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Actividades encaminadas a mejorar la conciencia fonológica

1. Identificar fonos (comenzar con palabras monosílabas, bisílabas...)


· Escuchar la palabra oral
· Repetirla
· “deletrear” sus sonidos

Ejemplo:
LA: l – a
MI: m – i
UN: u –n
SOL: s – o – l

· En las monosílabas y bisílabas “deletreadas”, identificar sonido al revés,


invertir los sonidos.
· Escribir la palabra.

2. Inversiones con sílabas.


· Escuchar la palabra bisílaba.
· Segmentarla en golpes de voz
· Invertir el orden de las sílabas.
Ejemplo:
casa: ca – sa, sa – ca.

3. Omisiones de sonidos
· Escuchar la palabra
· El alumno la repite quitando el primer sonido

Ejemplo:
ALA = LA
FARO = ARO
LORO = ORO

4. Adiciones de sonidos:
· Escuchar la palabra
· El alumno la repite añadiendo al principio de la misma un sonido
propuesto (P, T, L......)

Ejemplo:
ERA + P = PERA LOTAR + F = FLOTAR
LATO + P = PLATO ERMIN + F = FERMIN
ATATA + P = PATATA ARO + F = FARO
5. Escribir una palabra ( con bisílabas, trisílabas,........)
· Escuchar la palabra oral
· Romper la palabra en golpes de voz
· Contar el número de golpes de voz
· Articular con claridad cada una de las sílabas
· Contar el número de sonidos de cada sílaba
· Una vez articulada cada sílaba, escribir los grafemas correspondientes.
· Escribir la palabra.

6. Escribir una oración.

· Escuchar la oración oral


· Repetirla
· Contar el número de palabras de la oración
· Representar cada una de las palabras mediante una representación
gráfica convencional (una raya); dependiendo de la longitud del tamaño
de la palabra.

Ejemplo:
Hoy hace calor en Bilbao
(se puede introducir aquí la secuencia de actuación sugerida para
“escribir una palabra”)
· Escribir una oración
Actividades para valorar y desarrollar el
conocimiento fonológico
Actividades de rima
· Damos a los niños una serie de dibujos preparados de antemano, para
que agrupen los que riman.
· Puestos en corro, decimos una palabra y los niños dirán por orden otra
que termine igual.

Actividades de identificación de sílabas


· Juego del veo-veo
· Juego del Tren de Palabras (cada niño dice una palabra que empiece
igual que aquella por la que termina la que ha dicho el anterior)
· Se presenta un reloj de cartulina que contenga sílabas, se hace girar la
aguja y cuando se detenga los niños deberán decir:
a) palabras que empiecen por la sílaba señalada;
b) palabras que terminen por esa sílaba (este mismo ejercicio se puede
realizar solo con fonemas)

Actividades de adición u omisión de sílabas


· Colocamos a los niños en dos grupos, uno enfrente del otro, les decimos a
un grupo sílabas y al otro palabras o pseudopalabras, y les pedimos que se
junten por parejas de manera que formen una palabra nueva o
pseudopalabras.
· Presentamos dos columnas de sílabas. En la primera columna sólo hay
una sílaba y en la 2ª columna puede haber varias. Deben unir con una
flecha una sílaba de la primera columna con otra de la 2ª, a fin de formar
palabras.
Ej:
Ma sico
Me estra
Mi torista
Mo nero
Mu cánico

· Juego de supresión de sílabas: se da una lista de palabras de tres sílabas y


deberán formar nuevas palabras suprimiendo alguna sílaba. Ej: pescado –
pesca, solfeo – feo.
Actividades de identificación de fonemas
· Identificar en una lámina dibujos cuya palabra empieza o termina por un
determinado fonema.
· Trabajar con dominós de dibujos con el fin de que los alumnos busquen
un dibujo cuyo primer fonema sea el mismo que el último fonema de la
ficha anterior.

Actividades de adición u omisión de fonemas


· Se presenta a los niños una marioneta que habla de forma “curiosa”, con
pedazos pequeños, y que le gusta inventar palabras que a veces no
quieren decir nada (sin significado). Se demuestra cómo habla la
marioneta produciendo el fonema inicial aislado del resto de la palabra
( sol - /s/ ol )pidiendo a los niños que lo imiten. Se juega con la marioneta a
inventar palabras que no significan nada, diciendo p.e. si a “sol” le
quitamos o no decimos /s/ me queda /ol/ (los niños lo imitan. Para facilitar
la actividad se puede dar la siguiente ayuda: decir la palabra
segmentada alargando o repitiendo el fonema inicial en el momento en
que los niños deben omitir el fonema, p.e. si a “ssssss......ol” le quitamos o no
decimos “ssssss” queda: ol

TEORÍA . RUTA LÉXICA – RUTA FONOLÓGICA

Procesos léxicos. La identificación de letras es un proceso necesario para


poder leer, pero no es suficiente. De hecho podemos identificar las letras
de un escrito hecho en cualquier idioma alfabético sin que por ello
entendamos nada de lo que ahí se expresa. Reconocer una palabra
significa descifrar el significado que ese grupo de letras representa.

En la actualidad, la mayor parte de los autores están de acuerdo en que


existen dos procedimientos distintos para llegar al significado de las
palabras: Uno es a través de la llamada ruta léxica o ruta directa,
conectando directamente la forma ortográfica de la palabra con su
representación interna. Esta forma sería similar a lo que ocurre cuando
identificamos un dibujo, un número o una firma. La otra llamada ruta
fonológica, permite llegar al significado transformando cada grafema en
su correspondiente sonido y utilizando esos sonidos para acceder al
significado, tal como sucede en el lenguaje oral. Ambas vías son
complementarias y usadas en distinta medida durante la lectura. Así
cuando nos encontramos con una palabra desconocida, tal como el
nombre de un pueblo( por ej. “Linariegas”), la única manera posible de
leerla es transformando cada grafema en su correspondiente fonema. Por
el contrario, cuando leemos palabras homófonas (ej. “hola/ola”) sólo
podemos distinguirlas por su forma ortográfica. El único requisito necesario
para leer por la ruta visual es haber visto la palabra las suficientes veces
como para formar una representación interna de esa palabra. En cuanto a
la ruta fonológica, el principal requisito es aprender a utilizar las reglas de
conversión grafema a fonema.

Pero no es sólo el tipo de palabra lo que determina el uso de una u otra


ruta, sino que hay otros muchos factores y así el tipo de lector es otro de
ellos. Para empezar la edad de los niños determina, en buena medida, la
elección de la ruta elegida, ya que en general, los niños que se
encuentran en los primeros estadios de lectura utilizan principalmente la
ruta fonológica mientras que los niños de edades más avanzadas poseen
un buen número de representaciones internas de las palabras y utilizan más
la ruta visual. En realidad, durante el aprendizaje de la lectura, los niños van
pasando por una serie de etapas consecutivas destinadas a desarrollar las
dos vías de reconocimiento de palabras. Primero comienzan por desarrollar
una especie de ruta visual ya que en sus inicios, antes incluso del
aprendizaje sistemático de la lectura, consiguen reconocer unas cuantas
palabras por su forma visual ( su nombre, el del colegio, Coca-Cola...) Este
tipo de reconocimiento no es demasiado eficaz ya que las
representaciones que tiene de esas palabras son muy inexactas y muy
determinadas por el contexto ( si sobre una etiqueta de coca-cola
aparece escrito “cosa-loca” el niño seguirá leyendo coca-cola), pero
cumple el importante papel de dar a conocer el simbolismo de la lectura,
esto es, de entender que los signos gráficos escritos sobre un papel
representan un mensaje escrito.

Cuando comienza la enseñanza sistemática de la lectura, o lo que es lo


mismo (al menos en los sistemas fonéticos), el aprendizaje de las letras, lo
que se está formando es la ruta fonológica. Esta etapa es la más difícil
puesto que exige asociar unos signos abstractos con unos sonidos con los
que no tienen ninguna relación, ya que no hay nada en el signo gráfico
que indique como debe pronunciarse. Por esta razón, al comienzo de esta
etapa se producen muchos errores de sustituciones de unos fonemas por
otros, especialmente en aquellas reglas que comparten muchos rasgos
tanto visuales como acústicos (ejemplo “b” y “d”, “p”y “b”).

A medida que el niño va aplicando correctamente las reglas de


conversión grafema a fonema, se va encontrando con una serie de
palabras que se repiten constantemente (las más frecuentes) y a base de
verlas una y otra vez, las va memorizando, esto es, va formando una
representación interna de esas palabras, con lo cual podrá leerlas
directamente sin tener que trasformar cada letra en su sonido. El número
de palabras que el niño puede leer directamente será pequeño en
principio, pero se irá haciendo mayor a medida que progresa en la lectura
hasta que es capaz de leer un gran número de palabras directamente.
Esta forma de lectura a través de la vía léxica es distinta de la lectura
directa de la primera etapa, ya que la primera era de tipo logográfico, en
el que la palabra es como una especie de dibujo para el niño, que
memoriza globalmente. En cambio, en esta ruta directa el lector tiene que
identificar las letras que componen la palabra y a través de esas letras
activar la representación correspondiente.

Por la misma razón que hay diferencias en el uso de las rutas de


reconocimiento de palabras en función de la edad, también habrá
diferencias entre los buenos y malos lectores, puesto que los buenos
lectores tendrán un mayor número de representaciones ortográficas de las
palabras (sencillamente porque leen más) y podrán por ello hacer un
mayor uso de la ruta léxica o visual mientras que los malos lectores, por
esta carencia de representaciones, tendrán que utilizar más la fonológica.

Un tercer factor que incide en el uso de una u otra ruta es el método de


enseñanza de la lectura: los niños que han sido enseñados con un método
global utilizan más la ruta visual, en cambio los niños que aprenden con un
método fonético, al menos durante los primeros años, tienden a usar más
la ruta fonológica. En cualquier caso, con el tiempo las diferencias
producidas por los métodos terminan igualándose.

Un cuarto factor es el tipo de lectura que tiene que realizar el sujeto:


cuando tiene que leer en voz alta tiende a utilizar más la ruta fonológica,
en cambio para la lectura comprensiva y silenciosa utiliza más la visual, ya
que sólo es preciso llegar al significado sin necesidad de recuperar las
formas fonológicas.

En base a lo que hemos expuesto hasta ahora, podemos deducir algunos


procedimientos para evaluar el uso de ambas rutas. En general, la mejor
forma de analizar los procesos de reconocimiento de palabras es a través
de la lectura en voz alta de palabras aisladas, si es posible midiendo los
tiempos de respuesta y en cualquier caso examinando los tipos de errores.
Los errores son una fuente valiosísima de información.

Por otra parte, variando los tipos de palabras podremos evaluar una u otra
ruta. Así para evaluar la ruta léxica o visual podremos utilizar palabras de
distinta frecuencia, ya que a mayor frecuencia mayor probabilidad de que
tenga una representación interna y más fácil y rápidamente será leída. Por
el contrario, para evaluar la ruta fonológica la mejor tarea será la lectura
de pseudopalabras, esto es, de palabras inventadas que se ajustan a las
reglas de escritura del castellano, ya que en estos casos está claro que no
tienen representación léxica y sólo pueden ser leídas mediante la
aplicación de las reglas de conversión grafema a fonema. En este caso
serán variables influyentes la longitud del estímulo (ya que cuantas más
letras tenga mayor número de conversiones hay que hacer y mayor es la
posibilidad de equivocarse) y la complejidad de los grafemas (las sílabas
más complejas serán más difíciles de leer que los grafemas simples).
Dificultades En la Lectura

En ocasiones los niños/as disléxicos tienen severos problemas para


establecer la conversión grafema/fonema, por lo que necesitan un
refuerzo específico para aprender a leer. En este caso se muestra un
ejemplo de cómo habría que trabajar dichos grafemas para que el
disléxico los asimile adecuadamente.

Partimos de que el presente procedimiento, para enseñar a leer, se


engloba dentro del método sintético.

A modo de ejemplo se muestran los ejercicios que realizaríamos para el


aprendizaje-afianzamiento de la letra D.

Cada día se realizarían una serie de tareas, las cuales se modificarán en


función del dominio del niño/a sobre estas, entre las que encontramos las
siguientes:

1º Discriminación auditiva de dicho fonema en palabras dadas oralmente


o mediante imágenes.

Ejemplo: Le mostramos varias tarjetas pidiéndole que seleccione las que


lleven tal sonido y después le pedimos que nos diga, en cada caso, la
sílaba en la que se encuentra el fonema D, es decir, si ha seleccionado
una imagen con un “PERIÓDICO”, nos debería decir “DI”.

Ejemplo: Le vamos diciendo palabras oralmente y él/ella debe decir si


llevan o no dicho sonido y, al igual que en el ejercicio anterior, ofrecernos
la sílaba en la que se encuentra.

2º Trabajamos la conciencia fonológica con dicho fonema, es decir,


hacemos juegos mentales con palabras reales o inventadas,
(pseudopalabras), en las que aparezca el sonido a trabajar.

Ejemplo: Le decimos la palabra “DIRECTOR” y posteriormente le


preguntamos:

– ¿Cuántas sílabas tiene?


– ¿Cuántas letras tiene?
– ¿Qué posición ocupa la letra d?
– ¿Qué resultaría si omitimos el sonido /d/?
– ¿Qué quedaría si sustituimos el sonido /d/ por /t/?
– ¿Qué palabra quedaría si omitimos la sílaba en la que se encuentra el
sonido /d/?
– Etc. (Al principio podemos darle un apoyo visual, por ejemplo trocitos de
papel, palitos o tarjetitas.)

Ejemplo: También se pueden realizar juegos como el veo-veo, las palabras


encadenadas, juegos con tarjetas de letras, etc.

3º Identificación visual del grafema a trabajar.

Los resultados y el tiempo necesario para realizar esta tarea presentarán


gran disparidad entre unos grafemas y otros, ya que los niños disléxicos
suelen tener problemas en adquirir algunos grafemas/fonemas concretos,
normalmente visualmente parecidos y con características auditivas
similares. Por tanto, se trabajará con mayor relevancia la discriminación
visual en los casos que se estime necesario.
Ejemplo: El juego del detective: consiste en identificar y atrapar todas las
sílabas o letras que nosotros le propongamos. Por ejemplo se le escriben
diversas sílabas entre las que predominan el grafema que se está
trabajando y él/ella debe rodear todas las que contengan dicha letra. O
se le pide directamente que busque “di”, después “ed”, después “dedo”.

Ejemplo: También podemos plantearle que detecte las sílabas que nosotros
leemos mal, es decir, le vamos leyendo nosotros varias sílabas, habiéndole
advertido de que vamos a fallar en un número determinado de ellas, y
él/ella deberá detectar en cuales fallamos, por lo que es necesario que
esté muy atento.

4º Una vez realizado el trabajo de discriminación y conciencia fonológica


del sonido pasaremos a la lectura, en primer lugar, de sílabas directas y,
posteriormente, de inversas y demás construcciones silábicas.

Ejemplo: Podemos escribir nosotros mismos varias sílabas con el grafema a


trabajar y que el niño/a las vaya leyendo una a una conforme las vamos
escribiendo.
Para realizar esta actividad hay que tener en cuenta:

– Primero se aprenden las sílabas directas; da, de, di, do, du, después
pasamos a las inversas: ad, ed, id, od, ud y, sólo cuando las dos anteriores
están afianzadas, utilizamos estructuras más complejas como sad, ded,
dedo, dra, dor, drul…
– Primero se harán listas y lecturas de cada estructura por separado y
después se mezclan tanto las diferentes estructuras aprendidas como las
distintas grafías que ya hemos trabajado.
– Podemos utilizar listas como las que aparecen en los ejercicios tipo, en las
que progresivamente se irán incluyendo las letras que vayamos
trabajando.
– Una vez trabajadas todas las estructuras silábicas y todos los
grafemas/fonemas, podemos utilizar frases cortas con las estructuras
silábicas y grafemas que hemos trabajado.
5º Escritura de sílabas y palabras. Por último pasaremos a la escritura de
palabras con los grafemas que estamos trabajando.

Ejemplo: Dar varias imágenes, tarjetas u objetos y que el niño/a escriba su


nombre.

Ejemplo: Realizar un dictado de sílabas o palabras, empezando por las


distintas letras que hemos aprendido de manera aislada, es decir, el sonido
de cada grafema, después le dictamos diversas sílabas con tales fonemas
y posteriormente palabras formadas por la combinación de las sílabas
trabajadas.

Ejemplo: También podemos jugar a adivinar en que ha pensado el otro.


Para ello, le pediremos que escriba el nombre de un objeto visible en el
contexto sin que lo veamos y viceversa, después debemos adivinar que
creemos que ha anotado el otro y al final enseñar lo que habíamos
escrito. (Sirve cualquier juego que le haga escribir a la vez que se divierte).

Este procedimiento nos servirá para que el niño/a disléxico asimile


adecuadamente cada grafema/fonema de manera aislada, con lo que
estableceremos una adecuada base de lecto-escritura.

Comenzaremos realizando los ejercicios con una determinada grafía


y progresivamente se irán mezclando las diferentes letras aprendidas en
tales actividades.

Este tipo de ejercicios se realizarán únicamente mientras el niño/a cometa


fallos, ya que una vez superada cada parte se hará más hincapié en las
siguientes fases del proceso.
Ejercicios tipo para el trabajo de la letra “d”.

1º Discriminación auditiva

RODEA LOS DIBUJOS QUE TENGAN EL SONIDO /D/ EN SU NOMBRE.

COLOREA LOS OBJETOS QUE LLEVEN EL SIGUIENTE SONIDO O TROCITO EN SU


NOMBRE.
ESCRIBE EL TROCITO CON EL SONIDO /D/ QUE TIENEN CADA UNA DE ESTAS
IMÁGENES EN SU NOMBRE: DA, DE, DI, DO, DU.

OTROS EJERCICIOS PODRÍAN SER:

– Separa o clasifica las siguientes imágenes en dos grupos, los que tienen el
sonido /d/ en su nombre y los que no lo tienen.
– Di si las siguientes palabras, escuchadas oralmente, tienen o no el sonido
/d/.
2º Conciencia fonológica

HAZ UNA CRUZ POR CADA LETRA O SONIDO QUE TENGAN LOS NOMBRES DE
LOS SIGUIENTES DIBUJOS Y TACHA DE ROJO LA CRUZ QUE CORRESPONDA
AL SONIDO /D/. DESPUÉS SEPARA LAS CRUCES EN CÍRCULOS SEGÚN LAS
SÍLABAS A LAS QUE CORRESPONDAN, ES DECIR, SEPARANDO LAS SÍLABAS DE
CADA PALABRA. POR EJEMPLO:

TAMBIÉN SE PUEDEN LLEVAR A CABO CUALQUIERA DE LOS EJERCICIOS DE


CONCIENCIA FONOLÓGICA PROPUESTOS EN ESTE APARTADO: ¿CÓMO
AYUDAR A MI HIJO DISLÉXICO?
3º Identificación visual

Con cuadros como los siguientes, empezando por grafemas, después


sílabas y, por último, palabras, le podemos pedir que encuentre la grafía
similar al modelo dado.

Ejemplo: Encuentra y rodea la letra “d”.

Ejemplo: Encuentra y rodea las sílabas, (directas), o trocitos que contengan


letra “d”.
Ejemplo: Encuentra y rodea todas las palabras iguales al modelo: “dedo”

4º Lectura

Comenzaremos por la lectura de sílabas, hasta llegar a las palabras y, por


último, al texto. Utilizaremos la siguiente progresión de estructuras silábicas y
se podrán combinar tanto minúsculas como mayúsculas:

Sílabas
Palabras y Pseudopalabras

Oraciones
5º Escritura

ESCRIBE EL NOMBRE DE LOS SIGUIENTES OBJETOS:

OTROS EJERCICIOS DE ESCRITURA, TANTO LIBRE COMO DIRIGIDA, QUE


PODEMOS REALIZAR SON:

– Escribe cinco palabras que comiencen por la letra d.


– Dictado de sonidos, sílabas, palabras u oraciones.
– Escribe cinco palabras que tengan la sílaba “dro”.
– Escribe cinco nombres de personas que lleven el sonido /d/.
– Ejercicios de copia y de escritura libre mediante binomios.
– Etc.

Ejemplo: Lee y copia las siguientes oraciones.


Ejemplo: Escribe una oración con cada binomio.

Este procedimiento sirve para el aprendizaje y/o asimilación de ciertos


fonemas que el niño/a disléxico no asimila mediante la instrucción
ordinaria. Los ejercicios propuestos son meros ejemplos, ya que se pueden
variar conforme a las necesidades planteadas por el sujeto y la creatividad
del adulto.

Una vez realizados todos los ejercicios o pasos del procedimiento, se


pasaría a otro fonema distinto y entre los trabajados se irían combinando
en las diversas actividades.

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