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TEORÍA HUMANISTA

La aparición de la “tercera fuerza”

La psicología humanista, en su sentido más amplio, incluye a todos aquellos autores


que han desarrollado sus propuestas apuntando a una cierta concepción del ser
humano, del objeto de la psicología, de la patología, de la intervención psicológica
y del método para obtener conocimientos sobre todo lo anterior que se engarzan en
la tradición filosófica humanista. Considerada de este modo, es en la primera mitad
del siglo XX cuando surgen las primeras aportaciones de peso: en muchos aspectos
la obra de William James en Estados Unidos y las de Ludwig Bingswanger y Medar
Boss, entre otros, en Europa. Sin embargo, la psicología humanista, bajo esta
denominación y como movimiento relativamente organizado, se gesta durante las
décadas de los cincuenta y sesenta del siglo
XX. En su aparición se pueden identificar influencias de tres tipos: a) filosóficas; b)
sociales y culturales; y c) propiamente del ámbito de la psicología. Empecemos por
estas últimas.

Desde una perspectiva estrictamente psicológica el movimiento de la psicología


humanista nace con la pretensión de configurarse como una alternativa a la visión
del ser humano que proporcionan tanto el psicoanálisis como el conductismo (las
dos grandes fuerzas de la psicología en esos años), de ahí que este movimiento
sea también conocido como “tercera fuerza”. El psicoanálisis y el conductismo
serían criticados por sostener concepciones ser humano explícita o implícitamente
negativo, deshumanizado o reduccionistas así como por su mecanicismo y
determinismo. Las propuestas alternativas se van a caracterizar, además de por
este rechazo, por su variedad, hasta el punto de que es más apropiado hablar de
un movimiento que de una escuela.
Esta crítica y el consiguiente posicionamiento como tercera fuerza dentro del campo
de la psicología, vienen también influida por factores sociales y culturales. El
desánimo y desasosiego que sucedieron a la Segunda Guerra Mundial, la
conciencia de la amenaza atómica y la guerra fría, la insatisfacción social que
culminó en los movimientos contraculturales de los años sesenta, son elementos
que conformaron el caldo de cultivo en

El que nació la psicología humanista. Sin embargo no hay que perder de vista que
este “malestar de la cultura” no era nuevo -aunque sí tenía algún elemento nuevo
como la posibilidad de destrucción masiva de la humanidad-, y que desde el punto
de vista de la historia del pensamiento la crítica tanto al pensamiento abstracto,
como a los mecanicismos y reduccionismos en la concepción del hombre tiene una
larga tradición. De esta tradición filosófica humanista y de su influencia en la
psicología humanista hablaremos en el apartado siguiente, pero adelantemos aquí
que incide directamente en el desarrollo en Europa de la psicología existencial,
anterior a la eclosión norteamericana de la psicología humanista. De hecho, en
muchos textos se utiliza el término humanístico-existencial para agrupar en un todo
ambas corrientes.

En lo referente a los principales representantes de este movimiento ya se ha


nombrado a William James (ver cap. 5) dado que su concepción de la psicología y
del método son un marco en el que la psicología humanista se puede sentir cómoda.
Autores como Gordon Allport, Abraham Maslow o Carl Rogers junto a Ludwig
Bingswanger, Medar Boss, Rollo May, Victor Frankl, Eric Fromm o Ronald Laing
forman un heteróclito grupo del que trataremos de ver los elementos comunes.

ABRAHAM MASLOW

Maslow (1908-1970), una de las figuras más conocidas de la psicología humanista,


comparte con otros psicólogos humanistas la propuesta de un sistema
holístico abierto a la variedad de la experiencia humana y, por tanto, el rechazo del
uso de un método único para el estudio de esta diversidad. Propone integrar el
conductismo y el psicoanálisis en sistemas más amplios.

Tuvo gran interés por las personas humanamente excepcionales, lo que le llevó a
una visión del hombre que muestra lo que puede llegar a ser y lo que se puede
frustrar.

El concepto central en la psicología de Maslow es el de autorrealización, entendida


como culminación de la tendencia al crecimiento que Maslow define como
la obtención de la satisfacción de necesidades progresivamente superioresy, junto
a esto, la satisfacción de la necesidad de estructurar el mundo a partir de sus
propios análisis y valores.

Maslow establece su jerarquía de necesidades, la más conocida de sus


aportaciones. Rechazó las teorías de la motivación que partían de determinantes
únicos de la conducta, proponiendo una teoría de determinantes múltiples
jerárquicamente organizados.
JERARQUIA DE LAS NECESIDADES

1. Necesidades fisiológicas:
(comida, agua, sueño), necesidades que aun perteneciendo a este nivel tan básico
tienen un componente de individualidad. Si estas necesidades fisiológicas son
razonablemente satisfechas aparece el segundo nivel: las necesidades de
seguridad.

2. Necesidades de pertenencia y amor: La frustración en este nivel es la principal


causa de los problemas humanos de ajuste.

3. Necesidades de estima: Que incluiría la necesidad de sentirse competente, de


ser
reconocido por los propios logros y de sentirse adecuado.

Finalmente, el hombre se abre a las necesidades de desarrollo, de autorrealización.

El proceso que lleva a la autorrealización culmina en lo que Maslow llama


“experiencia cumbre”, que se siente cuando se alcanza una cota como ser humano,
un estar aquí y ahora “perdido en el presente”, con la conciencia de que lo
que debería ser, es. Estas experiencias son perfectamente naturales e
investigables y nos enseñan sobre el funcionamiento humano maduro,
evolucionado y sano. Maslow identifica la sanidad, la autorrealización y la
creatividad.

Se denomina psicología humanista a la corriente que nace como parte de un


movimiento cultural más general, surgido en Estados Unidos en la década de los
60, y que involucra planteamientos en ámbitos de la política, de las artes y un
fenómeno social denominado “contracultura”, teniendo como máximo exponente
a Abraham Maslow, con la teoría sobre la Motivación Humana (A Theory of Human
Motivation) de 1943 que posteriormente amplió.

El término humanismo se relaciona con las concepciones filosóficas que colocan al


ser humano como centro de su interés.

El humanismo filosófico resalta la dignidad del ser humano, aunque interpretada de


distinto modo en las diferentes formas de humanismo (cristiano, socialista,
existencialista, científico, etc.). El humanismo puede ser entendido como una
determinada concepción del ser humano, y también como un método.

De acuerdo con esa perspectiva, el humanismo incorpora del existencialismo las


siguientes nociones:

* El ser humano es electivo, por ende, capaz de elegir su propio destino.

* El ser humano es libre para establecer sus propias metas de vida; y

* El ser humano es responsable de sus propias elecciones.

Se dice que fue Francesco Petrarca el precursor del humanismo (1304-1374),


literato y humanista cristiano. Sin embargo su pensamiento cristiano fue atacado
por Lorenzo Valla (1407-1457) quien abogó por una completa libertad de crítico sin
límites teológicos. Erasmo de Rotterdam, Maquiavelo, Tomás Moro y Copérnico son
ejemplo de pensadores humanistas.
Características del Humanismo

- Libertad de pensamiento para desterrar el sentido dogmático en cosas e ideas


- Gran amor a la naturaleza a la que considera fuente de investigación para el
progreso de las ciencias.
- Cultivo de la inteligencia para ejercer el espíritu de crítica, análisis e interpretación.
- Tendencia al estudio de los idiomas clásicos (griego y latín), a los que se tiene
como bases de las lenguas modernas.
- Sentido de reacción contra el espiritualismo medieval.

CARL ROGERS

La psicología humanista es una de las corrientes de pensamiento más importantes


de la psicología. Desde ella, gente como Abraham Maslow (con su popular Pirámide
de Maslow) o Rollo May defendieron una visión positiva del ser humano, según la
cual todos somos capaces de convertirnos en el tipo de personas que deseemos.
La teoría de la personalidad de Carl Rogers es un ejemplo de este optimismo vital
llevado a la psicología y la filosofía. Veamos en qué
LA PERSONA, SEGÚN EL HUMANISMO

Ciertas corrientes de la psicología han estado asociadas a una visión pesimista del
ser humano. Por ejemplo, el psicoanálisis de Sigmund Freud presenta una
explicación de la psique en la que los deseos inconscientes y su choque con las
normas sociales gobiernan nuestro comportamiento, y el conductismo
norteamericano ha sido acusado de presentar a las personas como máquinas que
reaccionan ante estímulos externos.

Sin embargo, los psicólogos humanistas como Carl Rogers propusieron algunas
ideas sobre los procesos mentales en los que se enfatiza la libertad de los individuos
a la hora de tomar el rumbo de sus vidas. Según ellos, ni los factores biológicos ni
los ambientales son determinantes en nuestro comportamiento, y no nos "arrastran"
irremediablemente hacia ciertos tipos de comportamiento. En resumidas cuentas,
no eran deterministas.
En concreto, Carl Rogers creía que la personalidad de cada persona se desarrollaba
según el modo en el que consigue ir acercándose a (o alejándose de) sus objetivos
vitales, sus metas.

Esta idea de que el desarrollo personal y el modo en el que el individuo lucha por
llegar a ser como se quiere ser es una idea central de la psicología humanista, pero
para Carl Rogers tiene especial importancia, porque para él es a través del
desarrollo personal como se forma el carácter y el modo de ser.
LA TEORÍA HUMANISTA DE LA PERSONALIDAD DE CARL ROGERS

La teoría humanista de la personalidad de Carl Rogers enfatiza la importancia de la


tendencia hacia la autorrealización en la formación del autoconcepto. Según Rogers
el potencial del individuo humano es único, y se desarrolla de forma única
dependiendo de la personalidad de cada uno.

De acuerdo a Carl Rogers (1959), las personas quieren sentir, experimentar y


comportarse de formas que son consistentes con la autoimagen. Cuanto más
cercana esta la autoimagen y el yo ideal, más consistentes y congruentes son las
personas y más valor creen que tienen.

Junto a Abraham Maslow, Rogers se centró en el potencial de crecimiento de


individuos sanos y contribuyó enormemente a través de la Teoría de humanista la
personalidad a la comprensión del self (el “sí mismo” o el “Yo”, en español).

Tanto las teorías de Rogers como las de Maslow se centran en las elecciones
individuales, y ninguna de las dos sostiene que la biología es determinista. Ambos
enfatizaron el libre albedrío y la auto-determinación que tiene cada individuo para
convertirse en la mejor persona que puedan llegar a ser.

La psicología humanista enfatizaba el rol activo del individuo en dar forma a su


mundo interno y externo. Rogers avanzó en este campo subrayando que los
humanos son seres activos y creativos, que viven en el presente y responden de
forma subjetiva a las percepciones, relaciones y encuentros que se estén dando
actualmente.
Acuñó el término “tendencia a la actualización”, que se refiere al instinto básico que
tienen las personas a llegar a su capacidad máxima. A través del asesoramiento o
terapia centrada en la persona y de investigaciones científicas, Rogers formó su
teoría del desarrollo de la personalidad.
LA AUTO-ACTUALIZACIÓN

“El organismo tiene una tendencia y un esfuerzo básicos para actualizarse,


mantenerse y enriquecer las experiencias del propio organismo” (Rogers, 1951, p.
487).
Rogers rechazó la naturaleza determinista del psicoanálisis y el conductismo y
afirmó que nos comportamos como lo hacemos debido al modo en que percibimos
nuestra situación: “Ya que nadie más sabe cómo percibimos, nosotros somos los
más expertos en nosotros mismos”.

Carl Rogers creía que los seres humanos tienen un motivo básico, que es la
tendencia a la auto-actualización. Como una flor que crece y alcanza todo su
potencial si las condiciones son correctas, pero que está limitada por las
restricciones del ambiente, las personas también florecen y alcanzan su máximo
potencial si las condiciones que les rodean son lo suficientemente buenas.

Sin embargo, de forma contraria a las flores, el potencial del individuo humano es
único, y estamos destinados a desarrollarnos de distintos modos dependiendo de
nuestra personalidad.
Rogers creía que las personas son buenas y creativas de forma inherente, y que se
vuelven destructivas solo cuando un auto-concepto pobre (la imagen que tenemos
de nosotros mismos) o las limitaciones exteriores invalidan el proceso de alcanzar
el potencial.

Según Carl Rogers, para que una persona alcanzara la auto-actualización, debe
mantenerse en un estado de congruencia. Esto significa que la auto-actualización
ocurre cuando el “Yo ideal” de la persona (quién le gustaría llegar a ser) es
congruente con sus comportamientos reales.

Rogers describe al individuo que se está actualizando como una persona


plenamente funcional. El principal determinante de si llegaremos a convertirnos
personas actualizados o no son las experiencias en la infancia.
LA PERSONA PLENAMENTE FUNCIONAL

Rogers afirmaba que todas las personas podían conseguir sus objetivos y deseos
en la vida. Cuando lo hacían, la auto-actualización había tenido lugar. Las personas
que son capaces de auto-actualizarse, que no constituye la totalidad de humanos,
son llamadas “personas plenamente funcionales”.
Esto significa que la persona tiene contacto con el aquí y ahora, sus experiencias
subjetivas y sus sentimientos, y que está en continuo crecimiento y cambio.

Rogers veía a la persona plenamente funcional como un ideal que muchas personas
no llegan a alcanzar. No es correcto pensar en esto como si fuera la finalización del
itinerario de la vida; es un proceso de cambio.
Rogers identificó cinco características de la persona plenamente funcional:
1- Apertura a la experiencia
Estas personas aceptan tanto las emociones positivas como las negativas. Las
emociones negativas no son negadas, sino examinadas (en lugar de recurrir a
mecanismos de defensa del yo). Si una persona no puede abrirse a sus propios
sentimientos, no se puede abrir a la actualización del yo.
2- Vivencia existencial

Esto consiste en estar en contacto con las diferentes experiencias tal y como
ocurren en la vida, evitando prejuzgar y las preconcepciones. Incluye ser capaz de
vivir y apreciar de forma plena el presente, no estar siempre mirando al pasado o al
futuro, ya que el primero se ha ido y el último ni siquiera existe.

Esto no significa que no debamos aprender de lo que nos ocurrió en el pasado o


que no debamos planificar cosas para el futuro. Simplemente, debemos reconocer
que el presente es lo que tenemos.
3- Confianza en nuestro organismo

Hay que prestar atención y confiar en los sentimientos, instintos y reacciones


viscerales. Debemos confiar en nosotros mismos y hacer aquello que creemos que
es correcto y que surge de forma natural. Rogers se refiere con esto a la confianza
que debemos tener en el propio yo, indispensable para estar en contacto con la
auto-actualización.
4- creatividad

El pensamiento creativo y la asunción de riesgos son características de la vida de


las personas. Esto incluye la habilidad para ajustarse y cambiar buscando nuevas
experiencias.

Una persona completamente funcional, en contacto con la propia actualización,


siente el impulso natural de contribuir a la actualización de los que le rodean.

Esto se puede realizar mediante la creatividad en las artes y las ciencias, a través
del amor paternal o, simplemente, llegando a hacer lo mejor posible el propio oficio.
5- Libertad experiencial

Las personas plenamente funcionales están satisfechas con sus vidas, ya que las
experimentan con un verdadero sentido de libertad.

Rogers afirma que la persona que funciona plenamente reconoce el libre albedrío
en sus acciones y asume las responsabilidades de las oportunidades que se le
brindan.
Para Rogers, las personas plenamente funcionales están bien ajustadas, bien
equilibradas y son interesantes de conocer. A menudo, estas personas consiguen
grandes cosas en la sociedad.
YALOM

Irvin David Yalom (nació en Washington D.C. en 1931). Médico y Catedrático de


Psiquiatría de la Universidad de Stanford, Psicoterapeuta. Realizo sus estudios en
La Universidad de John Hopkins bajo la tutela del Doctor Gerome Frank pionero en
la terapia de grupo y teórico Investigador en Psicoterapia.

Irvin D. Yalom llega a la plenitud tras una larga y prolija trayectoria como psiquiatra,
psicoterapeuta y escritor. Su experiencia en la investigación científica empírica y
sus grandes aportaciones en 10 campos de la psicología dinámica y de la psicología
existencial hacen de este autor una de las autoridades contemporáneas de la
psicoterapia más respetadas en Estados Unidos, América Latina y varios países de
Europa. Como psicoterapeuta se ha convertido en un clásico de la terapia de grupo
y de la terapia existencial y ha expuesto y transmitido su experiencia en diversos
textos:
IRVIN YALOM Y LA PSICOTERAPIA GRUPAL EN EL AQUÍ Y EL AHORA:

Cuenta con treinta y cinco años de experiencia en todo tipo de grupos terapéuticos:
dinámica de grupos de pacientes externos de corta y larga duración; grupos de
internos; grupos de familia; grupos de familia múltiples; grupos de enfermos de
cáncer; de familiares de enfermos de cáncer; de enfermos de sida; de cónyuges
afligidos; de padres afligidos; de pacientes anoréxicos; de alcohólicos de hijos
mayores de alcohólicos; de pervertidos sexuales; de asesinos en prisión; de
enfermos esquizofrénicos y de mujeres sometidas a abusos sexuales; y grupos de
terapia y formación para altos cargos empresariales; para profesores; para la
administración hospitalaria de enfermos crónicos, etc. Cada uno de estos grupos
tiene su propio ambiente, métodos, procedimientos y problemas técnicos
PSICOTERAPIA EXISTENCIAL PARA IRVIN YALOM

Yalom tiene influencias psicoanalíticas en su quehacer que pone su atención en las


“preocupaciones esenciales” fundamentales del paciente.
INTRODUCCIÓN DEL LIBRO PSICOTERAPIA EXISTENCIAL DE IRVIN YALOM

• las características de la orientación existencial no son empíricas, sino


profundamente intuitivas”.
• “La psicoterapia existencial es un enfoque dinámico que se concentra en las
preocupaciones enraizadas en la existencia del individuo”.

• Dinámico = fuerzas internas consciente e inconscientes que están en


conflicto, motivos y temores que operan en su interior.

• Existencialmente, nuestro paciente nos presenta un cuadro complejo de


preocupaciones, donde “sus temores primarios están profundamente enterrados
entre capas y capas de represión, negación, desplazamiento y simbolización.
• Individuo que busca satisfacer sus instintos agresivos y sexuales.

• Individuo estructurado a partir de factores culturales y de la experiencia


interpersonal.
• Psicodinámica existencial

• El individuo ya no contra tendencias instintivas reprimidas ni contra los


adultos significativos, sino de un conflicto que emana del enfrentamiento del
individuo con los supuestos básicos de la existencia.

• Reflexionando profundamente llegamos a: soledad, silencio, tiempo y


libertad.
• Preocupaciones esenciales: muerte, libertad, aislamiento y carencia de un
sentido vital. Cada una de estas preocupaciones establece un conflicto dinámico
existencial.
• Características generales de la psicodinámica existencial

• El tiempo importante para la psicoterapia existencial es “el presente que se


convierte en futuro”, donde el pasado es importante en la medida que influye en
cómo somos ahorita.
• Un lenguaje diferente.

• Lo que busca Yalom es “cambiar el enfoque de los psicoterapeutas para que


presenten cuidadosa atención a las preocupaciones esenciales, lleven a cabo las
transacciones acaecidas en la periferia de la terapia formal y las coloquen en el sitio
que les corresponde, es decir, en el centro del escenario terapéutico.”

• Condiciones no sólo de los “individuos con problemas psicológicos” sino de


la condición humana. Nos competen a todos.
• “El enfrentamiento con los supuestos básicos de la existencia es doloroso,
pero a la postre es curativo.”
• “En algún momento de su vida, todo ser humano entra en una etapa de
“oscura reflexión” durante la cual se pone en contacto con las preocupaciones
existenciales básicas.”

Ludwig Bingswanger fue discípulo de Husserl y un atento lector de Heidegger. Por


medio de la aplicación de las categorías heideggerianas a la terapia pretendió
desarrollar un procedimiento que abarcase al hombre en su totalidad y no sólo a
alguna de sus dimensiones. La comprensión y descripción del mundo del paciente
son sus objetivos principales; para ello propondrá un encuentro interpersonal libre
de prejuicios entre el terapeuta y el paciente.
Bingswanger criticó a Freud por su énfasis en la visión biologicista y mecanicista del
ser humano. Señaló que Freud se centró en el mundo natural de los impulsos y los
instintos – terreno en el que, según Bingswanger, Freud había avanzado más que
nadie desde Aristóteles- pero que su tratamiento del hombre como miembro de una
sociedad fue sólo epifenoménico, e, igualmente, que tampoco se refirió
adecuadamente al yo en relación consigo mismo. Como consecuencia de esto,
Bingswanger consideraba que las actividades humanas en las que el hombre
trasciende el ambiente (como el amor o la creatividad) no estaban adecuadamente
tratadas en el psicoanálisis freudiano.

Con todo, a pesar la contundencia de sus discrepancias, Binswanger expresó


siempre un profundo respeto y admiración por la persona y la obra de Freud, con
quien se mantuvo en contacto a lo largo de su vida: Bingswanger fue el único
hombre, de entre quienes manifestaron serias objeciones a la teoría de Freud, con
quien éste mantuvo una estrecha relación.

Bingswanger propuso que el punto de partida para comprender la personalidad es


la tendencia humana a percibir significados en los sucesos y, por ello, ser capaz de
trascender las situaciones concretas. El énfasis en la descripción ha llevado a
considerar como una de sus principales aportaciones las descripciones de los
“mundos” de los esquizofrénicos y de las “formas frustradas” de existir tales como
la extravagancia, el retorcimiento y el amaneramiento. Toma el concepto de
Heidegger de ser-en-el-mundo (Dasein) para centrar su modo de concebir la acción
terapéutica, llamada daseinanalyse o análisis del ser-en-el-mundo. De este modo,
la terapia estaría basada en los siguientes puntos:

a) Los trastornos psicopatológicos representan una alteración del ser-en-el-


mundo.
b) El ser-en-el-mundo tiene estructura y por lo tanto puede ser estudiado,
descrito y rectificado.

c) La psicoterapia pretende entender el proyecto existencial de la persona.

d) La psicoterapia procura ayudar a asumir la propia experiencia en toda su


plenitud, descubriendo las formas y áreas de alienación, para recobrar la
autoposesión y la autodeterminación.

Este modo pionero de entender la labor terapéutica a partir de una cierta concepción
de la naturaleza humana, puede considerarse continuado en nuestros días por
algunos teóricos de la terapia existencial (como Van Kaam, Kobasa o Maddi), los
cuales han intentado desarrollar con rigor una teoría de la personalidad que ayudase
tanto a la terapia como a la investigación. A partir de la consideración de que el
auténtico sentido del significado es el que las personas construyen por sí mismas,
proponen que el modo por el que las personas construyen ese significado es el
proceso de toma de decisiones. Los dos modos básicos de toma de decisiones son
la elección del futuro o la elección del pasado. En cuanto a las posibilidades de
desarrollo es la elección del futuro la que es considerada más adecuada, dado que
facilita el crecimiento o la realización de la posibilidad (la vida humana se entiende
en este contexto como posibilidad de desarrollo). La elección del pasado, en
cambio, ahoga el crecimiento al limitar la posibilidad a aquello que ya es
experiencialmente conocido.

Por lo que se refiere al análisis de las diferencias individuales, se entienden estas a


través de un continuo que va desde el ser auténtico (verse capaz de influir en la
propia vida a través de las decisiones y elegir el futuro en pensamiento y acción) al
conformismo (considerarse indefenso ante las fuerzas externas con una orientación
pasiva, eligiendo el pasado cuando deciden algo, decisiones que, de todos modos,
tratarán de evitar). Derivado de lo anterior, la psicopatología existencial se interesa
por los estados que incluyen la falta de significado. Uno de los pioneros de la terapia
existencial, Medard Boss, en cierto modo continuador de la obra de Bingswanger,
ya describió diferentes contenidos y niveles de eficacia en las construcciones sobre
el sí mismo y el mundo.

Rollo May

Rollo May se alinea claramente en el lado existencial del movimiento humanista


norteamericano. Las continuas referencias en su obra a los autores existencialistas
europeos y, sobre todo, la actitud con la que define y afronta las tareas que, en su
opinión, debe llevar a cabo la psicología así lo atestiguan. Antes de entrar en los
contenidos de sus propuestas

digamos que, quizá, uno de los principales méritos de este autor estriba en la
independencia de su pensamiento. Como ejemplo, lo que sigue:

-Expresa su crítica al reduccionismo que el psicoanálisis freudiano hace, en su


opinión, del ser humano, pero señala expresamente el error que supone desechar
la obra de Freud incidiendo sólo en los desacuerdos con ella.

-Es uno de los principales impulsores de la visión humanista de la psicoterapia pero


critica la exclusión de los elementos negativos de la naturaleza humana que
postulan algunos autores humanistas.

-Defendió activamente y con éxito (desde puestos directivos en asociaciones de


psicólogos) el derecho de los psicólogos a trabajar como psicoterapeutas frente a
los intentos repetidos de las poderosas asociaciones de médicos de considerar la
psicoterapia como una especialidad médica, pero denunció la evitación de la
confrontación con los dilemas del hombre que la psicología ha realizado en su
camino hacia la aceptación social (de nuevo el reduccionismo como problema
principal de la psicología).

Se acaba de nombrar el concepto de dilema del hombre, un concepto central en la


psicología de May. El dilema del hombre es el que se origina en la capacidad de
éste para sentirse como sujeto y como objeto al mismo tiempo. Para May ambos
modos de experimentarse a sí mismo son necesarios para la ciencia de la
psicología, para la psicoterapia y para alcanzar una vida gratificante. El
psicoterapeuta alterna y complementa la visión del paciente como objeto, cuando
piensa en pautas y principios generales de la conducta, y como sujeto, cuando
siente empatía hacia su sufrimiento y ve el mundo a través de sus ojos. Rechaza
las dos alternativas de la consideración del ser humano como “puramente libre” o
“puramente determinado” argumentando que ambas suponen negarse a aceptar el
dilema del hombre.

Dentro de esta concepción introdujo como fundamentales en el contexto de la


terapia las experiencias existenciales de la ansiedad, el amor y el poder. Algunas
de las características que May propone como propias de la terapia existencial son
las siguientes:

1) El objetivo de la terapia existencial es el de aumentar la conciencia del cliente


respecto de su propia existencia y, así, ayudar a que experimente su existencia
como real.
2) La técnica debe estar subordinada al conocer, y seguir, más que preceder, al
conocimiento. La técnica, por lo tanto, debe ser flexible y ajustarse a las
necesidades de cada cliente.

3) El terapeuta y el cliente son dos personas en una auténtica relación. El


terapeuta no interpreta los hechos sino que los pone de manifiesto en su relación
con el cliente.

4) Los dinamismos psicológicos no son primariamente considerados comunes


a la especie humana, sino que se pone el énfasis en considerar que la significación
particular de las dinámicas del cliente se deriva del contexto de su vida. El terapeuta
no siempre sabe qué es lo que motiva al cliente, y su actitud, más que aplicar una
teoría, consiste en escucharle con atención y respeto.

5) El terapeuta procura analizar todas las formas de comportamiento, tanto de


él mismo como del cliente, que impiden el encuentro real entre ambos.

6) La terapia existencial se caracteriza por la importancia que da al compromiso.


Estar comprometido es el verdadero modo de estar vivo.

VIKTOR FRANKL

Viktor Frankl es una de las figuras más destracadas de la historia de la psicología.


Como creador de la logoterapia, Frankl abordó el tratamiento de alteraciones
mentales desde una perspectiva y existencialista que décadas más tarde sirvieron
para reforzar una corriente conocida como Pscología Humanista, a la que
pertenecieron Carl Rogers y Abraham Maslowentre otros.

Muy centrada en la fenomenología y lo subjetivo, la logoterapia de Viktor Frankl es


difícilmente comparable con formas de intervención psicoterapéutica cuya eficacia
ha sido demostrada en estudios independientes, y actualmente su estatus científico
está seriamente cuestionado. Pero, para entender bien los orígenes del trabajo de
Viktor Frankl hay que tener en cuenta el contexto histórico en los que se dieron.
Viktor Frankl y la lucha existencial
El dolor y la tristeza son dos de los fenómenos más estudiados por la psicología,
por una buena razón. Son muchos los senderos de la vida que parecen conducir
hacia ellos, y cuando los experimentamos todo lo que sentimos y hacemos tiende a
girar alrededor del hecho de que nos sentimos mal. En algunos casos, incluso, el
desasosiego puede tener tanto poder sobre nosotros que nos impide disfrutar de la
vida y puede jugar un importante papel en el suicidio. Es por eso que una vertiente
de la psicología se ha volcado en el tratamiento de estos problemas, y se han ido
desarrollando numerosas propuestas terapéuticas para paliar el sufrimiento.

Pero no todas estas terapias parten de unos supuestos filosóficos que pretendan
abarcar todos los aspectos sobre cómo vivimos nuestra vida: algunas tienen como
objetivo ser de utilidad en unos contextos muy concretos y no en otros y utilizan
criterios de medición de resultados que pueden resultar demasiado rígidos. Es por
eso que entre los partidarios de utilizar una psicología más basada en la filosofía
que en las ciencias naturales se siente un gran respeto por Viktor Frankl, un
psiquiatra vienés nacido a principios del siglo XX, construyó un enfoque terapéutico
a partir de sus experiencias como superviviente en los campos de concentración del
régimen nazi.

MEDARD BOSS

Medard Boss nació en Suiza el 4 de octubre de 1903, Zurcí es el lugar donde el


creció y fue adquiriendo toda esta influencia psicológica ya que el centro de la
actividad de la psicología se encontraba ahí mismo.
En 1928 fue cuando se graduó de la universidad de Zurcí en la carrera de medicina
para luego tomarse un tiempo en Paris Viena donde seria analizado por Sigmund
Freíd de donde obviamente se ve una gran influencia en sus teorías como por
ejemplo de la interpretación de sueños
Después de trabajar algunos años en el hospital Burgholzli como asistente de
Eugene Bleuler, estudio en Berlín y en Londres donde la mayoría de sus docentes
tenían ideas freudianas, en 1938 conoció a Jung quien ayudo a Boss a que pueda
hacer un análisis pero fuera de la perspectiva freudiana. Pero algo que
definitivamente marco en Boss fue la amistad que logro formar con Heidegger en
1946 donde se volcó totalmente hacia la psicología existencialista
TEORIA

Desarrollo el concepto del Daseinanalysis la filosofía del dasein se basa en: que
somos nuestra experiencia - la experiencia de nosotros mismos, del mundo social,
y de nuestro medio ambiente.
Una de las cosas a las que más le da importancia en cuanto a esta teoría es de la
“luz” que sería como decir salir de la oscuridad lo que permite que las cosas brillen
por su propia luz o por su propio brillos quien hacia que los pacientes puedan buscar
esa luz y a partir de esto solucionar problemas, lo que hace muy interesante es que
a través de eso fue que profundizo en sus ideas acerca de la psicopatología, las
defensas, interpretación de sueños, entre otros, ya que por las ideas que tuvo de
cómo la luz influía vio por ejemplo que en la sicopatología era como escoger estar
en una oscuridad. Lo que él hacia como psicoterapeuta era el tratar de revertir estas
ideas

Boss era existencialista pero a diferencia de algunos autores prefiere usar el término
existenciales de Heidegger

Boss se interesa en como las personas se relacionan con sus cuerpos, ya que para
el a partir de que yo tengo una apertura con mi cuerpo puedo recién abrirme al
mundo y a la extensión del cuerpo en el mundo lo que llama tendencia del cuerpo
hacia adelante.

A pesar de haber estudiando junto a Binswanger sus ideas fueron en contra de él,
en el sentido de que para Binswanger la persona ya venía al mundo con un
conocimiento previo y desechaba la idea existencialista de que es algo que se revela
a si mismo a la luz del dasein.En cuanto a la personalidad algo de lo que habla en
relación al dasein es el humor y para el humor va a determinar el tipo de luz que
vayamos a mostrar si por ejemplo estas de mal humor lo único que vas a dar es ese
tipo de luz de enojo rabia u otros o por el contrario si estas de buen humor das más
luz de alegría, diversión y otros.
Bibliografía

Irvin D. Yalom, Psicoterapia Existencial, Tr. Diorki. Barcelona: Herder, 1a edición,


1984.
Rogers, C. (2011). El proceso de convertirse en persona. Madrid: Paidós Ibérica.
Rogers, C. (1989). La persona como centro. Barcelona: Herder.

Rogers, C. (1951). Client-centered therapy: Its current practice, implications and


theory. London: Constable.
4.1. Ludwig Bingswanger

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