temperaturas.
Por supuesto que, si aumentamos la presión de un gas y disminuimos su
temperatura, lograremos que las moléculas estén más cerca unas de otras.
Esto daría lugar a interacciones moleculares que, de ser tomadas en cuenta,
complicarían en gran medida nuestro estudio.
Es una ley natural que todos los sistemas tienen tendencia a adquirir un
estado de mínima energía. En
un gas, este estado se halla asociado a la menor temperatura posible y a las
presiones más bajas, para que sus moléculas estén muy lejanas entre sí de
modo que no existan interacciones. Al comprimir un gas, esto es, disminuir
su volumen y por tanto aumentar la presión, estamos obligando
a las moléculas a acercarse unas a otras y por lo tanto aumentará la energía
del sistema. Si permitimos que el sistema transfiera esta energía excedente
—recibida por el trabajo de compresión— en forma de calor hacia los
alrededores, podemos lograr que, finalmente, éste sea cero, lo que equivale
a que la temperatura del sistema se hubiera mantenido constante. Por esta
razón diríamos que el proceso ha sido isotérmico (de isos, "igual", en
griego).

Figura 2. Al disminuir el volumen, las partículas se acercan, las condiciones


aumentan y la presión también aumenta.
Tipos de sistemas:
Si el sistema no puede transferir energía hacia sus alrededores y realizamos
un trabajo de compresión, su temperatura tendría que aumentar como
consecuencia de que éste ha aumentado. Como ya hemos mencionado,
llamamos sistemas cerrados a aquellos en los que puede haber
transferencia de energía entre el sistema y sus alrededores pero no puede
haber transferencia de masa. Por ejemplo, un recipiente metálico
perfectamente cerrado como el que se muestra en la figura 31, contiene en
su interior el sistema "agua". Si calentamos el recipiente, el calor será
transmitido hacia el agua y por tanto hay transferencia de energía entre los
alrededores y el sistema. Pero el agua no puede salir del recipiente. A esto
nos referimos al decir que no puede haber
transferencia de masa o materia entre los alrededores y el sistema. Por lo
tanto, tenemos un ejemplo de sistema cerrado. Llamamos sistema aislado
a aquel cuyas paredes no permiten ni la transferencia de masa ni la
transferencia de energía. Si recordamos la primera ley de la termodinámica,
nos será fácil reconocer la validez del siguiente postulado: "La energía de
un sistema aislado es constante."

Figura 3. Sistema cerrado.

Figura 4. Sistema aislado.


Es difícil tener un sistema perfectamente aislado. Un dispositivo común y
conocido que pretende tener paredes aislantes, es el recipiente térmico
que utilizamos para mantener nuestros alimentos a una temperatura
constante. Existen sistemas llamados abiertos, cuyas paredes permiten el
intercambio de masa y de energía entre sistema y alrededores. De estos
sistemas hablaremos más adelante. La termodinámica estudia los sistemas
que se encuentran en equilibrio. Esto significa que las propiedades del
sistema —típicamente la presión, la temperatura, el volumen y la masa—
son constantes. En la vida cotidiana, es difícil encontrar un sistema que esté,
de manera rigurosa, en equilibrio. Sin embargo, hay sistemas en los que las
propiedades están cambiando, pero en una forma tan lenta que, para fines
prácticos, podemos considerarlos como sistemas en equilibrio. Esto sucede
en muchos sistemas abiertos, uno de los cuales podemos ser nosotros
mismos. ¿Somos un sistema en equilibrio? Es evidente que no, pues
podemos observar que vamos envejeciendo con los años. Nuestra piel se
va arrugando, nuestro pelo encanece o desaparece. Pero si nos ponemos
frente a un espejo durante varias horas, es claro que no podríamos notar
este proceso de envejecimiento. Nuestro organismo está diseñado para
mantener una temperatura constante. Ya hemos mencionado que
normalmente este valor es de unos 37°C. El cambio en unos cuantos grados
puede ser de consecuencias fatales. ¿Cómo logra nuestro cuerpo mantener
su temperatura?
Cuando decimos que hace mucho calor, es porque nuestros sentidos
detectan que la temperatura de los alrededores es mayor que la de nuestro
cuerpo. Generalmente sudamos mediante un proceso llamado
transpiración. Eliminamos agua, la cual utiliza energía para evaporarse. Esta
energía la toma de nuestro cuerpo y ello nos ayuda a mantenernos a una
temperatura constante.

Figura 5. Transmisión de calor: (a) por conducción; (b) por convección libre;
(c) por convección forzada, y (d) por radiación.
Este fenómeno lo podemos experimentar fácilmente si ponemos un poco
de alcohol en nuestras manos. Si movemos las manos para facilitar la
evaporación del alcohol, sentiremos una sensación de frescura. Esto se
debe a que el alcohol, para pasar de estado líquido a vapor; requiere de
energía y la toma de los alrededores. En este caso, los alrededores son
básicamente nuestra piel. Al perder esta energía de nuestra piel, la
temperatura disminuye momentáneamente y sentimos "frío". La sensación
desaparece rápidamente, pues nuestra temperatura se equilibra de nuevo.
La transferencia de calor entre una región y otra del sistema o bien entre el
sistema y sus alrededores puede llevarse a cabo por tres medios diferentes:
convección, conducción y radiación. Conducción es la transferencia de calor
de una parte de un cuerpo a otra parte del mismo cuerpo, o de un cuerpo
a otro cuerpo con el que está en contacto físico, sin que podamos apreciar
un desplazamiento de las partículas que forman estos cuerpos. Cuando
tomamos una pequeña varilla metálica por un extremo y calentamos el otro
extremo, por ejemplo metiéndolo al fuego, muy pronto sentiremos el calor
en el extremo que estamos deteniendo con nuestra mano. El calor se ha
transmitido por conducción a través de la varilla. Al igual que sucede con
los conductores eléctricos, no todos los cuerpos conducen el calor con la
misma facilidad. Si repetimos la experiencia de la varilla pero ahora
utilizando un cuchillo con mango de madera, este material impedirá en gran
medida el paso del calor hacia nuestra mano. Convección es la transferencia
de calor de un punto a otro punto dentro de un fluido, gas o líquido,
mediante la mezcla de regiones frías con regiones calientes. En la
convección “natural” el movimiento el fluido se debe exclusivamente a las
diferencias locales de densidad ocasionadas por las diferencias en
temperaturas en las distintas regiones del sistema. En la convección
"forzada" se utilizan medios mecánicos para favorecer el mezclado, por
ejemplo, cuando calentamos nuestros alimentos es muy común que
utilicemos un cucharón para agitar el fluido y obtener un calentamiento
más uniforme.
Radiación es la transferencia de calor de un cuerpo hacia otro que no se
halla en contacto con aquél, mediante ondas que viajan a través del
espacio. El ejemplo de transmisión de calor por radiación más conocido por
nosotros es el del calor que recibimos desde el Sol.
Ecuación del modelo de gas ideal:
De las consideraciones anteriores podemos intuir que debe existir una
relación entre el volumen (V), la presión (P) y la temperatura (T) de un
cuerpo. Para el caso más simple, que es el de un gas, la ecuación más
sencilla que conocemos es la ecuación del gas ideal:

PV=nRT
Donde representa el número de moles que tenemos en el sistema (moles =
peso en gramos/peso molecular) y R es un numero conocido como la
constante de los gases. La constante, R, de los gases se utiliza en la
resolución de muchos problemas fisicoquímicos y por esta
razón suele encontrarse en los libros de texto expresada en diferentes
unidades. Los valores de R más utilizados son:
-8.3145J / K mol
-8.3145 Pascal m3 / K mol
-0.08206 litros-atmósfera / K mol
-1.9872 calorías / K mol
Esta ecuación proviene de una idealización en la que consideramos, entre
otras cosas, que las moléculas no interactúan. Si comparamos los
resultados obtenidos con esta ecuación con los obtenidos por
experimentación en el laboratorio, encontraremos que la ecuación nos da
resultados más confiables cuando las condiciones del gas "real" son de
presiones bajas y temperaturas altas, ya que dichas condiciones favorecen
que las moléculas no interactúen.
Es común que hablemos de gases "ideales" y gases "reales", considerando
que los primeros son aquellos gases cuyo comportamiento es bien descrito
por la ecuación PV= nRT. Es claro que todos los gases que conocemos son
reales y que resulta más correcto hablar de gases que se comportan de
acuerdo con el modelo ideal y gases cuyo comportamiento no es descrito
adecuadamente por el modelo de gas ideal.
Por lo anterior; es más correcto decir "ecuación del modelo de gas ideal"
que ecuación del gas ideal.
Energía interna:
La energía interna es una función de estado. No puede conocerse su valor
absoluto, sino sólo la
variación que experimenta entre el estado inicial y el final del sistema.
Aplicación a lasreacciones químicas. Las aplicacionesfundamentalesson:
Transferencia de calor a volumen constante:
△E = Q - W = Q - P△V = Qv
Transferencia de calor a presión constante:
△E = Q - W = Qp– P△V
Entalpía (H):
En las reacciones químicas que transcurren a presión constante, se
establece que:
Qp = H2 - H1 = △H
Donde H es la magnitud energética denominada entalpía. La entalpía es una
función de estado. No puede conocerse su valor absoluto, sino solo la
diferencia entre el estado inicial y final.
Entropía (S):
La entropía describe lo irreversible de los sistemas termodinámicos. En
termodinámica, la entropía (simbolizada como S) es lamagnitud física que
mide la parte de la energía que no puede utilizarse para producir trabajo.
Es una función de estado de carácter extensivo y su valor, en un sistema
aislado, crece en el transcurso de un proceso que se dé de forma natural.
Esta idea de desorden termodinámico fue plasmada mediante una función
ideada por Rudolf Clausius a partir de un proceso cíclico reversible. En todo
𝜕𝑄
proceso reversible la integral curvilínea de sólo depende de los estados
𝑇
inicial y final, con independencia del camino seguido (δQ es la cantidad de
calor absorbida en el proceso en cuestión y T es la temperatura absoluta).
Por tanto ha de existir una f(x) del estado del sistema, S=f(P,V,T),
denominada entropía, cuya variación en un proceso reversible entre los
estados 1 y 2 es:
Téngase en cuenta que como el calor no es una función de estado se usa
δQ en lugar de dQ. La entropía física, en su forma clásica, está definida por
la ecuación:

o más simplemente, cuando no se produce variación de temperatura


(proceso isotérmico):

donde S es la entropía, Q1 2 la cantidad de calor intercambiado entre el


sistema y el entorno y T la temperatura absoluta en kelvin). Los números 1
y 2 se refieren a los estados iniciales y finales de un sistema termodinámico.
El significado de esta ecuación es el siguiente:
Cuando un sistema termodinámico pasa, en un proceso reversible e
isotérmico, del estado 1 al estado 2, el cambio en su entropía es igual a la
cantidad de calor intercambiado entre el sistema y el medio dividido porsu
temperatura absoluta.
De acuerdo con la ecuación, si el calor se transfiere al sistema, también lo
hará el grado de entropía. Si la temperatura aumenta, la entropía
disminuye. Y viceversa.
Las unidades de la entropía, en el Sistema Internacional, son el J/K (o
Clausius) definido como la variación de entropía que experimenta un
sistema cuando absorbe el calor de 1 Julio (unidad) a la temperatura de 1
Kelvin.
Estado de Equilibrio:
Denominamos estado de equilibrio de un sistema cuando las variables
macroscópicas presión p, volumen V, y temperatura T, no cambian. El
estado de equilibrio es dinámico en el sentido de que los constituyentes del
sistema se mueven continuamente.
El estado del sistema se representa por un punto en un diagrama p-V.
Podemos llevar al sistema desde un estado inicial a otro final a través de
una sucesión de estados de equilibrio.

Se denomina ecuación de estado a la relación que existe entre las variables


p, V, y T. La ecuación de estado más sencilla es la de un gas ideal pV=nRT,
donde n representa el número de moles, y R la constante de los gases
R=0.082 atm·l/(K mol)=8.3143 J/(K mol).
Se denomina energía interna del sistema a la suma de las energías de todas
sus partículas. En un gas ideal las moléculas solamente tienen energía
cinética, los choques entre las moléculas se suponen perfectamente
elásticos, la energía interna solamente depende de la temperatura.
Primera Ley de la Termodinámica:
Esta ley se expresa como:

Cambio en la energía interna en el sistema = Calor agregado (Q) - Trabajo


efectuado por el sistema (W).
Notar que el signo menos en el lado derecho de la ecuación se debe
justamente a que W se define como el trabajo efectuado por el sistema.
Para entender esta ley, es útil imaginar un gas encerrado en un cilindro, una
de cuyas tapas es un émbolo móvil y que mediante un mechero podemos
agregarle calor. El cambio en la energía interna del gas estará dado por la
diferencia entre el calor agregado y el trabajo que el gas hace al levantar el
émbolo contra la presión atmosférica.

Efecto del trabajo y del calor en las condiciones internas de un sistema:


Cuando un sistema, cuyo medio exterior se encuentra a distinta
temperatura que él y sobre el cual puede realizarse un trabajo mecánico,
experimenta un proceso, se denomina calor a la energía intercambiada por
medios no mecánicos, y que es numéricamente igual a la diferencia entre
la variación de energía interna y el trabajo realizado. Designando por “Q”
esta diferencia, se tiene:
Q = ΔU – W.
o lo que es igual:
ΔU = Q + W.
Donde hemos adoptado como criterio que el calor es positivo cuando la
energía fluye hacia el sistema y negativo cuando fluye desde el sistema
hacia el medio.
Si el sistema experimenta una transformación cíclica, el cambio en la
energía interna es cero, ya que se parte del estado A y se regresa al mismo
estado, ∆U=0. Sin embargo, durante el ciclo el sistema ha efectuado un
trabajo, que ha de ser proporcionado por los alrededores en forma de
transferencia de calor, para preservar el principio de conservación de la
energía, W=Q.
Si la transformación no es cíclica ∆U= 0
Si no se realiza trabajo mecánico ∆U=Q
Si el sistema está aislado térmicamente ∆U=-W
Si el sistema realiza trabajo, U disminuye
Si se realiza trabajo sobre el sistema, U aumenta
Si el sistema absorbe calor al ponerlo en contacto térmico con un foco a
temperatura superior, U aumenta. Si el sistema cede calor al ponerlo en
contacto térmico con un foco a una temperatura inferior, U disminuye.
Al igual que sucede con el trabajo, no se puede hablar de cantidad de calor,
pues esta magnitud representa la cantidad de energía transferida por
medios no mecánicos, y no un tipo específico de energía. Además, mientras
que el trabajo realizado puede ser utilizado directamente para variar
cualquier forma de energía, no sucede lo mismo con el calor, que debe ser
previamente transformado en trabajo para poder utilizarlo.
Transformaciones:
La energía interna U del sistema depende únicamente del estado del
sistema, en un gas ideal depende
solamente de su temperatura. Mientras que la transferencia de calor o el
trabajo mecánico dependen
del tipo de transformación o camino seguido para ir del estado inicial al
final.
Isócora o a volumen constante:
No hay variación de volumen del gas, luego W=0
Q=ncV (TB –TA )
Donde cV es el calor específico a volumen constante
Isóbara o a presión constante:

W=p(vB –vA )
Q=nCp (TB –TA)
Donde Cp es el calor específico a presión constante
Isoterma o a temperatura constante:
Pv = nRT
La curva p=cte/V que representa la transformación en un diagrama p-Ves
una hipérbola cuyas asíntotas son los ejes coordenados.
Segunda ley de la termodinámica:
En Termodinámica se reconoce a una 1ª Ley de la Termodinámica, conocida
como "Ley de conservación de la energía" y que establece que hay cierta
magnitud llamada "energía", la cual no varía con los múltiples cambios que
ocurren en la naturaleza. Y se reconoce además a una 2ª Ley de la
Termodinámica, la cual establece, por su parte, que existe otra magnitud
llamada "entropía", que permanece constante en algunas transformaciones
y que aumenta en otras, sin disminuir jamás. Aquellas trasformaciones en
las cuales la entropía aumenta, se denominan "procesos irreversibles".
La 2ª Ley de la Termodinámica se aplica solamente a sistemas aislados, es
decir, a sistemas en los cuales las transformaciones implicadas quedan
todas incluidas en ellos. En sistemas abiertos, en cambio, la energía puede
pasar de un sistema a otro y entonces mientras uno la pierde, el otro la
gana, pero el balance total es igual a cero, lo mismo acontece con la
entropía: si un sistema gana entropía, su alrededor (que es otro sistema) la
pierde, pero el balance total es nulo. Vale decir, al sistema más su alrededor
se le considera como un sistema aislado, así se ha considerado al universo.
Éste es el caso, sin embargo, de los procesos reversibles, los cuales son
procesos ideales (ya que no existen en la naturaleza).
En los sistemas reales, y como tales escenarios de procesos irreversibles, el
balance final de entropía es siempre positivo. Además, es muy importante
señalar que la entropía aumenta en un sistema aislado hasta alcanzar un
máximo, que es su estado de equilibrio (porque espontáneamente
permanece en él).
Cálculo de variaciones de entropía:
-Proceso isotérmico:
Como la temperatura es constante se saca fuera de la integral y quedaría:
S2 – S1 =q / T
-Proceso no isotérmico:
En muchos procesos, la absorción reversible de calor está acompañada por
un cambio de temperatura, es este caso expresamos el calor en función de
la temperatura integramos y obtendremos:
>En un proceso a volumen constante:
dq = Cv dT
Entonces: S2 – S1 = Cv ln T2 /T1
>En un proceso a presión constante:
dq = Cp dT
Entonces: S2 – S1 = Cp ln T2 /T1
Proceso adiabático: En un proceso adiabático como no existe transferencia
de calor la variación de entropías es cero.
Tercera ley de la termodinámica:
La Tercera de las leyes de la termodinámica, propuesto por Walther Nernst,
afirma que es imposible alcanzar una temperatura igual al cero absoluto
mediante un número finito de procesos físicos. Puede formularse también
como que a medida que un sistema dado se aproxima al cero absoluto, su
entropía tiende a un valor constante específico. La entropía de los sólidos
cristalinos puros puede considerarse cero bajo temperaturas iguales al cero
absoluto. No es una noción exigida por la Termodinámica clásica, así que es
probablemente inapropiado tratarlo de “ley”.
Es importante recordar que los principios o leyes de la Termodinámica son
sólo generalizaciones estadísticas, válidas siempre para los sistemas
macroscópicos, pero inaplicables a nivel cuántico.
La segunda ley está ligada a una variable termodinámica denominada
entropía (s), y puede expresarse cuantitativamente en términos de esta
variable.
En el análisis de muchas reacciones químicas es necesario fijar un estado de
referencia para la entropía. Este siempre puede escogerse algún nivel
arbitrario de referencia cuando solo se involucra un componente; para las
tablas de vapor convencionales se ha escogido 32 º F. Sobre la base de las
observaciones hechas por Nernst y por otros, Planck estableció la tercera
ley de la termodinámica en 1912, así: la entropía de todos los sólidos
cristalinos perfectos es cero a la temperatura de cero absoluto.
Un cristal "perfecto" es aquel que está en equilibrio termodinámico. En
consecuencia, comúnmente se establece la tercera ley en forma más
general, como: La entropía de cualquier sustancia pura en equilibrio
termodinámico tiende a cero a medida que la temperatura tiende a cero.
La importancia de la tercera ley es evidente. Suministra una base para el
cálculo de las entropías absolutas de las sustancias, las cuales pueden
utilizarse en las ecuaciones apropiadas para determinar la dirección de las
reacciones químicas.
Hay varios casos referidos en la literatura en donde los cálculos basados en
la tercera ley no están desacuerdo con los experimentos. Sin embargo, en
todos los casos es posible explicar el desacuerdo sobre la base de que la
sustancia no es "pura", esto es, pueda haber dos o más isótopos o
presentarse moléculas diferentes o, también, una distribución de no
equilibrio de las moléculas. En tales casos hay más de un estado cuántico
en el cero absoluto y la entropía no tiende a cero.

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