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ECONOMÍA ECOLÓGICA

La tierra en el espacio ilustra la fragilidad de nuestro hogar y la nueva conciencia de la finitud de la


economía.

La economía ecológica (en adelante EE) definida como la ciencia y gestión de la


sostenibilidad o como el estudio y valoración de la (in)sostenibilidad, 1 no es una rama de la
teoría económica, sino un campo de estudio transdisciplinar. Lo que quiere decir que cada
experto en una ciencia, por ejemplo biología, conoce un poco de economía, física u otras,
con la finalidad de comunicarse entre investigadores y realizar una fusión de
conocimientos2 que permita afrontar mejor los problemas, que la orientan y motivan, ya que
el enfoque económico usual no se considera adecuado. Pero además está abierta a no
científicos. Artículo introductorio en ICE: [2]

El problema básico que estudia es la sostenibilidad de las interacciones entre sistemas


económicos y ecológicos. Dicha sostenibilidad entendida como la capacidad de la
humanidad para vivir dentro de los límites ambientales3 es enfocada como metabolismo
social, la sociedad toma recursos y energía de la naturaleza y le expulsa residuos, y no
puede alcanzarse con el sistema de precios y mercados de la economía convencional.4

La EE, pues, estudia las relaciones entre el sistema natural y los subsistemas social y
económico, incluyendo los conflictos entre el crecimiento económico y los límites físicos y
biológicos de los ecosistemas debido a que la carga ambiental de la economía aumenta con
el consumo y el crecimiento demográfico. Los economistas ecológicos adoptan posturas
muy críticas con respecto al crecimiento económico, los métodos e instrumentos de la
economía convencional y los desarrollos teóricos que proceden de ésta como la economía
ambiental y la economía de recursos naturales.

El interés en la naturaleza, la justicia y el tiempo son características definitorias de la EE.


Estos aspectos son dejados de lado por la economía convencional.5

En ocasiones se le denomina economía verde,6 enfoque ecointegrador (Naredo)7 [3] o


bioeconomía (Georgescu-Roegen) [4][5],8 y se encuentra en amplio contraste con las
escuelas de pensamiento de la economía, denominándolas como economía convencional
(mainstream economics) o economía neoclásica por el predominio de esta escuela en la
actualidad.

Características

El Clypeaster o sand dollar es el símbolo de la Sociedad Internacional de Economía Ecológica.

En resumen las ideas básicas de la EE son:9

La economía está incrustada en la naturaleza, existen límites al crecimiento material y


problemas ambientales críticos, la escala de la economía ha podido sobrepasar su tamaño
sostenible.

El trabajo transdisciplinar y el pluralismo son fundamentales para enfrentar los problemas


ambientales, ninguna disciplina aislada proporciona una perspectiva suficiente.

La naturaleza es el soporte vital de la humanidad, nos faltan conocimientos sobre la


naturaleza y las relaciones entre las sociedades y su medio. Por ello existe incertidumbre
respecto a las consecuencias de nuestras acciones, lo que a su vez supone adoptar principios
precautorios y enfoques abiertos a la participación social ya que el conocimiento científico
es insuficiente.

Uso de la teoría de sistemas, proveniente de las ciencias naturales, para comprender la


dinámica y evolución de los problemas.
Las cuestiones de equidad y distribución inter e intrageneracionales son fundamentales.

La naturaleza tiene un valor por sí misma, independientemente de su uso o utilidad para los
humanos.

La economía está integrada en sistemas culturales y sociales más amplios de tal manera que
naturaleza, economía y sociedad coevolucionan. Los aspectos sociales y culturales
adquieren mucha importancia.

Otras bioeconomías

No debe confundirse con una corriente de economía convencional (neoclásica), ligeramente


posterior en el tiempo, denominada también bioeconomía [6]. Fue fundada por economistas
de la Escuela de Chicago como Gary Becker, Jack Hirshleifer y Gordon Tullock quienes
presentaron ideas muy distintas. Consistentes en aplicar el análisis neoclásico (escasez,
competencia, egoísmo) para explicar la conducta en temas sociales como el matrimonio, el
crimen, racismo... hasta el comportamiento de otros seres vivos.

Es el llamado imperialismo económico que consistiría en introducir los principios


neoclásicos de competencia y maximización en otras ciencias, como la biología, hasta
convertirlas en economía según Hirshleifer. Tal reduccionismo ha recibido críticas también
desde la biología pues la naturaleza no maximiza y la competencia es sólo un aspecto.

Por otro lado, estos autores basan tales características en la genética, afirmando por ejemplo
que cuando sean identificados los genes de los deseos humanos se sabrá qué política tendrá
efecto,10 olvidando completamente la cultura.11 12

Esta corriente no está relacionada con la EE pero se presta a confusión con facilidad pues la
revista publicada por Springer incluso dedicó un número a la EE [7].

Potencia teórica y debilidad institucional de la EE

El conservadurismo social y político perjudica a la libertad y difusión de nuevas ideas. La


reacción a los atentados del 11S incrementó las dificultades para las propuestas de la
economía crítica.
Nunca hubo tantos investigadores, corrientes o etiquetas científicas en competencia por la
elaboración teórica de los problemas, financiación y prestigio profesional.

El predominio de la escuela neoclásica, 13 la fragmentación que se está produciendo en el


entorno de la EE14 15 y la aparente diversidad en la economía convencional, pues sus
postulados básicos apenas se discuten, son algunos de los factores que promueven la
aparición de múltiples corrientes y etiquetas, por ejemplo: evolutionary economics16 [8] [9]
y neuroeconomics [10] respectivamente.

Esto crea una bruma confusa de superficiales reformulaciones de los principios neoclásicos
(y la correspondiente abundancia de siglas y asociaciones en competencia EAEPE,
EAERE, AERE, ASE, SASE, AFEE por citar algunas) que carecen de la profundidad de la
EE, representando más bien intercambios limitados entre disciplinas (algo muy frecuente en
la historia de la ciencia), la focalización en aspectos particulares (como feminist economics)
hasta mero oportunismo en busca de promoción profesional (publica o perece). Todo ello,
según ciertos autores, contribuye a enterrar los intentos serios de crítica radical 7 y puede
confundir a las personas interesadas.

El conservadurismo político de las últimas décadas también ha contribuido a desgastar la


renovación conceptual que promueve la EE. Pues la apertura de las comunidades científicas
hacia la crítica y la renovación va de la mano de la impugnación del status quo social y
político.7 Dispersión que también puede relacionarse con los conflictos y dificultades
internas y externas encontradas por la EE para su consolidación y expansión desde finales
de los años 90. H. Daly consciente de esta debilidad afirmó que si puedes convertir al Papa
has dado un gran paso, refiriéndose a la búsqueda de apoyo entre los economistas
destacados de la economía convencional. Sin embargo, también mostró su preocupación
por algunos intentos de absorción por la economía convencional ahora que este campo
resulta atractivo y tiene reputación profesional.15

En el interior de la EE existen tensiones respecto al desarrollo del campo. Así, una parte de
los miembros, principalmente economistas, desean profundizar en la crítica hacia la
economía neoclásica mientras los científicos naturales en general buscan cooperar con ella.
Algunos miembros quieren que la transdisciplinariedad sea el elemento definitorio de la EE
mientras otros lo encuentran demasiado amplio. También existe división en torno a la
prioridad de los modelos económico-ecológicos y la valoración mientras otros recalcan los
estudios socioeconómicos o el intercambio desigual. Se discute la preeminencia de la
Ecología sobre otras disciplinas naturales y la necesidad de atraer más científicos
naturales.15

Es de notar que la alusión a la Fe como principal baluarte de la economía neoclásica es


frecuente en algunos economistas críticos ante la imposibilidad de establecer un debate
riguroso y nivelado sobre sus principios [11]. Un aspecto relacionado con la relativa
debilidad política e institucional de la EE es el riesgo de subordinación a la economía
ambiental y de los recursos naturales, como propuso abiertamente David Pearce en la
conferencia inaugural de la ESEE en 1996 y que fue muy criticado. Lógicamente, según
muchos autores, debiera ser al contrario. Un ejemplo es su presentación como una corriente
o etiqueta adicional junto a la economía ambiental y la de recursos naturales: [12].

Diferencias con la teoría económica convencional [editar]

Adam Smith, uno de los economistas que simbolizan la economía convencional.

La economía ecológica (EE) tiene un enfoque distinto al parcelario (útil hasta cierto punto)
y analítico enfoque de la economía convencional (la economía separada de la biología,
separadas de la física...), pues considera a la economía como un subconjunto de la sociedad
y ésta de la biosfera. Este cambio de visión tiene profundas implicaciones. Así la EE
incorpora conocimientos de diferentes ciencias incluyendo la ecología ya que estudia los
flujos de materia y energía de la vida sobre la Tierra, y la economía humana está incluida en
este sistema. Se estudia la economía como un objeto natural y social. Una descripción
extensa de las diferencias según Aguilera Klink, aquí:[13]

A la cabeza de las críticas a la actual teoría económica por los economistas ecológicos se
encuentra su aproximación a los recursos naturales y el capital. Los análisis desde el punto
de vista de la economía convencional minusvaloran el capital natural, en el sentido de que
es tratado como un factor de producción intercambiable o sustituible por trabajo y
tecnología (capital humano).
Desde la economía ecológica se argumenta que el capital humano y el capital
manufacturado son complementarios al capital natural, y no intercambiables, ya que el
capital humano y el capital fabricado derivan inevitablemente del capital natural de una u
otra forma. La economía ecológica estudia de qué manera el crecimiento económico esta
relacionado con el aumento de insumos materiales y energéticos.

Otro punto de confrontación entre EE y economía convencional es la cuestión del comercio


y el medio ambiente, pues la primera considera que un incremento en el comercio puede
aumentar el daño ambiental.

Los economistas ecológicos afirman que una gran parte de lo importante en el bienestar
humano no es analizable desde un punto de vista estrictamente económico, sugiriendo la
transdisciplinariedad de las ciencias sociales y naturales como un medio para abordar el
estudio del bienestar económico y su dependencia de los servicios que proporciona la
naturaleza.

En la EE se discute sobre indicadores de sostenibilidad, la validez de la curva ambiental de


Kuznets, la paradoja de Jevons, el efecto rebote de las estrategias de suficiencia, la
hipótesis de la desmaterialización de la economía, huella ecológica, inputs directos y
ocultos de materiales[14], tamaño de la economía y límites al crecimiento económico[15],
la medida del bienestar, estado estacionario, ecologismo de los pobres (activismo de
personas amenazadas por la destrucción de recursos y servicios ambientales que necesitan
para vivir), ecología política[16], los trabajos no remunerados, distribución justa de la renta
(la distribución precede a la producción), sostenibilidad fuerte frente a sostenibilidad débil,
deuda ecológica, coevolución de sistemas ecológicos y económicos, biodiversidad,
limitaciones de la tasa de descuento, relación de los derechos de propiedad y la gestión de
recursos naturales, instrumentos de política ambiental, entre otros temas. La economía
ecológica critica también la contabilidad macroeconómica, proponiendo en cambio un
conjunto de indicadores físicos y sociales, además de los monetarios.

Distintos lenguajes de valoración

Si la economía convencional de raíz cartesiana se presenta como neutral, en cambio la EE


afirma que la teoría y análisis siempre están influenciados por valores y creencias. Los
valores y la ideología deben discutirse abiertamente. 9 Existe inconmensurabilidad4 o
ausencia de una unidad común de medida, lo que lleva también al desarrollo de métodos de
evaluación multicriterio[17] que admiten una comparabilidad débil de valores, distintos de
la comparabilidad fuerte del análisis coste-beneficio, basados en un proceso participativo de
todos los agentes implicados en un problema o proyecto de inversión, como herramientas
para contribuir a la toma de decisiones de acuerdo con la llamada democracia deliberativa
en un contexto de múltiples de valores o criterios.
Los valores monetarios que los economistas asignan a las externalidades negativas o
servicios ambientales son el fruto de decisiones políticas, la distribución de la propiedad, el
dinero y el poder.17

La EE no abandona la utilización de elementos monetarios, sino que los relativiza: pierden


su posición de privilegio y exclusividad dentro de una nueva visión. Es decir, no se plantea
una eliminación completa de los enfoques convencionales del dinero o del mercado. Pues
hay muchos tipos de mercados según las reglas institucionales que los regulen. Desde el
punto de vista de la EE, la economía convencional tuvo un gran éxito al transmitir que sus
nociones de mercado, o de dinero, eran universales.7

Los economistas ecológicos, pues, también participan en la elaboración de procedimientos


para atribuir valores monetarios a los servicios y daños ambientales y la corrección de la
contabilidad macroeconómica pero su eje principal es el desarrollo de índices físicos de
(in)sostenibilidad.

Génesis de la economía ecológica [editar]

Precursores [editar]

Frederick Soddy, Nobel de Química, precursor de la economía ecológica

Los precursores intelectuales de la economía ecológica pueden rastrearse en gran parte en


autores que no eran economistas sino físicos, biólogos o químicos como Sadi Carnot,
Rudolf Clausius, Leopold Pfaundler, Patrick Geddes, Sergei A. Podolinsky, Popper-
Lynkeus, Frederick Soddy. Sus teorías no fueron tomadas en consideración por la economía
convencional a pesar de que conducían a una mejor asignación y gestión de recursos
escasos de la que se ocupa la economía, según la ambigua expresión popularizada
posteriormente por el economista convencional Lionel Robbins.
Dentro de la ciencia económica, en el siglo XVIII los fisiócratas (fisiocracia significa
gobierno de la naturaleza) como François Quesnay plantearon que las sociedades civiles
debían ser un espejo del orden natural, con sus leyes inscritas por Dios, sin embargo un mal
gobierno o grupos influyentes podían trastocar la relación. 18 Pero para apuntalar sus teorías,
que contenían otros importantes elementos que pasaron a la economía clásica, aún no se
habían desarrollado los conocimientos necesarios, como los relacionados con la
termodinámica o la biología.7 19

La teoría fisiocrática del producto neto es coherente con los análisis energéticos y de flujos
materiales realizados por la economía ecológica. Algunos aspectos claves de la teoría
fisiocrática fueron criticados por los economistas clásicos, como la identificación del
producto neto directamente con flujos monetarios (mezcla de los enfoques físico y
monetario), ya que al ser éste generado por la agricultura no se podía explicar la riqueza de
los comerciantes.7

Economistas clásicos del siglo XIX como Malthus, Ricardo y Mill expresaron su
preocupación por la existencia de límites al crecimiento que progresivamente serían
abandonadas. Los trabajos de Jevons sobre el carbón quedarían la margen de sus propias
consideraciones de la economía neoclásica. Las obras relativas a límites al crecimiento
publicadas en los años 70 del siglo XX fueron ampliamente rechazadas por la economía
convencional que suponía que el progreso técnico y el capital resolverían el problema.

El marxismo, que comparte con la economía clásica las ideas de progreso, optimismo
tecnológico y dominio de la naturaleza, también es considerado parte de la economía
convencional por diversos autores de la EE, pues Karl Marx aceptó las categorías
reformuladas y centradas en los valores de cambio de los clásicos, dichos conceptos no
fueron afectados por las críticas que realizó a la economía clásica. Marx señaló que la
naturaleza está relacionada con el valor de uso y centró su sistema teórico en torno al valor
de cambio, marginando los aspectos físicos y biológicos de la economía a pesar de la
reiteración de términos confusos como producción material, o de las pocas citas que en
defensa de la naturaleza se pueden entresacar en su vasta obra. Engels por su parte rechazó
explícitamente el trabajo de Podolinsky.7 19

Economía Ecológica moderna [editar]

El origen de la economía ecológica como un campo específico per se se atribuye a


economistas como Nicholas Georgescu-Roegen (1906-1994), Herman E. Daly, Kenneth
Boulding, Karl W. Kapp, Robert Ayres. Fueron influenciados por los trabajos de biólogos
como Alfred Lotka (quién introdujo la importante distinción entre uso endosomático y
exosomático de la energía), Holling, Eugene y Howard T. Odum.20 21
Kapp trató el tema de los costes sociales que incluye las consecuencias negativas y daños
que resultan de las actividades productivas y que recaen sobre otras personas o la sociedad
pero de las que los empresarios no se consideran responsables apropiándose de este modo
de una parte del producto nacional mayor de la que les correspondería y reduciendo el
precio para los consumidores.22

Boulding publicó en 1966 un artículo titulado The economics of the coming spaceship
earth que popularizó la metáfora, aplicada a toda la humanidad pero de profunda
inspiración norteamericana, de la transición de un mundo sin límites propia del pionero del
oeste (cowboy economy) a uno limitado como una nave espacial (spaceship economy)
reflejando el necesario tránsito a realizar hacia una economía de equilibrio, no expansiva.

Georgescu-Roegen, que realizó importantes aportaciones a la economía convencional antes


de convertirse en un economista disidente, caracteriza el proceso económico, desde un
punto de vista físico, como la transformación inevitable de baja entropía o recursos
naturales, en alta entropía o residuos. De aquí el recurso a la termodinámica aunque
Georgescu-Roegen critica la introducción de la probabilidad en ella (mecánica estadística).
El resultado de este proceso sería, o según Naredo debiera ser, el disfrute de la vida. Hay
dos fuentes de baja entropía: los limitados stocks (que incluye entre los flujos) de
materiales (minerales) de la corteza terrestre y el, inagotable a escala humana, flujo de
energía solar.23

Frente a la analogía mecánica de la economía convencional Georgescu-Roegen describe el


proceso económico como interrelacionado y sujeto a cambio cualitativo. El tiempo se
introduce en el proceso productivo mediante su concepto de fondo. Otro aspecto de su obra
es el enjuiciamiento de los dogmas energéticos pues afirmó la imposibilidad del reciclaje
perpetuo y rechazó una teoría del valor basado en la energía según la cual los precios de las
mercancías corresponden a su contenido energético.

En 1987 se celebró en la UAB de Barcelona [18] una reunión de economistas, biólogos y


físicos tanto europeos como norteamericanos, organizada por Joan Martínez Alier
(investigador que ha estudiado y divulgado la incomensurabilidad de valores, el ecologismo
de los pobres, los conflictos distributivos ecológicos como la destrucción del manglar para
la producción de camarón [19] y la historia de la EE), que es considerada por muchos como
clave en la decisión de publicar una revista sobre EE (actualmente Ecological Economics.
The transdisciplinary journal of the international society for ecological economics) con la
editorial Elsevier, gracias a los esfuerzos de Herman Daly, AnnMari Jansson y Robert
Constanza. La editorial recomendó que se crease una sociedad para apoyarla, que fue
fundada en 1988 naciendo la Sociedad Internacional de Economía Ecológica (ISEE). Su
primer presidente fue Robert Constanza y el primer número de Ecological Economics se
publicó en Febrero de 1989.9 Sobre la historia moderna de la EE y la ISEE, en inglés:
[2004.pdf]
Es importante notar que la economía convencional no ha tomado en consideración la obra
de los precursores y pioneros de la EE, mostrando una clara falla en las supuestas reglas del
juego científico. La muerte de Georgescu-Roegen pasó prácticamente desapercibida.7

En castellano existen la Revista Iberoamericana de Economía Ecológica (REVIBEC) y


Ecología Política. Los economistas ecológicos más conocidos en España y América Latina
son Manfred Max-Neef, Joan Martínez Alier y José Manuel Naredo.

En el diálogo entre ecología y economía marxista destacan James O´Connor [20] y su teoría
de la segunda contradicción del capitalismo, Elmar Altvater [21] y John Bellamy Foster
[22]. El geógrafo David Harvey ha incluido preocupaciones ecológicas en sus trabajos,
alguno de los cuales intentó publicar en Ecological Economics [23].

Economía Ecológica vs. Economía ambiental y Economía de los recursos naturales


[editar]

Cálculo de la contaminación y producción óptimas según la economía convencional


mediante funciones de beneficio y coste.

La economía ambiental y la de los recursos naturales son subdisciplinas de la economía


neoclásica centradas en la asignación óptima de los recursos y la contaminación. Pero,
según la EE, ignoran cuestiones como el funcionamiento de los ecosistemas, el tamaño de
la economía y la distribución de los beneficios y cargas en la sociedad.

La primera, se refiere a la forma en que los residuos son dispuestos y la calidad resultante
del aire, el agua y el suelo como receptores de residuos. Además, la economía ambiental
(EA) se relaciona con la conservación de los ambientes naturales y la biodiversidad.

La economía de recursos naturales (ERN), por otra parte, se define como el estudio de la
forma en que la sociedad asigna recursos naturales escasos, en términos monetarios
respecto a fines medidos también en dinero (precios), tales como reservas pesqueras,
plantaciones de árboles, agua dulce y petróleo, que según la economía convencional son
inagotables o sustituibles.

De este modo la economía convencional presenta como economías más sostenibles aquellas
que presentan un alto porcentaje de ahorro de su renta nacional lo que significa que las
economías de la UE, Japón y USA componen las más sostenibles, con la excepcional
presencia de Costa Rica. Apareciendo como insostenibles países con enormes recursos
naturales per cápita como Papúa Nueva Guinea.2

Así el programa de investigación de la EE se diferencia en que su concepto de


sostenibilidad ecológica es diferente del de sostenibilidad económica de la EA-ERN.
Incluye la dinámica de sistemas y el efecto umbral frente a la fijación en el equilibrio de la
economía neoclásica. La ERN se centra en un recurso aisladamente de su ecosistema. Y los
precios de mercado no indican si un sistema está sobrepasando los límites de su capacidad
para recuperarse. Sorprendentemente en la revista de la ISEE hay más artículos desde la
perspectiva de la EA-ERN que de la EE.9

Valoración monetaria frente a incomensurabilidad de valores [editar]

Sin embargo para la EA-ERN, en el caso de la introducción de impuestos sobre la


contaminación (la negociación Coasiana se comenta más abajo), la clave reside en la
posibilidad de obtener en términos monetarios (valoración económica) la función de Costes
Marginales Externos mediante técnicas como la valoración contingente [24], método del
coste del viaje y otros. La valoración monetaria se considera reflejo de las preferencias
individuales, "lo que la gente quiere" es lo que está dispuesta a pagar. Y los precios de
mercado son la guía. Formalmente el beneficio marginal ha de igualarse al coste marginal
de proporcionar ese beneficio.24 Para ello se usa el cálculo por lo que ha de reducirse el
problema a la optimización matemática ya sea maximización o minimización.

Lo que es ajeno, según la EE, a la complejidad de la mayoría de los problemas que pretende
afrontar en los que no hay precios, mercados, propiedad, los afectados pueden no existir
aún, ignorarlo o ser muy numerosos; los efectos son desconocidos o complejos, por
ejemplo la crisis de las migraciones animales [25]Además, lo que una persona esté
dispuesta a pagar depende de su renta (los pobres padecen mayores daños ambientales que
los ricos) y la teoría neoclásica fracasa pues afirma que la predisposición a pagar (variación
equivalente del ingreso) para evitar un daño (por ejemplo la incineración de residuos cerca
de su casa) ha de ser similar a la predisposición a aceptar una compensación (variación
compensatoria del ingreso). Pero en la realidad no ocurre así.25

En todo caso el óptimo obtenido no tiene por qué ser asimilable por los ecosistemas o
aceptado por la sociedad, sólo se podría aproximar, con graves incertidumbres y enorme
complejidad en la mayoría de los casos, usando las ciencias de la tierra. ¿Cúal es la curva
de costes en el caso de los residuos nucleares? ¿O de Chernobyl? Sobre análisis coste
beneficio (ACB) [26][27]

Se trata, según la EE, de planteamientos discutibles: En 1991, el economista jefe del Banco
Mundial fue el centro de una polémica al filtrarse (Let them eat pollution, The economist)
un memorandum interno sobre la exportación de residuos a países del Tercer Mundo, dado
que la esperanza de vida era menor y las rentas que percibían más bajas que las de los
ciudadanos occidentales, económicamente era más acertado exportar la contaminación a
estos países, se cuantificó el precio de sus vidas en una décima parte de la de un occidental,
diferencia que aumentó en una revisión posterior [28]. Es un ejemplo de conflictos
distributivos ambientales uno de los temas cubiertos por la ecología política que la
relaciona con la EE pues el tipo de uso de los recursos y sumideros ambientales depende de
las relaciones de poder y la distribución del ingreso.

En resumen, la ERN y EA se diferencian de la Economía Ecológica (EE) en que ambas


usan los conceptos y metodologías propios de la economía convencional (resumibles en
precios y mercados capitalistas), para volver sobre las cuestiones de recursos y residuos que
anteriormente habían suprimido del objeto de estudio de la economía (convencional). La
EE, en cambio, abarcaría a ambas y las superaría en amplitud y profundidad siendo una
rama de la ecología humana.26

Son el resultado de que la economía convencional clasificó para su conveniencia como


bienes libres, gratuitos e indestructibles, a los recursos naturales y como carentes de valor, e
interés, a los residuos. Por tanto ajenos a su campo de estudio: el bien económico con valor
de cambio, aquellos que son productibles, apropiables, valorables e intercambiables en
mercados, como sintetizó Léon Walras.7

Un poco de historia [editar]

El esquema convencional del proceso económico, aislado de la naturaleza y la sociedad,


representa un movimiento pendular entre la producción y el consumo y proviene de la
epistemología mecanicista.23
Hay que destacar que históricamente la economía se separó de la sociedad al hacerse
autónoma de la política, la política independizada de la moral resurgió en el Renacimiento
con la quiebra de la religiosidad, que hasta entonces empapaba todos los aspectos de la
vida, con autores como Nicolás Maquiavelo.

La separación de la ética de la economía convencional se formalizará finalmente en la


división actual entre economía positiva, que muestra el resultado de aplicar el análisis
económico a la realidad y la evidencia empírica, y la economía normativa en la que se
incluyen los preceptos éticos y los juicios de valor que sólo pueden ser resueltos por el
debate político y la toma de decisiones. Sin embargo, los críticos afirman que esta
distinción es incorrecta pues, por ejemplo, aceptar la actual distribución de la renta como
algo dado como hace la economía positiva es ya un juicio de valor.27

La separación de la economía y la política fue posible por la selección de aspectos cuya


cuantificación (precios, cantidades) parecía prometer mejores resultados para el estudio y la
práctica pudiéndose formalizar matemáticamente. Como quedó reflejado en la obra
Aritmética Política de William Petty. Progresivamente se produciría una nueva escisión
esta vez entre la naciente noción de sistema económico y la Naturaleza.7

Los científicos estaban convencidos en esta época de la existencia de un orden natural


determinista que regía el mundo y el economista debía descubrir las leyes subyacentes en la
sociedad como otros investigadores hacian lo propio en la física o astronomía. Los
fundadores del nuevo sistema de economía política contemplaban el orden económico
como un sistema de libertad natural gracias paradójicamente a un rígido orden social
natural que apenas necesitaba intervención externa por parte del gobierno, así A. Marshall
lo describió como un universo económico copernicano. 22 Ejemplo [29] y contrapunto de
J.L. Sampedro [30].

Con esta separación la economía convencional, tras un largo y complejo proceso, acabaría
configurándose como una máquina atemporal, reversible (sin cambios cualitativos), de
crecimiento cíclico y perpetuo (el dinero puede crecer al infinito, lo material no) centrada
en los valores de cambio (y en una correspondiente entelequia denominada utilidad) sin
referencia ya al limitante mundo físico y abstrayéndose igualmente del mundo social pues
se redujo la sociedad al individuo y éste a una ficción denominada homo oeconomicus, en
esencia una máquina codiciosa y egoista. En los manuales de economía se representa como
un simple esquema circular de flujos entre empresas e individuos.7 28 29 25

El sXIX es el de la Gran Transformación como la denominó Polanyi30 en la que el


liberalismo económico impuso por la fuerza su modelo en la sociedad, implementando el
primer ejemplo de ingeniería social masiva de la modernidad un siglo antes que el
socialismo de estado, lo que incrementó enormemente la fabricación y comercio de
mercancías pero con graves trastornos para la sociedad como la proletarización, pauperismo
y, paradójicamente pues el liberalismo se define como baluarte de la propiedad, la
destrucción de la propiedad privada comunal y religiosa (enclosures, desamortizaciones).
Estos problemas impulsaron el nacimiento de la Sociología con el fin de comprender
científicamente sus repercusiones para domesticarlas.

La intervención del Estado protegió parcialmente a la sociedad y al mismo tiempo buena


parte del liberalismo, recurriendo a medidas de control: seguros sociales, derechos de voto
y asociación, regulaciones e inspecciones de la actividad mercantil e industrial, etc. Es
decir, el Estado actúo tanto para legitimar las prácticas liberales como para proteger a la
sociedad de sus manifestaciones más extremas contribuyendo a asentarlas.7

El Romanticismo y el Socialismo moderno aparecieron como reacción ante las nuevas


prácticas industriales y comerciales capitalistas. Los románticos consideraban la naturaleza
como independiente y fuente de la vida en todas sus formas frente a la visión de la
naturaleza como simple medio material para los seres humanos y sus necesidades.5 31

Configuración de la noción convencional de sistema económico: nace el


medioambiente [editar]

La noción de la economía convencional de que la naturaleza tiene un papel secundario o


nulo en la producción comparado con el capital y el trabajo, creó la idea del medio
ambiente. Contrastando con las nociones primitivas de que vivimos y dependemos de la
naturaleza.

En está época se creó finalmente la versión actual del "medio ambiente", término
innecesariamente repetitivo usado en la actualidad, compuesto por hechos que la teoría
económica convencional (clásica, neoclásica, marxista y keynesiana) progresivamente dejó
fuera de su objeto de estudio porque en lugar de seguir exclusivamente las supuestas reglas
del juego científico estuvo fuertemente influida durante su construcción como ciencia (siglo
XIX) por el uso común en las prácticas contables y comerciales según la ideología e
intereses de la naciente burguesía, lo que condujo a la redefinición de sus categorías
conceptuales básicas ahora definitivamente centradas en lo mobiliario (incluso un inmueble
se valora principalmente según su precio), es decir, el dinero:
La escasez que antiguamente era de sentido común pues no había nada infinito, salvo Dios,
pasó a denotar dinero insuficiente para comprar todas las cestas de mercancías y la
correspondiente necesidad de elegir lo que significa de hecho una miserabilización
progresiva, el needy man, según autores como Wolgang Sachs y Marshall Sahlins. La
escasez viene determinada por la asimetría de los medios y fines: en nuestras sociedades
individualmente no se puede obtener más que una parte insignificante de toda la oferta de
mercancías.32 33

Argumenta Sahlins que la economía primitiva paradójicamente es de abundancia pues las


necesidades son pocas y los medios para satisfacerlas están al alcance de todos,
dedicándose menos tiempo que hoy al trabajo y careciendo del afán de acumular riquezas.
Las sociedades con Estado incrementaron y extendieron el afán de acumulación según
Pierre Clastres. Lo que hoy denominamos trabajo no aparecía como un aspecto concreto de
la sociedad y carecía de las connotaciones penosas de hoy, en cierto sentido no trabajaban.
Por añadidura, un incremento en la productividad se traducía en mayor tiempo de ocio
creativo.34

La riqueza, que incluía todos los bienes sin precio como la luz del sol y la fertilidad de la
tierra, pasó a significar dinero y producir que se entendía antiguamente como sinónimo de
crear materia, tras un complejo proceso en el que se tuvo en cuenta la 1ª ley de la
termodinámica pero se ignoró la 2ª, se redujo finalmente a revender con beneficio.

Mina abandonada, el destino de los recursos fósiles es el agotamiento, si los residuos no


sobrepasan antes los límites.

El carbón, por ejemplo, se produce, es decir, es un stock que se extrae y se vende restando
los costes de sacarlo al resultado de su venta, no se tiene en cuenta el proceso natural de
concentración ni su abundancia en la corteza terrestre ya que se da por supuesto que al
agotarse una explotación la amortización (del equipo de extracción, la concesión y del
trabajo) automáticamente permitirá sacar más carbón en una nueva mina, globalmente no se
considera si físicamente existen esas nuevas minas. En esta línea se enmarca el debate
sobre el techo petrolero.
El mercado capitalista también ocasionaría la destrucción de recursos renovables como la
pesca.

Un ejemplo similar pero con un recurso renovable es el caso de la pesca, el exceso de


capacidad extractiva de las grandes flotas de altura se transfiere de unas zonas a otras tras
su colapso. El mar es en gran medida un bien de libre acceso (salvo la plataforma
continental) que no debe confundirse con los bienes comunales, por lo que es racional para
cada empresa el obtener el mayor rendimiento posible antes de que lo haga la competencia,
conduciendo al agotamiento del recurso y al desempleo de miles de personas. Como ocurrió
en Terranova, actualmente a la espera de una eventual recuperación del stock de bacalao.
Esto no impide que en las aguas continentales la gestión capitalista no conduzca a serios
problemas: En 1945 el presidente de Perú y gobiernos vecinos apoyaron la creación de la
zona económica exclusiva para evitar la sobreexplotación de la pesca por extranjeros pero
fueron los empresarios locales quienes la provocaron a finales de los años sesenta.17

En cambio la EE reflexiona sobre: el entorno institucional que favorezca una gestión


correcta y justa de los recursos, la aportación gratuita de la naturaleza mediante conceptos
como el de coste físico de reposición para orientar mejor la gestión de recursos minerales,
los conocimientos de las ciencia físicas y biológicas para mejorar la gestión del agua,
bosques, pesquerías, etc.7 35

El concepto de trabajo también sufrió una honda transformación para encajar en la nueva
noción de sistema económico, así en la Antigüedad clásica, en la que no existía una palabra
equivalente a la actual, se consideraba indigno el trabajo asalariado o el desarrollar las
capacidades para obtener una ganancia. Las actividades libres eran aquellas que se
practicaban por sí mismas. Además la labor humana no era la única que producía obras sino
también la naturaleza o el propio ocio, que no se consideraba estéril o mero consumo como
actualmente.34

La naturaleza, anteriormente pródiga y divina para el ser humano, pasó a ser una entidad
avara a la que debían arrancársele penosamente los frutos.
Por otra parte, se arrastraron al seno de la naciente economía antiguos elementos
irracionales procedentes del inconsciente colectivo y la alquimia como los sueños de
superación de las barreras físicas y servidumbres que impone el mundo al ser humano
(transmutación, cornucopia, límites espacio-tiempo) reincorporados en la noción de
Progreso, ahora se espera de la tecnología y la ciencia los milagros que antes se atribuían a
los dioses o magos.36

Es de señalar, por último, que tomó como modelo el hoy superado Mecanicismo
newtoniano que entonces deslumbraba a las ciencias nacientes por su éxito en la física y
astronomía. Incorporando parte de su aparato matemático e inspirándose en las propias
leyes de Newton.7 28 Un ejemplo de la relación entre economía convencional y mecánica
clásica puede verse, en francés, aquí [31]

Crecimiento y destrucción [editar]

El capital está hecho de recursos naturales y los necesita para obtener un producto,
generando inevitablemente residuos.

Ello contribuyó de modo formidable a magnificar los logros del Capitalismo, y


posteriormente del Socialismo de Estado (que se mostró menos eficaz para fomentar el
crecimiento económico), a base de ignorar el uso y ocasional agotamiento/destrucción de
recursos que está en su fuente, y los residuos que necesariamente produce con los
correspondientes problemas de contaminación. Y aún más al ocultar que los bienes y
servicios onerosos ofrecidos por el sistema económico productivista procedían de, o
sustituían pobremente, los bienes y servicios gratuitos de la naturaleza, cuya fundamental
contribución al proceso económico fue minimizada o eliminada, en favor del trabajo y el
capital (el capital y el trabajo también se construyen con recursos como acero o alimento).7

Asimismo, Georgescu-Roegen indicó que un breve examen de la función de producción,


que los economistas convencionales actualmente usan como representación del
funcionamiento del sistema económico, muestra una inútil receta de ingredientes
gravemente incompleta pues, según Georgescu-Roegen, da a entender que la economía
puede funcionar con mínimos recursos naturales dado suficiente capital o trabajo (perfecta
sustituibilidad de factores), pues despejando en una función Cobb-Douglas los recursos
naturales (añadidos en la variante Stiglitz-Solow, normalmente no se representan) se
pueden hacer tan pequeños como se quiera, aunque no cero.37

Herman Daly criticó la "manía del crecimiento" o actitud de la teoría convencional, la cual
a partir del supuesto de que las necesidades humanas son infinitas establece que la
obligación del sistema es producir continuamente más en un mundo sin fin y que propone
el crecimiento económico como solución a los problemas de pobreza, desempleo, inflación,
desequilibrios de la balanza de pagos, agotamiento de recursos y contaminación e incluso la
guerra.38 Problemas creados en buena parte por el propio crecimiento.

Finalmente el Capital (ciertos economistas ecológicos25 son contrarios a la idea de Capital


Natural pues Naturaleza y Capital tienen características diferentes: los recursos no
renovables no se reproducen como el Capital) es el factor que finalmente anuló a los otros
en la economía convencional, de este modo habiendo capital suficiente no importaban los
recursos naturales ni el trabajo. Son numerosos los economistas destacados que
explícitamente negaron importancia alguna a los recursos naturales y casi todos lo hicieron
implícitamente al aceptar y trabajar dentro de los límites de la noción convencional de
sistema económico.

Ejemplos: Para S. Jevons, Principios de Economía 1871, los recursos naturales pueden
tener utilidad potencial, pero ésta no cae dentro de la ciencia de lo económico. Solow,
premio Nobel 1987, a principios de los años 70 del sXX dijo que el mundo podría continuar
perfectamente sin recursos naturales indicando en diversas ocasiones que los recursos
naturales, que no incluyó en su modelo, serían sustituidos por otras cosas o factores
(capital).7

Hoy en día estas afirmaciones pasadas son ignoradas y son raras las afirmaciones similares,
pues pueden atraer críticas de la EE como Beckerman (asesor del Banco Mundial, profesor
de Oxford) recibió hace unos años de H. Daly 39 por negar que un descenso en la producción
agrícola en Estados Unidos debido al cambio climático fuese importante dada la escasa
contribución, en términos monetarios y porcentuales (3%) del sector primario al PIB. Daly
dijo que el sector primario es el fundamento sobre el que se levanta todo el edificio de la
economía indicando que Beckerman expresó las consecuencias según el modo de pensar
convencional. Tales ideas se derivan directamente del sistema de pensamiento y
funcionamiento de la economía convencional, como se representa en los manuales usuales.

Crisis local y global [editar]


Economía convencional con externalidades, las cuales se consideran accidentes menores
dentro del proceso económico convencional.

Ante las crisis energéticas, la destrucción de recursos, los problemas causados por los
residuos, la presión social, la crítica interna de pioneros como Georgescu-Roegen y la
evidencia de otras ciencias en estas cuestiones, los economistas convencionales se vieron
obligados a desarrollar medios para tratar estos asuntos que la formalización en el sXIX de
la naciente economía como crematística, había dejado fuera de sus análisis.

Así a principios del siglo XX se incluyeron cuestiones de contaminación puntual en la


noción de externalidad: daños o beneficios en la utilidad o producción que ocasiona un
agente económico a otro, fuera del mercado y sin compensación económica. Un cajón de
sastre teórico de multitud de aspectos positivos o negativos de diversa importancia
clasificados como fallos de mercado ajenos al sistema económico tal y como lo formula
habitualmente la economía convencional por no cumplir las condiciones sistematizadas por
Walras.

La economía ambiental nacerá de la economía del bienestar de Pigou que trató entre otros
temas, la diferencia entre el producto neto marginal social y el producto neto marginal
privado debido a costes que no son tenidos en cuenta, con el ya clásico ejemplo del daño no
compensado que se causa a un bosque por las chispas de una locomotora de vapor.

A la economía del bienestar se le añadió posteriormente en 1960 el problema del coste


social de Coase. Hay que notar que en ocasiones se representa a Pigou y a Coase como
defensores contrapuestos de la intervención del estado y del mercado capitalista
respectivamente, sin embargo presentan más acuerdos que divergencias.20

Sus trabajos condujeron posteriormente a la economía de los recursos naturales para la


gestión óptima de los recursos que usa el sistema económico (consumo o destrucción en
términos monetarios atribuidos artificalmente al no existir mercados pues la Naturaleza no
es un agente económico) y la economía ambiental para la gestión de la contaminación
óptima,24 también con precios arbitrarios (obtenidos mediante cuestionarios por ejemplo) a
fin de obtener una función de coste marginal en unidades monetarias que se igualaría a los
beneficios, función de beneficio privado marginal neto en unidades monetarias, para
obtener analíticamente un óptimo matemático reversible.

En ambos casos con poca o nula referencia a las ciencias que pueden aportar información
para su directa gestión como la biología, física... En contraste, la EE usa esos
conocimientos para realizar, entre otros, el estudio de balances energéticos y análisis de
flujos de energía y materiales consumidos por las economías. Por otro lado, la EE considera
que los recursos y residuos están directamente relacionados, sin el uso de los primeros no
habría contaminación por lo que necesariamente ha de abarcar ambos.7 28 25

Crecimiento como desarrollo sostenible [editar]

La cadena de montaje simboliza el éxito productivista del maridaje entre capitalismo e


industria pero tiene un lado oculto en la destrucción ambiental, el trabajo agotador y el
consumismo.

Según ciertos autores de la EE, la percepción del fracaso de la idea de crecimiento derivada
de la crisis social y ambiental, provocó la proliferación de etiquetas que simulan afrontarla
mientras encubren las prácticas usuales. Es el caso del término desarrollo sostenible
criticado como vago (múltiples significados), hipócrita (usado para promover actividades
insostenibles) y contradictorio (ignora los límites sociales y biofísicos al crecimiento o
focaliza cuestiones erróneas).3

Históricamente se ha considerado crecimiento y desarrollo como sinónimos. Por ello


(utilitarismo) bastaba con producir mercancías de modo masivo para directamente
incrementar el bienestar humano. La distribución óptima sería automática gracias a la mano
invisible. La convicción actual de que crecimiento no es desarrollo cualitativo (mejora
social, ambiental) deriva de la percepción del fracaso, paradójicamente fruto de su éxito
productivista, de la economía convencional.40

Muchos autores suelen presentar la idea de desarrollo como cambio cualitativo, el


problema surge al redefinir aisladamente el desarrollo. Pues, según José Manuel Naredo,
Sobre el origen, el uso y el contenido del término sostenible, disponible aquí: [32], la
noción de desarrollo sostenible es sinónimo de crecimiento porque la modificación del
significado de un concepto no reforma todo el complejo entramado de definiciones,
indicadores y prácticas del sistema económico convencional al que pertenece. De este
modo los manuales están estructurados de modo coherente (conceptos como riqueza,
mercado, indicadores como el PIB, etc.) en torno a la idea de crecimiento.7

Sin embargo, para Herman Daly, puede haber desarrollo sin crecimiento, lo que le lleva a
conservar ése término pero con otro sentido dentro de su noción de estado estacionario. Es
decir, lo introduce dentro de un sistema económico distinto, ya que de producirse una
transición a una economía estacionaria se producirían profundos cambios: La población
humana debería ser numericamente constante y también el stock de capital físico, ambos se
mantendrían a largo plazo reduciendo la energía y materiales necesarios para reponer la
población y el capital al mínimo posible.

Respuesta de la Economía Ecológica [editar]

Esquema de la Economía ecológica, los recursos y energía de la naturaleza que mueven el


circuito económico. La fracción reciclada ha de aumentarse cerrando los ciclos de
materiales.

La EE dice que sus críticas no son recogidas por la economía convencional y que ésta trata
principalmente de preservar su autonomía, superioridad, unidad y coherencia limitada al
mundo del valor de cambio con sus nociones de propiedad, mercados formadores de
precios, etc. En lugar de lograr una mejor gestión de las relaciones de las sociedades
humanas con el sistema natural al que pertenecen.

Es decir, se trata de remendar la red analítica que una vez dejó fuera estos aspectos
(recursos, residuos, sociedad) reincorporando de modo tergiversado estos fenómenos a la
economía convencional (mediante la invención de derechos de propiedad, precios y
mercados) pero sin poner en discusión por qué se les dejó fuera en primer lugar, lo que
revelaría su contradicción insalvable con los postulados básicos de la economía
convencional.7 Por ejemplo, un reconocimiento explícito dentro de la economía
convencional de la sustuibilidad limitada de factores rompería la coherencia del enfoque
neoclásico.41 42
Para la EE, la noción de sistema económico convencional avala la ideología del crecimiento
y oculta su daño que está en la raiz de la destrucción ambiental y social de nuestra época, 43
pues se halla en el nexo de unión entre la naturaleza y la humanidad y dentro de esta última
define y oculta las relaciones injustas entre los seres humanos mediante el dinero.44

La EE también discute, pues no lo considera equitativo, el intercambio de recursos no


renovables por dinero entre países avanzados y productores de materia prima sin tener en
cuenta que constituye la desaparición física de un stock creado por la naturaleza y un
empobrecimiento a largo plazo para aquella sociedad que no desarrolle al mismo tiempo un
sustituto renovable (nociones relacionadas: sembrar el petróleo, intercambio ecológico
desigual y asimetría entre el coste físico y la valoración monetaria denominada regla del
notario).25 35

Desde la EE se critica la contabilidad macroeconómica porque considera rentas lo que en


realidad es agotamiento de recursos y por ello un empobrecimiento, por contabilizar como
incremento del PIB los gastos defensivos que se realizan para protegerse de los efectos del
crecimiento o, directamente, porque no se puede reducir a un indicador cuantitativo la
valoración del estado de la economía. Otras críticas son que la economía convencional no
cubre suficientemente algunos aspectos como el trasiego de activos financieros y
patrimoniales que afectan profundamente a la distribución de la renta, es una crematística
incompleta. La EE también discute la fabricación de poder de compra por los sistemas
financieros de EEUU, Japón y la UE que permite a las naciones avanzadas acceder a los
recursos del resto del mundo de modo injusto.35

Esto hace que, según la EE, la economía de los recursos naturales y la ambiental sean de
nula utilidad práctica más allá de casos muy localizados en el espacio y el tiempo, en los
que se pueden crear intercambios monetarios en mercados ficticios. Es decir, casos como el
ganadero que contamina el agua de un agricultor (dando por supuesto que no hay nadie o
nada más perjudicado en el presente o futuro salvo ellos, que hay unos derechos de
propiedad definidos, unos productos dañados al agricultor con precio de mercado, un
mercado competitivo dónde realizar transacciones baratas) es la denominada negociación
Coasiana. Cuya significación se reduce a recrear las características clave de los bienes
económicos ya sistematizadas por Walras.

Stigler elevó la propuesta de Coase al rango de "Teorema" y la formulación habitual es que


en un conflicto como el mencionado y en ausencia de costes de transacción no importa cuál
de las dos partes tiene el derecho a contaminar, es suficiente con su definición clara.
Aunque para los implicados tiene efectos diferentes según quién deba ser compensado, para
la economía en su conjunto no importaría.25

Según diversos autores de la EE, la utilidad de la EA-ERN es principalmente ideológica al


tratar de salvar la noción habitual de sistema económico de la teoría convencional y su
definición de desarrollo como crecimiento exponencial de la producción de bienes y
servicios7 25 y que es completamente incapaz, según la EE, para tratar problemas complejos,
con incertidumbre y falta de información, que afectarán a generaciones futuras y con
numerosos y diversos afectados en el presente, como ocurre por ejemplo con el cambio
climático, la acidificación de los océanos o el agotamiento de recursos.25

Límites al crecimiento y Decrecimiento [editar]

En cambio, en la EE el funcionamiento de las economías y la gestión de recursos y residuos


se analizan directamente mediante conceptos y métodos tomados de la Física (la
termodinámica explicaría por qué no podemos usar una y otra vez el mismo trozo de
carbón; o el calor del mar para propulsar los barcos),28 36 Biología (conocimiento de los
ecosistemas que nos proporcionan sustento vital, recursos o reciben residuos), Geología
(los yacimientos minerales son rarezas de la corteza terrestre), 35 Antropología y Sociología
(análisis de balances energéticos y de otras sociedades e instituciones), Ecología Industrial45
(la ecología como marco y modelo para la industria) y también, de modo subsidiario y
limitado, en términos monetarios.25 Ejemplos: [33], [34]

De este modo se calcula que el 45% de la población activa mundial trabaja con la biomasa
agrícola y forestal aunque sólo genera un 5% del PIB mundial. Los flujos de biomasa están
estrechamente ligados a los ciclos del carbono, nitrógeno, fósforo y otras sustancias y al
flujo de energía trófica en los ecosistemas. La extracción y producción de biomasa está
relacionada con la degradación de los ecosistemas. Únicamente la quinta parte de la
superficie global tiene poca o nula interferencia humana mientras ciertos autores como
Giampetro y Pimentel recomiendan la preservación de un 33% de los ecosistemas para
asegurar su estabilidad. La parte de la Producción Primaria Neta (PPN, aquella que excede
las necesidades de crecimiento y mantenimiento de los productores primarios y constituye
la fuente para animales y humanos) apropiada por la humanidad oscila entre el 16% de la
producción terrestre (año 2000, sólo extracción terrestre sin pesca y sin tener en cuenta la
pérdida de PPN debido a urbanización o agotamiento del suelo) a más del 40% (13%
producción biomasa terrestre) según los resultados de varios estudios. Lo que a su vez
plantea el problema de la escala máxima de la economía. 46 35 47 Página web, inglés, sobre la
HANPP [35]

Según la EE existen límites al crecimiento, por ello muchos autores apoyan abiertamente el
decrecimiento, como el propio Georgescu Roegen que afirmó tempranamente que los
países desarrollados deben reducir drásticamente su consumo (también en favor de los
subdesarrollados) en el uso de materiales y energía y residuos generados. Por otro lado el
consumo tras superar cierto umbral,48 no conduce a la felicidad, ni responde en muchos
casos a necesidades reales sino a deseos estimulados o creados por la propia economía, que
deben ser cubiertos por mercancías o servicios de pago y permanentemente insatisfechos, 7
49
para seguir funcionando. Max-Neef diferencia entre necesidades y satisfactores.50
Apertura y profundidad del enfoque de la Economía Ecológica [editar]

La meta es articular la economía en torno a las fuentes de energía renovables y cerrar de


este modo los ciclos de materiales que usa, reduciendo su cuantía.

La EE es un campo abierto que permite la pluralidad pues hay un núcleo de creencias


compartidas que proporcionan un marco para la investigación pero no la determinan. Sin
embargo, contribuciones sin relación pueden aparecer como pertenecientes a este campo.
La mayor parte del trabajo es empírico y enfocado a cuestiones concretas.15

La identidad del campo es débil ya que los investigadores hacen tipos muy diferentes de
investigación y muchos se relacionan con otras organizaciones. Pero la EE tiene cierto
control sobre niveles de competencia y la definición de la importancia relativa de las
distintas investigaciones, aunque se discute sobre ello en la EE y muchos investigadores
dependen del reconocimiento de otros campos para obtener fondos y establecer sus
carreras.15

La organización interna de la EE es principalmente horizontal, en lo que a la investigación


respecta, pero hay cierta jerarquización en la revista y boletines. La institucionalización de
la EE ha sido exitosa, tanto a nivel internacional como regional, con muchos miembros,
aunque para algunos de los pertenecientes a la generación de mediana edad fue más
importante publicar en otros lugares. La EE dispone de varios centros de investigación,
programas de formación y cursos de postgrado. La mayor parte de los miembros consideran
importante influir en la agenda política.15

La EE ha recibido financiación de la Unión Europea que ha sido muy importante. Su


investigación ha sido usada por la Agencia Ambiental Europea, Eurostat y ciertas
organizaciones no gubernamentales y activistas (huella ecológica, conflictos ecológicos).
En los EEUU han tenido protagonismo ciertas fundaciones privadas como la Ford y la
Pew.15

Se mencionó al principio la transdisciplinariedad, además, la EE es democrática 51 porque en


los procesos de caracterización de los problemas y de toma de decisiones han de ser tenidos
en cuenta explícitamente los ciudadanos pues ya no hay óptimos cuantitativos que puedan
obtenerse de forma automática mediante un conjunto de ecuaciones como pretende la
economía convencional (ciencia post-normal, evaluación multicriterio).25 52

La EE reconoce que hay generaciones futuras que no existen y por ello no pueden decidir y
sobre las que recaerán nuestros aciertos y errores; indertidumbre y falta de conocimientos.
Diferenciándose de la economía convencional en la cual unos expertos, economistas,
sostienen de forma tecnocrática los resultados de sus mecanicistas modelos económicos.
Que no son neutrales ni objetivos, por ejemplo, el uso de la noción de externalidad sirve
para desactivar los aspectos políticos y sociales de los problemas.

La diferencia tajante entre EE, EA y ERN es principalmente de tipo conceptual, en la


práctica los autores y teorías se solapan e interrelacionan 25 tal y como puede comprobarse
por algunos artículos publicados en la revista Ecological Economics. Por ejemplo el
número de Febrero de 2008, en el que se pueden encontrar artículos relacionados con la EA
(Contingent valuation: A new perspective), con la ERN (Reconciling economic and
biological modeling of migratory fish stocks: Optimal management of the Atlantic salmon
fishery in the Baltic Sea) y más propios de la EE (Ecological footprint accounting in the
life cycle assessment of products).53

La Economía Ecológica es un campo relativamente nuevo, mucho más abierto a la


discusión teórica también con otras corrientes de la economía como la Economía
institucional, siendo más fértil que la teoría económica convencional. Dentro de la EE son
comunes los debates en torno a epistemología, filosofía de la ciencia, historia de la ciencia
y otras disciplinas teóricas que puedan fundamentar o inspirar los nuevos enfoques.

También se puede enlazar con la Agroecología [36], Agricultura ecológica, Ecología


urbana y disciplinas similares ya que comparte algunos principios, métodos y
perspectivas.19

La EE pretende cerrar un largo período de separación entre la economía, la naturaleza y la


sociedad cuyos resultados en términos de destrucción ambiental e injusticia social entiende
que son evidentes.

Referencias y Notas [editar]

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conducido a un incremento de la cooperación entre la EE y la economía neoclásica
como muestran el Kenneth Boulding Prize de 2004 y la orientación del Beijer
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Ecología a la transdisciplinariedad influenciada por la propia EE.
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Bibliografía adicional [editar]

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